Educación holista e inteligencia espiritual

Fundación Internacional para la Educación Holista


Ramón Gallegos, educación holista, inteligencia espiritual


Ahora sabemos que existen distintos niveles de inteligencias, donde estas son jerarquizadas de acuerdo a su importancia y capacidad de trascendencia.  El ser humano posee habilidades no solo cognitivas, sino interpersonales, intrapersonales y hasta espirituales. Somos criaturas complejas con habilidades diversas, algunos tienen destrezas corporales, otros lingüísticas o musicales, sin embargo la que más se ha valorado en nuestra sociedad actual es la inteligencia lógico-matemática es decir la habilidad de razonamiento, comprensión y abstracción. Y aunque es una inteligencia muy importante, si no ésta equilibrada con el resto de la inteligencias se pude tornar voraz. Gracias a ella ahora podemos comunicarnos con personas de todas partes del mundo, realizar trabajos fácil y eficazmente, y tener una vida más cómoda, pero también ha desequilibrado el ecosistema, ha creado guerras, destrucción, y desigualdad social. Es momento que desarrollemos un equilibro armónico de nuestras capacidades como seres humanos para vivir respetuosamente con todo lo que nos rodea.

 En realidad cada individuo es un espectro de todas las inteligencias,  tenemos estas capacidades pero desarrolladas en niveles distintos las cuales nos permiten comprender el mundo que nos rodea. Sin embargo también están estructuradas de acuerdo a su capacidad de aporte a la evolución de la consciencia. En la base de estas inteligencias tenemos aquellas relacionadas con nuestros instintos y sensaciones, esta es una capacidad que tienen todos los seres vivos la cual se genera de forma natural y nos da la habilidad de sobrevivir y adaptarnos, este tipo de inteligencia la compartimos con los animales.  Después tenemos una inteligencia subsecuente: la intelectual, la racional. Aquella exclusiva de los seres humanos la cual es resultado de complejos procesos cognitivos donde se elaboran pensamientos y procedimientos lógicos. Esta capacidad hace que podamos comunicarnos entre nosotros, explicar lo que sentimos y percibimos, así como contribuir en ciencia, tecnología, y desarrollo social, es decir la capacidad de controlar el mundo. Pero existe una inteligencia superior a todas, la inteligencia espiritual es aquella capacidad de comprensión totalitaria de nuestra naturaleza como seres sagrados, de vivir ecuánimemente, feliz, agradecido, compasivo, es la habilidad de saber que todos somos parte de la misma esencia divina. Esta inteligencia nos hace vivir armónicamente y ser respetuoso de todo ser vivo, genera sabiduría. Sin el acompañamiento de la inteligencia espiritual las otras inteligencias se vuelven rígidas, destructoras, incapaces de trascender. Solo la inteligencia espiritual puede proveer sentido de vida, de amor universal va más allá de lo racional y lo instintivo, crea una consciencia de evolución. Es ética, nos da fortaleza para enfrentar las adversidades, nos hace fraternos, solidarios, cooperativos, congruentes en nuestro pensar y actuar, nos crea un orden interior. Cuando poseemos inteligencia espiritual nuestra mente se vuelve un jardín donde crecen los más bellos pensamientos, nos volvemos creativos, innovadores, reflexivos. Con el desarrollo cognitivo podemos encontrar un empleo, pero con inteligencia espiritual encontramos una misión de vida, consagramos todas nuestras acciones al servicio de lo divino. Es la inteligencia más importante, porque nos sitúa como seres espirituales, nos lleva más allá del materialismo, para quién solo somos seres biológicos controlados por un cerebro. ¿Y cómo podemos ser más inteligentes espiritualmente? Así cómo es posible ejercitar nuestro cuerpo y nuestra mente, también podemos hacerlo con nuestro Ser espiritual.   Es posible trabajar en actividades que favorezcan el cultivo de nuestra espiritualidad, en seguida presento algunas:

 

Actividades que desarrollan la inteligencia espiritual:

               Practica de meditación Vipassana

               Aprendizaje holista

               Llevar un diario de gratitud

              Practicar la compasión por todos los seres

              Evitar el consumo de intoxicantes del cuerpo y de la mente

              Escuchar música espiritual e inspiradora

              Llevar consigo algún símbolo espiritual que nos recuerde nuestra naturaleza divina.

             Rodearse de personas que también estén en el camino espiritual.

