No hay más información sobre el texto «La Emparedada».
No hay más información sobre el texto «La Emparedada».
Descargar ePub «La Emparedada»
Descargar Kindle «La Emparedada»
Edición dislexia «La Emparedada»
Enviar a Kindle «La Emparedada»
Enviar a Pocketbook «La Emparedada»
Edición física «La Emparedada»
Denunciar libro «La Emparedada»
Se oyen ladridos de perros, relinchos de caballos, algazara de cazadores. El zar vuelve. La zarina, temblante, apresta la sonrisa, pinta sus mejillas, se prende en el seno una rosa de Teherán, cogida del rosal, que ella misma cuida, y sale al encuentro del esposo, como debe hacer toda esposa fiel y amante. Mientras despojan al zar de sus arreos cinegéticos y le visten ropaje prolijamente bordado, la zarina espera para abrochar a su dueño el redondo broche de turquesas y granates que sujeta la túnica. Cuando se adelanta, dispuesta a hacerlo, con gesto amoroso, el zar la rechaza.
—Zarina, te detesto. Tu vista me es amarga como el absintio. Odio tus ojos azulados y tus lágrimas infantiles, que no aciertas a esconder. Odio la rosa que te adorna y la fragancia que despiden tus labios. Odio tus manos de marfil, semejantes a las de la icona, y tus pies bien formados, que he visto desnudos. Córtate al punto ese largo pelo rizado y, sin murmurar, desaparece en las tinieblas del convento.
3 págs. / 6 minutos.
124 visitas.
Publicado el 1 de octubre de 2018 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar «La Emparedada» es necesario identificarse en textos.info.
607 libros publicados.