Historia del Diablo

Daniel Defoe


Tratado



Primera parte

Capítulo I

QUE SIRVE DE INTRODUCCIÓN A TODA LA OBRA.

No dudo de que el título de este libro asombre en principio a mis lectores; quizá se detengan en él un poco, ni más ni menos que podrían hacerlo ante el libro de magia de una encantadora; permanecerán un rato dudando si deben leerlo o no, ante el temor de que leyendo la Historia del Diablo le evoquen verdaderamente.

A los Niños y a las Viejas se les han dicho tantas cosas espantosas del Diablo, se han forjado de él ideas tan horribles, figuras tan monstruosas, que serían capaces de asustarle, si él se encontrase en la oscuridad y se presentara a sí mismo bajo las diferentes formas que de él ha inventado la imaginación del hombre; pero, por otra parte, no creo que pareciera tan espantoso si se pudiera conversar con él cara a cara.

Es, pues, seguramente, una obra muy útil, la de ofrecer la verdadera Historia de ese Tirano del aire, de ese Dios del Mundo, de ese terror y esa aversión del Género Humano, que se llama Diablo; de hacer ver lo que es y lo que no es, dónde está y dónde no está, cuándo está en nosotros y cuándo no lo está; pues yo no podría dudar de que el Diablo no esté realmente, y en buena fe, en buen número de nuestros Espíritus débiles, aunque honestos, sin que ellos se den cuenta.

No es una labor tan difícil como se podría imaginar. Repito que no es tan difícil, como podría suponerse, descubrir la Historia del Diablo. Hay Datos de su Origen y del origen de su familia; por lo que respecta a su conducta, es cierto que en varias ocasiones ha trabajado a favor de las tinieblas, de acuerdo con sus prácticas y su manera de obrar; pero, en general, por muy astuto que sea, ha carecido de prudencia al descubrirse en algunos de los hechos más considerables de su vida, pues hasta entonces se ha separado de todas las reglas de la Pol

Fin del extracto del texto

Publicado el 13 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.
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