relatos de una vida llena de mal viajes.

daniel rodriguez "negro rodriguez"


Anoche te soñé, la soñé y las soñé de nuevo. Una especie de presagio me dijo en el sueño que había hecho las notas que guardaba en el libro que obtuve en el maldito recital donde se pensó que todo acabaría y ahora escribo de ello. Son unas hi


Querido lector.

 

Esto no es un libro común o con sentido común, tampoco una novela revolucionaria del siglo XXI, solo es un libro, quizás nunca llegara al éxito y quedara en el olvido como la mejor o peor idea que tuvo su autor para saciar su sed y ansiedad de explorar formas de liberación mental y espiritual.

Catalogado como un Libro ómnibus. Este libro no sigue alguna de dirección o rumbo alguno para un gran final. Son un conjunto de escritos, poesías, poemas, pensamientos vagos, historias, fragmentos de dolor; confusión, tristeza, alegría, odio, amor y todos los sentimientos que puedas interpretar.  A su vez seguirá siendo infinito, porque para su escritor en algún momento debió haber una cronología de todo lo escrito.

La decisión es tuya, búscale sentido a la vida; búscale sentido a su propia vida hecha letras. 

Atentamente: anónimo de twich.

Mail del autor sobre el título.

“querido Louis, ya casi termino de complementar el libro, he estado últimamente pensando en mi salud mental; sonara estúpido pero he leído todo casi 5 veces y mis sentimientos son tan contradictorios. Quizás sean solo etapas de lo que estoy pasando pero intentare no alarmarme.  

Espero que te gusten todos los escritos, incluí los que me dijiste  y sobre todo añadí la incógnita de saber si participaste o no en alguna historia debe ser tan fantástico que quizá nadie lo note. ”

 

 

 

 

 

 

 

Contenido

 

Cap. 1……………………………………… Tú estás aquí.

Cap. 2…….Anoche te soñé, la soñé y las soñé de nuevo.

Cap. 3…………………..……………… el rencor la vida.

Cap. 4……………………….…… Ta bouche, Mon tesor. Cap. 5……………………………….. Quería comprender.

Cap. 6………………………………………...……mujeres.

Cap. 7………………………… Iniciales de cada párrafo.

Cap. 8 Ascenso de la felicidad en tiempos de primavera.

Cap. 9…………………………………… Lobo sin luna.

Cap. 10………………………………………………. Ella.

Cap. 11…………………………………. Dulce venganza.

Cap. 12……………………………….. Tema sin nombre.

Cap.13…………… Carta para el bohemio del más allá.

Cap.14………...…………………………...mano a mano.

 

Cap.15…………..………………..…..…. Me verás partir.

Cap. 16……………………………….... flores de cemento.

Cap. 17…..……………………….……molde en el espejo.

Cap. 18………………….………….. Sordo, ciego y mudo.

Cap. 19……………..………………………………..el beso.

Cap. 20 ………..………………………………………coma.

Cap. 21………………………………………….confesiones.

Cap. 22…………………………………..ceguera por amor.

Cap. 23………………………………sin cigarro y sin vino.

Cap. 24………………………flores marchitas en mi café.

Cap. 25 ………………………………………soy un fracaso.

 

 

 

 

 

 

 

Cap. 1 

Tú estás aquí.

Aunque no lo creas estas aquí, como el único poste de alumbrado que ilumina mis hijos de puta días que paso uno a uno encerrado en mi cuarto como un estúpido mirando la pantalla del ordenador, mirando las redes sociales donde todo el tiempo sales en especial, me quedo como un idiota viendo tu rostro por minutos y me imagino que habría sido de nosotros si alguna vez hubiéramos sido algo; pero nunca lo fuimos. Y me lleno de ira y de melancolía al saber que me enamore como todos los inteligentes lo hacen. Como un completo pelotudo idiota.

 

Y me la paso pensando cosas, como si fuera un aparato electrónico ordeno información en mi cerebro y no puedo descansar, trato de corregir mis errores, opacándolos, evitándolos, poniéndoles un maldito mantel de color rojo como la maldita falda que llevabas esa maldita noche que me arrepiento de no haberte visto mucho antes de ello, ¿pero ahora soy aún más miserable sabes? No tengo que perder, y mucho menos digas que la dignidad o el amar o querer.

 

No tengo nada y deberías saberlo, me irrita el hecho de salir a la calle y que me arrebates con un solo mirar y sonrisa de maldad, toda la hija de puta vida en ese momento, porque justamente antes de que lo hicieras estaba pensando que era de tu maldita vida,  y lo seguirás haciendo por que vos te haces pasar por un recolector de almas y sentimientos y yo como un pelotudo  te dejo entrar cual Jesús en corazón  de abuela religiosa extremista.

 

Cap. 2 

 

Anoche te soñé, la soñé y las soñé de nuevo.

Una especie de presagio me dijo en el sueño que había hecho las notas que guardaba en el libro que obtuve en el maldito recital donde se pensó que todo acabaría y ahora escribo de ello. 

Son unas hijas de puta, no en sentido literal; pero pues me joden demasiado la vida. Deberían buscarse un departamento o quizás una casa, cerca de la mía ya que están ocupando demasiado espacio dentro de mi cerebro y en verdad lo necesito. Debería olvidar todos esos datos innecesarios para liberar peso y quitarle presión a lo que me atormenta. 

