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Edición física «La Mujer que Comía Poco»
Se lo comentó a otro pastor que le dijo:
—El lunes, en lugar de subir a la montaña, escóndete en la casa y verás si tu mujer come o no.
Llegó el lunes; el pastor se echó el zurrón al hombro y le dijo a su esposa:
—Hasta el sábado. Cuídate. No enfermes por no comer.
Ella le contestó:
—Mi pobre marido, no tengo apetito. Sólo de pensar en comer me dan náuseas. Estoy gorda porque así es mi naturaleza.
El pastor salió en dirección a la montaña pero, a mitad de camino, se dio media vuelta y, sin que lo viera su mujer, entró en su casa y se escondió detrás de la cocina. Desde ese punto de observación, la vio comerse una gallina con arroz. A lo largo de la tarde se comió una tortilla con salchichón. Cuando llegó la noche, el pastor salió de su escondite, entró en la cocina y le dijo a la glotona:
—¡Hola, buenas!
—Pero, ¿por qué has vuelto? —le preguntó ella.
—Había tanta niebla en la montaña que he temido perderme. Además llovía y caían gruesos granizos.
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Publicado el 22 de octubre de 2016 por Edu Robsy.
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