                  Encontrar  momentos de silencio y reflexión

                  Tener una actitud positiva frente a la vida

                  Estar en contacto con la naturaleza y ser respetuoso de ella

                  Practican la autocompasión

 

La definición de inteligencia  ha evolucionado a una más integral que no solo es explicada por su aplicación en el desarrollo social y tecnológico si no por su capacidad de comprensión de uno mismo como ser trascendente y entendimiento de la vida. La inteligencia espiritual no es exclusiva de unos cuantos todos tenemos la capacidad de desarrollarla. A lo largo de la historia del ser humano, han existido seres de luz con una consciencia superior que nos demuestran el camino, para tener una vida significativa contribuyendo a la evolución como individuos espirituales. Seres compasivos con una desarrollada inteligencia espiritual, con una visión integral del mundo. Desafortunadamente algunas religiones nos han hecho creer que solo ellos fueron capaces de ser seres iluminados, sin embargo todos tenemos el potencial de encontrar nuestra propia luz.

 Algunas personas pragmáticas cuestionan el propósito de la espiritualidad.   ¿Pero para qué sirve la inteligencia espiritual?.......Para todo. Equilibra nuestro mundo interior permite que aprendamos y razonemos sin ego, que ejecutemos acciones pensando en el bienestar de todos, con ella somos justos,  honestos buscamos situaciones de ganar-ganar creamos relaciones armónicas con quienes nos rodean, nos hace felices genuinamente. Esta definición de inteligencia espiritual, apenas está siendo reconocida ya que quiere ser comprendida y medida como el resto de las inteligencias, y no puede equiparase. Sin embargo, a pesar de ser compleja de comprender por algunos, su alcance puede ser apreciado fácilmente ya que el despliegue de la inteligencia espiritual impacta en la solución de problemáticas del hombre, tales como generar un mayor sentido de vida, tolerancia ante las diferencias de los demás, deseo y voluntad de vivir armónicamente, comprensión de uno mismo, sensación de unificación. Nos hace seres pacíficos, ecuánimes, desapegados, felices independientemente de las circunstancias porque la felicidad emana desde el interior y no de las condiciones externas, con inteligencia espiritual nos sentimos capaces de enfrentar las adversidades, porque comprendemos que lo que suceda fuera de nosotros mismos, son solo aprendizajes que abonan para nuestra evolución. Miramos todo con desapego tanto las alegrías como las tristezas porque ambas son pasajeras.  Una vez que nos reconocemos  a nosotros mismos como seres espirituales, nos desvinculamos también de nuestro cuerpo y nuestra mente  y nos convertimos en observadores, sin engancharnos emocionalmente en la dualidad que la vida representa, nos volvemos más sabios y más prudentes. Vemos a los demás en su aspecto más sutil también como unos seres espirituales conectándonos con la esencia de la otra persona. Nos convertimos en mejores personas, mejores padres, hijos, mejores ciudadanos.

Con inteligencia espiritual trascendemos lo que se ve y percibimos lo que no se ve,  por que observamos a través del ojo del espíritu. Comprendemos sin razonar, ya el entendimiento no viene desde la mente sino a través de nuestra conciencia superior. Y para que esa sabiduría se genere es necesario que la mente se aquiete. Alineamos nuestros pensamientos y acciones con los más elevados valores universales.

 La Dra. Danah Zohar definió inteligencia espiritual como: “aquella con la que la que afrontamos y resolvemos problemas de significados y valores, con ella podemos poner nuestros actos y nuestras vidas en un contexto más amplio, más rico y más significativo, podemos determinar que un curso de acción o un camino vital es más valioso que otro”.

Esta es la inteligencia superior, exclusiva de los seres humanos. Aunque el desarrollo de todas las inteligencias es importante para funcionar adecuadamente en una sociedad, sin inteligencia espiritual, todas las demás pierden su valor, ya que se puede ser excelente músico, o excelente profesionista, pero sentir una vida vacía, actuar como autómata, dirigir el conocimiento en acciones destructivas ya sea hacia los demás o a uno mismo. Solo con  la capacidad de conexión con nosotros mismos que aporta la inteligencia espiritual evitamos ser personas que se enfocan en la búsqueda de placer como  base de su existencia, con una vida que solo gira en torno a percepciones sensoriales, volviéndonos presos de experiencias placenteras, cayendo en vicios, juegos, banalidades y actividades vacías, estar  a merced del mundo exterior, esperar que todo lo de afuera proporcione aquello de lo que uno se siente carente.