 

Esos datos que mi mente tiene acumulados, que son tantos.

 ¡Mierda!. De hecho hasta no sé dónde están los fragmentos tan pequeños de pequeño con cuerpo de enano revoloteando por la casa de los abuelos, la copia del taller de química que tanto estudie y hasta hace un par de meses sabia de pieza a cabeza o el sitio exacto del paquete de cigarrillos que seguramente guardo en caso de emergencia; que son los justos para una crisis existencial que solo  opacara la fiebre sentado a las 3 de la madrugada en el parque como un idiota fumando.

 

Deberían dejarme más espacio para mí, no me agobien con los enigmas de sus cuerpos, mismos enigmas que conozco de pies a cabeza como que vos tienes un lunar gigante en el glúteo izquierdo que era fenomenal verlo entre la oscuridad de la casa, tu 3 en fila como si fuese una especie de cadena que adorna tu cuello y un par detrás del cuello el cual acariciaba mientras pensaba que tan jodida seria esta historia. 

 

Sé que no lo harán, no dejaran mi estúpida materia gris, ¿les encanta verdad?, pero si algún día deciden irse, en frente hay una de 3 piezas, cocina, baño, un patio grande; donde cabe sus malditos egos y todas las historias que debo borrar por si quieren guardar copia.

 

 

 

 

Cap.3 

Rencor a la vida.

 

Hoy, notando la fecha que obviamente no voy a poner porque se escucharía a juzgado o quizás a secretaria malhumorada de alguna firma de abogados. 

Expreso mi inconformismo con lo único que puedo; las letras. No puedo ir a quejarme a la estación de policía, ni al estúpido vaticano tirándole piedras a la ventana donde sale el papa francisco. 

Lo expreso con ustedes, con los que leen, con los que se instruyen, y aunque aquí no haya sobre que instruirse, sé que les atrae poco, pero igual siguen leyendo porque quieren saber cómo una persona común, con una vida común, con un empleo común, como todas las personas allí afuera se deleita en un espacio/tiempo donde solo existe el y su espíritu en el manantial del Edén del desprecio y el rencor hacia su propia vida.

Otros tendrán la brillante idea de juzgarme haciendo un prejuicio sin conocerme, sin saber cómo veo la vida, juzgaran como no veo el vaso medio lleno o medio vacío y buscaran como quebrantar la poca paz que consigo escribiendo con sus criticas que deberían ser constructivas y terminan siendo destructivas.

En conclusión: expreso mi inconformismo con la vida, con la vida de ustedes, con la de todos los que están afuera buscando en un baile sin fin el sentido de sus miserables vidas, y como ello conlleva que intenten destruir otra vida con puntos de vista quizás buenos, quizá malos; pero sin derecho alguno. Por cosas como estas, esto es el rencor la vida.

 

Cap. 4

Ta bouche, mon tesor.

Me miras, cada vez aún más cerca, como si fuera el único punto de enfoque en la distancia, tus ojos empapados en melancolía y belleza brillan, opacando la luz que otorga la noche.

 

Postrada en la cama, insinúas que soy un cobarde, un estúpido, un ignorante de lo superficial y me encadenas a ti como collar a tu cuello, me miras, cada vez más cerca y te veo en todo tu esplendor; aunque no quiero.

 

Cierro los ojos para ver con el alma, toco tu boca, toco con un dedo el borde de tu coca manchándolo de carmesí, tu boca poco a poco voy recorriendo creando imágenes difusas de felicidad, historia de amor.

 

Lleno de lágrimas, ta bouche mon plus grand souvenir, ta bouche mon plus grand trésor”, frase que me acaricia igual que yo a tus labios, las lágrimas de sangre de color carmesí, un amor que fue la única luz apagándola después, añoranza de un beso que se marchita pensando en el ayer.

Sabor a ti, sabor a nada. Toco tu boca, toco el borde de tu boca con un dedo manchándolo de lágrimas; mis lágrimas, porque  mi boca es tu boca, pero la tristeza es mía 

Abro los ojos para ver a la distancia, tú ya no estas, ta bouche mon plus grand souvenir, ta bouche mon plus grand trésor.

 

Cap. 5

Quería comprender.

2 años quizás intento comprender su amor

2 años  descubriendo todo de su ser

Sin saber todo lo que entrego con dolor 

Todo lo que se fue cuando miro e aquel atardecer.

 

Quizás comprendas mi poesía de solo cuartetos

Quizá en dos años sepas el dolor de este soneto 

Quizá nunca sepas mi martirio y mi sufrimiento

Quizá mi amor y cariño solo fueron regalos incompletos.

 

Camino perdido y sin rumbo, queriendo comprender el final de nuestra historia, de por qué la vida es tan injusta, porque no termine esto como un soneto, porque desaparecí de vos sin dejar ni un rastro de despojo en tu pecho.

 

Eras una niña aquella noche que entramos al hotel, una verdadera cleopatra ante mis ojos, una diosa ante el espejo, una virgen ante la noche, un deseo ante mi cuerpo. Quitándonos a besos los agravios supimos que no era nuestro tiempo y que la espera debería ser mayor, nos amamos en ese entonces.

