Los Guardianes de la Humanidad

Manel Martin's


Novela



Prologo

Cuando leí por primera vez la frase, escrita por Eluart “hay otros mundos, pero están en este”. No le di importancia, como tampoco se la damos a otras muchas frases escritas por personas que en apariencia quieren hacernos creer, en todo aquello que ellos creen o piensan que debe ser y por tanto convertirse en la verdad más absoluta. Tal vez queriendo imponer con buenas palabras sus tesis o creencias y dejando, a nuestro libre albedrío las conclusiones (siempre que se parezcan a las suyas).

Con el tiempo he llegado a comprender, lo fácil que es mover a las masas, basta con una buena difusión, una buena puesta en escena y lo más importante decirles todo aquello que ellos quieren escuchar, para lo cual no hace falta convencerlos, pues ya están convencidos.

Durante años y años los líderes o sacerdotes han empleado este sistema y el del miedo a lo desconocido, para atraerse al pueblo y justificar sus fechorías desmanes o ansias de poder. Pues matar no puede estar nunca justificado por las religiones o los gobiernos, cuando perdemos la vida lo perdemos todo.

¿Cuántas personas han muerto en nombre de la fe o de las revoluciones y que tras su sacrificio, perdiendo la vida no han sido reconocidos?

¿Cuántas han muerto por ser libres pensadores, defender un ideal o sus propias ideas? Y ¿Cuántas han muerto sin saber por qué?

El pensamiento es libre y solo puede ser dañino cuando va en contra de los demás, no cuando vuela en libertad y cada cual elige lo que desea de él.

Por desgracia el mundo está lleno de libres pensadores y de mártires por sus ideas.

Tal vez nos vendría bien aprender de la historia, y verla como es en realidad.

Las batallas no son más que asesinatos en masa, producidos por quienes las originan. El orgullo de la victoria, es la insensatez del egoísmo y la avaricia por poseer todo aquello que envidian y poseen los demás, oro, tierras, ganado, gloria, etc.

De que le sirve a un muerto haber sido Emperador o Rey si no siente nada y desaparece como cualquier mortal.

Llegados a este punto vuelvo a recordar la frase de Eluart “hay otros mundos, pero están en este”. La frase me invita a revelar uno de los mayores secretos de la humanidad, aunque sé que nadie lo creerá, pero para algunos puede representar un halo de esperanza en un futuro, donde seguro volverán a dirigir las naciones los nuevos locos votados por el pueblo.

Debo recordar al lector, que la Tierra tiene muchos siglos y nuestra civilización es relativamente joven.

Solo quiero aportar un rayo de luz y de esperanza a quienes decidan leer mi relato.

Tal vez al principio no detecte el lector de que va la obra. Pero como todo tiene un principio y un final y sin el principio no se puede entender el final.

Poco a poco el lector se verá envuelto en un torbellino de tranquilidad donde el espíritu y la historia le llevarán a mundos desconocidos y tal vez impensables en nuestros días.

El lector debe estar preparado para asimilar que la fantasía y la realidad, han ido unidas a través del tiempo fundiéndose en muchas ocasiones y construyendo la historia. Una historia que difiere mucho según quien la escriba o la relate.

El lector debe elegir sus creencias sin que para ello tenga obligatoriamente que influir en ellos todo aquello que lean. Obviamente he intentado escribir dejando los tecnicismos, con un lenguaje que todos puedan entender.

Con mi relato quisiera dejar una imagen, a mis descendientes de como soy en realidad, ya que todas las personas tenemos dos caras, la real que son nuestros pensamientos y la que mostramos, ve, o escucha la gente, con la cual te cataloga, puedo asegurar que dista mucho lo que decimos o hacemos de lo que en realidad pensamos o somos.

En fin deseo que disfruten del relato al leerlo, tanto como yo al escribirlo.


El autor

1. El protagonista

En la semioscuridad de una habitación a las afueras de Madrid, sentado frente una ventana con los ojos perdidos en el infinito, Benjamín Intenta poner en orden sus pensamientos. De pronto sus ojos se dirigen a una estantería muy cerca de la ventana, tal vez había comprendido que los recuerdos se guardan en lo más profundo de cada ser ¿o tal vez no? Se levanta y coge un libro que sobresale de la estantería. Posiblemente esté buscando una explicación a sus desdichas. Está claro que no está pensando en su niñez no tan lejana, sus pensamientos son otros muy distintos.

Desde muy temprana edad había dado muestras de una inteligencia fuera de lo común, tanto sus padres como sus profesores se dieron cuenta y decidieron darle clases particulares; al no encontrar un colegio adecuado a sus conocimientos. Pero como nada puede ser perfecto. Benjamín todo lo que tenia de intelecto le faltaba de físico, era un niño enclenque y con poco apetito. No tenía muchos amigos con quienes jugar, su padre le impuso un profesor de educación física, pues como él decía “mente sana in corpore sano”

A los nueve años recibieron información, de un colegio privado de reciente abertura en Madrid, para mentes privilegiadas y no tardaron sus padres en informarse, de los pormenores del susodicho colegio. Parecía que habían encontrado el lugar idóneo para Benjamín. Pero nada más lejos de la realidad antes de terminar el curso estaba con los niños, dos años mayores que él. Si tenemos en cuenta que todos eran niños con un coeficiente intelectual fuera de lo común...

El director llamó a su padre y este acudió.

—Señor Benjamín, le agradezco su presencia entiendo que su tiempo es muy valioso, pero debemos hablar de su hijo.

—¿A echo el chico alguna travesura o...?

—¡No! Su hijo es un modelo de virtudes, incluso sus travesuras son realizadas con una delicadeza excepcional, nunca ofende a nadie, aunque sus ocurrencias hacen reír a toda la gente, en pocas palabras si yo tuviera un hijo me gustaría que fuera como el suyo. La semana pasada se las ingenió, para que cuando la profesora se sentara en la taza del váter, sonase la alarma del pasillo. Pero no es de eso de lo que quiero hablarle, se trata de su educación.

—Dejo en sus manos su educación por eso lo traje. Deseo que actúe según su conciencia (el padre de Benjamín era un hombre correcto y educado estrictamente).

—Precisamente por eso le he llamado. Su hijo necesita una educación que aquí no podemos garantizarle.

—Ya entiendo no está a la altura de este colegio.

—No, no es así todo lo contrario, precisamente le he llamado por que su hijo necesita más, nos quedamos cortos con él su coeficiente es muy superior al de los demás niños, su hijo tiene diez años y no solo está con los de doce, los supera.

—Estamos ante un caso auténticamente superior a lo que es natural y no sabemos donde tiene el fin, dispone de una memoria fotográfica, pero lo que más me impresiona es cuando empieza a dialogar sobre cualquier asunto, en muchas ocasiones nos deja sin poder rebatirle.

—Me deja perplejo, ¿qué puedo hacer, usted es el profesor? Yo...

—¿Ha pensado en mandarlo a Estados Unidos?

—No nunca pensé que tener un hijo pudiera convertirse en un problema.

—Y no lo es. Si está usted en disposición de asumir los gastos que pueda representar seguir sus estudios en Estados unidos. Aunque no pagaría los gastos en su totalidad.

—Explíquese por favor.

—He mandado un informe a la universidad para niños como el suyo y lo han aceptado. Estaría interno en el colegio. El centro correría con los gastos de alojamiento y de manutención. El transporte y los extras como ropa y demás necesidades, serian por su cuenta. Solo ofrecen educación, cama y comida.

—Eso no sería un problema— contestó el padre

—Deberá aprender inglés en los meses de verano. Lo cual no creo que sea un problema para él.

—¿Y cuándo debo contestarle?

—Tiene tiempo hasta el fin de semana en que yo debo contestar. Pero tenga en cuenta que en esa universidad, no entra todo el mundo y es un honor que lo hayan admitido.

—El chico está practicando yudo, podrá seguir con el deporte. Es tan débil que debe aprender a defenderse.

—Si usted acepta tendrá cubiertas todas sus necesidades. No solo aprenderá yudo, posiblemente se desarrolle físicamente, mucho más de lo que usted cree.

—Es muy doloroso para mí separarme de mi hijo, ha sido mi apoyo desde que murió su madre, pero debo pensar en sus intereses y no en los míos. Creo que debo aceptar de lo contrario no estaría nunca en paz con mi conciencia. Lo dejo todo en sus manos, usted sabe mejor que yo lo que le interesa a Benjamín.


A los tres meses Benjamín acompañó a su hijo a los Estados Unidos y lo dejó en el colegio. Durante los años de estudios Benjamín solo venia a España en verano y como mucho unos diez días en navidad su vida se desarrollaba lejos de su país y de su padre.

A los veintitrés años publicó en una prestigiosa revista científica un artículo sobre, física cuántica y su desarrollo en el espacio tiempo y no fue el último, con veinticuatro años tenía carta blanca en la NASA, conoció a Severo Ochoa y al doctor Oro, españoles como él, entre muchas otras figuras de la física y la química.

Con el tiempo su cuerpo se había desarrollado era un joven de un metro ochenta y constitución fuerte, su cuerpo era pura fibra, corría todas las mañanas y era experto en artes marciales, aunque despreciaba la violencia, de la cual decía que “era producto de mentes subdesarrolladas” y que la defensa personal se debía usar para neutralizar el peligro de esas mentes. Nunca quiso competir pues según decía, la competición era el producto de la egolatría humana.


Así las cosas una mañana el director del colegio llamo a Benjamín a su despacho.

—Da usted su permiso.

—Adelante Benjamín , por favor siéntese.

Benjamín se sentó delante del director al que respetaba y admiraba casi como a un padre, pues él había sido su padre y confesor durante los últimos años un hombre al que obedecía y en el que confiaba ciegamente.

—Usted dirá.

—Como usted abra observado durante estos años aquí los alumnos entran y salen a su libre albedrío, no hay unas reglas fijas, mientras su mente progrese y sus actos sean los correctos.

—Si lo sé, pero no creo que me haya llamado para eso.

—Así es, he recibido una comunicación de su país. Su padre a fallecido y debe volver a su país.

Benjamín sintió que algo le quemaba en su interior, sus ojos empezaron a ponerse rojos y dolerle al tiempo que se llenaban de lagrimas, pero su cabeza quería impedirle llorar. No obstante soltó unas necesarias lagrimas mientras se reponía de la noticia y preguntaba.

— ¿Cuando ocurrió?

—El viernes noche, los teléfonos estaban cerrados esta mañana me ha llegado un telegrama, seguramente su padre ya abra sido enterrado cuando usted llegue.

Benjamín se levantó de la silla. A su cabeza le costaba asimilar la noticia, a los pocos segundos levantó la cara y miró al director intentando dar muestras de serenidad.

—Siendo así intuyo que... ¿cuándo debo partir?

—Cuanto antes, pues aunque ya no podrá ver a su padre, si debe poner en orden su hacienda y posiblemente su nueva vida. Siendo como es usted el único heredero. Deberá quedarse una larga temporada en su país.

—No, mi vida está aquí en Estados Unidos, me esperan en la NASA y como usted sabe estoy dirigiendo varios proyectos no puedo dejarlo todo y…

—Mire Benjamín cuando usted entró en el centro, al igual que muchos de los alumnos que aquí cursan sus estudios. De todos ellos si alguna cosa tengo en mente y sé a ciencia cierta, es que tarde o temprano, cada persona debe retomar su vida y elegir su destino.

—Pero mi destino es este, aquí soy feliz y tengo una vida.

No lo puedes saber si no experimentas en otros lugares y conoces otras gentes y otras formas de pensar o de vivir.

—¿Qué pasará, con todos los proyectos que tengo entre manos?

—No es usted el único en el mundo capaz de llevarlos a cabo.

—Perdone si he pecado de inmodestia.

—¡No! no se disculpe.

— Quiero ir a mi país me gustaría ver a mi padre, al que ya no podré ver, pero también quiero seguir aquí ¿Qué debo hacer?

—Yo solo puedo decirle lo que yo aria en su lugar. En primer lugar me aria cargo de mis intereses económicos, y después con unas cartas que tengo preparadas homologaría mis estudios en España aunque para ello tuviera que pasar un examen, “el cual sería muy fácil para usted”. Después intentaría conocer el país y sus costumbres para más tarde, comprobar las posibilidades de trabajo. Seguramente cuando vuelva a sus raíces, estas le cautiven y comience una nueva vida.

—Perdóneme pero no lo creo, mi vida está aquí, aunque seguiré sus instrucciones al pie de la letra.

—Aquí tiene el telegrama que me han mandado y aquí las credenciales que debe presentar a los directores de las universidades que le he elegido, en Madrid y la politécnica de Valencia. La elección ha sido fácil pues usted tiene posesiones en ambas capitales.

—Si las conozco de mis vacaciones.

—Recuerde no quiero verlo antes de dos años.

—Como siempre le obedeceré, aunque no creo que tarde tanto en volver.

El director se levantó y se dirigió a Benjamín, este fue a su encuentro y se fundieron en un fuerte abrazo, como dos grandes amigos que no saben el tiempo que tardaran en volver a verse.

Benjamín hizo el equipaje y se despidió de todas sus amistades; al día siguiente salía en dirección de su nueva vida.

Mientras iba en el avión sus pensamientos vagaban entre sus recuerdos. La figura de su padre siempre dispuesto a ofrecerle su ayuda y apoyo. Los veranos en su finca de Requena donde disponían de unas bodegas de vino y unos viñedos, que su padre había heredado y con mucho trabajo había convertido en rentables, consiguiendo unas buenas añadas y un hueco entre los mejores vinos.

A los amigos de Madrid casi no los recordaba, muy vagamente quería memorizar sus caras. Los recuerdos se agolpaban en su mente, mientras forcejeando intentaba dejar de pensar, con su estancia en la universidad que acababa de dejar y que había sido su vida durante quince años. Las palabras del director sonaban una y otra vez en su cabeza.

Debe de retomar su vida y elegir su destino. No quiero verlo antes de dos años.

Poco a poco se durmió y cuando abrió los ojos estaban llegando a Madrid, siempre había ido su padre a recogerlo, seguramente no habría nadie en el aeropuerto esperándolo, cogería un taxi y...

Cuando salió con la maleta a la puerta, le pareció inmenso, nunca se había parado a observarlo. Hizo el ademán de llamar un taxi, cuando escuchó una voz, que decía ¡el señor Benjamín ! — se giró diciendo.

—Si yo soy.

—Me manda el señor José Bernat a recogerlo.

El bueno de Bernat, el hombre que más que sirviente, había sido el mejor amigo de su padre y el que había mandado el telegrama al director.

Subieron el equipaje y partieron en dirección de su domicilio en Madrid, en una calle que daba a la plaza Mayor de Madrid. A la casa le sobraban habitaciones según Benjamín y le faltaba tranquilidad. Pero aun siendo todo el edificio de su padre, a Benjamín le gustaba la buhardilla, donde podía disponer de más tranquilidad, y la cual su padre tenía reservada para cuando el venia de vacaciones, las otras seis viviendas estaban alquiladas, la gente que las alquilaba pagaba unos fuertes sumas por vivir en la zona y en pisos grandes. La planta baja se la repartían entre una joyería una zapatería y una tienda de modas.

Su padre solía pasar mucho más tiempo en Requena de donde era su madre y donde estaba su tumba, allí era feliz elaborando vino, todo el pueblo lo conocía y allí había sido enterrado junto a su mujer; nunca se había vuelto a casar.

En llegar a su casa madrileña Bernat les estaba esperando con signos de impaciencia.

Benjamín vio un hombre viejo, con las huellas que el paso del tiempo había dejado en sus cabellos y en su rostro, su cuerpo era encorvado. Nunca en vida de su padre se había percatado de tal cosa. Tal vez debido a que su padre llenaba su vida cuando venía a España.

El director le dijo que visitara su país, no hacía falta su padre se había encargado cada verano, de llevarlo por una región diferente y conocía todos los rincones del país.


—Señor bien venido a casa, ¿ha tenido buen viaje?

—Si José ¿y usted como se encuentra?

—Muy bien dentro de lo que cabe, nos hacemos viejos señor, queramos o no. Pero subamos ya tendremos tiempo de hablar.

Cogieron las maletas y se dirigieron al ático. Allí Bernat le presentó a su sobrino Francisco Bernat, el hombre que lo había recogido y trasladado con el coche desde el aeropuerto.

Francisco había terminado los estudios de administrativo y no tenía trabajo. En realidad lo que quería su tío era que ocupase su lugar, dentro de lo que podríamos decir la familia, convirtiéndose en el hombre de confianza de Benjamín, pues daba por hecho que el señor (como le llamaba) pasaría mucho tiempo fuera, incluso fuera del país.

Josep Bernat se sentía viejo y cansado, había sido la sombra, el amigo, el confidente, su vida había girado entorno del señor Benjamín y no había querido otro tipo de vida y así había sido feliz hasta la muerte de su amigo.

En los días sucesivos Benjamín tenía mucho trabajo, como le dijo el director. Primero fue al notario y puso en orden su hacienda después al banco, donde comprobó que su padre le había dejado una pequeña fortuna y por último, visitó la bodega de Requena, acompañado por José Bernat y el sobrino.

Los últimos días de su vida su padre, había vivido en una habitación, junto a su despacho en la bodega, la cual disponía de otra pequeña habitación, donde solía dormir Bernat, una pequeña cocina y un comedor para los trabajadores. La vieja casa estaba a unos cien metros un poco más elevada sobre un montículo. Hacía tiempo que nadie la habitaba y según Bernat tenía goteras. Después de informarse de todos los pormenores de la bodega, desde la puerta de esta se quedó observando la vieja casa.

—Bernat dime como está la vieja casa se puede vivir en ella.

—Señor la casa está para el derribo, llena de goteras y las vigas están carcomidas, hay peligro de derrumbe.

—Recuerdo que había un gran sótano, con unos pasadizos como unas cuevas, también recuerdo unas grandes tinajas, con vino y aceite.

—El señor tiene buena memoria. Todo sigue igual, pero más viejo.

—Bernat, el señor murió, yo me llamo Benjamín o Benja para los amigos y quiero que los viejos amigos de mi padre sean mis amigos y no mis sirvientes, pues aunque me sirvan los prefiero como amigos. ¿Lo entiendes? Prefiero que me trates como a un hijo.

—Me costará señor, pero lo intentaré.

—Otra cosa ¿dónde te gustaría vivir? En Madrid o aquí.

—Aquí tengo más recuerdos, pero no tengo casa, siempre he vivido con su padre. Nunca me he planteado que un día...

A Bernat se le llenaron los ojos de lágrimas y no pudo continuar los recuerdos de su amigo eran demasiado recientes.

—No te estoy pidiendo que te vayas, más bien que te quedes donde tú quieras, podrías quedarte en tus habitaciones y vivir como siempre lo has hecho ¡te jubilaré!

No hace falta me jubilé hace dos años, pero he seguido junto a su padre.

—Bien a partir de ahora quiero que vivas como tu desees y que hagas aquello que te plazca, quiero que seas feliz, si necesitas dinero solo tienes que cogerlo, sé que tienes firma en el banco me lo ha dicho el director, pero no te la he retirado. Ahora quiero ver la vieja casa antes que llegue la noche. Mañana quisiera hablar con su sobrino.

—No vaya a la casa se puede caer.

—Si no se ha caído en tanto tiempo no se va a caer ahora. ¿Donde está la llave?

—Es un manojo que está en la pared del despacho donde todas, ahora se la traigo.

—No yo las cogeré, descanse.

Benjamín cogió las llaves y se dirigió a la casa. Al llegar a la puerta un escalofrío recorrió su espalda los recuerdos acudían en su mente, recordaba pasajes de su niñez junto a sus padres, se imaginativa a su padre sentado en la mecedora del porche las noches de verano, la sombra de la casa se alargaba mientras anochecía. Abrió la puerta y pasó al interior la luz eléctrica todavía funcionaba, el suelo chirriaba bajo sus pies justo en el lugar donde estaba el sótano, no se arriesgó a subir al piso superior. Como decía Bernat se veían las goteras, bajó al sótano y observó que no era tan grande como lo recordaba de pequeño; decidió que mejor vería los planos y decidiría que hacer con la casa. Al día siguiente debería hablar con Francisco y saber cuáles eran sus intenciones. No se podía contar con su tío y el necesitaba una persona de confianza, pues su mente estaba más en Estados Unidos que en su hacienda.

Durante la noche decidió que la casa seria su hogar y lugar de trabajo cuando estuviera en España, la derribaría y haría un gran sótano como un bumerán con salidas por algunos de los corredores o cavas, tal vez sacaría unos tubos de ventilación al cercano barranco como entradas o salidas de aire.

Las ideas las soñó durante toda la noche y al despertar las tenía asimiladas. Se levantó, dirigiéndose a la cocina donde encontró a Bernat, calentando leche.

Benjamín le dijo que no llevara el desayuno a la habitación, que desayunarían juntos en la cocina; después le dijo.

—¿Cuándo podría hablar con su sobrino?

—Cuando usted quiera, está lavando el automóvil.

—Si no me equivoco ya lo ha elegido usted como su sustituto, ¿o me equivoco?

—Si no le parece bien lo mando a su casa.

—No Bernat si usted lo ha elegido tendrá sus razones, si mi padre confiaba ciegamente en usted, yo no soy quien para dudar. Quisiera hablar con él antes de comer, que venga sobre la una ahora tengo trabajo que hacer.

Benjamín se encerró en el despacho de su padre. A la una en punto llamó Francisco a la puerta.

—Adelante.

Benjamín estaba sentado en la mesa de su padre con varios folios de papel sobre la mesa.

—Francisco por favor siéntese. Francisco se sentó frente a él.

—Usted dirá.

—En primer término me gusta dejar las cosas claras. Si su tío lo ha elegido como su sustituto. Quiero saber por qué; qué opina de mí y si sería capaz de serme fiel como lo fue su tío con mi padre. Debo advertirle que no quiero un sirviente, sino un amigo. Alguien en quien confiar ciegamente y que me cubra las espaldas cuando yo no esté. Eso quiere decir hasta la muerte.

—Mire señor, yo podré ser de todo menos infiel y desagradecido. Mis estudios se limitan a administrativo, mi padre fue quien me crío, ya que mi madre nos abandonó cuando yo tenía tres años, mi padre era albañil y yo limpiaba la casa y cocinaba. Cuando tenía quince años, mi padre encontró una señora con la que yo no podía convivir. Iba de pueblo en pueblo a los toros, me hice maletilla y me dediqué por completo a los toros, conseguí debutar, con la ayuda de mi tío y de su padre, no sé lo que es el miedo y eso hizo que tuviera una fuerte cogida que truncó mi carrera. Después de más de un año y cinco operaciones de reconstrucción puedo llevar una vida normal. Aunque no puedo casarme pues no sirvo como marido; es el precio que he tenido que pagar por mi afición a los toros. Después terminé mis estudios y su padre me cogió como chófer.

—Dígame ¿porque he de fiarme de usted?

—Señor Benjamín. Lo que puede llegar a hacer una persona ni usted ni yo lo sabemos, lo que yo le pueda decir no creo que sirva de mucho. Solo el tiempo puede decir si merezco o no su confianza.

—Se da usted cuenta de lo que le estoy pidiendo.

—Si señor y creo que soy la persona idónea para ocupar el puesto.

—Yo también lo creo, y si tenía alguna duda usted me la ha disipado. A partir de ahora no quiero señoritos, llámame Benjamín o Benja como quieras.

—Ahora vamos a lo que nos interesa. A partir de ahora te tienes que hacer cargo de todo, como si fuera tuyo, pídele ayuda a tu tío y que él te pondrá al corriente de todo.

—Respecto a la antigua casa, deberás encargarte de ella que la derriben y la construyan igual que estaba. Pero antes tendrán que hacer la cimentación sobre estos planos que tengo sobre la mesa. Hay que hacer una entrada por uno de los túneles por la que pueda entra un vehículo y aparcar en el sótano, cuanto más alejado y más disimulada la entrada mejor. Así podremos entrar con un tractor y transportar vinos, aceite o utensilios de laboratorio.

—Cuando esté en España quiero utilizar el sótano como laboratorio, así que si sale algún inconveniente deberás actuar según tu consciencia. Respeta los túneles, prefiero hacerlos más grandes antes que eliminarlos.

—Cuando quieras puedes empezar tu tío tiene firma en el banco, pídele todo lo que necesites. ¡A! mañana necesitaré el coche para ir a Valencia.


Los días siguientes Benjamín se dedicó a homologar sus estudios en el país, entregando las cartas que le había dado el director y pasando unos exámenes más como obligación que como necesidad; después de dos mese se examinó como todos los alumnos en Valencia y a la semana siguiente se examinó en Madrid, en ambas universidades quedaron perplejos de sus conocimientos, muy superiores a los de los mejores profesores.

La casualidad, quiso que estando hablando con el profesor de química en Madrid, entrase en el despacho una joven con un enorme desparpajo. Llamó a la puerta que estaba abierta y se coló dando un beso en la mejilla al profesor.

—Perdón ¿molesto?

—No hija no molestas, quiero presentarte al profesor Benjamín, que ha cursado sus estudios en Estados Unidos y colabora con la NASA.

—Mucho gusto señorita. Benjamín se inclinó ofreciéndole la mano.

—¡Ana señor! Papá te dejo con el americano, te dije que estaba cerca. Pues estoy más cerca de lo que puedes creer.

—Ten cuidado no te metas en líos.

—No lo aré descuida. Adiós señor americano. La joven salió como había entrado a toda velocidad.

—Dispense a mi hija señor Benjamín , es joven y su mente solo piensa en cosas raras, pese a estudiar antropología, también a estudiado por su cuenta lenguas muertas, que no sé muy bien para qué sirven y después... bueno no quiero calentarle la cabeza con sus fantasías. Cree que es algo así como un investigador de la humanidad y las ciencias ocultas.

—En alguna cosa creo que tiene razón hay muchas cosas ocultas por descubrir, esperando que la ciencia lo haga en un futuro.— Comentó Benjamín.

—Con hombres como usted no me cabe duda que las descubriremos. Si me acompaña voy a comer.

—¿En algún sitio en especial?

—No, al restaurante de la universidad.

— En ese caso le acompaño.

Mientras llenaban la bandeja en el autoservicio Benjamín divisó a Ana sola en una mesa, comiendo mientras ojeaba unos papeles.

—Mire profesor ahí está su hija.

—Bien sentémonos con ella.

—¿Hay sitio para otros dos?

—Hola papa ¿qué ocurre te has convertido en la niñera del americano?

—No soy americano, nací en Valencia y pasé mi niñez en Madrid. Cursé mis primeros estudios en el colegio Nimes.

—Nimes me suena ese no es el colegio de los superdotados.

—Yo no diría tanto más bien de los adelantados.


La conversación fue in crescendo, hasta casi no darse cuenta de que su padre se iba, no cabía duda que los jóvenes congeniaban. Salieron de la universidad charlando amigablemente. Ana se paró.

—Bueno señor americano tengo cosas que hacer.

—Cuando puedo volver a verla. Y por favor llámeme Benjamín.

—Pues Benja será difícil vernos mañana sábado salgo al monte para practicar alpinismo, tengo un proyecto para el cual me estoy entrenando.

—Y no podría acompañarla, no tengo nada que hacer.

—Ana se echó a reír. ¿Usted escalando?

—Si usted puede yo también.

—Está bien yo cogeré el equipo, ¿dónde quiere que lo recoja? a las cinco de la mañana y con ropa adecuada.

—En la Puerta del Sol.

Los jóvenes se despidieron. Benjamín pensaba en lo alegre y agradable que era Ana, no se daba cuenta que se estaba enamorando de ella al primer día de conocerla, durante la noche su silueta se reflejaba una y otra vez en su mente, su sonrisa le hechizaba había algo en ella que le impedía conciliar el sueño, apenas había dormido cuando sonó el despertador.

A las cinco en punto Ana recogió a Benja y se dirigieron al monte. Para Ana Benjamín no había pasado desapercibido, era completamente diferente a los chicos que conocía, con él podía hablar de cosas interesantes y además lo encontraba muy atractivo.

Pasaron el día escalando o como decía Ana entrenando. Después de cenar estuvieron un buen rato tumbados y mirando a las estrellas, antes de entrar en la tienda de campaña.

La aventura terminó, viviendo los dos en el pequeño piso de Ana, a las afueras de Madrid.

En quince días se habían enamorado como dos colegiales y habían decidido casarse cuando Ana volviera del viaje que pensaba emprender. Decidieron ir juntos a comprar los anillos de compromiso como símbolo de su amor antes de que ella partiera.

—Ana le dijo.— Conozco una tienda muy cerca de aquí, al menos los anillos nos unirán, serán nuestro símbolo secreto.

—Pues vamos a comprar nuestro símbolo. Los jóvenes salieron riendo en dirección a la joyería.

La dependiente les sacó una bandeja llena de anillos, iban en parejas. Ana eligió un par; cuando estaban probándose los anillos, entró un hombre con un pañuelo sobre la boca y una pistola en la mano diciendo.

—No se muevan pongan las manos sobre la nuca y usted ponga las joyas en esta bolsa.

La dependienta pulsó un botón con el pie y una pantalla cayó sobre el mostrador impidiendo al atracador poder pasar al interior, la alarma empezó a sonar. El atracador cogió los anillos que estaban sobre el mostrador mientras Ana le decía.

—¡Esos anillos son nuestros! Ana intentó cogerlos.

El atracador en un arranque de furia disparó la pistola, al tiempo que Benja le tiraba la tarjeta de crédito, que tenía en la mano a la cara, la cual hizo un corte en la nariz del atracador y lo distrajo lo suficiente para poder reducirlo, a continuación presionó sobre un punto de la sien y lo dejó sin conocimiento dando una patada a la pistola, al volverse se dio cuenta que Ana estaba en el suelo sobre un charco de sangre, la bala le había atravesado el corazón. Benja se abalanzó sobre ella, pero pronto comprobó que la había perdido para siempre. Con el cuerpo de Ana en sus brazos lloró como un niño pero de nada sirvieron solo sujetaba un cuerpo sin vida.

Durante los días siguientes se encerró en casa de Ana, con la vista perdida en la lejanía, no la podía apartar de su mente, una y otra vez maldecía su suerte y al atracador. En poco tiempo había perdido a dos personas queridas. No podía entender como había pasado de ser inmensamente feliz, a sentirse el hombre más desdichado del mundo.

La sonrisa de Ana se repetía una y otra vez en su mente. Pero desgraciadamente su vida había cambiado.

2. El camino de la verdad

Benjamín miró la estantería donde tenía los libros y las anotaciones Ana, si no podía devolverle la vida, tal vez podría saber que se proponía entrenándose y tal vez cumplir su sueño.

En las estanterías había infinidad de libros de todo tipo, pero en un espacio detrás de la mesa todos eran... Si los había encontrado, eran los libros que según su padre estaba leyendo Ana, libros sobre, sectas secretas, la inquisición, la Biblia, el Mahabarata, ocultismo, esoterismo, religiones ocultas, antiguas civilizaciones, Egipto, Mesopotamia, Mu...

No tenia duda que Ana buscaba alguna cosa y estaba decidido a encontrarla. Miró sobre la mesa, en una esquina había varios folios sobre una bandeja.

Los ojeó sin mucho interés, volvió sus ojos sobre un libro titulado sectas secretas y claves ocultas ¿estaría en este libro la respuesta a los pensamientos de Ana?..

Los estudios en su universidad iban directamente al grano y desechaban todo aquello que no se pudiera demostrar científicamente. Poco o nada hablaban de los alquimistas solo de pasada había leído algo sobre ellos, cuando en realidad ¿qué es la química? Si no una derivación de la alquimia de la que recibe el nombre.

Benjamín se hundió en un mundo desconocido para del que solo tenía una vaga información y siempre había tenido como algo irreal o fantasioso.

En poco tiempo se había leído cinco libros de la estantería y seguía devorando libros. El no creía en magias ni en fantasías irreales, sus estudios no le dejaban lugar para la duda, todo debería tener una respuesta o una teoría demostrable.

El concepto que el tenia de Ana no daba lugar a las fantasías, debería haber encontrado algo que le llamase poderosamente la atención, decidió mirar los cajones del escritorio no los había mirado por respeto.

El cajón superior de la izquierda estaba cerrado, miró el resto, el tercer cajón de la derecha era el más grande. Al abrirlo se dio cuenta que Ana lo utilizaba como papelera, solo habían folios arrugados o rotos miró el resto de los cajones, en el superior de la derecha tenia folletos de viajes a países sudamericanos. El segundo cajón folletos de Rusia y países exóticos cómo Nepal. Miró el resto de los cajones, uno era el cajón de sastre y en el segundo de la izquierda tenía todos los utensilios de un despacho, tinta, bolígrafos, grapadoras, perforadoras, etc.

Solo quedaba el cajón cerrado ¿donde habría dejado las llaves? Echó un vistazo alrededor de la habitación. En una esquina de la estantería había un pequeño jarrón, pensó ¿y si...? Benjamín se levantó cogiendo el jarrón, al darle la vuelta le cayeron las llaves sobre la mano.

Eureka las había encontrado, con curiosidad abrió el cajón. Lo primero que encontró fue un folio con un corazón donde decía, no sé cómo pero me he enamorado, Benjamín no pudo evitar que las lágrimas humedecieran sus ojos.

Una vez repuesto siguió observando, habían varios planos realizados a mano y unas fotos sacadas de algunas revistas, también informes de montañismo, de pronto le llamó la atención un bloc tamaño cuartilla, donde habían anotaciones de todos los folios que había sobre la mesa y en el cajón. Posiblemente allí estaba la clave.

Decidió observar desde la primera hoja, en ella solo estaba el dibujo de unos montes y en la parte superior unas letras donde se podía leer ¡La Paz! Benjamín pensó, que se refería a la paz encontrada en las cimas de los montes. Pasó pagina, pronto se dio cuenta que estaba equivocado, se refería a La Paz capital de Bolivia. Lo que estaba proyectando Ana era un viaje a Bolivia, y alguna de sus cumbres.

Estaba claro que eran cuatro picos, siguió pasando hojas y fue informándose de todo el viaje hasta llegar a la base de los montes Illimani. Allí es donde se quería dirigir Ana, después tenía un plano con varias explicaciones. Sorpresa Ana no se dirigía a conquistar una cumbre, eso daba a entender que no buscaba hacer alpinismo, solo se estaba entrenando por si lo necesitaba en alguna ocasión.

La ultima hoja era un gran interrogante, y en la base una pregunta.

¿Qué pasará si lo encuentro? El humor de Ana se hacía patente hasta el final.

Benjamín se volvió a sentar mirando por la ventana, el día estaba gris y no invitaba a la alegría. Nuevamente le embargó la tristeza.

Al cabo de una media hora se levantó como impulsado por un resorte. Lo había decidido, si Ana no podía hacer el viaje lo haría él en su memoria, buscó rápidamente los folletos que habían sobre la mesa, en los cuales había anotada la dirección de una agencia de viajes, llamó por teléfono, interesándose por los pormenores del viaje y los documentos que debería aportar. A continuación llamó a Bernat, informándole de que salía de viaje y dándole instrucciones concretas, para que devolviera las llaves del piso al padre de Ana; más tarde pasó por la agencia y a la semana siguiente, con todo el equipo de Ana, un folleto y el bloc de esta como única indicación, salía en dirección a Bolivia vía Brasil donde haría escala.

Desde el avión se divisaba la selva amazónica, en todo su esplendor y también las calvas entre la vegetación producidas por el hombre, llegando a La Paz pudo divisar desde el avión, las cumbres nevadas de los montes a los que tenía que dirigirse. Al tomar tierra eran las siete de la tarde, llevaba anotados unos hoteles recomendados por la agencia. Aunque sin reserva. Se acercó a él un hombrecillo.

— ¡Taxi señor!

Quien le ofrecía taxi era un nativo de unos cuarenta y pocos años con un aire muy convincente, mientras hablaba cogía sus maletas. ¿Cómo negarse?

—Conoce usted el hotel internacional. (Era uno de los que llevaba anotados)

—Si ¿lo llevo?,

El taxista colocó el equipaje en el maletero. El taxi no lucía por su conservación, tenia golpes por todos los lados. El taxista se lanzó a una carrera frenética, esquivando a los vehículos que circulaban en todas direcciones. A los diez minutos paró frente el hotel. El hotel era de reciente construcción y tenía un aspecto imponente.

Benjamín se quedó pensando antes de salir del taxi, el hotel le parecía demasiado lujoso y su estado de ánimo no era precisamente..., necesitaba algo más familiar, preguntó al conductor, conoce usted algún sitio para pasar la noche donde se coma bien y se puedan dejar las maletas hasta mi regreso, solo voy a estar esta noche mañana quiero salir en dirección de Pinaya o Colonia.

—¿Es usted escalador?

—Algo así soy investigador.

—Y cuanto tiempo dice que va a estar allí.

—No lo he dicho, no sé todavía el tiempo que voy a estar.

—“Ya” lo que a usted le interesa es que le guarden las maletas el tiempo necesario. ¿Le importa mucho el lujo de la habitación?

—Más bien es lo que menos me interesa.

—Entonces Manuel tiene lo mejor para usted, arrancó nuevamente el coche y pasó cerca de una barriada, donde las casas parecía que trepaban por la ladera de un monte, daba la sensación de ser un enjambre de casas y callejuelas, casi al pie de ellas giraron y se dirigieron hacia las afueras, no tardó mucho en parar el coche.

—Baje usted y mire si le gusta. María, María te traigo un cliente.

Una señora ataviada con la ropa típica de Bolivia incluido un bombín, apareció por la puerta indicándole que la siguiera.

La habitación no era nada lujosa, pero al menos había limpieza, el baño era compartido pero suficiente para cubrir las necesidades y más teniendo en cuenta que no pensaba pasar más que una noche, se asomó a la ventana se veía casi toda La Paz, Manuel entro tras Benjamín con las maletas y el equipo.

—Mañana cuando usted se vaya vendrá mi hija y se llevará las maletas a mi casa, yo vivo siguiendo la calle justo donde termina el asfalto, allí le guardaré las maletas hasta que vuelva. Si quiere dar una vuelta por La paz mi hija le puede acompañar.

—¡Sí! quisiera dar una vuelta y estirar las piernas, pero tengo que informarme de cómo llegar a mi destino.

—No tiene problema mi hija le informará de todo lo que quiera, es una chica moderna y tiene estudios en diez minutos la tiene aquí.

Parecía que los planes los hacia el taxista, en fin Benjamín le pagó el doble de lo que le pidió por el servicio del taxi y el hombre salió por la puerta con una gran satisfacción.

Benjamín aprovechó para refrescarse y cambiarse de ropa, cuando bajó una joven lo estaba esperando, vestía unos pantalones vaqueros y una blusa con volantes, su aspecto era de lo más europeo – le preguntó.

—¿Es usted el señor español al que tengo de acompañar?

—Sí creo que soy yo ¿si es usted la hija de Manuel?

—Si así es, me llamo María para servirle y dígame que quiere ver.

—Mire quiero ver un buen restaurante, donde podamos comer bien y pasear por donde usted quiera, también quiero información sobre el transporte a Cohoni o Pinaya.

—Mejor Pinaya, a dos calles de aquí vive un amigo mío, que tiene un todo terreno él lo llevará, yo misma le avisaré, tardará alrededor de cuatro horas en llegar a Pinaya, a partir de allí, ay que ir a pie hasta el campamento base, pero mañana no podrá está la carretera cerrada por una avalancha y la están liberando, tendrá que ser pasado mañana, mi padre dice que es usted alpinista.

—¡No!, le dije a tu padre que soy investigador, ¿nos vamos?

—Como usted quiera; como habrá observado mi padre es un nativo auténtico del país, gente amable y acogedora, según mi abuela su estirpe es anterior a la venida de los españoles y no quería que se casase con mi madre para no mezclar la sangre; yo me parezco a mi madre que es española como usted, mis abuelos, vinieron huyendo en posguerra eran republicanos y llegaron aquí por casualidad desde Chile. Decían que esto era el paraíso, en realidad les gustaron los montes y el paisaje, vieron que podían ayudar a la gente y se quedaron. Yo estudio idiomas quiero dedicarme al turismo creo que este país está poco promocionado, nuestra infraestructura está obsoleta y necesitamos un poco de ayuda.

La conversación y la cena fue de lo más amena, verdaderamente la hija de Manuel estaba preparada para lo que se proponía, le dio todo tipo de información a Benjamín incluso le facilitó un mapa de la zona.

El día siguiente visitó La Paz en compañía de María, la cual se esforzaba por mostrarse amable y promocionar su país, visitaron la plaza de Murillo y la catedral. Le invitó a degustar los platos típicos cocinados por su madre y no solo comió sino que también cenó despidiéndose y dándoles las gracias por su amabilidad. Al día siguiente tenía que madrugar.


A las ocho de la mañana pasaba el todo terreno, con casi media hora de retraso, si el taxi de Manuel estaba mal el todo terreno parecía sacado de un desguace, los asientos eran de madera con una almohada encima, más tarde se enteró que era el más antiguo de los que hacían el viaje y que era un honor subir en el.

Las cuatro horas que le costó realizar el trayecto de ochenta kilómetros, parecía interminable solo el paisaje compensaba la incomodidad. Pero los pensamientos de Benjamín eran muy diversos, el recuerdo de Ana y lo incierto del viaje copaban su mente las preguntas se hacían patentes, ¿que buscaba Ana? ¿Lo encontraría? O perdería el tiempo y todo sería una simple excursión.

Llegaron a Pinaya en bajar del vehículo pudo divisar las cumbres de los montes, Illimani preguntando le indicaron el camino que debería seguir para llegar al campo base, al cabo de tres horas lo divisó, allí encontró una tienda de provisiones, aunque el ya venía preparado, no vendría mal comida fresca y algo para cenar.

El camino no era fácil pero que podía esperar, peor lo tendría al día siguiente. Llegó al campamento, nunca había pensado que estuviera tan concurrido, era la mejor época para escalar y se notaba en el ambiente, las cordadas se reunían alrededor del fuego los guías se ofrecían, era un ir y venir de gente. Él era el único que iba solo. Buscó un lugar tranquilo, descargó la mochila e instalo la pequeña tienda iglú, un hombrecillo de tez quemada por el sol se le acercó no mediría más de metro y medio.

—Buenas noches ¿necesita usted ayuda?

—¡No! puedo con el equipaje, pero si quiere ganarse cinco dólares necesito información.

—Usted dirá — el hombrecillo abrió los ojos, cinco dólares por hablar había tenido suerte en encontrar al extranjero.

Benjamín sacó el plano de Ana y el que le había dado la hija del taxista y los colocó en el suelo, el hombrecillo se acercó a Benjamín y los observó concienzudamente.

—Este camino no lleva a ninguna cumbre.

—No busco una cumbre.

—Entonces que hace aquí, todo el mundo viene a escalar, aunque muy pocos llegan a las cumbres.

—Soy investigador y busco ciudades ocultas, civilizaciones, ruinas, en fin todo aquello que me pueda interesar.

—A elegido usted mal ahí no hay nada, solo leyendas para evitar que la gente no vaya y se pierda entre las montañas.

—¿Qué dicen las leyendas?

—El guerrero Nicapa se aventuró por esa parte y nunca volvió, según dicen los gigantes se lo comieron.

—Gigantes como vería el hombrecillo a los hombres de un metro ochenta como Benjamín .

—¿Son muy grandes esos gigantes?

—Miden como dos hombres uno sobre otro.

—¿Alguien los ha visto?

—Es una leyenda se pasa de padres a hijos. Hay otra que dice que en alguna ocasión han visto luces extrañas. Se dice que los extraterrestres les sirven comida a los gigantes para que no se coman a los hombres.

—¿Usted cree esas leyendas?

—No pero algo puede haber, cuando lo dicen.

—Y su padre ¿vio algo alguna vez?

—Tampoco, pero qué más da si sirve para que la gente no se pierda.

—Conoce usted la zona.

—Sí, solo hasta aquí —y le indicó en el mapa un punto—.

—¿Me acompañaría?

—Le costará veinte dólares.

—Trato echo— contestó Benjamín —.

—Pues ahora déjeme que le marque en el mapa el dibujo de la libreta; por esta zona bordea un río y hay que cruzar por un puente colgante allí nos separaremos, yo volveré. Duerma que saldremos temprano al clarear el día.

Benjamín cenó ligeramente y se acostó. Aun no se había despertado cuando estaba el guía llamándolo. Recogió mientras el guía calentaba leche en una hoguera vecina.

Unas galletas y la leche; emprendieron el viaje, pasaron por zonas desérticas después la selva los envolvió y llegaron a un río no era un camino de rosas tenían que sortear enormes rocas, y zonas de una belleza nunca vista por Benjamín. Cenaron y se acostaron los diálogos entre el guía y Benjamín siempre terminaban con la pregunta.


—¿Pero dónde va? Y siempre la misma respuesta.

—En realidad no lo sé. El día siguiente después de un reconfortante desayuno emprendieron la marcha, casi terminaba el día cuando llegaron al puente colgante.

—Bien aquí acampamos usted seguirá mañana y yo me iré.

—¿No quiere acompañarme?

—No señor yo tengo miedo a los puentes no a los gigantes, además nunca lo he cruzado no sé que hay más allá. Mi trabajo es subir a las cumbres.

—¿Cuantos días tardaré en llegar al final del plano?

—Tres, cuatro días, depende de los ríos y el camino.

Cenaron y se acostaron, al día siguiente estaría solo.

Cuando despertó el guía ya se había ido. Recogió y se decidió a cruzar.

Observó, el puente tenía dos cuerdas debajo para poner los pies y una a cada lado para cogerse, Benjamín solo pedía que aguantaran las cuerdas, no sabía cuánto tiempo llevarían allí. Hizo la primera prueba poniendo un pie, intentando descargar su peso fuertemente, las cuerdas aguantaron y decidió pasar se movía y se balanceaba, bajo él habían veinte metros de caída libre, el agua debería estar muy helada, pero lo peor es que circulaba entre grandes rocas no era un hombre miedoso, pero entendió porque el guía no lo quería cruzar.

Por fin consiguió llegar al otro lado, sano y salvo y sin embargo deseaba que el puente aguantara hasta su regreso. Se sentó comió unas galletas y prosiguió el camino a lo desconocido. Cada vez era peor la vegetación el río no dejaban avanzar y según el guía y el plano de Ana iban junto al río solo tenía una señal en la que debería abandonar el río y comenzar a ascender marcada por una pequeña catarata donde debería volver a cruzar al otro lado. A partir de aquí no había más indicaciones debería guiarse por su instinto.

Pronto comprendió lo inestable del tiempo en aquellos lugares el viento empezó a azotarlo y no dejarle avanzar ya entrada la tarde llegó a la pequeña cascada estaba agotado buscó un refugio entre las rocas y la vegetación y se dispuso a pasar la noche, al día siguiente ya tendría tiempo de pensar en la solución.

Cuando despertó lucía un sol espléndido, los rayos se reflejaban sobre la nieve de las montañas iluminando todo el cauce del río con una luz indirecta, enormes moles de roca y vegetación se alzaban a cada lado del río.

Benjamín después de reponer fuerzas debería sortear su primer obstáculo, la cascada, no había ningún puente por los alrededores solo unos salientes de roca, sobre las bravas aguas del río. Buscando por los alrededores halló un tronco de unos veinte centímetros de diámetro, era lo que necesitaba. Con el piolet lo cortó y después le hizo los dos extremos planos, le ató una cuerda a un extremo y apoyando el tronco vertical en el pie, lo fue dejándolo caer con la cuerda a la siguiente roca, ahora debería cruzar sobre el tronco, al hacerle los extremos planos, el tronco no se movía y pudo cruzar con precaución. Repitió la operación varias veces, hasta que consiguió cruzar el río. Ya al otro lado siguió entre las rocas lo que parecía una estrecha senda, a las dos horas el lecho se expandía y lo que parecía una senda empezaba un ascenso, cuanto más subía más se estrechaba, parecía que caminaba por una cornisa sobre el río al que ya no veía.

La cornisa se ensanchó formando un pequeño espacio de descanso tenía hambre y decidió que era el mejor sitio para descansar y comer. Sacó la comida de la mochila y el cuchillo que llevaba a la cintura, comió un poco de carne seca y pan después unas galletas, de las cuales llevaba una buena provisión, dejó la cantimplora apoyada sobre la pared de la montaña y escondió la carne en la mochila, al soltar la mochila esta resbaló precipitándose al vació. Benjamín se quedó perplejo, pero rápidamente reaccionó, e hizo recuento de utensilios y comida. Los documentos los llevaba en el bolsillo del pantalón, le quedaba el cuchillo, la cafetera que arrojó pues no tenia café, la cantimplora y las galletas, en la caja de galletas iban cuatro paquetes de doscientos cincuenta gramos. Debería administrar el kilo de galletas en los próximos días, al levantarse se alegró de haberse puesto como almohada en sus posaderas el saco de dormir, confeccionó un hatillo como pudo y siguió su camino la senda se volvió a estrechar y la nieve hizo acto de presencia cada vez era más difícil avanzar la niebla le envolvía. Prácticamente no podía avanzar decidió volver a un recodo que había dejado un poco antes, allí podría meterse en el saco y esperar a que el amanecer le indicase el camino.


La mañana siguiente amaneció con la niebla apenas se podía ver a dos o tres metros de distancia. Benjamín decidió que ya que no tenia brújula (se había ido con la mochila) y no se podía guiar por el sol solo podía seguir por la cornisa sin saber donde le llevaba ni poder ver lo que había alrededor. Sus pasos se encaminaron de nuevo por la cornisa, pasó por sitios donde entendió, porque Ana se entrenaba en la escalada de pronto se ensanchó y Benjamín tubo un poco de descanso, la tarde se le echaba encima y la luz cada vez era menor, una ventisca se unió a las calamidades.

Lo que parecía un camino se interrumpió de pronto, no tenía suficiente luz para observar donde estaba, no podía ver a más de un metro de distancia, decidió apoyarse en la roca de la pared y casi se cayó su brazo había penetrado en la roca. Quedó perplejo mirando la pared de roca, tocó de nuevo la pared y su mano se introdujo nuevamente en la roca, no tenia explicación científica; para la curiosidad de un investigador la pared parecía de gelatina. Siguió introduciendo su cuerpo a trabes de la roca, al introducir la cabeza vio en penumbra una gran gruta, siguió penetrando y se encontró en medio de una sala, rodeado de paredes de roca por todas partes, cada vez parecía que había más luz, sus ojos parecían acostumbrarse a aquella luz blanco azulada que emanaba de las paredes. Se giró en busca de la puerta. ¡No! Había puerta se confundía con el resto, decidió hacer una cruz en el suelo por donde creía haber entrado; estaba extenuado y decidió que debería descansar después de comer unas galletas se metió en el saco y se durmió.

3. Contacto

Se despertó con una sensación de paz y tranquilidad como nunca había tenido, su cuerpo estaba completamente relajado, se flotó los ojos e inspeccionó con una mirada la gruta, se acercó a donde creía haber hecho la señal en el suelo y esta no estaba la buscó por toda la gruta, intuyó que algo se movía a sus espaldas, se giró bruscamente había una abertura en la pared de roca ¿cómo no la había visto antes? Recogió el saco e hizo el hatillo.

Cruzó la abertura y se encontró con un pasadizo, avanzó por él y a medida que avanzaba el pasadizo se iluminaba, quedando a oscuras la parte que dejaba tras él.

Pese a sus estudios no encontraba explicación a tal fenómeno. El que tenia estudios de ingeniería, física cuántica, química, colaboraba en un sin fin de experimentos incluyendo la fusión fría y la anti materia. Estaba al corriente de todos los avances de la ciencia moderna; posiblemente en estos momentos, era uno de los hombres más preparados del planeta y sin embargo, no tenía explicación para lo que le estaba sucediendo.

El pasadizo terminó en una gran sala como la anterior con paredes de roca, se acercó al centro y la examinó, cuando miró por donde había entrado no encontró ninguna abertura, parecía una cámara completamente cerrada, el techo era como una gigantesca bóveda y el suelo parecía pulido.

¿Qué podía hacer? Cuando en la universidad, se le resistía un problema o tenía alguna duda, solía sentarse en la posición del loto y relajarse, olvidándose de todo aquello que le preocupaba, lo había aprendido de un compañero oriental con el que compartía su afición por la defensa personal.

El secreto era pensar en cosas bonitas y agradables. Benjamín se sentó, respiró hondo y comenzó a pensar, en cómo había llegado hasta allí. Pronto sus pensamientos desembocaron en Ana.

Ana era el motivo, el principio y podría ser el fin. Los apuntes de Ana le habían llevado hasta allí, había perdido la libreta pero conservaba algunos nombres que tenia escritos, sectas secretas, historias, libros que había leído sobre extraterrestres, los cuales desechó pues no habían pruebas científicas que lo corroboraran. La fantasía humana era extraordinaria y ahora se encontraba en una incógnita que no podía descifrar, luz fría, rocas que aparecen y desaparecen ¿de dónde sale la luz?

De pronto pareció detectar un cambio y abrió los ojos, una figura esbelta de algo más de dos metros estaba a unos cinco metros frente a él.

Benjamín se levantó sin mediar palabra y fijó sus ojos en ella. Era una mujer blanca de figura estilizada y de aparentemente unos treinta y cinco años, hermosa, el pelo rubio casi blanco y liso, le caía sobre los hombros. Su vestido blanco completamente recto y con mangas le llegaba a los pies y otra prenda negra abierta por delante y sin mangas la cubría.

Sobre el pecho como único adorno una espiral, entonces se dio cuenta que no tocaba el suelo, la extraña estaba flotando.

Benjamín no daba crédito a lo que estaba viendo, una voz lo sacó de sus pensamientos.

—Sé lo que está pensando, no todo es lo que parece, ni la ciencia de ustedes tiene explicación para todo.

—¿Cómo hablaba esa señora sin mover los labios?

Escuchó. Por telepatía leo lo que quiere decirme –dijo la extraña sin mover los labios—

—¿Telepatía? —Pensó Benjamín —

Benjamín intentó mover los labios. La extraña como leyendo su pensamiento le dijo.

—Solo tiene que proyectar su pensamiento hacia su frente y yo le escucharé si los proyecta hacia atrás no los podré escuchar ni leer.

—¿Y cómo se hacía eso? Benjamín intentó pensar como en voz alta. ¿Dónde estoy? ¿Quién es usted?

—Muchas preguntas para responder, sin saber si es usted digno de ellas.

—¿Cómo pueden saberlo?