Las personas que no trabajan en su espiritualidad, se vuelven nihilistas no comprenden el valor de la vida, prefieren llevar una vida lúdica, ser reconocidos, servidos, no tienen un propósito en esta realidad más allá de satisfactores, no hay nada a descifrar, a descubrir. Sin inteligencia espiritual nos sentimos desvinculados de los demás, nos hacemos individualistas, egocéntricos, actuamos sin ética, sin valores morales. En la actualidad vivimos en una sociedad hedonista, este comportamiento se ha vuelto un veneno y un obstáculo para encontrarnos a nosotros mismos, hemos creado toda una cultura alrededor del placer, la hemos utilizado de salida para distraernos y no aceptar la situación que vivimos, deseamos permanecer viviendo en una realidad dual. Debemos mantenernos ecuánimes frente a todos esos mensajes que recibimos tales como “vivir la vida al máximo”, “disfrutar el momento” y la pregunta es ¿realmente estamos disfrutando o solo estamos escapando?,  sentimos la obligación de satisfacer cada deseo que se nos presenta, casi como si fuese una obligación, y… ¿en verdad es lo que nosotros deseamos en lo profundo de nuestra ser? o ¿es un deseo impuesto por el exterior?  , lo único que  nos da capacidad para discernir es la inteligencia espiritual, nos ayuda a no dejarnos envolver en las trampas que la sociedad de “la satisfacción inmediata” nos presenta. Por lo tanto para esto y más nos ayuda la inteligencia espiritual, es nuestra herramienta de trascendencia.

El verdadero significado de Espiritualidad

¿Qué es la espiritualidad? Es la experiencia directa con nuestra naturaleza de seres divinos, es la expansión de la conciencia que genera amor universal, abandonar la dualidad y comprender la vida como una compleja red de circunstancias y seres donde están todos unidos bajo un mismo hilo conductor. El camino de la espiritualidad es una transformación interna que nos conduce hacia nosotros mismos y se ve reflejada hacia el exterior, así todo lo que hacemos o vivenciamos tiene un significado sagrado. La espiritualidad no es religión, no se basa en el dogma de fe, no obedece a rituales. Para poder comprender esta diferencia es necesario un profundo cambio de paradigma, y comprender de manera correcta lo que significa cada concepto. La religión no es transformadora, es pre-personal, no genera consciencia, quizás solamente tranquilidad momentánea, está va siempre hacia el exterior, conceptualiza, trabaja desde la mente, desde el ojo de la razón. Pero la espiritualidad trasciende el materialismo y el raciocinio, solo puede ser percibida a través del ojo del espíritu. Aunque es privada de extiende a todas las esferas de la vida de una persona. Las religiones tratan de dar respuestas a las interrogantes del sentido y comprensión de la vida de acuerdo a su perspectiva limitada y controladora, crea mitos, historias fantásticas, inculcan una moral muchas veces irracional y segregaría, siembra miedo, es represora.  La religión trata de orientar a los afiliados adoctrinándolos y programándolos para actuar de manera específica, mientras que la espiritualidad no se requiere la orientación de los demás, uno mismo es su propio gurú, su propia guía, escuchando a la voz interior.

En la espiritualidad buscamos el bien común, es capacidad de discernimiento de aquello que es trascendental entre lo que no lo es, es la fuente de toda sabiduría, el recurso de donde tomamos nuestra energía, el lugar al que acudimos para encontrar conforte. Con práctica espiritual, nos sentimos satisfechos, conformes, nos adaptamos fácilmente a nuevas condiciones, aceptamos los cambios y fluimos armónicamente en nuestra vida. Somos más reflexivos, abiertos, receptivos. Nos convertimos en seres de luz, muchas veces la ignorancia de lo que somos no permite ver nuestra esencia. La espiritualidad trasciende el tiempo y el espacio, establece valores universales, se honra a la vida en todas sus expresiones, se respeta  nuestro planeta como hogar sagrado. Es una expresión amorosa que surge de nuestro interior. Todos tenemos derecho a desarrollar nuestra espiritualidad, es una necesidad inherente al ser humano, está nos permite ser libres, felices. Ir del yo al nosotros. Nos da una guía para vivir adecuadamente, para sentirnos amados, pertenecientes, unificados. La espiritualidad nos ayuda a sanarnos, a comprender el sufrimiento, a convivir con los demás, la prueba más grande en la sociedad actual es ser espectadores ecuánimes de la dualidad que vivimos cada día, mirar con desapego el placer y el sufrimiento.

En las escuelas mecanicistas el placer por el éxito social basado en estatus es su gran fundamento, crean personas hedonistas, incentivan a la competencia, a desarrollar una apariencia de superioridad y diferenciación sobre todos los demás. Este es el reflejo de una sociedad que camina velozmente, que requiere seres que piensen como pequeñas maquinas, que consuman desproporcionalmente, y que estén constantemente ocupados, todo para no escucharse a sí mismos, para no conocerse. Creen en la educación solo como un espacio de reclutamiento que capacita personas que actúen instintivamente. Muchas personas consideran que la competitividad en las escuelas es una forma positiva de mejorar ¿de mejorar qué? Solo crea personas que se sienten presionadas, en un ambiente tenso, de apariencias. En los últimos años las tasas de suicidios en estudiantes universitarios en Estados Unidos se incrementó considerablemente, son sometidos a una fuerte presión para ser los mejores estudiantes. Es el resultado de un sistema educativo frio, que se enfoca solo a la razón instrumental y no a la inteligencia espiritual.

