Muerte Entre Bastidores

Bram Stoker


Cuento


Supongo que algunos de ustedes recordarán el caso ocurrido no hace mucho del acróbata que murió en un accidente durante una representación. No hace falta mencionar nombres. Nos referiremos a él como Mortimer, Henry Mortimer. Nunca se supo la causa de su muerte, pero yo sí sé cómo se produjo. He guardado silencio durante todo este tiempo, y ahora puedo hablar sin miedo a herir a nadie. Ya han fallecido todos los interesados en su muerte o en la del hombre que la planeó.

Cualquiera de ustedes que conozca el caso recordará lo apuesto, bien parecido y elegante que era Mortimer. Creo que es el hombre más atractivo que he visto nunca. Además, era el tipo más ágil que haya pisado nunca un escenario. Estaba tan seguro de sí mismo que utilizaba peso extra; así, cuando caía el contrapeso, saltaba cinco o seis pies más alto de lo que nunca nadie ha podido saltar. Además, levantaba las piernas en el aire de tal forma, parecida a como hacen las ranas al nadar, que daba la sensación de que saltaba mucho más arriba.

Creo que todas las chicas estaban enamoradas de él por la forma en que se comportaban cuando estaban entre bastidores y se acercaba el momento de su entrada. Eso no le habría importado mucho (las chicas siempre se enamoran de un hombre u otro), de no haber sido porque varias mujeres casadas empezaron a comportarse igual. Para mayor vergüenza, algunas de las que iban siempre detrás de él llevaban a sus propios maridos.

Era una situación bastante peligrosa y difícil de soportar para un hombre que quería ser decente a toda costa. Pero el verdadero tormento y el auténtico problema lo era la joven esposa de mi propio jefe, Jack Haliday, el tramoyista jefe. Ella era demasiado para la sangre y la carne de cualquier hombre. Había empezado en el mundo del teatro la temporada anterior como gimnasta. Podía saltar más alto que las chicas que le sacaban medio metro de altura. Era una chiquilla menuda, tan bonita como

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Publicado el 17 de febrero de 2017 por Edu Robsy.
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