Educación holista la pedagogía del amor universal

Fundación Ramón Gallegos


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En este ensayo se comenta la obra  del Dr. Ramón Gallegos Nava en la que nos presenta una amplia visión  de lo que es la educación holista cuyo propósito final es el desarrollo de la conciencia. Además, da a conocer el objetivo de esta educación, las bases en las cuales se sustenta, su bifurcación con la escuela tradicionalista pero sobre todo lo que considera primordial­, la espiritualidad como un camino de luz para alcanzar el conocimiento de nuestra verdadera naturaleza como seres espirituales. Expone, así mismo, los principios más generales de la filosofía perenne y su relación con la educación holista a través de la evolución de la conciencia.

Ramón Gallegos nació en baja california en los años sesentas en un ambiente propicio para el despertar de sus necesidades espirituales. Su infancia transcurría al tiempo que surgía una nueva visión del mundo, basándose en nuevos paradigmas del conocimiento y además de esto, el contaba con una literatura universal y política y poseía además conocimientos sobre filosofía oriental, con lo cual adquirió una enseñanza de filosofía perenne basada en las enseñanzas espirituales de las grandes religiones y también sobre el budismo. Un hecho muy importante fue conocer lideres como Cesar Chávez, Martin Luther King y Dalai Lama, entre otros.

En 1970 emigra a la ciudad de Guadalajara en donde empieza una nueva etapa de su vida continuando su juventud su búsqueda espiritual, estudiando filosofía perenne y7 buscando su identidad transpersonal. En 1971 estudia la carrera de psicología y trabaja en una escuela primaria comenzando así su obra educativa espiritual. En 1989 estudia la maestría en sociología en la universidad de Guadalajara encontrando un excelente espacio para organizar su visión holista, terminando la maestría en 1991 y con ella su modelo educación holística. Años más tarde, establece la Fundación Internacional para la Educación Holista y en 1993 se lleva a cabo la “1ª Conferencia Internacional” a la cual asistió gente renombrada de 22 países y de diferentes culturas donde se pudo dialogar sobre la nueva visión holista del mundo. Ramón Gallegos ha escrito varios libros siendo premiado con el “Book of the Year 2001”.

El paradigma de la educación ha experimentado cambios importantes a través de la historia, desde la educación dogmática, pasando por la científica mecanicista hasta llegar a una nueva visión holista que se basa en los principios de unidad, totalidad, desarrollo cualitativo, trandisciplinariedad y aprendizaje. La visión holista se basa en el principio de que todo en el universo se encuentra conectado, que estamos unidos a los demás y a las formas no humanas que nos rodean en una compleja red de vida y desde el punto de vista de la filosofía perenne es la gran cadena del ser.

En el libro la Educación Holista, Gallegos hace mención que la realidad está  compuesta de holones haciendo referencia a aquello que siendo una totalidad en un contexto, es al mismo tiempo una parte de otro contexto y el conjunto de holones forman una holarquía. Este modelo que Wilber llama Holárquico ha permitido aclarar muchos aspectos de los procesos holísticos desde la visión de la nueva ciencia así como avanzar en la construcción de un marco general para el estudio del Cosmos.

La esencia de la educación holista es una percepción integral no dualista de la realidad que implica una inteligencia espiritual y una búsqueda permanente y creativa, es un tipo de conciencia de flujo universal.

Por otra parte, el Dr. Ramón Gallegos señala las consecuencias de haber vivido durante siglos bajo un modelo basado en los principios y valores de la ciencia mecanicista, consecuencias que vivimos hasta nuestros días como la destrucción de los recursos naturales, contaminación, enfermedades y corrupción por mencionar sólo algunas.

El Dr. Ramón Gallegos, manifiesta también que es gran necesidad y urgencia el pasar a un nuevo tipo de educación, la holista, que nace a principios de los 90´s, como una alternativa integral y global para de esta manera poder  formar  seres humanos que puedan vivir con responsabilidad en la nueva sociedad. Y esto debido a que la educación mecanicista opone una manifiesta resistencia al cambio, por lo que se hace aun más difícil la ruptura con muchas de las creencias tan arraigadas en nuestra cultura. Algunos de los falsos supuestos de la educación mecanicista son por ejemplo la idea que los niños no pueden aprender por si mismos, sólo algunos niños se pueden educar, todos los niños aprenden de manera similar y a la misma velocidad, la comparación como un recurso educativo que ayuda al aprendizaje, la inteligencia es una habilidad lógico matemática y verbal que puede ser medida por medio de pruebas estandarizadas, el aprendizaje es la memorización de hechos que solo pueden ser obtenidos a través de los sentidos.