Desafortunadamente la espiritualidad fue malentendida durante mucho tiempo, y al no comprenderse bien se negó, se relego solamente a un asunto de religión. Se creía también que el trabajo con nuestro mundo interno nos hacía egoístas, individualistas, pero no es así, el contacto con nuestros kosmos nos permite ser personas más sensitivas al exterior, encontrar similitudes entre todos, ser más amables. El mundo que vemos afuera es solo un reflejo del mundo que experimentamos por dentro, entendiendo esto, al buscar orden interior se encontrará orden también  en todo lo que nos rodea es esa conexión que establecemos nosotros con el universo. Existe tal correspondencia entre todo que hace falta que un solo Ser evolucione para que toda la humanidad se vea beneficiada, todos somos parte del mismo movimiento.

 La espiritualidad ve a Dios más allá de formas o esquemas, en realidad es un camino a recorrer, una forma de vivir, pretende encontrar coincidencias y no diferencias. La espiritualidad es  el único método con respuestas transcendentales, solo mediante ella se pueden solucionar todos los problemas que ha enfrentado la humanidad desde lo social hasta lo económico. También es el único recurso que traerá una verdadera reforma al sistema educativo ya que se enfoca en los seres humanos y su conciencia y no en los métodos, ni las estadísticas, ni la administración. Va hacia la problemática real, que es de carácter espiritual, y no estructural. Ve la educación como un proceso de crecimiento entre personas donde ellas son la parte más importante a considerar. La educación holista trabaja desde la espiritualidad sin iglesias ni creencias, solo experiencia directa con el Ser, es un camino de indagación sobre las preguntas fundamentales de nuestra existencia, hacia la liberación del ego.

La inteligencia espiritual como base para la Educación Holista

La educación holista genera inteligencia espiritual la cual abona al proceso de evolución de la consciencia. Está es una educación genuina, significativa por que se ocupa de todas las dimensiones del ser humano. No trabaja parcialmente con solo los aspectos cognitivos o emocionales, pretende trascender la mente y va hasta el espíritu.  Trabaja desde el corazón, es personal, de sujeto a sujeto, es un encuentro entre seres humanos donde el aprendizaje se da en todos los sentidos, donde todos son aprendices, cada elemento en el camino se ve transformado tanto maestro como alumno. Es una educación transformadora, significativa, que trasciende el espacio educativo y se ve impactado en toda la sociedad. Integra no solo a los maestros y estudiantes sino  administrativos, padres de familia y sociedad en general. Esta educación tiene objetivos globales trabajando localmente, porque el avance de uno es el avance de todos. La educación holista está conformada de maestros con una avanzada conciencia totalitaria. Con creatividad, sensibilidad y buscando el significado y valor en cada acción.

 Un maestro que ejerce una  verdadera educación holista tiene inteligencia espiritual, es responsable de sus acciones, es comprensivo de la diversidad y estilos de aprendizaje de sus alumnos, ve en cada uno de ellos un microcosmos único y especial, no contribuye a la competencia entre sus estudiantes sino al autoconocimiento de cada uno, es autocompasivo ya que se reconoce como un ser que comete errores y sabe que sus estudiantes también lo harán, ser compasivo con sí mismo hace que también lo seamos con los demás, es flexible por qué entiende que cada estudiante posee diversos talentos y habilidades en espera de ser desarrolladas, es un ser íntegro y coherente llevando una vida con principios, con acciones éticas y morales, ve su labor como un servicio a los demás y se entrega a él sabiendo que también recibe, es un aprendiz, es compasivo  y busca la felicidad de los demás .

