Los Intrusos

Hector Hugh Munro "Saki"


Cuento


En medio de un bosque de abigarrada vegetación, situado en un paraje de los confines orientales de los Cárpatos, cierta noche de invierno se hallaba un hombre en atenta observación y a la escucha, como a la espera de que alguna bestia selvática apareciese en su campo de visión y, más tarde, al alcance de su rifle. Pero la pieza que mantenía tan viva su atención no era de las que figuran en los calendarios de los cazadores legales y autorizados; Ulrich von Gradwitz patrullaba por el tenebroso bosque en busca de un enemigo humano.

Las tierras boscosas de Gradwitz eran de considerable extensión y estaban bien provistas de caza; la estrecha franja de abrupto y frondoso bosque que constituía una de sus lindes no se distinguía por la abundancia de caza que albergaba ni por las monterías que proporcionaba; sin embargo, de todas las posesiones territoriales de su propietario, era la más celosamente guardada. Un famoso pleito, en los días de su abuelo, lo había rescatado de la posesión ilegal de una vecina familia de pequeños terratenientes; la parte desposeída nunca había acatado la sentencia del tribunal y una larga serie de disputas por caza furtiva y escándalos similares habían agriado las relaciones entre las familias durante generaciones.

La rivalidad vecinal se había tornado personal desde que Ulrich se convirtiera en cabeza de familia; si había en el mundo un hombre al que detestaba y deseaba todo mal, ese era Georg Znaeym, el heredero de la querella, infatigable cazador furtivo e invasor de la arbolada frontera. La disensión podía, tal vez, haberse extinguido y haber sido objeto de un acuerdo, de no haber mediado la malquerencia personal de los dos hombres. De muchachos, ambos ansiaban la sangre, el uno del otro. De adultos, cada uno imploraba que la desdicha cayera sobre el otro, y este invierno de flagelante viento Ulrich había reunido a sus monteros para batir el tenebroso bosque, no en busca de presas de cuatro

Fin del extracto del texto

Publicado el 25 de julio de 2016 por Edu Robsy.
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