Cuando leí por primera vez la frase, escrita por Eluart “hay otros mundos, pero están en este”. No le di importancia, como tampoco se la damos a otras muchas frases escritas por personas que en apariencia quieren hacernos creer, en todo aquello que ellos creen o piensan que debe ser y por tanto convertirse en la verdad más absoluta. Tal vez queriendo imponer con buenas palabras sus tesis o creencias y dejando, a nuestro libre albedrío las conclusiones (siempre que se parezcan a las suyas).
Con el tiempo he llegado a comprender, lo fácil que es mover a las masas, basta con una buena difusión, una buena puesta en escena y lo más importante decirles todo aquello que ellos quieren escuchar, para lo cual no hace falta convencerlos, pues ya están convencidos.
Durante años y años los líderes o sacerdotes han empleado este sistema y el del miedo a lo desconocido, para atraerse al pueblo y justificar sus fechorías desmanes o ansias de poder. Pues matar no puede estar nunca justificado por las religiones o los gobiernos, cuando perdemos la vida lo perdemos todo.
¿Cuántas personas han muerto en nombre de la fe o de las revoluciones y que tras su sacrificio, perdiendo la vida no han sido reconocidos?
¿Cuántas han muerto por ser libres pensadores, defender un ideal o sus propias ideas? Y ¿Cuántas han muerto sin saber por qué?
El pensamiento es libre y solo puede ser dañino cuando va en contra de los demás, no cuando vuela en libertad y cada cual elige lo que desea de él.
Por desgracia el mundo está lleno de libres pensadores y de mártires por sus ideas.
Tal vez nos vendría bien aprender de la historia, y verla como es en realidad.
—Irina acabó sus días entre nosotros. Estudiando medicina.
Es posible que haya usted oído hablar del reino del Preste Juan.
Ana tenía unos apuntes con nombres en interrogación, este era uno de
ellos. Recuerdo otros como el Conde San Germen, dos nombres que debajo
ponía Fenicios creo recordar vagamente Tilos y Moscos.
¿Cómo podía conocer Ana a Tilos y Moscos? Bien no tiene importancia sigamos.
El preste Juan no es muy real que digamos, nunca existió su reino más
que en las mentes de quienes hablaron con él y creyeron sus fantasías
aumentadas por los escritores. El conde fue un buscador incansable, de
la piedra filosofal, también hay más leyenda que realidad en su relato,
se dice que perteneció a los Rosa cruz; ya en su madurez comprendió que
buscaba un tópico y que la única piedra filosofal, es la paz del
espíritu.
Hay otros que han conseguido más logros para la humanidad, como por
ejemplo Asoca un rey hindú que quiso unir todos los reinos de la india,
guerreando cruelmente contra los otros reinos, no tenía muchos
escrúpulos en matar a sus enemigos. Después de una batalla en la que
terminó lleno de sangre fue a lavarse al río y desapareció, después de
tres años apareció predicando el budismo y prohibiendo matar incluso a
los animales. En realidad cayó al río y lo recogieron unos monjes
budistas medio muerto. Allí aprendió la vida monástica y la paz
interior.
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Publicado el 3 de agosto de 2022 por Edu Robsy.
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