Ángel Pitou

Alejandro Dumas


Novela



Capítulo I

DONDE EL LECTOR TRABARÁ CONOCIMIENTO CON EL HÉROE DE ESTA HISTORIA Y CON EL PAÍS QUE LE VIO NACER

En la frontera de Picardía y del Soissons, en esa porción del territorio nacional, que bajo el nombre de Isla de Francia constituía una parte del antiguo patrimonio de nuestros reyes; en medio de la inmensa media luna que forma, prolongándose al norte y al mediodía, un bosque de cincuenta mil fanegadas, se eleva, perdida en la sombra de un grandioso parque plantado por Francisco I y Enrique II, la pequeña ciudad de Villers-Cotterets, célebre por haber dado nacimiento a Carlos Alberto Demoustier, el cual, en la época en que comienza esta historia, escribía sus Cartas a Emilio sobre la Mitología, con gran satisfacción de las lindas mujeres de la época, que se las disputaban a medida que veían la luz pública.

Añadamos, para completar la reputación poética de esa pequeña ciudad, a la que sus detractores se obstinan en dar el nombre de burgo, a pesar de su castillo real y de sus dos mil cuatrocientos habitantes, añadamos que está situada a dos leguas de Laferté-Milon, donde nació Racine, y a ocho de Cháteau-Thierry, donde nació La Fontaine.

Consignemos, además, que la madre del autor de Británico y de Atalia era de Villers-Cotterets.

Volvamos a su castillo real y a sus dos mil cuatrocientos habitantes.

Este castillo real, comenzado por Francisco I, cuyas salamandras conserva, y concluido por Enrique II, cuya cifra tiene aún entrelazada con la de Catalina de Médicis y circuida de las tres medias lunas de Diana de Poitiers, este castillo, repetimos, después de ocultar los amores del rey caballero con madame d’Etampes, y los de Luis Felipe de Orleans con la hermosa madame de Montesson, estaba casi deshabitado desde la muerte de este último príncipe, pues su hijo Felipe de Orleans, llamado después Igualdad, le hizo descender

Fin del extracto del texto

Publicado el 11 de marzo de 2017 por Edu Robsy.
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