 

Repartimos los caminos, tu allí y yo en el mismo sitio, en la misma hora, en el mismo anhelo, en el mismo sueño, con el mismo amor y con la misma ilusión, bueno hasta ayer…

 

Descubriste nuevos senderos hacia el amor, valles de sombras cubiertos por telones de falacia y palabras llenas de mentiras; que pintaran una vida de colores y amores eternos pero la eternidad querida durara solo un momento.

 

Solo diré que confió en la casualidad de haberte conocido, que nunca te olvidare y que si lo intentara no lo conseguiría y que en la sabana esa leona que apaciguo mi melancolía como un rayo crepuscular  pasando por la cortina que cegaba mi mente y alma nunca la encontrare en otro lado.  

Cuídate, te amo.

 

 

Cap. 6

Mujeres.

Día grisáceo para encontrarme en ese lugar, sentado en el transporte público un hombre de edad avanzada seca sus ojos llenos de lágrimas, la curiosidad me atraía al ver la amargura insaciable de ese hombre; era como si le hubieran arrebatado su felicidad.

 

Hable con aquel hombre quien aún con llanto en sus ojos nombraba la enfermedad  que padecía y que no le quedaba mucho tiempo vida. No supe como consolar aquel hombre, nunca he podido experimentar esa sensación donde el tiempo es el peor enemigo y aunque me sintiera mal por mis propios problemas no encontraba manera de comprender su dolor.

 

Al llegar a la siguiente parada subieron 3 músicos, entre ellos una chica; caucásica, labios grandes, pelo rizado  y pequeños lunares por su piel.  Con  un pequeño tambor quien acompañaba la bella clásica que tocaban sus compañeros. 

 

Con una sonrisa extravagante miraba fijamente aquel hombre que yacía triste en aquella silla del transporte público, intentó alegrarle un par de veces hasta que con un gesto  quizás un poco abusivo le tocó la cara a aquel el hombre y le pidió que sonriera. De mi boca nacieron los siguientes versos.

La amargura de un viejo,

No la calma  la cerveza, ni el vino.

Plenamente desesperado por su destino

Ruega en su mente desdichado en su camino.

Ni hay objeto que sacie su dolor,

Su amargura se refleja es su pecho

Sentado a la espera de su redentor, 

No encuentra solución a lo que ya está hecho.

Lágrimas brotan de sus ojos, 

Sus palabras son cortas y cortadas por el quebranto.

 Enfermedad  En su jardín deja

matojos, 

Sólo Dios en este caso puedo saciar su llanto.

O quizás una señal de Dios,

Un Ángel le devuelve la vida.

Una sonrisa acaba la amargura del señor

La alegría se esparce hacia su vida fría.

 

Cap. 7  

Iniciales de cada párrafo.

Yo, ese hombre que se creía el rey del mundo.

Único, indomable, sagas, parrandero y mujeriego.

Nunca creí caer tan bajo en esto que todos denominan como el amor.

Infeliz mi alma al saber que una mujer haya entrado para hacer estragos con mi corazón.

Talón de Aquiles y la fórmula perfecta para enamorarme, me enredó en su canto y como sensual sirena me arrastro hasta el fondo del mar de la melancolía.

Encantado con su forma de ser, enamorado de su alma, extasiado de su piel perdí la noción del tiempo y sin pensarlo se me estaba llevando el corazón lentamente.

Asustado estoy, perdiendo esta partida me resigno a olvidar aquella mujer que me destruye poco a poco. 

Moribundo corazón ya no quiere palpitar, el más fuerte marinero ya le tiene miedo al mar, papá desconcertado, sin miedo y sin preguntar, cuenta de sus desamores y se une a mí y a mi corazón en esta  tormenta hecha de desamor.

Oscuro sentimiento grabar mis entrañas, sufrir y obligó, pasándome uno a uno los tragos, me despido de ella y con mis últimos alientos abro y observo su mensaje:

Te amo, se  feliz.

No es por él, Creme que no...

Que la vida nos de volver a coincidir y ojala no te pierda, no encuentra dos veces a alguien que esté dispuesto a darlo todo, pero primero debo sanar 

Cuídate y no te dañes más, gracias.

 Mi amor… 

Acostado en mi lecho el domingo se torna melancólico.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cap. 8

Ascenso de la felicidad en tiempos de primavera.

 

Sentado ante la llanura infinita, volvió con su cara pálida y un corazón en la mano destrozado y atormentado por tantas cosas de las que le advertí. 

Viene buscando consuelo pero no, ya no hay nada para ella hace mucho cerebro y corazón se dedicaron a olvidar su rostro, su fragancia, sus ojeras, su ser. 

 

Y así como si estuviese frente a un espejo, el reflejo de sus dos oportunidades de ser feliz se disipaba con mi olvido y con el desprecio de ese hombre. Aunque dolió  decirle "No" a esa traga maluca que me atormentaba noche tras noche, esta se desvaneció lentamente con cada flor que aparecía en mi primavera.

tome aire y al soltar esas malas energías sentí un fresquito y recordé como aquel hombre con nada más que un cuatro y su voz sin conocerme muy bien cantaba a las 4 de la madrugada dedicando estas palabras al aire y a mi corazón con gritos de pulmón adolorido:

 

 "a ese cariño falaz que aparento ser bonito no cederé ni un poquito pa' tras no pienso volver, te dejare de querer eso ya está más que decidido así me duela un poquito de que te olvido te olvido".