En el libro `El camino de la filosofía perenne` define la educación  holista como un proceso de evolución de la conciencia; de cómo la educación debe ir de la idea de un entrenamiento de la racionalidad instrumental a una visión de la educación como un proceso de evolución de la conciencia humana, entendido éste desde la filosofía perenne, dando un rostro humano a la educación y poniendo en el centro a la espiritualidad para entender qué es el ser humano.

En el libro `Aprender a ser` Ramón Gallegos aborda el tema de la filosofía perenne manifestando que es transcultural y transhistórica que en sí misma no es una religión sino una verdad eterna, más allá del tiempo y del espacio pero que se expresa en todo tiempo y en todo lugar. Es transcultural porque no es el producto de una o de muchas culturas, además, las diversas formas culturales no afectan en nada sustancial su naturaleza, es anterior a las culturas por eso no puede ser modificada por ellas, en sí misma no tiene forma social, símbolos o imágenes.

En este mismo libro Ramón Gallegos agrega que una enseñanza muy importante que se desprende de la filosofía perenne es la triple visión de la naturaleza humana, que somos una totalidad integrada por mente, cuerpo y espíritu donde éste último es la realidad fundamental y los dos primeros son superposiciones instrumentales para desempeñarnos en el mundo de la manifestación.

Además escribe que la filosofía perenne es una realidad transnacional, por ello no puede ser comprendida sólo por la razón, para acceder a ella, el ego debe ser borrado del ser, es requisito hacernos sencillos, simples y buenos porque estas virtudes son la naturaleza del ser y sólo el `YO` verdadero puede acceder a las verdades de la filosofía perenne, que por cierto está más allá de la vida académica e intelectual racionalista y materialista, sólo el aprendizaje del ser nos conduce a la filosofía perenne.

En el libro `Aprender a ser` Ramón Gallegos expresa que el proceso de evolución de la conciencia puede ser entendido como un proceso de reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza. Tenemos un cuerpo, pero no somos el cuerpo, tenemos una mente pero no somos el aparato psíquico, tampoco somos un mero producto cultural de la sociedad, ni estamos hechos sólo de lenguaje, nuestra verdadera naturaleza trasciende todo eso.

Ramón Gallegos continúa afirmando que la declaración `Tú eres Eso` señala la necesidad de percatarnos de la identidad del espíritu individual, con el espíritu universal, nuestra naturaleza no es ajena a la naturaleza de la divina base, sino que es idéntica a ella. Shankara señala que esta base divina es una esencia sutil que está más allá del tiempo y del espacio, más allá del nacimiento y la muerte, más allá de la  experiencia sensoria y `Tú eres Eso`. El `Tú` significa nuestro `Yo` verdadero, nuestra esencia, nuestra identidad, el `Eso` significa el espíritu universal, la divina base eterna, por lo tanto, somos en esencia ese espíritu universal.

 

Por otro lado, agrega que la filosofía perenne nos lleva a transformar la concepción que tenemos de nosotros mismos al señalar que nuestra verdadera naturaleza es de carácter esencialmente espiritual, por ello necesitamos reconocer que no somos seres humanos que tienen experiencias espirituales, sino que somos seres espirituales que están teniendo una experiencia humana.

Hablando del mismo tema, continúa: la filosofía perenne también nos dice que nuestra naturaleza esencial espiritual es `verdad-conciencia-felicidad`, éstas son tres esencias inherentes al verdadero Ser, siempre van juntas, una no existe sin las otras dos. La experiencia de la verdad, despierta la conciencia al reconocimiento de la dicha suprema. La naturaleza de nuestro ser interior es la verdad, la realidad suprema que siempre ha sido y será porque está más allá del tiempo, esta verdad es un hecho sin tiempo que pertenece a la eternidad, una verdad sin historia que siempre ha sido, somos esa verdad fundamental, estamos hechos de verdad  divina.

En lo que respecta al tema de `La base espiritual`, la divina base de toda existencia que es el `Eso` de nuestra declaración inicial es  un absoluto espiritual, inefable en términos del pensamiento discursivo, inalcanzable para la racionalidad instrumental, más allá de tiempo y espacio pero susceptible de ser experimentado y advertido a través del ojo de la contemplación del ser humano en un acto de aprehensión holista trans-simbólica que tiene como efecto el despertar de la conciencia espiritual.

El Dr. Ramón Gallegos escribe en su libro Educación Holista que el aprendizaje en la educación holista para el siglo XXI será más cualitativo que cuantitativo, que necesitará libertad para comprender y libertad para indagar. La educación holista es un proceso integrador que  trata de educar a la totalidad del ser humano; se busca preparar al estudiante para vivir responsablemente en una comunidad cada vez más compleja con nuevas realidades y nuevas metas. Para con el objetivo de la educación del siglo XXI, la educación holista trabaja, con el estudiante, en seis aspectos: en el aspecto cognitivo el pensamiento holista se desarrolla como un pensamiento estratégico y científico capaz de comprender los dilemas complejos de la cultura actual; así mismo la educación holista se nutre de los nuevos paradigmas de la ciencia que muestran una manera creativa de usar el pensamiento.