Pero retomemos esta última habilidad mencionada “la compasión” recientes estudios científicos han revelado que la mayor causa de felicidad es la compasión, se pudiese pensar que todos deseamos ser amados y así es, pero lo que nos permite estar realmente bien  es ¡sentir que amamos! y aquí hablo de amor universal, del deseo de que otros seres estén libres de sufrimiento por qué un ser con inteligencia emocional se sabe interconectado con lo demás y que este flujo es un proceso sinérgico. La compasión no es sentir lastima por el otro, esto hace ponernos en un nivel de superioridad y desde el deseo de control,  la compasión es el respeto a la dignidad de la vida, por todos los seres vivientes y la solidaridad para ayudar al otro a encontrar su valía y su fuerza interna. Desde este punto, entonces la Educación Holista es compasiva ya que un educador desea alentar a sus estudiantes desde la comprensión de sus circunstancias, habilidades y capacidades, brindando ánimo,  y desarrollando sabiduría y un íntimo vínculo, así el estudiante se siente comprendido, aceptado y valioso.  La empatía juego un papel muy importante para desarrollar la compasión, este sentimiento hace que nos sintamos uno con el otro, es fundamental que reconozcamos la compasión como una práctica que es intrínseca a nuestra naturaleza humana, somos seres sociales y preocuparnos por los demás forma parte de relacionarnos. La compasión es generosidad, ya que es una forma de entregarnos hacia los demás, de dar amor universal. La compasión nos moviliza, hace que materializamos nuestra luz interior en acciones hacia los demás y establezcamos una conexión entre iguales, entre seres espirituales, es el sentimiento de compromiso que sentimos para el otro. Considero de la misma manera que algunos sabios de la historia que el hombre es bueno y amable por naturaleza. La educación holista forma educadores y estudiantes compasivos tanto con los demás como consigo mismos.

La atención plena para el desarrollo de la inteligencia espiritual

Es también muy significativo, la atención plena, esa capacidad de estar en el aquí y el ahora libres de pensamientos que provoquen inquietud tales como recuerdos o expectativas del futuro, preocupaciones etc. el único momento importante es el vivido, solo así se da una entrega total a cada actividad que realicemos. Una persona con inteligencia espiritual está siempre presente, exento de rumiaciones, conoce la naturaleza de la mente de ir de un pensamiento a otro y trabaja para no engancharse en ellos y encontrar la ecuanimidad. La atención plena es rendir honor al momento presente.

El tiempo y el espacio son concebidos como herramientas para organizar nuestra vida como seres sociales, pero no debemos apegarnos a ellas como dirigentes de nuestra vida, el pasado ya no es existente y el futuro solo crea expectativas. No todas las personas tienen la capacidad de atención plena, sin embargo esta es una habilidad que se puede desarrollar y la única forma es mediante la meditación.  Esta es una práctica ancestral que se ha utilizado para encontrar paz mental y generar sabiduría. A través de ella logramos la ecuanimidad frente a las circunstancias externas, sin apegarnos, ser solo observadores pasivos de la realidad.  Es la práctica suprema que genera conocimiento de nosotros mismos, que tiene la facultad de elevar nuestra conciencia. Nos conecta con la intuición para poder escucharnos a nosotros mismo, nos ayudar a dar respuesta a nuestras situaciones de día a día porque con una mente despejada y pacifica las soluciones surgen de manera natural. Meditar de manera regular enfocándose en la respiración es una excelente forma de iniciar en ese enriquecedor habito, cada vez se realizan más estudios sobre el impacto de la meditación en el cuerpo humano y en la mente, tales como mayor relajación, disminución del estrés, desarrollo de la creatividad, y control de las emociones. Hoy en día se está empezando a reconocer sus beneficios que algunas escuelas alrededor del mundo lo han incorporado a sus sistema de hábitos saludables, esto ha permitido disminuir la ansiedad y la violencia en los estudiantes, además que hace estos puedan aprender mejor y ser más creativos.

 En México aún nos falta mucho por hacer, sería una excelente herramienta la meditación en las aulas de clase, pero el camino apenas se está trazando, es una excelente noticia que legisladores el año pasado pidieron incorporar el yoga a los programas de educación básica en todo el país, lo que haría niños con mayor autocontrol, armonía y equilibrio con capacidad de ser innovadores, felices y enriquecer su mundo interior.  Este es un buen comienzo, sin embargo en Educación Holista deseamos ir más allá, una vez que estos niños han incorporado la meditación con fines de salud mental, han creado una base para ahora caminar al siguiente nivel y tener adultos que meditan para encontrarse a sí mismos, una meditación de auto indagación donde se exponga la pregunta ¿Quién soy yo? y se utilice como vehículo para dirigir nuestra atención hacia el interior. Un elemento esencial que abona al desarrollo de la inteligencia espiritual es la gratitud ya que sabemos que todo lo obtenido es un regalo, sentimos un mayor aprecio por las cosas, por las personas que nos rodean y por las circunstancias que vivimos, inclusive por aquellos obstáculos que se nos presentan en el camino, somos agradecidos de que tuvimos la experiencia que aunque no fue satisfactoria nos dejó profundas enseñanzas que nos hicieron ser personas más maduras y elevaron nuestro nivel de conciencia, quién no sabe agradecer está ligado completamente al ego, y se cree un ente autónomo separado de sus semejantes y su entorno.