—Si tiene un corazón fuerte y un cerebro tenaz e inteligente y recuerde la paciencia es la clave del alquimista. Yo me voy detrás de usted tiene una puerta abierta puede irse cuando quiera.

Benjamín interpretó que la figura le abandonaba. Un momento tengo una necesidad de tres días puede decirme ¿dónde?...

La figura movió la mano derecha como indicando. Benjamín volvió la cabeza, junto a la abertura en la pared de salida, había otra abertura al pasar por la salida se dio cuenta que no había pasadizo y que daba a otra sala, pero después de lo que había visto ya no tenía importancia, se fue directo a cubrir sus necesidades, era un vergel de plantas trepando por las paredes, a su derecha unas conchas de roca, simulaban unas cascadas cayendo el agua de una a otra, en el suelo un agujero de unos treinta centímetros de diámetro. Estaba claro para que servía, al terminar la parte inferior de la cascada avanzó y Benjamín se lavó a continuación el agua se precipitó en el agujero y avanzó la parte superior, tenía como una arena e intuyó que debería lavarse las manos y enjuagarse con la concha superior. Aun no abría andado dos pasos ya había desaparecido el jardín. Volvió a asomar a la abertura y le pareció la primera estancia en la que había estado, el largo pasaje había desaparecido. Nuevamente se sentó en la posición del loto y se puso a pensar, en todo lo que le había ocurrido, llegando a la conclusión, que conociendo a Ana si esta hubiera llegado allí, con su temple posiblemente hubiera pasado la prueba. Se hizo la promesa (sin saber en qué consistía la prueba) de que se lo debía a Ana. El pasaría la prueba.


Las horas pasaban lentamente, pasó el primer día Y pasó el segundo día, la posición del loto ya no era cómoda tenía que levantarse y caminar alrededor de la gruta, pasó el tercer día, quedaban pocas galletas, el agua se terminó buscó el hueco por donde acceder al jardín sin encontrarlo. Paso el cuarto día, se acabaron las galletas, el quinto día necesitaba beber agua desesperadamente y su cuerpo nuevamente necesitaba el jardín con urgencia.

Una idea cruzó como un rayo su mente, tal vez si se concentrase podría abrir las rocas se sentó en la posición del loto e intentó centrar sus pensamientos, al cabo de unos diez minutos lo consiguió, las rocas se abrieron mostrando el Jardín y Benjamín pudo realizar sus necesidades, pero esta vez llenó la cantimplora de agua. Había dado el primer paso.

Se sentó de nuevo en el suelo y esperó, pasó el sexto día.

Al séptimo su estómago protestaba sus tripas estaban vacías, ¿cuándo superaría la prueba? ¿Se habrían olvidado del? ¿Dónde estaba la señora? Tal vez lo había soñado todo.

Por un momento parecía que su mente desesperaba. Entonces pensó; tal vez no se haya ido nunca y esté aquí observándome.

Benjamín se concentró, intentando llevar la imagen de la señora al frente de su mente, al poco tiempo lo consiguió y la imagen se apareció frente a él. Una sonrisa corrió por la faz de Benjamín . Al momento escuchó.

—Ha pasado usted la prueba de la primera gruta.

—¿De la primera gruta? — recapacitó — ¿Cuantas me quedan?

—Podríamos decir que el resto de las pruebas no son físicas o sí depende de cómo usted las valore.

Benjamín dio un suspiro de alivio ¿y la comida? No había hecho más que pensar en ella, cuando vio una grieta en la caverna que pasaba a otra habitación, sobre una mesa de roca parecida a un diábolo, había una cesta con todo tipo de frutas. No tardó en satisfacer su apetito, después buscó nuevamente a la señora que le observaba.

— Señor Benjamín ha sido usted admitido, ahora deberemos saber cuántas grutas puede usted avanzar, en realidad no queríamos contactar con usted hasta dentro de unos cinco años, sabemos que ha venido por la muerte de Ana.

—¿Acaso Ana era una de ustedes?

—No pero había sido invitada para ensanchar sus conocimientos. Llevaba una gran progresión en su campo y le dimos información “velada”, si era capaz de llegar hasta aquí merecería nuestra ayuda.

—¿También ella hubiera tenido que pasar la prueba?

—NO, ella era invitada, eso quiere decir que nunca hubiera sabido que había estado aquí, no hubiera recordado nada de nuestro mundo. Solo hubiera aprendido de nosotros.

—¿Es lo que me ocurrirá a mí?

—Depende de usted, pero una cosa es segura, no debe tener miedo, no matamos a nadie, ni somos malhechores, simplemente usted vuelve a su casa y no nos recuerda. Ahora creo que será mejor contestar a todas sus preguntas antes de pasar a la gran sala, de lo contrario su mente no estará en orden para el gran intercambio.

¿El gran intercambio? –Pensó Benjamín —.

—Si tenga en cuenta que sabemos quién es usted y nosotros también hemos de aprender. Pero eso será después y solamente si usted acepta.

—Pero ustedes me leen el pensamiento.

—Solo si usted quiere, excepto si está durmiendo en ese caso podemos introducirnos en su mente. Lo primero será informarle de quiénes somos y de dónde venimos. Para poder comprender el final ay que empezar por el principio.

—No sé todo lo que habrá leído, pero poco a poco iré informándole de todo aquello que sea real y de todo lo irreal. Comprenderá que hay mucha fabula en los libros.

La señora se sentó en la posición del loto frente a Benjamín y empezó a hablar sin mover los labios.

Utilizaré el calendario cristiano para que usted entienda.

—En un principio circuló una leyenda según la cual, Plutón circulaba por una órbita irregular entre Marte y Júpiter. Chocó con un gran aerolito y ambos salieron de su órbita, quedando atrapados al final del sistema solar como dos pequeños planetas, el aerolito aumentó su tamaño y Plutón perdió parte de su masa. Una parte de Plutón cayó a la tierra, Plutón era un planeta de agua y sus habitantes eran de una civilización muy avanzada. Ellos eran los hijos de Han llamados Annunakis. Según las leyendas eran dioses confinados al mundo subterráneo, la leyenda procede de Sumeria cuatro mil años antes de Cristo. Como usted podrá entender solo es una leyenda sin ningún fundamento, ni lógico ni científico, que solo puede caber en las mentes de quienes no saben cómo explicar según qué cosas, por ejemplo que puedan haber personas tan diferentes a ellos. Y nosotros éramos muy diferentes a ellos, nuestros vestidos nos hacían ser si cabe, más diferentes.

El hecho es que pertenezco al pueblo de los Nefilin. Mi pueblo y mi civilización es la más antigua del planeta, procedemos de Asia menor a orillas del Mediterráneo, donde hoy se encuentra El Líbano; nuestro gobierno central desde el principio de las civilizaciones, tubo que esconderse de las nuevas civilizaciones que iban emergiendo. Llámense egipcias o sumerias, o de aquellos pueblos que empezaban a unirse de alguna manera, para formar lo que podríamos llamar clanes, o regiones mandadas por reyezuelos. La historia antigua está muy equivocada en varios aspectos. Pero volvamos a mi pueblo.

Nuestro pueblo tiene una estatura media de dos metros veinte en los hombres, pudiendo llegar a dos metros cuarenta, en algunas ocasiones. Las mujeres somos más bajas en unos veinte centímetros de media,

Para los guerreros antiguos que median metro y medio, matar un gigante era un deporte o una manera de demostrar su hombría. Mientras que nuestro pueblo tenía prohibido guerrear o matar. Nuestras mujeres solo pueden tener un hijo y en contados casos dos, quedan estériles al dar a luz en la mayoría de los casos, solo en contadas ocasiones tenemos gemelos o más hijos, comprenderá porque nos hemos ocultado desde el principio del tiempo.

Como le he dicho los Nefilin estábamos a la altura de la edad media Europea (siglo XV) en cuanto a conocimientos; cuando a orillas del mediterráneo empezaban a aflorar las primeras civilizaciones, en Egipto y Mesopotamia. Nuestro consejo de sabios decidió, que era mejor darles cultura y que dejasen de guerrear, nuestros sabios convertidos en sacerdotes, tuvieron mucho que ver en la construcción de las dos civilizaciones más antiguas del Mediterráneo, respetando siempre sus peculiaridades tales como su escritura o su estructura. Pues los pueblos deben ser libres para elegir. Nosotros solo debemos ayudar. Si observa las leyendas de la antigüedad, hay muchos gigantes unas son ciertas y otras solo leyendas. Si mira los jeroglíficos entenderá por que unas imágenes son más grandes que otras excepto el faraón que siempre es el más grande. Lo mismo ocurre en Mesopotamia, nuestros sabios nunca han quitado protagonismo a sus sacerdotes, simplemente los han instruido, intentando llevarlos por el buen camino.

Le aré un pequeño repaso de las más antiguas civilizaciones, teniendo en cuenta cuando tuvieron una auténtica estructura de país, conocimiento del bronce y escritura. No crea que antes de la edad de hierro no había cultura, en realidad si el hombre no dispone de un producto la inteligencia humana lo sustituye o desarrolla otro.

En Mesopotamia podíamos decir que empezó seis mil quinientos años A. C.

Tres mil años A. C. ya conocían la medicina, sus principales ciudades fueron Summer, Ur, Ubaid y Acad pasando sus conocimientos al resto de Asia.

Los Acadios con base y capital en Uruk formaron un gran imperio. Dos mil quinientos años A. C.

Tras la unificación del alto y bajo Nilo, tres mil quinientos años A. C. se puede decir que dio comienzo la civilización Egipcia. (Aunque ya existía un poco dispersa alrededor del Nilo, tres mil años antes).

—Benjamín interrumpió. He oído en alguna parte, que la esfinge no fue hecha por los egipcios.

—Si es verdad fue hecha por los Nubios antes del diluvio. En ella tiene una prueba de lo que se puede hacer con hachas de piedra, los Nubios tuvieron una corta pero floreciente civilización que fue borrada por el diluvio. No obstante algo quedó en su subconsciente por eso los egipcios los utilizaban, como trabajadores en sus monumentos.

En el tres mil A. C en lo que hoy es la India y Pakistán, empezaban a aflorar varias civilizaciones dispersas y en el mil ochocientos A.C. Ya tenían una red de comercio entre sus ciudades.

China empezó a organizarse siete mil años A. C. aunque no podemos hablar de civilización antes del tres mil. A. C. La religión Budista precede a la llegada de Cristo en cuatrocientos años. Mil cuatrocientos años antes de Cristo, hizo su. Aparición Moisés, o Moses.

En Grecia la primera gran civilización apareció en Creta sobre el dos mil setecientos A. C. se puede decir que fue la primera gran civilización, europea.

El resto de las civilizaciones son muy posteriores y derivan de una u otra forma de ellas.

—Me ha dicho usted que mataban gigantes, o sea a su raza ¿tiene algo que ver David y Goliat?

—Si Goliat era hijo de Urcoco, un Nefilin que se enamoró de una filistea, que vivía en las montañas, eran pastores y agricultores. La madre se quedó con el niño con síndrome de Dow, el niño creció hasta dos metros treinta y cinco, trabajaba la tierra y ayudaba a su madre esta le inculcó, que pese a su fuerza no debía hacer daño a nadie. Los filisteos lo cogieron como mofa, se burlaban de él, hasta que lo vistieron de guerrero y lo enfrentaron a David. Goliat no se defendió y David después de darle con una piedra en la cabeza le clavó una lanza en el pecho, el resto ya lo sabe.

Como le he dicho, nosotros intervinimos en el desarrollo de las diferentes culturas, pero no siempre enseñamos, también aprendemos de ustedes, e intentamos que algunos de sus inventos, no lleguen a los gobiernos. Pues la ciencia en manos del poder solo va en una dirección “la guerra”, con la excusa de protegerse, imponen su dominio sobre los demás.

La experiencia nos enseñó, que no debíamos mezclarnos demasiado con el resto de los humanos, para que no nos utilizaran para el mal. Y desde entonces no nos dejamos ver, traemos los humanos a nuestras cuevas y les enseñamos lo que creemos que deben saber, algunos se quedan para siempre con nosotros y otros vuelven sin saber que han estado aquí, sea como sea seguimos ayudando a la humanidad y vigilando todos sus movimientos. En ocasiones los visitamos en sueños y les inculcamos ideas y en otras ocasiones nos personamos en sus domicilios. En estos casos no permitimos que se acuerden de nosotros, por precaución.

—Entiendo, respondió Benjamín con un tono de ambigüedad.

—Este es a groso modo el principio de nuestra raza y nuestra forma de actuar, somos vegetarianos y aprovechamos de los animales, todo aquello que nos dan sin matarlos, no adoramos a ningún Dios aunque tenemos libertad de creencias.

—Ahora contestaré a todas sus preguntas, pues como es natural debe de tener muchas.

Benjamín se quedó pensando un momento, ya que ella había comenzado por el principio él también lo aria.

— ¿Le parece bien que hable? Me expreso mejor que por telepatía.

—Como le sea más cómodo a usted.

—Gracias, mi primera pregunta va encaminada al principio del mundo ¿es como pensamos?

—Si no lo es, nosotros también estaríamos equivocados.

—¿Y la teoría de la evolución?

—Auténtica con alguna salvedad, la raza humana comenzó a separarse del tronco primate, cuando las vertebras que unen la cabeza al tronco evolucionaron, para poder mirar de frente estando erguidos; al poco tiempo fue, cuando el dedo gordo de los pies se empezó a cerrar sobre los otros permitiéndonos caminar erguidos. Los humanos que no los tenían unidos, se los ataban para poder caminar mejor y seguir a sus parientes, era mejor envolverlos en hojas y más tarde en pieles, poco a poco los pies fueron amoldándose a como hoy los conocemos. Si las personas que tienen juanetes, hubieran caminado descalzas desde su niñez, posiblemente tendrían el dedo pulgar del pie separado. Eso suele ser hereditario y demuestra que hay clanes o familias que no han terminado su evolución por completo, en alguna parte de su cuerpo. Pueden ser muy inteligentes y a la vez tener exceso de bello, o córneas prominentes. Señales de una evolución anterior, debería observar las extremidades y pies de los Cunas en Panamá o los enormes traseros de algunas tribus africanas. Entendería muchas cosas sobre la evolución de la raza humana y las mutaciones, que cada día se están produciendo en el útero materno, ya que las necesidades de las madres, las heredan los hijos; incluidos los virus que usted puede observar en el microscopio, cuando mutan suelen producir epidemias.

En fin sobre este tema estaríamos hablando durante demasiado tiempo, por los detalles, la cosa está bien como está. Ustedes tienen correctas el resto de las respuestas.

—¿Me puede decir algo de Panguea?

—Si es la mayor equivocación de sus congéneres, aunque tienen parte de razón, el que los perfiles de los continentes casi coincidan no quiere decir que estuvieran juntos. La superficie de la tierra se ha hundido y salido a flote muchas veces, como las burbujas del agua cuando hierve, las placas tectónicas son como la grasa que flota sobre el caldo, unas veces se juntan formando cordilleras y cambiando la climatología de las regiones, e incluso a veces cambiando el clima de todo un hemisferio y otras veces se separan. Pero es un movimiento más de subir y bajar que de desplazamiento, aunque como le he dicho también se desplazan. Basta con coger una lámina de papel y doblarla formando un semicírculo ocupa menos espacio sobre la mesa. Los extremos se comprimirán y el centro subiría, simularía las cordilleras, al presionar sobre la parte superior los extremos tienden a expandirse, presionando sobre los laterales. Similar a los desplazamientos de los continentes.

En el Atlántico se hundió un semicontinente del tamaño de la india,( el cual estaba cruzado por una falla) arrastrando el golfo de Méjico en dirección Europa y ensanchando el estrecho de Gibraltar por lo cual entró más agua al Mediterráneo hasta que cogió el nivel actual, anteriormente el agua que entraba era muy poca y la evaporación no dejaba que cogiera el nivel actual por completo, tenia épocas en que subía mucho o bajaba mucho, dependiendo de los ríos más que del estrecho que era como una cascada y que a su vez dependía de las mareas.

Después se hundió un continente más bien plano en el pacifico, (Lemuria) aunque más tarde volvió a ascender sin llegar a la superficie, algunos de sus picos todavía se pueden ver. Eso hizo que la india se precipitara sobre Asia formado la cordillera del Himalaya como usted sabe, por el otro extremo las tierras hundidas levantaron la cordillera de los Andes, cuyas tierras estaban bajo el agua y unieron las dos Américas el clima del planeta volvió a cambiar. Hay que tener en cuenta los volcanes como escape y regulación del fuego interior creando y destruyendo. El último gran cataclismo fue la caída de un cometa, en el golfo de Méjico, que ayudó a subir más los andes fue uno de los causantes de la desaparición de los dinosaurios, muchos de los pedazos en que se partió cayeron sobre América del norte Y el océano, desde entonces el continente americano se separa de Europa lentamente. El ultimo gran aerolito cayó en Rusia

Pero retomando su pregunta coja usted una peonza y póngale todo el peso en un lado y que este peso sobresalga de la superficie, después hágala bailar, así comprenderá que...

Si Panguea hubiera sido real, la tierra hubiera vagado por el espacio, si se fija en los cuerpos celestes todos buscan su uniformidad a mas uniformidad mas estabilidad. Uniformidad que la Tierra consigue con el agua de los océanos, sin ella parecería un cuerpo irregular, similar a una patata y su oscilación con el tiempo la sacaría de órbita.

Benjamín pensó por un momento que la señora podría tener razón.

—No lo dude, la tengo.

Se había olvidado que la señora podía leer los pensamientos, si estos eran claros. En los apuntes de Ana habían muchos nombre que el solo había leído de pasada.

—Son ustedes una secta como los Masones o los Rosa cruz.

—Está claro que tiene usted muchos estudios materiales, pero siempre ha desechado lo espiritual.

—Así es, usted me ha dicho que no creen en dios.

—Le he dicho que no tenemos dioses, somos libres pensadores ¿y usted cree en dios?

—De pequeño iba a misa con mi padre, llegué a tomar la comunión, pero en los Estados Unidos dejé de ir a la iglesia. En realidad nunca me lo he planteado, solo pensaba en estudiar e investigar, era un mundo apasionante y siempre quería saber más y encontrar explicaciones científicas a todo.

—¿Cómo cree usted que es dios?

Benjamín quedó un momento pensativo después contestó.

— Como le he dicho, nunca me lo he planteado, pero una cosa tengo clara, no me imagino un anciano con barba construyendo el universo. Tal vez ahora que estamos investigando, lo que podría ser la partícula que llamamos de Dios, en un acelerador de partículas, pueda encontrar la respuesta.

—¡Le llaman de Dios! casi sin darse cuenta, porque podría ser el principio del Universo. ¿Lo entiende ahora? Todas las culturas han buscado explicación a lo que no entendían y sí han creado los dioses.

—¿Ustedes en que creen?

— En la energía en evolución, creemos que la energía ni se crea ni se destruye, se transforma, y sobre esa base actuamos, cuanto más sepamos más energía tendremos en el momento de abandonar el cuerpo, la energía para ser positiva debe de ir unida a un buen comportamiento durante la vida, en nuestro caso podemos vivir hasta ciento cincuenta años, pasar de los cien es algo normal y estamos activos al menos hasta esa edad. Pero dejamos libre el pensamiento a todos los humanos.

La historia antigua no es mi fuerte, pero tengo muchas preguntas. Ha dicho usted que decidieron ayudar a la humanidad. Las personas podemos ser felices creyendo en una utopía ¿quien tiene derecho a quitar la felicidad a los demás?

Desde el principio de los tiempos los hombres, buscaron como explicar todo aquello que para ellos no tenia explicación lógica, como que el Sol y la Luna aparecieran y desaparecieran, que lloviera, que las plantas florecieran, etc. Decidieron que alguien o algo mandaba sobre la tierra y así surgieron los dioses, con un dios todo estaba explicado, incluso donde ir después de la muerte. Así se aseguraban una nueva vida (ya que nadie quiere morir y les horroriza la idea). I si alguna cosa les preocupaba Dios lo solucionaría, si no lo hacía es que estaba descontento con el sujeto o con la tribu, si alguna cosa no se entendía, es que Dios tenía sus secretos.

Incluso en nuestros días la iglesia católica, dispone del misterio de la Sagrada Trinidad, un poco o muy obsoleto en nuestros días.

¿Cómo ayudan ustedes a los humanos?

Recuerde que nosotros somos humanos como ustedes, de hecho en la prehistoria mi pueblo y el Watusi surgieron del mismo tronco, también los Atlantes y los Musís, estos eran más bajitos. Podríamos decir que fuimos las primeras civilizaciones. Los Watusi quedaron aislados y anclados en el pasado, los Atlantes desaparecieron, después que un volcán destruyera su isla, que estaba al suroeste de Portugal, sobre los picos de la herradura o cordillera de Gorringe. Lo que fue denominado Gettysburg y Ormonde como los picos más elevados, tubo en un tiempo el templo de los Atlantes, el cual fue barrido literalmente (no hay que confundir la ciudad de los Atlantes, con el continente hundido en medio del Atlántico, del cual volvieron a emerger las Azores). Se salvaron solo unos pocos, que huyeron en barcazas cuando explotaron varios volcanes en el Atlántico. Destruyeron las islas incluida la mayor donde estaba el templo. La corriente llevó los supervivientes cerca del estrecho y se quedaron a orillas del río Betis, fundaron la ciudad de Gad posteriormente Gadir o Cadiz. Frente a Huelva había una pequeña isla, (hoy desaparecida) donde ubicaron un nuevo templo de Poseidón con un pequeño puerto; subieron por el río fundando una nueva civilización. Había sacerdotes entre ellos, que intentaron construir una nueva Atlantis. Pocas mujeres se salvaron del cataclismo y con el tiempo se mezclaron con los lugareños y desaparecieron como civilización. Cuando explotó el volcán Santorini. La gran explosión seguida de varias explosiones en el Mediterráneo, provocó grandes tsunamis que aniquilaron la nueva ciudad cubriéndola de lodo los pocos que se salvaron se introdujeron en el interior de la península. Poco tiempo más tarde los Tartesos ocuparon su lugar al sur de la península. Civilizaciones como la de Creta, muy floreciente por entonces también desaparecieron. Más tarde supimos que de la primera explosión, una o varias embarcaciones con sacerdotes llegó a las costas de América, con muchas planchas metálicas de escritura, y las guardaron en las entrañas de la tierra según una leyenda que no sabemos de dónde surgió, como comprenderá no lo sabemos todo. Pero si sabemos que los Atlantes, representaban los actos con diferentes dibujos, los cuales tenían diferentes significados. Cada plancha con su dibujo contaba una historia.

En cuanto a los pueblos a orillas del Mediterráneo, muchos desaparecieron con los tsunami, pero hay constancia que tanto griegos como fenicios, comerciaron con los Tartesos por los minerales que extraían de la tierra. En el siglo seis A de C. ya sabían trabajar el hierro, cuyo desarrollo es muy reciente. Su tipo de espada La falcata era temida por los romanos, los cuales todavía usaban armas de bronce cuando entraron en la península. Un poco antes los Cananeos habían utilizado el hierro y posiblemente de ellos lo aprendieran los Tartesos o iberos, ya que ambos pueblos se fundieron en uno.

Los Nusis se instalaron a la sombra del Himalaya, en lo que es hoy el desierto de Gobi , estaban muy adelantados en química; investigaban como adquirir energía del agua, utilizando su poder expansivo; veintidós veces más poderoso que la gasolina; hubo una gran explosión y todo desapareció en realidad no sabemos si alguien sobrevivió, aunque se cree que algunos pudieron sobrevivir y distribuirse entre China y el Tíbet, una leyenda dice que algunos supervivientes emigraron a Finlandia y cruzando toda Rusia; el desierto ya estaba creciendo y siguió creciendo, pues la explosión destruyó una vasta extensión de tierra, no dejando piedra sobre piedra. Una enorme nube de vapor envolvió el hemisferio norte, al mismo tiempo y no sabemos si como consecuencia en todo el globo hubo nuevas erupciones volcánicas y grandes cataclismos, esto ocurrió hace ocho mil años aproximadamente. El sol dejó de brillar, la nieve y el agua se adueñaron del planeta las nubes tardaron muchos años en normalizarse. Posiblemente de aquí nació la leyenda del diluvio. Ya que estuvo mucho tiempo lloviendo, sobre todo en el hemisferio norte.

Como le he dicho, creemos firmemente que hubo supervivientes, protegidos por las cuevas que les servían de refugio espiritual. Y también creemos que emigraron a China y el Tíbet contribuyendo a su desarrollo, más espiritual que material. Cabe la posibilidad que de aquí hayan nacido las leyendas de Agartthi y Schambllah, o que nosotros tengamos la culpa de ellas. Aunque es poco probable.


En cuanto a nuestra raza se mezcla en ocasiones con ustedes. Espere un momento.

Desapareció mientras Benjamín pensaba. Son del mismo tronco unos son negros y los otros blancos ¿cuántos años hará que se separaron los troncos? Y las civilizaciones muy diferentes.

Mientras Benjamín sacaba sus conclusiones vio tres personas frente a él. La primera era su interlocutora, la segunda un hombre bajito de no más de uno sesenta de origen oriental, y la tercera una hermosa joven de aproximadamente un metro noventa, con cabellos negros y las facciones muy parecidas a las de su informadora.

—Señor Benjamín , le presento al profesor Shon, vive con nosotros desde hace más de veinte años Alina es mi hija y de su antiguo director de la universidad el señor John Alexander. Como le he dicho somos una raza humana como ustedes, las mujeres estamos en edad de procrear desde los treinta años a los sesenta. Elegimos libremente nuestro compañero y después podemos copular con quien nos guste, al igual que los hombres, nuestras necesidades de copular no son tantas como las suyas y siempre elige la mujer. Sabemos cuando un hombre lo desea, pero como le he dicho la mujer decide.

La hija parecía muy joven no aparentaba más de diecisiete años.

No crea lo que está viendo mi hija tiene treinta y un años y yo sesenta y siete. Mi nombre es Narda.

Benjamín se fijó en la cara de Alina, había visto su foto sobre la mesa del director, claro que con aquellas ropas y la luz de la cueva, hacia parecer las caras más blancas, de no decirlo su madre nunca la hubiera conocido.

—El doctor Shon será su maestro cuando yo allá terminado de instruirlo, después podrá pasar a la siguiente caverna con él. Ahora descanse, si quiere comer o tiene otras necesidades ya sabe lo que tiene que hacer. Las tres figuras desaparecieron.

Cada vez Benjamín tenía más preguntas sin respuesta, se sentía como un niño en la escuela, interrumpía a Narda y no le dejaba terminar sus explicaciones, lo que tenía claro es que tenía mucho que aprender ¿por qué y cómo levitaban como aparecían y desaparecían? Con estos pensamientos se durmió, cuando despertó abrió el jardín sin mucho esfuerzo después comió fruta y al volverse ya estaba Narda junto a él.

—Quisiera pedirle perdón por interrumpirla ayer y hacerle perder tiempo.

—El tiempo no tiene importancia ustedes quieren vivir muy deprisa y eso produce incertidumbre.

—Ayer quedamos en...

¡Ayer! ¿Cuantos días llevaba allí?

—Perdón nuevamente le he interrumpido.

—Hace catorce días que llegó usted a La Paz y hoy es el noveno día entre nosotros. Seguiremos con las sectas o prefiere que conteste la pregunta que tiene en mente.

—No me haga caso y hable sobre lo que crea conveniente.

—Desde que el hombre razona, se ha intentado agrupar con personas que pensasen igual que él y llevasen una base común en su comportamiento. Esto traducido a la edad media, se transformó en agrupaciones con doctrinas internas, que a la larga se transformaron en sectas secretas, una de la más famosa fue la de los Hashshashin, a ellos deben su nombre los asesinos. Esta secta se dedicaba a matar por encargo, llegando a exterminar aldeas y algún que otro castillo introduciéndose en su interior, nunca guerreaban cara a cara. La noche era su aliada. Aunque eran musulmanes mataban tanto a musulmanes como cristianos, dependiendo de quién pagaba.

Se creó en el siglo VIII y desapareció en el siglo XIV. Cuando el emperador mongol Hnlagu Kan destruyo su centro de poder y mató a su jefe, al que llamaban el VIEJO.

En ocasiones alguien ha querido hacer creer que existen, pero no es real son conatos aislados.

Los Rosa cruz fueron fundados por Christian Rosenkrrentz (que no era su verdadero nombre). Fue iniciado en Siria hacia el mil trescientos setenta y ocho. En mil cuatrocientos ochenta y cinco casi habían desaparecido. Quedando muy pocos hombres de bien en la secta, los cuales intentaron reflotarla o hacerla más secreta.

Sus principios eran el trabajo y la luz espiritual, la libertad entre los hombres y las mujeres y la ayuda mutua sin afán de lucro, solo buscaban una vida en paz con Dios,

Muchísimos hombres de bien fueron Rosa cruces, entre ellos un gran número de alquimistas buscando la piedra filosofal., se dice que el último fue Nicolás Bavnant que vivió, de mil quinientos treinta y cinco a mil seiscientos uno. Desde hace algunos años se está queriendo reunir nuevamente la hermandad. Se puede encontrar en Internet múltiple información, pero hay que ir con cuidado, como siempre la ficción se mezcla con la realidad la fantasía y el interés particular.

La logia de los arquitectos se creó en el siglo XII, no como una logia si no como una asociación entre maestros constructores, también existían los mercaderes y prestamistas.

Hacia el mil setecientos diecisiete tras la fusión de varias logias emergió la Logia Masónica la más poderosa hasta nuestros días. Esta necesita un tratamiento aparte.

Otras sectas se unieron entre ellas como los Líber Mundi, que se unieron a los Rosa cruz.

—¿La orden de Sion?

—Nunca existió los templarios al romper con el Vaticano se dividieron en varias órdenes, pero nunca la de Sion, es un invento moderno, tal vez sacado de los caballeros de Sion, una pequeña parte de los templarios.


Los iluminati nacieron con la intención de ir en contra de todo lo establecido; en mil setecientos veintiséis, es falso que existieran con anterioridad. (Aunque si habían algunas sectas minoritarias que iban contra la iglesia) Su finalidad es destruir la iglesia y destruir los gobiernos solo así podrá reinar la anarquía, sus proclamas son las mismas que las del comunismo.

No monarquías.

No religión.

No propiedad privada

No vienes heredados.

Gobierna el pueblo. La enseñanza la da el pueblo.

Todos somos iguales.


¡Oh! QUE GRAN MENTIRA, siempre hay alguien que manda a su antojo, esclavizando a los demás y privando de libertad a quien no piensa como él o ellos. Y mientras él y sus allegados viven como ricos, el pueblo se hunde en la miseria.


Pero con las proclamas, de los Iluminati o del comunismo ¿quién es el trabajador que no crea en ellas? Si cogemos un país pobre tendremos el ejército más grande del país. Así cayó el imperio Zarista.

La masonería se dio cuenta del gran potencial y también se dio cuenta, de que cuando se destruye hay que construir, ¿y quiénes eran los constructores?

Colocaron a su gente entre los Iluminati y apoyaron sus proclamas, hasta el punto de que cuando Carlos Marx, publicó en Estados Unidos el manifiesto comunista, le apoyaron y se hizo la foto con Marx toda la plana mayor de la logia Masónica, incluido el presidente de la nación. Hoy siguen mandando en el congreso, los tienes en los dos principales partidos. Ellos dirigen el nuevo orden mundial. Y han incluido su símbolo hasta en los dólares.

La logia Masónica gobierna o tiene fuertes influencias en gran parte de los países y está muy presente en Rusia junto con las mafias.

Hoy los Iluminati (si queda alguno) son simples peones en manos de la Logia Masónica.

La masonería manda sobre el dinero mundial y es la culpable del liberalismo salvaje que hunde las naciones, pero les enriquece a ellos. Recuerde siempre que todo es bueno con moderación.

A día de hoy son muchas las sectas secretas que hay por el mundo pero más bien son mafias que se dedican a la extorsión y la venta de drogas. Como abra comprendido si nosotros fuésemos descubiertos, posiblemente seriamos aniquilados para adueñarse de nuestros secretos. Por eso debemos vigilar sin inmiscuirnos demasiado y sin que nos encuentren.

Creo que tenía usted preguntas sobre algunas personalidades.

—Si sobre todo, tengo varias preguntas sobre los alquimistas trasmutaciones y aquellos que hayan colaborado con ustedes.

4. Colaboradores

—Como le he dicho a trabes del tiempo, decidimos no inmiscuirnos con los otros pueblos, pero si ayudarles en todo aquello que no fuese malo para ellos o para nosotros.

También a la recíproca nos nutrimos de todo aquello que ustedes descubren y nos pueda interesar, e intentamos interrumpir lo que nos pueda dañar, tanto a ustedes como a nosotros.

A partir de estos preceptos, en muchos conceptos hemos fundado nuestros intereses y nuestras civilizaciones.

Como le había dicho las primeras civilizaciones en las que nos inmiscuimos fueron en la Egipcia y en Mesopotamia, poco a poco fueron afluyendo nuevas civilizaciones, Fenicia, Grecia, Etrucia, Cartago fundada por fenicios etc. Cada vez las civilizaciones se expandían más, obligándonos a escondernos más y más cada vez.

Una princesa griega huyó de su padre el cual la quería casar con otro reyezuelo y así ampliar los dominios. Ella amaba locamente a Helios y decidieron fugarse con unos sirvientes fieles y algunos amigos, llegaron a nuestras costas en dos embarcaciones y les dejamos instalarse, la princesa nos pidió las tierras suficientes para mantener a sus tropas, nuestro consejo aceptó y consiguió el suficiente terreno para poder cazar y cultivar. En realidad la princesa griega Efesia, fundó Fenicia, al no disponer de mucha tierra, conquistaron el mar comerciando por todo el Mediterráneo y fundando nuevas colonias donde comerciar con los nativos.

Pero para nosotros fue el principio del fin, mientras los fenicios crecían se mezclaban con nosotros y se adueñaban de nuestras tierras lo más puro de nuestra raza tuvo que emigrar y buscar donde poder vivir en paz. Fundamos nuevos centros del saber en las montañas.

De una de las relaciones de un Nefilin con una sacerdotisa griega nació, Aquiles. Pero era violento y solo era feliz combatiendo a muy temprana edad fue expulsado de nuestra civilización y llevado a creta donde su madre la sacerdotisa se hizo cargo de él.

Tal vez nosotros dimos pie a los dioses del Olimpo y a los semidioses, pero no crea todas las leyendas la mayoría son infundadas y producto de las sacerdotisas y la imaginación humana.

—¿Es verdad que Aquiles murió como consecuencia de una flecha en el talón?

—Sí, pero no como lo cuentan, la flecha le cortó una vena y mientras seguía defendiendo su vida luchando se desangró. Aunque era una de las flechas que había en el aire, nadie puede saber quien la tiró.

Las leyendas se mezclan con la ficción. Y sin embargo fue una época en que ayudamos a múltiples personas deseosas de saber. Como Hermes, Pitágoras Arquímedes, Platón que prácticamente se dedico a escribir historia de su tiempo y otros muchos.

Pero empecemos por el principio. Como ya le he dicho ayudamos a los sacerdotes Egipcios y los instruimos en matemáticas y geometría también en los astros. Pero como siempre nos ha ocurrido sobre todo en aquellos tiempos, usted puede decir lo que quiera para que otras personas lo puedan interpretar a su antojo.

Ese es el caso de Egipto y de la leyenda de Moisés. Moisés no fue salvado de las aguas, si no raptado por un capricho de la princesa Batía que deseaba ser madre, sin poder serlo. En el caso de Moisés o Moses nombre egipcio, pues los hebreos le llamaron Metratón que quiere decir el negociador o enviado.

Fue educado por los sacerdotes, no podía soportar la violencia y aunque contrariamente a todo lo que se ha escrito el pueblo de Israel no era esclavo, más bien era el proveedor oficial de grano del cual recibían la parte correspondiente y quienes no recolectaban trabajaban en otros menesteres, no solo se construyeron pirámides en Egipto y no todos salieron de él. La mano derecha del Faraón era Ananás un déspota encargado de cuidar los silos del trigo y de los trabajos para el Faraón. Ananás no dudaba en utilizar impunemente el látigo o la espada, con una inusual complacencia. En una ocasión Moisés intercedió cuando estaba apaleando a una mujer, (no era su madre) que se había cruzado en su camino. Moisés le empujó apartándolo de ella, con la mala suerte de que cayó sobre el soldado que había detrás, con la lanza baja y se la clavó causándole la muerte.

Moisés huyó durante unos años estuvo refugiado entre nosotros en el Líbano, hasta que decidió que se llevaría a los israelitas a un sitio donde pudieran vivir en paz, no hubieron plagas ni ningún truco de magia, simplemente aprovechó las que mandaba la naturaleza. Un día aprovechando que el faraón había salido con el ejército y amparados por la noche salieron de Egipto. Se perdió en el desierto hasta que dio con el monte Sinaí, por entonces tenía mucha gente en contra y decidió poner unas normas similares, a las enseñanzas que había recibido de nuestro pueblo. No disponía de papiro y utilizó unas yescas de piedra sobre las que escribió y guardó en un baúl de madera, de los que se usaban para transportar ropa y utensilios, poco tiempo después murió y comenzó la leyenda. La raza humana tiene la virtud de tergiversar las historias y adaptarla a sus intereses. Hasta que murió Moisés fue quien escribió el antiguo testamento y por lo tanto contó la historia, como él quiso.

En el caso de Pitágoras es algo especial, desde muy joven deseaba aprender y era como una esponja tenía una mente muy abierta. Su maestro Orfeo le aconsejó que se fuera a Egipto y allí se fue con sus ansias de aprender. Después de veinticinco años, fue testigo de cómo el hijo del emperador de Babilonia Cambises, derrotó al Faraón de Egipto destruyendo todo el imperio y junto con algunos sacerdotes fue llevado a Babilonia dejándolo en la ciudad amurallada de Babel, verdaderamente era un conglomerado de lenguas pues los sabios o gente instruida que apresaban, eran llevados allí para complacencia de sus magos y sacerdotes. De ellos intentó aprender Pitágoras, uno de sus más grandes logros fue conseguir la composición del fuego Pantomorfo lo que a posteriori se llamaría el fuego griego, logró escapar y viajó por otros países, hasta que nos encontró; no hubo forma de negarle nuestros conocimientos y estuvo otros tres años conviviendo con nosotros. Después regresó a Grecia y en ver el estado en que se encontraban las ciencias decidió asumir la misión de devolver su esplendor a los templos cosa que consiguió durante treinta años, en que murió cuando huía de los persas en una pequeña embarcación. Muchos griegos bebieron de la sabiduría de Pitágoras y la trasladaron a otras culturas emergentes como la romana.


Platón consiguió algunos de los libros de Pitágoras que guardaba como un tesoro.

No podemos desmerecer a Arquímedes inventor de múltiples maquinarias tanto para la guerra como para la paz, en especial para la construcción podríamos llamarlo sin miedo a equivocarnos el primer gran arquitecto o ingeniero.


—Háblame de Jesús.

—Ese es un tema del doctor Shon, que hablará después con usted, ¿qué le parece si damos un salto en el tiempo y nos vamos a la edad media?

—¿Contactaron ustedes con Leonardo da Vinci?

—No, no contactamos con él era una persona imposible de comprender, inestable e irascible. Pero si contactamos con su alumno, Francesco Melzi del cual estaba enamorado.

Francesco fue verdaderamente el gran apoyo de Leonardo, todo aquello que el dejaba sin terminar lo terminaba Francesco. Excepto la Gioconda, de la cual cada uno hizo su copia y mientras que Leonardo siempre la llevaba detrás retocándola, Francesco la pintó tres años después de que empezara a pintarla Leonardo pero los fondos no eran iguales. También Francesco terminó La dama del armiño.

Leonardo tan pronto como empezaba un trabajo se quedaba pensativo y empezaba otro, ese día no volvía a trabajar se quedaba pensativo, con un carbón entre los dedos y envuelto en sus ideas, nunca sabia al día siguiente por donde iba a empezar. Menos cuando estaba necesitado de dinero.

Francesco era su complemento ideal responsable y trabajador, tenía muy claro que para comer debía trabajar. Venia de una familia muy humilde y sus preferencias se centraban en hacer fortuna para la vejez. Las ideas surgían de Leonardo y la mayor parte de la realización de Francesco.

Con el tiempo la relación de más de veinte años entre Leonardo y Francesco se hizo inaguantable y Francesco enfermo, se retiró a vivir a una villa que le regaló Leonardo, a partir de entonces se dedicó a la investigación y a la enseñanza.


—Vaya parece que las cosas no son como nos las enseñan en las escuelas.

—No debe darles la menor importancia no pueden cambiar nada material solo la memoria o la fantasía del pasado. Cuando se habla mucho de una persona se tiende a divinizarlo y se le atribuyen actos que no ha realizado o una vida muy diferente a la que en realidad ha llevado.

Pero si hay leyendas o fantasías que han hecho mucho daño a la humanidad, sobre todo las religiones. Sobre las conciencias de sus dirigentes, (que siempre las han utilizado para su propio interés); cargan los muertos por ellas ejecutados en las diferentes guerras en nombre de Dios. En especial las dos más importantes. Y cuyos mandamientos, prohíben MATAR. De los cuales hacen caso omiso en su propio beneficio.

No obstante usted tiene curiosidad por los contactados por nosotros en la edad media y…

—También en la edad moderna.

—Si yo le aré un resumen de los que creo que le pueden interesar y después otro maestro le informará de la era moderna a nuestros días.

—¿El doctor Shon?

—No el doctor le enseñara cosas que usted con todo su saber ni se imagina.

—Siguiendo con nuestra relación le diré que personas como Miguel Ángel, Mozart y otras muchas no fueron contactadas por nosotros en realidad no lo necesitaban y nosotros no necesitábamos de ellos.

Durante los años y los tiempos se siguen produciendo mutaciones, cuando la mutación se produce en el cerebro nace un genio. Este es su caso, el de Mozart y muchos otros. En el caso de Mozart su cerebro no veía más que música, era un hombre nacido exclusivamente para la música. Empezó joven y murió joven.


Vamos con algunos conocidos interesantes, de la mayoría habrá leído y estará informado, pero posiblemente algún detalle le pueda ayudar a comprender.

Giordano Bruno, nació en Tola el año mil quinientos cuarenta y ocho, dos años después de morir Lutero, en Ñola.

Durante su niñez se interesó por las matemáticas y el universo, pasando largas noches estudiando las estrellas y confeccionando mapas celestes. Se dice que tuvo acceso a notas de Copérnico.

Llegó a las conclusiones de que no solo había un universo, si no que había muchos más y que unos cuerpos celestes giraban sobre otros, incluida la Tierra que giraba sobre el Sol y a su vez la Luna sobre la Tierra. Estas afirmaciones le condenaron a muerte.

La iglesia no podía consentir que sus creencias se pusieran en duda y le mandó la Santa Inquisición. Aunque Giordano no lo podía entender; por negarse a rectificar fue quemado en el año mil seiscientos en la plaza de las flores de Roma.

Copérnico nació en Polonia en el año mil cuatrocientos setenta y tres. Estudió en la universidad de Cracovia, en mil cuatrocientos noventa y uno pasó a Italia con el interés de seguir sus estudios, en mil quinientos siete construyo un sistema solar heliocéntrico en el cual la Tierra giraba en torno al Sol. En mil quinientos cuarenta y tres murió en la hoguera y sus estudios fueron quemados con él.

Galileo Galilei, fue ayudado por nosotros aunque él nunca lo supo, pero le facilitamos la invención del telescopio. También nosotros deseábamos que la humanidad diera un salto en la investigación del espacio en el que estaban completamente parados y sin medios para proseguir, necesitaban algo que aportara pruebas y eso era el telescopio. Desgraciadamente solo le sirvió a Galileo para morir.

Galileo nació en Pisa en el año mil quinientos sesenta y cuatro. Pese a burlar varias veces a la inquisición y tener arduos debates e incluso retractarse de sus conocimientos. Terminó por aceptar sus propias conclusiones y morir en la hoguera, pero antes encargó a un discípulo que huyera, poniendo a buen recaudo sus investigaciones las cuales viajaron a Francia, Inglaterra y España.

Su muerte aconteció en Florencia en mil seiscientos cuarenta y dos.

Pero la caza de brujas de la inquisición no fue sola en Italia, en su país España fue sangrienta por la crueldad de sus dirigentes. No todo lo que hicieron está escrito o muy poco.

Existían muchos hombres y mujeres dedicados a la alquimia, no en busca de la piedra filosofal sino en busca de remedios contra las enfermedades, aunque los había por todo el país la cornisa cantábrica y los Pirineos eran la base, pues allí podían recoger infinidad de hierbas y musgo, no se sabe si aprendieron de los Druidas o los Druidas aprendieron de ellos. Como los hombres iban a guerrear, las mujeres se hicieron con el poder, fabricando ungüentos para las heridas, brebajes para el dolor y todo tipo de remedios para las enfermedades, en realidad la base de la medicina moderna.

Lo que desconoces es tu enemigo. Eso debió pensar la inquisición; pues cuando llevaban algún condenado a la hoguera, que con anterioridad había hablado con una “bruja”, el reo moría cantando.

Como era natural empezó la caza de brujas. La más importante de ellas y que había recibido enseñanzas era, Irina que vivía en los montes de Asturias cerca de la población de Pola la Viana por entonces formada por cuatro casas, vivía sola en el monte en una choza y en la primavera bajaba a los poblados vendiendo sus productos. Fabricaba un producto que eliminaba el dolor, el cual vendía en gran cantidad. La Inquisición mandó cuatro soldados a prenderla de noche cuando dormía, con tan buena suerte que Irina no estaba en casa. Esta estaba investigando con luciérnagas y los soldados vieron una rara luz en la choza producida por las luciérnagas acumuladas, en salir de la choza la luna llena iluminaba con fuerza y dio la casualidad, de que un búho cruzó por delante de la luna reflejando su silueta. Los soldados huyeron despavoridos y contaron a su superior lo que les había sucedido; según ellos vieron como la bruja se había convertido en búho y había huido. Las leyendas se hicieron eco entorno de Irina, el jefe de la guardia Antonio, con más soldados bajo su mando, aprovechó la noche de San Juan para hacer una batida. Las brujas (como ellos les llamaban) habían decidido hacer una reunión y aprender el brebaje de Irina Los soldados vieron como una gran cantidad de antorchas, iban hacia la casa de Irina y permanecieron escondidos. Cuando se acercaron, vieron que eran mujeres alrededor de un recipiente, que estaba al fuego. El jefe de los guardias mandó matarlas y coger prisionera a Irina. Fue juzgada por la Inquisición y condenada. Bajo las faldas Irina consiguió guardar unas pócimas y emborrachó al guardia que la vigilaba, Irina huyó y nunca se supo más de ella, pero esto provocó una caza indiscriminada de mujeres dedicadas a la medicina, las que no fueron descubiertas, se tuvieron que esconder para que no las encontraran, la persecución fue tan cruel, que terminó con la leyenda de los Gallegos los cuales dicen que no creen en meigas pero haberlas ailas.

—Si eso último se lo he escuchado a mi padre.

—Irina acabó sus días entre nosotros. Estudiando medicina.


Es posible que haya usted oído hablar del reino del Preste Juan.

Ana tenía unos apuntes con nombres en interrogación, este era uno de ellos. Recuerdo otros como el Conde San Germen, dos nombres que debajo ponía Fenicios creo recordar vagamente Tilos y Moscos.

¿Cómo podía conocer Ana a Tilos y Moscos? Bien no tiene importancia sigamos.

El preste Juan no es muy real que digamos, nunca existió su reino más que en las mentes de quienes hablaron con él y creyeron sus fantasías aumentadas por los escritores. El conde fue un buscador incansable, de la piedra filosofal, también hay más leyenda que realidad en su relato, se dice que perteneció a los Rosa cruz; ya en su madurez comprendió que buscaba un tópico y que la única piedra filosofal, es la paz del espíritu.

Hay otros que han conseguido más logros para la humanidad, como por ejemplo Asoca un rey hindú que quiso unir todos los reinos de la india, guerreando cruelmente contra los otros reinos, no tenía muchos escrúpulos en matar a sus enemigos. Después de una batalla en la que terminó lleno de sangre fue a lavarse al río y desapareció, después de tres años apareció predicando el budismo y prohibiendo matar incluso a los animales. En realidad cayó al río y lo recogieron unos monjes budistas medio muerto. Allí aprendió la vida monástica y la paz interior.

Jan Colliot cónsul francés en Calcuta contactó con unos monjes y escribió un tratado sobre los grandes secretos de la humanidad, sus libros causaron tan gran impresión que fueron confiscados y desaparecieron, pero habían pasado a Rusia donde aún se conservan.


Isaac Newton creció con su abuela hasta los dieciséis años en que lo reclamó su madre. Durante ese tiempo contactamos con él y le dimos los principios para lo que después llegaría a ser, cuando su madre lo llevó a la universidad aprendía más rápido que los demás niños, excepto cuando se quedaba inmerso en sus pensamientos. Nos sentimos satisfechos de sus avances en diferentes campos. En su madurez contactamos nuevamente con él.


Boscobich, nació en Dubrovnik en mil setecientos once, durante su niñez (de la que poco se sabe) fue ayudado por nosotros en sueños, era un chico listo pero no siempre podía acudir a la escuela, su potencial desaprovechado nos llamó la atención, decidimos ayudarlo en sueños.

A los dieciséis años marchó a Roma donde estudió con los jesuitas, matemáticas, astronomía y teología.

Hizo un estudio sobre manchas solares y posteriormente lo publicó, nombrado consejero del Papa, reparó la cúpula de San Pedro y desecó los pantanos papales. Midió el meridiano desde Roma a Rímini, sobre dos grados de latitud. Realizó excavaciones en el mismo sitio que Schlieman.

Pasó grandes informes e intercambios, con los grandes de su época como Voltaire. Su mejor obra fue, La Teoría de la Filosofía Natural.

La muerte le acaeció en Milán en mil setecientos ochenta y siete.

Fue reclamado por las mejores universidades del mundo, en especial por la Real Sociedad de Inglaterra de la que fue miembro.


Otra persona contactada fue Yersin, el mejor ayudante de Pasteur con el que contactamos en diferentes ocasiones. Tenga en cuenta que no todos los personajes más famosos, son los mejores ni los que más han colaborado en el bienestar de la sociedad.

La lista de personas que han colaborado con nosotros, es extremadamente larga para hablar de todos.

En cuanto a los dos fenicios que estaban en la lista de Ana. En realidad elaboraron en la antigua fenicia una teoría según la cual “todos los cuerpos estaban compuestos de otros que giraban a su alrededor” desde el más grande del sistema solar, al más pequeño he insignificante que no podemos ver.

—¡Pero eso en aquellos tiempos era imposible! No tenían medios para comprender o investigar.

—Pues es cierto. Ni nosotros comprendemos como lo dedujeron. Pero lo escribieron.

Y hablando de escritura nuestros antepasados viendo los diferentes, tipos de escritura que surgían de las diferentes civilizaciones, decidieron escribir en una misma piedra en varios idiomas o tipos de escritura, hay tres repartidas por el mundo una ya la han encontrado. Es la famosa Piedra de Roseta, las otras están por descubrir.

Creo que estará usted cansado y querrá reflexionar sobre todo lo que hemos hablado, aunque en ocasiones me da la impresión de que usted ya lo sabe.

Mañana vendrá el doctor Shon debe preguntarle sobre Madame Blabaski.

—Como usted dice algunas cosas se, pero usted me sorprende continuamente, no estoy muy informado sobre historia antigua, mis estudios siempre han ido en la misma dirección hacia las ciencias modernas, seguramente usted también se impresionaría de donde llegan mis conocimientos en astronomía, matemáticas telecomunicación y otros muchos campos, en la actualidad estoy contribuyendo en el lanzamiento de un robot a Marte.

—Si lo sabemos y por eso le hemos dejado entrar, teníamos curiosidad por saber que tal persona era, eso es más importante para nosotros que sus estudios. De los cuales ya tenemos información. Nos interesa más saber cómo piensa utilizar su inteligencia, si para hacer el bien o para hacer el mal. Que los conocimientos que almacena.

—¿Y ustedes que conclusiones han sacado de mi?

—A un es pronto para sacar conclusiones, de momento está aquí en la segunda caverna, mañana con el doctor Shon pasará a la tercera.

Bajó la cabeza pensativo. Con el tiempo que llevaba allí y no había hecho más, que complacer su curiosidad sobre aspectos que no tenía muy claros o por los que no se había interesado en demasía. De todas formas gracias a las anotaciones de Ana había ampliado sus conocimientos sobre historia antigua, tal vez debería hacer más preguntas y más concretas, pues habían muchas cosas que se salían de la lógica más aplastante y para las que no encontraba explicación lógica. Tal vez todo era un sueño y despertaría al día siguiente, ahora su cuerpo le decía que debería dormir.

5. Encuentro con el doctor Shon

Cuando despertó comprendió inmediatamente que no era un sueño, que seguía encontrándose en el interior de la caverna, como ya se iba acostumbrando realizó sus casi habituales necesidades, se lavó y comió, se dio cuenta que solo comía dos veces durante el día y que en realidad no tenía más necesidad de comer, solo su reloj le indicaba algún indicio del tiempo que transcurría. Pensó que debería hacer ejercicio comenzó a andar alrededor de la gruta, después a correr con un trote le dio la sensación que las paredes se apartaban y cuando paró, se dio cuenta que la gruta se había hecho más grande. Como huyendo para que no tropezase con ella.

De pronto vio dos figuras en el recinto, no sabía cómo entraban ni como salían pero creía haber descubierto el secreto “atravesarían las paredes” se ruborizó de su pensamiento, un hombre con sus estudios como podía pensar tal cosa. Pero él lo había hecho al entrar.

—Sintió que alguien le decía tiene usted razón, no debe avergonzarse de lo que no entiende, acaso no atravesó usted la pared, cuando se introdujo en nuestro mundo.

—Benjamín proyectó sobre su frente, necesito respuestas lógicas.

—Las tendrá pero debe tener paciencia es usted joven e impaciente.

—Impaciente ¿que era para ellos la paciencia? En fin que podía hacer, más que seguir con las conversaciones, al fin y al cabo le proveían de viejos conocimientos y estaba la incógnita de lo que le diría el doctor Shon. Miró con curiosidad al acompañante del doctor,

Debería tener muchos años, su pelo era completamente blanco y lucía una corta y cuidada barba,

El extraño personaje le dijo, por favor puede usted cerrar los ojos y liberar su mente.

