No hay más información sobre el texto 'El Cínico'.
No hay más información sobre el texto 'El Cínico'.
Enviar a Pocketbook 'El Cínico'
—¡Oh!, vacilo otra vez, ante este final de audacia, el que estaba ya casi resuelto.
E indignado por los hipócritas recelos, Gerardo terminó:
—Y si no quieres, ¡al diablo! ¡Ya es mucho prestarme a tanto... para mi sistema!
Iba a recoger su abrigo y su sombrero, y Arsenio detúvole con ansia:
—¡Gerardo! ¡No!... ¡Ven! ¡Aceptado!... Escribe la carta tú... Yo voy mientras a avisarla. ¿Qué pondrás?... ¿Te dicto?... Un... ¿Se olvida algo?... Creo que no... ¡Sería triste que un detalle!... Casado, ¿eh?... Te la presentaré como esposa; no hay inconveniente... Bueno, escribe. Voy... —volvióse a los tres pasos, y pidió: —¡Por Dios, Gerardo!... Nada de violencias... Eso, sí, te lo suplico... ¡Pobre Mavi!
Todavía el proyecto sufrió una innovación: en vez de ir a cenar en el otro gabinete, juzgaron éste preferible, por más discreto, por más profundo con respecto a la escalera principal. Hicieron que Manuel trajese lo preciso y dejaron la carta apercibida. Arsenio partió, mientras ponía el sobre Gerardo— que se encargó asimismo de instruir al camarero.
43 págs. / 1 hora, 16 minutos.
97 visitas.
Publicado el 10 de abril de 2019 por Edu Robsy.
Este texto no ha recibido aún ninguna valoración.
Para valorar 'El Cínico' es necesario identificarse en textos.info.