El Espejo y la Campana

Lafcadio Hearn


Cuento


Hace ocho siglos, los sacerdotes de Mugenyama, provincia de Tõtõmi, quisieron fabricar una gran campana para su templo, y les pidieron a las mujeres de la comarca que los ayudaran mediante la donación de viejos espejos de bronce para la fundición.

[Aún hoy, en los patios de ciertos templos japoneses, se ven pilas de viejos espejos de bronce donados para propósitos semejantes. La colección más vasta que pude observar estaba en el patio de un templo de la secta Jõdo, en Hakata, Kyûshû : los espejos se habían donado para la erección de una estatua de bronce de Amida, de treinta y tres pies de alto.]

Había entonces una joven, esposa de un granjero, que vivía en Mugenyama, y que llevó su espejo al templo para que lo fundieran. Pero más tarde deploró la pérdida del espejo. Recordó las cosas que su madre le había contado respecto a él, y también recordó que no sólo había pertenecido a su madre, sino a la madre y a la abuela de su madre; y recordó algunas sonrisas felices que el espejo había reflejado. Por supuesto, con haberles ofrecido cierta suma de dinero a los sacerdotes a cambio del espejo, habría podido pedirles que se lo devolvieran. Pero carecía del dinero necesario. Al asistir al templo, veía su espejo en el patio, detrás de una verja, entre centenares de espejos. Lo reconoció por el Shõ—Chiku—Bai grabado en relieve al dorso, los tres dichosos emblemas del Pino, el Bambú, y la Flor de Ciruelo, que habían deleitado sus ojos de niña cuando su madre se los mostró por primera vez. La joven anhelaba una oportunidad para robar el espejo y ocultarlo… luego podría conservarlo para siempre. Pero esa oportunidad no se presentaba; la acosó la infelicidad; lamentó haber cedido voluntariamente una parte de su propia vida. Pensó en el viejo dicho que afirma que un espejo es el Alma de una Mujer (dicho místicamente expresado en el dorso de muchos espejos de bronce mediante el ideograma chino que r

Fin del extracto del texto

Publicado el 20 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.
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