Benjamín no sabía cómo podía liberar la mente pero hizo caso, cerró los ojos e intentó no pensar en nada. Durante unos segundos que le parecieron eternos se mantuvo con esa perspectiva, hasta que alguien le dijo que los podía abrir.

Escuchó telepáticamente como el nuevo visitante le decía al doctor.

—Tiene usted razón avisaré al consejo, el visitante salió a través de la pared de roca. Por fin los había visto atravesar las paredes.

El doctor le sacó de sus pensamientos. Si atravesamos las paredes o al menos es lo que parece, la imaginación es la más grande de las armas de la humanidad. Y yo soy el elegido para que usted entienda muchas de las cosas difíciles de entender, para un sabio en física como usted.

¿Sabio? Nunca se había relacionado con esa palabra.

—Señor Benjamín una persona que llega al grado de saber que tiene usted, quiera o no es un sabio, muy pocas personas llegan a su nivel y más a su edad. Usted es un prodigio de la naturaleza o una mutación en el vientre de su madre, como lo han sido otros antes que usted. A algunos mortales llegar a sus conocimientos nos cuesta muchos más años. Pero no lo sabe todo, como dirían en su país está usted muy verde en otras ciencias. Las ciencias de la mente y de la consciencia humana. Hay poderes que no están en el átomo, y peligros más cercanos que una guerra nuclear. La tierra es limitada y los hombres no nos damos cuenta del daño que le estamos haciendo. El egoísmo humano es el verdadero mal de la tierra, todos quieren más, más bienes, más lujo, más poder, más, más, más, siempre más, las personas nunca nos conformamos con lo que tenemos, sin pensar que han de morir y todo lo dejaran aquí.

Tenemos más demanda de energía, la energía contamina, tenemos más demanda de medios de consumo. Se ha parado a pensar, cuánto tiempo tardaremos en conseguir convertir la Tierra en un enorme estercolero. ¿Qué mundo dejaremos a nuestros hijos y nietos?, posiblemente nuestros nietos no puedan huir de un gran estercolero y vivirán sobre él, con enfermedades producto de los desechos dejados por nosotros a las personas que “más queremos”. Pero nuestro egoísmo, por vivir lo mejor posible nos ciega. Los gobiernos lo saben pero solo hacen aquello, que les lleve a ganar elecciones. Sin decir la realidad al pueblo. Y el pueblo solo vive de la fantasía que le infunden con las vallas publicitarias, las cuñas en radio o la propaganda de la televisión, es muy fácil manipular a las masas, hasta hacerles beber productos amargos, que sin una gran campaña publicitaria no beberían o aquellas prendas de ropa incomodas y horribles, que solo utilizan porque son de un afamado diseñador, aunque en realidad no les favorecen. En muchas ocasiones queremos provocar la envidia, comprando productos que los demás no pueden, o cambiando de ropa continuamente con el afán de parecer mejor que los demás, o demostrar simplemente que podemos gastar más.

Mire usted va por la calle, piense si le importa cómo van vestidos los demás o que coche tienen.

—En realidad no me fijo.

—Justo esa es la realidad; cuando alguien viste de alguna forma especial, solo está complaciendo a su ego personal, no sé qué pasaría si escuchase a las mismas personas que le dicen que está tan guapa o guapo y en cuanto ellas o ellos, se dan la vuelta dicen todo lo contrario.

En realidad la felicidad está en el interior, no es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita para vivir.

Le he hablado de la energía y del calentamiento global. La Tierra se defiende de diferentes maneras y los gobiernos se van a gastar más dinero en reparar los desperfectos causados por los cataclismos que se avecinan, del que se gastarían tomando medidas para que no se contaminara la atmósfera y no se calentara el planeta.

Doctor tengo constancia que la Tierra, ya se ha recalentado otras veces y se a autorregulado.

Si es como usted dice, pero usted no ha vivido en esas épocas y mejor que no lo haga, pues mucha gente morirá.

El doctor hablaba como poseso o indignado, Benjamín pensó que era una demostración de humanidad.

En fin este no es mi campo solo que hoy acabo de ver las noticias.

—¿Cómo es que tienen ustedes televisión?

—¡Y mucho más! Como podríamos estar informados, de todo lo que ocurre.

—¿Y a mí me tienen aislado y encerrado?

—¡No! usted está aquí voluntariamente puede irse cuando quiera, aunque no se lo aconsejo. La gran oportunidad de que dispone no debe desaprovecharla.

Benjamín pensó que era su oportunidad y le preguntó. ¿Dígame que sabe usted de las teorías del espacio tiempo? O de....

—Nada no siga, le interrumpió. No es mi campo, mi campo es más espiritual y a la vez más terrenal. En su mundo hay médicos que no han realizado sus estudios, ni usted los de ellos, también aquí hay expertos en diferentes ramas.

Lo que yo le puedo enseñar no tiene nada que ver con lo que usted ya sabe, si quiere una discusión sobre física cuántica, deberá hablar con la persona con la que ha contactado hace un momento y le puedo asegurar que no está usted a su altura.

Yo le aconsejaría que no discuta. Pregunte e infórmese se aprende más. Y más cuando siempre quedan lagunas en nuestras enseñanzas.

—Usted es oriental.

—Si nací en china muy cerca del Tíbet, mi padre era pastor vivíamos de las ovejas, en Octubre de mil novecientos cincuenta, yo tenía tres años cuando Mao invadió el Tíbet, los crímenes y los abusos que allí se llevaron a cabo, es difícil que los comprendan las mentes occidentales. El Tíbet vivía para la contemplación y la meditación, un pueblo que vivía anclado en sus creencias ancestrales y cuyos sacerdotes solo buscaban, el modo de alcanzar el Nirvana o la perfección espiritual.

Los monjes fueron sacados de las celdas donde meditaban y atados a caballos, que los arrastraban hasta morir desollados. Los templos fueron saqueados el monasterio de Jokang fue arrasado no quedando nadie con vida y saqueado. El Potala residencia del Dalai Lama fue saqueado y los monjes hechos prisioneros buscaron incansablemente los tesoros ocultos que creían que tenía el Dalai Lama. Los soldados cometieron todo tipo de atrocidades y sacrilegios, arrasaron con todo aquello que les parecía espiritual en los templos, el salvajismo fue brutal, a los tres años decidieron repoblar el Tíbet con familias chinas, a mi padre le ordenaron ir a pastar al Tíbet y nos trasladamos no estábamos muy lejos y no era un estorbo para nosotros, con seis años me hice tibetano de adopción y puedo asegurar que eran la mejor gente del mundo. No habían escuelas la enseñanza solo estaba en los pocos monasterios que quedaban en pie, los monjes se habían mezclado con otros venidos de China. Yo ingresé en el monasterio de Yegar, a los dieciocho años mi maestro, me mandó al monasterio de Xining, donde según él me darían la túnica azafrán. En realidad era demasiado joven para merecerla. Para un occidental, es difícil entender lo que esto significa, si no conoce nuestra religión.

En Xining se me asigno un nuevo maestro, era un gran lama en su sexta reencarnación, en solo dos años en Xining llegué a levitar, mi poder de concentración era muy superior al de los monjes de mi edad. El lama Shet Sang (nombre oculto) me dijo que debería buscar el Nirvana en el reino de Nutis (posiblemente Nusis) me hizo un mapa por donde debía de ir y los puntos donde me tenía que parar y concentrarme, para que me aceptaran. Los guardias rojos me cogieron y me encerraron encontraron el mapa y me cogieron por espía (afortunadamente no podían descifrar el mapa) después de torturarme durante mucho tiempo, cambiaron los guardias y me convertí en un preso común, poco a poco mi poder de concentración fue aumentando (no tenía otro trabajo y pasaba todo el día practicando) conseguí que los guardias me trajeran frutas de su casa y me tratasen amablemente, un día me vieron levitar y me acusaron de algo así como brujería. Me tomaron miedo.

Cuando más solo estaba más aumentaba mi poder de concentración. Un día decidí que había llegado la hora de irme y buscar mi destino. Habían pasado casi veinte años

—Dígame ¿conoce usted la telequinesia?

—Algo he oído.

—Bueno sigamos, un gran señor de la región decidió visitar la cárcel, como el hombre tenía gota, lo llevaban sentado en una silla, entre cuatro personas. Quería ver el mago que tenía encerrado.

Cuando los soldados vinieron a por mí yo estaba en plena concentración me puse en pie y abrí la puerta ante su estupor, y me dirigí hacia el señor él se quedó como petrificado.

Concentré mi pensamiento en los palos que sostenían la silla y se rompieron cayendo el señor al suelo, los guardias no eran capaces de disparar sus armas, con una mirada los dejé inmóviles y después de inclinar la cabeza al señor me fui.


Tenía el plano grabado en la cabeza y seguí los pasos que mi maestro me había indicado, llegando a los puntos aproximados me concentraba sin encontrar respuesta, mi camino duró tantos días como años tenía, cuarenta y un años. Cuarenta y un días, estuve atravesando el Himalaya en dirección al desierto de Gobi. Mis ropas apenas podían cubrirme del frío. Y los alimentos que había recogido por el camino se habían terminado solo algunos tallos me mantenían en pie.

Por fin escuché en mi interior una voz que me indicaba subir por una estrecha cornisa un señor con capucha me indicó una entrada en la roca el resto ya se lo puede imaginar.

Allí me quedé para siempre, enseñé y aprendí, y me hice la promesa de ayudar a mis semejantes.

Benjamín pensó y este hombrecillo me quiere hacer creer que, dominó con la mente a los soldados y rompió los palos que sujetaban la silla, solo con la mente. De momento reacciono ¿le estaría leyendo el pensamiento?

El doctor levantó los ojos y le dijo ¿en qué piensa?

No podía leerle la mente.

—Señor Benjamín casi adivino lo que está pensando, que no le leo sus pensamientos.

—Si así es.

—No todo el mundo está capacitado para todo, mis limites para hablar por telepatía se reducen a que usted me mande el mensaje, de lo contrario no me puedo comunicar, sin embargo puedo con la concentración conseguir la hipnosis colectiva, levitar o mover objetos a distancia, para lo cual necesito mucha concentración.

—¿Y romper las barras de la silla?

—Recibí ayuda en forma de revelación, casi en estado cataléptico, me dijeron que para romper o debilitar un objeto debería concentrarme en separar los átomos, para lo cual debería ponerlos en línea, entonces dejan hueco y no tienen la misma resistencia.

—Eso que usted dice es una utopía.

—Acaso no abre usted el jardín cuando lo necesita, o hace aparecer la comida. ¿Cómo entró aquí atravesando la roca?

El maestro había desarmado al alumno.

—Tiene usted razón, pero todo esto debe tener un razonamiento lógico.

—Y lo tiene, para eso estoy yo aquí, para enseñarle lo que usted no sabe. Usted no toca el átomo pero cree en él, tampoco ha viajado al espacio pero sabe como es. Sus estudios se basan en lo físico y no en lo espiritual. Hay fuerzas que no tienen una explicación lógica y por ello no son menos reales. Tal vez algún día se puedan explicar con matemáticas, pero creo que todavía está muy lejos el día que se pueda llevar a cabo.

Debe abrir su mente a lo irreal o espiritual y creer. Solo así conseguirá mejorar y ampliar sus conocimientos. Cuando una persona ve mal o ve borroso se le ponen gafas, yo seré sus gafas. Usted debe cerrar la puerta al pasado y abrirla al presente.

Si trazo una línea y usted la ve en un Ángulo de noventa grados solo verá un punto, la línea quedará oculta por el punto. Si coge un lápiz y lo ve a lo largo ocupará más espacio en su zona de visión, si lo coge y lo ve desde la punta solo verá un punto no podrá saber lo largo que es.

Las capas de partículas forman una red, una capa tras otra forma un objeto.

La red deja muchos huecos entre partículas que se van tapando, conforme se van añadiendo capas trabando unas a otras. Si no se trabasen y se alineasen una tras otra, pasaría como con el lápiz se podrían ver los huecos, si conseguimos alinear las partículas de un objeto y las de nuestro cuerpo, podemos pasar por los huecos.

Benjamín se quedó perplejo. En síntesis le estaba diciendo que podía atravesar las paredes. Eso lo explicaría todo. ¡NO! Era imposible. Pero él había atravesado la roca. Su cabeza empezaba a discutir las leyes físicas.

El doctor Shon se dio cuenta.

— Señor Benjamín como le he dicho debe abrirse a nuevas enseñanzas, tan reales como sus estudios. Más no crea que todos los humanos, podemos acceder a esos poderes.

—¿Usted atraviesa las paredes?

—Solo aquí, no en el exterior, usted también lo hizo sin ningún esfuerzo, pero fue otra persona quien le dejó entrar, sin su ayuda nunca hubiera entrado.

Me explicaré hay personas que nacen con un cierto potencial, y lo pueden aumentar con la concentración y el ejercicio, entrenando como un atleta entrena por mejorar sus marcas. También hay personas (La mayoría que nacen sin ningún don) todos los Nefilin de pura raza nacen con este don, los humanos como usted y yo debemos aprender si podemos con nuestras limitaciones, yo sé dónde están las mías, nos falta saber donde están las suyas.

—Tiene esto algo que ver con Madame Blavastsky.

—¿Se lo ha dicho Narda?

—Si me dijo que me hablaría de ella.

—Sí y de más personajes. Bien si lo desea...

Helena Petrova, era hija de un príncipe o alto dignatario descendiente de la realeza, rusa, nieta de la princesa dolgorouky, su madre Helena era hija de un consejero del Zar.

La niña nació hermafrodita era demasiado femenina para ser hombre y no muy agraciada para ser mujer, desde muy temprana edad daba muestras de una inteligencia inusual, se atrevía a predecir el futuro a sus compañeras de clase, a un niño que la insultaba le echó una maldición y el niño murió a los pocos días. A partir de entonces su fama empezó a crecer. Cuando se hizo mayor su físico no había mejorado y sus amigas se mofaban de ella, hablando continuamente de los hombres que conquistaban, pero eso no era lo que más preocupaba a Helena. Le preocupaba más su libertad y para ello maquinó un ardid. Le dijo a su padre que preparara la dote y que se casaría con el jefe de la guardia, como ella no muy agraciado. El jefe de la guardia, un hombre soltero y entrado en años aceptó. Se llamaba Blavastsky y al casarse las mujeres adoptaban el nombre del marido. Se casaron, el día de la boda emborrachó a su marido y no confirmaron el matrimonio, al cabo de unos días seguía sin tener relación con él. El marido la mandó azotar y encerrar en un calabozo. Al poco tiempo sedujo un guardia y huyó con él a Grecia,

Tenía dotes de clarividencia y ya en su corta edad había colaborado con la policía en el esclarecimiento de varios crímenes y otros sucesos.

A partir de entonces se dedicó, a ampliar sus conocimientos, viajó por todo el mundo estudiando sus culturas, desde Europa a la India, los países árabes, estuvo con los indios americanos, mormones, Brasil etc. Desde Londres donde ya se le tenía en cuenta se trasladó al Tíbet. En mil ochocientos setenta y tres, abandonó el Tíbet, disintió con las autoridades más savias de su época y fue respetada por todos. En los Estados Unidos fundó la sociedad teosófica.

Se dice que en el Tíbet aprendió de los Arahts.

En realidad Madame Blavastsky fue una persona con unas dotes de clarividencia e hipnosis excepcionales, que asombraron a todos cuantos la conocieron.

En una reunión con algunos colegas y farsantes. Uno de los asistentes decidió ponerla en evidencia. Diciendo que no se podía cambiar bajo ningún concepto el peso de la masa de un objeto.

Madame Blavastsky le dijo que levantara una mesita, utilizada para el juego del ajedrez.

El joven la levantó sin ningún esfuerzo.

A continuación, Madame Blavastsky se concentró en la mesa durante un tiempo, ante el silencio de los asistentes, después le dijo al joven que la levantara y no pudo ni él ni ninguno de los asistentes.

—¿Cómo se puede aumentar el peso de un objeto? Me suena a farsa o a mentira.

—Ni una cosa ni otra, “hipnosis colectiva” la practican muchas personas en espectáculos sin demasiada preparación.

Como verá a veces la resolución de un enigma, es mucho más sencilla de lo que parece.

— Si parece una explicación lógica y ¿qué fue de su vida sexual?

—No se sabe cierto que tuviera relación con nadie. Aunque se le asignaron varios de sus discípulos como amantes.

—Me está usted ablando de poderes, por los que nunca me preocupé ni creí que existieran.

—Si de eso tienen la culpa los farsantes de los cuales hay un verdadero ejército por el mundo, normalmente quien tiene poderes no lo dice, ni se lucra por ello. Al lucrarse se pierde la paz interior y por lo tanto los dones adquiridos.

En los monasterios del Tíbet o de otros países orientales, se enseña a desarrollarlos a quien los posee, los médicos curan sin cobrar, solo reciben como gratitud la comida.

—Ablando del Tíbet he escuchado que ustedes saben dónde va a nacer un lama.

—Yo nunca he ejercido ese don hay unos monjes expertos, pasan su vida inmersos en sus estudios y en sus cálculos sobre las reencarnaciones y en saber donde se van a producir, consultando sus datos varias veces, tienen que coincidir para estar seguros, después visitaran al recién nacido y comprobaran que no se equivocan de niño. Se mezclaran objetos que pertenecieron al Monje en vida y se le dan a elegir al recién nacido, si es la reencarnación debe reconocer sus pertenencias.

—Y usted cree en eso.

—Debería usted ver las veces que aciertan.

—Mire usted ni los Nefilin ni ustedes ni ningún pueblo de la tierra, sabe que ocurre después de la muerte, cada cual tiene sus creencias.

Hay culturas que todo lo solucionan teniendo un Dios, con lo cual todo está resuelto otros como los Nefilin lo buscan en la ciencia, también ustedes están divididos entre varios dioses o culturas. Cada cual debe ser libre de pensar y elegir su razón.

Lo que creemos los budistas con inteligencia superior, no difiere mucho de los Nefilin. Ellos creen que su energía se transforma o se une a otra corriente de energía la cual puede o no desembocar en otro nacimiento. Pero que de ninguna forma se destruye. Podríamos decir que su energía, es su legado a la posteridad.

Por nuestra parte creemos en la reencarnación durante nuestras siete vidas, para alcanzar la perfección. Por eso buscamos las reencarnaciones para ayudarlas. Y aprender de los grandes lamas.

En diferentes ambientes con poca luz a la espalda de un sujeto se puede ver el aura; es la luz o energía que emite el cuerpo. Esta es la energía que se libera al morir. Ustedes le llaman Alma.

—¿Cómo se puede ver esa luz?

—Usted me lo puede decir a mí. Con más detalle, si se interesa por investigarlo ¿qué ocurre cuando después de practicar deporte recibe una confortable ducha? Se producen corrientes de vapor alrededor del cuerpo. Según la luz se pueden ver mejor o peor.

Para su información le diré que los monjes con túnica azafrán, expertos en medicina lo utilizaban para el diagnostico, antes de ser invadidos por los chinos.

Volviendo a la reencarnación, una de las más famosas fue la de Jesús en Belén, la fecha está equivocada, verdaderamente nacería el veintidós de enero quienes hicieron el calendario cristiano se equivocaron. Pero eso no es importante, lo verdaderamente importante es que confundieran por reyes, a los tres monjes que fueron a visitarlo para comprobar la reencarnación de Rama, primer discípulo de Buda. Al año le hicieron las pruebas que fueron positivas, el niño identificó todas las pertenencias de Rama sin equivocarse, las pruebas se repitieron tres veces y en las tres acertó, los monjes superiores se retiraron y quedaron unos monjes encargados de protegerlo y enseñarle. Los tres monjes con túnica azafrán volvieron al monasterio. Después de cumplir ocho años viajó al Tíbet donde continúo sus enseñanzas, hasta que estuvo preparado para llevar a la gente por el buen camino. Entonces volvió a Jerusalén. El resto envuelto en mucha fantasía es casi como nos lo cuentan. Teniendo en cuenta que el primer evangelio se escribió de oídas, sesenta años después de su muerte y el de Santiago que fue el último casi doscientos cincuenta años después.

Aunque hay muchos más evangelios (alrededor de treinta) que difieren mucho de los cuatro aceptados. Si observa detenidamente los cuatro aceptados se contradicen en algunos pasajes y sin embargo son los que más se parecen. El vaticano dispone en sus archivos de varios evangelios secretos, más otros que se destruyeron para eliminarlos, los cuales fueron declarados sacrílegos y sin embargo, fueron escritos con anterioridad a los cuatro que conocemos. No soy quien para recordarte que con el tiempo las leyendas crecen.

—¿Pero murió en la cruz?

—Más bien murió a consecuencia de la cruz y desde luego no hay un santo sudario, ni muchas de las cosas que circulan por el mundo, como los huesos de los reyes magos, estos no existieron.

Cuando el soldado romano le clavó la lanza en el costado. Debido a la altura en que se encontraba Jesús tubo que coger la lanza del extremo más apartado de la punta, la lanza no acertó el corazón y subió en diagonal no profundizando el pulmón pero el corte fue suficiente para sangrar. Jesús se sumió en estado cataléptico, gracias a las enseñanzas que había recibido en el Tíbet sobre concentración. Así fue llevado a la tumba y tan pronto quedo despejado el camino de curiosos y guardias, fue abierta la tumba y practicado una primera cura, fue sacado de ella y llevado lejos de Jerusalén, nunca volvió pero a los pocos años moría como consecuencia de las heridas, sus piernas nunca se recuperaron por completo y nunca tuvo hijos (aunque se empeñen los Cataros), o sea que quienes dicen ser descendientes de Jesús no saben lo que dicen, uno de sus sub-discípulos llamado, Simeón estuvo con él hasta su muerte y este si tuvo varios hijos. En cuanto a su madre al poco tiempo de llevárselo de Jerusalén, se reunió con el acompañándolo hasta su muerte, después Simeón se hizo cargo de ella. Tal vez muchos historiadores han confundido a Simeón con Jesús por ese motivo. Sabemos que Simeón estuvo en Cachemira, allí se conserva una tumba que podría ser de él, pero no nos atrevemos a confirmarlo,” no lo sabemos todo”.

—¿Saben algo de la virgen?

—En primer lugar, para el pueblo hebreo una virgen era virgen mientras no tenía hijos se puede leer en algunos escritos antiguos, que lo confirman.

Se ha escrito que María fue violada, por un centurión romano llamado de sobrenombre Pandera o Pantera. María no tenía más de trece años cuando esto ocurrió, José había cumplido treinta y nueve, fue una boda de conveniencia la huida fue huyendo del centurión.

Por eso en la gloriosa entrada en Jerusalén (en la que no había tanta gente y cuyo borrico era el que utilizaba Jesús para desplazarse), mucha gente gritaba ¡hijo de pantera sálvanos! Se entendía que tenía suficiente valor, para enfrentarse tanto a los romanos como a los judíos en beneficio del pueblo.

Como muchas historias de este mundo, todo lo que le podamos contar de otros tiempos, no lo hemos vivido por lo tanto usted puede creer lo que quiera, no podemos cambiar la realidad por mucho que nos esforcemos, las cosa son como son y no como queremos que sean. Pues aunque cambiemos las palabras no podemos cambiar los hechos.

Las personas en la mayoría de las ocasiones nos dejamos llevar por nuestra imaginación convirtiendo los hechos ficticios en reales, o en los hechos que nosotros hubiéramos querido que sucedieran.

Si usted a escuchado un relato de algún amigo durante algún tiempo, varias veces, se dará cuenta cómo cambian las versiones en poco tiempo; imagínese lo que podemos contar de hace siglos y tras ser transcrito por innumerables monjes, los cuales añadían o quitaban según su parecer.

—Tiene usted mucha razón de momento creeré lo que quiera.

—Me parece justo.

—Tiene más preguntas sobre monjes o personajes.

—Si al hablar de monjes me ha venido a la mente Rasputín.

—Baya el Monje maldito, bien le aré un resumen. Gregorio Efimovich conocido por Rasputín no era ningún bebe cuando ingresó en un convento, por consejo expreso de unos monjes, ya a muy temprana edad era manipulador y rebelde, su madre llegó a tenerle miedo. Fuese como fuese no estuvo ni un año en el convento del cual huyó. “El mismo” se ordenó sacerdote se casó y tuvo cuatro hijos, después abandonando a su familia, viajo por Grecia e Israel volvió a Rusia y se introdujo en la corte como médico, tenía dotes de hipnotizador y una personalidad que imponía respeto a los demás. Su mente maquinaba maliciosamente y su cuerpo era adicto al sexo, organizando incontables orgias que compartía. Con pócimas consiguió mejorar la salud del príncipe Alexis y con ello consiguió el favor de la Zarina. A partir de ella fue escalando posiciones hasta influir en el Zar durante algún tiempo movió los hilos de la política Rusa, enfrentándose a príncipes y adictos al Zar, eso le hizo crearse muchos enemigos, a algunos consiguió envenenarlos pero otros lo hicieron desaparecer. Su muerte fue dramática. Entre el príncipe Yosupov y su amigo, Dimitri Paulovich le invitaron a una orgía, le envenenaron y le dispararon, después lo arrojaron a un lago donde apareció congelado. Su paso por este mundo no fue nada positivo.

Son muchas las personas que e través de los siglos, nos han ido enseñando o dirigiendo por el buen camino, muchos de ellos contactados por los Nefilin como, Julio Verne un viajero al que los Nefilin proporcionaron gran cantidad de información, de tal manera que con una simple ojeada sabia de que se trataba acumulando rápidamente en sus viajes un sin fin de conocimientos. Tantos que tuvo que publicarlos como novelas de ciencia ficción cuando en realidad ya se estaba investigando sobre muchos de sus imaginarios relatos.

—¿Ha conocido usted algún físico actual?

—No pero si me hubiera gustado estar aquí, el día que estuvo. “ISAAC ASIMOV” aunque él nunca lo supo, los Nefilin y la humanidad necesitan que aquellas personas con las que contactan luchen por un mundo mejor. Hay muchas formas de luchar como escribir, para que la gente aprenda sobre lo que es bueno o malo. Tanto Julio como Isaac han sabido difundir un mensaje de paz y de precaución. Pero no han sido ellos solos otros muchos como ya le abran dicho han colaborado.

—Señor Benjamín mi misión se centra en informarle y ampliar sus conocimientos humanos y espirituales; también de enseñarle a defenderse por la vida. Pues mis conocimientos científicos no se pueden comparar con los suyos.

—Perdone ha dicho, enseñarme a defenderme.

—Si eso he dicho.

—Creo que en ese campo estoy bien preparado.

—¿Usted lo cree?

—Si estoy seguro.

—Ya tendremos tiempo de averiguarlo.

—Puede decirme que piensan hacer conmigo.

—El maestro se echó a reír ¡nada malo! Le están ilustrando sobre sus dudas. No debe tener vergüenza de no saberlo todo, no hay nadie en el mundo que lo sepa, cada cual se especializa en un orden y el orden se convierte en el de su vida. La gente nace con una religión y cree ciegamente en ella aunque no cumpla sus preceptos. Se convierte en costumbre, sin interesarse por saber si es o no la verdad, es simplemente lo que le han enseñado desde pequeño. Imagínese en qué mundo vivimos, los líderes manejan las masas a su antojo, así se producen las guerras, siempre creyendo que después de esta se podrá vivir mejor. Todos los gobernantes conocidos, se han interesado en ellos mismos y no les ha importado masacrar o empobrecer al pueblo. Solo tiene que mirar a su alrededor o a la historia. También el pueblo tiene su parte de culpa, pues solo cree en lo que quiere y escucha a quien le hace mejores promesas sin analizar si se pueden cumplir. Siempre nos encontramos con el mismo problema; que es el inicio de otros muchos. ¡El Egoísmo!

El egoísmo y la envidia nos lleva a robar, mentir, e incluso matar ...

Cada una de las personas con las que podemos hablar, cree ser el centro del Universo y la persona más importante de él. Sacamos los defectos de las demás personas, sin mirarnos al espejo. Muchas personas han leído libros sobre el comportamiento humano y cuando han terminado, piensan como son los demás, nunca piensan en como soy yo.

Piense por un momento ¿Conoce usted a alguien con una cultura mediana, que no crea tener siempre la razón? Eso demuestra lo ciegas que estamos las personas, cuando incluso discutimos lo que desconocemos.

Mire usted ¿qué cree que poseo?

Benjamín dudaba.

— No sé qué puede poseer… tal vez inteligencia.

—“Puede”. Pero la realidad es que no poseo ningún bien material, no tengo casa ni bienes ni los necesito, solo poseo una escudilla de aluminio para comer y la ropa que en este caso es cedida por los Nefilin, pero soy feliz y mi único deseo es ayudar a la humanidad. Con los Nefilin tal vez he alcanzado el final de mi camino.

Ahora mismo agradezco la ocasión de hablar con usted y poder aportar mi grano de arena.

—Pero maestro, yo no soy nadie.

—Eso es lo que usted cree, usted es un ser privilegiado, de hecho ya estaba escrito que le tenían que contactar, aunque como siempre a lo largo de su vida, usted se ha adelantado a los acontecimientos.

—Maestro ¿qué me va a enseñar usted?

—Aparte de lo que humildemente pueda y usted quiera aprender. He recibido el encargo de enseñarle todo lo que mi humilde persona pueda, si es usted como se supone una persona que se lo merece. Para ello deberá esforzarse y seguir mis instrucciones.

—Quiere usted decir que podré levitar.

—Aquí dentro sí, es muy fácil. En el exterior no sé si lo conseguirá.

—Y podré hablar tranquilamente por telepatía. A caso no lo a echo ya.

—Sí, si lo he hecho, tiene razón pero me costaba muchísimo.

—Solo es cuestión de práctica. Pero señor Benjamín ¿cuánto tiempo lleva esas ropas? ¿Sabe que huelen?

El maestro tenía razón Benjamín no se había cambiado la ropa desde que perdió la mochila. Y pese a la excelente temperatura de la cueva, su cuerpo empezaba a expandir un cierto tufillo.

El maestro cerró los ojos concentrándose; al poco tiempo, Benjamín observó que a un lado de la pared aparecía el jardín con una pequeña catarata, al fondo de un pasillo.

El maestro le dijo. Espero que todo esté a su gusto, póngase la ropa que allí encontrara y las sandalias.

Benjamín atravesó el pasillo sin ningún miedo, ya se estaba acostumbrando a las cosas que allí sucedían. Se despojo de sus ropas y tomó una refrescante ducha, en una concha al alcance de la mano había un líquido dedujo que sería como una especie de gel y lo usó. Después de ducharse se sintió un hombre nuevo. Se puso las ropas que tenía a mano, no le eran extrañas las había usado en el judo, pero el cinturón era blanco. Se sonrió él era cuarto Dan Y además dominaba el carate y había practicado en menos medida otras artes marciales.

Se puso las sandalias y le dio la sensación de que su cuerpo, era mucho más ligero, se dirigió nuevamente en dirección a la caverna, andaba muy mal con las sandalias, pensó ¿cómo pueden usar estas sandalias con lo mal que se camina con ellas?

La respuesta se la dio el profesor Shon.

Al llegar a la caverna junto al profesor había un joven, que como él llevaba el traje de yudoca, no era oriental sus rasgos eran europeos.

El profesor interrumpió sus pensamientos.

—Como se encuentra señor Benjamín . Le presento a Gerard, de ascendencia Francesa pero nacido en Sudáfrica, como usted es un ser privilegiado por ser admitido por los Nefilin.

6. Entrenamiento

—El señor Gerard es especialista en medicina y como usted, creía ser un experto en artes marciales, como verá el lleva el cinturón negro. Para conseguirlo deberá vencerle.

—Por favor quítese las sandalias.

Benjamín se quitó las sandalias y sintió su cuerpo mucho más pesado.

—Sé lo que está pensando, que se encuentra mucho más pesado sin las sandalias, después se lo explico.

—Ahora por favor póngase frente a Gerard y cuando yo les de la señal con esta campanilla, intente golpearlo agarrarlo o lo que usted quiera y no se preocupe que no le hará daño.

En ocasiones Benjamín para enseñar defensa personal, había dicho lo mismo que el profesor, contestando a la agresión con una contra llave y esperaba que le ocurriera lo mismo. Decidió hacer un ataque frontal para facilitar la labor de Gerard.

Cuando atacó con su propio impulso se fue al suelo, Gerard lo miraba sin mover los brazos que tenia cruzados sobre el pecho.

El profesor le insistió, SIGA, SIGA, ataque

Benjamín lanzó barios ataques, y en todos ellos tubo el mismo resultado, no encontró a Gerard.

—Bueno ya que no puede usted atacar a Gerard, que le ataque él

Benjamín sintió como los dedos de Gerard en sus hombros, de dejaban sin fuerzas.

Estaba derrotado y todavía no sabía cómo.

—Gracias Gerard, (Gerard se retiró a través de la roca). Ahora tendrá usted dos preguntas. Si me lo permite yo se las diré. ¿Qué ha ocurrido con Gerard? y ¿cómo es que me siento más ligero con las sandalias?

Como sabia el profesor... claro era fácil deducirlo; o le abría leído la mente.

—Bien maestro explíqueme que ha pasado con Gerard.

—Es muy sencillo se ha adelantado a sus actos, usted podría ser el campeón del mundo de cualquier modalidad y hubiera perdido con Gerard y el solo es un medico.

—¿Como lo hace?

—Mientras usted tenía los pies anclados al suelo, él era ligero como una pluma, estaba concentrado y pendiente de sus pensamientos, en fracciones de segundos leyendo su mente, se adelantaba a sus actos. Solo aprendiendo a concentrarse aprenderá a luchar y solo aprendiendo a concentrarse aprenderá a levitar, el poder de la mente es inmenso pero no todos lo dominamos, aquí tenemos ayuda por lo que nos es más fácil.

—¿Cómo lo podemos llevar a cabo?

—Bien ya perece que está usted predispuesto a aprender. Empecemos por el principio. Dicho esto Shon sacó una pequeña piedra que brillaba y la puso sobre un saliente de la roca. Ahora quiero que la mire fijamente la grabe en su memoria, y la retenga en ella con los ojos cerrados, todo el tiempo que pueda. Hágalo tantas veces como pueda yo me voy y mañana ya hablaremos.

Benjamín quedó solo en la gruta pensó (si voy a empezar ahora el aprendizaje ¿qué he hecho hasta ahora?

Después miró fijamente la piedra y siguió las instrucciones del profesor. Poco a poco el sueño se adueñó de él. Al día siguiente se despertó con hambre. Apenas pensó en la comida esta apareció. Abrió el jardín con suma facilidad. Una vez satisfechas sus necesidades siguió con los ejercicios del profesor así estuvo todo el día, ya debía ser muy tarde cuando al abrir los ojos vio a Shon sentado delante de él.

—Profesor creía que se había olvidado de mí.

— No le estaba observando la ultima vez ha estado casi una hora antes de abrir los ojos, acaso se había dormido.

—No seguía teniendo presente la piedra.

—Vaya es usted un buen alumno, mire durante su vida haga este ejercicio siempre que pueda con una vela o con cualquier objeto, a partir de ahora la tranquilidad es su mejor aliada por lo tanto, le molestare lo menos posible, pero recuerde le estaré observando. Debe usted mirar la piedra e intentar elevarla. Para ello primero la memorizará en su mente, después la mirará con fijeza y le ordenará que se levante con delicadeza. Ella está deseando levantarse si usted le da la orden correctamente. Se lo aseguro yo vendré cuando esté preparado para el siguiente paso.

Benjamín se quedó nuevamente solo, no tenía otra cosa que hacer y se dedicó sin éxito a intentar mover la piedra, hasta que nuevamente cayó rendido y se durmió al día siguiente después del protocolo, pensó si abro el jardín sin esfuerzo por qué no muevo la piedra se quedó mirando la piedra y esta se elevo unos diez centímetros y cayó bruscamente se pasó todo el día subiendo y bajando la piedra aunque no lo dominaba, pasó el día sin que nadie lo visitara.

Al día siguiente en salir del jardín vio una mesa con dulces tarta y galletas, Narda y Alina estaban junto a ella.

—Hemos creído que lleva usted mucho tiempo comiendo frutas y verduras, le hemos confeccionado algo más sólido.

—Se agradece. –Contestó Benjamín —.

Comió como nunca todo estaba buenísimo. Cuando estuvo saciado le dijo a Narda.

— Usted me dijo que iría pasando cavernas según aprendiese, ¿no he aprendido nada?

—Si se encuentra en la tercera caverna.

—Yo creo que no he salido de la segunda. Las cavernas para usted ya no tendrían que tener más misión que recibir sus enseñanzas. No importa donde esté importa que ha aprendido.

—Ya entiendo dijo con un tono triste, llevo aquí mucho tiempo, sin noticias del mundo.

—Ya ¿le gustaría a usted tener un televisor?

—¡Sí!

—Comprende que si lo tuviera, no podría concentrarse, acaso veía la televisión mientras estudiaba.

—Tiene usted razón.

—Mi hija le ayudará a concentrarse, pero recuerde si se distrae pensando en ella no se podrá concentrar.

Por primera vez Benjamín vio una sonrisa en el rostro de madre e hija y pensó verdaderamente parecen humanas. Pero faltaba la persona que le había atendido los últimos días.

—¿El profesor Shon?

—Se le ha encomendado otra misión.

Alina se sentó frente a Benjamín mientras su madre desaparecía tras las rocas. Por un momento Benjamín quedó pensando. Si había entrado por las rocas el primer día, ¿podría atravesarlas ahora?

Alina le dio la respuesta.

—No, no podría sin mi ayuda, precisamente está aprendiendo a hacerlo. Todo se basa en su grado de concentración.

—Pero es muy difícil concentrarse y ustedes lo hacen sin darse cuenta.

—Se acuerda como empezó a caminar o quien le enseñó a hablar. Según tengo entendido usted aprendió a leer y escribir ingles en tres meses, a eso le llamo yo poder de concentración. Y usted dispone de mucho poder, por eso ha sido un superdotado, nosotros solo tenemos que encauzar ese poder. No solo va a levantar la gema si no que la va a pasear por la sala.

—Benjamín seguía ciegamente las indicaciones de Alina, no quería quedar en ridículo frente a una mujer, al mismo tiempo se esforzaba por contestarle telepáticamente.

A los tres días apareció el profesor Shon.

—Parece que ha aprendido mucho en estos días que no he estado yo.

—¿Y Alina?

—¡Cómo! ya no pregunta por mí, Alina ha cumplido su misión y ahora le vuelve a tocar a un servidor. Bien usted ya levanta la piedra y la hace moverse por la caverna eso quiere decir que ha aprendido a concentrarse en un punto ahora debe aprender a concentrarse en varias cosas a la vez. Su cerebro manda sobre la materia.

Veo que lleva puestas las sandalias debería levitar sin ningún esfuerzo.

—¿Qué debo hacer? ¿Y qué tienen que ver las sandalias con la levitación?

—Hay muchas cosas que desconoce y una de ellas, es que las sandalias están tratadas, para contrarrestar en parte la gravedad de la tierra.

—¿Cómo lo consiguen?

—Es muy fácil la suela lleva una carga magnética, que contrarresta en parte la fuerza de la gravedad.

Póngase en pie y piense que está flotando, no debe hacer fuerza, las órdenes mentales no la necesitan.

Benjamín obedeció al momento sus pies se elevaron del suelo y casi perdió el equilibrio moviéndose con un balanceo.

Shon se río, mientras que Benjamín caía bruscamente al suelo.

El profesor ordenó, nuevamente.

—Elévese y desplácese por la habitación, solo tiene que querer hacerlo, no debe andar solo piense donde quiere ir.

Benjamín lo intentó una y otra vez, con diferentes resultados.

—Parece usted un pato mareado, creo que deberíamos llamar a la señorita Alina.

—No por favor lo conseguiré.

Por un lado de la gruta entró Narda acompañada por un hombre alto de unos cuarenta años aproximadamente.

Narda le presentó.

— Este es Zeneos uno de nuestros investigadores y encargado de revelarle nuestros más recónditos secretos, si lo acepta el consejo. Dentro de diez días se reúnen y usted deberá estar preparado, le advierto que según el nivel alcanzado le serán rebelados nuestros secretos. Antes deberá de haber una trasmutación de mentes con el gran consejo y ellos decidirán.

El hombre habló.

—Por favor siéntese y libere su mente, procure no pensar en nada. El recién llegado se sentó frente a él.

Cierre los ojos, a continuación Zeneos le iba hablando mientras observaba sus reacciones, al poco tiempo, abrió los ojos.

Está muy avanzado y es muy inteligente dentro de ocho días vendré a charlar con él. Para entonces espero que deje de ser un pato mareado.

Los visitantes salieron (para Benjamín ya no era una cosa extraña verlos salir y entrar a través de las paredes de roca) por un lado pensó, parece que mi encierro llega a su fin. Una voz le dijo.

—Su encierro es voluntario y le queda mucho trabajo por hacer.

Los siguientes días fueron intensos aparte de aprender a levitar y desplazarse con rapidez, debía de aprender hipnosis colectiva y sobre todo como manejar la materia con la mente.

A estas alturas de su aprendizaje, Benjamín ya no buscaba explicaciones lógicas para lo que le estaba ocurriendo, solo se esforzaba en llevar a cabo todas las explicaciones que recibía del profesor Shon. Su poder de concentración iba aumentado considerablemente y su mente actuaba como un autómata.

Pese a haber practicado la hipnosis y tener todo lo necesario para llevarla a cabo nunca había hipnotizado a nadie. Al cabo de dos días se deslizaba con gran soltura y hablaba con la mente había adelantado en todos los aspectos. El profesor le dijo.

—Creo que ha llegado el momento, de que empiece usted a actuar y tener su propio criterio. Es ahora cuando sabremos si es usted merecedor de nuestra confianza y más tarde de ingresar en nuestra sociedad, dentro de poco tendremos una visita ellos decidirán hasta qué punto podemos darle nuestra confianza. Y decidirán si puede usted salir sin que le borren de la memoria el secreto de nuestra existencia.

Al poco tiempo aparecieron en la sala tres personas, Narda, Zeneos y un anciano que debería tener muchos años, su pelo era completamente blanco como la plata, y se le notaba la edad, pese a que no tenia excesivas arrugas en el rostro, su cuerpo estaba encorvado, y el dorso de sus manos con manchas producto de su dilatada vida.

Narda le hizo saber que el anciano, Yosafer era miembro del consejo supremo y quería conocerlo.

Benjamín sin abrir la boca, le mandó un mensaje con el cual se sentía honrado de tan grata visita.

El anciano le comunicó, el honor es mío, pues no siempre tenemos visitantes tan ilustres y predispuestos a ayudar como usted.

Benjamín pensó yo no he dicho que estuviera predispuesto a nada.

El anciano le hizo saber, mientras esbozaba una sonrisa delatora, que su subconsciente le traicionaba, y si estaba dispuesto a ayudar.

El profesor Shon interrumpió. Desearía hacer una visita al exterior con el señor Benjamín .

El anciano Yosafer se quedó mirando a Shon, si usted lo cree conveniente, solo le acompañará usted, ya sabe el procedimiento.

Gracias, muchas gracias, contestó Benjamín . Su cuerpo bullía de emoción, parecía como si le librasen de un castigo. Por fin vería la luz del sol.

Los visitantes se esfumaron y Benjamín escuchó como Shon le decía.

—Vamos tenemos mucho trabajo. Señor Benjamín parece que se alegra de salir, le recuerdo que no es usted un prisionero.

—Si me lo han repetido muchas veces, pero esto parece una celda ancha pero una celda al fin y al cabo. Llevo aquí mucho tiempo y no quiero irme sin aprender todo lo que pueda, en estas condiciones yo mismo soy mi carcelero.

—Le entiendo perfectamente, yo si estuve encerrado y gracias a eso conseguí, liberar mi espíritu y mi cuerpo, créame vale la pena. Las comodidades no le dejarían concentrarse y está muy cerca del final. También sé que si usted sale al mundo exterior, cuando vuelva entenderá muchas cosas, a las que hasta ahora no les ha dado importancia o le han pasado desapercibidas.

6. La salida

Cuando Benjamín despertó, sus ropas estabas junto a él con sus botas y sus documentos. Al poco tiempo apareció el profesor Shon, con ropas de calle.

Benjamín se sonrió.

—¿Qué ocurre? Se ríe usted.

—Me había parecido un explorador, está usted muy cambiado sin su túnica.

—Soy un hombre, como los demás.

En realidad el profesor se confundía con los nativos, por su físico.

—Bien señor Benjamín . No crea que vamos de vacaciones, más bien vamos a comprobar de qué han valido nuestras enseñanzas.

Al ponerse las botas Benjamín notó un gran peso, como si los pies los tuviera pegados al suelo.

—¿Qué le ocurre? Le pesan los pies. Ahora le será más difícil levitar pero si se concentra podrá hacerlo. Vamos a poner en práctica todo lo que ha aprendido aquí durante estos días, espero que lo realice sin ningún esfuerzo.

Para salir de aquí le revelaré un secreto, no todo es lo que parece, algunos tramos de roca están tratados con un líquido que como le dijimos, ponen en línea las partículas, dejando huecos por donde pasan las nuestras o viceversa, las partículas de la roca pasan a través de las nuestras. Para lo cual basta con ordenar nuestras moléculas con una orden del cerebro. Cuando usted entró fue ayudado ahora para salir, usted debe salir por sus propios medios. No toda la gruta está tratada solo la parte más gris.

—Yo todo lo veo igual.

—A se me olvidaba, en ocasiones con la hipnosis, podemos proyectar imágenes que solo ven las personas que queremos, eso quiere decir que la caverna que usted ve no es la real, lo que usted ve es una ilusión.

—Quiere decir que he estado encerrado en una ilusión.

—Más bien ¡Sí! Cierre los ojos y piense que no hay paredes, después ábralos.

Benjamín hizo lo que le mandó el profesor, al abrir los ojos la gruta había crecido era mucho mayor y en ella habían dos cilindros de unos tres metros de diámetro.

Benjamín preguntó ¿que son estos cilindros?

—Ábralos usted los ha estado usando.

Al abrirlos, se encontró con el jardín y la ducha, el envoltorio era de plástico.

— ¡Cómo! yo creía... Dijo con sorpresa.

—¿Que hacíamos magia? No señor no hay magia solo trabajo, la verdadera magia está en su mente, tal vez se dé cuenta con estos detalles, que no somos más que personas, con una concepción diferente de la vida. Si aquí hubiera una explosión todos moriríamos los nativos y nosotros; ese es el miedo que hace que los Nefilin, quieran manipular a las personas desde hace miles de años. La búsqueda de la paz y la tranquilidad para poder concentrarse en engrandecer su espíritu, los contactos con el mundo exterior, no son más que intentos para que ustedes, conciencien al resto de los humanos, pues todos somos habitantes de la misma tierra, y corremos los mismos peligros.

—Bien ahora ve usted la parte más gris de la roca.

—Si la veo.

—Pues ya sabe lo que tiene que hacer.

Benjamín atravesó la pared sin ningún esfuerzo, a continuación una sensación de satisfacción, se apoderó de él. ¡Era verdad que había aprendido! todo parecía funcionar lo cual le daba una especial confianza en sí mismo y en todo lo que le habían enseñado.

Ante él se abría un largo corredor. Con un ademán de Shon emprendieron la marcha. Benjamín caminaba mientras Shon flotaba sus pies no parecían tocar el suelo.

Benjamín se dio cuenta e intentó imitarlo, a los pocos minutos, consiguió andar como él. Shon sonrió.

—Va usted aprendiendo, debemos usar nuestros poderes adquiridos cuando nos sean necesarios. Seria de ineptos no usarlos en nuestro benefició, pero en cuanto salgamos, nos comportaremos como personas normales.

¡Personas normales! Acaso ya no era una persona normal.

Shon intuyó sus pensamientos.

— Señor Benjamín , acaso es normal nuestra forma de caminar o de hablar sin mover los labios, usted a partir de ahora es un ser superior, a la gente con la que nos encontraremos. Gente que era como usted y yo. Aunque usted nunca ha sido normal.

—Hay una cosa que tengo mucho tiempo en mente y quería preguntarle.

—Dígame.

—¿Qué producto utilizan para conseguir la luz interior? ¿Es luz radiactiva? o algo natural por aquí.

—No y sí, me explico si es sacada de la naturaleza pero no es natural, es manipulada en el laboratorio y después al igual que pulverizan la roca para alinear las partículas, pulverizan la roca para que haga luz al detectar un cuerpo.

Sé que los estudios de una bruja con luciérnagas y los estudios de los peces que viven en las profundidades, dio como resultado esta luz fusionando ambos estudios. Se puede usar a voluntad igual que la usan los animales. Usted la podría apagar y encender solo con su voluntad.

Señor Benjamín la naturaleza es sabia, solo tenemos que copiarla, en nuestro beneficio. Y en vez de eso la destruimos.

Años y años de evolución han desaparecido por el egoísmo y la desidia humana, aquello que tardó millones de años en evolucionar. Ha sido destruido en un segundo, en muchísimas ocasiones, llámense plantas o animales. Los humanos tenemos costumbre de eliminar todo aquello que nos estorba.

Después de una hora, Benjamín había pasado por muchos sitios donde la roca cambiaba de color y le preguntó al profesor.

—¿Estos cambios de color son como puertas?

—Exactamente, pero usted no debe de entrar, aunque no se lo podría impedir, si lo hiciera.

—Ya le entiendo yo soy un invitado, como en una fiesta no debo salir del salón principal.

—Lo ha entendido; ya estamos llegando. Ante ellos se alzaba una pared de roca no había salida. El doctor cerró los ojos y dijo.

— Debemos asegurarnos antes de salir.

A continuación las rocas se movieron y pasaron por un hueco, de no más de setenta centímetros, al otro lado la luz era natural. Estaban en una cueva natural y en ella había un viejo todoterreno, Shon comprobó que tuviera combustible, después le dijo a Benjamín sabe usted conducir, tome el volante, unos arbustos tapaban la entrada, en cuanto el motor se puso en marcha los arbustos se separaron dejando la salida libre.

—En cuanto salga a la derecha con cuidado. Shon le acercó unas gafas de sol a Benjamín diciendo, lleva mucho tiempo sin salir.

¿Dónde vamos?

—A la capital así podrá usted recoger sus maletas. Y ver hasta qué punto ha asimilado nuestras enseñanzas. Al cabo de tres horas divisaron la capital, una hora más tarde estaban en ella, aparcaron el coche cerca de un mercado.

—Benjamín sígame, Shon lo llevó directamente a un bar y pidió una naranjada para él y otra para Benjamín . Diciéndole a continuación.

—Este es un buen momento para demostrar que ha aprendido sobre la hipnosis.

Benjamín entendió que debería actuar, uno de los clientes se dirigió a la puerta, la puerta estaba cerrada y no podía abrir por más que insistía. Un amigo intentó abrir mientras el dueño del local diciendo me vais a romper la puerta, salía del mostrador y abría sin ningún problema, Benjamín se acercó a una mesa y preguntó.

¿Podrían ustedes decirme la hora? Los tres señores que había en la mesa miraron sus relojes y dijeron la una en punto señor.

Benjamín corrigió. En mi reloj son las dos.

Las tres personas, miraron de nuevo sus relojes, si tiene usted razón son las dos.

—¿Los tres tienen las dos? Insistió Benjamín .

Los hombres se miraron extrañados unos a otros mientras miraban los relojes.

—Sí señor.

—Gracias. Benjamín tenía hambre y pidió unas enchiladas. Después de comer le dijo al dueño. ¿Que se le debe?

Nada señor está pagado. Ambos salieron del bar mientras, Shon le decía.

—No debemos aprovecharnos de nuestros poderes, yo si llevaba dinero.

— ¿Tienen ustedes dinero? ¿Cómo lo consiguen?

—El dinero va y viene hay contrabando donde se pierden grandes cantidades, hay diamantes y metales, es fácil conseguir dinero entre nosotros no lo necesitamos, solo cuando salimos al exterior, como hoy. Ahora vamos hacia la cumbre. El profesor echó a andar por entre los callejones, la cantidad de suciedad y de abandono se hacía más patente mientras avanzaban, la miseria se adueñaba de las chabolas, algunos niños jugaban vestidos con harapos todos sucios a las puertas de sus chabolas, Benjamín nunca había visto tanta miseria.

—Qué le parece como es nuestro mundo, verdad que no es lo mismo verlo en la televisión que en la realidad, estas personas seguirían con los ojos cerrados a cualquiera que les prometiera una casa y comida. Mientras Shon hablaba tres hombres aparecieron con sendos cuchillos.

—Den nos ustedes todo lo que lleven.

— Benjamín les dijo no llevamos nada.

—El profesor les dijo, es mejor que no se metan con mi amigo, sabe karate.

—Y nosotros tenemos un cuchillo, le he dicho que nos de todo lo que lleve.

—Benjamín es cosa suya recuerde. El profesor se apartó contra la pared. En cuestión de segundos los tres hombres estaban en el suelo, habían soltado las armas y no podían mover los brazos. Benjamín había puesto en marcha todo lo que había aprendido, leyendo sus pensamientos para anticiparse, y clavando sus dedos en los hombros de los atracadores lo cual les dejaba doloridos durante unos minutos.

Cogieron la dirección de vuelta, en busca del vehículo. Mientras Benjamín preguntaba.

— ¿No deberíamos avisar a la policía?

—No, seguramente esta noche algunos de esos niños no comerán, “ellos” (dirigiéndose a los atracadores) necesitan aportar alguna cosa para el consumo de su familia, con un trabajo no se verían abocados a delinquir, pero aquí hay poco trabajo. Hay quien roba millones y no le llaman “ladrón”. Usted deberá saber distinguir, cuando se enfrente al mundo, tenga en cuenta que hasta hoy usted era una persona y a partir de hoy ya es otra. Los poderes que ha adquirido y los conocimientos que adquirirá, le harán ver las cosas de muy diferente manera, a como las ha visto hasta hoy.

En su interior Benjamín comprendía las palabras de su maestro.

Llegaron al todo terreno y decidieron ir en busca de las maletas. Conducir por la capital era una odisea, todos se cruzaban le adelantaban, pitaban etc. Benjamín miró a Shon estaba sentado a su lado con la mirada al frente y el rostro impasible. En frente le pareció ver el taxi de Manuel se acercó como pudo. Y paró a su lado, Manuel lo reconoció.

—Señor Benjamín , casi lo dábamos por muerto.

—Manuel ¿cómo podemos llegar a su casa?

—Síganme, Manuel se subió al coche y arrancó en dirección a su casa, Benjamín tenía que esforzarse para seguirlo.