La escuela como un espacio sagrado

Todos tenemos derecho a vivir dentro espacios sagrados, en la familia y en los centros educativos, donde seamos tratados primeramente como seres espirituales. La educación deberá ir encaminada a la necesidad de la sociedad actual y esa es la evolución de la consciencia, la creación de una sociedad sustentable, enfocado al desarrollo de la humanidad, de la paz, del trabajo interno, con un nuevo esquema de solución de conflictos y todo este cambio surgirá desde el hogar y los espacios educativos ellos tienen el poder transformador. La escuela es uno de los lugares más importantes para los seres humanos, pasamos en ella gran parte de nuestra vida, es un espacio de formación de valores, y formas de relacionarnos. Nuestro profesores son como nuestros padres, y nuestros compañeros como nuestros hermanos, de ahí comenzamos a establecer vínculos de amistad, y a participar en un grupo social, este espacio nos prepara para nuestro desempeño en la comunidad. Cuando la escuela es un espacio armónico y amoroso, aprendemos que la forma de relacionarse con los demás es compasiva, que el mundo es un lugar seguro para vivir.

Enfoque en el educador y el estudiante

La educación holista pretender no ser un entrenamiento para el dominio del mundo exterior sino una guía para vivir armónicamente toda la vida. Como había mencionado anteriormente un educador holista no lo es por un método o pedagogía si no por darle profundidad y sentido vital a cada acción que realiza con el estudiante, a ese vínculo que se establece para el aprendizaje de ambos. Lo más importante en el proceso de aprendizaje, entonces, es el estudiante y no las teorías. Muchas nuevas pedagogías se establecieron queriendo ser mejor o superar a la anterior así se hizo presente el conductismo, el constructivismo, la educación bajo competencias, entre muchas otras, todas con una visión limitada donde solo trataban parcialmente algunos aspectos del ser humano y dejaban de lado su esencia como ser espiritual. Estos paradigmas educativos no eran significativos solamente “brincaban” de una parcialidad a otra.

A estas nuevas intervenciones educativas se les ha llamado “reduccionismo sutil” por qué pretenden ser reformadoras y pueden parecer tener la clave para la solución de problemas educativos sin serlo, así tenemos entonces cambios estructurales como reformas administrativas, énfasis en mejoramiento de la calidad como sí la educación fuese un procedimiento o un objeto al que solo modificándolo sería mejor, la inteligencia cognitiva está es importante como capacidad de memorizar, ejecutar, comprender , pero no es suficiente para formar íntegramente a un estudiante, tales teorías educativas dieron importantes aportaciones en el desarrollo histórico de la educación pero fueron insuficientes no formaban seres plenos. El dialogo es el medio de comunicación que el educador y el estudiante establecen, esa capacidad de estar abierto y atento a escuchar, analizar y comprender lo que el otro desea transmitir, todo para encontrar acuerdos, puntos en común. Esta misma manera de relacionarnos es la que la educación holista busca que se establezca, es la que necesitamos ahora, en una sociedad que cada vez se hace más multicultural, donde es posible que convivíamos personas de diferentes países,  culturas, religiones y generaciones. La educación holista no se limita a ser un planteamiento solo para la formación académica, pretende ser instrumento de cambio social y de entrar a una nueva generación de seres interconectados e intraconectados. Donde tal influencia se vea impactada en todas las esferas donde nos desarrollamos, la política, la cultura etc. Los actores implicados en estos ámbitos deberán ser una generación con una consciencia avanzada, de segundo grado, trabajando hacia objetivos globales. La época que vivimos actualmente es un parteaguas para la implantación de nuevos paradigmas, estamos viviendo la era de la comunicación, jamás en la historia del hombre el mundo había sido un lugar tan pequeño y tan conexo, pero más allá de la cercanía debemos buscar la integridad  reconocernos como familia humana.