 

De camino a casa sentí algo en mi pecho, era algo hermoso, Estaba comenzado a amar mi soledad.

Marcos.

Cap. 9

Lobo sin luna.

 

La vi por primera vez, merodeando por mis pupilas se encontraba aquella chica. 

 

Cada vez que caminaba por el instituto me causaba intriga su cabeza baja, su cuerpo frágil y delicado. aunque su fisionomía fuera un poco rara  para muchos, esa belleza que parecía un manjar excéntrico que deleitaba mis ojos y llenaba mi corazón de alegría y ansias por saber que se sentía tenerla a mi lado.

 

Pobre corazón perdido y agobiado no sabías que lío te habías aventurado, mujer inigualable habías encontrado pero su corazón estaba con un fantasma de su pasado.

 

Dulces palabras a mi odio entraban cada vez que estaba con ella, llenaban esa escasez de cariño que algún día había faltado, pero. ¿Todos sabemos que el diablo es malo no? Y aquí viene el agobio de este triste y amargado soldado.

 

Todo se acaba, todo nace y se marchita, el amor muere pero en esta historia nunca resucita. Y me quede aquí, pidiéndole a ese ente que todos buscan, pocos sienten pero ninguno ve ni escucha que te conceda esa paz interior que busqué darte pero con mis malos  hábitos nunca logre darte.

 

Tu ausencia quiere matarme, tus recuerdos atormentarme y mis labios volver a besarte. Quizás lo nuestro no fue un error quizás fue una metáfora de aprendizaje. Pero de lo que estoy muy seguro que será difícil olvidarte.

 

Acuérdate de mí cada vez que la sientas o cuando mires al cielo y la veas oscura.

Ayer tuve toda las cosas que ame y hoy me falta una.

Ahora sabes por qué el mi relato se llama "lobo sin luna"

 

 

 

 

 

Cap. 10 Ella.

Y ahí estaba...

Tan elegante y ausente.

Ella, Sin ser consciente,  estremecía cada rincón de mi mente.

Esa mujer, de bella finura,

No sabe cuántas veces ha oscuras cuento cada eclipse de su figura.

Al pensar en su piel de canela y sus labios de carmesí.  Odio el hecho de amado pero me limito a soñar con poseer esa cintura, esos ojos color  miel ámbar pero aquel estúpido pretende quitarme lo que no es mío y con el pecho adolorido y la garganta entrecortada me encaminé a crear desastres en otra almas olvidadas. Atrofiados corazones llenos de licor y humo pero con ilusiones, Buscan la libertad de amar sin tener que decaer una vez más. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cap. 11

 

Dulce venganza.

 

Mirándome fijo y con lágrimas de mentiras reconforta mi corazón una vez más. Como si fuese un maldito poeta de antaño me enreda con sus palabras de desdén y su oratoria, de nuevo, consigue lo que quiere.

 

Hace mucho tiempo intenta ocultar el sol con un dedo pero no se da cuenta que todas sus mentiras, falsedades y engaños llenan mi corazón cada vez mas de desilusión, aun así lo amo como nunca he amado a nadie y es difícil saber que esa persona que amas está fallando.

 

Jura por su santa madre que no volverá a pasar, que solo tiene ojos para mí y que cada vez que está conmigo su corazón se llena de felicidad, Pero todo es una simple farsa. Desde varias noches atrás se escapa de su lecho y entre las penumbras camina cuadras enteras para coitar con la que suponía era su "amiga".

 

Hoy por fin he decidido librarme de ese peso, de ese sentimiento de querer amarlo con todas mis fuerzas esperando que fuera un amor mutuo. Recorre por mi cuerpo una sensación de venganza, como si fuese una necesidad, debo saciar mi sed con lágrimas de aquel hombre que ha apuñalado mí pobre corazón.

 

Para calmar este sufrimiento lo haré pagar con  de manera que se arrepienta de haberme hecho tanto daño, la rabia y el odio se apodera de mí y esta misma noche, entre penumbra, conocerá una faceta que nunca quise que viera.

 

Su mejor amigo y confidente entra en mi cuarto, deseoso del elixir de la juventud, y con muchas ansias de adentrarse en lo inexplorado rosa mi piel con sus gruesos y ásperos dedos, saborea el terreno cómo niño con un helado y luego sube lentamente hacia mi boca generando sensaciones inigualables a las que alguna vez me hizo sentir otro hombre, me hizo suya. 

Una noche furtiva, de pasión y lujuria esta es mi dulce venganza. Saboreo el fresco de la madrugada por mi ventana, refresco mi alma y mi ser y cuando menos lo esperaba sentí eso que hace mucho perdí, la felicidad, pero más que eso era mi propia felicidad. 

Gracias a M.G por la inspiración.

 

Cap. 12 

Hospital. 

Tema sin nombre.

 

Llamado por la bocina me dispongo a recibir la tarjeta, camino con intriga y dolor en el pulmón izquierdo pensando las injusticias de la vida.

