La Búsqueda de Iranon

H.P. Lovecraft


Cuento


En la ciudad granítico de Teloth vagaba un joven, coronado con hojas de vid, el pelo amarillo reluciente de mirra, y la ropa púrpura desgarrada por las zarzas de la montaña Sidrak, situada al otro lado del antiguo puente de piedra. Los hombres de Teloth son graves y sombríos, y viven en casas cuadradas; y con el ceño fruncido, preguntaron al desconocido de dónde venía y cuál era su nombre y fortuna. Y el joven contestó: — Soy Iranon y vengo de Airá, ciudad lejana que recuerdo vagamente, la que quiero encontrar otra vez. Soy cantor de canciones que aprendí en la lejana ciudad, y tengo por vocación producir belleza con las cosas recordadas de la niñez. Mi riqueza consiste en pequeños recuerdos y ensueños, y en esperanzas que canto en los jardines, cuando la luna es tierna y el viento de poniente agita los capullos de loto.

Cuando los hombres de Teloth oyeron estas cosas, conferenciaron en voz baja; pues aunque en la ciudad granítico no se oyen risas ni canciones, los hombres severos miran a veces, en primavera, hacia los montes karthianos, y piensan en los laúdes de la lejana Oonai, de la que hablan los viajeros. Y pensando de este modo, pidieron al extranjero que se quedase, y cantase en la plaza que hay delante de la Torre de Miin, aunque no les gustaba el color de su ropa destrozada, ni la mirra de su pelo, ni su guirnalda de hojas de vid, ni la juventud de su voz dorada. Iranon cantó por la tarde; y mientras cantaba, rezó un viejo, y un ciego dijo que veía un nimbo sobre la cabeza del cantor. Pero la mayoría de los hombres de Teloth bostezaron, y unos se rieron y otros se fueron a dormir; porque Iranon no dijo nada práctico, y sólo cantó sus recuerdos, sus sueños y sus esperanzas: — Recuerdo el crepúsculo, la luna, las suaves canciones y la ventana donde me acunaron. Y ante la ventana pasaba una calle de luces doradas, donde las sombras danzaban sobre las casas de mármol. Y recuerdo el rectángulo de resplandor que la

Fin del extracto del texto

Publicado el 4 de octubre de 2016 por Edu Robsy.
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