Los cuatro aprendizajes de la educación actual

Ahora debemos aprender a ser y no a tener. Pero, Ser, requiere una gran fortaleza interior, un aprendizaje de nosotros mismos. Este es uno de los cuatro aprendizajes que se promueven en el nuevo paradigma educativo. Quise nombrarlo primero porque considero que es en el que debe trabajar más. La educación debe contribuir al desarrollo holista de un ser humano, ocuparse no solo de sus habilidades mentales, emocionales y físicas sino además de cultivar su Ser interior, de crear un ser humano con una conciencia superior, generar sabiduría y no solo conocimiento.  Los otros tres son: aprender a aprender; los estudiantes deberán ser autodidactas, ahora tenemos toda la información que deseamos de manera rápida y eficaz, el educador holista deberá indicar al estudiante el camino para sea su propio maestro, y generarse las herramientas que le ayuden a obtener conocimiento, con toda la basta información que nos proporciona el internet, los libros electrónico, las investigaciones científicas, etc. el estudiante tendrá la importante labor de tomar la información adecuada y utilizarla de manera conveniente para su desarrollo. Además de discriminar información el estudiante tendrá que proseguir y seguir en el aprendizaje por sí mismo, organizarse, ser consciente de sus propias habilidades y estilos, además de superar los obstáculos que se le vayan presentando en  el camino del conocimiento, se deben comprometer a construir su propio conocimiento que irá acompañado de la intuición. Aprender a hacer; esto es aplicar los conocimientos que una vez aprendidos abstractamente tendrán que ser materializados, así el estudiante desarrollará su capacidad de análisis, de definir y resolver problemas etc.el estudiante deberá tener muy claro el objetivo a donde se pretende llegar con las acciones, y estas acciones siempre deberán ser encaminadas a la mejora de una sociedad sustentable y siempre en beneficios para todos los seres es decir con inteligencia espiritual. Aprender a vivir juntos; esta habilidad solo puede ser aprendida desde una educación integral, trascendente, como lo es la educación holista, la cual fomenta la cooperación, la compasión, y la paz. La convivencia entre seres humanos tan diversos solo se logrará respetando las diferencias, siendo tolerantes y reconociéndonos como hermanos en esta vida. Se requiere una educación que evite conflictos o los resuelva pacíficamente desarrollando la compresión mutua. Las comunidades de aprendizaje enseñaran sobre el lema de la “no violencia”, encontrarse así mismo en el otro, creando una conciencia de semejanzas e interdependencia todo para vivir armónicamente.

La felicidad espiritual

La espiritualidad provoca una felicidad autentica, aquella que no se da de manera temporal, por factores eternos, si no independientemente de ellos. La felicidad genuina de la que hablamos aquí es la surge como resultado del despliegue de nuestro Ser, cuando nos encontramos con nosotros mismos y somos conscientes de nuestra naturaleza de ser únicos, sagrados, extraordinarios, cuando comprendemos que tenemos un propósito de vida por cumplir, así nuestra existencia se torna significativa, luminosa, encontramos en cada dificultad un aprendizaje, en cada alegría una bendición y todo comienza a cobrar sentido. Es importante discernir felicidad espiritual de  satisfacción material, cuando obtenemos bienes materiales, casas, autos dinero o situaciones externas que deseábamos que nos sucedieran, estatus, poder, éxito profesional etc. nos proveen de una felicidad ficticia que solo nos da alegría por poco tiempo y después desaparece, estamos dependientes de sensaciones externas. Es importante distinguir entre el Ser y el tener, solo el primero aumenta con la practica espiritual, es intangible, es infinito, por otro lado el tener se consume con el uso es finito, no nos provee dicha eterna, lo que poseemos nos posee también a  nosotros mismos si no encontramos la complacencia solo de nuestros ser interior. Mientras que la felicidad espiritual, la tenemos independientemente de los objetos que poseamos y de las situaciones sociales que vivamos. Ser genuinamente felices es un acto consiente, un estado de gozo de vivir el momento presente aceptándolo tal como es, es la experiencia de la unidad. Es posible desarrollar esta capacidad de ser felices espiritualmente mediante la práctica de valores universales, siendo más compasivo con uno mismo y con los demás, alegrándose de la felicidad de los otros,  y practicando la atención plena mediante ella nuestra mente está libre de preocupaciones o recuerdos  del pasado, permitiendo que nuestros pensamientos sean positivos y nos sintamos en armonía.