Refiriéndose a la cultura científico-industrial del siglo XX, el Dr. Gallegos refiere que ésta ya no será necesaria en nuestro tiempo porque las necesidades, intereses y metas culturales han cambiado, tenemos nuevos dilemas, nuevas aspiraciones y un nuevo contexto mundial; por ello necesitamos una nueva educación que se nutra y se corresponda con la nueva cultura emergente.

La educación holista propone educar para la ciudadanía global y la conciencia planetaria, es decir, educar para la interdependencia. Poseer una conciencia de la acción que traspasa la propia localidad para insertarse en el contexto universal; poseer una nueva y profunda conciencia de la responsabilidad ya que cualquier acción individual puede llegar a impactar al conjunto de los demás seres humanos.

En el libro Diálogos holistas se resalta la necesidad de establecer el diálogo como una herramienta necesaria y muy útil para lograr consensos y resolver conflictos, habilidad de suma importancia para la educación holista. A este propósito Gerzon afirma que lo que se necesita es el diálogo, no la conversación, ya que aquel puede penetrar más profundamente en las personas que manejan marcos, tradiciones y finalidades diferentes; pudiendo lograr generar significados comunes, tener una visión compartida y una meta común. La capacidad de diálogo sería uno de los ejes centrales de una política holista orientada hacia la búsqueda de la integridad y no de comunidades fragmentadas. En México se necesita una política que no confronte a la gente sino una política holista basada en el diálogo, la relación democrática y la valoración de la diversidad.

Por lo que respecta a la espiritualidad es una experiencia individual, natural y directa de lo sagrado, de lo trascendente, del fundamento último que es la esencia de todo lo que existe. La espiritualidad es transcultural y no puede ser afectada por las ideas de moda o las necesidades sociales o económicas. Su contexto cósmico es transhistórico ubicándose más allá del tiempo y del espacio.

En el libro de los Diálogos holistas Ramón Gallegos agrega que la compasión desde la espiritualidad es un gran interés por ayudar a los demás; Gallegos menciona que tener compasión es amor, interés genuino, y no lástima. Agrega que la filosofía perenne es la visión que indaga la naturaleza de la espiritualidad y es donde se encuentran las respuestas de las  grandes interrogantes de la vida. Es la fuente original de la sabiduría trascendental, es el espacio donde confluyen todas las religiones para dialogar, encontrarse y reconocer lo que tienen en común. La espiritualidad es la prioridad de la educación holista, la religión no es central, pero tampoco se descalifica. Agrega, en el diálogo sostenido con Rachale Kessler, que la espiritualidad es un rasgo distintivo de la educación holista que lo diferencia de las otras visiones educativas y le da una posición privilegiada como alternativa mundial para llevar a cabo procesos importantes para el desarrollo social y cultural de las comunidades humanas del siglo XXI. Entonces, la educación debe ser una oportunidad donde la llama de la espiritualidad pueda desplegarse en todo su potencial, para ello se necesita una mentalidad abierta donde padres, maestros y demás puedan respetar las preguntas fundamentales del estudiante: como ¿Quién soy¿, ¿Qué es la muerte¿ ¿Quién creó al mundo¿

En lo que se refiere a los valores humanos el Dr. Gallegos señala que en el ser humano existen tres tipos de necesidades: las materiales que compartimos con los mamíferos superiores y con los recién nacidos, son necesidades prepersonales que surgen antes del lenguaje y de la conciencia de sí mismo, existen antes de que se forme un ego y una memoria; las necesidades psíquicas o psicológicas son personales y propias de los seres humanos y están ligadas al lenguaje, al ego y a la memoria; y las espirituales que son transpersonales, es la necesidad de trascender el ego, de conectar con la esencia de uno mismo, es la necesidad de pertenecer a la totalidad, de pertenecer al universo.

La espiritualidad no puede ser ni disciplinada, ni condicionada como el funcionamiento mental sino que sigue un proceso de liberación y de descondicionamiento porque lo transpersonal no se desarrolla. Por lo tanto, los valores están más allá del aparato psíquico de pensamientos-emociones, sólo pueden realizarse con relación a una totalidad mayor que el ego.

Los valores humanos, manifiesta el Dr. Gallegos, son perennes y universales, una expresión natural del orden interno. En la educación holista los valores humanos están en el centro del proceso educativo, es necesaria una confianza para su florecimiento, un sentimiento en niños y jóvenes de que están en un medio en el que pueden confiar, en esta confianza fundamental, hacer lo correcto se percibe como algo inherente a la naturaleza básica del ser  humano, hacer lo correcto satisface el anhelo espiritual y produce coherencia y significado. Los valores constituyen la naturaleza de la verdad más allá de la realidad social. Son atributos del espíritu que nos nutre, dan vida y bienestar.