Por fin llegaron a su destino. La señora de Manuel reconoció de inmediato a Benjamín . Y salió de su casa con una clara satisfacción en el rostro.

—Buenas tardes señor ¿cómo se encuentra? nos tenia preocupados.

—No ha pasado nada solo que he, tenido mucho trabajo, les presento al profesor Shon es un gran amigo mío. Profesor estos son María y Manuel dos personas maravillosas

—¿Y su hija? Preguntó a María.

—Intentando ganar algún dólar con unos turistas.

—¿Tienen mis maletas?

— Como no; pasen dentro.

Pese a ser una casa antigua y en una buena calle, se notaba la pobreza en la casa de María. Exenta de todo lujo, solo tenían lo imprescindible para vivir y un sinfín de recuerdos.

—¿Ya han comido? Preguntó María.

—Si María ya hemos comido.

—¿Se quedaran a cenar?

— No lo creo vamos de paso.

Shon preguntó —¿por qué no?

—Yo creía que debíamos volver.

—Somos libres nadie nos acosa.

—María intervino ¿es que ocurre alguna cosa? Tienen problemas.

—No María, estamos llevando a cabo unas investigaciones y unos estudios, yo creían que teníamos que volver hoy y según el profesor no es preciso. Eso me dará tiempo para llevar a cabo un proyecto que tengo en mente. Esta noche quiero que se pongan sus mejores ropas, tanto usted como Manuel y su hija les llevaré a cenar. Shon sonrió.

Benjamín abrió las maletas. En la más pequeña puso una muda de ropa, la que utilizaría para volver a su país y su bolsa de aseo, imprescindible para hacer desaparecer la desaliñada barba de un mes, el resto lo puso en la maleta más grande y le dijo a María.

—Todo el contenido de la maleta es para vosotros, seguramente tendrás que acortarle los pantalones a Manuel. Ahora tenemos que ver si hay habitaciones en la pensión.

Benjamín y Shon salieron hacia la pensión llevando su pequeña maleta. Afortunadamente tenía habitaciones libres y Benjamín se pudo afeitar. Al entrar de nuevo en la habitación, exclamo.

—¡Ya tenía ganas de librarme de esta barba!

—Cómo ¿quería afeitarse?

—Sí, no estoy acostumbrado a llevar barba.

—¿Y por qué no lo pidió? Allí también nos afeitamos, acaso no vio al doctor o a un servidor afeitado.

—En realidad tenía tanto trabajo, que no había reparado.

Bajaron al pequeño saloncillo donde tenían la televisión en la pensión y vieron en la televisión un canal de noticias. La mayor noticia era que el pueblo le había ganado la guerra a Gadafi

No le dieron demasiada importancia, pues el enigma era ¿quién sustituirá a Gadafi? Pensaron que en realidad, el mundo seguía estando tan loco como siempre.

Manuel entró por la puerta,

—¿Están a punto los señores? mi familia les está esperando.

Benjamín , presentó a Shon la hija de Manuel.

—Profesor esta es María la hija de Manuel y María y este es el profesor Shon mi profesor.

Mientras María decía, “Mucho gusto profesor” mientras pensaba. Parece todo menos un profesor.

Benjamín dijo en voz baja.

— Las apariencias engañan. De inmediato se dio cuenta de su indiscreción y como queriendo disimular dijo.

—Vamos todos al coche.

Manuel les llevó a un buen restaurante la cena fue amena todo el mundo hablaba de los proyectos de María. Esta se quedó un momento mirando a Benjamín y pensando.

Qué guapo es, ¿cómo me gusta, pero es demasiado para mí?

Benjamín se sonrojó lo que aprovechó el profesor Shon para decir.

Si señor Manuel hay mucha gente que se aprovecha de su poder y a veces es mejor hacer oídos sordos, antes de verse en un compromiso. Aunque el español del profesor, no era muy correcto se le entendía perfectamente. Sobre todo Benjamín el cual acepto la indirecta, sin que nadie se diera cuenta.

La velada terminó con las gracias del matrimonio y de su hija antes de despedirse, Benjamín le dijo a Manuel.

—¿Mañana podrías acercarme a un banco?

—Como quiera, a las diez en la puerta. Shon miraba oía y callaba.


A las diez en punto Manuel estaba en la puerta. Benjamín salió seguido de Shon. Manuel les llevó a un banco español, Benjamín pidió hablar con el director. Le hicieron pasar a un despacho, Manuel y Shon se quedaron fuera. En el interior del despacho, Benjamín le mostró la tarjeta de crédito e hizo que el director llamara a su banco en España.

No tardaron mucho en salir del despacho del director, el cual con un ademán hizo venir un empleado, diciéndole.

Dele todo lo que pida al señor Benjamín y volviéndose sobre sí mismo se dirigió a él diciendo. Espero verlo por el banco, donde tiene su casa para lo que necesite.

—Muchas gracias. Contestó Benjamín.


El empleado atendió solicito a Benjamín el cual sacó, quinientos dólares para su consumo y seis mil en una libreta de ahorro a nombre de Manuel, al que pidió sus documentos e hizo firmar. A continuación se fueron a recoger la maleta y el todo terreno.

Cuando llegaron a casa de Manuel, Benjamín hizo entrega a María de la libreta, diciéndoles.

—Tome esto es para que su hija pueda estudiar, mañana quiero que vaya con Manuel y la incluya en la libreta.

Después sacando una tarjeta de su empresa de vinos, se la dio diciéndole.

— Si alguna vez vienen por mi país, búsquenme aquí o díganle a mi encargado que son mis amigos él les atenderá, su nombre se lo he escrito por detrás. Y si su hija desea estudiar en España, allí tiene una casa. Estaré muy complacido de atenderles.

Manuel y María no daban crédito a lo que les decía Benjamín , nadie se había ocupado de ellos en su vida. María le dijo.

— ¿Cómo podemos darle las gracias?

—Me basta con su amistad. Dicho esto le dijeron a Manuel,

— Tenemos que ir al otro lado de la ciudad ¿por dónde podemos ir?

— Síganme.

—Sí pero no corras. Manuel sonrió. Y siguiéndolo se fueron hasta que reconocieron los edificios y la zona por la que habían entrado a La Paz. Allí tocó el claxon Benjamín y se despidieron.

Mientras ellos se alejaban María había abierto la libreta de ahorro, viendo la cantidad que había en ella, se le escapó una exclamación ¡Virgen Santa! Nunca había creído que alguien le diera tal cantidad. Ahora sí que podría estudiar su hija.

8. Regreso a la caverna

Después de llenar el depósito y dos contenedores de reserva, emprendieron el viaje de retorno. Pero esta vez Benjamín iba más convencido de lo que quería. Era una sensación entre deseo de aprender y curiosidad por saber hasta dónde estaban preparados los Nefilin y si como le habían dicho, habría mucha gente que no fuera de su raza entre ellos.

Eran muchas las preguntas que tenia por resolver.

Al cabo de tres horas de viaje, Shon, interrumpió sus pensamientos.

Se lo que está pensando, y creo que la curiosidad le hace apretar el acelerador, recuerde que somos mortales, no quisiera acabar mi vida en un barranco.

A partir de ahora iremos subiendo lo cual quiere decir que nos costará más volver, de lo que nos costó ir a La Paz. Cuando usted quiera, puede parar y daremos cuenta de los panecillos que nos ha dado María.

Solo habían comido unas galletas y un vaso de leche para desayunar.

Benjamín pensó que Shon tenía razón. Busco un rellano y aparcó, después de disfrutar del buen sabor de los panecillos decidieron seguir la marcha.

Más de tres horas tardaron en llegar a las inmediaciones de la cueva. Conforme se acercaban se levantaba una ventisca, lo que les ralentizaba enormemente.

Al llegar Benjamín no podía ver casi nada, Shon le dijo un poco más adelante, cierre los ojos y lo verá.

¡Cerrar los ojos! Podrían tener un accidente, Benjamín paró por precaución y cerró los ojos concentrándose en buscar la entrada. Su sorpresa fue que casi intuía mejor el camino con los ojos cerrados que con ellos abiertos, se dejó guiar por su instinto y entraron en la cueva, los matorrales se cerraron tras ellos. Benjamín comprendió que entre las ventiscas y las nieblas que circulaban entre los grandes picos; era muy difícil que alguien pudiera descubrir la entrada de la cueva.

Bajaron del vehículo y Benjamín se quedó pensando si coger su troller o dejarlo en el todo terreno. Cuando una voz procedente de Shon le dijo.

—Cójalo tendrá que afeitarse.

Benjamín experimentó una rara sensación, ya no se sentía un extraño, ni un intruso, su visión del mundo subterráneo había cambiado, las rocas le obedecían podía atravesarlas y lo más importante estaba allí porque quería, lo cual le daba un plus de libertad.

Pronto echó en falta las sandalias levitadoras y preguntó a Shon por ellas.

—Están en su habitación.

—¿Habitación? Abra querido decir caverna o gruta.

—No he dicho habitación. Respondió Shon. Mientras seguían por el largo pasillo.

Benjamín se dio cuenta que estaba exteriorizando sus ideas y debería guardarlas más o Shon se enteraría de todo.

Por fin llegaron a una sala mayor, un Nefilin salió a su encuentro haciendo una indicación, les dijo su habitación está preparada, por favor no entre en las demás dependencias puede entrar o salir a su antojo, pero respete nuestras reglas, al menos por ahora. Después mientras Shon le acompañaba a su habitación el Nefilin desaparecía, por una pared. Benjamín buscaba la parte más gris y entraba en su habitación.

Se llevó una sorpresa en ver una cama y unas sillas aquello ya parecía una habitación, incluso habían simulado una ventana por donde entraba luz. Esto ya era otra cosa, en cuanto se recuperó de la sorpresa se volvió sonriendo a Shon, este le dijo.

—Que no le distraiga de la verdad por la que está aquí y desapareció, por donde había entrado.

Si Shon tenía razón, pero al menos dormiría cómodo, no veía que tenía que ver su aprendizaje con la comodidad, ahora tenía todo lo que necesitaba.

Se fijó que sobre la cama habían depositado un vestido como los de los Nefilin eran un hábito blanco y una túnica negra con dos agujeros, para los brazos, su tejido era muy ligero como el de una sabana, y en el pecho lucía una espiral como un caracol sin más adornos, las sandalias estaban junto a la cama.

Si se habían molestado en darle la ropa, debería usarla. Al ponerse la ropa se dio cuenta que esta se iluminaba, lo que le traía a la memoria la luz que rodeaba a los Nefilin, como una aureola. No así a Shon que le gustaba llevar su túnica azafrán y en ocasiones su manto, de un marrón rojizo oscuro.

El profesor no tardó en irrumpir en la habitación, diciendo.

—Benjamín parece usted un Nefilin y tal vez ya lo sea. Tenemos que hablar.

Benjamín se sentó frente a Shon.

—Usted dirá.

—Mis enseñanzas tocan a su fin, aunque usted me puede consultar cuando quiera o simplemente dialogar conmigo pero, debo decirle que ha pasado usted las pruebas a que ha sido expuesto en nuestro viaje, usted tiene tanto poder o más que yo aunque ahora es como un diamante sin pulir, solo usted tiene poder para pulirse, practicando diariamente la concentración y la meditación.

A partir de ahora le toca la parte intelectual y material. Puedo añadir sin miedo a equivocarme, que también de sorpresas aunque es un campo que usted domina.

¿Más sorpresas? Pensó Benjamín, como si no fueran suficientes sorpresas, lo que me ha ocurrido hasta hoy.

—Mañana vendrán a verle, usted ya los conoce aunque, puede venir alguien más, en pocos días le irán enseñando sus más recónditos secretos, es un gran honor pues no los enseñan a todo el mundo, solo a aquellos que han sido iniciados y pasan por la aprobación del consejo.

—¿En qué consiste el consejo?

—No sé si debo inmiscuirme en algo que no me corresponde, pero les puede hacer usted esa misma pregunta mañana, seguro que le dan una explicación ya que aunque no ha pasado por el consejo, prácticamente usted ya ha sido admitido, y si no fuera usted merecedor de nuestra confianza, siempre nos queda el recurso de borrarle la memoria.

Solo quiero desearle suerte y que recuerde mis palabras, cuando se sienta triste o indeciso. Nadie es superior a usted.

—¿Estará por aquí?

— No lo creo, tengo encomendada una nueva misión. Pero eso sí, no se confunda, no todos los que llevan la túnica azafrán la merecen, usted solo tiene que usar la telepatía para descubrirlos. Ahora debo retirarme.

—Gracias por sus enseñanzas.

—Es mi deber.

El profesor salió de la habitación. A Benjamín le embargó la tristeza y los pensamientos de los días pasados junto a él. Los recuerdos acudían a su mente como el día que lo vio vestido con ropas de calle por primera vez, le faltó poco para lanzar una sonora carcajada. Pero la ternura y el corazón del profesor, le habían conmovido. No sabía si lo volvería a ver, pero ya era parte de su vida y no lo olvidaría nunca.

Benjamín decidió descansar y prepararse para los días que se avecinaban.


Al día siguiente después de ponerse a punto decidió, que como no había nadie que le molestara aria ejercicios de concentración. En ello estaba cuando sintió que alguien le esperaba desde la gran sala exterior.

Salió de su habitación y allí estaban, Narda y Zeneos.

Narda le comunicó.

—Señor Benjamín a partir de ahora, su interlocutor será Zeneos, todas las dudas que tenga él se las aclarará, puede hacerle todas las preguntas que quiera por complicadas que estas sean. Aproveche estos días antes de tener su experiencia con el consejo. Como abra visto cada uno de nosotros le ha enseñado una especialidad, o al menos le hemos hecho un resumen de aquellas cosas sobre las que tenía dudas.

Seguramente con mi compañero no tendrá esas dudas ya que es científico como usted, aunque diferimos mucho en algunos aspectos.

Narda salió de la sala dejando a Benjamín con Zeneos.


Zeneos tomó la palabra,

—A partir de ahora, estoy a su disposición como abra comprendido mis conocimientos y los suyos son similares, pero no idénticos a la hora de compararlos con los míos. Me explico, en una conversación sobre física cuántica, posiblemente llegaríamos al mismo sitio, no así en otros campos donde nosotros investigamos y ustedes parecen haberse olvidado de investigar, dando por sentado que ya está todo investigado. En su caso le aconsejo que intente aprender sobre aquello que no entiende, y no intente saber si sabemos tanto como usted, pues si lo sabemos.

—Me han dicho que he sido aceptado entre ustedes, aun a falta de pasar por el gran consejo.

—Si así es y le aseguro que es un gran honor.

—Puede hablarme del consejo.

—Sí, no tenemos secretos para usted. Pero tal vez antes tenga que revelarle algún pequeño secreto, para que usted lo entienda perfectamente.

—Seguramente Narda le habrá hablado de nuestra historia y como a lo largo de los siglos decidimos ocultarnos, para protegernos y al mismo tiempo protegerles a ustedes. Abra oído por activa y por pasiva que nuestra raza se mezcla con la de ustedes en ocasiones, no somos más raros que los chinos, los europeos, los africanos, los lapones o los pigmeos. Todos nos podemos mezclar con todos, un japonés o un inglés pueden dejar embarazada a un pigmeo, una mujer de color puede ser embarazada por un lapón y una africana con prominente trasero puede engendrar hijos de un barón de cualquier raza.

Con esto quiero decirle que hay muchas razas, pero todos somos seres humanos, también nosotros, tenemos problemas de consanguinidad, por lo que tenemos que renovar la sangre, eso nos está llevando a ir perdiendo altura y al mismo tiempo a que nuestras mujeres, de vez en cuando tengan más de un hijo. Hace tres siglos nos dimos cuenta que con el tiempo desapareceríamos.

Podemos decir que hasta el siglo quince, fuimos cerrándonos cada vez más y fue el dominio de la mente y algunos descubrimientos, lo que nos hizo salir más al exterior y contactar con más personas.

—Puedo preguntarle cuales fueron esos descubrimientos.

—Si´, la invisibilidad una forma de escape, también la altura de la gente de algunos países como Holanda o Alemania, nos ayudaron. Si hoy uno de los nuestros, de un metro diez o veinte pasea por Nueva York como mucho lo toman por jugador de Baloncesto. En realidad las cosas para nosotros han cambiado en muchos aspectos.

—¿Qué es la invisibilidad?

—Usted lo ha hecho, cuando se funde con la roca para entrar en una habitación se convierte en invisible. Pero hay otro sistema que es como el del camaleón, o el pulpo. Aunque este se usa en los vehículos y maquinas.

Era la primera vez que oía la palabra maquinas. Cada vez le iban pareciendo más normales, los Nefilin.

Zeneos capto sus pensamientos.

—Sí, no le quepa duda tenemos sangre como ustedes y no hacemos magia.

Benjamín sonrió.

—Ahora le explicaré por que se reúne el consejo de vez en cuando y de los pormenores de este.

Usted conoce este centro, no me he informado de cómo llegó aquí, pero por algún motivo le dejaron entrar.

—En realidad fui siguiendo el mapa de una amiga, no era yo quien tenía que venir.

—Sea como sea usted está aquí y ha sido aceptado, posiblemente por su inteligencia. Pues como le iba diciendo usted conoce este centro, pero hay diez repartidos por el mundo, como abra deducido, la mayoría en las grandes cordilleras pero también tenemos un centro en Nueva York, donde es muy fácil pasar desapercibido. Pero los grandes centros están en el interior. En el Himalaya. Los Alpes y aquí son los más importantes.

Los miembros del consejo, son como ustedes dirían los directores de cada centro. Para ser miembro del consejo debes tener un mínimo de ochenta años y un máximo de ciento treinta, después la cabeza pierde capacidad y no es conveniente salvo excepciones. Para cambiar o elegir un nuevo miembro del consejo. No se puede presentar nadie, cada uno de los habitantes de un centro, elige a quien quiere y después entre los candidatos, los miembros del consejo eligen al que será su compañero.

El consejo se reúne una vez al año, si no hay ningún hecho extraordinario, y cada vez es en un centro, sus decisiones nos afectan tanto a nosotros como a ustedes. Nuestros colaboradores están por todo el planeta.

En esta ocasión el consejo se reúne aquí aunque no nos corresponde. Usted es el motivo especial para que la reunión se celebre aquí. Le puedo garantizar que esto ocurre en muy contadas ocasiones.

Benjamín se sintió halagado y al mismo tiempo intrigado ¿que esperaba de él, el consejo? Una nueva pregunta acudió a su mente.

—¿Cómo se comunicaban los centros de los Nefilin? Nunca había oído que se interfirieran sus emisiones de radio.

Zeneos le dio la respuesta.

— No nos comunicamos por radio, ni por ningún medio conocido por ustedes.

Como usted debe saber, tenemos una buena cantidad de gemelos. Nuestros gemelos se comunican a grandes distancias, por lo tanto hace muchísimos siglos que disponemos de comunicación a distancia, el único problema es que no pueden vivir juntos, pero es algo asumible y necesario así tenemos la ventaja de no confundirnos con ellos, pues se da la paradoja de que son auténticamente iguales. Mucho más iguales que los que usted pueda conocer. Como verá nuestra raza tiene sus ventajas y desventajas.

Mire si quiere comprobarlo, cuando anochezca coja el pasillo y en la sexta puerta a la izquierda puede comprobarlo, pero prohibido hacer ruido, debe boquear su mente para no interferir.

—Y si voy a cualquier hora del día.

—Solo encontrará una gran mesa de roca transparente pulida y unas sillas alrededor, lo cual no creo que le sirva de mucho.

—¿Para qué sirve la mesa?

—Está hecha de una clase de roca que actúa como un condensador, colocando las manos sobre ella aumenta la nitidez de los mensajes.

—¿Qué me ara el gran consejo?

—Le analizará hasta sus más recónditos secretos y decidirán si es usted digno de nuestra confianza, si lo aceptan usted será uno más entre nosotros.

—¿Y si por el contrario no me aceptan?

—Será borrada de su memoria, su estancia con nosotros. Con una simple concentración del consejo. No puede perder nada como mal mayor se quedaría usted igual que cuando entró.

—¿Ha ocurrido en otras ocasiones?

—Si en muchas ocasiones. Cada una de las personas suele creerse perfecta, he incluso parecerlo durante toda su vida, pero en lo más recóndito de nuestro corazón no todos somos lo que parecemos, ni sabemos o podemos guardar los secretos.

Como habrá comprendido, tenemos mucha necesidad de guardar nuestra existencia, mire usted lo que ha aprendido entre nosotros hasta hoy ¿qué ocurriría si alguien lo divulgara?

La gente nos buscaría por todas partes, harían túneles incluso habrían voladuras, nadie estaría tranquilo. Y todo en busca del poder que poseemos, para utilizarlo en beneficio propio.

—Sí creo que tienen ustedes razones muy poderosas, para mantenerse en el más estricto anonimato. Me ha dicho que no debemos entrar en un debate, sobre lo que sabemos cada uno de nosotros. Pero si que usted me explicaría mis dudas.

—Como muy bien me ha dicho usted cuando se estudia nos centramos en la parte técnica y solemos olvidar la parte humana o histórica. En este caso quisiera hacerle una pregunta sobre. ¿Qué tuvo que ver Albert Einstein sobre las bombas de Fisión y de Fusión?

(En realidad con la pregunta Benjamín podría intuir, hasta donde estaba preparado he informado Zeneos).

Le entiendo perfectamente, ya que una cosa es lo que se escribe y otra muy distinta la realidad.

Albert Einstein era un hombre enamorado de la paz, el odiaba las fuerzas armadas, y propagaba la deserción del ejército y la objeción de consciencia. De familia judía, aunque nadie sabe a ciencia cierta si era practicante, si que tenía una cierta inclinación hacia sus practicantes. Era un hombre que pregonaba y luchaba por la paz mundial, y por lo tanto contrario a la fabricación de armas. Basta con leer las cartas que mandaba a sus contemporáneos en filosofía y física, con los cuales solía tener un fructífero intercambio.

El auténtico o los auténticos padres de la bomba de “Fisión” fueron Robert Oppenheimer, como el director y principal científico, con la inestimable colaboración de León Szilard y el italiano Enrico Fermi, cuya esposa era Judía y de nombre Judit. Ambos colaboraron en los aspectos más técnicos, teóricos y experimentales, del Uranio 235 controlado en un reactor experimental de investigación. Si hoy contemplásemos los medios de que disponían seguramente nos asombraríamos.

En 1939 la austriaca, Lise Mantener había identificado al Uranio 235, como el material idóneo para provocar la fisión.

Mientras en Estados Unidos el presidente Roosevelt, creaba el comité del Uranio, bajo el nombre de “Proyecto Manhatan.

Su sustituto el presidente Harry Truman, viendo el desenlace de la guerra y ante el temor de que tanto alemanes como otras potencias pudieran anticiparse. Dio la orden de fabricarla, nombrando como responsable y jefe directo del proyecto al general Leslie Groves.

Albert había publicado a sus treinta y cinco años su teoría de la relatividad.

E = c·2 como conclusión de las reflexiones estructuradas por Maxwell y Lorenzt, los cuales intentaron extender la teoría de campos, a todos los fenómenos incluyendo la gravitación.

Cuando Enrico Fermi, buscando apoyos para seguir con las investigaciones, fue en busca de Albert apoyándose en que su esposa era Judía y teniendo en cuenta la predisposición y las simpatías que mostraba por ellos. Le pidió una recomendación para el presidente Roosevelt, este sin inmutarse, le hizo que le explicara formulas de fisión nuclear, así como el modo utilizado para enriquecer el Uranio.

Cuando Albert estuvo satisfecho le firmo una carta para el presidente. Y esa fue su única contribución a la fabricación de la bomba. Si bien como después confesaría firmó la recomendación ante el miedo a que los alemanes dispusieran de la bomba antes que Estados Unidos.

En unas declaraciones posteriores, Enrico dijo que se sintió como un alumno en un examen, cuando contestaba las preguntas de Albert Einstein, ante la impasibilidad de este.

Mientras tanto Oppenheimer luchaba internamente contra su consciencia, la cual no le permitía construir tanta destrucción. Solo la insistencia, tenacidad y buenas razones, del general Leslie Groves, consiguió convencerlo.

El profesor Percy Bridgam, Premio Novel en 1946. Dijo en una conferencia ante el poder de la bomba.

Si hay alguien culpable de tanto horror “Es Dios “por poner los datos de tanto poder a nuestro alcance.

Cuando a Julius Opie lo llamaron para fabricar la bomba de Fusión, (H) este se negó aduciendo que ya había suficiente destrucción fabricada. Al poco tiempo Estados Unidos realizaba las pruebas de la bomba de fusión. Con unos resultados estremecedores los cuales hicieron recapacitar al gobierno sobre el poder de destrucción almacenado.

Como habrá comprobado en poco o nada colaboró Albert Einstein en la realización de la bomba.

En cuanto a los Rusos. Cuando el Presidente ordeno a sus científicos que. Bombardeasen los cinturones de Van Allen. O sea la inserción de partículas relativistas, en los cinturones Van Allen.

En realidad lo que buscaba era el dominio de las comunicaciones en tiempos de guerra. Mientras que a los científicos les hacían creer que se trataba de trabajos para controlar el clima. No sé si lo creyeron.

En realidad se trata de neutralizar o dañar los satélites, en caso de un ataque HEMP

El padre de la bomba H rusa es Sakharou Ginzburg, cuya construcción difiere de la de Estados Unidos en que la americana utiliza una bomba de fisión para hacer estallar la de fusión y los rusos lo consiguen con un sistema de capas superpuestas, similar a una cebolla, o a un tipo de repostería de hoja sobre hoja.

El Zar que es como la bautizaron; como expresión de poder extremo. La hicieron explotar a cuatro kilómetros de altura, en la isla de Nueva Zembla y constituyó la mayor explosión Rusa de la historia.


Espero que mi explicación haya satisfecho su curiosidad. Y más si tenemos en cuenta que ambas potencias saben, que en una guerra con bombas de fusión no abría vencedores ni vencidos. Quienes no muriesen en las explosiones tendrían peor suerte, morirían debido a la radiactividad. Debemos de proteger que tanto poder no caiga en malas manos.

—Dígame señor Benjamín ¿qué es para usted la búsqueda del conocimiento?

—Podríamos decir que para mí, es una meta sin la cual no creo que sea posible al hombre racional, alcanzar una información consciente de su propia existencia.

Señor Zeneos, hasta hoy he aprendido en ocasiones. En otras simplemente he recordado lo que ya sabía. Debo reconocer que el doctor Shon ha sido un padre espiritual del cual he aprendido mucho y he descubierto facetas y poderes que desconocía, he incluso no creía que existieran. También he de reconocer sus atenciones. Pero desearía que me enseñaran algo más, solido alguna cosa de la cual yo pueda sacar conclusiones.

—Precisamente para eso estoy yo, a partir de ahora damos por concluida una fase y comenzamos otra nueva. Teniendo en cuenta que su punto de vista, diferirá mucho del nuestro.

Por favor sígame, atravesaron una pared y salieron al pasillo, después de pasar lo que deberían ser varias puertas, entraron en una sala donde habían varias personas controlando lo que parecían unas balsas llenas de liquido, tomaban muestras en probetas y las analizaban, sus medios no diferían mucho de los que se usan en cualquier laboratorio.

—¿Para qué sirven esas balsas?

—El liquido verdoso, está compuesto de bacterias de diferentes tipos, cuando sumergimos un cuerpo humano en el, unas bacterias actúan sobre la piel, evitando las manchas, arrugas, verrugas etc... Mientras otras acceden al interior realizando un trabajo de regeneración de las células, así nuestra piel o cubierta exterior se renueva completamente, a partir de los cien años no es aconsejable, por el proceso de recuperación pues después de salir debemos permanecer alrededor de una hora como está ahora ese señor. (El susodicho señor estaba tumbado sobre una camilla) Recuperándonos del esfuerzo a que ha sido expuesta nuestra piel, es conveniente ingerir un preparado o en su caso leche para proveer de recursos a nuestro cuerpo. También tengo que poner en su conocimiento que no se siente dolor alguno, solo una sensación de cansancio a la que sigue una fuerte relajación, que es de la que te tienes que reponer.

—¿Cuántas veces al año lo utilizan?

—Según la edad una, dos o como mucho, tres. No son aconsejables más sesiones.

—Lo podríamos comparar a unos baños o sauna.

—En realidad ustedes no consiguen más de un dos o tres por cien de beneficio, solo la sensación de descanso. Apenas consiguen renovar alguna célula, aunque quitan una parte de las células muertas. Mientras ustedes sienten descanso, nosotros sentimos cansancio durante algún tiempo, a la hora ha desaparecido sintiéndonos pletóricos y rejuvenecidos.

—Tendré que probarlo.

Mientras reían dieron una vuelta por la sala, pasando posteriormente a otra sala contigua, precedida por una antesala en la cual fueron rociados con vapor.

En la sala más balsas y más camillas, pero ahora el liquido era de un rosa pálido, Benjamín quedó sorprendido si no lo estaba ya anteriormente.

—¿Que es esta sala? Es lo mismo que la anterior ¿acaso esta es para mujeres?

—No, se encuentra usted en lo que para ustedes seria un quirófano. Zeneos cerró los ojos una señal le llegaba, cuando los abrió, le dijo a Benjamín .

Va a tener ocasión de ver en directo una operación y así comprobar para que sirven las balsas. Estas bacterias tienen el poder de activar las plaquetas y mucho más poder de regeneración de las células incluidos los huesos, para lo cual añadimos unas vitaminas por medio de un gotero. El liquido activa pero quien se cura es el propio cuerpo.

Mientras Benjamín intentaba asimilar todo cuanto le decía Zeneos, por un extremo entraron a un alpinista inconsciente con un hueso que se salía del brazo, un fuerte golpe en la frente y otro en la cadera.

Lo tumbaron sobre una camilla y le introdujeron un tubo por la boca, un láser le pasó de la cabeza a los pies sobre la pared reflejó la imagen de todo el cuerpo no tenía roto más que el brazo, el resto eran magulladuras.

Los que parecían médicos le abrieron el brazo sin ningún pudor y colocaron los huesos en el sitio uniéndolos con una especie de láser, a continuación graparon la herida y sumergieron al alpinista en una balsa, le quitaron el tubo y le colocaron una máscara, sumergiéndole a continuación la cabeza. Al cabo de unos quince minutos lo sacaron y le quitaron las grapas, el brazo parecía estar curado, lo volvieron a introducir en el liquido, durante otro cuarto de hora, cuando lo sacaron y le quitaron la máscara todo rastro de heridas había desaparecido.

—¿Qué van a hacer ahora con él?

—Lo dejaran donde estaba cuando despierte no recordará nada, solo un pequeño dolor de cabeza, psicológico. Lo cual le hará decir ¡he tenido suerte!

Nuevamente sonrieron, lo que acababa de ver Benjamín le convenció, (si no lo estaba ya) de que los adelantos de los Nefilin nada o muy poco tenían que ver con los que él conocía. Una pregunta le vino a la mente.

¿Se hubiera salvado Ana con estos adelantos? Los pensamientos fueron tan claros que los captó Zeneos.

—No, Benjamín también nosotros tenemos limitaciones no podemos recuperar el corazón o el cerebro, si el resto del cuerpo. Tampoco tenemos medios superiores a los de ustedes, para curar el cáncer u otras enfermedades, aunque intentamos investigar y ayudar en todo lo posible. Todo lo que descubrimos de una forma u otra lo comunicamos al exterior, a ustedes.

—¿Si es así, como es que no disponemos de la balsa de curación?, lo que acabo de ver no lo tenemos.

Ustedes lo tienen todo para llevar a cabo el proyecto, cinco científicos disponen de los conocimientos suficientes para llevarlo a cabo, unos porque sus países no tienen presupuesto, otros porque no creen en él y otros porque están investigando “el por qué” le puedo asegurar que lo hemos difundido, entre gente contactada por nosotros. Ustedes son muy reacios a desarrollar aquello que no entienden, pero se gastan inmensas cantidades de dinero en fabricar armamento e ir al espacio. Como ustedes suelen decir “no pueden arreglar su casa y quieren arreglar la de los demás”.

—Si tal vez tenga usted razón, alguna cosa sé por experiencia.

—No lo dude la tenemos, aunque ya sabrá que no les fabricamos los productos les damos las formulas, lo más asequibles posibles. El líquido que ha visto en la sala contigua fue desestimado por su color y solo uno de sus ingredientes se usa para una crema de belleza, por una de las más potentes fábricas Francesas, dedicadas a la cosmética. Sin embargo cuando nosotros detectamos que algún invento o investigación de ustedes nos puede ser de utilidad, inmediatamente nos ponemos manos a la obra y lo desarrollamos. Quisiera que a partir de ahora, usted viera las cosas desde nuestro punto de vista. Será más fácil para usted comprendernos. Ahora volveremos a su habitación y por favor recapacite sobre lo que ha visto.

—Mañana que haremos, tengo curiosidad.

—Es muy importante para usted que dialoguemos como lo hemos hecho hoy y le enseñaré otra sala a la que usted seguramente agradecerá entrar.

Nuevamente Benjamín quedó solo en la sala pero esta vez tenía permiso para pasear e investigar, aunque no debía inmiscuirse, ya que poco a poco iba aprendiendo y descubriendo más y más los secretos de la gran cueva.


Esperó hasta que fue la hora de visitar el centro de los gemelos, con sigilo siguió todas las indicaciones de Zeneos, pasear por las diferentes salas ya no era un problema, se deslizaba sin ningún trabajo y separaba las rocas o se introducía por ellas según su diseño, había aprendido a distinguirlas y se había convertido en un habitante más de las cavernas. se introdujo en la sala con gran satisfacción como un niño al que dejan ir solo al colegio por primera vez. Como le había dicho Zeneos unos veinte Nefilin estaban sentados alrededor de la mesa con las palmas de la mano sobre ella y los ojos cerrados. Había un silencio sepulcral, no se escuchaban ni sus mentes. Observó que algunos tenían un pequeño cuadrado entre las manos en los que apoyaban los pulgares de ambas manos.

Con el mismo sigilo con que había entrado salió de la sala mientras pensaba en el cuadrado, pronto dedujo que debería ser como un ordenador donde guardarían los datos recibidos.

Benjamín tenía mucho en que pensar recluido nuevamente en su habitación.

9. Descubriendo la gran caverna

Benjamín tenía claro algunos aspectos por los que debía preguntar, como por ejemplo el significado de la espiral que llevaban en el pecho los Nefilin. Al fin Benjamín cayó dormido, el día había sido muy fructífero.


A la mañana siguiente estaba preparado cuando llegó Zeneos.

—Buenos días ha descansado bien.

—En realidad me costó dormir pensando en cual sería la composición de la balsa rosa.

—No debe preocuparse ya que le será revelada su composición. Y ahora que le parece si damos una vuelta por los otros centros donde vivimos.

—Como ¿me va a llevar alrededor del mundo?

—No basta con que unamos nuestras mentes, siéntese y concéntrese, mejor si cierra los ojos. Zeneos se sentó delante de él y le cogió las manos. Antes de viajar debe tener en cuenta de lo condicionados que estamos debido al espacio de que disponemos, por esa razón dividimos nuestros centros en especialidades, en cada uno tenemos una gran especialidad, por ese motivo no verá las mismas cosas en todos.

Un torrente de imágenes irrumpió en la mente de Benjamín , como si se encontrase en una sala de cine. Las primeras imágenes eran de una gran sala dividida en celdas donde las personas (no todos era Nefilin) estaban como castigados cara a la pared.

—¿Qué hacen?

—Se concentran, hay una parte material y una espiritual, cuando alguien consigue plasmar una idea se acerca a la mesa central y la transmite al ordenador.

—¿Esos pequeños cuadros son el ordenador?

—Si funcionan con el pensamiento y son particulares de cada cual, solo puede abrirlos la mente que los usa, una vez abierto cualquiera puede utilizarlos.

Bien señor Benjamín así es como salen nuestros inventos y nuestras ideas, una vez construida una teoría se difunde y se comprueba. Las teorías, pueden ser materiales y espirituales pero le damos la misma importancia a ambas. Ahora pasaremos a centros donde se llevan a cabo tanto las teorías físicas como las químicas.

Como si cambiase de pantalla, Benjamín se vio en medio de un laboratorio. Las personas circulaban entre robots similares a camillas que transportaban cuadros de ordenador, probetas, alambiques y un sin fin de objetos relacionados con la investigación. Los utensilios no diferían mucho de un laboratorio como los que él había utilizado. Si bien los microscopios eran diferentes y las pantallas donde se veía la descomposición de la materia era un holograma.

Benjamín pensó, me gustaría trabajar en un laboratorio como ese. Y escuchó como Zeneos le decía.

—Está a su alcance.

Nuevamente cambiaron de imagen. Aquí las carretillas (robots) transportaban piezas. Como en una cadena de montaje estaban construyendo unos artefactos en espiral del tamaño de una mesa de aproximadamente un metro de diámetro, no existían mesas los artefactos iban sobre un disco que flotaba. Todo en las salas de mecánica flotaba evitando un sinfín de ruidos.

Benjamín no entendía para que pudieran construir dichos artefactos. Debería preguntárselo a Zeneos. De momento pasaban de sala y unas pocas personas estaban montando unos artefactos o maquinas mayores, también en forma de espiral (nuevamente la espiral) y con una capsula transparente en el centro, esta tenía cuatro discos para elevarla y su diámetro podía oscilar alrededor de siete metros. A una esquina vio unas de aquellas maquinas terminadas, estas no necesitaban soportes flotaban por si mismas. Seguramente estaban terminadas.

Pasaron las imágenes y se encontró en una especie de cocina donde la comida se introducía en una burbuja y se almacenaba, no había carne pero los platos parecían deliciosos. Una nueva imagen y se encontró en un vergel de plantas de todas clases, algunas desconocidas observó cómo bajo las cabinas que utilizaban para defecar, (lo que él había llamado el jardín) habían unos recipientes que al retirarlos se cerraban, pasando por una sala cerrada donde se les bombardeaba con ozono y otros productos. Después se vaciaban sobre una cama de tierra y piedra muy porosa y a continuación se sembraba sobre ella, todo se hacía automáticamente, el hombre solo intervenía para recolectar y comprobar la calidad, analizando cada cosecha. Un nuevo flash lo llevó a un espacio en que en apariencia se investigaba. La investigación se basaba en tejidos, en otra en minerales, otros metales ligeros, metales pesados y así hasta llegar a una sala en que se investigaba la anti-materia, los neutrones y todo lo relacionado con el átomo. Benjamín se entretuvo observando y comprobando todo lo que pudo, vagaba con rapidez de unas pruebas a otras intentando asimilar lo más posible, de pronto Zeneos desconectó soltándole las manos.

Cuando Benjamín abrió los ojos, Zeneos estaba blanco y sudando. Benjamín comprendió que el viaje, había llevado al borde de la extenuación a Zeneos, el esfuerzo realizado había sido enorme. Decidió acostarlo en su cama y Zeneos cerró los ojos.

Al cabo de unos diez minutos ya estaba repuesto. Benjamín le preguntó.

—¿Qué le ha pasado? ¿Se encuentra mal?

—Lo que ha pasado es que en la última fase usted, se ha adueñado de mi mente sin dejarme un momento de relax, me llevaba usted a mí por cada una de las pruebas, estaba claro que eran de su interés. Durante una hora mi mente ha ido a excesiva velocidad, lo que le ocurriría a un automóvil a toda velocidad se calentaría, pues eso ha hecho usted conmigo.

—Perdone desconocía que una cosa así pudiera suceder.

—Si lo comprendo. Tendrá que controlarse ante el gran consejo y cuando le muestre el resto de nuestras dependencias. Una cosa debe tener clara, tiene usted mucho poder y al igual que ha aprendido a desarrollarlo, debe aprender a sujetarlo, para no hacer daño a los demás.

—Bien creo que, tendrá usted muchas preguntas sobre lo que ha visto.

—Exactamente es como usted dice, tengo muchas preguntas, pero hay una que llevo mucho tiempo queriendo hacer.

—Usted dirá.

—El anagrama que lucen en el pecho los Nefilin, la espiral ¿qué significa?

—La inteligencia necesita como el caracol protección, para no caer en malas manos, la inteligencia crece y se desarrolla, aumentando y formando una espiral donde se oculta el bien y la sabiduría.

Las explicaciones pueden ser correctas o no según quien las escuche, pero no el fin. El fin seria el centro o la perfección del espíritu.

A lo largo de los años muchos pueblos han elegido signos para identificarse. Los cristianos dibujaban un pez. Era su forma de decir somos amigos o creemos lo mismo. Los Nefilin hemos tenido este signo desde el principio del tiempo. Era el signo de nuestra influencia a través de las civilizaciones. Si las observa podrá encontrar nuestro signo tanto en Egipto como en Mesopotamia, casi todas las civilizaciones con las que hemos colaborado han reflejado nuestro signo en sus monumentos o escritos.

—He observado que también fabrican unas maquinas con forma de espiral.

—Si son máquinas transportadoras, pueden volar y transportar un objeto puede seguir a un avión o a un cohete.

—¿Tan rápidas son?

—Sí pero no pueden salir de la atracción de la Tierra, ya que se aprovechan de su magnetismo.

—¿Cómo quiere decir que no lleva motor y no utiliza combustible?

—Exactamente la Tierra dispone de muchos recursos que ustedes no utilizan, debe reconocer que hace muchos años que ustedes dejaron de trabajar con el magnetismo se quedaron en tiempos de la dinamo. Créame hay un inmenso campo por descubrir sobre el magnetismo de los planetas. Aunque como le he dicho nuestras naves solo utilizan la influencia de la Tierra, en realidad no hemos intentado salir al exterior. Nos interesa más lo que ocurre en nuestro mundo y en ello estamos investigando.

—Puedo preguntarle sobre que estaban investigando.

—Si ya que como se abra dado cuenta no tenemos ya secretos.

—Narda me dijo que tenía que pasar cavernas para ser aceptado.

— Ya las ha pasado todas, se refería a los estados de la mente y a las enseñanzas, en pocas palabras lo que ha ido aprendiendo hasta ser aceptado.

—Quiere decir que ya soy uno de ustedes.

—Lo decidirá el consejo.

—De todas formas si ya no tienen secretos para mi podría decirme sobre que estaban investigando y para qué sirven tantas espirales pequeñas. No creo que sea para llevar hombres.

—Nos estamos preparando para intentar salvar nuestro mundo.

—¿De quién? ¿Creía que ustedes aborrecían la violencia?

—Usted lo ha dicho. Aborrecemos la violencia. Ahora soy yo quien pregunta.

—Que cree usted que ocurrirá cuando dispongan de la bomba, los países en que la religión domina sobre la sensatez y no hay libertad religiosa, donde en las escuelas solo se enseña lo que quieren cuatro dirigentes, en los que se centra todo el poder.

—Creo que es obvio, si son capaces de convencer a una persona para que se inmole, de que no serán capaces de hacer con tanto poder en sus manos. Su fin es la destrucción de quienes no piensen como ellos. La humanidad estuvo en peligro y las grandes potencias se dieron cuenta a tiempo. Pero recuerde durante la historia, hemos tenido muchos locos imperialistas y sin embargo pasan a la historia como héroes o grandes personajes. Tome como ejemplo a Napoleón o Hitler. La lista de los caudillos sería interminable. Cuántos de ellos en nuestros días no utilizarían todo lo que tuvieran en sus manos. Es preciso contrarrestar el efecto de las bombas tanto las de fisión como las de fusión.

—¿Cómo piensan que se puede...? Benjamín se quedó un momento fijo mirando a Zeneos de pronto reaccionó. Claro lo que ustedes investigan es como poder neutralizarlas al estallar, menguando sus consecuencias. Están intentando construir las anti bombas irían en los vehículos que he visto siguiendo los misiles.

—Exacto en ello estamos y para conseguirlo necesitamos toda la ayuda posible. Veo que está en su campo y entiende perfectamente, todo lo referente a lo que ve. Por eso se interesó tanto en nuestras investigaciones sobre el átomo y la anti-materia. Le puedo revelar que disponemos de un acelerador de partículas desde hace más de cien años y si decide ayudarnos estará a su disposición. Nosotros hemos abandonado su uso.

—Gracias es un honor su oferta, pero en realidad debo poner en orden mis pensamientos, tengo una vida fuera de aquí personas que me necesitan, una universidad a la que quería volver.

—A dicho “quería”

—Si ahora ya no se, si quiero seguir investigando para una sociedad como la que tenemos, creo que ustedes me han abierto los ojos.

Señor Zeneos usted es científico o por lo menos eso creo.

—Digamos que puedo ser científico o algo parecido.

—Tengo muchas cosas sin contestación. O al menos una contestación que me satisfaga.

—¿Como por ejemplo?

—El líquido que ioniza las paredes para poder atravesarlas o separarlas.

—¡O! ya entiendo. Bien la formula le será rebelada y su forma de actuar es como en cascada. Precisamente ustedes están investigando un sistema parecido para los televisores.

—¿La ingravidez de este lugar?

—Usted ha visto flotar en el aire nuestras naves. No le debería extrañar una cosa tan sencilla basta con rociar una carga contraria a la de la tierra, para contrarrestar la fuerza de la gravedad. Una vez casi neutralizada es fácil flotar. Que no es lo mismo que levitar no todos podemos llegar a ese estatus. Nuestras naves usan la polaridad de la tierra para elevarse y se impulsan gracias a las fuerzas contrarias, (polaridad) de los imanes. Lo podrá comprobar usted mismo, mañana visitaremos uno de esos vehículos, en el cual pueden circular seis personas en su burbuja interior.

—Tengo que reconocer que sus explicaciones son muy sencillas, pero son contrarias a todo cuanto he aprendido.

—Señor Benjamín; no siempre lo más complicado es lo más efectivo, en su mundo se empeñan en complicar las cosas hasta la saciedad.

Sus dirigentes. Dígame ¿pasan algún examen para acceder a presidentes? ¿Comprueban ustedes si su espíritu es justo antes de botarles? ¿Porque permiten que las religiones se opongan a la cordura? Cuando puedan contestar estas preguntas entenderá por que sus dirigentes en muchas ocasiones se interponen al interés general.

—Me refería a la ciencia.

—La ciencia va marcada por el interés de las naciones o sus dirigentes.

—Si de diferentes formas me lo han dicho ustedes y puede que tengan razón.

—La tenemos no le quepa duda. Ahora tengo otras cosas que hacer, puede usted visitar lo que quiera dentro de este pasillo, mañana le enseñaré un vehículo y le explicaré como lo hacemos invisible.

—Puedo ir donde siembran o recolectan las verduras.

—Aproximadamente ocho puertas verá capuchas en la puerta póngase una.

—Zeneos salió por el pasillo, mientras Benjamín pensaba en un sin fin de cosas. Mientras tomaba una refrescante ducha. Le vino a la mente Alina la hija de Narda a la que no había vuelto a ver. Cuando salió al pasillo Alina le aguardaba, Benjamín se extrañó y le dijo con un toque de vergüenza.

—¿Me ha leído el pensamiento?

—No ¿acaso pensaba usted en mi?

—Más bien estaba recordando el tiempo que no la había visto.

—No; he hablado con Zeneos y me ha explicado lo que ha pasado, por lo tanto he decidido acompañarle a dar un paseo.

—Quería ir al invernadero.

—Allí vamos. Los dos jóvenes se deslizaron por el pasillo mientras Alina le comentaba.

—Estoy segura que la noción que usted tenia de nosotros abra cambiado. En un principio nos vería como algo mágico e inexplicable y ahora nos ve más materiales y más normales, tal vez con algunos trucos de feria.

—Si tiene razón de no entender nada he pasado a entenderlo todo, o casi todo. También he aprendido a separar la parte espiritual de la material, aunque en ocasiones van unidas.

Llegaron a la entrada del invernadero y después de ponerse la capucha, que en realidad era una máscara para evitar la contaminación y los malos olores. Benjamín pudo comprobar “in situ” las imágenes que le había enseñado Zeneos.

Después de pasear y observar el crecimiento y la recolección, le pidió a Alina que le llevase al laboratorio.

Alina lo llevó y le dio todo tipo de explicaciones y la composición del compuesto que utilizaban para su siembra, en realidad todo se reciclaba, las bacterias eran “el alma mater” de las cosechas. No cabía duda que dominaban el mundo bacteriano, en todas sus facetas.

Alina le preguntó.

— ¿Qué piensas hacer cuando vuelvas a tu mundo?

—En realidad no lo sé, mi vida ha dado un enorme vuelco. Hace dos meses solo quería estudiar y llevar a cabo mis experimentos. Su padre me dijo que me tomara tiempo, no quería verme en dos años como mínimo. Después conocí a Ana mi vida había cambiado, mis preferencias también solo quería vivir con ella el resto de mi vida, no me planteaba nada más. Ahora he descubierto lo equivocado que estaba en muchos aspectos, he pasado de ser un científico prometedor al que todo el mundo daba palmitas en la espalda, a ser un aprendiz, cuyo aprendizaje tengo la sensación que está llegando a su fin. Mi interior me dice que debo hacer lo que dijo su padre, tomarme un tiempo y después decidir. Si alguna cosa tengo clara, es que intentaré ayudar a la humanidad como buenamente pueda.

—Se ha planteado investigar aquí.

—No mi mente se encuentra todavía muy dispersa. Aunque una cosa es segura quiero colaborar con ustedes, sus intereses son los míos propios “ayudar a la humanidad”.

Los jóvenes, después de comprobar todas las formulas posibles y la viabilidad del proyecto, regresaron a la habitación de Benjamín .


Al día siguiente se presentó Zeneos.

—Señor Benjamín está usted dispuesto.

—¿Si que vamos a hacer hoy?

—Como le dije ayer veremos un vehículo de los que utilizamos regularmente.

Salieron al pasillo y atravesaron varias puertas una de ellas era muy parecida a los talleres donde se experimentaba con vehículos y aparatos espaciales.

—¿Qué es esto?

—Podríamos decir que aquí se revisan y se desarrollas los vehículos; pero mire la próxima sala ya estamos llegando.

En la sala siguiente, Benjamín descubrió muy poca gente y tres vehículos de aproximadamente unos siete metros de diámetro, uno de ellos estaba solo en una esquina y los otros dos al otro lado con gente comprobándolos.

Zeneos, entendió rápidamente los pensamientos de Benjamín , diciéndole.

— Los dos vehículos que están revisando han llegado esta noche, transportando algunos miembros del consejo. Los mismos con los que mañana hablará usted. Ahora estarán descansando.

—Mire este vehículo al que nadie atiende es el nuestro, lo utilizamos en ocasiones para transportar personas de un centro a otro, posiblemente lo utilicemos para llevarle a usted a su casa.

—En apariencia es como un platillo volante. ¿No tendrán ustedes la culpa de las leyendas?

—Es posible aunque no probable, nuestras naves tienen un sistema de invisibilidad muy efectivo, solo si nos colocamos entre el sol y la tierra podemos ser vistos, ese es el motivo por el cual solemos viajar de noche o a ras de suelo.

—No dice usted que son invisibles.

—Si para la vista pero los rayos del sol nos pueden delatar, no hay problemas en un día nublado. Nuestro sistema es un sistema de mimetismo, cogemos el color que nos envuelve como los pulpos o los camaleones.

—¿El radar?

—No nos detecta y además como somos silenciosos, podemos volar muy bajos, podríamos pasar a cincuenta metros sobre su cabeza sin que sintiera nada, solo una leve elevación de sus cabellos debido al campo de fuerza.

—¿Pueden romper la barrera del sonido?

—Si dos veces, sin hacer tanto ruido como los aviones por nuestra forma de volar, nosotros solemos decir introducirse en el sonido. Llegado a este punto debo de decirle que no solemos hacerlo si no es preciso. No tenemos tanta prisa. Los pequeños vehículos que vio pueden adelantar al más veloz de sus misiles y esperarlo. Es nuestra baza para intentar contrarrestar su poder.

Benjamín no dejaba de observar el vehículo que flotaba a su derecha, a una altura aproximada de cincuenta centímetros.

— ¿Es este el vehículo que va a mostrarme?

—Si este es. Puede observarlo y tocarlo.

Benjamín dio la vuelta al vehículo, exactamente tenia la forma de una espiral partida en horizontal, la componían una parte superior y una inferior que no parecían estar unidas, Benjamín miró por la junta creyendo ver un hilo de luz. Instintivamente puso su mano sobre el vehículo el cual se elevó por encima de su cabeza, rápidamente se apartó y quedó mirando a Zeneos. Este le dijo.

—No pasa nada, cuando se toca la nave deduce que usted la quiere utilizar y se eleva a su altura para que pueda subir.

Entonces se dio cuenta que bajo la burbuja central, había formando un círculo con una abertura para entrar en una especie de bancos acolchados. Zeneos le sacó de dudas.

—Si es para sentarse, hasta seis personas, una vez sentados la nave baja cerrando la capsula.

— ¿Si quiero bajarla?

—Solo tiene que volver a tocarla. Benjamín tocó la nave y esta volvió a su estado inicial

—¿Cómo funciona?

—Como usted ha visto consta de dos mitades exactamente iguales una sobre otra; con polaridades alternas, cada raya que usted ve es una polaridad diferente.

Para que funcione solo hay que mover una mitad sobre la otra según la dirección que queramos tomar, el magnetismo se atrae o se repele consiguiendo el efecto deseado. La tendencia de las dos mitades es a separarse, solo le permitimos separarse tres centímetros creando un gran campo de fuerza, con el que alcanzamos la máxima velocidad y al mismo tiempo un cúmulo de energía, que a su vez podría ser dirigido contra cualquier vehículo metálico, dejándolo inservible o fundiéndolo. Al mismo tiempo invirtiendo los términos, puede repeler cualquier otro objeto no deseado. Aunque no es efectivo a más de doscientos metros. Al menos nos da un plus de protección.

—Bien ya sé cómo se mueve, ¿cómo se controla?

—Con la mente, o en todo caso si falla manualmente, para lo cual ay que llevar un especialista en la nave. ¿Desea usted subir?

—Si por favor.

—Zeneos tocó la nave y esta ascendió, con un ademán invitó a Benjamín a sentarse, Benjamín no lo dudó rápidamente se sentó, la parte más baja de los asientos estaba a veinticinco centímetros del suelo Era como subir un escalón y sentarse. Zeneos le siguió sentándose a su lado. El vehículo bajó y la capsula quedó cerrada.

Benjamín observaba cada movimiento de la nave intentando asimilar y buscar las explicaciones correctas a todo lo que veía.

—Bien ¿qué quiere hacer ahora?