El amor universal en la educación

El amor universal es el resultado de la inteligencia suprema. Es lo que emana de nuestro Ser cuando nos sentimos en sintonía con todo lo que nos rodea. Es una energía transformadora que renueva, y vitaliza nuestro mundo interior y se transmite al exterior. Con amor universal somos respetuosos de todo ser vivo, porque sentimos una estrecha conexión con cada elemento que ha sido creado. El amor universal no se agota, no se extingue, es como la luz de una vela, es posible compartirlo hasta el infinito. El amor universal es único principio que podemos utilizar como una guía para llenar el vacío que ha dejado una educación fría y materialista. Cuando se pretendió secularizar la educación se llevó consigo también los valores fundamentales, y se dejó carente de sentido de vida.  El resultado fue una educación sin ética, sin moral, sin verdades trascendentales y se convirtió en tiránica, depredadora, inhumana. El amor universal es lo único que lo puede rescatar de ese vacío y falta de sentido, porque él nos acerca a un pensamiento más elevado, estrecha nuestra relación con todos los seres vivos sintiéndonos hijos de la misma madre naturaleza, conduciéndonos éticamente preocupándonos por el bienestar de todas criaturas, protegiendo el medio ambiente, siendo personas más ecológicas, utilizando los recursos adecuadamente. Considerando a todos los seres humanos como entes espirituales, y teniendo en cuenta su valía sin importar credo, raza o condición abrazando a todos en nuestro corazón. El amor universal nos hace seres más agradecidos, más humildes, más benevolentes. Este principio es el que se tendrá que instaurar en la educación actual, es una educación que valla más allá de solo desarrollar la cognición, una educación realmente integral y tras personal, cultivará un amor universal, un currículo educativo compasivo esto deberá incluirse en los programas educativos de todas las escuelas en todos los niveles, solo así podríamos mejorar la situación mundial. Formar una nueva generación de jóvenes intraconectados, in-divididos, sensitivos, veladores del bien común, seres supremos que se rigen por su intuición por la voz interna. El amor universal establece objetivos de vida rectos, nos vuelve amorosos, sinceros, serviciales, justos y generosos hacia los demás. Amamos y agradecemos todo cuanto nos es provisto sintiéndonos afortunados de recibirlo.  Nos sentimos guiados, confiados en las situaciones que nos presenta la vida. El amor universal no tiene límites, no es selectivo, no establece condiciones, es amor puro hacia todo. En una época transpersonal que supera al ego, será posible conjuntar educación, ciencia y espiritualidad como base para una evolución conscientes con valores, y sustentable. El proceso de enseñanza-aprendizaje no es más que amor universal e acción, el maestro se entrega al estudiante para que este sirva de él como una herramienta que le apoye en su propio despertar, en el camino a conocerse a sí mismo.

La autocompasión en el educador holista

Un elemento importante para empezar a amar al mundo es amarnos a nosotros mismos solo de esta manera podremos reflejar nuestra luz al exterior, debemos convertirnos en fuente de amor y eso podemos lograrlo siendo conscientes de nuestra propia capacidad de entrega. Aquellas personas que tratan mejor a los demás son quienes mejor se tratan a sí mismos, comprenderse como un ser humano que es perfecto espiritualmente pero imperfecto como un ser social, ayuda a perdonarse los errores, a aceptarse tal como es. A esto se le llama autocompasión, verse a sí mismo sin emitir juicios, sin castigarse, tratándonos como lo haríamos con nuestro mejor amigo, siendo amables y comprensivos con las decisiones y acciones que tomas día a día. A partir de nuestro sufrimiento comenzamos a comprender el sufrimiento de los demás, por que deseamos ser entendidos y aceptados, una vez que tenemos una profunda comprensión de lo que ocurre dentro de nosotros  vemos a los seres sintientes sufriendo y deseamos ayudarles a mitigar su dolor.

La autocompasión no es superioridad, te sabes en la misma condición que los demás. Ser autocompasivo significa ofrecer  comprensión y bondad cuando cometes errores en lugar de juzgarte con severidad, sabes que el fracaso y la equivocación es parte de la naturaleza de los seres humanos.  Al sentir compasión por ti honras y aceptas tu esencia como humano. En la actualidad vivimos en un mundo que nos exige ser éxitos, en todos los ámbitos, profesionalmente, en el matrimonio, en los proyectos que emprendemos, y luchamos desgarradoramente porque todo suceda como lo esperamos, pero no siempre es así la vida nos suele poner en situaciones distintas a las que queríamos. Y cuando el fracaso se hace presente sentimos una gran frustración, y nos culpamos por no haber hecho los suficiente para que fuera como lo imaginamos al principio. Es aquí donde debemos mirarnos a nosotros mismo y ser cálidos y comprensivos de la misma forma que tratamos con el ser más amado que tenemos.

Esta capacidad de auto sanadora, deberá poseerla un educador holista, ya que como ser humano cometerá errores constantemente en su arduo camino de ser compañero de aprendizaje de muchos jóvenes, porque no se debe de olvidar que ¡él también es aprendiz!

 

Bibliografía:

-     Gallegos Nava, Ramón (2006) INTELIGENCIA ESPIRITUAL. Editorial de la Fundación Internacional para la Educación Holista. Guadalajara

-     Gallegos Nava, Ramón (2010) APRENDER A SER. Editorial de la Fundación Internacional para la Educación Holista. Guadalajara

-     Gallegos Nava, Ramón (2010) EDUCACIÓN Y ESPIRITUALIDAD. Editorial de la Fundación Internacional para la Educación Holista. Guadalajara

-     Gallegos Nava, Ramón (2015) LOS DOCE FACTORES DE LA INTELIGENCIA ESPIRITUAL. Editorial de la Fundación Internacional para la Educación Holista. Guadalajara

 

Educación holista e inteligencia espiritual 

Mayra Rojas Hernandez

Fundación Internacional para la Educación Holista

Maestría en Educación Holista

Guadalajara, México. 2019

 


Publicado el 9 de agosto de 2019 por Fundación Ramón Gallegos.
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