Inteligencia espiritual y educación holista como nuevos paradigmas

Fundación Ramón Gallegos


Ramón Gallegos, educación holista, inteligencia espiritual


Las cifras y los reportes  de todos los países arrojan síntomas evidentes  de que los  estudiantes  están  empantanados  viviendo  una profunda crisis educativa. (Ramón Gallegos, 2001)   En la Revista Iberoamericana de Educación (número 38, 2002)  la UNESCO nos habla del alto deterioro que vive México y el mundo: violencia, abandono, drogadicción, suicidios y depresión, son ahora los calificativos que acompañan los discursos cuando se habla del tema  escolar.

Pero no solamente la baja calidad educativa  y el abandono   escolar son el centro del problema,  a nivel mundial se viven índices preocupantes de violencia dentro de  las escuelas.

Si depende de la visión que  tenga el hombre  de la  vida,   la forma como  encamina su educación, (Ramón Gallegos, 2003) entonces preguntémonos en  ¿qué época y qué acontecimientos  acuñaron la visión que tiene el  hombre actual? Esto genera un  modelo de “ciencia mecanicista y  reduccionista” que se extiende y permea    los ámbitos  de la realidad y por ende el de  la educación, impidiendo que ésta penetre en el sentido de intención y voluntad, de valor y significado que  le permita transcender  lo pragmático y material.  Es esta visión cientificista   la  que  ha venido nutriendo y   modelando meticulosamente a los estudiantes por  mas de 400 años. (Ramón Gallegos, 2001).

 Al  convertirse este nuevo pensamiento  en el único  aceptado como  “verdadero”,  se cierran las puertas a todo  lo que no sea observable, cuantificable y medible; redefine   y categoriza conceptos y  coloca a  la materia y  a la razón como valores primordiales. Pero se tiene que ver que por más eficaz que sea este enfoque  en ciertos ámbitos, hay otros a los que el método empírico no puede penetrar  ya que  el tipo de objetos con los que opera, no ofrece una imagen integral de la naturaleza.

Es una visión que deja fuera la parte profunda,  esencial y sutil  del hombre, aquella que  orienta y significa su existencia: su parte espiritual.

Aclarando que la espiritualidad a la que se hace referencia no está de ninguna manera unida a ningún  concepto religioso, sino  aquel que acuña el Dr. Ramón Gallegos cuando habla de que la espiritualidad es “una experiencia natural, inmediata y directa de la expansión de la conciencia y vivencia de la totalidad, donde se reconoce la verdadera naturaleza y trae como resultado un sentido de paz, certidumbre, claridad, sabiduría, compasión y amor universal”, (Gallegos, 2006).

El  para entonces novedoso enfoque  cientificista del siglo XVII,  se instala como una medicina prodigiosa  que cura  el dogmatismo religioso, pero que incuba otros efectos secundarios; al mismo tiempo que  coloca al hombre en la luna, amplía la  esperanza de vida  y  consigue  un desarrollo tecnológico nunca antes imaginado, construye armas  que pueden destruir varias veces la tierra, y que  mete en agonía a un planeta con millones de seres  humanos que mueren de hambre, enfermedad y pobreza.

 Y en medio de todo esto, su visión gesta generaciones de estudiantes, cimiento del futuro de la humanidad, que se deleitan en los valores  fáciles del momento,           que los conducen   al nihilismo y al hedonismo (Gallegos, 2001)  que en el mejor de los casos los mantiene flotando sin rumbo,  en un sin sentido, es decir   en la “nada”.

Lo que gozamos y sufrimos actualmente en la economía, en la política, en la sociedad y por supuesto en la educación que es el tema que nos ocupa,  es el resultado de semejante imperio fragmentado, que solamente supo desarrollar  su brazo mental y material, pero que  le faltó la esencia espiritual, la que es  capaz  de marcar  el rumbo correcto, para lograr   un uso estratégico, inteligente y creativo en el   desarrollo científico y tecnológico. (Gallegos, 2008).

