No hay más información sobre el texto «El Pequeño Vigía Lombardo».
No hay más información sobre el texto «El Pequeño Vigía Lombardo».
Edición física «El Pequeño Vigía Lombardo»
—¿Tienes buena vista, chico?
—¿Yo? —respondió el muchacho—. Yo veo un gorrioncillo aunque esté a dos leguas.
—¿Sabrías tú subir a la cima de aquel árbol?
—¿A la cima de aquel árbol, yo? En medio minuto me subo.
—¿Y sabrás decirme lo que veas desde allí arriba, si son soldados austriacos, nubes de polvo, fusiles que relucen, caballos...?
—Seguro que sabré.
—¿Qué quieres por prestarme este servicio?
—¿Qué quiero? —dijo el muchacho sonriendo—. Nada. ¡Vaya una cosa! Y después... si fuera por los alemanes, entonces por ningún precio: ¡pero por los nuestros!... Si yo soy lombardo.
—Bien; súbete, pues.
—Espere que me quite los zapatos.
Se quitó el calzado, se apretó el cinturón, echó al suelo la gorra y se abrazó al tronco del fresno.
—Pero, mira... —exclamó el oficial, intentando detenerlo como sobrecogido por un repentino temor.
4 págs. / 7 minutos.
223 visitas.
Publicado el 10 de junio de 2016 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «El Pequeño Vigía Lombardo» es necesario identificarse en textos.info.
7 libros publicados.