Algunos de los valores humanos espirituales más importantes en educación holista son: Paz, confianza, cooperación, responsabilidad, libertad, amor, compasión, humildad, fraternidad y bondad.

Por ello, la educación holista prepara educadores para nuevos roles en las sociedades del siglo XXI caracterizado por la interdependencia, su trabajo educativo es sobre las relaciones y sobre las conexiones integrando y armonizando la red de la vida; la diversidad es otro principio sobre el que trabaja el nuevo educador trascendiendo métodos y tests estandarizados, reconoce múltiples vías y estilos para aprender con la misma validez, la unidad es lograda a través del valor de la diversidad. El poder comprender la interdependencia y la diversidad de toda la existencia es base fundamental de la práctica docente.

En la educación holista el uso de métodos, técnicas y materiales curriculares holistas es secundario a la importancia de la conciencia del educador, quien se debe mover desde una perspectiva centrada en el ego a una perspectiva centrada en un servicio compasivo, educativo, de una perspectiva de pensamiento y memoria, a una visión basada en la inteligencia y la creatividad, de un  paradigma de ciencia mecanicista a un nuevo paradigma holista.

Para lograr una visión educativa integral es necesaria una reforma educativa profunda en las escuelas normales que superen los mitos educativos mecanicistas de los siglos XIX y XX lo cual consiste en una tarea ardua porque es necesario hacer una crítica profunda y seria a todo el paradigma newtoniano-cartesiano de la ciencia mecanicista.

La educación desde el punto de vista holista es vista más como un arte que como una tecnología, es un proceso creativo más que un proceso mecánico. El elemento central en la formación de un educador holista será el cultivar de cualidades creativas, estratégicas, científicas, emocionales y estéticas, entre otros como los valores de responsabilidad, la compasión, el respeto, la gratitud, la justicia, la honradez y la humildad,  la cual no se cultiva en nuestro sistema educativo que se esfuerza por cultivar estudiantes egocéntricos y vanidosos, que tienden a crecer con un sentimiento de superioridad de clase sobre los demás, pero la humildad es uno de los grandes valores de la educación holista, la cual significa que debemos percibirnos con igual valor que todos los demás seres humanos, con igual potencial porque somos un miembro más de la gran familia humana.

Otro factor importante es la comprensión de la naturaleza de las relaciones humanas, resolución de conflictos y capacidad d diálogo. Las inteligencias interpersonal e intrapersonal deben ser estimuladas en el educador holista para que pueda establecer el correcto tipo de relaciones con todo lo que lo rodea y consigo mismo. Los educadores holistas deberán también profundizar en su propia autoindagación para lograr su propio orden interno. La paz interior es necesaria para poder escuchar y atender a los estudiantes, el orden es necesario para poder encontrar las mejores soluciones a los dilemas cotidianos y fundamentales.

La formación de educadores holistas les da un profundo entendimiento de la real naturaleza del ser humano. La psicología académica derivada de las tres escuelas tradicionales: el conductismo, el psicoanálisis y el humanismo poco sirven por ser reduccionistas y no entender la dimensión transpersonal-espiritual. El verdadero educador holista percibe y trata a sus niños como un espíritu en despliegue, como un embrión espiritual en proceso de florecer.

La naturaleza de la conciencia del educador es lo más importante en su formación y Gallegos la llama conciencia plena que es el estado natural de la mente, es la presencia, la experiencia de todo lo que somos, la presencia completa del cuerpo, la mente y la conciencia, es un estado de alerta total. Esta presencia es clave en la educación holista porque los profesores suelen no estar presentes en el proceso educativo, su mente divaga, físicamente pueden estar en el salón, pero su pensamiento divaga entre sus preocupaciones y pensamientos de su lucha cotidiana y fantasías, cuando esto sucede, el profesor no presta la debida atención a los estudiantes. La presencia plena es un estado de conciencia atenta e integral que nos permite estar presentes plenamente con nuestro cuerpo, mente y espiritualidad. A los educadores holistas se les forma con este tipo de conciencia su labor está basada en el nuevo paradigma, en lo mejor de la ciencia y del conocimiento de la humanidad.

La educación holista ha tenido muy buena aceptación en varios países del mundo;

Actualmente se realizan esfuerzos por promover la filosofía de este nuevo paradigma,  por medio de conferencias, foros,  cursos, talleres, diplomados, maestrías y doctorados.

 

Educación Holista la Pedagogía del Amor Universal

María Asunción Alemán Rúelas

Fundación Internacional para la Educación Holista

Maestría en Educación Holista

Guadalajara, Jalisco. México

Año 2020

 

 


Publicado el 10 de diciembre de 2020 por Fundación Ramón Gallegos.
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