Benjamín pensó me gustaría ir a aquella esquina, la nave se elevó a unos dos metros y se dirigió a la esquina que había pensado Benjamín , al llegar se quedó inmóvil.

—¿Qué ha pasado? Preguntó Benjamín a Zeneos.

—¿No es lo que quería?

—Sí pero no se lo he mandado.

—No hace falta, como le dije se maneja con la mente ha obedecido sus pensamientos.

—¿Cómo es posible? ¿Cómo lo capta? No es una persona.

—No, como usted dice no es una persona y abra observado que no hay ningún tipo de mandos. Benjamín miraba perplejo a Zeneos. Este sonrió mientras colocaba su mano sobre una parte de la burbuja que sobresalía justo en el hueco de los asientos. Dos pequeñas puertas se deslizaron dejando al descubierto cinco palancas, frente a ellas un cubo de diez centímetros de lado.

Zeneos lo tomó en la mano. Señor Benjamín le presento al piloto de la nave, en estos momentos no está operativo, si quiere mover la nave debe ser manualmente con las palancas. Zeneos acercó el cubo a Benjamín y este lo tomó dándole varias vueltas entre sus manos la parte inferior tenía unas rayas metálicas y una protuberancia que se adaptaba a una hendidura alargada en la base donde iba implantado. Hizo el ademán de colocarlo en el sitio mientras miraba a Zeneos este asintió.

—Bueno señor Benjamín , ya somos operativos nuevamente, ¿desea que vuelva al sitio o quiere preguntarle alguna cosa? Ya que no podemos salir de aquí.

—Benjamín se acordó de la invisibilidad, la cubierta, (que era una semiesfera transparente) perdió parte de su visibilidad.

—¿Qué ha ocurrido?

—Somos invisibles, pero eso conlleva que la cubierta ya no es completamente, transparente, aunque podemos ver el exterior, es como si usted hubiera tapado la cubierta con un papel de celofán, o se hubiese puesto unas gafas de sol. Fíjese en el suelo. Todo el habitáculo era transparente incluido el suelo y este también había cambiado de color.

Benjamín decidió devolver la nave a su lugar inicial y la nave obedeció, decidió que era hora de salir y la nave se elevó dejándoles bajar. Salió de la nave y al volverse la nave no estaba. Miró a Zeneos sorprendido.

— ¿Qué ha pasado con la nave?

—Usted le mandó hacerse invisible.

—¡O! Si tiene usted razón pensó en que revertiera su invisibilidad y la nave se hizo visible.

Usted me dijo que era un mimetismo, pero no creí que fuera tan perfecto. Es difícil de asimilar que se pueda conseguir tal magnitud de perfección.

—Todo el secreto está en la capa que envuelve la nave como una pintura que responde a unos impulsos electrostáticos. Pasaremos por una nueva sala donde se investigan nuevos fluidos.

—La sala era un laboratorio con todos los adelantos posibles, donde solo se investigaba con líquidos, hombre y mujeres indistintamente, circulaban o investigaban. Pasaron entre ellos, Zeneos se paró y se dirigió a un investigador.

—Muéstrele el líquido con que producimos la invisibilidad.

El investigador mostró el liquido un poco espeso y después le enseñó la formula y su desarrollo. Benjamín no perdía ni una coma de las explicaciones, era extraordinario como el líquido compuesto en parte por metales, reaccionaba ante una pequeña corriente eléctrica o una corriente producida por dos imanes.

El investigador decidió mostrarle lo último que había diseñado. Diciendo.

—Ya no será necesario introducirnos en las paredes para que no nos vean. Cogió una túnica que estaba sobre la mesa y se la puso, al momento todo lo que cubría la túnica era invisible, solo se le veían las manos y la cabeza, se cubrió con ella y desapareció.

Benjamín pensó “la capa de Harry Potter” de nuevo el científico volvió a verse, con la túnica puesta.

—Lo he conseguido con la misma pintura de la nave y dos imanes en las puntas de la capa basta con unirlos y el camuflaje es casi perfecto, al menos de noche.

Benjamín pensaba cuantas sorpresas me quedan por ver. Estaba claro que la línea de investigación de los Nefilin, era completamente diferente a las que él había estudiado y observado. Tanto en la universidad como en la Nasa. Se preguntaba qué pasaría si les explicara a sus compañeros lo que estaba viendo. Seguramente se reirían de él. Se quedó mirando a Zeneos como hipnotizado.

—Si señor Benjamín , como abra comprendido, nuestras preferencias a la hora de investigar, son muy diferentes a las que usted conoce, nosotros buscamos la paz y la tranquilidad, en ese camino van nuestras investigaciones, ustedes buscan la destrucción y el poder.

Un poder que nos vemos en la obligación de neutralizar. En cuanto a nuestros descubrimientos, no tienen más importancia que la invención de las Matemáticas, pues ellas no están en la naturaleza, las hemos tenido que inventar para poder explicar las cosas. ¿Se imagina usted donde estaríamos sin las Matemáticas? Yo le responderé no hubiéramos pasado de la edad del Bronce. Le sigue en importancia la escritura, pues la escritura es nuestra memoria y nuestro legado a los descendientes.

A partir de aquí, cada cual los puede emplear o utilizar con un fin diferente, para bien o para mal. Mientras nosotros estudiamos las fuerzas de la tierra ustedes, quieren irse a vivir a Marte. “tiempo perdido” pues ante la desaparición de la Tierra también desaparecería Marte y posiblemente no quedase nadie para poder emprender esa aventura.

—Cada vez estoy más convencido de que tienen ustedes razón. En realidad hoy me han sorprendido, si no lo estaba ya suficientemente.

Siguieron visitando y observando sus métodos de investigación y aprendiendo sus formulas, Benjamín estaba en su elemento quería memorizar todo aquello que era nuevo para él. Pronto le enseñaron el manejo del cuadrado que utilizaban, como un ordenador. Bastaba colocar los pulgares a los lados y concentrarse en lo que querían escribir o buscar.

Zeneos decidió darle uno como regalo. Donde pudiera guardar sus recuerdos.

10. El gran consejo

Zeneos decidió que Benjamín debería regresar a su habitación y prepararse para los acontecimientos que se avecinaban, pues al día siguiente debería entrevistarse con el gran consejo. En realidad era la última prueba que debería afrontar, o como decía Narda “la ultima caverna.

Benjamín quedó tumbado sobre la cama con el cuadrado entre las manos, sus pensamientos vagaban entre sus recuerdos y sus recientes acontecimientos, tantos días en las cavernas y tantas cosas nuevas para él, no habían conseguido quitar de su mente el recuerdo de Ana, los días pasados con ella fueron los más felices de su vida, pero con el tiempo parecía que su rostro se iba desfigurando de su mente. Nuevos conocimientos habían llenado por completo sus días y sus noches. Después quedó pensando en las palabras de Zeneos. ¿Qué aria cuando regresara?

La incertidumbre abrumó su mente, ya no tenía un anhelo por el cual vivir. Aunque tal vez podría dedicar su vida a luchar por la Paz como los Nefilin.

Estos pensamientos parecieron complacerle y su mente empezó a recordar donde había dejado su vida, retomando los recuerdos de su bodega en Requena y su casa ¿estarían? trabajando en ella o la abrían terminado. No Era demasiado pronto. Le habría hecho caso Francisco Bernat o estaría la casa sin construir. Cada vez estaba más convencido de investigar en su sótano, al menos con aquellos secretos que había aprendido. Una cosa estaba clara su vida ya no sería la misma.


No era una mañana como todas, Benjamín estaba dispuesto y esperando la hora de enfrentarse al gran consejo.

Zeneos entró diciéndole.

— Bien Benjamín ha llegado la hora.

—Estoy dispuesto. Su rostro era sereno y con un brillo especial en los ojos de tranquilidad y sosiego. Salieron al pasillo y pararon junto la puerta donde se reunían los gemelos para comunicarse.

—¿Es aquí?

—Si yo debo quedarme fuera. Cuando entre, ellos estarán sentados alrededor de la mesa y abra un sitio libre diríjase a él y siéntese, después ponga las manos sobre la mesa como ellos, y no se preocupe por nada, conteste a sus preguntas y sea usted mismo, recuerde que aquí hacemos el bien y no el mal, no tiene nada que temer.

—No se preocupe estoy tranquilo, aquí solo he recibido beneficios, a partir de ahora tengo claro que quiero ayudar.

Benjamín atravesó la entrada y como le había dicho Zeneos el consejo estaba sentado alrededor de la mesa, todos se levantaron y no se sentaron hasta que Benjamín accedió a su asiento.

Benjamín echó una mirada alrededor, no todos eran Nefilin ni hombres estaban mezclados entre los Nefilin habían cuatro mujeres, dos de ellos parecían europeos o americanos y uno era oriental, al levantarse su estatura era casi la mitad de la de los Nefilin, los europeos no eran más altos que Benjamín . Exactamente eran diez personas. Benjamín se sentó y colocó las manos como las tenían todos. Entre los Nefilin conoció al que tiempo atrás había leído su mente, el de la barba cuidada “Yosafer”, este cogió la iniciativa.

—Señor Benjamín usted ya me conoce, soy Yosafer consejero de este centro, donde le hemos estado atendiendo, prácticamente le hemos enseñado todo cuanto ha estado en nuestras manos sin ocultarle nada, de aquello que no le hemos hablado es porque dábamos por sentado que usted ya lo sabía. Esperamos que también usted sea sincero con nosotros. Le presento al consejo mayor de todos nuestros centros repartidos por el mundo.

Como sé que ha observado no todos somos Nefilin. Eso le dará a entender que no nos escondemos en nuestro caparazón y que para vigilar a los diferentes gobiernos de este mundo, necesitamos la unión de todos los hombres justos. El profesor Yusi Li es natural de China. El profesor Barnard es suizo y el profesor Zarco es ruso, ellos y muchos más de los cuales (usted habrá visto algunos, en los laboratorios) han decidido colaborar con nosotros.

Espero que usted nos comprenda.

—Tenga por seguro que ya les comprendo y que estoy de acuerdo con sus principios.

—Siendo así espero que conteste nuestras preguntas sin ningún temor.

—Adelante.

—El profesor Barnard tomó la palabra. Señor Benjamín , a partir de ahora cualquiera puede hacerle preguntas, perdone que yo le hable y no use la telepatía ya que no tengo tan desarrollado el dominio de la mente como ellos pero he aprendido a captar sus ondas cerebrales y transformarlas en palabras, por lo tanto puedo escuchar. Ahora le hablará Yusi Li.

—Señor Benjamín tengo constancia de que usted conoce la existencia de nuestros vehículos transportadores.

—Así es.

—Quiero que comprenda que aparte de transportarnos a nosotros, de nada aprovechan los nuevos que estamos fabricando, si no transportan el objeto para el que han sido creados, dicho de otra forma el objeto que pueda neutralizar una explosión nuclear. Nuestros científicos trabajan en su desarrollo pero aun con nuestra tecnología no hemos conseguido avances, usted está al corriente de los últimos adelantos y necesitamos su ayuda y colaboración.

—Y yo estoy dispuesto a ayudar pero lo que ustedes piden, si me lo hubieran dicho antes de entrar aquí, les hubiera dicho que era una utopía. Pero ahora después de lo que he visto tengo que creer en los milagros. Díganme en que puedo ayudar.

Los consejeros fueron preguntando sin ningún tipo de orden sobre lo que ellos deducían o querían conocer. Pues aunque creían tener tantos conocimientos como los científicos del exterior. Podría haber cosas que se escapasen a sus conjeturas.

¿Qué cree usted que se podría conseguir con una carga de anti-materia?

No sé si ustedes han conseguido aislarla y retenerla, por lo que a mí respecta. La anti-materia es costosísima de conseguir y muy inestable solo se ha conseguido mantener durante dieciséis minutos antes de destruirse.

Como ustedes saben la anti-materia estaría compuesta por Protones y electrones con cargas inversas, el protón llevaría carga negativa y el electrón positiva.

La prueba más sencilla llevada a cabo en el CERN, constaba de un átomo de hidrógeno, o sea un protón y un electrón no se pudo conseguir su estabilidad, se destruyó en pocos segundos. Hasta hoy “que yo conozca” no se ha conseguido anti-materia en estado estable y duradero.

Tal vez se podría recolectar mediante campos magnéticos, en los cinturones de Van Allen que rodean la Tierra, donde la hay en cantidad.

El cinturón se extiende desde unos, pocos cientos de kilómetros a más de dos mil, sobre la Tierra llevando una gran carga de anti protones que a su vez provienen de antineutrones.

Aparte debemos tener en cuenta su alta liberación de rayos gamma. La cantidad de calor desprendido y la energía liberada es diez mil veces mayor que la bomba de fisión. Con diez miligramos de anti-materia, podríamos viajar a Marte y con un miligramo ir a la luna.

Sinceramente creo que es un campo peligroso, ¿tal vez con antipartículas?


— Tomó la palabra una consejera. Damos por aceptado que usted no aprueba las investigaciones con anti-materia.

—Perdone, no me opongo a las investigaciones, solo es que no creo que sean, aptas o puedan ayudar a bloquear las reacciones en cadena, sean de la índole que sean. Habría que tener en cuenta la diversidad de los elementos que hoy se utilizan, incluyendo los neutrones.

—¿Qué puede decirnos de la partícula que ustedes llaman de Dios?

—El Bossón de Higgs creo que estamos a punto de lograr aislarlo, aunque no sé si ya se ha conseguido. Se consiga o no con su teoría se ha conseguido, predecir la masa de las partículas más pesadas que se conocen, el “QUARK TOP” o sea la carga de los neutrones. Si se consigue o no, al menos la teoría hasta hoy, ha resuelto el problema y ha funcionado correctamente.

Pero volvemos a lo mismo no nos sirve para el proyecto que ustedes proponen.

Tal vez deberíamos pensar, “al menos ustedes que tienen muchos más camino recorrido en el estudio del magnetismo”, teniendo en cuenta que la gravedad no está en la materia si no en la masa.... Bueno quiero decir que tal vez ustedes sepan mejor que yo como emplear el magnetismo. Benjamín había estado a punto de dejase llevar por su ímpetu y su juventud.

Nuevamente cogió la palabra un consejero. Está claro que no debemos pensar en la antimateria como la solución. No obstante quisiéramos saber su opinión sobre la “Materia Oscura”.

—¿Qué puedo decir de la materia oscura? La materia oscura es lo que antiguamente llamábamos Éter. Todos creemos que existe pero nadie sabe cómo es ni conoce su naturaleza.

—Señor Benjamín ¿se podría utilizar una sobrecarga de rayos X?

—No — según el tipo de carga, incluso podría aumentar su efecto.

—Tal vez en la de neutrones, pudiera aminorarla, pero nunca neutralizarla. Benjamín quedó mirando al consejo todos tenían la mirada fija en el y pensó.

—Creo que ustedes ya han experimentado con todo lo que me están preguntando.

—El director de otro centro Aytom respondió a sus pensamientos.

—Si es como usted piensa, solo queríamos tener la certeza de que no nos equivocábamos, ha demostrado usted ser muy inteligente algo que ya sabíamos. Díganos si tiene alguna idea que pueda ser útil para nuestros planes.

—Benjamín respiró hondo, antes de hablar.

—Ustedes me han enseñado que las cosas no son lo que parecen, y mi campo de observación se ha abierto enormemente, aquí he visto cosas que rayan con los milagros y tal vez ahí es, donde deberíamos buscar una solución, con los pies en el suelo como solemos decir en mi país. Tal vez deberíamos empezar por intentar conseguir un gel de plomo, cadmio o algún metal inerte capaz de absorber la radiactividad y probarlo en las plantas de energía destruidas, tanto en Ucrania como en Japón, si consiguen resultados se podría intentar montar un tipo paraguas. Parece que vuelvo a…

—No, señor Benjamín —dijo Alora—. Las ideas nunca son descabelladas, solo son ideas y la mayoría merecen ser estudiadas y en muchas ocasiones llevadas a la práctica. Dígame ¿qué le ha hecho pensar en un gel?

—Ustedes dominan el mundo de los líquidos o geles y con ellos consiguen efectos impensables. Comprendo perfectamente que lo guarden en secreto y que no salga al exterior, donde cada cual busca su propio interés. Lo que ustedes están buscando es casi imposible, pero si a mí me hubieran dicho que iba a levitar y a hablar con la mente, me hubiera reído.

Barnard se dirigió a Benjamín .

—Como usted sabe tenemos varios centros repartidos por el mundo. Quisiera saber si ha decidido colaborar con nosotros, en mi caso podría introducirlo en el CERN, o podría trabajar en nuestro centro de Suiza con nosotros.

—Agradezco su invitación de momento había pensado trabajar en mi casa, donde estoy construyendo un gran sótano y retomar mi vida donde la dejé, de todas formas estamos cerca; a dos horas en avión.

Un Nefilin Pregunto a Benjamín.

— Nos gustaría saber si está dispuesto a colaborar decididamente con nosotros, piense… Benjamín le interrumpió.

—No lo dude, aunque quisiera ir un poco por libre. Sé que me van a analizar y ustedes decidirán si me aceptan o por el contrario borran mi memoria. Sin embargo una cosa tengo segura. Que “Me aceptaran”.

—Parece estar usted muy seguro y posiblemente tenga razón. Yusi Li le miraba fijamente y añadió ahora por favor cierre los ojos, y libere su mente. Todos los asistentes hicieron lo mismo, con las manos sobre la mesa cerraron los ojos.

Durante unos minutos Benjamín sin sentir ningún dolor fue analizado por el consejo, el silencio era sepulcral no se oía ni la respiración, de momento sintió como si se librara de un peso y abrió los ojos, todo el consejo le miraba, en un momento todos levantaron la mano derecha. Benjamín se quedó quieto y sin saber qué hacer. El Nefilin que parecía más viejo y que había permanecido, sin intervenir se dirigió a Benjamín .

—No se pregunte usted que está pasando, ha sido usted admitido entre nosotros con todos los derechos. Tiene usted derecho a visitar nuestros centros y utilizar nuestros laboratorios, consultar nuestras formulas, archivos etc. A partir de ahora es uno más de nosotros pues nos ha demostrado que su corazón es puro y por lo tanto estamos seguros con usted, ahora somos nosotros quienes necesitamos su ayuda. Como era natural no todo se lo hemos dicho o mostrado a partir de ahora podrá verlo o estudiarlo. Bienvenido a nuestra casa.

El gran consejo se levantó y con una inclinación de cabeza se fueron retirando. Benjamín entendió que era el momento de retirarse. Salió por donde había entrado y se encontró nuevamente con Zeneos.

—En hora buena Benjamín ya es uno de los nuestros, como habrá visto pocas personas del exterior trabajan con nosotros y son admitidas como usted, mucha gente importante ha sido rechazada. Debe sentirse satisfecho.

—Y lo estoy te aseguro que no os defraudaré. Pero no se cual es mi rol ahora mismo ni lo que debo hacer.

Tranquilo harás lo que tú quieras, no querías volver a tu casa pues allí debes ir y poner tus ideas en orden. Cuando quieras regresar o ir de visita a otro centro, debes coger el cuadrado, ya sabes cómo funciona y cuando anochezca pedir un vehículo recibirás respuesta del tiempo necesario para poder recogerte y te llevaran donde tú quieras. Así es como puedes visitar el centro que tú desees,” aunque” yo en tu lugar los visitaría todos así es como te harás una idea general de todo. Ahora regresa a tu habitación tienes visita.

Benjamín voló prácticamente mientras su mente estaba exultante de alegría, cuando entró se encontró con su viejo profesor, Alina y Narda la familia estaba reunida. Se abalanzó sobre John abrazándolo, como quien se encuentra después de muchos años con un viejo amigo. John lo miró fijamente, como quien mira a un hijo.

—Espero que comprendas el gran honor de haberte aceptado, y la responsabilidad que ello conlleva. Debo decirte que yo no fui aceptado y Narda es quien maneja mi vida, ella se encarga de borrar de mi mente todo aquello referente a este mundo subterráneo y volver a conectarme, aunque me visite de vez en cuando en mi apartamento. Alina pasa algunas semanas conmigo durante el año, es libre de ir y venir. Sé que piensas irte a tu país ya te dije que las raíces son muy fuertes y atraen.

—Narda se dirigió a Benjamín. Aunque esté en su casa le podemos visitar o ayudar no dude a la hora de pedir ayuda. Si tiene alguna idea y no la puede desarrollar en su casa, denos la formula nosotros la desarrollaremos en nuestros centros. Y nada más me alegro de haberlo conocido y tener el honor de ser elegida para recibirle.

—El honor ha sido mío y me alegro de haber conocido a los tres, pues sin los consejos y el entrenamiento de Alina seguiría siendo “un pato mareado”. Una sonrisa se produjo en las caras de todos. Que siguieron charlando durante un buen rato.

11. Vuelta a casa

En los días sucesivos Benjamín visitó todas las salas, con su cuadrado bajo el brazo, había aprendido a usarlo y le era de gran ayuda, a la hora de retener datos o formulas. Un nuevo campo de investigación se abría ante él. Sobre todo con los líquidos y el magnetismo. Al mismo tiempo observó como la electrónica de los Nefilin era mucho más sencilla y efectiva. Aprendió como unas pequeñas células y bacterias podían captar el pensamiento humano y así evitar un sinfín de cables e interruptores. La caja que manejaba las naves Los Nefilin, las habían copiado de algunas neuronas del cerebro humano. Lo que ahora hacemos nosotros con la voz ellos lo hacían con el pensamiento.

Qué pensarían nuestros abuelos si les dijésemos que podríamos volar y dirigir una nave hablando, seguramente no lo creerían y sin embargo hoy es posible.

Benjamín preguntaba aquellas cosas que no tenían explicación lógica para él y las iba asimilando su percepción de las cosas había cambiado, ya no encontraba nada extraño ni imposible y empezaba a pensar como un Nefilin y ver las cosas con naturalidad.

Al cabo de poco tiempo decidió que debería visitar otros centros, pero antes pasaría por su casa así las cosas esa misma noche pidió telepáticamente un vehículo recogió su pequeño equipaje y se cambió de ropa dejando la ropa de los Nefilin sobre la cama.

Se dirigió a la última sala donde estaban las naves. Una pequeña nave de tres plazas le aguardaba no había visto ninguna de ese tamaño, las que había visto con anterioridad eran de seis plazas, algo más grandes un Nefilin estaba junto a la nave. Tocó la nave y esta se elevó dejando los asientos en el suelo se sentaron y bajó acoplándose perfectamente, como había ocurrido con la otra nave.

El Nefilin se comunicó telepáticamente, por favor puede memorizar donde vamos.

Benjamín pensó en España y en Requena. Las paredes se abrieron (cosa que para él ya era natural y tenía una explicación lógica) y la nave salió en silencio,

Sintió como el piloto le daba órdenes como volar a treinta metros del suelo o romper la barrera del sonido donde no hubiera gente, sobre la selva amazónica la nave aceleró. Benjamín preguntó.

— ¿Vamos a romper la barrera del sonido?

—Señor Benjamín nos desplazamos a dos mil quinientos kilómetros por hora. Estos vehículos son silenciosos por su diseño y su penetración en el aire es completamente silenciosa, creo que es la primera vez que vuela.

—No me desplacé por dentro de la cueva.

—Ya entiendo no pudo percibir la realidad de como vuelan estas naves. Cómo ve la burbuja o cabina y la parte superior son fijas. No se mueven las ocho células que lleva alrededor de la parte superior son las que marcan el rumbo. En la parte trasera de la nave está lo que podríamos llamar la entrada de la espiral en realidad es la salida o la fuerza que nos impulsa. La parte inferior es la que se mueve girando, he intentando separarse creando la descompensación de las masas y por lo tanto impulsando la nave.

Quiere decir que la parte inferior se está moviendo y no notamos nada.

Exacto las fuerzas contrarias se anulan, y como son intermitentes, cambiando de polaridad a una gran velocidad, no lo podemos apreciar. Ni nosotros ni los radares. Podemos añadir que esquiva los obstáculos detectándolos a gran distancia y corrigiendo posteriormente el rumbo. Mire estamos sobre el océano.

Benjamín solo veía una estela de plata sobre el agua provocada por la luna.

Si quiere ver mejor podemos quitar la invisibilidad y podrá ver mejor.

No, no quiero que corramos riesgos innecesarios. Podemos ir a más altura.

Si sin ningún problema.

Desearía ver mi país desde aquí arriba.

Bien así lo haremos, incluso ralentizaremos la marcha a mil kilómetros por hora así podrá ver Lisboa entrando por el mar, es preciosa .pasaremos por el sur de Madrid y de allí a Requena.

Así lo hicieron y Benjamín vio las ciudades como nunca antes las había visto. El viaje le resultó relativamente corto y mucho más comparándolo con el de ida.

En llegar a Requena con la nave a muy poca velocidad observaron como su casa estaba con los cimientos y comenzaba a despuntar la estructura.

—Mira esa es mi casa, la que me estoy construyendo, y en ese edificio tengo la oficina y la bodega, allí me dirijo. El Nefilin le apuntó.

—Bajaremos detrás de la loma. .

La nave descendió y posó a Benjamín en el suelo.

Cuando iba a bajar el Nefilin le dijo.

—Este paquete es para usted para que no nos olvide.

—No lo haré, y por favor como se llama.

—Tomás, me llamo Tomás.

—Pues Tomás hasta la vista.

—Hasta la vista y no tarde mucho en llamarme.

—No tardaré se lo prometo. El vehículo desapareció de súbito.

Benjamín se dirigió a la bodega, dormiría en el cuarto de su padre o en el sofá del despacho. Cuando llegó a la puerta, se quedó perplejo. No tenia llaves y las paredes no estaban tratadas como en la caverna, ¿Qué podía hacer? Recordó como Shon había abierto su celda con la mente y decidió probar, se puso ante la puerta y se concentró en la cerradura, al cabo de unos segundos la cerradura cedió y consiguió abrir la puerta, de inmediato encendió la luz, todo estaba como siempre parecía que no había pasado el tiempo, de nuevo estaba en su casa. Se dirigió a la habitación cuando escuchó, que alguien dormía en su cama “estaba ocupada” se dirigió al despacho y se durmió en el sofá. El día había sido intenso.


Los ruidos en el exterior le despertaron, por la cercana carretera los tractores salían a trabajar unos vehículos habían llegado a la colina, para seguir con las obras de su casa. Una voz conocida se escuchó a su espalda.

—Benjamín es usted. Benjamín volvió la cabeza asintiendo.

—Si soy yo Bernat. Francisco Bernat venia por el lado izquierdo de Benjamín con una cesta. Al llegar se abrazaron tenían muchas cosa que contarse.

—Pase le aré el desayuno, quiere unos huevos son recién cogidos.

—No Francisco solo leche y unas galletas.

—Panecillos he traído unos panecillos recién hechos, si te levantas temprano coges lo mejor y aquí el horno abre pronto, pero cuénteme que ha hecho donde ha estado. Sé que hizo una extracción de dinero. Mientras comían, los dos jóvenes aprovecharon para dialogar.

—Si así ha sido. Como te conté conocí una chica preciosa.

—Si me dijiste que se llamaba Ana ¿no es así?

—Así es ella murió. Y tenía programado un viaje a la Paz, lo único que hice fue cumplir su deseo, después conocí unas personas que me trataron muy bien e hice amistad con ellas. El dinero era para ellos, así su hija podrá estudiar, le ofrecí mi casa si venia por aquí.— Pero y tu tío.

—Está en Madrid arreglando tus asuntos y vigilando tu hacienda, fue a entregarle la llave al padre de Ana, del piso de esta como tu dijiste, estaba sobre la mesa.

—Dios mío no he hablado con su padre desde el entierro. Deberé hacerlo creo que le debo una visita. Ya lo aré, ahora dime como van las obras.

—Mejor nos vamos y las vemos. Recogieron la mesa y salieron en dirección de la colina, como había dicho Benjamín el sótano era más grande y habían sacado tierra de algunas galerías parecían más grandes. Aunque con las formulas que había aprendido no tendría problemas si quería ensanchar.

Lo que más le interesaba era saber cuándo estaría terminada la casa. Por lo que le preguntaron al capataz y este respondió.

—En seis meses tenemos que empezar un grupo de viviendas en Utiel, eso quiere decir que aquí habremos terminado.

Benjamín salió de la obra satisfecho. Y se dirigió a Francisco.

— ¿Abras guardado los muebles viejos?

—Si están en el almacén.

—Pues en cuanto terminen, vuelves a montar la casa como estaba.

—Puedo preguntarle qué va a hacer, ¿se queda a vivir aquí? o ¿se va a Madrid?

—De momento pienso pasar unas semanas aquí aunque tendré que viajar a Madrid y cuando tenga controlado todo lo que quiero me iré, he de hacer una gira por varias universidades. Francisco quedó complacido, que poco se imaginaba el tipo de universidades que iba a visitar, Benjamín.

Los días siguientes visitó los viñedos ordenó que variedades de uva abría que cambiar, se pasó horas en el laboratorio hasta conseguir unos caldos de su gusto, diseñó etiquetas y respetó algunos buenos vinos que su padre había, seleccionado y que se vendían por si solos. Con eso quería darle un nuevo empuje a la fábrica y ocupar más gente en la bodega y en la vendimia, más venta era igual a más jornales.

Francisco tomaba buena cuenta de todo, pese a tener un químico experto en la bodega (que solo iba de vez en cuando) y varios empleados fijos. Al fin y al cabo cuando no estaba Benjamín él era quien mandaba.


Benjamín cogió el coche y se dirigió a Madrid. Después de hablar con Bernat decidió visitar al padre de Ana en su domicilio.

Llamó a la puerta y al abrir el profesor se sorprendió y se alegró de verlo.

—Benjamín que alegría de verlo de nuevo, creía que no lo volvería a ver.

—Nada más lejos de la realidad guardo un grato recuerdo de usted y no he podido olvidarme de Ana.

Al nombrar a Ana el profesor se derrumbó en lloros. Benjamín no sabía cómo consolarlo. Cuando pudo hablar le dijo.

—Me he quedado solo en la vida, desde que murió mi señora hace tres años, mi hija y yo nos unimos como nunca lo habíamos hecho. Solo esperaba que se casara y me diera nietos, todo mi mundo se ha derrumbado en poco tiempo. ¿Qué porvenir me queda? pronto estaré en edad de jubilarme y no tengo porvenir.

—Sé que no lo puedo consolar y me pongo en su lugar yo también quería mucho a su hija. Yo también perdí a mi madre y recientemente a mi padre. Precisamente ese fue el motivo de mi regreso de Estados Unidos, y que dio como resultado el conocernos. Por lo tanto puedo asegurarle que he perdido a las dos personas que más quería en este mundo.

—Como suelen decir el mal de muchos es el consuelo de pocos, el profesor se calmó y limpiándose las lágrimas preguntó.

—Bien un señor que usted mandó con las llaves del piso de Ana, me dijo que había salido de viaje. ¿Regresó usted a la Universidad de los Estados Unidos?

—No me fui en busca de las respuestas a las preguntas de Ana.

—¿Y las encontró?

—Si las encontré (Benjamín no podía revelar todo lo que savia pero sí enmascararlo)

—¿Y puede explicarme cómo?

—Más o menos era como ella pensaba, realicé un viaje donde según ella deberían estar algunas de sus respuestas, en Sud América hallé una civilización y un profesor que me dio todo tipo de explicaciones, mis conocimientos en arqueología se han ampliado gracias a él. Usted se hubiera sentido orgulloso de ella.

—Y me siento, más aun cuando usted me dice que sus sueños eran realizables, lo cual demuestra que sabía lo que hacía. De todas formas mi fuerte no es la arqueología.

—Dígame profesor que piensa hacer cuando se retire.

—No lo sé; tengo una hermana en Barcelona y dos sobrinas tal vez me vaya con ellas o tal vez no. No lo sé.

La tristeza volvía a adueñarse del profesor. Benjamín sacó un pequeño bloc que solía llevar consigo, y le anotó la dirección de la bodega y la de Madrid. Con un ademán le entregó el escrito diciendo.

—Aquí tiene mi dirección en Madrid y la de mis bodegas en Requena, espero que me visite, también le he anotado el teléfono de Bernat, es un amigo de mi padre que cuida de mi, vive aquí en Madrid en mi ático, con él puede tener largas conversaciones, le aconsejo que le llame, pues él está solo como usted y la compañía siempre es agradable.

—¿Y usted qué piensa hacer?

—De momento tengo programadas varias entrevistas y charlas con algunas investigaciones de por medio; estaré algún tiempo ausente, mientras me construyen una nueva vivienda en Requena, después pienso investigar en mi casa y colaborar con algunos centros.

—Bien, no sé cuándo pero le aseguro que aceptaré su invitación he iré a Requena.

Benjamín se despidió del profesor y se fue en busca de Bernat, al cual encontró en su casa. Puso en antecedentes de sus proyectos al bueno de Bernat y de su conversación con el profesor, después regresó a Requena. Su hoja de ruta ya estaba trazada.

Durante una semana estuvo tranquilo proyectando su futuro, vigilando las obras y los viñedos, durante ese tiempo Francisco se convirtió en su sombra, por la tarde se encerraba en la oficina y desarrollaba una gran cantidad de formulas las cuales guardaba en un cajón, en realidad estaba recopilando todo lo que había aprendido de los Nefilin, antes de que algún dato se le escapara.

Por la noche ocurrió un hecho que rompió su tranquilidad. Estaba viendo la televisión cuando, en las noticias anunciaron que un país de oriente, amenazaba a Israel con borrarlo del mapa. Eso solo podía significar que “estaban preparados con armas nucleares” lo cual podría suponer la guerra entre dos países, con esas armas podrían destruir una gran parte de los países árabes, la radiactividad resultante, afectaría a tres continentes.

Y él, ¿qué hacía? mientras los Nefilin se apresuraban por encontrar una solución a tanto desastre. Debería apresurarse y colaborar.

Benjamín fue en busca del cuadrado, tenía que comunicarse y dejar su descanso. Lo cogió entre las manos e intentó comunicarse, pero estaba demasiado nervioso para concentrarse.

—En el cuadrado apareció Zeneos . ¿Qué ocurre? ¿Estás nervioso?

—¿As visto las noticias del canal uno?

—¿Te refieres a las amenazas sobre Israel?

— Si a ellas me refiero.

—No debes preocuparte no están preparados, alguien ha introducido un virus en su sistema informático y han borrado todos los datos almacenados, dejando inservible el sistema, las amenazas solo son humo, pero en uno o dos años pueden ser reales. Aunque eso no significa que debamos dormirnos.

—¿Puedes mandarme un vehículo?

—Si te lo mando, en dos horas lo tienes ahí pero recuerda tienes mucho tiempo, visítanos y une tus conocimientos a los nuestros solo así podrás ayudar.

Benjamín se dirigió al armario donde había guardado el paquete, que le dieron como regalo y lo abrió, en su interior había un vestido de Nefilin. Lo cogió bajo el brazo y salió en busca del vehículo, al mismo sitio donde lo había dejado la vez anterior. Cuando apareció la nave, se quitó la ropa y las metió en la caja a continuación, se puso las ropas de Nefilin y subió a la nave. Era Tomás el mismo que le había traído la vez anterior.

—He sido asignado para ayudarle y llevarle donde usted quiera.

—¿Te llamabas Tomás?

—Si así es.

—¿Dónde crees que deberíamos ir? Según tengo entendido quería usted visitar nuestros centros.

—Así es ¿Cuál es el más cercano?

—Suiza y siguiendo en la misma dirección, después el Himalaya.

—Pues a Suiza tengo una invitación muy particular. Pero da una vuelta me gusta ver las ciudades desde aquí.

—En menos de una hora estaban volando sobre Berna la entrada estaba cerca. Después de un rodeo se adentraron en los montes y no tardaron en aterrizar en el interior de una cueva.

El director lo estaba esperando.

—Bienvenido a nuestro centro. Junto al director y miembro del consejo había un Nefilin.

—Benjamín le he asignado a Erridos para acompañarle y darle todo tipo de facilidades, ahora le acompañará a su habitación espero que la encuentre cómoda y se sienta como en su casa. La noche no daba para más y todos se retiraron.

Al día siguiente, junto con Erridos empezó a visitar los laboratorios, empezando por el de química, allí se encontró con que estaban investigando sobre productos anti nucleares y anti radiactivos. Erridos le presentó al jefe de sala el cual se mostró muy decidido a colaborar con Benjamín dándole todo tipo de información.

—Sé que usted propuso investigar sobre un tipo de gel con partículas de plomo, para intentar contrarrestar la radiactividad, pues mire nosotros hemos realizado, unas investigaciones similares con Talio 81, siendo efectivas solo a la hora de inmunizar o aislar pero no para absorber radiactividad y mucho menos para neutralizar una reacción nuclear, en realidad no creo que nada la pueda neutralizar.

—Lo que dije en su momento solo era la necesidad de llegar a una investigación, que podría ir por ese camino y por lo que veo ustedes ya se habían adelantado. Debo preguntarle en que están trabajando en la actualidad.

—Nos estamos centrando en minimizar los efectos de la radiactividad. Hay que tener en cuenta que las centrales nucleares, están produciendo una gran cantidad de residuos radiactivos y el largo camino que estos deben recorrer hasta ser inertes.

—Creo que en la Universidad de Ohio el profesor Lower, está investigando con una serie de Bacterias, a las que han llamado Shewanella Oneidensis, la cual devora la radiactividad.

—Si conocemos sus estudios, algo tenemos que ver con ellos, nosotros en la actualidad estamos combinando unas bacterias procedentes del caracol con otras procedentes de las algas y al parecer estamos en el buen camino. Ahora si usted me pregunta si podemos neutralizar de alguna manera una explosión nuclear, le puedo asegurar que no y que lo considero una utopía.

—Tal vez no sea este el camino, ustedes llevan muchos siglos intentando evitar las guerras y no lo han conseguido. No sé cuál es el camino pero sí que sé, que los hombres nunca han tenido tanto poder como ahora y si no encontramos nosotros una solución, posiblemente algún loco destruirá nuestro mundo.

La conversación giró en torno a las últimas investigaciones. Benjamín no perdió el tiempo quería informarse de todo, para lo cual pasó todo el día en el laboratorio.


Al día siguiente junto a Erridos visitó otra sala dedicada al magnetismo, en ella observó cómo se mantenía una bola de hierro del tamaño de una pelota de baloncesto en el aire con un solo rayo invisible a simple vista. Erridos le avisó que no se acercara a menos de dos metros. Rápidamente quiso informarse sobre tal efecto. Erridos le presentó al científico encargado del proyecto, el cual le informó.

—Es el mismo sistema de propulsión de las naves aumentado, y proyectado al exterior, como verá la maquina es muy pequeña, pues en realidad está multiplicando la fuerza de la gravedad que recibe, e invirtiéndola para que lo entienda más fácil, actúa como un condensador y una resistencia en serie en un circuito de radio, pero traducido al magnetismo.

—Como usted lo dice parece muy fácil, pero la pieza debe ser muy pesada y el aparato es muy pequeño.

—Si estamos hablando de cien kilogramos, posiblemente usted crea que lo estamos levantando.

—¿Y no es así?

—Es lo que parece, se levanta por sí mismo al crear un campo de fuerza a su alrededor, que anula la atracción de la tierra. En realidad absorbemos la gravedad y la invertimos aumentándola al mismo tiempo, como le he dicho.

Benjamín llevaba consigo el cuadrado y le pidió al Nefilin que le diera los datos para estudiarlos. Este cogió el cuadrado y cerrando los ojos en un minuto se lo entregó.

Benjamín pasó el resto del día observando las pruebas y los minerales utilizados para el experimento. En otro lado de la sala se experimentaba con litio y la forma de darle más duración a su poder como acumulador, combinándolo con otros elementos.

—La curiosidad hizo preguntar a Benjamín , de donde conseguían el litio.

—De Bolivia allí lo tenemos en grandes cantidades.

Al día siguiente lo visitó el director junto con Erridos.

—Buenos días Benjamín ¿ha descansado bien?

—Si la cama es muy cómoda.

—¿Qué conclusiones ha sacado usted de todo cuanto ha visto?

—De momento solo puedo decir que estoy sorprendido y aunque creo que nada me puede sorprender, siempre encuentro alguna cosa para la que no tengo explicación.

—Si necesita investigar puede hacerlo.

—Me bulle una pregunta por la cabeza. ¿Qué ocurre si se rocía el hierro con el líquido que usan para ionizar la roca?

—Se neutraliza. Solo es útil cuando no hay hierro en la composición de la roca, o este no sobrepasa el cinco por cien en su composición. Creo que ya se lo que estaba pensando, pero no es posible.

—Bien (dijo Benjamín con resignación) Sabe cómo van las investigaciones en el CERN.

—Las ultimas noticias que tengo, son que están estancados con la antimateria y que en breve van a realizar una prueba muy importante con el acelerador de partículas.

—Dígame donde tienen ustedes el mayor centro en que se estudien las ondas electromagnéticas, las frecuencias de honda etc.

—Aquí en otra sala un poco apartada para no interferir, estudiamos el comportamiento del sonido en el espacio y como neutralizar ciertas hondas que podrían ser dañinas o destructivas. En este laboratorio es donde descubrimos como neutralizar el radar y el sonar. Aunque hay países como Israel que estamos convencidos que tienen un sistema similar.

—¡Baya! Al tener ustedes a los gemelos no creía que estudiasen las ondas.

—Estamos a más nivel que ustedes y seguimos todos los satélites que ustedes lanzan al espacio. Tenemos acceso a todo cuanto ustedes investigan.

—Bien siendo así desearía visitar el recinto e incluso realizar alguna investigación.


Benjamín estuvo tres meses colaborando y realizando todo tipo de investigaciones en el centro una vez complacida su curiosidad sus conocimientos se habían ampliado considerablemente. Como todo joven inquieto llevaba demasiado tiempo en el mismo centro y decidió que debía visitar los otros, este al fin y al cabo lo tenía cerca de casa y podría volver cuando quisiera.

Al anochecer llamó a un vehículo y como siempre apareció Tomás, quien después de saludarlo preguntó.

—¿Dónde vamos? ¿Quiere volver a casa?

—No— he pensado ir al centro del Himalaya.

—¿Por dónde quiere ir por Nepal o por Mongolia?

—Sabes que me gusta ver el paisaje, decide por mí. Aunque no tengo prisa.

Subieron al vehículo y emprendieron la marcha pasando por Zúrich y otras muchas ciudades en dirección del mar Negro la imagen de Estambul maravilló a Benjamín , Tomás comentó. Doce millones de habitantes y unos cien kilómetros de largo, cruzados por el mar de Mermara. Mire vamos a pasar sobre el mar Negro y como no tiene prisa bordearemos el mar Caspio, podríamos visitar un sinfín de sitios pero no le aconsejo que paremos en ningún sitio, son zonas peligrosas de noche, aunque de día no ocurre nada y sus gentes son maravillosas, si le parece bien un día podríamos ir a Samarcanda, es maravillosa.

—¿As estado allí?

—Sí y me encanta. Pero esta noche acompañados por la luna, tenemos tiempo de visitar el desierto de Gobi y los lagos de las montañas camino del centro.

—No corras tanto me gusta viajar en esta nave. Tomás decidió darle una vuelta por las murallas de Samarcanda parando frente a la puerta que se alzaba majestuosa frente a ellos. Era una gran ventaja viajar en un vehículo como el suyo, podían ver sin ser vistos y parar a la altura deseada; alzaron de nuevo el vuelo y no tardaron en ver el desierto, al cabo de un tiempo Tomás dijo. Vamos a entrar en territorio chino, ya estamos cerca vamos a pasar por la cordillera del Himalaya.

—¿Pasaremos por el Everest?

— No está en nuestro camino si no vamos más al sur.

—¿Y Lhasa?

—Bien daremos un rodeo Lhasa está al otro lado de la cordillera, pero antes descansaremos y saldremos al amanecer. Tomás aceleró elevando la nave pasaron los grandes lagos Namucuo y Siling Co, mientras la luna se reflejaba en ellos, escondidos entre la cordillera, la cruzaron y a los pocos minutos la nave descendió buscando una cavidad entre el hielo y la roca.

Casi sin darse cuenta estaban en la cueva, salieron de la nave y Tomás le indicó a Benjamín donde podía descansar sin salir de la cueva.

—Tienes tres horas hasta que amanezca aprovecha y duerme. Benjamín se durmió y cuando Tomás lo despertó de nuevo, parecía no haber dormido nada. Entraron nuevamente a la nave y emprendieron el vuelo. Pusieron rumbo a su izquierda, lo que había a sus pies era una enorme cordillera los grandes picos se sucedían unos tras otros llenos de nieve. A los diez o quince minutos y a una considerable altura Tomás exclamó.

—No querías ver el Everest, pues ahí lo tienes. Tomás bajó, la majestuosa mole se alzaba junto a ellos, un rojo amanecer se reflejaban sobre la nieve, una suave ventisca esculpía la cumbre, mientras desde arriba las nubes no dejaban ver la base, al atravesarlas cambiaba completamente el paisaje y no dejaban ver la cumbre, pasar entre las montañas era sobrecogedor. Al alejarse pudieron ver las moles en toda su magnitud.

—Bien ahora veremos Lhasa amaneciendo. Tomás giró a la derecha, en pocos minutos estaban divisando como los rayos del Sol iluminaban el Potala, se fueron acercando lentamente, parecía un gran hotel con innumerables habitaciones, el palacio del Dalai Lama se alzaba majestuoso frente a ellos.

—Es mucho más grande de lo que pensaba, ¡es enorme!

No cabía duda de que Benjamín había quedado sorprendido, en cuanto a la ciudad le pareció que luchaba por salir de la edad media.

—Si le parece bien regresaremos, el paisaje de día será mucho mejor que de noche La nave pasó por encima del Potala y se adentró en la cordillera de vez en cuando se veían unos pequeños valles completamente incrustados en la cordillera, pequeños lagos, torrentes y riachuelos, conforme descendían vieron un pequeño valle completamente rodeado de montañas. A lo lejos se adivinaba el desierto. La nave sobrevoló el valle y superando el pico mayor que había junto a él se introdujo en la cueva en que habían dormido.

Al salir de la nave Benjamín quedó sorprendido, quien había salido a recibirlo era el maestro Shon, la alegría de Benjamín fue mayúscula y corrió a abrazarlo.

12. Descubriendo el monasterio

Benjamín no aprietes, tú estás muy fuerte. Como dos viejos colegas se introdujeron en el recinto, mientras Benjamín le contaba a Shon su encuentro con el gran consejo y todo cuanto había realizado en Suiza; o como Tomás le había enseñado el Potala.

Mientras caminaba se dio cuenta, que el recinto no era como los otros, más bien parecía un monasterio excavado en la roca, lo que parecían habitaciones tenían una cortina para proteger su intimidad.

Shon lo interrumpió.

— Benjamín este centro es el más antiguo que se conoce fue ocupado por otra cultura antes de los Nefilin y por descontado, no es tan moderno como los que has visto, su inicio se pierde en la noche de los tiempos, siempre se ha mantenido en secreto y así queremos que siga. Como veras más adelante consta de una parte secreta, un monasterio y un pequeño valle donde sembramos todo tipo de frutas, trigo, arroz, verduras y té a las faldas de los montes. Los campesinos que viven en el valle, desconocen la existencia de los que vivimos en el interior, Son un pueblo aparte y solo saben que hay un monasterio con monjes. La entrada a nuestro mundo es secreta, pero tenemos acceso al monasterio exterior que si está disponible para ellos. Allí veneran a un gran lama cuyos guardianes son gigantes. Todos trabajamos la tierra y podemos vivir en paz. Una vez al año, el pueblo exterior sale para hacer compras y tarda casi dos meses en regresar. Poco a poco te iré dando explicaciones de todo. Ahora te indicare donde tendrás tu habitación, ha debo advertirte que aquí no tenemos camas. Dormimos sobre alfombras, almohadas si tenemos tantas cuantas quieras solemos usarlas para sentarnos en el suelo, tampoco tenemos sillas, en algunos sitios tenemos tablones donde sentarnos un poco más elevados.

—No debe preocuparse estuve durmiendo sobre la roca. Shon sonrió.

Pasaron por un pasillo con lo que parecían muchas habitaciones pequeñas, lo justo para dormir. Llegaron a una sala amplia de donde salían más pasillos.

—Benjamín la primera habitación para usted, si necesita alguna cosa la de enfrente es la mía, aquí tenemos unas reglas como en un monasterio, reglas que son ancestrales y nunca las cambiamos, son las siguientes.

A las siete desayuno, te y sampa, de origen animal solo leche, los monjes solo hacemos dos comidas, los Nefilin a medio día suelen tomar un refrigerio y a las siete de la tarde segunda comida o cena, siempre en la sala de las comidas, nunca se come fuera. Usted puede comer con los Nefilin o con los monjes, pero eso si a las ocho se cierran las puertas y todo el mundo se refugia en su celda es la hora de la meditación y de los mantras. Por eso cuando usted vino no pudieron entrar. Tomás lo sabía y decidió descansar en la cueva de los vehículos.

Después de dejar la caja donde llevaba la ropa, salieron a la sala de donde salían siete pasillos formando una estrella. Shon le explicó.

—Los pasillos tienen un signo en el suelo a su izquierda, recuerde su signo, su pasillo como abra visto lleva directamente a la sala de las naves. El de enfrente lleva a la sala del refrigerio y a la entrada o salida secreta.

Los dos pasillos a los lados del suyo son celdas como la suya, el pasillo de la derecha es espiritual y los dos de la izquierda, materiales. Quiero decir que espiritual ciencias que no se ven, como usted ya sabe levitación, concentración y otras muchas cosas.

Materiales todo aquello que se puede tocar incluida la biblioteca, o las maquinas para no equivocarse recuerde las indicaciones en el suelo. Por lo demás tiene libertad para visitar a su libre albedrío todas las dependencias, eso sí cuando coja el pasillo espiritual no puede hablar ni hacer ruido. El jardín como usted le llamaba está en medio de todos los pasillos donde se ensanchan, las puertas son de madera.

—Lo he entendido, y ahora podría comer algo.

—Si deben estar todos comiendo.

El comedor era como un bufete libre, sobre un saliente de la roca labrada en la pared a base de pico, reposaban los recipientes de harina de trigo o de arroz, leche, frutas algunas pastas y un gran recipiente de cobre sobre una losa que mantenía caliente el té de su interior. Se sirvieron y se sentaron como todos con la espalda sobre la pared, con unas almohadas y dejando en medio el pasillo libre, unos monjes se encargaban de la cocina y de mantener limpio el comedor.

Una cosa llamó la atención de Benjamín ¡no había ningún Nefilin! Shon se percató.

— Se lo que estas pensando, no hay ningún Nefilin.

—Exacto.

—Esta es la zona de los monjes, los monjes no tienen señora y los Nefilin sí. Ellos tienen su residencia al final del pasillo materialista y siguen sus costumbres, aunque no tienen nada prohibido, no es difícil ver una señora tomando una fruta de este comedor a medio día, nuestra convivencia se basa en el respeto y una meta común.

—En este comedor el único que llevo el vestido Nefilin soy yo.

—Si los monjes prefieren la túnica azafrán.

—¿Y cómo seleccionan los monjes?

— No los seleccionamos cuando un monje llega a un estado similar al Nirvana descubre nuestro centro y viene aquí, por sus propios medios es la mejor prueba de su sabiduría y de que ha llegado a un estado, en que se puede confiar en el con los ojos cerrados, como usted comprenderá son pocos los que lo consiguen. Aquí hay monjes de diversos monasterios de China, Tíbet y otros sitios más alejados.

Después del desayuno Shon preguntó a Benjamín .

— ¿Ahora donde te gustaría ir?

—En realidad, me gustaría salir al exterior pero sería impropio por mi parte no visitar a los Nefilin.

—Si tiene razón. Bien vamos

Salieron del comedor y se dirigieron por el pasillo materialista en busca de los Nefilin. Se cruzaron por el pasillo con varios y si iban vestidos como Benjamín . Al final del pasillo, después de dejar varias puertas a ambos lados llegaron a una nueva sala de la que partían tres pasillos. Tomás salió a su encuentro.

—Bienvenido . Shon aprovechó.

—¿Tomás puedes mostrarle el centro? Y después dirigiéndose a Benjamín , le dijo. Después de comer llámame y te enseñare el exterior. Benjamín se quedó con Tomás.

— Ben te enseñaré como vive un Nefilin, primero te llevaré a las habitaciones y después veremos el resto. Se deslizaron por el pasillo de la derecha y al momento se encontró con una ciudad subterránea, a ambos lados se abrían sendas calles, frente a Benjamín había un edificio con forma de tarta, lleno de ventanas, con una rampa en forma de espiral, que subía rodeando el edificio hacia el cielo. Deslizándose por las calles se dio cuenta que habían varios edificios y pasarelas de unos a otros, todos estaban comunicados entre sí.

—Sé lo que está pensando — comunicó Tomas a Benjamín “la altura”

—Así es y otra cosa no hay peligro de derrumbe o de terremotos.

—No antes de ampliar nos aseguramos de la posibilidad de temblores, aun cuando es zona volcánica y tenemos un volcán, relativamente cerca nosotros regulamos el flujo.

—¡Reguláis el flujo de un volcán!

—Me explicaré. Por medio de túneles subterráneos, canalizamos el gas del volcán no dejando que se acumule y de esta forma, calentamos la tierra del pequeño valle con los pasadizos que hay bajo el, creando así un micro clima que nos es muy beneficioso, tanto a nosotros como a los aldeanos que viven en el exterior. Los túneles los utilizamos como invernaderos para producir alimentos y algunos tipos de hongos con que alimentarnos; cuando el volcán necesita vaciarse se cierran los túneles y provocamos una pequeña explosión así regulamos el flujo de la lava. Debe tener en cuenta que los Nefilin somos un pueblo de unos seis millones de personas y en este centro vivimos la mitad, aprovechando la altura de los montes podemos realizar estas estructuras. Vamos a ver una vivienda por dentro, la de mis padres. Tomás subió por una rampa dando vueltas alrededor, como quien va por una cinta transportadora, hasta subir a una considerable altura. Mientras Benjamín pensaba.

Gracias que podemos levitar de lo contrario subir aquí sería un gran ejercicio, o un gran castigo.

—Mire en el suelo cada puerta tiene un signo así sabemos dónde estamos. Tomás enseñó la vivienda de sus padres a Benjamín , en ese momento no se encontraban en el centro, tenían todas las comodidades, una especie de colchones flotaban en el aire, unos paneles como pantallas de televisores de donde salían hologramas, una especie de cocina rápida por aire caliente, la vivienda era superior en comodidad a cualquier diseño del mejor arquitecto, aprovechando el espacio al máximo. Pero sin nada superfluo ni un solo mueble cuadro o jarrón.