Sin duda un nuevo enfoque está siendo requerido para superar los serios dilemas del siglo que inicia,  los acontecimientos actuales en todos los ámbitos nos indican que estamos ante una disyuntiva, o cambiamos el rumbo  o perecemos. Requerimos ir más allá del individualismo,  más allá de la fragmentación, más allá de la concepción impersonal, del conocimiento  estático fundado solamente en palabras, libros y tecnología, se requiere  que el hombre recoja sus pedazos y se integre como un ser completo, para que pueda  desde los cimientos erigir un mundo nuevo.

La pregunta obligada sería, ¿por dónde empezar? El enfoque holista nos dice que  es la educación la única que puede hacer el cambio, es el factor más importante para mejorar  la humanidad y sus sociedades (Gallegos, 2006).  Este nuevo enfoque de la  realidad, que  se infiltra poco a poco en todos los ámbitos, (en la política, en la economía y por supuesto en la educación) tiene sus raíces en los nuevos paradigmas de la ciencia, en la filosofía perenne y en pensamientos de grandes  pedagogos que  por primera vez contemplan al estudiante, como un ser  completo, con cuerpo, mente y espíritu, (Gallegos, 2001).

El enfoque holista  deja  de lado la visión plana del mundo y del hombre, contempla sus niveles (personal, comunal, social, planetario y kósmico )  y sus dimensiones ( corporal, emocional, cognitiva, social estética y espiritual) y se acerca a conocer a través de  modelos dinámicos de integración ,  trascendiendo así  la linealidad ;  concibe al mundo en base a los nuevos modelos de la ciencia de punta y  toma la filosofía perenne como el faro que orienta. Por lo tanto la espiritualidad laica  es colocada en el centro de esta  nueva visión.

Desde este nuevo ojo, la vida misma se redefine  y conceptos como conciencia, valores y por supuesto educación toman nuevas dimensiones. El primer concepto que se transforma es el de “escuela”, será vista como “comunidad de aprendizaje” con el objetivo esencial  de que la conciencia de todo aquel que la conforme,  evolucione; es incluyente porque  considera que lo opuesto puede ser complementario; es orientada al aprendizaje para la vida, por medio de un proceso de indagación y a través del diálogo; su currículo es integral, es  la vida misma en todas sus manifestaciones y basado en un pluralismo epistemológico; está orientada al desarrollo sustentable y al desarrollo de la solidaridad social y la ciudadanía global, tiene sus propias metas y  su proceso de autoevaluación constante. (Gallegos, 2003).

El aprendizaje ya no es considerado unilateralmente,  sucede en interdependencia entre el hogar, el aula y la calle, tomando siempre en cuenta que el ser humano es un sujeto con significados y valores en proceso de desarrollo hacia la trascendencia.

El maestro que comparte esta nueva visión, también se transforma,  ya no más concibe al estudiante como una vasija inerte donde se colocan conocimientos fríos y sin sentido, se relaciona con él de persona a persona,  creando contextos de aprendizaje y  teniendo una lógica al educar, estimulando la inteligencia holista , la flexibilidad, la creatividad y  el cambio,  aprendiendo permanentemente  y considerando  que cada uno de sus alumnos es un ser único  que evoluciona inserto en contextos mayores de desarrollo, (Gallegos, 2003).

Y dentro de este camino, la inteligencia toma gran  importancia, porque considera que “según sea el concepto que se tenga de inteligencia  se guiarán los sistemas educativos” (Gallegos, 2006). Vemos a través del tiempo que   dicho concepto tiene cambios importantes que reflejan las necesidades y objetivos del momento  y que   por lo tanto evoluciona.

Este nuevo concepto de inteligencia  tiene muy buena aceptación  sobre todo ahora que la vida  de los estudiantes está estigmatizada   por conflictos emocionales, los mismos  que mencionábamos al inicio de este ensayo, violencia, impulsividad, depresión, miedos, etc.

Se puede observar que la evolución que ha vivido el concepto de inteligencia abre nuevas vías, porque amplía la visión con la que se puede enfocar al hombre,  pero  la visión holista avanza un paso más, ya que  el Dr. Gallegos eleva la inteligencia al más alto nivel de trascendencia.

Para lograrlo, se apoya por un lado  en el modelo de Graves, Cowan y Wilber  llamado la Espiral Dinámica,   una novedosa aportación cuyos principios se han visto provechosamente aplicados al campo de la reestructuración empresarial, la activi­dad política , la reorganización de los sistemas educativos y la eliminación de las tensiones de los barrios pobres”..  (Wilber, 2007).

Son olas o niveles flexibles  que se solapan y que se encuentran interrelacionadas,  dando lugar a la compleja dinámica espiral del desarrollo de la conciencia”. Estos estadios  u olas, no son estáticos, el hombre, los pueblos, las civilizaciones,  la humanidad y por supuesto la educación  los transitan,  atraviesan y trascienden. Propone 8 niveles de evolución  divididos en dos  horizontes, a los que llama pensamiento de primer  grado y segundo grado, aquellos de primer grado serán   los que abarcan las necesidades físicas, pensamientos y emociones y los de segundo grado son  los que trascienden los anteriores y  es  donde se da la experiencia espiritual directa, en conexión con la totalidad de la vida. Tanto en teoría como en la práctica se da “una gran unificación” , una teoría del Todo y es en este nivel donde se arraiga la inteligencia espiritual. (Gallegos, 2001).

Otro aspecto fundamental que el  Dr. Gallegos contempla  es  la propuesta  de Ken Wilber sobre los tres ojos   con los que el hombre puede acercarse a conocer: el material, el mental y el espiritual  que jerarquizan y ordenan.

Bajo estos modelos sienta las bases de su  nuevo concepto de inteligencia, que incluye  y   trasciende las anteriores   y eleva la inteligencia humana a una posibilidad  real de transformación radical de la conciencia, que implican la emergencia de los niveles superiores del “Ser”  todo esto se da a nivel de la espiritualidad.(Gallegos, 2006).

De acuerdo al Dr.  Gallegos, espiritualidad es la capacidad de desplegar la conciencia a niveles universales de donde  se deprende un orden interno que nos permite darnos cuenta  de que todos los seres estamos unidos, es un nivel   donde el amor  se encuentra estrechamente ligado a la inteligencia que  nos invita a actuar con honestidad y respeto, siendo compasivos, es decir interesados incondicionalmente en el bienestar de toda la humanidad.

Desarrollar este nivel de inteligencia  genera un ser con la capacidad de resolver problemas de significado, con conducta ética, con un alto grado de discernimiento  y ecuanimidad y con la capacidad de amor universal de  donde naturalmente se desprende  la capacidad de servir, se supera el sufrimiento,  se  aprende a vivir en paz y por lo tanto se alcanza la posibilidad de ser feliz a pesar de las circunstancias.

Lo interesante del concepto inteligencia espiritual, es que es aplicable  a todas las  áreas del hombre, no solamente  en la educación, donde se le considera como la única manera de construir  una educación realmente integral en búsqueda de poder brincar la  crisis  educativa  por la que el mundo transita. Enfocar de manera nueva la vida del escolar, formará seres humanos compasivos con la llama del amor universal encendida, con valores universales, que van más allá de las culturas y que vigilan  por el bienestar de toda la humanidad.

Desarrollar la inteligencia espiritual dentro de la educación, nos lleva más allá del mero entrenamiento  racional, nos da la base del amor universal y nos hace comprender que el desarrollo intelectual no significa que seamos mejores seres humanos, más honestos y compasivos,  es necesario que el conocimiento tenga una dirección y aplicación moral- espiritual que promueva y logre estados de paz y armonía. (Gallegos, 2006).

Es necesario  que  la educación, que  es la que tiene en sus manos el futuro de la humanidad, sea reorientada hacia el conocimiento y el desarrollo  integral del estudiante,  que  contemple su espiritualidad, que al no ser material y finita, puede darle la oportunidad de acceder  a su verdadera naturaleza y por lo tanto a la felicidad, manifestándose esta en  plenitud y gozo en todas las áreas de su vida y por  supuesto en la Escuela.