 

Lavo mis manos con agua congelada, mientras  escalofríos se apoderan de lo que soy, de mi cuerpo, mi ser; de los sentimientos inexplorados de amargura y dolor por no saber a  ciencia cierta que me depara al cruzar esa puerta.

 

Respiro, cierro los ojos y con las fuerzas que no tengo interrumpo en la habitación. No soy capaz de aguantar entrar en llanto al verlo a los ojos, cuerpo frío y  sus ojos desorbitados demuestran que la señora de capucha está sentada a su lado.

 

Soporto un par de minutos sintiendo la presencia de la mismísima muerte, rabia e impotencia se apoderan de mí ser, queriendo insultar a lo que sea que me escuche en el vacío eterno del cuarto.

 

No puedo creer que el mes de diciembre lo vi sonriéndole a la vida mientras yo con gestos de disgusto lo evite para irme a festejar el hecho de salir de prisión.

 

Cuanto odio por no haberlo abrazado, nunca visitarlo y poco agradarle; pero soy un maldito que ni para pedir perdón sirvo. Hoy el cielo de esta ciudad fría y áspera me señala con nubes grises y mucho viento que lloverá en reemplazo de mis ojos.

 

Muchas veces digo debería ser yo quien este postrado allí, nunca he hecho las cosas bien y siempre busco hacer que todo se forme un infierno. Él no ha hecho nada, sólo salir adelante con su familia y aun así sigue ahí.

 

En el fondo quisiera confiar en ese que todos buscan, pocos escuchan, pero nadie observa. Pero todo es injusto y esto es lo malo de ser  bueno en este mundo cruel.

 

 

 

 

Cap. 13 

Carta para el bohemio del más allá.

 

Boleros de Jaramillo, requinto y Jorge velosa, son recuerdos que golpean dañan y rebosan de infelicidad lo que queda de alma en este cuerpo inerte y sin vida.

Acostumbrarse a la muerte al recordar, sonidos de guitarra se  vuelven gritos arrabales que hacen llorar un corazón dominado por los sentimientos.

Esa figura oculta tras un sombrero y una ruana se hace presente cada vez que el alcohol rebosa mi torrente sanguíneo.

 

Nunca pensé que dolería tanto, nunca pensé perder lo más preciado que tenía, el dolor que se genera tras tu partida arde como si fuesen las llamas de mismísimo infierno, seppuku mental a manos tuyas mi querido viejo. 

 

Hoy solo queda recordar con el pecho vacío todos esos momentos a su lado, la mirada melancólica del poeta que sucumbe no acabará, el olvido no es una opción y el licor tampoco. Este 7 de diciembre duele más que los otros, volví a conseguir Chispitas viejo, volví a prender velitas mi viejo, no sabes la falta que haces en el mundo terrenal.

 

No quisiera pensar en vos cada minuto, pero cada muerte por ello ya la disfruto.

Esas noches de diciembre cuando el alma está de luto, no sé si aguantarme o subir a prender velitas al lado tuyo

~Mi viejo~

 

Cap. 14

Mano a mano.

 

Hoy la volví a encontrar, los años no llegan solos pero aun esta igual de radiante como aquel día en que decidió marcharse de mi lado.

 

Con copas y música suave tuvimos nuestro momento para hablar de cómo nos ha tratado la vida. Aunque fue corto, fue perfecta la ocasión para desatar ese corazón frágil de aquel árbol de flor amarillo que nació un 7 de diciembre.

 

Con mi única pregunta en mente, solté las palabras de derrumbarían aquel ego y  ese estatus social que creía impenetrable.

- ¿porque preferiste el dinero al amor que te ofrecía?

 

La escuche declarar que ese amor nunca murió, que aquellas flores que le lleve nunca marchitaron, que aquel sentimiento seguía vivo. Pero que aunque tuviera el dinero del mundo era infeliz por estar con una persona que creaba una monotonía irreversible en su vida.

 

Pobre alma...

 se fue entre las penumbras de la noche con sus ojitos llenos de lágrimas, pero la vida es así. A veces ganamos a veces perdemos, muchos años fui el perdedor con mi ánimo alto pero mis sentimientos en el piso.

 

Hoy te volví a encontrar, hoy decide las ataduras de mi corazón, pero lo más importante es que este 3 de noviembre como si la vida fuese un juego de azar, he pagado mi deuda y al final gane esta partida para quedar mano a mano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cap. 15

Me verás partir 

Y vi pasar los días,

Las noches,

Los besos de la luna y las cachetada del sol, tu silueta en el contenido de las cajetillas de cigarros, tu aroma en los tulipanes de la floristería que pegada al lado de mi refugio hecho de vicios, tu voz en las canciones que te dedique y tu sabor en mis sábanas tendidas por el insomnio de madrugada.

Y vi pasar todo esto y más mientras la melancolía recorría mis entrañas, mientras cantaba con el corazón boleros tristes pasando por el vientre y ebrio en la cantina de la flaca que nunca me abandonó por su necesidad económica.

Hoy como nunca me siento libre, feliz y dichoso e ver un nuevo amanecer para que digas que Ya no prende el encendedor que simbolizaba mi amor. 

No lo sé... 

Quizás sea una premonición, un presagio, un recuerdo que te salve del naufragio. Ya olvídalo todo recuerda que mil veces estire mi mano y no recibí ayuda, ahora no vengas buscando amor en una tumba sin lápida ni figura.