Con razón los Nefilin no comían con los monjes no lo necesitaban, eran dos comunidades diferentes viviendo juntas, cada una con sus costumbres, pero eso si trabajando juntos y con un mismo fin en beneficio de la humanidad.

Tomás llevó a Benjamín a visitar los túneles, eran como unos grandes invernaderos comunicados entre sí de tramo en tramo, al igual que en Bolivia los excrementos se reutilizaban, un ejemplo de economía sostenible nadie tenía dinero y todos trabajaban para la comunidad. Benjamín recordó a las hormigas, tal vez habían tomado su ejemplo.

Era hora de comer, Tomás llevó a Benjamín a lo que parecía un supermercado o un economato, todo el mundo entraba y cogía lo que quería. Tomás cogiendo una especie de bandeja honda se la dio a Benjamín y la fue llenando, después cogió dos grandes vasos y los llenó de un liquido lechoso. Se fueron a otra sala contigua. Mientras Benjamín esperaba sentado Tomás condimento los platos. Toma vas aprobar nuestros hongos con ajos tiernos y tomate.

—¿Y esta bebida que es?

—La hacen con arroz es muy buena y muy digestiva. ¿Qué te parece la comida?

—Humm está riquísima, se parecen a las setas que recogía mi padre y la bebida tiene un sabor muy agradable. Pero debo regresar con Shon quiero que me enseñe el valle exterior.

—Tendrás que ponerte ropas de monje, nadie puede salir al valle que no sea monje, así ha sido por los siglos de los siglos. ¿Sabrás regresar?

—Si Shon ya me está llamando, me está esperando en mi habitación.


Benjamín regresó con Shon y este le indicó que se cambiara de ropa, debería parecer un monje, aunque un poco alto. Después emprendieron el camino que conducía al valle. El largo pasillo quedaba tapado por la roca, sin inmutarse Shon la atravesó seguido de Benjamín una pequeña sala con un buda presidía unas escaleras, ascendieron por ellas parecían no terminar nunca, por fin un rellano.

—Aquí nos cambiamos las sandalias, y dejamos de levitar buscamos entre un sinfín de sandalias dos que nos vinieran bien, se ataban de una forma parecida a las alpargatas Valencianas, Shon cerró los ojos y la roca dejo paso a otra pequeña sala en frente otra escalera, pero ahora había que subir a pie. Después de más de cien escalones tropezaron con una cortina la apartaron y accedieron a una sala con alfombras y cortinas algunos monjes estaban sentados sobre almohadas. Al verlos aparecer se levantaron haciendo una reverencia, Shon y Benjamín hicieron lo mismo. Después Shon se giró hacia Benjamín diciéndole en ingles.

—A partir de aquí se habla con la boca, y se hacen reverencias a todo el mundo, procura no levantar mucho la cabeza ni la voz, vamos a pasar por la residencia del viejo lama y después saldremos al exterior. Las puertas eran pesados tapices, atravesamos una gran sala llena de figuras que parecían de oro destacaba un gran Buda sobre una escalinata en el centro bajo el Buda, sobre la escalera lo que parecía un pequeño trono de madera y frente a él unas grandes puertas, cruzaron la sala y salieron por el otro lado, un pequeño pasillo daba a otra habitación.

Entraron y se encontraron con un anciano rodeado de varios monjes, Shon se puso frente a él inclinándose en señal de respeto, Benjamín hizo lo propio. A continuación Shon le dijo en chino.

—Este es el joven del cual le hable.

El anciano hizo un ademán y Shon dijo por favor Benjamín arrodíllate frente a él, acércate que te pueda tocar. Benjamín obedeció, el anciano le puso la mano sobre la cabeza, después la retiró diciendo en chino, su corazón es justo, será admitido en nuestro espíritu, tenías razón Shon Muyahidín. Sea nuestro invitado.

Después de una nueva inclinación salieron de la habitación. En el pasillo anterior a la gran sala había una puerta, la abrieron y salieron al exterior, la temperatura era primaveral aunque se divisaban las cumbres nevadas, sobre una ladera se veían las casas típicas de un poblado chino. Al separarse del edificio de donde salían, Benjamín se volvió y vio la entrada de un templo budista en todo su esplendor, no era muy grande pero si muy bonito. Un pequeño jardín les separaba de los huertos, en ellos había todo tipo de frutas, incluso frutas tropicales. Aquello era un vergel.

—Esto es precioso y mucho más grande de lo que parecía desde arriba. A lo lejos le pareció ver y escuchar corderos.

—¿Son corderos?

—Si y también tienen gallinas y pavos, el que nosotros no comamos carne no quiere decir que no lo pueda hacer el pueblo. Pasearon por entre los campos, un riachuelo cruzaba el valle aprovechando sus aguas para los campos de arroz, algo entendía Benjamín del arroz había visto muchos campos, cuando su padre lo llevaba a comer al Palmar, en plenos arrozales de Valencia. Shon adivinó sus pensamientos.

—Creo que te preguntas como repartimos el trabajo y las cosechas.

—Así es.

—Todas las parcelas tienen dos encargados uno del pueblo y un monje, ambos colaboran en todos los trabajos, las parcelas van cambiando los cultivos, excepto las de arroz y todo está programado, si hay un conflicto el viejo lama lo resuelve su palabra siempre es justa y todos la acatan sin mas problemas. Así todas las mañanas salen a recolectar.

—¿Nunca se han quejado los lugareños?.

—No los frutales son nuestros y ellos pueden coger, los animales son suyos y nosotros no cogemos.

—Benjamín no pudo más que sonreír. Tengo una nueva pregunta.

—Adelante.

—¿Por dónde bajan los productos?

—Sabe usted lo que es un tobogán, pues los metemos en cajas y al fondo del pasillo por donde hemos salido tenemos la abertura aproximadamente de un metro que lleva directamente a la despensa de allí cogemos lo necesario tanto los Nefilin como Nosotros, ellos también llenan la despensa y van cogiendo poco a poco lo que necesitan.

Los pensamientos de Benjamín recapacitaron, sobre lo fácil que puede ser vivir en armonía, si todos ponen un poco de su parte. La realidad era que tanto los monjes como los Nefilin, le estaban dando una gran lección de convivencia. Aunque el principal motivo de tanta vehemencia podría ser la falta de egoísmo. ¡Egoísmo! e intransigencia palabras que unidas a la avaricia y las ansias de poder son las que dominan en el mundo y marcan su posible final.

El paseo duró toda la tarde y los diálogos entre Shon y Benjamín eran dictados por dos grandes personas, unidas en su afán de ayudar a sus semejantes. En realidad la percepción que tenia del mundo Benjamín , había cambiado sustancialmente.

Pasaron al interior y desandáron el camino, no sin antes quedarse Benjamín observando el interior del monasterio, los budas, los tapices, el mármol y las columnas etc. al regresar a la caverna, juntos tomaron un refrigerio y se retiraron.

Al día siguiente, Benjamín decidió que después del desayuno visitaría la zona materialista, así por la mañana y con su vestido de Nefilin fue visitando todas las estancias del complejo, observando como siempre y preguntando por aquello que no entendía. Llegó a un laboratorio, en que se tuvo que poner una careta que le tapaba toda la cabeza. Al preguntar le indicaron a una persona se acercó a ella y el Nefilin le dijo.

—¿Es usted Benjamín ?

—Si yo soy.

—Bienvenido me dijeron que vendría y que le diera todas las facilidades. ¿Qué desea saber?

—Todo cuanto están investigando.

—Pase nuestros experimentos se basan en la aplicación de las bacterias que responden a nuestras ondas cerebrales, en mayor medida. Podemos decir que mientras en el exterior se busca inteligencia artificial nosotros investigamos con inteligencia natural. Procuramos adaptar la naturaleza, no inventarla y al mismo tiempo que sirva a nuestros intereses.

El Nefilin le mostró diferentes recipientes parecidos a peceras rectangulares, diciéndole.

—Estas son diferentes bacterias capaces de emitir diferentes longitudes de onda o pequeñas descargas eléctricas como las anguilas, dependiendo de la orden que reciban, cada longitud de onda o cada descarga, puede dar paso a un caudal diferente traduciéndolo, en mensajes a un vehículo o a una maquina. Con una jeringa de un centilitro, de este líquido pueden mantenerse activas durante tres o cuatro meses, su muerte natural es a los cuatro años, en que tenemos que remplazarlas. En términos científicos podemos decir, que es como un cerebro sintético formado por una red de neuronas, a su vez formadas por Protoplasma sintético, abastecido por las bacterias que ocupan la función de los griales del cerebro humano.

—Entiendo, veo que disponen de baterías.

—Si nuestras baterías de litio, nos pueden durar años solo se utilizan cuando los vehículos están parados, una vez puestos en marcha se recargan y el vehículo se auto abastece. Como verá nuestros consumos de energía son prácticamente nulos. Sé que se estará preguntando ¿Cómo lo consiguen? En ocasiones una visión vale más que mil palabras mire la pantalla, aquí se ve lo que está sobre ese cristal como un microscopio. Intente dar una orden al cristal y observe la pantalla.

Cuando Benjamín conseguía contactar con las bacterias estas se iluminaban despidiendo pequeñísimas chispas. Parecía cosa de magia si no fuera que él ya había aceptado como lógicas, algunas cosas que antes le hubieran parecido imposibles.

—Ahora sígame entraron en una sala contigua, habían unas grandes peceras, con diferentes peces y unas anguilas de más de dos metros. Benjamín se quedó observando cuando el Nefilin le llamo. Se introdujeron en una capsula dentro de un tubo de dos metros de diámetro y la capsula descendió, no se sabe a qué profundidad, al salir del tubo a Benjamín le dolían los oídos. Debemos esperar aquí cinco minutos como mínimo la presión es como si estuviéramos a cuatro mil metros de profundidad bajo el mar, nos moveremos lentamente y no podremos levitar.

A los cinco minutos entraron en una sala con grandes peceras, la luz era muy tenue y prácticamente salía de las peceras. Los peces que hay aquí viven en las profundidades, ellos tienen su propia luz para conseguir sus fines, son como interruptores que regulan sus fluidos para atacar o para pasar desapercibidos, mire fíjese en este es como un rosario de luces al final de cada espina y las apaga o enciende a voluntad. Eso lo podemos realizar en la superficie con muchos metros de cable y muchos interruptores o bien conectándolos a un ordenador, la naturaleza lo realiza de una forma mucho más sencilla, simplemente con impulsos. Y ahora fíjese en lo diminuta que es la cabeza su cerebro cabe en un dedal y sin embargo domina una instalación tan compleja.

Creo que ya lo entendía, pero después de ver esto no me cabe ninguna duda. Durante un buen rato siguieron dialogando sobre las criaturas que allí se encontraban eran excepcionales.

Después de realizar la descompresión ascendieron sin llegar arriba, el Nefilin le dijo.

—Benjamín va usted a ver el museo más antiguo que pueda imaginar. Salieron a un corredor de no más de dos metros de ancho una plataforma con una barandilla flotaba frente a ellos en la pared colgaban unos abrigos muy gruesos.

—Tome póngase uno abróchelo y colóquese la capucha. Benjamín obedeció y se subieron a la plataforma. Esta se puso en movimiento aumentando la velocidad, seguramente andarían más de siete kilómetros de pronto empezó a aminorar la marcha, las paredes se llenaban de hielo, el vehículo paró. Y empezaron a andar las paredes se convirtieron en un muro de hielo y fueron apareciendo animales de diferentes épocas,

—Un gran mamut se erguía ante ellos, parecía vivo como queriendo salir del hielo, muchos animales de los que Benjamín desconocía su existencia se mostraban ante él, se quedó mirando un pequeño caballo de la altura de un perro.

—¿Es un poni?

—No es el antecesor del caballo no era más grande que un perro.

— Perdone que no lo haya reconocido, pero no es esta mi especialidad.

Mezclado entre los animales una especie de mono del tamaño de un pigmeo, su piel era oscura y más delgado que un chimpancé.

—¿Qué clase de mono es este?

—Es un pariente muy lejano de los hombres, ya se había separado de las diferentes ramas de primates.

—¿Quiere decir?

—Si es el abuelo de los australopitecos. Siguieron avanzando una cosa entre un gorila y un oso estaba ante ellos.

—No me lo diga este es el Yeti o hombre de las nieves.

—Si, así es existieron hasta no hace mucho verdaderamente, no eran animales más bien homínidos poco desarrollados mentalmente. Huían de los humanos y se escondían fueron perseguidos como trols, ogros, etc. dependiendo de donde provenía la leyenda, la verdad es que hace mucho tiempo que desaparecieron, pero en realidad eran primos muy cercanos nuestros.

—Noto a faltar algunos animales y a otros los desconocía por completo.

—Aquí solo están los animales que quedaron atrapados por el hielo y que nosotros hemos podido rescatar y traer a esta caverna, los animales que no Vivían cerca de los polos no pudieron caer en las trampas del hielo y por lo tanto no podemos recuperarlos; sobre nosotros se levanta un glacial eso es lo que los mantiene tal y como están, pero sigamos le quedan algunas sorpresas.

Un calamar de más de diez metros estaba frente a Benjamín , aunque había oído hablar de ellos nunca había prestado atención parecía más una fábula que una realidad. Siguieron visitando las galerías y llevándose sorpresas.

El Nefilin lo llevó a otra galería más pequeña. En ella solo habían seres humanos de todas las razas, tamaños, y sexos era como la galería de la evolución humana. Se quedó observando dos gigantescas figuras.

—Si Benjamín mis antepasados eran más altos que nosotros se acercaban a los tres metros de altura por el contrario eran más delgados casi enclenques, aunque tanto usted como yo descendemos de ese pequeño homínido que hemos visto, las sucesivas mutaciones o vivir aislados, marcaban las diferentes razas, hoy no somos más diferentes de ustedes de lo que pueda ser un pigmeo, cuando las razas se mezclan, terminan convirtiéndose en una sola raza. O viceversa cuando se aislan.

Salieron de las galerías y subieron a la superficie, la mañana había sido fructífera. Había que comer y se dirigió al comedor de los Nefilin donde había más donde elegir.


Por la tarde se introdujo en otra sala, se llevó una sorpresa en ver tan gran cantidad de ordenadores. En apercibirse de su presencia, una señora o señorita de mas de dos metros de altura, se acercó a él.

—Buenas tardes ¿Benjamín ?

—Si yo soy.

—Me llamo Ariana y estoy a su servicio. Puede preguntar lo que quiera.

—En primer lugar no esperaba que ustedes tuvieran ordenadores y menos que los usaran.

—Esto no es lo que parece, ¡si! son ordenadores de diferentes marcas de los que se pueden encontrar en cualquier tienda, todos los de esta sala están conectados a un servidor central con Internet y una gran capacidad de almacenaje.

—¿Peligro de virus?

—No hay peligro, nuestro sistema es inmune a los virus, los dejamos entrar los analizamos, aprendemos de ellos y los destruimos.

—¿Y qué trabajo realizan aquí?

—Podríamos decir que “espiar”. Si esta sería la sala de los espías, aquí vigilamos a todos los países del mundo con especial atención a los más peligrosos, e intentamos anticiparnos a los acontecimientos, interfiriendo como podemos, incluso a veces con lo que usted llama virus. Pero no los utilizamos solo nosotros, los países más avanzados los tienen para provocar, grandes apagones o para que no pueda haber información de aquello que quieren ocultar, es otro tipo de guerra fría. El peor problema es que por Internet corre información que no debería estar al alcance de todo el mundo.

Pasaron a otra sala, Benjamín observó la juventud de la mayoría de los informáticos.

—Son ustedes gente muy joven.

—Si, esta es una ciencia relativamente joven, nuestros jóvenes con menos altura salen a estudiar en los mejores centros y se especializan, se hacen amigos de los jakers y aprenden de ellos yo trabajé para la inteligencia de Israel mientras jugaba en el equipo de balóncesto. No sabe usted de lo que son capaces. Aquí ay gente que ha estado con los Americanos y con los Rusos, hoy seguimos teniendo gente infiltrada. Almacenamos la información en nuestro cerebro y con el cuadrado la transmitimos aquí. No nos pueden detectar pues no transmitimos vía satélite, el pensamiento para ellos es indetectable. No se puede imaginar la cantidad de datos que almacenamos.

Incluso estamos al corriente, de todo lo que ocurre en la NASA, ya teníamos noticias de usted como una persona con una inteligencia superior y con una gran proyección, en el mundo de la física y la química. También tenemos a otras personas a las que estamos siguiendo en sus evoluciones y que nos podrían ayudar o al menos colaborar. Mire a Suzuki, el japonés del tercero, se introdujo en los archivos de la CÍA con catorce años, cuando fueron en su busca había desaparecido hoy se cuela donde quiere sin que nadie lo encuentre, como solemos decir “es un buscón” su interés es superar obstáculos y retos. Su vida es un continuo videojuego. No sabe plantar una cebolla pero su cabeza funciona como un ordenador.

—Ahora ¿qué hace?

—Jugar al ajedrez le obligamos a descansar y el ajedrez lo relaja, pero si un día decide salir de aquí sabe que se le borrara la memoria. Sinceramente creo que no le preocupa lo más mínimo. Aquí hace lo que le gusta y es feliz, según él lo único que le preocupaba era el futuro y aquí lo tiene resuelto.

—Cuando estuve en mi casa, pasé mucha información a un ordenador y ahora pienso que no me puedo conectar con él a Internet.

—Exacto compre otro para conectarse, y ese guárdelo con una contraseña oculta. Pero tenga en cuenta, que con el cuadrado no hay problema, solo sirve para usted. Ni Suzuki podría sacar datos de él, no tiene poder telepático, sus poderes se reducen a entender las máquinas y los programas.

Ahora pasemos a la otra sala; mire ese recipiente con liquido y placas es nuestro filtro aquí se neutralizan los ataques con virus y se les deja pasar con una protección adecuada al cubo metálico que hay a continuación, este lo estudia y da la información de su naturaleza. Al mismo tiempo aprende de el para usarlo contra otros. En síntesis este es nuestro sistema de inmunidad. Cuantos más virus entran más inmunes somos.

—Le agradezco sus informes y quisiera pedirle un favor.

—Usted dirá.

—Donde me aconseja que me dirija, estoy entrando en todas las puertas, una detrás la otra.

—Creo que lo que más le puede interesar, es la sala de las conclusiones.

—¿La sala de las conclusiones?

—Si. Es la sala donde se discuten y se toman decisiones o conclusiones. Le aconsejo que se siente en la parte trasera, calle y atienda. En una misma mañana se pueden tocar varios temas y dejarlos incompletos para otro día. Cuando un tema interesa se estudia y se analiza, hay un orden del día escrito en la entrada. Los investigadores entran, exponen y salen. En fin es mejor que lo vea y escuche. Procure estar mañana sobre las nueve, después del desayuno.

—Muchas gracias así lo aré, si me indica donde está.

—Siguiendo el pasillo, la segunda puerta a la izquierda.

—Benjamín pensó que tenía tiempo de visitar el pasaje del silencio donde estaban los lamas concentrándose. Así fue recorriendo el pasillo y asomándose a las puertas, en una de ellas los monjes movían molinillos de oración y estaban concentrados en los rezos. Siguió andando y en una sala observó como doce monjes, formando un círculo con los ojos cerrados, levantaban un recipiente con agua, con solo el poder de su mente, por su tamaño el recipiente podría contener unos quince litros de agua, lo cual significaba que estaban levantando quince kilos. Lo interpretó como un ejercicio de concentración, ¡pero eran quince quilos! Entonces le vino a la cabeza, cuando él tuvo que abrir la cerradura de su casa, ¿Cuántos kilos de fuerza había empleado? En realidad no sabía cómo aplicarle una formula a una fuerza invisible, tuvo que echar mano de toda su imaginación, para llegar a la conclusión de que las fuerzas psíquicas no tienen formulas, solo teorías.

Era la hora de cenar y retirarse, por el camino vio a Shon y aceleró para alcanzarlo, no tardó en ponerlo al corriente de sus observaciones.

—Mire Benjamín nuestros poderes son limitados y debemos de practicar diariamente, al menos los que han conseguido llegar a tenerlos, usted es un privilegiado y casi se puede comparar a los Nefilin. Pero no todos los monjes tienen esos dones.

—¿Y por qué los Nefilin si los tienen todos?

—Bueno, en mayor o menor medida podríamos decir que los tienen todos. Pero no con la misma intensidad, les pasa como a nosotros, solo que el peor de los Nefilin tiene tanto poder como el mejor de nosotros. Le explicaré algo que entenderá perfectamente, nosotros hablamos y no nos damos cuenta, ningún primate habla. Lo hacemos como herencia a través de los años.

—No siga he comprendido. Para ellos es tan fácil como aprender a hablar o a caminar, porque llevan muchos miles de años hablando en silencio y ya está en su ADN.

—Exacto nosotros ejercitamos la mente ellos la tienen desarrollada. Fíjate en su frente y te darás cuenta que es más ancha y recta. No presentan arrugas ni aun en la madurez.

—Si ya lo había observado. Benjamín dando un suspiro añadió, “en fin somos simples humanos”. Pasaron al comedor y comieron unas piezas de fruta.


—Al día siguiente antes de las nueve, ya estaba sentado en un rincón de la sala de las conclusiones. No tardaron en entrar cinco Nefilin que se sentaron a un lado, a su izquierda una pantalla en tres dimensiones, reflejaba todo cuanto iba en los cuadrados de los investigadores. Pasaron un grupo de siete los cuales llevaban una investigación, uno de ellos hizo una exposición de cuanto habían descubierto y a continuación aquello que creían, debería ser el camino a seguir. Los cinco (podríamos decir del jurado) cerraron los ojos y en menos de un minuto, agradecieron sus esfuerzos y les dieron instrucciones concretas a los investigadores; estos salieron por la puerta con sus cuadrados bajo el brazo. La educación de los Nefilin era exquisita, siempre buscaban el pensamiento justo para no ofender.

Después de tres horas, sabia gran parte de las investigaciones de los Nefilin. Investigaban las cosas más inverosímiles. Benjamín pensó que si las hubiera explicado en una universidad le hubieran tomado por loco. Pero allí estaba Benjamín intentando asimilarlo todo como una esponja.

Al terminar uno de los cinco profesores le hizo saber a Benjamín que se acercara. Una vez estuvo frente a ellos le preguntaron.

—¿Ha llegado usted a alguna conclusión? ¿O tiene alguna pregunta qué hacer?

—Benjamín todavía estaba envuelto en lo que había visto, pero tenía una pregunta en mente desde el día anterior.

—Si desde ayer tengo una pregunta. Vi a los monjes que levantaban sin tocar un recipiente con agua.

—Si así es, es un ejercicio para no perder o desarrollar los poderes de la mente.

—Eso mismo me dijo el maestro Shon. Y también me dijo que los Nefilin tenéis más poder que los monjes.

—Así es nuestros poderes son naturales y no los tenemos como poderes si no como una función más de nuestro cuerpo.

—Mi pregunta es la siguiente ¿podrían ustedes cortar un cable de cobre dentro de un cilindro metálico?

—Es posible, aunque nunca lo hemos intentado. Pero creo que podríamos intentarlo con los monjes. Llamaremos a Shon y que lo intenten, sabrá usted que tiene permiso para llevar a cabo todo aquello que se le ocurra. A continuación mentalmente llamaron a Shon.

Al poco tiempo el que entró por la puerta fue Tomás con cara compungida diciendo.

—Shon no vendrá, el viejo lama nos ha abandonado.

Benjamín miró con extrañeza a los allí presentes, como adivinando sus pensamientos, Tomás le dijo.

—El gran lama a muerto y su sustituto es Shon. Según sus creencias Shon fue un Dalai lama en su cuarta reencarnación y le corresponde ocupar su sitio. Muchos creen que el verdadero Dalai lama es el que está aquí y no el que el mundo conoce como tal.

Los Nefilin dijeron, abra que aplazar el experimento. Y se retiraron, Benjamín preguntó a Tomás.

—¿Qué ocurrirá ahora?

—Hoy nada, durante todo el día, cada hora sonará el Kong anunciando la tristeza por la muerte del gran lama, la gente del valle se refugiara en sus casas, pues el karma del gran lama debe seguir su destino y no debe ser interrumpido. Mientras tanto los monjes prepararan su cuerpo para que mañana todo el pueblo pueda visitarlo. Al atardecer será llevado a la cripta de los hombres santos, donde reposará para siempre.

Al día siguiente será un día de alegría, se presentará al nuevo gran lama ¡Shon! Y será un día de fiesta.

—¿Que hacéis mientras los Nefilin?

—Nosotros nada, no salimos es cosa de ellos. Solo los cuatro que figuran como guardianes según la tradición, se vestirán con sus ropas de guardián y vigilarán al difunto, al día siguiente presentaran sus respetos al nuevo gran lama. Podríamos decir que es toda una parafernalia de cara a los habitantes del valle, para los cuales es la tradición. De todas formas te aconsejo que lo veas.

Durante todo el día estuvo sonando el Gong hasta las doce de la noche. No volvió a sonar hasta las diez del día siguiente, en que se abrió la puerta del palacio que daba al salón de recepciones, donde el Gran Lama recibía a la gente (podríamos decir el salón del trono) frente al e incorporado unos veinte grados, yacía el cuerpo del viejo lama rodeado de flores, sobre una tabla completamente plana. Dispuesto para recibir la despedida de su pueblo el cual no tardó en hacerse presente. Al abrirse las puertas salieron cuatro lamas con unas enormes trompetas que apoyaban en el suelo, vestían el hábito de color azafrán con una túnica rojo oscuro sobre sus hombros y se tapaban la cabeza, con una especie de grandes sombreros y aplanados por los lados. Sonaron las trompetas, con un sonido parecido al mugir de un toro y los habitantes del valle como si esperasen la señal empezaron a acudir de todos lados. Llevaban unas flores que depositaban antes de entrar a la derecha y una cata o especie de pañuelo largo que ataban en un cerezo a su izquierda. Justo a la entrada había dos grandes molinillos de oración que no pararon de girar en todo el día. Los guardias Nefilin, estaban impresionantes y llevaban una lanza en la que se apoyaban cada hora se cambiaban, muchos niños tenían miedo al pasar junto a ellos.

Ya por la tarde, los monjes sacaron al difunto sobre los hombros y lo pasearon como una procesión por los campos, mientras los lugareños les seguían pidiendo que se acordase de sus campos en su nueva vida. Sobre las siete de la tarde sonaron las trompetas por última vez y las puertas del templo se cerraron tras el difunto. Durante la noche los monjes se relevaban para preparar la ceremonia del día siguiente.

Nuevamente a las diez se abrieron las puertas y salieron las trompetas, junto a ellas unos monjes tocaban una especie de tambor, las catas habían desaparecido y las flores también. Se respiraba un halo de solemnidad, el sitio del gran lama estaba vacío. Los guardias estaban al exterior de la puerta junto las trompetas. Desde la plaza que había frente el palacio se podía ver el interior. Pero no se podía subir la escalinata. Poco a poco aparecieron tres lamas por cada parte que se colocaron a cada lado del sillón (aunque era lo menos parecido a un sillón) los seis lamas inclinaron la cabeza y apareció Shon con una túnica completamente azafrán y se colocó frente el trono uno de los lamas , se arrodilló ante él y le entregó un pañuelo rojo oscuro, que Shon se puso sobre el cuello, después se sentó y los lugareños fueron desfilando, inclinándose ante él y entregándole un pañuelo que el depositaba en una bandeja tres horas duró la recepción, no habían niños solo el cabeza de familia y la mujer. El resto del día el valle estuvo de fiesta. Habían banderolas música se mataban corderos y de vez en cuando, alguien se acercaba a la puerta y depositaba una ofrenda, al día siguiente la puerta estaba llena de fruta.

Benjamín se despertó temprano quería hablar con Shon, y en cuanto salió de su celda lo abordó.

—Shon por favor, ¿cambia en algo nuestra amistad.

—No Benjamín , solo que ahora tengo otras obligaciones y no podré atenderte como lo he hecho hasta hoy, debo impartir justicia entre mis súbditos. Aunque yo no he elegido mi destino debo cumplir con él. Pero me tendrás siempre que me necesites.

Por otro lado tengo un alumno aventajado, que solo ha estado en china y Nepal, más o menos es de tu edad, necesito que tú te encargues de él y le enseñes como yo lo hice contigo, quiero que te lo lleves a tu país contigo y que conozca mundo, debo decirte que está llamado a ocupar un alto cargo.

—¿Tiene papeles?

—Si es ciudadano chino de madre mongol y padre chino.

—¿Y si tengo que preguntar alguna cosa?

—Esta noche he dormido por última vez en mi celda, quien la ocupe será mi sucesor y tu consejero, ahora comamos algo.

—Comieron pero Benjamín tenía la convicción que vería poco a Shon. Un joven monje se acercó a ellos.

—Mira Benjamín este es Liin Yu, ya le he hablado de ti y sabe lo que tiene que hacer, a partir de ahora sois la luz y la sombra. Cogió sus manos y las unió, aprenderéis el uno del otro. Dio media vuelta y se marchó.

Benjamín pensó parece más joven que yo, creo que he cargado con un peso excesivo.

—Liin le respondió, no soy ningún peso y tengo treinta años. Le había leído los pensamientos.

—Perdona no savia.

—No sabes nada de mi los dos aprenderemos uno del otro. Liin se desenvolvía perfectamente por los túneles, Benjamín decidió progresar en sus experimentos.

—Liin yo quería llevar a término un estudio sobre los monjes que se reúnen en la sala de la meditación.

—¿De qué se trata?

—Quería saber si podrían cortar o fundir un cable de cobre dentro de un cilindro de hierro.

—Eso me parece imposible.

—¿Alguna vez lo habéis intentado?

—No nunca nos limitamos a realizar ejercicios para aumentar el poder de concentración.

—¿Y para que queréis tanta concentración si no la utilizáis?

—Si la utilizamos ¿Cómo estamos hablando? ¿Dime has salido alguna vez de tu cuerpo? ¿Te has visto a ti mismo? ¡Ya! no respondas veo que no entiendes nada.

En realidad Benjamín no sabía de qué le hablaba Liin.

—Explícame de que estás hablando.

—Hay libros en tu mundo, a los que tu nunca has echo caso, hablan de personas que han estado cerca de la muerte y se han visto a sí mismos en la cama o en la mesa de operaciones. Suelen llamarlos ¡viajes astrales!

Cuando se llega a un estado cercano a la muerte, el alma o la energía abandona el cuerpo como si flotara sobre él, en forma de luz blanca azulada y ves a tu cuerpo inerte.

—¿Y tú lo has visto?

—Según el maestro Shon era demasiado joven para conseguirlo, y no debía de seguir por ese camino.

—¿Lo conseguiste?

—Si aunque para ello estuve muchos días sin comer, para que mi cuerpo perdiera fuerza.

—También pudo ser una ilusión debido a la debilidad —contestó Benjamín.

Liin respondió sonriendo y con algo de sarcasmo.

— Es posible.

Benjamín pensó que debería llevar cuidado con el chinito y como pensar las cosas para que no lo descubriera.

Liin lo condujo a los talleres y de allí cogieron varios tubos, de diferentes grosores y cables eléctricos de diferentes colores. Prepararon las pruebas y las llevaron a la sala de la meditación. Allí encontraron varios monjes meditando. Benjamín preguntó a Liin.

—¿Cuántos de estos están preparados para llevar a cabo la prueba?

— Los que acudan a mi llamada, cerró los ojos y cinco de los ocho respondieron el resto abandonó la sala, no tardaron mucho en aparecer más monjes en la puerta, hasta veintitrés se presentaron. Decidieron explicarles en qué consistía la prueba. La harían con diez y el resto no deberían intervenir. La prueba consistiría en cortar o fundir el cable rojo, que estaba dentro del cilindro, para ello utilizaron el cilindro más fino. Los monjes se colocaron alrededor del cilindro y empezaron a concentrarse.

Al cabo de un cuarto de hora no había pasado nada. Benjamín parecía decepcionado se dirigió al cilindro e introdujo su mano para tocar el cable. Eureka el cable estaba caliente. Decidieron hacer lo mismo con todos los monjes.

Veintitrés monjes se colocaron alrededor del cilindro y empezó la prueba. A los siete minutos empezó a salir humo del cable rojo pero después de quince minutos seguía saliendo humo sin partirse. Decidieron cambiar de cilindro y poner uno más grueso y centrarse en el cable negro. La respuesta fue la misma, lo cual significaba que el grosor del envoltorio no era un problema, el problema la fuerza de la mente, para Benjamín era una victoria a medias. Al menos había aprendido que para las ondas cerebrales el único escollo era la distancia.

Sin embargo para Liin había sido un éxito ya que el envoltorio plástico de los cables se había carbonizado. Viendo la preocupación de Benjamín intervino.

—¿Qué ocurre? Parece como si todo hubiera salido mal y sin embargo hemos hecho una gran hallazgo.

—Si pero de momento no nos vale, debemos aumentar de alguna manera la fuerza de la mente.

—¿Sabes que los Nefilin tienen más fuerza? Deberíamos probar con ellos.

—Si tienes razón, mañana lo intentaremos con ellos.

El resto del día Liin se dedicó a enseñarle el resto de los departamentos y darle toda clase de explicaciones. Una incógnita giraba en la mente de Benjamín ¿Quién sería el nuevo maestro? ¿Quién ocuparía su celda? La sorpresa fue mayúscula, cuando vio como Liin entraba en la celda frente a la suya. Ya no le cabía duda de que tenía que cargar con Liin

Al día siguiente Benjamín decidió que deberían ir, al laboratorio donde producían las bacterias que utilizaban en los mandos de las naves explicándoles lo que se proponía.

En realidad quería crear una especie de casco que aumentara las hondas de la mente y eso solo podían lograrlo, las bacterias.

Después se dirigieron a la sala donde estaban los profesores. Allí les explico lo que estaba intentando desarrollar y que necesitaba hacer una prueba con Nefilin.

No tardó mucho en aparecer Tomás con una docena de ellos. Todos juntos se dirigieron a la sala donde habían realizado las pruebas. Se colocaron los doce Nefilin alrededor del tubo y a una orden de Tomás cerraron los ojos en tan solo cinco minutos el cable ardía aunque tardó doce en fundirse.

Nuevamente hicieron la prueba con el cable negro, pero con tan solo seis Nefilin, la prueba fue positiva aunque tardó unos quince minutos en fundirse. Prácticamente lo habían conseguido. Al día siguiente Benjamín estaría en disposición de desarrollar su idea. Sacaron las pruebas de la sala de concentración y dejaron de molestar a los monjes.

Una cara de felicidad delataba a Benjamín .

—No puedo entrar en tu mente y no sé qué te propones

—Dime Liin hasta donde puedes leer mi mente.

—Si no dejas tu mente en blanco y llevas las ideas a la frente no puedo saber qué piensas.

—Bien pues concéntrate porque te la voy a abrir. Al cabo de unos minutos Liin abrió los ojos. Tu plan es fantástico pero se necesitarán muchas naves.

—Depende de la fuerza de los misiles y de la cantidad de estos. Hay veces que con unas advertencias es suficiente. Ahora que te parece si visitamos a quienes nos pueden ayudar.

—Podríamos hablar con los maestros de aquí.

—Si lo haremos, pero antes comprobaremos que nuestro plan, se puede llevar a cabo.

Durante el resto del día Benjamín estuvo realizando cálculos y formulas que mandaba con el cuadrado a los centros que le podían ayudar. Liin no tenía sus estudios su desarrollo era más espiritual, por lo que decidió estar callado y no molestar; de tanto en tanto Benjamín levantaba la cabeza y le daba una explicación, Liin movía la cabeza asintiendo a todo lo que le decía, aunque no lo entendía. Por fin mandó la información a los diferentes centros y se fueron a cenar con la satisfacción del trabajo terminado. Liin no se atrevía a abrir la boca, mientras que Benjamín , con un semblante risueño parecía haber resuelto un problema.


Al día siguiente, salió de su celda con el cuadrado bajo el brazo, de vez en cuando lo observaba y tomaba notas, a media mañana tenía todo lo necesario para poder desarrollar su idea. Llamó a Tomás que no tardó en reunirse con ellos. Benjamín le hizo una pequeña exposición de lo que se proponía y después le preguntó, cuáles eran los cauces a seguir para llevarlo a cabo.

—Benjamín usted tiene poder para reunir el gran consejo, pero yo le aconsejaría, que antes se lo expusiera a los maestros, tal vez ellos encuentren algún pequeño resquicio en sus planteamientos por el que se pueda ampliar o rectificar el proyecto, antes de formar el gran consejo.

—Si tienes razón pasaré el día revisándolo y mañana lo expondré.

Se introdujo en una sala y no salió hasta la hora de cenar. Como tenía hambre se fue a cenar con los Nefilin, echaba de menos un poco de queso y los monjes no tenían.

Estaba seguro de sus cálculos y de las respuestas recibidas. Al día siguiente sin demora realizaría su exposición a los maestros.

Durmió como se suele decir a pierna suelta y antes de que llegaran los maestros, ya estaba en la sala junto con Liin y Tomás. Los maestros llegaron y con una inclinación de cabeza saludaron a Benjamín , uno de ellos se dirigió a él.

—Bien estamos pendientes de su explicación.

Benjamín colocó el cuadrado sobre la mesa de piedra y empezaron a surgir formulas y diseños, después vinieron los planes y su desarrollo para conseguir un fin. Al final de su exposición. El silencio se hizo patente.

Los maestros cerraron los ojos durante varios minutos, parecía que estaban discutiendo. Al fin abrieron los ojos y uno de ellos se dirigió a Benjamín .

—A calculado usted el riesgo, si falla su plan no solo morirían las personas del exterior, también morirían los Nefilin.

—El riesgo según las pruebas realizadas en presencia de Liin y Tomás son prácticamente nulas, solo dependerían de la efectividad de nuestra naves y del resultado del aumento de frecuencia de las ondas cerebrales, las cuales tenemos confirmación de poder aumentarlas. He mandado informes a diferentes centros y me han dado la confirmación. Lo cual reduce a “nulo” el peligro.

—Bien y ahora que se propone.

—Quería reunir el gran consejo y poner en marcha el plan para estar preparados en caso de que pudiera ocurrir alguna agresión.

—Bien nosotros nos encargamos, mientras tanto usted puede, seguir investigando, volver a su casa o hacer turismo, sabemos que le gusta, ya recibirá noticias.

Benjamín esperaba otro trato, o encargarse de desarrollar su plan, por lo que salió cabizbajo de la reunión, viendo su tristeza Tomás le dijo.

—No estés triste han aceptado todo tu proyecto, ahora solo van a comprobarlo antes de llamarte de nuevo.

—Sabes creo que tienen razón, llevo cuatro meses fuera de mi casa y no sé nada de ella, tal vez sea el momento de volver.

—Tal vez, Benjamín esté contrariado. Dijo Liin

—¿Se me nota mucho?

—¡Sí!

Tomás intervino.

— Mira no es mala idea ir a tu casa. Puedes comunicarte con el cuadrado y seguro que te llamaran muy pronto. Puedes regresar en una noche o visitar otros centros.

Benjamín dio cuatro pasos y se volvió,

—¿Me acompañáis vosotros?

—El gran lama dijo que no me separara de ti, contestó Liin.

—Y cuando me vaya para no regresar ¿Qué harás me seguirás?

—Mi sitio está aquí, pero queda mucho tiempo por delante y nadie me prohíbe salir de aquí y conocer mundo

—¿Hablas español?

—No, pero puedo repetir lo que tu pienses y parecerá que si hablo.

—Tomás ¿dónde puedo encontrar ropa para este? Así no puede venir.

—Yo me encargo y recuerden debemos salir antes de las ocho, procuren estar antes junto a la nave

—Así lo aremos.


A la hora señalada estaban todos y después de cambiarse, salieron rumbo a España, este viaje fue más rápido, apenas había anochecido cuando llegaron. Tomás se despidió y se fue. Su nave se dirigió a Suiza, allí estaba más cerca si le llamaban y se llevó la ropa de Nefilin y de monje. Ambos jóvenes se dirigieron a la bodega, desde el camino se divisaba la casa parecía terminada. Esta vez Benjamín llevaba las llaves abrió y se encontró con Francisco sentado en la mesa de su despacho. Su alegría fue tremenda y empezó a hablar sin darse cuenta de la presencia de Liin.

—Benjamín que bueno que hayas venido, justo a tiempo. El lunes vienen los pintores y no savia de qué color, pintar las habitaciones, creo que le va a gustar, ha quedado preciosa. ¡A! perdone tendrá Hambre, ¿a cenado?

—Basta Francisco, respira tiempo tendremos de hablar. Vamos a la cocina y nos sentaremos con tranquilidad.

—Entonces se dio cuenta Francisco de la presencia de Liin, el cual se había mantenido detrás de Benjamín . Y no sabiendo que decir se quedó mudo. Benjamín se percató y los presentó.

—Mira Francisco este es mi amigo Liin. Es chino.

—Se nota.

—Y este es mi amigo, gerente, chófer en fin quien dirige mi hacienda, Francisco. Podéis confiar el uno en el otro.

Aunque Francisco no habla chino y Liin no habla español.

Bueno comamos alguna cosa, te advierto que Liin no come carne.

—No pasa nada tenemos fruta, pastas, queso, tengo fideos congelados.

—Sácale un poco de todo y que elija lo que quiera, a mi me apetece jamón, queso y un poco de vino tinto. Lo echaba en falta.

Después de cenar, Francisco dijo.

—Su amigo se queda a dormir o se va.

—¡No! se queda, pero no te preocupes por nosotros dormiremos los dos en mi habitación.

—Es que su habitación está ocupada, por una señorita que ha venido de Sudamérica esta tarde, la pobre me dio una tarjeta suya y me dijo que la había invitado. Venia agotada fui a recogerla a Madrid me llamó desde el aeropuerto. Dándome toda clase de señales de cómo era usted.

—Si es María, si como dices está cansada la dejaremos dormir.

—Su amigo y usted pueden dormir en mi habitación.

—No hace falta, tú te quedas en tu habitación y nosotros dormiremos en el despacho.

—Solo hay un sofá.

Benjamín se echó a reír.

— No te preocupes en peores sitios hemos dormido, sácanos unas mantas, no necesitamos más.

Benjamín durmió en el sofá y Liin acostumbrado a dormir sobre una estera no encontró gran diferencia a dormir sobre una manta.

Al día siguiente todos acudieron a la cocina, Estaban desayunando cuando escucharon una voz de mujer que decía.

—Oiga ¿hay alguien por aquí? Señor.

Benjamín no dejó que se levantaran de la mesa y se fue al encuentro de María, en cuanto lo vio se arrojó en sus brazos dándole un fuerte abrazo.

—Me alegro que hayas aceptado mi invitación y hayas venido a mi país. Ven te presentaré a unos amigos. Pasaron a la cocina y los presentó. Al poco tiempo ya estaban inmersos en una charla amistosa. Poco a poco Francisco condujo la conversación hacia donde a él le interesaba, o sea la pintura de la casa.

—Dime María ¿qué color te gusta para las habitaciones de la casa? María se quedó un momento pensando y respondió.

—Blanco, me gusta el blanco.

—Pues Francisco ya sabes como debes pintar la casa, todo el interior de blanco. Y ahora quisiera verla. Os apetece un paseo hasta la casa.

Todos se encaminaron hacia ella, para Benjamín la casa era igual que antes de derribarla, si bien ahora había más cemento y menos madera, pasaron al interior. Observó la casa en su interior, toda la distribución era la misma, excepto la puerta del sótano la cual no encontraba, Francisco se dio cuenta.

—¿Busca la puerta del sótano?

—Si

—Como se ha hecho mucho más grande, la puerta se ha disimulado detrás de la escalera, y se ha ensanchado. En la parte exterior detrás de la casa, ha creído conveniente el arquitecto, construir el garaje con acceso al sótano, me he permitido colocar una puerta blindada con cerrojo en el interior. Desde fuera se abre con una combinación. Para evitar visitas no deseadas.

—Has echo bien Francisco.

Benjamín buscó la puerta y descendió al sótano, era exactamente como él lo había diseñado. Ahora tocaba llenarlo con todo lo que iba a necesitar. Pues en su cabeza hervían una gran cantidad de ideas por realizar. Se adentró en los pasillos donde estaban las grandes tinajas, cajas abandonadas, algunas botellas de vino y muchos trastos viejos. Después se dirigió al túnel que había mandado ensanchar y alargar.

—Francisco preguntó. ¿Piensa llenarlo de vino?

—No, lo usaré como garaje.

—¿Cómo garaje? Tienes sitio en la entrada, es mas ancho.

—No te preocupes ya la haremos otra puerta. Según creo debe terminar en un barranco.

—Le quedan según el arquitecto, unos cinco metros para llegar a la pared exterior, pero está en alto, si siguiéramos excavando la salida estaría a cuatro metros del suelo, no tendríamos carretera ni posibilidad de construirla.

—Excelente es como la quería. Francisco respiró satisfecho sin entender la idea de Benjamín.

—Liin se enteraba de todo, leyendo las mentes pero no sabía hablar español, no obstante entendía la idea de Benjamín . Por allí entrarían las naves, cuando las necesitara.

Salieron de la casa y Benjamín le dijo a Francisco.

— Debes llevarte a Liin y a María a Valencia cómprales ropa y enséñales la capital. (Liin solo llevaba lo puesto y no era muy elegante que digamos) no hace falta que volváis hasta la noche.

—¿No vas a venir con nosotros?

—No tengo muchas cosas que pedir, para bajar al sótano y también quiero ver cómo va el vino que diseñamos, en fin tengo trabajo.

Los tres jóvenes se fueron dejando solo a Benjamín , el cual se dirigió al despacho de la bodega, allí tenía el ordenador y las direcciones necesarias, para pedir los materiales que necesitaba. Quería organizar el laboratorio en el sótano cuanto antes. Confeccionó una lista de materiales y pasó gran parte de la mañana, llamando por teléfono. Por la tarde, se ocupó de los vinos y cuando Francisco regresó con María y Liin, estaba paseándose por los viñedos.

Lo divisaron a lo lejos y mientras Francisco llevaba el coche al garaje, María y Liin iban en busca de Benjamín . Cuando llegaron a su altura María no les dejó hablar empezó a relatar las maravillas que había visto. La visita a Valencia para María era como pasar a un mundo mágico, no solo los monumentos le impresionaron, las calles, las carreteras, el portillo de Buñol, la distribución de las calles, todo era diferente a La paz entendió rápidamente porqué a su país le llaman tercermundista. Pero pensaba que al menos tenía una belleza “natural” que nadie le podía negar.

Los días siguientes transcurrieron sin demasiados altibajos, Liin ayudaba a Benjamín en la organización del sótano, María por su parte se había adueñado de la cocina, Francisco bastante tenía con los pintores y la bodega.

Había pasado una semana y como todos los días al anochecer Benjamín se encerraba en la oficina y consultaba el cuadrado. Las noticias seguían sin acudir al rescate de Benjamín . Por fin decidió mandar un mensaje a Tomás pidiéndole que se informara sobre su proyecto. Nuevamente salió triste del despacho, Liin era el único que sabía lo que le ocurría y callaba no queriendo ahondar en sus pensamientos y en su tristeza.

Esa noche mientras cenaban Benjamín le dijo a Francisco.

—Debes buscar un colegio de inglés para María y el próximo verano irá tres mese a la isla de Malta a perfeccionar el inglés. ¿Estás de acuerdo María?

—Sí, lo que tú digas. ¿Si tu lo quieres?

—Liin comentó. Me quedo sin mi profesora de español.

—Liin nosotros nos iremos muy pronto, espero noticias de Tomás. María y Francisco no entendían nada, solo Liin sabia de que se trataba.

Al día siguiente aún no había anochecido cuando, Benjamín sintió como si alguien le llamara, acudió en busca del cuadrado era Tomás, Benjamín se alegró de verlo.

— Dime Tomás ¿que han decidido? ¿Han aprobado mi proyecto?

—No solo lo han aprobado, si no que está en marcha, lo han desarrollado y perfeccionado.

—¿Perfeccionado?

—Si, recuerdas que tú diseñaste, unos cascos que aumentaban considerablemente las ondas cerebrales, pues el resultado ha sido un único casco en la cúpula de la nave, aumentando enormemente la potencia de sus ocupantes. Algo parecido al amplificador de un altavoz, se ha probado y la respuesta ha sido inmediata. Falta probar la maquina anti-gravedad en un vehículo en marcha.

—¿Dónde se están realizando las pruebas?

—Las del casco en china y ya se están fabricando y las del supresor de gravedad en Canadá en el mismo sitio donde se fabrican las naves, creo que tienes un motivo para visitar el centro de Canadá y los Estados Unidos. ¿Qué opinas?

—Mi opinión es que me tenían que haber consultado, yo quería dirigir mi proyecto.

—Debes de entender que entre los Nefilin no existe el protagonismo. Nuestra cultura no es como la tuya. No digo que sea mejor o peor solo que es diferente. Aquí no hay premios ni reconocimientos para nosotros es una obligación colaborar sin esperar nada a cambio. En vuestra cultura, hay muchos reconocimientos y premios injustos.

—¡Ya! Entiendo y lamento el juicio que tenéis de mi, pero esperaba que me dijeran algo o me consultaran, al fin y a la postre es mi idea. –Bien— ya te llamare según lo que decida.

Benjamín se mostraba enormemente contrariado y la explicación de Tomás no le acababa de convencer. El día siguiente era viernes y decidió no viajar a Canadá, en su lugar llevaría a María y Liin a conocer Madrid y sus alrededores. Informó a Francisco para que a su vez llamase a su tío Bernat y preparase las habitaciones en su piso de Madrid. Lo comunicó a María y Liin y al día siguiente salían hacia Madrid.

Durante unos días visitaron el museo del Prado, el Reina Sofía y el Palacio Real, pasearon por el parque zoológico y las calles más céntricas.

María estaba impresionada, entre Valencia y Madrid, parecía que habían destruido su mundo se había quedado muda. El domingo mientras comían en la Plaza Mayor de Madrid, no levantaba la cabeza. Benjamín viéndola triste, se le ocurrió una frase.

—¡Un penique por tus pensamientos! María levantó los ojos y sonrió.

—Benjamín la miró con una sonrisa diciendo.

—¿En qué piensas? ¿Tienes nostalgia de tus padres?

—No Benjamín , yo quería estudiar Turismo, mostrar las excelencias de mi pueblo, pero después de ver tu país ¿Quién va a querer visitar el mío? No hay nada comparable con esto.

—No lo creas tu País tiene un encanto especial, es salvaje, natural, sus paisajes son de un encanto maravilloso. Vuestra cultura tienen más de tres mil años. Son muestra de ella, los yacimientos de Vizcachani. Las culturas ancestrales de Chiripas y Wankarani.

Más tarde la de Tiwanacu. Los Aimaras, Urus, Collas, Lupacas y Pacajes. Paisajes muy diversos como el salar de Uyumi, o el lago más alto del mundo, el Titicaca, yo he visitado tu pueblo y he quedado prendado, tenéis tanta belleza natural, que nosotros para aproximarnos la debemos de hacer artificial. No consiento que me digas que no tienes nada que mostrar.

Los pueblos cuando se conforman con poco, poco tienen y vosotros desde mil ochocientos veinticinco, en que tuvisteis la primera constitución, prácticamente no habéis mejorado. Vuestras infraestructuras están obsoletas, y vuestros políticos no saben en qué dirección caminan.

Solo necesitáis tener las ideas claras y hacer un frente común. Solo así conseguiréis que el mundo entero sepa el país tan maravilloso que tenéis.

María se había quedado muda y Liin solo miraba a un lado y otro; por fin María levantando los ojos y mirando fijamente a Benjamín dijo.

—Creo que tienes razón y pienso luchar por mi país.


Regresaron a por las maletas y partieron para Requena, la visita a Madrid había sido muy fructífera. Al llegar Francisco tenía una noticia para María, de los tres colegios, en los que había intentado inscribirla, solo uno la había admitido los otros alegaban tener el actual curso en marcha. Pero como dijo Francisco. ¡Solo necesitaban uno!

Mientras cenaban Benjamín le dijo a Francisco que la acompañara el primer día, después podría ir con el autobús.

—He decidido quedarme una semana más, hasta que la casa esté completamente terminada, después Liin y yo nos iremos.

—Tengo que llevarles a algún aeropuerto, dijo Francisco.

—¡No! no hace falta nos recogerán.

—No sé, pero usted aparece y desaparece.

—Si es cosa de magia. Rieron de la ocurrencia, pero Francisco quedó serio. Los días siguientes fueron de mucho trabajo, Benjamín no quería dejar ningún cabo suelto antes de su marcha y quería que la casa quedase a disposición de María.

En cuanto al sótano entre él y Liin lo pusieron todo en orden pero no tuvieron suficiente con una semana y tuvieron que quedarse otra más, lo cual aprovecharon para fabricar el líquido de las rocas y hacer una puerta de entrada en el túnel que daba al barranco, así podría entrar la nave a recogerlos. Benjamín sintió una gran satisfacción cuando vio como la roca le obedecía. Era la prueba más palpable de que podría llevar a cabo todo lo que se propusiera. El siguiente paso fue el líquido de ingravidez o más bien el líquido de levitación, una vez conseguido con una maquina de sulfatar roció todo el suelo. Pero no disponía de las sandalias ni la formula de estas, se había olvidado de la cosa más insignificante, Liin le recordó que podía hacerlo sin las sandalias solo que no podía perder la concentración, y Benjamín se elevó levitando sin mucho esfuerzo. Para él era como una nueva victoria.

Una vez todo controlado llamó a Tomás.

14. Centro de Nueva York

Tomás acudió a la llamada de Benjamín siguiendo sus instrucciones, una tenue luz le guío a la entrada del túnel, por primera vez aparcaba la nave en el interior del túnel, ante la complacencia de Benjamín , el cual ya veía el túnel como el garaje de las naves. Se cambiaron de ropa y subieron a la Nave, no tardaron en cruzar la península, aunque como siempre Benjamín quería disfrutar del paisaje, sin darse cuenta empezaron a cruzar el Atlántico, en dirección a Nueva York.

—Tomás sabes que me gusta ver el paisaje, en cuanto lleguemos a tierra no corras, pues aunque conozco perfectamente New York nunca lo he visto desde arriba.

