Libro gratis: Un Envidiado Caballero
de Gabriel Miró


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Un Envidiado Caballero

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Fragmento de «Un Envidiado Caballero»

Todo lo notaba Sigüenza entusiasmado y gozoso. ¡Haría juramento de quedarse en esta villa labradora y marinera! Bueno; pero esos juramentos los pensaba siempre al pasar por todos los lugares, aunque aquí, en Altea, sentía la ansiedad de poblador con más ahínco. ¡Oh pueblo claro, torrado de sol, nacido delante de las inmensidades de los valles, de las sierras, de la marina; con humos campesinos y nieblas de mar, con gorriones y gaviotas, manzanos, almeces y cerezos, prorrumpiendo de los huertos umbrosos, y barcas reposando en el cantón de una calleja que baja a la playa! ¡Por fuerza había de ser alegre y dichoso!

Y Sigüenza iba pasando toda la primera calle que tiene la sombra de algún olmo centenario, y el bullicio de las diligencias, y largas horas de silencio; entonces nada más resuena la voz de hidalgos aburridos que platican, o el portantillo de una borrica cargada de estiércol o panizo.

Desde la obscuridad y angostura de algunos portales se le quedaban mirando los ojos quietos, profundos y tristes de los hombres levantinos enfermos, impedidos, lisiados. Son viejos enjutos, de mejillas sumidas y fragosas, erizadas de barba corta, espesa y áspera como un terrón de barbecho; de lagrimales devorados por las moscas, y las manos recias como dos cepas clavadas en un cayado de boj muy alto; bajo las faldas mugrientas de su sombrero, el pañuelo de hierbas les cruza el mondo cráneo, fajándoles las sienes. Son hombres jóvenes, flacos, cetrinos, con la demacración de la terciana, y los labios y las encías blancos como la escara de una llaga. Son hombres gordos, blandos, hinchados, tullidos de dolores recogidos en el mar; por sus puños y calcañares desborda la bayeta de un color amarillo de hopa. Hay también algún hombre lisiado de nacimiento, un idiota que babea y aúlla mientras los chicos, todas las tardes, al salir de la escuela, le hacen miedo como a una criatura.


3 págs. / 6 minutos.
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Publicado el 27 de enero de 2021 por Edu Robsy.


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