Te lo advertí y ahora me verás partir.

 

 

 

 

 

 

Cap. 16

Flores de cemento.

 

 

No me entiendo, nadie me entiende y creo que esto me llevará a la locura.

 

 

No estoy loco, no aún, pero llegará el punto en que mi mente se bloqueará y se dedicará a disfrutar las maravillosas alucinaciones y pensamientos vagos que estarán rondando allí.

 

 

Esta estúpida historia vuelve a su inicio, una rosa no satisface a el jardinero, siembra un tulipán para que le hiciera compañía pero termina olvidándose de aquella rosa.

El tulipán se vuelve opaco y sin vida, pareciera que estuviese muriendo, mientras tanto el jardinero siembra un girasol.

Se preocupó tanto por su tulipán, que ahora olvido a los dos, al final el tulipán decae y con ello se felicidad. 

Ahora tiene tres cadáveres, tres amores que por su astucia y sus malas decisiones han marchitado tanto como su propia búsqueda a la felicidad. "No volveré a sembrar flores" Espera...

Me desvíe, lo siento, vago entre mis recuerdos. Pero tranquilo, 

No estoy loco, no aún, pero llegará el punto que mi mente se bloqueará y se dedicará a disfrutar las maravillosas alucinaciones y pensamientos vagos que estarán rondando allí.

Cap. 17

Molde en el espejo.

 

Maldito el espejo que admiro sin cautela tu figura.

Las ventanas del alma que despreciaron tu hermosura.

La pasión y la adrenalina que no desbordó la locura con tu sintura.

 

Bendita las manos que pudieron saber sentir tu figura.

Los labios que supieron apreciar tu dulzura

Y la nariz que supo recorrer tu pecho con finura.

 

Me quedaría aquí mirándote por horas, vería tus ojos, tu sonrisa, tu pelo, tus cejas.

 

Me quedaría aquí admirando por años, tu vientre, tu espalda, tus caderas llenas de precipicios hacia la lujuria y el erotismo.

 

Pero me quedaría aquí junto a vos toda una vida deleitándome de tu amor, tu cariño, tus pensamientos, tu todo.

Desafortunadamente solo existes en los sueños de un loco que va en busca de la felicidad.

 

 

 

Cap. 18

 

Sordo, ciego y mudo.

 

Estoy sordo, ya no escucho sus gritos como antes para buscar una buena compañía, tampoco escucho sus llamadas telefónicas como solían darse los sábados a las 9 de la noche, ni mucho menos sus risas pidiendo otro chiste o anécdota de las que siempre escuchaban.

 

Estoy ciego, ya no veo sus mensajes en bandeja para salir como de costumbre, tampoco las sonrisas de las chicas con las que frecuentemente solía saborear la pista después de uno que otro shot, ni mucho menos la luz de las madrugadas sentado en un parque o quizás en una acera.

 

Estoy mudo, ya no puedo gritar las canciones que sabía de memoria, no puedo ofrecer un propio con una pizca jocosa a una bella mujer que sonríe y ríe por mis inusuales ocurrencias, ni mucho menos recitar en mi habitación esos poemas que me recuerdan viejos amores al compás de la noche.

Estoy sordo, ciego y mudo.

Y quizás tenga la respuesta a mis problemas, ya no brilló con luz radiante, ya no juego con mi esquela en la ruleta como lo hacía antes.

 

Mi brillo eran cosas vanas y materiales, mi juego era una estupidez de vida deliberadamente mal gastada. Ahora no sé qué hacer, la soledad me ha disparado en los sentidos y me encuentro atrapado.

 

Como la muerte, esta me quiere llevar con ella y yo solo busco algo que me salve de un suicidio.

Ya sé porque estoy sordo, ciego y mudo...

La soledad es la culpable, ella. Me encerró en esta prisión sin sentidos para nunca más soltarme.

 

 

 

 

 

 

 

 

Cap. 19

El beso.

El inventor del beso estaba ido del coco, debió golpearse la cabeza un poco para dejar de parecer normal y de disimular que era un loco.

 

No sabe que inventó!

Pero sabe que con uno de ellos hasta el cielo subió.

No sabía cómo bajar, hasta que sus labios se separaron del amor y del cuerpo.

 

No puedo creer lo que genera esto, Recorre mis entrañas y me deja sordo, mudo y tieso.

Mejor que el sexo puede ser, un beso cuando estas mal de esa diosa que tenes como mujer.

 

Quizás si deba cambiar mis temas, sólo traen dolor y penas.

Quizás deba olvidar o como bukowski seguir la pena.

Pero debo admitir que si tus besos están, todo cambia, brilla y se congela. Así que esperaré...

 

Vine a pagar lo que debo, dirás: no es mucho, pero si salvar a alguien en el momento oportuno no es mucho, dame más besos y te pago con mi vida, ojitos negros, amor de luto.

 

Quisiera que fueras esos besos que me deben, así los versos que me sobran serían tuyos.

Deberías ser esa cosa que me llene, esa que me golpee el coco y que me ponga cuerdo en el mundo. Porque si llegas a darme chance no bajó de esa estrella a punta de besos tuyos.

31/12/2019 9:45 pm.