—Te gustara, ya lo que verás, no entramos directamente por New York, la entrada está por el lago Ontario. Lo cual nos llevará a dar un rodeo. El espectáculo que veréis os impresionará.

No tardaron en ver la costa, en llegar a tierra Tomás ralentizó la nave a unos mil kilómetros por hora, era como ir en avión pero con mucha más visibilidad ya que podían ver por arriba al frente y por la parte inferior de la nave.

—Mirad allí a lo lejos New York, daremos un rodeo por el sur en dirección al oeste a Búfalo.

—¿Es allí donde nos dirigimos?

—Si.

—¿Y no hubiéramos podido entrar por el Norte?

—Sí; pero nos hubiéramos perdido, las cataratas del Niágara.

Las luces inundaban el espacio, los grandes edificios se alzaban desafiantes hacia el cielo, el espectáculo era impresionante. Edificios que Benjamín conocía perfectamente, las islas se dibujaban en el suelo como en un mapa.

Mirad— la estatua de la Libertad, las luces multicolores les distrajeron mientras rodeaban por el sur la gran urbe. La nave siguió su camino mientras las luces se iban desvaneciendo.

Tomás llamó su atención;

— Mirad al frente esas luces son Búfalo.

Tomás dirigió la nave al río Niágara, el río da nombre a la población donde se hallan las famosas cataratas. Ascendieron por el río y pararon frente a las cataratas, después ascendieron y remontaron el río hasta encontrarse con el lago Ontario.

—Mirad estamos en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, aquí es donde tenemos la entrada. A orillas del lago encontraron varias cuevas, Tomás introdujo la nave por una de ellas, no tardaron en encontrar una pared de roca, que se apartó para dejarles pasar, después de varios kilómetros el túnel por el que circulaban se ensanchó.

—A partir de ahora abrid bien los ojos y no perdáis detalle, el túnel desapareció dejando paso a una cueva llena se estalagmitas y estalactitas, en el suelo corría un riachuelo, la nave esquivaba los salientes de las rocas, Tomás llamó su atención.

—Vamos a parar para que podáis ver el lugar más vello del interior de la tierra.

Llegaron a una gran cueva tendría más de cincuenta metros de anchura, algunas estalactitas y estalagmitas se habían unido formando columnas, a su derecha un río subterráneo formaba una cascada de casi siete metros de altura, el río pasaba bajo ellos y se perdía por su izquierda, el lugar era de una belleza extraordinaria. Después Tomás reinició la marcha.

La zona está llena de ríos, subterráneos algunos de ellos cambiaron de dirección al derrumbarse el techo, formando infinidad de túneles, los cuales aprovechamos en nuestro beneficio. Estamos cerca de New York.

El túnel empezó a ascender, en realidad no parecía que habían descendido tanto. Llegaron a otra cueva donde había otros vehículos y bajaron de la nave. Se dirigieron a una pared la atravesaron y encontraron unas plataformas flotantes, de un metro cuadrado con una barandilla al frente en el mismo vehículo para sujetarse, montaron en ellas y los llevaron a otra sala, a más de cinco kilómetros, nuevamente atravesaron las rocas una pequeña caverna y un cilindro magnético hacia de ascensor, ascendieron por él y llegaron a una gran sala donde se montaban los vehículos voladores, Benjamín pensó.

—Aquí es donde se deben de montar las naves para mi proyecto.

—Así es contestó Tomás. Ahora cogeremos habitación y mañana podrás revisar tu proyecto. Nuevamente atravesaron las rocas para coger un túnel abandonado por el metro, llegaron a una puerta y al abrirla se encontraron, un garaje lleno de coches.

Subieron por un ascensor y entraron en un gran edificio, lleno de habitaciones, parecía un hotel, las ventanas daban a una céntrica calle. En medio de Manhatan pasaban desapercibidos, parecía un edificio de oficinas. Las plantas bajas estaban ocupadas por comercios y nada hacía sospechar que sus habitantes eran Nefilin, o personas que como Benjamín eran afectos a ellos.

Al día siguiente, bajaron a las grandes salas donde se fabricaban las naves y donde se estaban montando, los equipos anti-gravitatorios. Tomás presentó a Benjamín al encargado del proyecto.

—Rissto te presento a Benjamín , él es quien ha diseñado el proyecto de los vehículos que estáis montando.

—Mucho gusto Benjamín tenía ganas de conocerle, no se habla más que de usted, como es natural querrá visitar las instalaciones.

—Si así es, pero me interesa más saber la fuerza que desarrollan las maquinas anti-gravitatorias.

—Nosotros medimos la fuerza en “magnos” una maquina de las que estamos montando, tiene una fuerza de tres mil magnos, la maquina que usted vio solo disponía de ochocientos magnos. En teoría tres de estas maquinas deberían ser suficientes para parar un Yumbo a toda velocidad y con solo dos elevarlo del suelo. Digo esto porque la efectividad de las maquinas depende del peso que se quiera neutralizar, nunca de la velocidad la cual queda anulada inmediatamente. Quiero decir que anulamos la inercia.

— Lo entiendo pero lo que usted me dice solo es la teoría ¿lo han probado?

—No, no se ha probado, como usted dice es la teoría. Pero nuestras teorías suelen ser muy exactas. No solemos equivocarnos.

—Podemos ver el montaje.

—Si por favor siganme. ¡A! se me olvidaba, mañana tiene usted una reunión con algunos miembros del gran consejo, arriba en la sala de reuniones, piso diecinueve a las diez debe usted estar allí.

Durante todo el día estuvo Benjamín, revisando, calculando y observando cómo se montaban los vehículos. Su pequeño tamaño, el pequeño tamaño de la cabina solo apto para seis personas, no tenía suficiente espacio para llevar en su cúpula el antigravitador y el casco amplificador de ondas. Por lo tanto este se montaba sobre vehículos más pequeños de dos o tres plazas. (Como el que transportaba a Benjamín ).

Al día siguiente en compañía de Liin y Tomás acudieron a la reunión con los miembros del consejo, al entrar en la sala se encontraron con una mesa ovalada y seis Nefilin sentados alrededor, los asientos de una esquina estaban libres, la persona que se sentaba a la otra esquina les hizo el ademán de que se sentaran, todos ellos formaban parte del gran consejo que había evaluado a Benjamín , excepto uno Zeneos que no pertenecía al gran consejo, pero había sido llamado como invitado, por sus conocimientos, sobre Benjamín .

A la derecha del que parecía el presidente se sentaba Yosafer. El consejero mayor del centro de La Paz donde Benjamín se había iniciado. El tomó la palabra.

—Como usted vera hemos aceptado su proyecto y estamos inmersos en el montaje de las maquinas, que según tengo entendido van a buen ritmo y ya ay montadas doce con antigravitadores y unas veinte con cascos. En primer lugar quisiéramos que nos dijera que numero seria el correcto.

En realidad esta tarde se terminarán tres más.

—El numero es muy relativo ¿quién sabe cuántos misiles o cohetes se pueden lanzar las potencias unas contra otras? Según los cálculos con los que trabajamos. Dos naves pueden parar en el aire un misil y otras dos pequeñas cortar los cables para inutilizar las bombas y que no puedan explotar, después se depositarían en el suelo y podríamos ir a por otros misiles. Cuando hablamos de cohetes con cargas nucleares de largo alcance, necesitaríamos cuatro naves y seguimos con dos para inutilizar el explosivo, aunque sería más seguro cuatro para cortar los cables.

—¿No puede haber cables de seguridad? Para evitar que nadie las pueda inutilizar y exploten al intentar cortar los cables.

—Quien sería capaz de colocar trampas, para que en caso de sabotaje le explotaran en su propia casa. Además según tengo entendido, una sola nave con casco es suficiente para cortar un cable. Eso nos da la ventaja de poder darle un color de cable a cada nave, con la seguridad que nos proporciona cortar cuantos más mejor.

—Si, parece lógico y creo que lo tiene usted bien pensado. Y como bien dice no sabemos la cantidad de misiles que puedan lanzar, al menos habrá que tener un numero respetable de naves preparadas y esperar que el sentido común, las convierta en inútiles.


El que se sentaba en medio y que parecía más viejo, cogió la palabra.

—Señor Benjamín , su teoría ha sido aceptada y puesta en marcha, pero queda la parte humana. ¿Quién va a conducir las naves? teniendo en cuenta que los Nefilin nunca hemos intervenido, en ningún conflicto armado y siempre los hemos repudiado. Es más nuestras leyes ancestrales nos lo prohíben. Nosotros siempre hemos intentado convencer a los hombres para que vivieran en paz. No sabemos ni podemos interferir en un conflicto armado.

—Pero los Nefilin son quienes más fuerza mental tienen, sin ellos el proyecto peligra y además no tienen que entrar en batalla, ni matar a nadie.

—Comprenda señor Benjamín que hacemos lo correcto. Lo hemos estado haciendo desde tiempos ancestrales y lo seguiremos realizando, pero sin inmiscuirnos.

—Benjamín bajó la cabeza unos segundos; de pronto la levantó.

—Y ¿puede decirme usted que han conseguido en tantos siglos? ¿Cuántas guerras han evitado? Yo se lo diré ¡ninguna! La historia está llena de buenas intenciones y de mártires por no defenderse.

Con las armas de que hoy disponen los gobiernos, su mundo está tan en peligro como el mío. Pueden ustedes seguir dando consejos y desaparecer; o pueden sin dañar a nadie intervenir y salvar su mundo y el nuestro, ustedes tienen el poder y los medios. Si la tierra desaparece por su pasividad, serán tan culpables como ellos y les recuerdo que yo tampoco quiero matar a nadie.

El silencio se hizo patente, como suelen decir casi ¡se podía cortar! Al fin Zeneos rompió el hielo.

¿Qué aconsejaría usted?

—Es muy simple crear un cuerpo de voluntarios y entrenarlos en el manejo de las naves, ¡seguro que conseguimos voluntarios! ¿Qué padre no defiende a su familia? Y más si no hay ningún tipo de peligro y el peligro es precisamente no intervenir.

Una vez entrenados, estarían en sus puestos, realizando su trabajo habitual y solo en caso de una agresión intervendrían, una vez neutralizado el peligro, volverían a su casa y a su vida diaria.

—Tomás pidió intervenir.

—Si me dan su permiso los miembros del consejo quisiera intervenir.

—Permiso concedido.

—Hace tiempo que conozco a Benjamín , conocía su proyecto y en cuanto se aprobó, lo divulgué a los demás conductores de naves, no conozco a nadie que no quiera conducir una nave de paz. Es el nombre que les han dado a las naves. Repartidos por los diferentes centros, somos más de cuarenta los que en ocasiones las conducimos, pero más de doscientos los que saben conducirlas, basta con una hora para convertirse en un conductor experto. Las naves lo hacen todo por si mismas.

—Bien Tomás ya ha expuesto su opinión. Dijo Aytom pueden abandonar la sala, el consejo tiene que debatir.

—Benjamín abandonó la sala en compañía de Tomás y Liin, visiblemente contrariado y murmurando.

—¡Debatir! ¡Debatir! Tienen que debatir, no se el que.

Tomás intentó consolarlo.

—Benjamín mi pueblo es muy antiguo y con costumbres muy enraizadas, pero sabe escuchar y evolucionar solo que antes se aseguran concienzudamente.

—Y tan concienzudamente como se aseguran.

—Sí, pero recuerda ya aceptan tener sexo con ustedes y cruzar nuestras razas. También les están escuchando. Hace algo mas de doscientos años era imposible que usted les hablase como lo ha hecho, hubiera sido borrado y llevado a su mundo. Ya hay mucha gente trabajando con nosotros. Estoy seguro que llevarán a cabo su proyecto.

Pero Benjamín no podía entender, que aprobasen su proyecto y no quisieran tripular las naves. Su padre le había enseñado que las costumbres, estaban para cambiarlas y que el progreso no se podía parar. Aunque él también opinaba que la avaricia y el egoísmo de los hombres, iba a más velocidad que el progreso.

Decidió visitar todo el centro y olvidar por un momento, las naves. Por la tarde preguntó cómo comprar ropa. Le indicaron que disponía de un almacén y junto a Liin se cambiaron y salieron a la calle durante toda la tarde, pasearon por la ciudad al anochecer comieron en un restaurante y cogieron el camino de retorno.

De repente escucharon gritos de mujer en un callejón repleto de cubos de Basura, unos chicos entre dieciocho y veinte años, intentaban tapar la boca de una joven. Se acercaron.

—Por favor queréis soltar a la joven. Les dijo Benjamín , la respuesta no se hizo esperar, dos de los chicos se interpusieron entre los que intentaban forzar a la joven y Benjamín .

—Tu métete en tus asuntos estúpido. En pocos segundos los cuatro estaban en el suelo. Benjamín no había necesitado la ayuda de Liin, le alargó la mano a la joven diciéndole.

—¿Cómo se encuentra? ¿Está herida?

—No, me encuentro bien, gracias por su ayuda.

—Si le parece, la podemos acompañar a su casa.

—Vivo a dos manzanas de aquí puedo ir sola.

—Nos pilla de camino vamos un poco más lejos; le acompañaremos. Los tres jóvenes emprendieron la marcha, como si nada hubiera pasado. La muchacha les preguntó.

—¿Y los chicos? ¿Los has matado?

—No despertaran en unos minutos, están durmiendo.

—Gracias a Dios, no tolero la violencia.

—Ni nosotros.

—Pues nadie lo diría.

—En ocasiones hay que controlar, a quien te puede dañar; no hay otra alternativa, debes elegir entre tu o él.

—Si tienes razón. ¡Oye! Pero como lo has echo no me ha dado tiempo de verte en acción.

—Es una especie de defensa personal muy antigua. Este es mi profesor se llama Liin.

—Tal vez Liin me debería de dar unas clases particulares.

—No habla nuestro idioma y mañana tiene que volver a china. Lo siento.

—Y yo también. Mire aquí vivo mi nombre es Caterine. Les estoy muy agradecida y espero volver a verlos, muchas gracias.

Caterine entró en su casa, Benjamín y Liin siguieron su camino el día había dado de sí, mientras caminaban Liin se dirigió a Benjamín .

—En algunos monasterios, nos enseñan a defendernos, yo siempre había creído que nunca utilizaría mis manos contra un semejante. Esta noche he comprendido cuánta razón tenías al defender tu proyecto. Así lo comunicaré a mis superiores. Pidiéndoles que te ayuden.

—Gracias Liin pero creo que no será necesario, he comprendido que la reunión solo era un pulso y una prueba a mi inteligencia.

—¿Qué quieres decir?

—Recuerdas las palabras de Tomás, “las naves van solas solo tienes que darles las ordenes”.

—Si lo recuerdo.

—Ellos están preparando las naves para que viajen solas, por si hubiera algún fallo en el proyecto.

—¿Cómo lo has deducido?

—En un principio no me di cuenta, cuando pedí la información de la potencia alcanzada por la cúpula amplificadora, en el cuadrado me encontré con que también aumentaban la potencia de recepción. Después de enfrentarme a los jóvenes he entendido, una potencia superior es para dirigir las naves desde la tierra. Al diseñar los cascos les di la idea, si aumenta la potencia para cortar unos cables, también la aumentan para dar órdenes concretas a las naves. No arriesgarán una vida si no es necesario las manejarán desde el suelo con los cascos. Verdaderamente son muy inteligentes. Han ido dos pasos por delante de mí. Pero lo que más me duele es que no me hayan informado de lo que se proponían.

—Benjamín la mentalidad de los Nefilin, no es como la tuya ni la mía. Su mentalidad a través de los años ha sido y es de autoprotección. Su educación o forma de actuar es escueta, pero leal y generosa. Creo que arias bien en entenderlos y no esperar a que ellos te entiendan. Ten en cuenta que te han abierto su casa de par en par, te han escuchado y han seguido tus pasos, nadie había conseguido, entrar en su organización como tú lo has hecho. Yo en tu lugar estaría satisfecho, de lo conseguido.

—Si puede que tengas razón, tal vez yo en su lugar haría lo mismo. Mientras hablaban llegaron a su destino.


Al día siguiente, Tomás fue a buscarles mientras estaban comprobando las formulas por las cuales aumentaban la potencia; como había dicho Benjamín también fabricaban cascos.

—Benjamín tenemos una reunión a las once.

—¿Con quién?

—Con Zeneos será el coordinador del proyecto todos los conductores del centro están llamados a la reunión, seguramente van a empezar las pruebas.

—¿Te han dicho que nos llames?

—Sí, tu eres parte del proyecto, Zeneos quiere verte antes de hablar con los conductores.

—Sabes Tomás; no subiréis a las naves, vuestro entrenamiento consistirá en dirigir la nave desde Tierra. El rostro de Tomás reflejo la perplejidad, que suponían para él las palabras de Benjamín .

—No puede ser, ¿Cómo vamos a dirigir las naves desde la tierra?

—Con los cascos que estamos fabricando, si no ¿para que los fabrican? Bien vamos a la reunión con Zeneos, no hace falta que digáis nada dejad que él tome la palabra.

No tardaron en llegar junto a Zeneos.

—Buenos días.

—Buenos días; contestó Zeneos. Benjamín debo decirle que usted y un servidor, hemos sido elegidos para entrenar a los conductores y buscar un método de entrenamiento, dentro de media hora vendrán unos treinta, creo que tendremos tiempo de llegar a un acuerdo respecto a cómo enfocarlo. Debo poner en su conocimiento que se están fabricando los cascos que usted diseñó, con el fin de dirigir las naves desde tierra y no cargar tripulantes.

—Por eso es preciso un plan de entrenamiento.

Tanto Benjamín como Liin y Tomás seguían impasibles las explicaciones de Zeneos, este prosiguió.

—Yo había pensado, elevar una nave y otras dos o tres que se aproximaran a ella evitando chocar, después que otras dos naves se acercaran y cortaran los cables que habríamos introducido, con anterioridad en una caja de metal. ¿Qué te parece?

—Me parece bien, pero no es lo mismo un vehículo inmóvil que un cohete o un misil, después del entrenamiento deberíamos probar con aviones, cuanto más grandes y veloces mejor.

—No disponemos de aviones.

—No importa podemos utilizar, los aviones trasatlánticos, basta con pararlos una décima de segundo y ponerlos nuevamente en marcha, si como creo el campo de fuerza anula la inercia, los pasajeros ni lo notarán y como mucho podría reflejarse en los controles y la caja negra, lo cual podrían achacarlo “al triángulo de las Bermudas”.

—Humm. Parece un poco arriesgado, ¿vosotros que opináis?

—Por mi parte lo veo correcto, al fin y al cabo los pasajeros no van a padecer y a nosotros nos servirá para saber donde podemos llegar y comprobar la potencia de las naves.

—Yo también estoy de acuerdo, si hasta ahora los cálculos de Benjamín han sido correctos, no hay motivo para dudar, apostilló Liin.

—Entonces no hay más que hablar, así lo haremos.

No tardaron en acudir los Nefilin conductores. Zeneos después de presentar a Benjamín , Liin y Tomás dio una explicación, sobre lo que iban a ser las pruebas, y al día siguiente empezaron, se les asignó un vehículo a cada uno y fueron distribuidos en grupos, específicos. Tanto los vehículos como los Nefilin cumplían perfectamente con su cometido, por lo que a las dos semanas decidieron hacer la prueba de los aviones.

Lo planificaron concienzudamente y calcularon hacer la primera prueba con cuatro naves. Las cuatro consiguieron su objetivo, colocándose a escasos cuarenta metros del Yumbo, desde la base dieron orden de pararlo y en unos segundos el avión quedó flotando, una vez comprobada su inmovilización lo dejaron proseguir. Repitieron la operación con otros conductores, las naves obedecían a la perfección y las pruebas fueron un éxito. Uno de sus principales preocupaciones era saber, si alguna cosa salía en los periódicos, por lo que todos los días leían la prensa sin ningún resultado. Por fin decidieron dar por terminadas las pruebas, estaban preparados. Por otro lado los Nefilin decidirían que cantidad de naves hacían falta según para que.

Benjamín decidió que el trabajo, estaba hecho y que la vendimia se acercaba, desde muy pequeño no había estado en su casa en esa época, no quería perdérsela; regresaría a su casa. Puso su cuadrado en orden, cargado de formulas y apuntes, que le pudieran ser de utilidad y dirigiéndose a Tomás y Liin. Les dijo.

—Vuelvo a mi casa, Tomás creo que deberías llevar a Liin al centro del Himalaya. Yo no sé cuándo volveremos a vernos, de momento creo que pasaré un largo periodo en mi casa ocupándome de mi hacienda, mi mayor proyecto en este momento es muy sencillo, se basa en dar trabajo a mis paisanos y ayudar a la cooperativa del pueblo. Algo muy sencillo comparado con las cosas que hacemos aquí.

—Benjamín el gran maestro me dijo que no me separase de ti, que el uno aprendería del otro.

—Sí y tenía razón al menos yo he aprendido de ti, pero ahora ¿qué vas a aprender? A coger uva o a llevar las cuentas de una bodega. Creo que es la hora de que cada uno vuelva a su mundo.

—Si tal vez tengas razón, yo estaba inmerso en mi mundo espiritual, sin ver que existía otro mundo más allá de las paredes del monasterio. Alguien dijo.

Como vas a juzgar lo que no conoces. Hoy me doy cuenta de cuánta razón tenía, junto a ti he aprendido, cosas impensables para mí y he descubierto que existen otros mundos, muy diferentes al mío.


Tomás trasladó a ambos a sus respectivos destinos.

15. El desenlace

Benjamín disfrutaba de unas merecidas vacaciones en su bodega de Requena, ocupándose de la recogida de la uva, de organizar junto a Francisco y el viejo químico de su padre, la distribución y las mezclas, con el propósito de conseguir excelentes vinos. Los problemas parecían haber quedado atrás y prácticamente no tenía tiempo de bajar al sótano de su casa. Terminaba los días agotado pero feliz, por la noche mientras cenaba, le hablaba en inglés a María y se interesaba por sus progresos como un padre se interesa por los hijos. La cena era el momento propicio de la reunión tanto con María como con Francisco con el cual hablaba de trabajo. Un trabajo que nunca antes había realizado y en el que se estaba convirtiendo en un experto.

—¿Cómo va la recogida de Tempranillo Francisco?

—En dos días terminamos.

—Por lo que veo tenemos excedencia de la clase Bobal y nos quedamos cortos en Tempranillo y Cabernet. En cuanto termine la cosecha habrá que hacer cambios, calcularemos la uva que necesitamos de cada variedad y cambiaremos o injertaremos las cepas, informándonos de los labriegos, ellos conocen mejor las tierras y saben que terreno va mejor a cada variedad. Con la excedencia de bobal, si podemos la venderemos a otra bodega.

—No hay problema todos los años la cooperativa, hace corto y recurre a nosotros, según dice el químico que se ocupa también de ella, esperan que la recolectemos.

—Eso me gusta hay que ayudar al más débil, siempre he sentido una especial admiración por los trabajadores del campo, creo que es el más digno de los trabajos.

—Sabes lo que estoy pensando. No estaría de más crear un vino con el nombre de tu tío, y poner su foto en la etiqueta.

—¡No estará hablando en serio! “Vino Bernat” no suena bien.

—No, pero Bernat I el vino Joven, Bernat II el Crianza y Bernat III el Reserva; seguro que tenemos alguna fórmula de las nuevas sin nombre.

— En ese caso tenemos el Tempranillo con un seis por cien de Garnacha y un cuatro de Bobal.

— Si creo que la combinación nos gustó, ya lo tenemos.


Con estos problemas pasaban los días para Benjamín , la cosecha terminó y el trabajo se centraba en la bodega. Benjamín pronto empezó a bajar al sótano donde tenía una gran cantidad de trabajo. Una noche mientras escuchaban el telediario. Una noticia le sorprendió. Los Estados Unidos y Corea del sur realizaban unas maniobras conjuntas, en unas islas muy cercanas a Corea del Norte.

No tardó Corea del Norte en llamar la atención de la prensa mundial, considerando una provocación las maniobras y advirtiendo que no le temblaría el pulso en caso de agresión.

La prensa internacional, trató la advertencia como una bravuconada, por parte de Corea del norte.

El ministro de Defensa de los Estados Unidos, en una rueda de prensa. Defendió las maniobras, dando como razón el que las mismas se celebraban en aguas de Corea del Sur y que por lo tanto, no debería inmiscuirse para nada Corea del Norte.

Benjamín decidió consultar el cuadrado. Tenía un mensaje de Zeneos que decía lo siguiente.

Pueden haber problemas entre las dos coreas. Estamos alerta, si te quieres unir a nosotros hemos instalado la base en el centro del Himalaya (desde aquí estamos más cerca), Tomás espera tu llamada.

Benjamín no lo dudó ni un segundo, llamó a Tomás y dejó un mensaje en el contestador de Francisco.

He tenido una urgencia, no sé cuánto tiempo estaré fuera, como siempre lo dejo todo en tus manos.

No tardó en aparecer Tomás, por la entrada secreta del pasadizo. Una vez los dos en la nave emprendieron el vuelo en dirección al centro. Esta vez estaba abierto aunque era de noche. Entraron rápidamente Liin les recibió, seguidme Zeneos os espera en una sala.

Junto a Zeneos había otros dos Nefilin, sobre una mesa central un holograma reflejaba toda la zona del conflicto.

—Buenas noches.

—Buenas noches Benjamín .

—¿Tan grave es la cosa? ¿Crees que puede haber peligro?

—Si seguro, desde que trazaron la división de las dos Coreas; Corea del Norte ha reclamado como propias las islas de Beijín y Tianjin. Con la amenaza de destruirlas sino se les reconocían como propias. Hasta hoy han respetado el tratado, pero al realizar las maniobras en aguas de estas islas lo han interpretado como un insulto. A la más mínima puede empezar una confrontación. Y si tenemos en cuenta, que el emperador quiere destruirlas, seguramente empleara misiles equipados con bombas de fusión.

Teniendo en cuenta el tamaño de la isla de Tianjin, podrían emplear dos misiles para ella.

—¿Y los americanos?

—Ellos al igual que los Sud Coreanos están convencidos de que no ocurrirá nada, pero sus portaaviones, buques y aviones, están equipados con una gran cantidad de misiles. Entre ellos los Patriot.

—¿Cuál es el plan?

—No hay plan, los observaremos e intervendremos solo en caso de necesidad.

—¿Dónde están las naves?

—Aquí esperando órdenes.

—Zeneos si hay un lanzamiento, desde la distancia en que nos encontramos, aun contando con la velocidad de nuestras naves, llegaremos tarde.

—Sí, es posible que lleguemos tarde ¿qué crees que debemos de hacer?

Benjamín quedó mirando el holograma. Mira esta zona de Rusia es volcánica y poco habitada, desde aquí tenemos ventaja, en este punto entre los montes podríamos montar un punto de vigilancia o de seguridad. Mandaríamos las naves unas cuarenta de cada clase, no tripuladas y cuatro con los controladores, cada controlador se fijaría en un objetivo y dispondría de cuatro naves de cada clase, solo tenemos que darles a las naves una clave para que obedezcan solo a esa persona.

—Si eso ya está programado, cada grupo tiene su clave.

—No me lo habíais dicho, (Benjamín pensó al menos algo habéis adelantado) bueno sigamos, cada cuatro horas podemos cambiar los conductores, aunque a mi particularmente me gustaría estar presente allí.

—Tenemos una gran nave equipada con una mesa en el centro puede llevar seis personas y dispone de una esfera de seguimiento.

—¿Qué es una esfera de seguimiento?

—Tomás se adelantó. Es como un holograma dentro de una porción de esfera trasparente donde se puede ver lo que hacen las naves en el exterior se usaba para ver el comportamiento de las naves en la fase de pruebas.

—Si no entiendo mal, podemos ver todo el desarrollo de la operación sin salir de la nave.

—Exacto. Solo que veremos moverse puntos.

— Bien Zeneos si estás de acuerdo a que esperamos.

El plan de Benjamín se puso en marcha las naves salieron de la cueva, para formar una avanzadilla cerca del punto rojo (que es como lo bautizaron) otras naves quedaron en retaguardia dentro de la cueva.

Durante el primer día todo se desarrolló tranquilamente, si exceptuamos las habituales acusaciones de unos contra otros, los telediarios de todo el globo lanzaban las noticias y declaraciones de unos y otros. Pero en la madrugada del día siguiente dos lanchas de Corea del Sur bordearon las aguas fronterizas de Corea del Norte.

La respuesta de Pyongyang fue inmediata mientras acusaba por radio la violación de sus aguas territoriales, lanzaba dos misiles contra las dos lanchas rápidas, mientras estas se alejaban.

Desde la base de los Nefilin la respuesta no se hizo esperar. Los dos misiles fueron interceptados, se neutralizaron y se hundieron en el océano. Todo había sido como Benjamín había programado.

Los Nefilin lo asumieron como una gran victoria.

Tanto los americanos como los Surcoreanos, detectaron la maniobra de los Norcoreanos, lanzando las correspondientes amenazas.

Mientras los norcoreanos no se explicaban, lo que les había pasado a los misiles. Sin respuestas lógicas lo achacaron al combustible y al tiempo que llevaban almacenados.

Los barcos y portaviones se habían concentrado cerca de la frontera, las acusaciones, mutuas se convirtieron en amenazas. Corea del Norte advirtió que se estaban violando sus aguas y tomaría represalias.

Mientras las noticias volaban por el aire, en los montes al noreste de Haeju (Corea del Norte) se abrían las compuertas de un Zulo nuclear secreto, dos misiles con cabeza nuclear, salían en dirección de Tianjin, seguidos por un tercero en dirección a Beijín.

Las naves de los Nefilin salieron a toda velocidad, para interceptar los tres misiles. Mientras Benjamín y Zeneos daban orden a las naves de reserva, de dirigirse en busca de los barcos americanos y Sud coreanos, pues en cuanto los misiles salieran de las montañas los Americanos los descubrirían y lanzarían su ataque. Los Nefilin esperaron, era peligroso interceptarlos entre las montañas volando bajo, donde podrían perder alguna nave.

Por otro lado decidieron que los misiles de cada bando no deberían caer en manos del otro. Por lo tanto deberían ser devueltos a sus dueños.

Los misiles ante la estupefacción del ejército Norcoreano, en cuanto salieron de las montañas se elevaron en el aire y volvieron sobre sus pasos, regresando a su lugar de origen. El pánico se adueñó del gobierno de Pyongyang, los misiles con cabezas nucleares volvían a su zulo donde se hallaban listos para salir más misiles cargados con cabezas nucleares ante una hipotética respuesta de corea del sur. Una gran parte del país podría desaparecer.

Los misiles volvieron y se depositaron en el suelo lentamente, sin explotar.

Mientras tanto de las naves americanas y Surcoreanas al detectar los misiles norcoreanos habían salido cuatro cohetes Patriot antimisiles.

Casi a punto de cruzar la frontera, daban la vuelta sobre sí mismos volviendo a sus respectivas naves y posándose sobre la cubierta. Las tripulaciones de los barcos quedaron perplejas de lo sucedido. No encontraban respuesta lógica a lo que estaba ocurriendo, los cohetes norcoreanos habían desaparecido del radar y los Patriot habían regresado.

En los barcos observaron que durante uno o dos minutos mientras se depositaban los cohetes en cubierta los aparatos, eléctricos se volvían locos, aparentemente sin ningún motivo ni avería. Los generales dieron orden de volver a puerto y el incidente no pasó a más. Si exceptuamos las bravuconadas por una y otra parte; aumentadas en beneficio de los periódicos.

Una vez resuelto el problema, el júbilo se instaló entre los Nefilin, era la primera vez que intervenían en una confrontación directa entre dos ejércitos y el resultado no podía ser más prometedor.

Como habían planificado, las naves envolvieron los misiles y los dirigieron a su lugar de origen, mientras las naves amplificadoras de ondas cerebrales, neutralizaban el explosivo. Una vez los barcos se retiraron, las naves volvieron a la protección de las cuevas.

Seguramente los gobiernos respectivos, de las dos Coreas y el de Estados unidos, aun no entiendan que pasó con los misiles. Tal vez achaquen al enemigo, la posesión de un arma secreta y desconocida.


En el centro del Tíbet el gran consejo estaba reunido y todos los que habían intervenido fueron llamados a su presencia. Al entrar en la sala estaban sentados alrededor de la mesa formando un semicírculo. Una vez todos dentro, el más anciano se levantó.

—Quiero dar las gracias y nuestro respeto a todos los que habéis intervenido, en esta misión y espero en el futuro seguir contando con vuestra ayuda, el planeta entero está en deuda con vosotros, muchas gracias. Todos los componentes del consejo se levantaron y les inclinaron la cabeza. Poco a poco desalojaron la sala, mientras los miembros del consejo permanecían sentados, cuando Benjamín se iba una voz en su interior le hizo volverse, Zeneos se volvió al unísono. El viejo estaba de pie y les mandó acercarse. –se quedaron solos con el consejo.

—Señor Benjamín y Zeneos, sus planes han dado el efecto deseado y no han habido víctimas por ninguna parte, ambos pueden pedir lo que quieran y si podemos le será concedido, al mismo tiempo les pedimos que sigan colaborando y dirigiendo como lo han hecho ahora, las naves de la paz en caso de conflicto.

—Creo que con Zeneos y la inestimable ayuda de Tomás. A mí no me necesitan para nada, aunque siempre pueden contar con mi ayuda si es necesario. Pero creo que no debemos lanzar las campanas al vuelo. En estos momentos los gobiernos ya están investigando lo que ha ocurrido e intentaran dar una respuesta a lo que ahora solo son preguntas.

Los próximos ataques no sé cómo serán y no podemos vivir de rentas. Tenemos que seguir avanzando y buscar un sistema mejor. Tal vez campos de fuerza o…” perdonen” lo que quiero decir es que ustedes sin darse cuenta, se han convertido en LOS GUARDIANES DE LA HUMANIDAD con todo lo que ello representa y esa es una carga muy dura que solo ustedes pueden llevar a cabo.

Al oír las palabras de Benjamín todos se levantaron he inclinaron la cabeza en señal inequívoca de aceptación y respeto.

—Nosotros creíamos ser los maestros de la humanidad, pero como usted dijo de nada o de bien poco, había servido a través de los siglos a partir de ahora viendo el resultado de lo acontecido, cambiaremos de idea, he intentaremos, como usted dice. SER LOS GUARDIANES DE LA HUMANIDAD. Gracias nuevamente por su ayuda.

Zeneos y Benjamín se retiraron, ya en el exterior Zeneos le dijo.

—No has pedido nada.

—Qué más puedo pedir si me habéis abierto las puertas a vuestra sabiduría, he aprendido mucho de vosotros.

—Y nosotros de ti.

—Ahora que lo pienso, si que quisiera un regalo.

—¿Qué es?

—Una pequeña nave para no tener que llamar a Tomás cada vez que quiera venir.

—Concedido solo tienes que elegirla. Y aprender a llevarla creo que con Tomás te puedes entender perfectamente.


A los pocos días Benjamín salía con una nave camino de su casa, con el cuadrado lleno de proyectos. Muchas nuevas ideas salieron del cuadrado de Benjamín , pero siempre en busca de neutralizar el daño que pueden causar, la Envidia, el Egoísmo la crueldad y la avaricia, humana.

Hoy en día sigue trabajando con los Nefilin, y disfrutando de nuevas aventuras pero eso es “otra historia”.

Nota

Aquí terminaba un libro y nacía otro distinto con los mismos protagonistas. Pero con el tiempo me di cuenta que ambos debían estar unidos y eso hice “los uní”.

Pensé por un momento prescindir del prologo del segundo libro, pero tras leerlo me di cuenta que había una parte del que no debía borrar y que he mantenido.


Es esta.


En el nuevo volumen el autor quiere demostrar que la humanidad sigue investigando y dedicando sus logros para el mal y no en beneficio del bienestar.

Las ansias de poder, la venganza, la envidia, la intransigencia y la avaricia mueve una y otra vez a la humanidad a involucrarse en guerras y disputas que a nadie beneficia y donde todos pierden. Alguien dijo que valía la pena morir por una idea, lo que nunca se planteo era “si esa idea era la correcta” y en qué le beneficiaba si moría en el intento.

Nadie tiene la suficiente razón para quitar la vida a un semejante y sin embargo la historia está llena de héroes, conquistadores y dictadores que obligaron a otros a dar su vida. Muchos de ellos han pasado a la historia como grandes líderes o emperadores.

Alejandro Magno, Atila, Napoleón, Hitler, Lenin, Franco, etc. etc. Una larga lista de personajes que pasaron por la historia como grandes líderes a los que yo llamaría “los grandes asesinos de masas” ¿pues qué es una guerra si no un asesinato en masa? ¿Y por qué tienen que padecerla quienes no la quieren por las ideas de otros?

Espero que mis reflexiones sirvan para que alguien piense en ellas, mientras tanto seguiré creyendo en la buena voluntad de algunas personas y en Los guardianes de la Humanidad.


El Autor.

La venganza de los desterrados

María había terminado sus estudios de inglés y por segunda vez había viajado a Malta para perfeccionarlo, hacia una semana que había vuelto de la isla y estaba deseando tomar el avión que le llevaría de regreso a su querida Bolivia. Allí tenía a sus padres y hermanos a los que no había visto en dos largos años. Era el momento de regresar y montar una agencia de viajes para mostrar las maravillas que su país albergaba, se sentía obligada a combatir la pobreza y abrir su país al resto del mundo. Durante los dos años que llevaba en España Benjamín se había ocupado de formarla y mostrarle una gran parte de la península; sobre todo como se promocionaba aquí el turismo. Respecto a Benjamín María lo veía como un hermano mayor al cual estaba muy agradecida, pero no podía seguir aquí sus padres le esperaban y ella debía seguir con su proyecto, por otro lado se preguntaba ¿cómo estarían sus hermanos? ¿Habrían crecido mucho? Su corazón se aceleraba cuando pensaba con su familia, como deseaba verlos y abrazarlos.

Durante la cena junto a Francisco y Benjamín hablaron del viaje y acordaron salir temprano en dirección a Madrid, el avión que debía transportarla salía a las once de la mañana. Esa noche María dejó dos maletas llenas de ropa y regalos para su familia a punto, para salir al día siguiente.

Aun era de noche cuando los tres montaron en el coche con dirección a Madrid; el trayecto fue silencioso como si no quisieran separarse todos se sentían tristes. Ya en el aeropuerto le ayudaron a facturar las maletas, era el momento de despedirse. María no pudo más y abrazándolos se echó a llorar. Por fin pasó al departamento de salidas, Benjamín y Francisco abandonaron el aeropuerto, habían decidido visitar al tío de Francisco (Bernat) el cual vivía en el piso que Benjamín poseía en Madrid. La visita se prolongó y salían de regreso cerca de las ocho de la tarde ya era de noche; durante el viaje de vuelta hablaron largo y tendido tanto de María como de la salud de Bernat, el cual cumplía setenta y un años. Antes de llegar a Requena Benjamín le dijo a Francisco que conducía el coche.

—Para en la próxima área de servicio y cenaremos.

Francisco salió de la carretera aparcando cerca de un camión un poco apartado de la puerta pues esta estaba llena de turismos. Cenaron y tomaron café mientras charlaban pagaron y sin perder más tiempo salieron del restaurante, al ir a coger el vehículo escucharon gritos de mujer tras el camión. No tardaron en comprobar lo que ocurría; dos hombres daban una soberana paliza a una mujer, uno de ellos blandía un cuchillo, el cual clavó en el antebrazo de la mujer al cubrirse esta con el brazo. Al momento los dos agresores caían al suelo sin conocimiento. Benjamín con las enseñanzas de Shon los había dejado durmiendo, después atendió a la mujer. Esta estaba llena de golpes, un labio partido y con un gran corte en el antebrazo, no tardó en hacerle un torniquete — Francisco le dijo.

—Debemos llamar a una ambulancia. — A lo que Benjamín contestó.

—No, la ambulancia tardaría demasiado la llevaremos a casa, ata a esos dos mientras yo la llevo al coche y no toques el cuchillo.

Francisco sacó un rollo de cuerda de nailon que siempre llevaba en el maletero para atar las cajas de vino y los ató al camión; no tardaron en ponerse en marcha acelerando sin miedo a los radares mientras Benjamín atendía en la parte trasera a la señora. Al llegar a la bodega Francisco hizo la mención de parar y escuchó como Benjamín le decía.

—No sigue a mi garaje.

—¿No la llevamos al hospital de Requena?

—No, a mi garaje. Normalmente el coche no se aparcaba nunca en el garaje de la casa nueva, pero Francisco obedeció y se dirigió a la casa; con el mando a distancia abrió la puerta. Mientras Benjamín le decía.

—Deja el coche fuera.

Apenas paró el coche Benjamín cogiendo en brazos a la desconocida la introdujo en el sótano y la colocó sobre una camilla, le quitó la ropa y colocándole una careta la introdujo en una bañera que contenía un líquido pastoso de color rosa.

Francisco miraba intrigado lo que hacía Benjamín mientras le daba al mando para cerrar la puerta. Llevaba tres años trabajando con Benjamín, era su amigo de confianza pero no había bajado nunca al sótano desde que se construyó la casa y tampoco sabía lo que hacía Benjamín cuando se encerraba allí, en realidad que poco sabía de él en su vida privada. Solo lo conocía como propietario de la bodega y el resto de sus propiedades. Pero que hacia cuando desaparecía durante largos periodos de tiempo. En estos pensamientos estaba cuando escuchó que Benjamín le decía.

—Sube a mi habitación y baja un pijama y un batín, mira si María ha dejado algo de ropa y zapatos. Francisco obedeció y subiendo por las escaleras interiores entró en la casa. No tardó mucho en bajar diciendo.

—María no ha dejado nada he bajado tus zapatillas y tu ropa.

—Bien y veas lo que veas confío en tu discreción, no me dedico a hacer daño a la gente más bien a ayudarla.

— Yo no he dicho nada— contestó Francisco.

—Pero lo piensas. Benjamín no podía decirle a Francisco que leía el pensamiento. Al cabo de quince minutos llamó a Francisco que observaba con curiosidad todos los rincones del sótano.

—Ven ayúdame a sacarla y limpiarla en esta bañera.

Mientras la limpiaban Francisco observaba que las heridas habían cicatrizado, que la mujer no tendría más de veinticinco o veintiocho años, era bellísima. La vistieron y la subieron a la casa tumbándola sobre el sofá.

Bien, Francisco no tardará mucho en despertar, mientras podemos hablar y te puedo explicar lo que has visto.

Francisco miraba a Benjamín sin mediar palabra, lo que había visto se semejaba a un milagro la señora no presentaba la más mínima herida ni moratón.

—Como sabes soy un científico, pertenezco a un grupo selecto de ellos, con algunos avances difíciles de asimilar por la gente e incluso por otros científicos, ese es el motivo por el cual nos mantenemos en secreto y es imprescindible que sigamos así en beneficio de la humanidad, es el motivo por el cual salgo de viaje sin avisar cuando hay alguna urgencia.

—Pero la señora recordará que le ha pasado y podrá divulgarlo.

—No, cuando despierte solo recordará que la agredieron y perdió el sentido, no sabrá nada de las heridas. Estarás pensando cómo es eso, pues bien lo consigue el líquido que has visto. (Benjamín no debía decir a Francisco que le podía borrar la memoria, por las consecuencias que podría producir en Francisco).

Benjamín sabes que puedes confiar conmigo, pero desde que te instalaste en la casa no he bajado al sótano y he visto cosas nuevas, incluso parece más grande; tienes tres bañeras con líquidos uno de ellos rosa y otro verde.

Si te prometo que un día probarás el rosa, te sorprenderá gratamente. Pero es mejor que no pienses en lo que hago y te centres en la bodega, pues igual que hay cosas que te pueden beneficiar también las hay que te pueden perjudicar y tu no las conoces.

—Si tienes razón, prometo no bajar al sótano si no estás tú. Mira se está despertando.

La señora abrió los ojos y su primera visión fue el techo del salón, poco a poco se levantó quedando sentada en el sofá con los ojos puestos en los dos hombres que la miraban. Benjamín le habló para tranquilizarla.

—No tenga miedo está entre amigos, no tiene nada que temer.

Pronto se dio cuenta que a la señora le costaba entenderle.

—Habla usted mi idioma.

—Un poco ¿inglés? Preguntó la señora.

— Si contestó Benjamín , dándose cuenta que su inglés no era muy bueno, más bien era de academia, no lo dominaba excesivamente.

—Dígame ¿de qué país es usted? Benjamín ya lo sabía pero debía disimular en presencia de Francisco. La señora respiró profundamente parecía que la lucidez volvía a su mente; después con un español extraño empezó a hablar.

—Soy de Hungría, de madre húngara y padre rumano. Pueden decirme ¿qué hago aquí? ¿Quién me ha vestido? Y ¿Quiénes son ustedes?

—Si contestaremos a sus preguntas, pero tranquilícese. La encontramos en un área de servicio sin sentido, su ropa estaba sucia y rota como si alguien la hubiera agredido, la trajimos a mi casa, la lavamos y la ropa que lleva puesta es mía. En cuanto a quienes somos. Francisco y un servidor Benjamín , se encuentra usted en Requena en mi casa y en la de Francisco donde tenemos una bodega de vino. En cuanto a usted puede quedarse o puede irse, incluso puede llamar a la policía sobre la mesa tiene un teléfono.

La señora se echó a llorar ante la atenta mirada de los caballeros, cuando pudo recuperar el resuello se dirigió a ellos entre sollozos, con su castellano aprendido en cuatro meses.

—Me llamo Soraya y no tengo donde ir. (Se miró un momento) No tengo ni ropa.

Benjamín intervino, no era momento de preguntar. Más bien deberían tranquilizarla y que descansase.

—Soraya como le he dicho, no tiene usted nada que temer aquí puede quedarse el tiempo que crea conveniente, mañana le compraremos ropa y podrá salir a la calle mientras tanto que le parece si come alguna cosa y descansa. Mientras yo le preparo la habitación puede ir a la cocina con Francisco y comer ¿le parece bien?

La señora movió la cabeza afirmando, al fin y al cabo no tenia donde ir, se levantó y siguió a Francisco. Más tarde la condujeron a la habitación de invitados donde se quedó. Francisco tenía preguntas y no tardó en abordar a Benjamín .

—¿Qué piensas hacer con ella? Nos podemos ver envueltos en un lío muy gordo.

—No lo creo, solo es una pobre desgraciada que necesita ayuda.

—Sus ropas parecían las de una prostituta de carretera y no sabemos nada de ella podría pertenecer a una mafia. Francisco parecía asustado.

—No lo creo, de todos modos mañana saldremos de dudas.

—Benjamín hay otra cosa que me ha sorprendido ¿Cómo dejaste dormidos a los dos hombres que la atacaban?

—Simple defensa personal, lo aprendí mientras estudiaba.

—¿Simple defensa? No me diste tiempo a ver lo que hacías, no sé cómo los dormiste, en realidad no me dio tiempo.

—Déjalo, algún día te lo enseñaré, ahora será mejor que durmamos. Buenas noches.

—Buenas noches Benjamín . Francisco abrió la puerta y cogiendo el coche se dirigió a la bodega donde había instalado su vivienda en las antiguas habitaciones del padre de Benjamín .

Al día siguiente como tenía por costumbre Francisco entró en la casa y se dirigió a la cocina en la cesta llevaba la compra ya había pasado por el horno y la carnicería, el pan y los bollos olían a gloria, tal vez por eso a los pocos minutos apareció Soraya en la puerta.

—Buenos días, ¿era usted Francisco?

—Sí y lo sigo siendo ¿qué quiere desayunar? O más bien ¿qué tiene por costumbre tomar?

—Con leche y algo para mojar me conformo, ¿y el otro señor?

—Benjamín debe estar corriendo entre las viñas, lo hace todas las mañanas antes del desayuno; no tardará en venir.

—¿No le dicen nada por correr entre las viñas?

—No pueden, el es el propietario —respondió Francisco mientras serbia la leche y sacaba los bollos — Mire Soraya, aquí nos dedicamos a la elaboración del vino, La bodega que se ve desde la puerta de la casa y las tierras del alrededor pertenecen a Benjamín , pero no crea que Benjamín se dedica exclusivamente a dirigir la bodega y la elaboración del vino. En realidad quien lo dirige todo soy yo; Benjamín es un sabio, ha colaborado con La NASA, es físico, químico y no sé cuantas cosas más. Continuamente está viajando y codeándose con los mejores investigadores del planeta, pero su mejor virtud es que tiene un corazón de oro, yo me siento orgulloso de ser su amigo y trabajar para él. (Francisco respiró profundamente después añadió) pero de usted no sabemos nada, me gustaría conocer con quien hablo; en fin si quiere contarnos…

Una voz interrumpió a Francisco; Benjamín aparecia por la puerta.

—Buenos días, Soraya no debe contar nada que no desee. Después del desayuno le da la talla de la ropa a Francisco y le traerá todo lo que pida.

—Muchas gracias, creo que si les debo una explicación, o al menos creo que tienen derecho a saber a quién tienen en su casa.

Yo nací en Budapest de madre húngara y padre rumano tengo un hermano dos años mayor que yo, mi madre era profesora de escuela y mi padre trabajaba como carpintero, mi hermano no estudió y se fue a trabajar con mi padre. Cuando murió mi abuelo en Rumanía mis padres decidieron trasladarse a Bucarest donde mis abuelos tenían una pequeña tienda de ropa, allí mi hermano tendría trabajo y podría quedarse con la tienda en el futuro. A mí me quedaba un año de estudios, pues como mi madre quería ser maestra y me quedé con la hermana de mi madre en Budapest. Al terminar mis estudios marché con la familia, el tiempo pasaba y no encontraba trabajo un amigo de mi hermano le habló de una agencia de colocación que buscaba mujeres para trabajar en España en realidad lo pintaban de color de rosa y decidí probar, si no me iba bien siempre podría volver hice un curso intensivo de español, como pueden comprobar no lo hablo muy bien. Cuando llegue a su país me encontré con la cruda realidad. La agencia se dedicaba a la prostitución me llevaron a un club de carretera y me asignaron una habitación en cuanto anocheció salté por la ventana y me introduje en la lona de un camión que salía, debieron verme subir y siguieron el camión, este paró en un área de servicio y en cuanto bajé me agredieron debí perder el sentido y ya no sé más, aparecí aquí en su casa.

—Soraya aquí está a salvo no tiene nada que temer y se puede quedar el tiempo que quiera.

—No tengo papeles, ellos se quedan con todo para evitar que nos vayamos.

— Iremos al consulado y te conseguiremos papeles, te daremos una oferta de trabajo y lo que necesites. En fin tú decides ahora lo que más te puede interesar, ponte de acuerdo con Francisco y comprad ropa.

Benjamín salió de la casa y se dirigió a la bodega, debía analizar algunos caldos.

Al día siguiente Benjamín y Soraya viajaron a Madrid y se presentaron en la embajada para pedir los papeles de Soraya. Allí les atendieron con mucha amabilidad y Soraya hizo una declaración jurada de como actuaba la red de extorsión. El doce de diciembre del dos mil trece, un mes después de la denuncia de Soraya la policía española en combinación con la policía Rumana desarticulaban una banda de trata de blancas con base en Rumanía.

Mientras tanto Soraya disfrutaba de la tranquilidad en casa de Benjamín. Este solía sentarse después de cenar en su despacho con la puerta abierta frente el ordenador, donde iba almacenando las nuevas ideas o formulas con las que había trabajado durante el día, aunque las formulas secretas las tenía en el sótano en el cuadrado que le habían dado los Nefilin. Una noche Soraya llamó a la puerta.

Adelante Soraya ya estoy terminando.

—Benjamín quisiera hablar con usted.

—Bien siéntese en el sofá ya estoy terminando. No tardo en cerrar el ordenador y sentarse frente a Soraya.

—Soraya sabes que no quiero que me hables de usted, me haces más viejo, dime que deseas.

—Ocurre que no se bien que hago aquí, creo que debería regresar a mi país aquí va a ser difícil encontrar trabajo y soy una carga para usted.

¿Le has pedido trabajo a Francisco?

—No me deja hacer nada, ni cocinar ni limpiar, dice que si limpio yo, le quito el trabajo a la señora de la limpieza.

—¿Qué te gustaría hacer?

— No sé ¿cocinar? soy buena cocinera, también podría llevar la contabilidad de la bodega o trabajar en el laboratorio.

—Sí creo que tienes razón; si decides quedarte te harás cargo de la cocina así Francisco estará más libre y le ayudaras a llevar la contabilidad de la bodega, lo cual lleva consigo una nomina y un sueldo que acordaras con Francisco. Con la condición de que te saques el carnet de conducir.

Soraya sonrió mientras decía.

— Mañana cenarán “gulats” un plato típico de mi país.


Llegó la navidad y el año nuevo le trajo un resfriado a Francisco por lo que tuvo que quedarse en cama. Francisco seguía instalado en las habitaciones de la Bodega, allí tenia cubiertas todas sus necesidades y solo iba a la casa de Benjamín a comer. Por ese motivo mientras estaba enfermo Soraya le llevaba todos los días la comida, le limpiaba las dependencias y cuidaba de él.

Por la noche al volver a casa Benjamín estaba viendo las noticias de la CNN. Le gustaba ver las noticias de Estados Unidos, donde había pasado la mayoría de su vida. Soraya se sentó a su lado en el sofá con cara compungida.

¿Qué te ocurre? ¿Está peor Francisco?

No, a Francisco le ha bajado la fiebre, creo que el resfriado va de bajada. Mientras le daba la cena y lo miraba en la cama me he acordado de mi padre. A mi padre lo tuve dos meses en la cama.

—Echas de menos a tu familia.

— Mentiría si dijese que no, estas fechas eran muy importantes en mi casa.

—¿Te gustaría visitarlos el día de reyes?

— Sí, pero quedan dos días no sé si me da tiempo a buscar billetes de Avión y me costarían muy caros. Aun no he cobrado el primer mes.

— ¿Qué harías si mañana por la noche pudieras reunirte con ellos? ¿Volverías aquí?

—Sí, sin dudarlo los echo en falta, tal vez más por lo que ha ocurrido pero soy consciente que tengo que seguir con mi vida y mi vida de momento y si usted quiere está aquí; me gusta el clima, el pueblo, todo es nuevo para mi y tengo la oportunidad de pensar lo que deseo para mi futuro.

Benjamín se resistía a creer que se estaba enamorando de Soraya y quería seguir unido al recuerdo de Ana, como si volver a enamorarse fuera traicionarla; por otro lado quería complacer a Soraya, una lucha interna se estaba fraguando en el interior de Benjamín . Por primera vez decidió analizar la mente de otra persona y aunque con miedo por lo que pudiera encontrar le dijo a Soraya.

