La educación holista de Ramón Gallegos

Fundación Ramón Gallegos


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Es en verdad importante y necesario un cambio de paradigma educativo en México?

Nuestro país no escapa a los cambios que están emergiendo de todas partes del mundo y en todas las áreas del saber humano. Querer continuar en un esquema educativo vigente y funcional  300 años atrás perpetuará el bajo nivel de desarrollo económico y social de nuestro país frente al resto de la humanidad y nos dejará al margen de la era global que vivimos actualmente, amén de perpetuar hasta la eternidad la incapacidad de solucionar los problemas que hoy enfrentamos en todos los ámbitos: político, social, económico, religioso, cultural, artístico, espiritual, etc.  

Dichos problemas parecen incongruentes con esta nueva forma de estar, de ver y vivir en el mundo, que pareciera ser más sencilla, pues todo está ya hecho, los edificios que constituyen grandes manchas urbanas, las  máquinas que facilitan la vida, la tecnología y la ciencia que alargan la vida del ser humano y eliminan muchas veces sus sufrimientos físicos, avances tecnológicos y científicos por doquier. Sin embargo, la realidad es que para llegar hasta  este punto, hemos tenido que sacrificar mucho de humanos y hace4rnos “más científicos”, más fríos, y al no estar en nuestra naturaleza, en vez de aligerarnos de alguna manera nos complica la existencia, la verdad es que no sabemos cómo actuar ante esta nueva gama de posibilidades.  

Dentro de las principales aportaciones para este nuevo y  a la vez rescatado orden interno es que se recurre a la propuesta  de educación holista hecha por el doctor Ramón Gallegos Nava.  En ella se vislumbra una  nueva forma educativa, más integral, más transdiciplinaria que permite la adquisición de la inteligencia espiritual y enaltece el sentido de individualidad, en el que prevalece la  conciencia  de pertenencia al todo, al universo, propuesta diferente a la que actualmente rige en todo nuestro sistema educativo.

Tenemos entonces, dos elementos importantes a contrastar la educación mecanicista y la educación holista.

La primera, la educación mecanicista, toma sus fundamentos de la forma de ver el mundo desde el siglo XVII, es decir,  viendo a la ciencia como el único conocimiento válido y la vía a través de la cual el hombre podría encontrar su plena realización (Gallegos Nava, Educación Holista, 2001).

A manera de encuadre histórico es  necesario recordar que esta visión fue encabezada por las aportaciones de Francis Bacon, René Descartes e Isaac Newton y que hoy día se les reconoce como “las cuatro ficciones del cientificismo:

1.-Objetivismo: el supuesto de que el observador está separado de lo observado.

2.- Reduccionismo: el supuesto  de que la explicación científica de fenómenos complejos puede hacerse en términos de partes, fenómenos simples.

3.- Positivismo: el supuesto de que los sentidos físicos son la única vía para conocer, lo que no se conoce a través de ellos no es real o no existe.

4.- Determinismo: el supuesto de que el fenómeno puede ser comprendido desde el conocimiento de las leyes científicas y las condiciones iniciales.” (Gallegos Nava, El Espíritu de la Eduación, 2000, pág. 54)

Las posturas de estos tres pensadores vinieron a definir lo que era la realidad en su época y condujeron a una visión fragmentada de la misma, visión que se extendió a todos los ámbitos: social, económico, político, cultural y por supuesto educativo,  haciendo que fueran excluidos de la educación el arte, las tradiciones y la espiritualidad.

La principal línea de esta corriente establece que tanto “el cuerpo humano y el planeta se concibieron como máquinas, se tomó una metodología (separar el todo en partes) y se convirtió en ontología (todo es fragmentación), el universo ya no es analizado como máquina sino que es concebido como máquina, esta es la gran equivocación del mecanicismo” (Gallegos Nava, Educación Holista, 2001, pág. 11).

Otra línea de acción de esta época postmoderna y consecuencia del antiguo dualismo cartesiano son la dramática separación entre ciencias sociales y ciencias naturales,  el desarrollo de una visión científica que calificaba de manera rígida “lo real” de lo que no lo era, estableciendo así la existencia humana “ideal”.

Favoreció entonces el surgimiento de diferencias irreconciliables entre los diferentes grupos sociales, unos sectores inmensamente ricos, otros sumidos en una grave pobreza, la escisión profunda de la persona en una parte consigo misma, en otra con todo el universo, con todo aquello que le rodea.

La percepción mecanicista da como resultado entonces: una percepción materialista fragmentada, un marcado dualismo, uso de la postura reduccionista y el uso y abuso de lo intelectual, dando como resultado el grave deterioro del ser humano en particular, de su planeta y del universo que habita en general debido a la destrucción de todos los recursos naturales, la contaminación, nuevas enfermedades, guerras, racismo, pobreza extrema, la separatividad del humano, que lo hace incapaz de acciones globales, corrupción, deshumanización, depresión, estrés, entonces, ni  que decir de compasión, amor incondicional, o qué tal aquello del respeto.

En cuanto a la educación tomó y tristemente, sigue tomando sus fundamentos en el paradigma científico-industrial, es decir, siguiendo los modelos de la época de la revolución industrial en donde las fábricas se dedicaban a sacar en serie diversos productos y las escuelas… también. Así, largas filas de  “egresados en serie” pasan a engrosar la sociedad fría y mecánica del siglo XX, los educadores ocupan entonces el lugar de capataz, similar al puesto que ocupa el capataz en una fábrica, solo se dedica a pasar el conocimiento al educando sin intervenir para ello ningún proceso intelectual mucho menos emocional. La memorización sin comprensión ha ganado terreno en  las aulas.

Los supuestos de la educación mecanicista son: En relación al  educando:

Todos los alumnos aprenden de igual forma. Todos los educandos son sometidos  a iguales procesos de aprendizaje  con el mismo manual, en los mismos horarios, las mismas instrucciones, los mismos criterios de evaluación y las mismas recompensas y castigos.   Es así como la educación pasa de educación a instrucción. (Gallegos Nava, Educación Holista, 2001, pág. 36) Este tipo de educación parte también del supuesto que todos los educandos aprenden de manera similar y  a la misma velocidad, como si se tratara de una línea de producción en donde todo funciona a base de ritmos y tiempos, dejando de lado la diferencia individual y la creatividad se someten a los pupilos a un proceso de aprendizaje estandarizado e insensible a la forma particular de ser de cada uno de los elementos involucrados en este proceso de enseñanza-aprendizaje.

El estudiante no puede aprender por sí mismo, deben recibir todo de alguien, lo que lo vuelve pasivo e irresponsable de su propio desarrollo.

No todos los niños pueden ser educados, ya que no todos se pueden adaptar a los modelos rígidos  lógico-matemático establecidos por el paradigma mecanicista, hace que aquellos que sean diferentes en sus capacidades no sobrevivan en el sistema educativo imperante y por lo tanto sean descalificados, ¿serán nuestros tontos de ayer los genios de hoy?

Una persona es inteligente si tiene la habilidad instrumental para desempeñarse de manera técnica-profesional,  por lo que solo se pretende la memorización de hechos, por supuesto que hechos que debieron haber sido comprobados y aprobados científicamente, lo que hace que la inteligencia se reduzca a un entrenamiento continuo de una memoria mecánica que no da lugar a lo social, espiritual o afectivo.  La educación mecanicista ha dado como resultado seres humanos incapaces de tomar decisiones, de asumir su responsabilidad y transformar el mundo en beneficio de sí mismos y de toda la humanidad esto debido principalmente a que este tipo de educación sigue un modelo estandarizado, que busca entrenar la memoria y no la inteligencia, con un currículo cerrado y predeterminado, el cual cubre todas las necesidades del pensamiento meramente científico o tecnológico.

En cuanto al educador:

Es el elemento fundamental en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Tiene un papel predominante, es el proveedor del conocimiento, dejando de lado el papel del educando. Dice qué se debe de aprender y cómo se debe de aprender,  toma todas las decisiones, se vuelve un instructor que puede tener gran cantidad de conocimientos pero que,  debido a su modelo “cerrado” no admite cuestionamientos sobre las preguntas esenciales de la vida, dejando las cuestiones importantes de lado, manifestando una actitud cerrada, un comportamiento ausente, dejando al alumno sin las herramientas  de indagación que le permitan al mismo educando, en compañía de su maestro, ser el que encuentre sus respuestas dentro de sí.

Deberá involucrarse en el proceso de enseñanza aprendizaje de manera meramente intelectual, fragmentada debido en parte a la fragmentación del conocimiento por disciplinas, carente de valores humanos y que evalúa de manera estandarizada a todos sus alumnos. El educador mecanicista responde preguntas que ni siquiera le formulan sus alumnos, estimula en gran medida la inteligencia lógico-matemática y pasa por alto el resto de inteligencias, mencionadas por Howard Gardner en su teoría de las inteligencias múltiples en 1983.

Es suficiente en el educador mecanicista el dominio de la disciplina a impartir,  no requiere de  un adecuado autoconocimiento. Así que, tal ignorancia de sí mismo,  le puede llevar al autoritarismo e imposición de puntos de vista.

Es bien visto que el educador mecanicista fomente entre  los alumnos competencia y  confrontación, finalmente, estos alumnos son los que saldrán a una sociedad altamente competitiva y violenta. Es cierto que la educación mecanicista “hace seres humanos exitosos, triunfadores, autónomos, pero esto ya no nos sirve… necesitamos vivir juntos de manera responsable en términos de interdependencia” (Gallegos Nava, Educación para la vida y la paz, 2008, pág. 78)

Entonces tenemos que: la educación mecanicista hace seres latamente competitivos, inteligentes en lo  lógico-matemático, tal vez algunos sean brillantes, aunque ese conocimiento sea utilizado sin escrúpulos, importa más la posición y el éxito social que toda la humanidad, seres incapaces de tomar decisiones sabias, pues a ausencia de valores vividos  y experimentados es el común denominador. La producción de alumnos en serie, ha dejado alumnos huecos, inmersos en una vorágine de ruidos, fantasías no cumplidas, vacíos de vida prolongados, seres sin sentido de vida en pocas palabras.

Para poder  enfrentar estos dilemas son necesarios nuevos paradigma que nos permita replantearnos nuestros valores y nuestra dirección en esta vida. Una forma que nos conduzca a una vida digna en armonía con el planeta y el Kosmos. Dichos paradigmas deberán de abrazar todos los ámbitos de desarrollo humano, incluyendo por supuesto la educación.

Es aquí donde toma relevante importancia el nuevo paradigma educativo planteado por Ramón Gallegos Nava.

Su forma de ver y plantear el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como los papeles centrales que desempeñan tanto el  educador como el educando hace ver a  los supuestos educativos mecanicistas vigentes hasta la época como obsoletos y equivocados. Antes el centro de todo era la máquina y su producción; ahora el centro de todo es el humano y su aprender.

En la educación holista, aprender  es el punto central de todo el proceso educativo y todas aquellas personas que convergen en una escuela o universidad, aún cumpliendo diferentes roles, comparten el mismo objetivo: aprender.

“El aprender implica habilidades, actitudes, valores y conocimientos que no pueden ser fragmentados porque están ligados entre sí, no se puede aprender una habilidad separada de su valor.” (Gallegos Nava, Educación Holista, 2001, pág. 86), permitiéndonos así volver al orden interno mencionado en páginas anteriores.

Desde la visión holista, se construyen conceptos que estudian las experiencias de los organismos con conciencia, el mundo ya no es visto como fragmentos, en donde cada disciplina abarca una realidad que pareciera muy independiente de todo lo existente, ve a la sociedad como una red de relaciones organizadas, un ejemplo muy claro es la forma de funcionar  de las redes sociales como facebook, tweeter, what´s up, etc…y el gran éxito que han tenido, esto se puede deber en parte a esa necesidad- realidad de estar relacionados todos con todo.

La espiritualidad permite el transito de “persona” a “individuo”, libera de resentimientos, odios, deseos de venganza. Despierta un profundo respeto por cualquier forma de vida.

El educador holista, para poder ser llamado como tal, debe en primerísimo lugar “establecer una relación de amor universal con sus estudiantes y demás miembros de la comunidad de aprendizaje, este es el vínculo sobre el que se edifica toda la pedagogía holista, sin este vínculo de amor no puede haber genuina educación holista”. (Gallegos Nava, El Espíritu de la Eduación, 2000, pág. 133)

En conclusión, lo pasado, “pasado” Muchas generaciones se vieron “beneficiadas” con la educación mecanicista, ni que dudarlo, digamos que era lo único que en ese entonces teníamos a la mano para pretender salir adelante.

Esa forma educativa hoy en día queda corta, eso a las claras se ve, egresados que  hacen de todo menos ejercer su profesión, seres humanos en búsqueda de “algo” que no saben que es, una sociedad cada día más violenta e irónicamente muy deshumanizada; empresarios y emprendedores que siguen buscando sus satisfacciones personales, el enriquecimiento, ya sea de manera legal o ilegal, el poder que engrandezca sus egos a costa de multitudes. Sí, esos son los resultados, y las consecuencias las estamos pagando todos.

Solo la educación debidamente guiada podrá poner fin al sufrimiento humano, aquel que surge de falsas percepciones. Solo la debida educación, aquella que nos desarrolle de manera integral podrá hacer que en un futuro no muy lejano, las sociedades sustentables  empiecen a proliferar en todo el globo terráqueo.

Dicho tipo de sociedad solo surgirá cuando el ser humano logre entender cuánto es suficiente para sí mismo, y así cada uno de los habitantes. Solo así se asegurará la permanencia del planeta y por ende la estabilidad de la humanidad. Todo esto no se aprende en una Universidad mecanicista, esto sólo se puede aprender en una escuela o  universidad  “Universal”. Como diría Gallegos Nava, solo lo aprenderemos a través de una “educación integral” no buscando elevar la “calidad educativa”.  Llevar la educación al nivel kósmico, quinto y último nivel dentro de la perspectiva multinivel de Ramon Gallegos, es el reto último de todo educador holista. Ayudar al educando a despertar su consciencia espiritual, y ayudarle a entender que esa es la esencia de su genuina naturaleza hará que sean seres universales, llenos de compasión y amor hacia todos los seres. (Gallegos Nava, Una Visión Integral de la Educación, 2001).

Y para lograr lo anterior es necesario pues, que también el educador, el personal administrativo, los padres de familia, y en general todo aquel que esté relacionado con un centro de enseñanza, sea cual sea su nivel, grado o giro,  llegue a ese quinto nivel, para así favorecer en toda su magnitud las comunidades de aprendizaje.

Para finalizar agregaré que la educación holista y por supuesto “los educadores holistas favorecen el despertar de la inteligencia y el despliegue de la belleza del alma”. (Gallegos Nava, Educación Holista, 2001, pág. 45). Y justo eso es lo que esta sociedad necesita. Seres más inteligentes y menos intelectuales, más bellos de manera interna, no externa.

Por todo lo anterior y al retomar  la pregunta  inicial del presente ensayo ¿Es en verdad importante y necesario un cambio de paradigma educativo en México? Yo contesto con un rotundo ¡sí! ¿Usted, después de haber leído todo lo anterior, qué opina?

 

Bibliografía

Gallegos Nava, R. (2000). El Espíritu de la Eduación. Guadalajara: FIPEH

Gallegos Nava, R. (2001). Educación Holista. Guadalajara : FIPEH

Gallegos Nava, R. (2001). La Educación del Corazón. Guadalajara: Fundación Internacional para la Educación Holísta.

Gallegos Nava, R. (2001). Una Visión Integral de la Educación. Guadalajara: Fundación Internacional para la Educación Holísta.

Gallegos Nava, R. (2008). Educación para la vida y la paz. Guadalajara: FIPEH

 

La Educación Holista De Ramón Gallegos

Fundación Ramón Gallegos

Posgrados en Educación Holista e Inteligencia Espiritual

Luisa Vélez Soltero

2018. Guadalajara, México


Publicado el 15 de mayo de 2018 por Fundación Ramón Gallegos.
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