El Paje del Duque de Saboya

Alejandro Dumas


Novela


I. El campamento de Carlos V y sus alrededores
II. Los aventureros
III. Donde el lector conoce más a fondo a nuestros héroes
IV. Contrato de sociedad
V. El conde de Waldeck
VI. El justiciero
VII. Historia y novela
VIII. El escudero y el paje
IX. León-Leona
X. Los tres mensajes
XI. Odoardo Maraviglia
XI. Ejecución de Francisco Maraviglia
XIII. Felipe El Prudente
XIV. Donde cumple Carlos V lo que prometio a su hijo Felipe
XV. Coligny
XVI. Después de la abdicación
XVII. La corte de Francia
XVIII. La cacería real
XIX. Condestable y cardenal
XX. La guerra
XXI. Donde el lector vese entre amigos
XXII. San Quintín
XXIII. El almirante cumple su palabra
XXIV. La tienda de los aventureros
XXV. Batalla
XXVI. El teniente Theligny
XXVII. El despertar del señor condestable
XXVIII. El escalamiento
XXIX. Doble ventaja de conocer el dialecto picardo
XXX. Batalla de San Quintín
XXXI. Cómo recibió el almirante noticias de la batalla
XXXII. El asalto
XXXIII. El fugitivo
XXXIV. Dos fugitivos
XXXV. Aventurero y capitán
XXXVI. Espera
XXXVII. Los parisienses
XXXVIII. El campamento español
XXXIX. Donde Ivonnet obtiene cuantas noticias desea
XL. Dios protege a Francia
XLI. 1558-1559
XLII. El mensajero de SS. MM. los reyes de Francia y España
XLIII. La cámara de la reina
XLIV. La habitación de la favorita
XLV. Donde, considerado el vencido como vencedor, considerase al vencedor como a vencido
XLVI. El buhonero
XLVII. Regalos de boda
XLVIII. Disposiciones de un torneo
XLIX. Nuevas De Escocia
L. El torneo de la calle de San Antonio
LI. El cartel
LII. Desafío a muerte
LIII. El pronóstico
LIV. El lecho de muerte
LV. Política italiana
LVI. Un rey de Francia es esclavo de su palabra
LVII. El tratado se cumple
LVIII. El 17 de noviembre
LIX. Los muertos todo lo saben
LX. El camino de San Remo a Albenga
Epílogo

I. El campamento de Carlos V y sus alrededores

Trasladémonos sin prólogo ni preámbulo a la época en que reinan Enrique II en Francia, María Tudor en Inglaterra, y Carlos V en España, Alemania, Flandes, Italia y las dos Indias, o lo que es igual, en la sexta parte del mundo.

Empieza la escena en el día 5 de mayo de 1555, cerca de la pequeña ciudad de Hesdin-Fert, recién reedificada por Manuel Filiberto, príncipe del Piamonte, para reemplazar la de Hesdinle-Vieux, por él tomada y destruida en el año anterior; y, por lo tanto, nos hallamos en la parte de la Francia antigua, que a la sazón llamaban Artois, y en el día denominamos departamento del Paso de Calais. Decimos Francia antigua, porque el Artois estuvo unido por poco tiempo al patrimonio de nuestros reyes por Felipe Augusto, vencedor de San Juan de Acre y de Bouvines. Transmitido en 1180 a la casa de Francia y cedido en 1237 por San Luis a Roberto, su hermano menor, perdióse en manos de Mahaud, Juana I y Juana II, pasando luego al conde Luis de Mâle, cuya hija lo transmitió con los condados de Flandes y Nevers, a la casa de los duques de Borgoña. Por último, muerto Carlos el Temerario, el día en que María de Borgoña, última heredera del famosísimo nombre y de los innumerables bienes de su padre, unióse con Maximiliano, hijo del emperador Federico III, fue a unir su nombre y riquezas al dominio de la casa de Austria, los que desaparecieron en él como un río en el océano.

Gran pérdida fue para Francia, pues Artois era una provincia rica y hermosa, y hacía tres años que con caprichosa fortuna Enrique II y Carlos V luchaban cuerpo a cuerpo, pie a pie y cara a cara; éste para retenerla y aquél para quitársela. Durante esta guerra encarnizada, en que el hijo hallaba al antiguo enemigo de su padre y como éste debía tener su Marignan y su Pavía, cupiéronles a entrambos días prósperos y adversos, victorias y derrotas. Francia vio que el d

Fin del extracto del texto

Publicado el 11 de marzo de 2017 por Edu Robsy.
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