—¿Confías en mi?

— Sí Benjamín .

— En ese caso sigue mis instrucciones al pie de la letra. Cierra los ojos relájate, no los abras hasta que yo te lo diga. ¿De acuerdo?

—Sí, no los abriré.

Soraya cerró los ojos y Benjamín conecto con su subconsciente analizando la personalidad de Soraya, también se dio perfecta cuenta de que Soraya le amaba intensamente y que al cerrar los ojos creía recibir un beso. Benjamín le ordenó abrir los ojos.

Soraya abrió los ojos preguntando.

¿Qué ocurre?

—No ocurre nada, mañana cuando empiece a anochecer le dejarás la cena a Francisco y te llevaré a tu casa prepara una pequeña maleta con ropa de abrigo, debe de hacer mucho frío en tu país.

—Pero por carretera tardaremos mucho tiempo.

—¿Confías en mí? Le dijo Benjamín cogiéndola por los hombros y mirándola a los ojos.

—Sí ciegamente.

—Pues harás todo cuanto yo te diga — dijo sonriendo —. Ven vamos a ver dónde está tu casa en el ordenador. Mira la veremos vía satélite.

Al cabo de unos minutos se sentaron nuevamente en el sofá; Soraya deseaba tener una conversación con Benjamín y buscó una pregunta para abrir la misma ya que Benjamín no hablaba demasiado.

—Benjamín , al conectarte vía satélite me ha venido una idea a la cabeza, es algo que me pregunto desde pequeña y Francisco me ha dicho que eres un gran científico.

—Dime ¿Qué deseas saber?

—¿Crees que pueden existir los extraterrestres?

Benjamín sonrió, era la pregunta en la que se habían invertido enormes cantidades de dinero y se seguían invirtiendo.

—Yolanda si no encontramos vida dentro de nuestro sistema solar, posiblemente nunca sepamos si hay vida en otros planetas. Los últimos acontecimientos con las investigaciones del CERN sobre el Bossón de Higgs, también llamado la molécula de Dios han demostrado que la velocidad máxima a la que se puede desplazar un cuerpo es la velocidad de la luz.

Esto quiere decir que aún teniendo los medios adecuados para poder desplazarse a esa velocidad, (lo cual hoy en día parece impensable) se necesitarían muchas generaciones de personas para llegar al planeta más cercano fuera de nuestro sistema solar y eso no nos garantiza que esté habitado.

De todos modos no debemos pensar en una civilización parecida a la nuestra la vida puede mostrarse en diferentes formas, como líquenes, plantas, insectos o formas que no podemos ni imaginar. Nunca ha habido extraterrestres ni creo que los conozcamos en el Futuro. Lo siento por los escritores de ciencia ficción y por aquellos que creen poder emigrar a otros planetas habitados.

—Quieres decir que estamos solos en el universo.

—¡No! simplemente que con la tecnología actual no podemos salir del mundo que conocemos y que por lo tanto debemos cuidar nuestro planeta pues es irreemplazable. Nuestros esfuerzos deben centrarse más en el mundo que conocemos. Si hasta hace poco se podía soñar con viajar a otros mundos, con los últimos descubrimientos hay que aceptar la realidad no tenemos repuesto para nuestro planeta. Hay que cuidarlo y defenderlo.

—Defenderlo ¿de quién?

—De nosotros mismos, somos el problema de La Tierra la explotamos, la destruimos y la convertimos en un estercolero. En fin creo que he contestado a tu pregunta.

—Sí, no era la pregunta más romántica del mundo, Buenas noches – visiblemente contrariada se levantó y se fue.

—Buenas noches Soraya.


Al día siguiente la fiebre de Francisco casi había desaparecido, era palpable que el resfriado estaba remitiendo. Soraya le contó a Francisco que estaría dos días fuera y que Benjamín se ocuparía de él, también le dijo que se Había ofrecido a llevarla pero no sabía cómo. A lo que Francisco respondió.

—Yo tampoco pero después de las cosas que he visto te aconsejo que le hagas caso en todo lo que te diga.


A las seis en punto Soraya estaba sentada en el sofá con una pequeña maleta; Benjamín salió de su habitación y se dirigió hacia ella.

—Soraya toma dos mil euros, puedes gastarlos o dárselos a tus padres.

— Pero, yo no he trabajado ni un mes.

—Esto no es por el mes, es en agradecimiento a tu compañía y no te preocupes yo tengo más. Solo quiero que confíes en mí y que no cuentes nada del viaje.

—De acuerdo, no muerdo la mano que me da de comer.

—Ven bajemos al sótano.

Una vez en el sótano Benjamín se volvió hacia Soraya.

—A partir de ahora deberás llevar una venda en los ojos hasta llegar a tu país. Benjamín le vendó los ojos y antes de volverse escuchó que alguien le llamaba por telepatía se giró y vio a seis figuras tras él, eran Zeneos, Alina, Tomás, Suzuki, Liin y un desconocido. Como era natural empezaron a comunicarse por telepatía.

—Me alegro de veros ¿ocurre algo grave? O ¿estáis de visita?

—No, no estamos de visita, debemos tratar un asunto ¿pero qué ibas a hacer con la señora?

— Llevarla a su casa durante dos días, después volvería a por ella ¿Por qué le vendas los ojos? ¿No aprendiste a borrar la memoria?

— Si pero tengo miedo de pasarme solo lo he empleado una vez y fue con ella.

—No debes tener miedo solo se borra lo que tú quieres. Bien nos conoces a todos menos a Cronos.

Benjamín agacho la cabeza mientras decía. Bienvenidos todos a mi humilde casa, aquí solo había estado Liin.

Soraya no sabía que pasaba, no oía nada. Benjamín ¿Qué ocurre estás ahí?

—Si puedes quitarte la venda y no te sorprendas de lo que veas.

Soraya obedeció y al levantar la vista exclamó ¡Dios mío! Ante ella se elevaban las figuras de cuatro gigantes y dos personas orientales de no más de metro sesenta y cinco, por su parte Alina y Cronos pasaban el metro noventa, Tomas media dos metros veintidós y Zeneos llegaba a los dos treinta, los cuatro Nefilin flotaban lo cual les hacía parecer más altos. Soraya se puso pálida y Benjamín intentó tranquilizarla.

No tienes nada que temer son mis amigos, ellos protegen a la gente y nos ayudan.

Zeneos hablo podemos llevar a Soraya y después hay una misión que cumplir.

Benjamín decidió hablar para que Soraya le escuchase.

—Si Soraya se va debo esperar a que vuelva, pues Francisco está enfermo ¿nos podemos esperar dos días?

Tomás tomó la palabra. Yo podría llevar a Soraya me quedaría en Suiza y volvería con ella mientras podríais informar a Benjamín de los pormenores.

A Zeneos le pareció bien la idea de Tomás respondiendo.

Así lo haremos.

Benjamín cogió a Soraya de las dos manos diciéndole.

—No tengas miedo y disfruta del paisaje, pero recuerda no debes decir nada de lo que suceda, aunque si lo dices no te creerán; confía en Tomás es un gran amigo. Después cogiéndola de la mano se fue al fondo del sótano y atravesaron la pared de roca; “Soraya alucinaba no sabía cómo interpretar lo que estaba ocurriendo acababa de atravesar la roca” a su izquierda vio una pequeña maquina y un banco con herramientas, un poco más adelante se pararon, todos les seguían.

Benjamín le dio un beso en la mejilla diciéndole.

—Te espero dentro de dos días.

— Aquí estaré (devolviéndole el beso) ¿pero en que nos vamos?

— En esta nave; dijo Tomás haciendo visible la nave de Benjamín que era más pequeña.

— ¿Ahí han venido todos ustedes? Preguntó Soraya

— No respondió Tomás; haciendo visible la otra, hemos venido con esta, a continuación tocó la nave pequeña y esta se elevó. Tomás alargo la mano invitándola a subir, no tardaron en salir por la zona del barranco y poner rumbo a Rumanía. Tomás leía los pensamientos de Soraya e intento tranquilizarla diciendo en un perfecto Húngaro, se que ha pasada la mayor parte de su vida en Hungría un país maravilloso, llegaremos a su casa en Rumanía en poco más de hora y media le aconsejo que disfrute del paisaje, es lo que hace Benjamín cuando viene conmigo. Le dejaré a las afueras aproximadamente a un kilómetro de su casa, es donde Benjamín pensaba dejarla y recuerde pasado mañana en el mismo sitio cuando anochezca, comprenda que debo tomar precauciones.

—Si lo entiendo respondió Soraya con cara pálida. Esto es muy extraño para mí, he atravesado una pared de roca y estoy volando en algo parecido a un platillo volante. ¿No serán ustedes extraterrestres?

—No los extraterrestres no existen somos habitantes de la Tierra como usted solo que de una raza diferente y con una tecnología diferente que debemos preservar para que no pueda ser usada para el mal. No podemos mostrarnos a ustedes y por lo tanto solo podemos aconsejar y utilizar a personas como Benjamín para que el mundo no se destruya. Pero por favor disfrute del paisaje y no piense en nosotros no somos importantes. Mire el paisaje, pasamos sobre Barcelona, seguiremos por el oeste de Italia y podrá ver varias capitales la más bonita desde arriba es Venecia.

—¿No tiene miedo de que nos vean o de chocar con un avión?´

— No la nave las esquiva a gran distancia ni nos acercamos a ellos, en cuanto a si nos pueden ver ¡no! somos invisibles, recuerde que usted no veía la nave.

Poco a poco Soraya se iba tranquilizando y disfrutando del paisaje. Sobre las ocho de la tarde Tomás dejó a Soraya a las afueras de Bucarest, esta abrió la maleta y se puso unas katiuskas y un chaquetón todo estaba nevado, cerró la maleta y se encaminó hacia su casa. Pensando mientras caminaba que no les diría nada del viaje, de todas formas no le iban a creer.

Mientras tanto en casa de Benjamín , Zeneos preguntaba sobre la extraña maquina que tenia aparcada Benjamín ; similar a un balón de fútbol con un embudo.

Benjamín le hizo saber que más tarde se lo explicaría, ahora deberían repartirse las habitaciones y acomodarse en la casa.

Decidieron que Alina ocupara la habitación de Soraya y que antes había ocupado María. Zeneos y Cronos ocuparían la habitación de invitados, Liin se alojaría con Benjamín y Suzuki ocuparía el sofá. Una vez todos distribuidos pasaron al comedor y tomaron un refrigerio exento de carne.

Había llegado el momento de hablar, Benjamín se dirigió a Zeneos.

—Bien Zeneos ¿qué es lo que ocurre?

—Creemos que se está montando alguna cosa en la zona de Israel o del Líbano, no tenemos nada en concreto solo unos correos no muy claros y habladurías conseguidas por Cronos y sin embargo todos tenemos la misma sensación “hay un movimiento extraño”. Los últimos años el transporte procedente de China y la India ha aumentado en la zona.

—¿No será que se está comprando más tecnología en los países Árabes?

— Si, precisamente es lo que creemos ¿pero qué tipo de tecnología? Parece que Siria se está rearmando. Pero el aumento del transporte ya dura más de diez años y por varios puertos y países.

—No es extraño, Siria está envuelta en una guerra civil y antes lo estuvo Egipto, es natural que se rearmen, si en realidad son armas lo que importan.

Benjamín desde la última guerra mundial los Nefilin más bajitos y que pueden pasar más desapercibidos se mezclan con la gente y leen pensamientos de políticos, en realidad hacen de espías, no hay ningún país occidental con planes sobre Israel y los países árabes ni para bien ni para mal. Ese es el motivo que nos lleva a pensar que algo se cuece al fondo del Mediterráneo.

¿De qué mensajes disponéis?

Suzuki a interceptado de diferentes países el mismo mensaje o correo, pero en diferentes países y solo decían.—

Hijos de Astoret treinta.

Hijos de Astoret treinta y cinco

Hijos de Astoret cuarenta.

Y la más clara (según Cronos) Hijos de Astoret treinta y cinco— cuarenta.

En un principio creímos que contaban personas o tribus, pero Cronos escuchó una mente que repetía:

Hijos de Astoret la venganza está cerca. Quien repetía en su mente la frase era un soldado al que no pudo analizar antes de que un disparo lo matara. En la frontera entre Líbano e Israel.

Cronos intervino. Yo creo que los números pertenecen al meridiano cuarenta y a los paralelos. Pero hay que tener en cuenta que en las intersecciones solo existe el más crudo desierto allí no hay nada, por lo tanto y ante la duda el gran consejo ha decidido que investiguemos y recorramos los puntos en cuestión.

Hay algo que no entiendo y se repite ¿Quién es Astoret? La madre o la reina de algún país o tribu.

No, dijo Alina.— Astoret es la diosa de la fecundidad de los antiguos filisteos a la cual adoptaron otros muchos pueblos desde el Líbano a palestina, Fenicios, Hititas etc.

—La pregunta es ¿Qué tiene todo esto en común? Dijo Benjamín .

— Tal vez – contestó Alina— que todos ellos fueron expulsados por el pueblo de Israel. Israel podría ser la clave.

Zeneos intervino. Benjamín comprendes porque hemos venido; de unos correos sin importancia estamos sacando conclusiones, ya no son simples correos ahora son pistas, deseamos que no ocurra nada pero debemos cerciorarnos ¿nos ayudarás?

— Si sabes que siempre podéis contar conmigo.

— Yo me iré con Tomás y Liin, cuando Tomás regrese –dijo Zeneos—. Con Cronos, Alina y Suzuki podéis formar un buen equipo, confía en ellos y tenedme informado. “Recuerda” dijiste que éramos “Los guardianes de la Humanidad” y si no lo somos al menos debemos intentarlo. El gran consejo confía en ti.


Suzuki no tenia dotes de telepatía ni ningún otro poder, por lo tanto no podía escuchar las conversaciones telepáticas a él había que hablarle en Japonés o inglés. Su mente estaba siempre ocupada en las gigas de los ordenadores. Era un experto jaker y disfrutaba introduciéndose en los programas más secretos, no había país ni sistema que se le resistiera. La electrónica era su mundo y mas con la inestimable ayuda de los Nefilin; los cuales le habían proporcionado una pequeña caja con la cual podía rastrear sin dejar rastro y le inmunizaba de todo tipo de ataques del exterior. Como no sabía si estaban hablando telepáticamente, intervino.

Señor Benjamín necesito amplificar la potencia de mi portátil ¿puede llevarme de compras?

—Si quieres puedes utilizar mi ordenador.

—No el mío es más potente y tiene más capacidad, lo he modificado y dispongo de tres Teras de memoria, solo quiero adquirir dos móviles de última generación para aumentar la recepción. No tengo muchas oportunidades para ir de compras.

—Bien mañana después del desayuno te acercaré a una tienda de móviles. Mientras tanto Liin puede visitar a Francisco, se alegrará de volver a verte. En la habitación tienes la ropa que te compré. Zeneos, Cronos y Alina es mejor que no os dejéis ver. Y ahora ¿Qué os parece si nos retiramos?

Ya era tarde y Benjamín tenía razón, todos se retiraron. Al día siguiente temprano Benjamín salió de la casa y se acercó al pueblo en busca de comestibles, cuando volvió, Liin estaba hirviendo arroz. Benjamín depositó los víveres sobre la mesa y dispuso el desayuno para Francisco. Poco a poco fueron acudiendo los invitados y Benjamín acompañado por Liin salieron para llevarle el desayuno a Francisco.

Más tarde llevó a Suzuki de compras. Al volver Suzuki no tardó en desmontar los móviles y añadir piezas a su ordenador. No había duda de que era un genio de la electrónica y la informática. Estuvo toda la tarde rastreando y buscando mensajes que pudieran aportar algo de luz o que tuvieran alguna relación con los anteriores, después de cenar Zeneos le sugirió jugar una partida de ajedrez con el ordenador (su mente necesitaba distracción y el ajedrez era su mejor relajación).

Durante el día Zeneos había Bajado al sótano acompañado de Cronos y Alina y habían inspeccionado todo cuanto tenia Benjamín en el mismo. La única cosa que no conocían y que les había llamado la atención era la pequeña maquina parecida a una pelota de baloncesto con un embudo de plomo. Esa misma noche Zeneos preguntó por segunda vez sobre el enigmático artefacto.

—Benjamín me dijiste que me informarías sobre el pequeño artefacto que tienes montado sobre un trípode.

—Sí, tienes razón. Ese pequeño aparato me ha ayudado a ensanchar la cueva convirtiendo la roca en polvo, saqué la idea del líquido que utilizáis para poner en orden los átomos de las rocas.

Si conseguía anular la atracción entre los átomos neutralizando los electrones de Valencia y consiguiendo que los neutrones no crearan más electrones, la roca caería como polvo fino, a más intensidad el polvo seria más fino.

Lo conseguí con unas neuronas impulsadas por Axones las cuales hacen vibrar una membrana de una aleación de carbono puro con un Cuatro por cien de cobre y un dos por cien de cinc, lo conseguí sometiendo la aleación en polvo a altas presiones de forma similar a una bomba de fisión. Coloque la formula en polvo entre dos gruesas planchas y las introduje en un tubo con explosivos en ambos lados. Tuve que explosionarlo en el Sahara y apartado de las rutas de las caravanas.

Después comprendí que era más efectivo cuanto más duro era el material a separar, no podía utilizar metales duros como el Hierro en su construcción pues las ondas lo convertían en polvo, por eso la salida es de plomo. En fin no tiene nada o poco que ver ni con el microondas ni con los ultrasonidos pero es muy efectivo para excavar en la roca y ensanchar la cueva, más que el líquido.

Creo que seguiré investigando con las aleaciones de carbono. En el cuadrado que me disteis está todo el desarrollo de las investigaciones que estoy llevando a cabo. Ya no miro tanto a las estrellas ni investigo la curvatura del universo, ni la teoría de los gusanos, mis trabajos están enfocados a mejorar nuestro mundo.


Al día siguiente volvería Tomás y Zeneos se marcharía por lo tanto pasaron todo el día intercambiando ideas y conceptos. Por la tarde Suzuki les interrumpió había captado un nuevo mensaje tan escueto como los anteriores y decía así.

Hijos de Astoret – en la piedra.

Benjamín comentó: No cabe duda de que quien manda los mensajes es persona de pocas palabras.

A lo que contestó Cronos: si quien lo recibe lo entiende no necesitan más. Eso me hace pensar que no tienen unas claves para descifrar y que la mayoría de los hijos de Astoret sean quienes sean se comunican de boca a boca, es el mejor sistema para no ser detectados.

Suzuki intervino. He rastreado el mensaje proviene de Jordania de una zona desértica.

Volvemos al desierto, comentó Cronos. Creo que tenemos mucho trabajo por delante.

Así es— respondió Zeneos— Benjamín desearía ver las formulas que guardas en el cuadrado. (Especie de ordenador portátil de los Nefilin, a base de neuronas sintéticas que reaccionan a las órdenes mentales).

—El cuadrado está en el sótano.

Los tres Nefilin bajaron al sótano, mientras Liin se sentaba en el sofá junto a Benjamín . Este recordó un pasaje de un libro que había leído recientemente.

—Liin, tú me dijiste que habías estado al otro lado; que habías separado tú alma del cuerpo.

—No, yo solo lo insinué, el maestro Shon me lo tiene prohibido.

—¿lo hiciste o no?

—Si lo hice.

— He leído un informe de un americano y me gustaría saber la verdad.

—Benjamín yo te puedo contar mi verdad y tú creerás lo que quieras. Ocurrió que un día mientras meditaba en mi celda, un lama vio como me elevaba sobre el suelo, estaba levitando y yo no me daba cuenta volvía al suelo antes de salir del estado en que me encontraba. El lama me tomó a su cargo y con varias sesiones de hipnosis me enseñó un sinfín de secretos, según él era la reencarnación de un gran lama. Cuando el maestro Shon entró en el monasterio rápidamente fue informado de mi presencia y de mis virtudes; fui llevado ante él, me miró fijamente a los ojos y prohibió que me volvieran a hipnotizar aduciendo que era excesivamente joven a partir de ese momento quedé bajo su protección. En uno de sus viajes dejé de comer por la noche solo hacia la comida de la mañana y comía la mitad, me había propuesto llegar al Nirvana. Mi cuerpo se debilitaba y pasaba el día buscando la concentración perfecta, aunque no sabía muy bien cómo lograrlo, al cabo de más de dos meses lo conseguí; mi cuerpo estaba sobre la alfombra y yo lo observaba desde el techo de la habitación, miré y vi que mi cuerpo estaba unido a mi por una cuerda o cinta de luz brillante que parecía despedir energía como un relámpago inmóvil giré mi cabeza a la derecha podía ver a través de las paredes dos lamas se acercaban. De momento sentí una rara sensación y los dos lamas me zarandeaban.

Estoy seguro que no era un sueño, eran los mismos lamas que había visto venir por el pasillo. A partir de ese día me obligaban a comer y me vigilaban, aunque no creo que supieran lo que había pasado, solo es que me veían muy delgado y muy débil. Un año más tarde se lo conté a Shon, el cual me dijo que no debía llevar mi cuerpo a tal extremo ya que yo tenía otras obligaciones en esta vida y debería mantenerme fuerte, observar y aprender de todos los demás, tenía que cultivar mi mente y un cuerpo débil no puede hacerlo.

—Gracias por sincerarte conmigo al menos ya tengo en que pensar.

—El maestro dijo que aprendiésemos el uno del otro.

— Si y yo creo que así debe ser. Ahora bajemos al sótano, Tomás debe de estar de vuelta con Soraya.


Así era, hora y media antes ya anocheciendo, Tomás esperaba a Soraya sobrevolando la zona con la nave, la llegada de Soraya, no tuvo que esperar mucho un automóvil la dejó junto a la carretera, la despedida fue larga como si no la quisieran dejar sola, por fin el automóvil desapareció y Tomás pudo descender, haciendo visible la nave a la que subió rauda Soraya.

—Buenas noches Tomás.

—Buenas noches Soraya, ¿volvemos a casa?

Los ojos de Soraya se llenaron de lágrimas no sabía cuándo volvería a ver a sus padres, pero su corazón le decía que su vida estaba junto a Benjamín . Tomás intentó distraer su mente diciéndole.

—Quieres visitar algo en concreto, por ejemplo París.

—Si me gustaría.

— Daremos un pequeño rodeo, te gustará, después pasaremos por Madrid solo perderemos unos minutos. Tomás aceleró hasta llegar a París después dio una vuelta alrededor de la torre y realizó una visita por los lugares más turísticos ya dirigiéndose a Madrid siguió el cauce del Loira mostrándole los palacios, mas tarde Burdeos y por fin España y sus diferentes capitales hasta llegar a Madrid, donde dio una vuelta a la capital y directos a Requena.

Soraya aunque el paisaje y las luces le encantaban, en realidad estaba deseando llegar junto a Benjamín , no tardaron en entrar en la cueva la pared se cerró tras ellos, unas figuras salieron a recibirlos. Soraya buscó a Benjamín entre ellas, se acercó lo miró a los ojos y después de besarlo en la mejilla le dijo.

— Ya estoy aquí, hasta que te canses de mi o me eches.

— Yo estoy muy contento de que hayas regresado y quiero que te quedes.

—¿Tenias miedo de que no regresara?

—Tenía dudas los vínculos familiares son muy fuertes.

Soraya sonrió, y prosiguió.

—¿Cómo está Francisco?

—Ya se ha levantado aunque no le he dejado salir de casa.

— Lo entiendo si ve lo que hay aquí le da algo.

Benjamín — interrumpió Zeneos — debemos irnos ya sabes lo que debes hacer.

Liin decidió quedarse podría ser de gran ayuda a Suzuki; Zeneos acepto y junto con Tomás se fueron en la nave pequeña.

Al día siguiente mientras desayunaban Soraya contaba los pormenores del viaje con la satisfacción reflejada en el rostro.

Benjamín se puso triste mirándola y cuando iba a borrarle la memoria Alina intervino.

No Benjamín esto es cosa de mujeres, Soraya y yo tenemos que hablar de mujer a mujer. Ven Soraya pasemos al despacho de Benjamín tenemos que hablar.

Se sentaron una frente a otra y Alina le dijo.

Por favor no me interrumpas y escúchame no tengo costumbre de hablar, nosotros nos comunicamos por telepatía. Quiero decir que puedo leer tu mente y saber lo que piensas, por ejemplo se que estas enamorada de Benjamín.– Soraya se sonrojó— no temas es natural.

—Y Benjamín puede leer..

—Sí, aunque no es de mi raza tiene un gran poder. Pero no temas el también te quiere aunque el recuerdo de una tal Ana le nubla la mente, no debes temer nada más tarde o más temprano se dará cuenta y será tuyo.

Lo que quiero que sepas es que tenemos la necesidad de mantenernos en secreto y para conseguirlo borramos la memoria de las personas con las que contactamos, comprende que no nos podemos fiar de nadie.

—Ya entiendo y a mí me tenéis que borrar…

—Si debo decirte que a mi padre, que fue profesor de Benjamín . Cada vez que vamos a visitarlo mi madre o yo le borramos la memoria. No notas nada solo que no nos recuerdas.

—Y como puedo olvidar la nave.

—Creerás que has ido en avión tu mente ni buscara el recuerdo. Pero ocurre que tenemos una misión que cumplir y vamos a visitar lugares fantásticos. Si tengo tu palabra de que no interferirás y callarás le pediré a Benjamín que te deje venir con nosotros, después tendré que borrarte lo referente al viaje y a nuestra raza.

—Aré lo que tú digas, al fin y al cabo tampoco tengo otra alternativa y me seduce la idea de viajar nuevamente en una nave, las vistas son preciosas.

—Pues volvamos con los demás.

Estaban todos frente al televisor buscando las últimas noticias. Alina interrumpió.

Benjamín , Soraya se viene con nosotros yo personalmente me encargare de ella.

—Viene alguien interrumpió Cronos. Al mirar por la ventana vieron acercarse a Francisco.

—Rápido todos al sótano.

Soraya salió en busca de Francisco, después en el interior de la casa los tres charlaron sobre el viaje de Soraya y la visita a sus padres y como Benjamín había cuidado de Francisco.

—Bien Francisco como veo que ya te vales por ti mismo debo informarte que en breve me iré en uno de mis viajes y me llevaré a Soraya, no sé cuando regresaremos.

—Ya, como siempre, no te preocupes por mi me encuentro bien ya ha pasado lo peor. Lo que no sabía Francisco es que cuando volviera por la noche se encontraría con la cena echa y la casa vacía. A las seis de la tarde salían con rumbo no muy definido. “Empezaba la aventura” Cronos dirigía la nave; Benjamín preguntó.

¿Por dónde piensas ir?

—Según Suzuki las señales provienen de una zona de Jordania pegada a la cordillera que la separa de Israel. Pensaba cruzar cuanto antes Marruecos y seguir el meridiano Cuarenta dando pequeños rodeos, atravesaremos el Sahara y el desierto del Sinaí, pasaremos sobre Acaba y pararemos de visita en Petra.

—Solo por eso ya vale la pena el viaje— dijo Soraya sonriendo.

—¿Sabes algo sobre Petra? Preguntó Alina.

— Alguna cosa sé, soy profesora. Sé que es la capital de los Nabateos y que estaba abandonada, la pude ver en una película de Indiana Jones.

—Alina es experta en historia antigua ella te puede informar mejor.

—Por favor en ingles así me entero— dijo Suzuki mientras no perdía ojo al ordenador.

—Os aré un pequeño resumen, la historia es muy larga de contar. Petra pertenece a Jordania, hace ocho mil años la zona ya estaba habitada por tribus, sus primeros pobladores reconocidos y que a su vez empezaron la construcción de las cuevas fueron Los Edomitas, en realidad Los Nabateos era bandoleros y habitaban más al sur, nadie sabe cómo se fusionaron con Los Edomitas. Dos siglos antes de Cristo alcanzó su mayor esplendor, en ella mandaba la familia real y rey mandaba sobre los comerciantes que llegaban a la ciudad a los cuales hacia pagar tributos que consistían en una parte de las mercancías. El rey más conocido fue Areta que vivió sobre el ciento sesenta o ciento setenta antes de Cristo. Fue en esa época coincidiendo con su mayor esplendor, cuando empezó a consolidarse Pirunus Taulus, que más tarde llamaron Palmira o también llamada Tadlnor o Tamar. Palmira estaba ubicada en el desierto de Siria sobre un oasis dos siglos después de Cristo fue abandonada. En cuanto a Petra su diseño pertenece a una mezcla de culturas, basada en modelos egipcios, asirios, persas etc. dependiendo del influjo de las caravanas que allí se detenían y a los escultores que contrataban.

Se ha excavado muy poco, se encontraron grandes casas de piedra, calles pavimentadas, conducciones de agua, pozos, manantiales, como consecuencia proliferaba la agricultura y la ganadería. Esa era la grandeza de Petra y el obligado paso de las caravanas para repostar.

Soraya miró a su alrededor, estaban cruzando el mar. Alina prosiguió.

— Ya que yo me he hecho responsable de usted, procuraré informarle lo más posible. Mire al fondo la costa es Tunicia la antigua Cartago, Cronos dirígete sobre las ruinas y desacelera.

Cartago fue fundada por los fenicios procedentes de Tiro, por la princesa Dido en el ochocientos catorce antes de Cristo con el nombre de Qart Hadast que quiere decir Ciudad Nueva se encuentra a diecisiete kilómetros de la capital.

Según cuenta la leyenda, Pigmalión rey de Tiro ambicionaba los tesoros de su cuñado Signeo, casado con su hermana Dido. El rey interrogó a su cuñado para que le revelara la ubicación del tesoro y ante la negativa de este lo mató. Dido decidió darle una falsa ubicación y mientras Pigmalión salía en busca del tesoro huyó con sus fieles y el tesoro de su marido.

Llegó a la costa habitada por los libios y les pidió tierra para fundar una ciudad, después de una larga discusión le permitió instalarse en el terreno que ocupara la piel de un toro. Dido cortó la piel en tiras muy finas consiguiendo así una gran cantidad de terreno.

No sé hasta qué punto la leyenda es real pues en mi tierra existía otra leyenda similar sobre la fundación de Fenicia con una princesa griega.

— Estamos sobre Cartago,— dijo Cronos – daremos una vuelta y después seguiremos sobre el Sahara, rumbo a Egipto. Media hora más tarde volvió a hablar.

— Mirad estamos sobre Egipto, lo que podéis ver es el “nuevo valle” una depresión dentro del desierto a la que han desviado agua del Nilo creando un fértil valle entre Oasr-Faratra y Mut. Afortunadamente tenemos una hermosa luna que nos permite tener una visión perfecta son las ventajas del desierto. Pasaremos sobre la presa de Asuán cruzaremos el desierto del Sinaí en dirección de Acaba después veremos Petra.

Como dijo Cronos la visibilidad en el desierto con la luna llena era total y Soraya podía disfrutar del paisaje; pasaron sobre Acaba y en media Hora estaban sobre Petra. Nuevamente Alina tomó la palabra.

— Cronos pasemos sobre el desfiladero. Una vez sobre la entrada del desfiladero prosiguió.

— Esta es la parte que todos conocen por las películas y las fotos (pasaron sobre el desfiladero o sig. y prosiguió) esta fachada es la llamada tumba del faraón es la que sale en todas las postales, pero como podremos comprobar Petra es mucho más grande.

Cronos se paró un momento a la salida del desfiladero mostrando la grandiosidad de la obra, después lentamente fue dando un rodeo por el resto de las ruinas. Mirad ese es el templo del león alado dedicado a la diosa Al-Uzza. Siguieron mostrando las ruinas cuando Liin dijo.

— Hemos venido en busca de algo que no conocemos ¿es así?

— Si contestó Cronos.

— Y no habéis visto una luz que parecía salir del monte unos diez minutos antes de llegar aquí.

— No contestó Cronos, he visto una caravana que venía en esta dirección pero tardara al menos una semana en llegar a Petra.

— ¿Podríamos volver atrás?

— Si no es ningún inconveniente. ¿Suzuki captas algo?

— No pero no debemos estar muy lejos de donde procedían los mensajes.

— Volvamos en busca de las luces.

Recorrieron el camino andado en busca de las luces, no encontrando nada Cronos decidió dar media vuelta cuando Alina exclamó.

— Allí, es como una rendija.

Se acercaron en la dirección que indicaba Alina, pronto descubrieron varias tiendas al abrigo de la montaña, la mayor de ellas estaba pegada a ella. Las tiendas estaban sin luz incluida la mayor, pero entre esta y la montaña salía un pequeño resplandor.

Benjamín había estado callado durante todo el viaje pero la luz le intrigó. ¿Cómo era posible que si la tienda no tenía luz, esta saliera por la parte trasera?

— Este campamento está alejado de la ruta de las caravanas.— dijo Cronos.

A lo que contestó Benjamín .

— Deberíamos salir a investigar.

— No, dijo Cronos.— tenemos un punto de referencia sigamos y mañana volveremos a pleno día no debemos perder detalle, no sabemos qué más podemos encontrar, a partir de aquí todo es sospechoso.

— Y puede que nada sea lo que parece y en realidad todo sea una falsa alarma, respondió Alina.

Suzuki intervino. — Podemos subir a la cima del monte, quiero marcar con una antena este lugar.

Cronos subió la nave sobre el campamento en dirección a la cima y observaron que había gente armada vigilando. Ya en la cima paró la nave Suzuki abrió una pequeña maleta y sacó un artefacto parecido a una “y” o a un arbusto, la arrojó por una escotilla en el suelo de la nave y la antena se clavó en el suelo.

—Ya podemos irnos.— Dijo Suzuki.

Por el camino vieron varias caravanas, parecía que había un movimiento inusual en el desierto. La nave se dirigió al Líbano más concretamente a las Cataratas de Kfarhelda. Soraya quedó maravillada por la belleza del paisaje. Después la nave dio un pequeño rodeo y se precipitó sobre una pared de roca, nuevamente Soraya quedó sorprendida, aún cuando ya lo había observado en casa de Benjamín . La nave paro en una sala y aparecieron Zeneos y Tomás, todos juntos pasaron a una sala y se sentaron alrededor de una mesa de roca pulida en ella les esperaba un anciano. Al entrar a la sala Suzuki había cogió del brazo a Soraya y se sentaron sobre un saliente de roca mientras tanto no perdía de vista su ordenador. Soraya callaba y observaba pero no oía una palabra de los que se habían sentado a la mesa.

El anciano dio la bienvenida a los recién llegados y a continuación les puso al corriente de sus sospechas.

—Tenemos la confirmación de que hay un complot contra Israel, no sabemos cómo ni que pretenden, sí sabemos que están involucrados Ashkenazis (descendientes de Judíos europeos y uno de los clanes más bajos entre los Judíos) según nuestros informes una parte de ellos han formado una secta para eliminar a los señores de Israel (como ellos les llaman) y para ello se han aliado con otros pueblos, incluso creemos que tienen amigos americanos. Es difícil de descubrir su organización pues no utilizan ningún sistema que pueda ser detectado los mensajes los transportan mensajeros y se transmiten de boca a boca, no escriben nada. Por casualidad analizamos un mensajero y sabemos que hay una reunión en menos de una semana, después llevaba en su mente una cantidad de números. 3514930068 y eso es todo cuanto sacamos del correo, en realidad solo les dicen lo justo.

Cronos tomó la palabra — estamos buscando unas coordenadas en busca de un punto de reunión o algo que nos descubra el enigma y nos encontramos con un número de teléfono, ¿sabemos a quién pertenece?

—No, no es un número de Teléfono — dijo Benjamín y volviéndose a Suzuki le dijo — dame las coordenadas del punto donde arrojaste la antena solo cinco cifras.

Un momento, (Suzuki cambió la pantalla del ordenador) ya lo tengo treinta y cinco mil ciento cincuenta de longitud; treinta mil setenta y uno de latitud.

—Eso es, lo que parece ser un número de teléfono en realidad son las coordenadas exactas del emplazamiento de no sabemos qué. El resto de los mensajes deben de estar cerca de otros emplazamientos. Seguramente no coinciden las coordenadas por si alguien lo descubre, pero si indican puntos.

¿Puntos de qué? Preguntó Liin.

—Eso es lo que tenemos que descubrir — respondió Zeneos — para eso estamos aquí. Bien comamos y descansemos mañana tenemos trabajo.

Alina le hizo una seña a Soraya y ambas salieron de la habitación. Soraya nunca había estado en una cueva de los Nefilin, todo era nuevo para ella. Los angostos pasillos les llevaron a una sala donde, sobre una mesa de piedra había una gran variedad de frutas, queso, huevos duros, leche y pan. Alina habló a Soraya.

—Puedes comer cuanto quieras, este es el centro más antiguo que conocemos construido por nosotros, aquí se refugió por primera vez mi raza huyendo del resto de los humanos. En la actualidad vive muy poca gente aquí. Podríamos decir que los justos para su mantenimiento.

Soraya sació su apetito y le hizo saber a Alina que tenía otras necesidades. Salieron de la sala en el momento en que entraban los hombres. Alina llevó a Soraya por otro pasillo en mitad de este se paró y se abrió la roca apareciendo el jardín, Alina explicó a Soraya para que servía el agujero en el suelo y las tres conchas. Una vez en su interior la pared se cerró tras ella, cuando hubo terminado se abrió de nuevo y Alina le condujo a su habitación. Las comodidades lucían por su ausencia una estera de fibras vegetales de entre cinco o seis centímetros de grosor hacia las veces de colchón, dos repisas y un banco de piedra eran todo el mobiliario. Alina le dijo mañana pasaré a por ti, si tienes necesidad del jardín sigue el pasillo y te paras donde la roca es más gris, alguien te abrirá. Alina se alejó y Soraya quedó pensando que la sociedad Nefilin estaría muy avanzada pero ella echaba de menos una confortable cama.


Al día siguiente Alina pasó a recogerla y juntas se fueron al comedor, nada parecido con el día anterior, la sala estaba llena de gente, hombres y mujeres flotaban yendo de un lado a otro cogiendo la comida que les apetecía de la mesa era como un bufete libre. Cuando se terminaba un producto alguien entraba con una cesta de mimbre y lo reponía en una sala contigua se sentaron a desayunar. Soraya observó que algunas parejas se llevaban la comida y preguntó a Alina.

— Si, Soraya suelen ser pareja y cogen comida para todo el día, seguramente tendrán niños, dentro de un rato cada uno irá a cumplir con su trabajo y los niños a la escuela como ustedes. Aquí en nuestra sociedad no utilizamos dinero todos colaboramos en todo, solo los mayores de cien años están exentos de trabajo corporal, teniendo en cuenta que solemos vivir hasta los ciento cuarenta; todavía disponemos de cuarenta años para enseñar o dirigir a los demás. Entre los mayores eligen a los más sabios para el gran consejo; en fin nuestras reglas son muy diferentes a vuestras leyes.

Las dos mujeres se fueron a la sala de reuniones donde estaban ya los hombres reunidos, como siempre Soraya no escuchaba nada aunque ellos estaban inmersos en una frenética discusión telepática. Al final Zeneos tomó la decisión como jefe del equipo.

— Cronos y Liin se vestirían con ropas de calle y se pasearan por Jerusalén intentando captar algún mensaje. Tomás les acompañara y se quedará en la nave, saldrán tras del medio día, ¡Benjamín ! usted y yo iremos al único punto de reunión que conocemos e intentaremos recabar información. Zeneos salió de la sala y Benjamín lanzó una sonrisa a Soraya, esta se acercó.

—No me entero de nada.

—Es natural lo mismo me pasaba a mí, ¿Qué te parece este lugar?

—No está mal para esconderse, pero si me pierdo no me busques aquí los Nefilin son demasiado austeros.

—Ya entiendo has echado de menos la cama. Tienes una buena anfitriona, Alina ha vivido en los dos mundos su padre es de Nueva York.

—No sé como le gusta vivir aquí.

— No vivo aquí. – Respondió Alina – este fue el primer escondite de los míos, pues yo me considero Nefilin, después le siguieron otros. Si puedo mañana te llevaré a ver mi verdadero país el Líbano, aunque no conserva las mismas fronteras que antaño. Mi país estaba junto al mar en el desembocaban El Tigris y El Éufrates llegaba hasta el mar de galilea y el monte Qurnat as Sawda el más alto de la cordillera su capital era Baalbek, nombre que le pusieron los Cananeos en honor del Dios Baal, también llamada Heliópolis o Ciudad del Sol.

Benjamín interrumpió — tenemos una nave libre y disponemos de tiempo para poder visitarla no debe estar muy lejos.

—Si tienes razón, no perdamos tiempo .Respondió Alina y los tres se dirigieron a las naves; aunque Benjamín sabía conducirla tomó el mando Alina, pronto estuvieron volando rumbo a Baalbek. Mientras Alina les iba dando toda clase de detalles.

Soraya espero que comprendas las razones por las que tuvimos que abandonar nuestro país y esconderse. Imagínate un guerrero de entre un metro cincuenta o sesenta buscando notoriedad, para él era un honor matar un gigante que media un metro más que el. Nuestro pueblo es pacífico y odia la sangre y la lucha, no podemos entender como la humanidad sigue empeñada en matarse los unos a otros. Fíjate en las tres grandes religiones con un tronco común la judía, la cristiana, y la musulmana; las tres prohíben matar y sin embargo siguen matando en nombre de dios. El hombre es el único animal que sigue tropezando una y mil veces en la misma piedra; sigue con fe ciega a los líderes que cuentan al pueblo lo que este quiere oír. Fíjate en la revolución francesa matan al rey y al poco tiempo nombran un emperador, en el sentido común no tiene lógica. Mira las ruinas de Baalbek su primer nombre fue Nefrén. La primera ciudad de los Nefilin, mira las piedras tan enormes que hay en la base, solo un pueblo que domine la roca podría mover esas colosales piedras daremos un rodeo y veras una piedra enorme. Mira los turistas se están haciendo fotos en ella.

—Es enorme no creo que ninguna fuerza de este planeta pueda moverla.

—Por eso se quedó donde ahora se encuentra, esa piedra pesa dos mil toneladas, pero fíjate en las que forman la base de las murallas, son enormes no creo que incluso hoy exista una grúa capaz de moverlas. Esas piedras alentaban las leyendas de los gigantes. En realidad mi pueblo encontró pronto como contrarrestar la fuerza de la gravedad y como aprovecharse de las rocas. Usted lo ha visto.

— Al cabo de mucho tiempo puedo entender que su ciencia haya progresado de forma diferente a la nuestra, ¿pero de cuánto tiempo estamos hablando?

— De hace alrededor de ocho mil años, ya en aquella época utilizábamos elefantes, junto con un gel que hacia resbalar la piedra sobre troncos, de los cuales disponíamos en gran cantidad y con un peso muy inferior, gracias al gel que absorbía dos terceras partes de su peso. Tenga en cuenta que mi cultura es la más antigua del planeta y que directa o indirectamente hemos ayudado al resto de la humanidad. Como cree que se construyeron las pirámides de Egipto, piense un poco los cinceles eran de bronce los egipcios no conocían el Hierro, ¿cree que en aquel tiempo había suficiente comida para abastecer a tantos trabajadores cómo se necesitaban? Bien volvamos a Baalbek. Sobre sus murallas edificaron los fenicios, los cananeos y por último los romanos, la diferencia entre los bloques de piedra es notable, muchos de los antiguos bloque fueron convertidos en bloques más pequeños. Ahora daremos una vuelta siguiendo el curso del Jordán.

Alina le llevó a ver las fuentes del río Jordán, monte Anti Líbano a quinientos setenta y siete metros sobre el nivel del mar, visitaron la cascada quebrada después los llevó al desfiladero de Baala donde pudieron ver la majestuosa y hermosa cascada de Baala antes de regresar a la cascada donde tenían su base. Para Soraya lo que había visto le cambió la imagen que tenia del país. Benjamín hizo un comentario.

— Este país es demasiado hermoso para que lo destruyan los humanos no sabemos entender la belleza del mundo en que vivimos.

Soraya tenía preguntas. — Alina ha dicho usted que los egipcios no conocían el hierro ¿y ustedes?

Tampoco la edad de los metales empezó relativamente tarde, se conocen piezas de cobre de unos doce mil años, el bronce se origina en Armenia y Anatolia casi al unísono hace unos cinco mil años y por último el hierro, se empieza a trabajar con él hace tres mil quinientos años aunque ya se conocía setecientos años antes. Los hititas fueron los primeros en trabajarlo y en extenderlo por el Mediterráneo, en Iberia había gran cantidad de mineral por lo que se extendió rápidamente.

Se lo que se está pensando sin necesidad de leerle el pensamiento. Le puedo decir que la raza humana cuando no conoce un material lo sustituye por otro. No se puede usted hacer una idea de las cosas que se pueden hacer con la piedra, los huesos o la madera. ¿Qué ocurría cuando no se conocía el plástico? Simplemente se sustituía. La madera cortada con hachas de piedra tenía muchas aplicaciones.

La nave descendió y penetro en la pared de roca. Dos horas más tarde salía nuevamente llevando a Zeneos y Benjamín su destino era Petra había que observar cualquier detalle. La invisibilidad de la nave les protegía. Vieron como los autobuses descargaban turistas y estos se colaban por el desfiladero con dromedarios o todo terrenos. Al tiempo que estos se alejaban observaron como descargaban unas cajas del autobús y eran subidas a lomos de camellos o camiones todos tomaban la misma ruta en dirección al campamento. Petra era muy visitada y por lo tanto no causaba ninguna extrañeza su trasiego de caravanas tanto por el lado de Israel como por el de Jordania.

Pero ¿Qué había en aquellas cajas? Deberían descubrirlo ¿pero cómo? Zeneos reaccionó volveremos al campamento a la media noche y veremos lo que esconden. Se quedaron un buen rato vigilando las caravanas y los transportes que llegaban y escucharon como un conductor le decía a alguien que llevaba un jeep.

— Solo quedan cajas para mañana y que el próximo envío tardaría siete días en llegar; después le entregó un sobre cerrado. Zeneos ya había oído suficiente y decidió volver al centro.

A las tres de la madrugada llamó a Benjamín y junto con Cronos partieron hacia el campamento todo estaba oscuro no había ni una luz solo la tenue luz que habían visto la noche anterior los delataba, habían guardias sobre la montaña mirando al horizonte bajaron al campamento y observaron donde estaban los vigilantes. Sin esconderse bajaron de la nave y se dirigieron a la tienda grande, Zeneos llevaba un frasco en la mano. Los guardias caían dormidos antes de tener la ocasión de verlos Benjamín no había visto nunca tanto poder, la mente unida de los dos Nefilin infundía un profundo sueño a los guardias, antes de entrar en la gran tienda cerraron los ojos por un instante, parecían concentrarse después entraron seguidos de Benjamín . Un hombre dormía plácidamente y en la parte contraria tres mujeres hacían lo mismo. Zeneos abrió el tarro y untó con el líquido que contenía la parte superior de los cuatro pilares centrales de la tienda; al fondo se observaba un pequeño resplandor, se acercaron Zeneos y Cronos volvieron a cerrar los ojos se acercaron y apartaron una especie de cortina muy tupida por su junta se escapaba la luz que habían visto desde el exterior.

—¡Dios mío! exclamó Benjamín.

Una gran nave o hangar fabricado de aluminio albergaba una gran cantidad de Droms cada uno de ellos armado según modelo con dos o cuatro misiles una instalación por el techo dejaba caer dos cables conectados a los Droms se podían poner todos en marcha a la misma hora, con las indicaciones pertinentes; quedaba sitio para unos cien y las cajas que habían visto eran las piezas para montarlos, observaron la procedencia de las piezas. Las había de China, la India, Japón, Italia, España, Francia. Eran piezas y motores exclusivos así nadie podía saber para que se utilizaban las piezas.

— Deben de haber unos dos mil.— Dijo Cronos.

— Dos mil quinientos cuando se terminen los que faltan o caben, eso significan más seis mil misiles — Certificó Benjamín.

— Bien aquí ya no hacemos nada— dijo Zeneos— volvamos. Igual como habían entrado salieron, cogieron la nave y regresaron a su punto de partida.

Al día siguiente se reunieron en la sala, el anciano Natan presidía la reunión.

—¿Qué descubristeis ayer? Cronos habló.

—En Jerusalén no descubrimos nada, no encontramos a nadie que nos diera una pista, pero por la noche en el campamento indicado por las coordenadas, descubrimos un almacén de Droms dispuestos para transportar misiles.

El anciano prosiguió. ¿Y cómo Israel no se ha percatado de tal almacén?

—Está a la sombra de la montaña apartado de la ruta de las caravanas y cubierto de arena, no se ve desde el aire. Su sistema de suministro está muy bien camuflado con las caravanas que visitan Petra. Sabemos que habrá una reunión antes de una semana hemos visto caravanas dirigiéndose hacia allí, llegaran en unos cuatro días como máximo. Los mensajes que interceptamos se referían a la reunión.

— ¿Habéis tomado medidas?

—Si he puesto gel en los pilares de la tienda mayor donde creo que será la reunión.

El anciano se levantó diciendo.— Solo nos queda esperar— y salió de la sala.

Benjamín no estaba tranquilo y se dirigió a los demás.

— En realidad no tenemos nada ¿qué hay de los otros mensajes interceptados sabemos que al menos hay tres puntos y podrían haber más. Me quedaría más tranquilo si lo investigásemos. Podríamos visitar los puntos más próximos a los números de los mensajes, seguramente no coincidirán con las coordenadas pero como en el caso de Petra deben estar cerca. Fijaros si cogemos las dos primeras cifras del campamento son las mismas que Petra.

Campamento 35.149 longitud 30.068 latitud.

Petra 35. 446 longitud 30.329 latitud.

Las dos primeras cifras coinciden.

—Si, pero solo un mensaje tiene dos cantidades.

—Pues busquemos allí.

— Está bien esta tarde buscaremos allí donde tenemos dos cantidades.

Por la tarde salieron sin la esperanza de encontrar nada, el punto indicado estaba al este de Jordania muy cerca de la frontera con Siria donde se estaba librando una feroz guerra entre el presidente y la oposición llamados rebeldes por el gobierno. Dos líneas del ferrocarril partían desde Ammán, en dirección a Ira y al golfo pérsico atravesando Arabia y muchos kilómetros de desierto. Decidieron seguir las dos vías posiblemente algo tuviera que ver el transporte con el enclave. Cuando más se alejaban de Ammán más se separaban las vías del ferrocarril, decidieron seguir con la que les conducía a Irak no encontrando nada que les llamase la atención dieron media vuelta y fueron en busca del ferrocarril que pasaba por Arabia al poco tiempo alcanzaron un convoy que venía del golfo trasportando una gran cantidad de depósitos de carburante y cuatro vagones de mercancías al final. No tardó en entrar en territorio Jordano, decidieron observar los alrededores del ferrocarril desplazándose a derecha e izquierda en busca de alguna señal ya que se encontraban cerca del punto. Al cabo de una hora cuando pasaron nuevamente sobre el tren, vieron como este había aminorada la marcha y de los últimos vagones lanzaban cajas sobre la arena. A lo lejos observaron una gran caravana de camellos que se aproximaba dos camiones que parecían del ejercito les adelantaron; unas cajas parecían más pesadas que otras y las cargaban sobre los camiones mientras llegaban los camellos, después los camiones se fueron dejando a los camellos cargando el resto de las cajas. Siguieron la dirección de los camiones no encontrando nada y volviendo sobre sus pasos siguieron a los camellos a la media hora tras unos montículos de roca y piedra vieron como se apartaban unas lonas que se confundían con el paisaje el lugar estaba fuera de toda ruta y el camuflaje era perfecto, como en la base anterior el techo estaba cubierto de arena. Su localización era treinta y nueve de longitud treinta y tres de latitud. Estaba claro que escondían el lugar exacto de la ubicación con unas referencias cercanas. Decidieron dar una vuelta por los alrededores y observaron unas huellas que terminaban a unos veinte kilómetros en un campamento berebere. Regresaron a la base y volvieron por la noche acompañados de Cronos y Alina.

A las cuatro de la madrugada daban una vuelta de reconocimiento y caían dormidos los vigilantes. Descendieron de la nave y se encaminaron a la entrada un momento antes de entrar se concentraron evitando sorpresas, a continuación pasaron al interior la cantidad de Droms era enorme. Sobre las grandes rocas que se utilizaban como pilares se habían construido varias naves, recorrieron todo el recinto comprobando que había varios modelos de Droms, los más antiguos cargaban dos misiles mientras los que parecían más modernos cargaban cuatro.

Benjamín calculó la cantidad. Puede que cuando estén todos montados lleguen a los cuatro mil; podemos observar la evolución desde los primeros Droms a los últimos mucho más sofisticados deben llevar años fabricando. Mirad las cajas estas son las que cargaron los camiones.

Abrieron una caja, en cada caja había dos misiles, el resto de las cajas eran piezas de los Droms. Motores de marcas conocidas, japonesas, italianas y coreanas, cajas cargadas en España, Valencia y Barcelona con rollos de cables y piezas de plástico.

—Quedan piezas para montar muchos más y siguen llegando.— dijo Benjamín — esto es más serio de lo que creía. Fijaros los cables que cuelgan del techo pueden ser utilizados para arrancarlos y para introducirles los datos de una ruta o un objetivo, están repartidos por líneas, Deben tener un plan trazado durante muchos años; si queréis podemos volver yo ya he visto suficiente.

El silencio imperaba en el camino de vuelta, la preocupación y la incógnita se reflejaba en los rostros de todos.

A la mañana siguiente se reunieron con el anciano en la sala de reuniones.

Zeneos puso en antecedentes al anciano. Este hizo saber a todos que las reglas de los Nefilin prohibían intervenir y mucho menos causar víctimas tanto de los humanos como de los Nefilin.

—Debemos esperar a que tengan la reunión y sepamos lo que se proponen. Dicho esto el anciano Natan abandonó la sala. Benjamín hizo un comentario.

—No creía que los países árabes hubieran avanzado tanto tecnológicamente y que pudieran fabricar tantos Droms. Conocía su fabricación como espías pero desconocía que se utilizara para atacar o defender.

— El tema de los Droms está muy avanzado.— respondió Cronos— los americanos les llaman avión sin conductor uno de los primeros fue llamado Vant, los ingleses le llamaron Ucav, se fabrican varios modelos algunos de los que hemos visto parecen Tactical reformados.

— Que se sepa hay más de diez modelos diferentes y se siguen construyendo entre ellos conocemos a Close, Nato, Male, Hale, Orbital, