Libro gratis: Esplendores y Miserias de las Cortesanas
de Honoré de Balzac


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Novela


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Esplendores y Miserias de las Cortesanas

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Edición física


Fragmento de «Esplendores y Miserias de las Cortesanas»

Acudieron algunos a hablarle de asuntos a Nucingen; pero esperaba a Contensón, soñaba con Ester, y se decía que antes de poco volvería a ver a la mujer a quien había debido inesperadas emociones, así es que despidió a todo el mundo con palabras vagas y con promesas de doble sentido. Contensón le parecía el personaje más importante de París, y aguardaba su llegada mirando con impaciencia al jardín. Por fin, después de haber dado orden de cerrar la puerta, mandó que le sirviesen el almuerzo en el pabellón que se hallaba en uno de los lados del jardín. En las oficinas, la conducta y las vacilaciones del más hábil, del más avispado y del más político de los banqueros de París, parecían inexplicables.

—¿Qué tiene el patrón? —le decía un agente de cambio a uno de los primeros dependientes.

—No se sabe; al parecer inspira inquietudes su salud. Ayer, la señora baronesa llamó a los doctores Bianchón y Desplein…

Un día, unos extranjeros quisieron ver a Newton en el momento en que se dedicaba a curar a una perrita, llamada Beauty, la cual le echó a perder un trabajo inmenso, y a la cual se limitó a decirle: «¡Ah! Beauty, qué poco sabes lo que acabas de estropear». Los extranjeros se fueron, a fin de no interrumpir por más tiempo los trabajos del grande hombre. En todas las existencias grandiosas, se halla siempre una perrita como Beauty. Cuando el mariscal Richelieu fue a saludar a Luis XIV, después de la toma de Mahón, que fue uno de los grandes hechos de armas del siglo XVIII, el rey le dijo: «¿No sabe usted la gran noticia?… ¡el pobre Lansmatt ha muerto!». Lansmatt era un conserje que estaba en el secreto de las intrigas del rey. Los banqueros de París no supieron nunca el gran favor que debían a Contensón. Este espía causa de que Nucingen les abandonase un gran negocio. El cancerbero podía conquistar una fortuna diaria con la artillería de la especulación, mientras que el hombre estaba al servicio de la dicha.


586 págs. / 17 horas, 6 minutos.
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Publicado el 13 de mayo de 2017 por Edu Robsy.


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