 

 

 

 

 

 

 

 

Cap. 20 

El coma.

¡Me rehusó a despertar!

Me rehusó a volver allí

Si      deseas         dispárame en      la      cara torturarme o mátame pero enterrarme aquí.

 

¡No volveré jamás!

Ese lugar me hace daño

Infectara mis almas y no correré el riesgo a volver a quedar devastado.

 

Conozco cada esquina

Cada calle

Cada barrio

Cada curva

Cada laberinto y cada veneno de sus dulces labios.

 

He recorrido su todo y he fallado sus acertijos, pero ni por mil puñados de oro Volveré allí para quedar solo.

 

Lo lamento pero dejare pasar la oferta ciudad bella, si volviese acabaría sin vida y quizás ella; tus calles son malas pero si vuelvo a rondar allí, acabaría enamorado de ellas.

 

¡Me rehusó a despertar!

Así que márchate doncella

Dejad que el coma siga

¿Acaso no vez que mi cuerpo sigue allí?

Acaso no vez que mi alma sigue en ella.

Cap. 21

Confesiones.

Sé que nadie debe saberlo, pero es inevitable caminar por las calles vacías y sin vida, aunque los dos tengamos otra vida a nuestro lado.

 

Todo se hace frío y artificial. lo sabemos, somos un punto a parte en la vida de cada quien; prometimos o prometiste alejarte y nunca hablar. Pero que callamos si nuestros ojos dicen todo?

 

Un mundo lleno de prejuicios nos rodea ante nosotros y cada día a día se desvanece la luz que iluminaba ese lugar perfecto donde sólo tú y yo pudimos vivir felices.

 

Ahora sólo queda el recuerdo de ese Edén donde pudimos ser, pero no fuimos. Un pequeño puente que se crea paradójicamente entre espacio y tiempo donde al mirarnos por segundos vivimos horas, meses y años.

Donde buscábamos la felicidad basándonos en un mundo idealista donde reinaría tu voz para apaciguar mis días.

 

Hoy sólo queda un puente, un puente lleno de escombros y que se derrumba poco a poco al sentir el golpe de la distancia, frialdad y ausencia de cada uno de los dos...

O al menos así lo siento.

 

 

 

 

Cap. 22

Ceguera por amor.

 

Un ciego escribe, no busques saber cómo escribe, interprétalo como una señal de vida.

 

El ciego no ve, pero compone.

Deja sus sentidos en el folio que lo acompaña

En libros de braille que lo emocionen

Y en los ojos de la musa que palpa cada mañana.

 

Baila al compás de un tango,

Llora y se aflige en son de un bolero Mucho tiempo estuvo en el fango

Pero al tocar las letras, vuela libre como un jilguero.

 

Ama las flores en especial si son para ella,

No conoce la luz, vive entre penumbras en Marbella

Pero su olfato lo favorece al escoger aquella

Flor más linda que la luz y de color de su doncella.

 

Nunca sabrá que es una cara bonita

Ni una falda, ni un escote de Prada

Se guía por el tacto y es belleza infinita

Crea mundos donde dibuja su princesa como en un cuento de hadas.

Decidió hacerle caso omiso a sus

prejuicios

Sus hábitos para el ya son momentáneos Ahora solo tiene unos colosales vicios

Sus labios, su boca, su rostro y todos sus deseos.

 

Ahora puede lucir su don, no el de escribir, si no el de amar.

En sus manos tiene un ramo de flores, una carta que espero lea,

Una ilusión en la mano, un corazón que baila al compás de su palpitar

Hoy un ciego te escribe, no busques saber cómo escribe es una gigante odisea. “Pero me quedaría aquí junto a vos toda una vida deleitándome de tu amor, tu cariño, tus pensamientos, tu todo.

Desafortunadamente solo existes en los sueños de un loco que va en busca de la felicidad.”

Hoy existes, en la oscuridad que mis ojos cegados rodea y que ahora se llama felicidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

Cap. 23

Sin cigarro y sin vino

 

Ayer...

Ayer fui un hombre fumador, consumía cigarrillo que me proporcionaba mucho amor, y aunque me hiciese daño, amaba ese sabor a naufragio opacado por una dulce compañía que la hacía increíble.

 

Mi    debilidad, un     cigarrillo   de contextura delgada, lo mejor que he podido saborear, estaba oculto tras una fina capa de seda blanca y una blusa color rojo tan bella como el primer día de aquella fiesta en que la vi.

 

Fumaba sin medir las consecuencias, era mi elixir contra la ansiedad, el desespero y la soledad. Cuanto odio no haberme dado cuenta del daño que me hizo hasta el alba de ayer...

 

Dejando lo atrás conocí una nueva diosa llamaba vino. Ella saciaba mi sed, mis penas y dolores. Opacaba mi cara de amargado y me hacía soltar una sonrisa estúpida cada vez que la tuviese en mí ser

 

Su figura era diferente, tenía cuerpo de Borgoña aunque sus sentimientos eran frágiles como si fuese de bhin, Me fascinaba estar con ella, sentía que era algo importante para en su vida y que cada sorbo de su contenido me saciaba esa falta de afecto que por mucho tiempo cigarro          acompañó en      madrugadas amargas.