Como menciona el Dr. Gallegos  “una genuina educación holista,  debe ser capaz de producir un cambio educativo profundo hacia un aprendizaje integral. …..Somos seres espirituales de naturaleza universal con identidad transpersonal en proceso de autorrealización. La educación en su sentido más profundo es una práctica espiritual orientada a la evolución de nuestra conciencia” y dentro  de  este contexto, los conceptos de inteligencia generados por Goleman, Gardner o  Binet, son buenos, pero se  quedan muy cortos, incapacitados para dar solución de fondo a los problemas actuales,  (Gallegos 2003).

Y así como el desarrollo de  la inteligencia espiritual  permite que el estudiante evolucione en conciencia, y lo coloca en posibilidades reales de transformación, la inteligencia espiritual  hace su trabajo dentro de la política, dentro de los negocios  , dentro de los problemas de deterioro del medio ambiente o cualquier otra área que toque, porque los principios son los mismos,  no se busca liderazgo, expansión económica o  tecnológica  de un solo hombre o nación olvidándose de que  todos estamos unidos, condenando y despreciando  a los que menos tienen. Negocios, política, educación se deben enfocar hacia un punto en donde  todos ganen, donde se generen los cimientos de una nueva humanidad.

Para concluir podríamos decir que la Inteligencia espiritual es la inteligencia superior de los seres humanos, es la facultad con la que enfrentamos exitosamente los problemas.

 Es la que nos   permite ser felices a pesar de las circunstancias,  nos permite ser felices  porque sí, sin  necesitar nada. La inteligencia espiritual es la que permite la evolución de la conciencia hacia estadios de mayor profundidad, significado y mayor integridad, destruyendo la ignorancia de la mente. Es la capacidad de amor universal, compasión incondicional e interés por todos los seres, es la  inteligencia superior que engloba a las demás, es la capacidad de comprender contextos y totalidades dentro de los cuales se desarrollan las circunstancias humanas y se disciernen sus significados. Es la que permite equilibrar los propósitos materiales, emocionales, sociales y espirituales para su adecuado desarrollo  que permite reconocer la realidad superior  y universal captada solo por el ojo de la contemplación, invisible para el ojo de la carne y el de la razón. Es el ámbito de sanación, curación e iluminación.  (Ramón Gallegos, 2006).

Mis 18 años de trabajo  dentro de una escuela basada en los principios holistas, donde se desarrolla la inteligencia espiritual en todos aquellos que conforman la comunidad avalan  mis afirmaciones. En este espacio se  trabaja en el autoconocimiento, buscando   el desarrollo de la   conciencia, para  formar seres humanos congruentes, honestos, compasivos, responsables, amorosos y por lo tanto felices.

Este ensayo es una invitación para todo aquel que esté despierto a las necesidades mundiales,  que crea que el cambio puede realizarse y al mismo tiempo ofrecer una vía hacia un cambio de visión que   como dije antes he comprobado por propia experiencia  es posible que cualquier persona lleve a cabo.

 

Bibliografía

- Gallegos Nava Ramón (2000) El espíritu de la educación. Integridad y trascendencia en educación holista. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) La educación del corazón. Doce principios para las escuelas holistas. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) Educación holista. Pedagogía del amor universal. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) Una visión integral de la educación. El corazón de la educación holista. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2001) Diálogos holistas. Educación holista y filosofía perenne I. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2003) Aprender a ser. El nacimiento de una nueva conciencia espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2003) Comunidades de aprendizaje. Transformando las escuelas en comunidades que aprenden. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2003) Pedagogía del amor universal. Una visión holista del mundo. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2004) Sabiduría, amor y compasión. Educación holista y filosofía perenne II. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2004) El Camino de la filosofía perenne. Educación holista y filosofía perenne III. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2005) Educación y espiritualidad. La educación como práctica espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

- Gallegos Nava Ramón (2007) Inteligencia espiritual. Más allá de las inteligencias múltiples y emocional. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.


Inteligencia espiritual y educación holista como nuevos paradigmas

Marcela Zepeda

Fundación Internacional Para La Educación Holista

Doctorado en Educación Holista

Guadalajara, 2019

 


Publicado el 16 de julio de 2019 por Fundación Ramón Gallegos.
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