El Amigo Patience

Guy de Maupassant


Cuento


—¿Qué se hizo Leremy?

—Es capitán en el sexto de Dragones.

—¿Y Puisón?

—Subprefecto.

—¿Y Racollet?

—Murió.

Buscábamos en los rincones de la memoria nombres de los compañeros de nuestra juventud, los cuales no hablamos visto en muchos años.

A otros los encontrábamos con frecuencia, ya calvos o encanecidos, con mujer propia y abundante familia, cosa que nos estremecía desagradablemente, mostrándonos cuán frágil es la existencia y cuán pronto cambia y envejece todo.

Mi amigo preguntó:

—¿Y Patience, el gran Patience?

Lancé una especie de alarido

—¡Ah! En cuanto a ese... La historia es larga. Escucha. Fui en visita de inspección a Limoges, hace cuatro años, y mientras aguardaba la hora de comer, me aburría solemnemente sentado en el café de la plaza del Teatro. Los comerciantes entraban por grupos de dos, tres o cuatro, a tomar el vermut o el ajenjo; hablaban en voz alta de los negocios, reían estrepitosamente y bajaban el tono para comunicarse cosas importantes o delicadas.

Yo me decía: «¿Qué haré después de comer?» Y me horrorizaba pensar en lo interminables que resultan las noches en una capital de provincia, en el vagar pausado y siniestro a través de  las calles desconocidas, en la tristeza abrumadora que al viajero solitario comunican los transeúntes, extraños a él en todo y por todo, por la hechura del traje, por la forma del sombrero, por sus costumbres y por su pronunciación; tristeza penetrante que se desprende también de las casas, de las tiendas, de los coches, de los ruidos ordinarios del tráfico; tristeza desgarradora que nos hace apresurar poco a poco el paso como si estuviésemos perdidos en un país peligroso y opresor, que nos hace desear el hotel, el abominable hotel, cuyas habitaciones guardan un vaho pestilente, cuyo lecho induce a reflexiones y provoca estremecimientos, cuyos lavabos conse

Fin del extracto del texto

Publicado el 5 de junio de 2016 por Edu Robsy.
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