 

Aquí empieza mi milonga sentimental. Vino, aunque sabía que cigarro ya no estaba tenía miedo de que cayera de nuevo en sus manos, pensaba que era insuficiente para curar las heridas que tenía, que sólo podría desinfectarlas y que tarde que temprano me iría y la dejaría vacía.

 

Con si sus miedos una premonición. Cigarro volvió y comenzó la discusión de quien se quedaba con mi pobre corazón, se repartían entre ellas verdades que herían de muerte a cada una pero más a mí. Yo en el medio me sentía más golpeado y con heridas aún más grandes.

 

Ahora estoy aquí...

Sin cigarro y sin vino...

Las mejores ayudas que tenía para curar mis penas se habían esfumado en un sorbo y un suspiro.

 

Ahora estoy aquí...

Sentado en la banqueta del mismo parque donde un día fui feliz, donde algún día pensé que mis dolores nunca llegarían a estar allí.

 

Sólo queda dar las gracias a cigarro y vino, por ayudarme a buscar el camino que no se ve, para ser feliz y dejar de mirar gris de una vez por todas. Ahora sólo queda lamentarme, esta historia termina así, de donde salí volví a vivir...

Sin cigarro y sin vino.

 

 

Cap. 24

 

Flores marchitas envueltas en mi café.

 

Me bebí tu recuerdo y no como todos lo hacen, bebí del elixir de la vida que acompaña hombres solitarios a la espera de una nueva alba.

 

Añorado café de mis madrugadas, en ti saboreaba los besos de aquella mujer seductora de cuerpos y asesina de almas.

 

Vicio dulce con escénica de anís, eres tan adictivo como las curvas de aquella mujer que visitaba de madrugada para sentir su calor y su compañía un calor tan inefable pero tan idéntico al tuyo.

Hoy solo queda el recuerdo de aquel calor acogedor que me brindaba, gracias a ti por regalarme ese olvido, por acompañarme en mis noches frías y por no dejar de ser ese que alegra mis mañanas.

Gracias a ti café por brindarme una buena tanda de alegrías, gracias por enseñarme la amargura de la noche pero aún más por enseñarme que luego de la amargura habrá un sorbo de dulce en cada inicio de una nueva madrugada.

 

 

 

 

 

Cap. 25

Soy un fracaso.

 

Ya había notado la única cualidad que poseo bajo mis horrendas cobijas.

 

Pensaba y analizaba que todo en mi vida está mal y yo lo hago parecer bien, nunca he sido bueno en algo o destacado por ser alguien.

 

Desde pequeño, nunca pude darle esa alegría a mi padre o a mi madre de ver a su hijo con un gran premio o un primer lugar de su institución.

Nunca escuche ese "estoy orgulloso de ti"; para luego ir por un helado y seguir escuchado halagos por mi conducta.

Nunca satisfacía los deseos de seguir tocando un instrumento, era más y más, lo único que seguía haciendo era estancarme más en mi propia miseria cuando el centro de atención en casa cambio de foco a iluminar aquí por necesidad a iluminar allí por deseo y capricho.

 

El número 2 en todo está cansado, lo siento si no soy lo que parece, si hablan más de mi de lo que debe y soy muy poco cuando lo más que quiero es dejar de ser un loco.

 

Para nadie sirvo, hacer el bien es efímero ante el ojo humano, el mundo está lleno de odio; que ni para odiar sirvo. Soy un habitante de lo irreal, vivo en otro mundo para hacer de este mundo algo más artificial y no morir en esta acera áspera y denigrante hasta para un vagabundo.

 

Hubiera querido ser el todo del todo, el todo de todos, tu todo; porque hasta para amar una mujer siempre hay inseguridad por lo inútil que soy.

 

Hoy no les habla Daniel Rodríguez, mucho menos macualo o el negro. Soy alguien en el cuerpo de alguien, soy tristeza, soy llanto, soy melancolía. Soy el fracaso en persona así que no hay problema en que intenten pisotearme.

 

Hubiera querido escribir esto y que no sonará a testamento o a letra de una esquela, hubiera querido seguir leyendo Rayuela; pero no sirvo para ello.

Escribir como rene y su nuevo tema; aunque poco original menos rima y más personal.

O ser una historia de bukowski con menos drama y más de un perdedor.

O intentar volverme un artista famoso en mi mente y dispararme un rifle en la boca.

 

Lo sé, suena a locura yo mismo lo invente; lo malo de ello fue escuchar su vieja voz diciendo.

"No lo pienses, ni para eso sirves".

 

Ya lo sé...

Soy un fracaso.

 

 

Especial dedicación.

 

Hace mucho tiempo quería crear esta recopilación de todas esas historias que nunca se terminaron,  los dolores de cabeza que tuve, la fiebre creada por amores que dejaron su pedazo de alma para que construyese la mía.

Gracias a todos los que directa o indirectamente participaron en todas estas experiencias de lo que hasta ahora va de mi vida. 

El hecho de la creación de esta recopilación es para mí paz, mi salud emocional y la motivación de ser escuchado; no me importa si son pocas o muchas, con un plural que lo lea y comprenda el mal rollo y quizás se identifique. Este hecho lo agradezco como mortal.

 


Publicado el 26 de mayo de 2020 por daniel rodriguez .
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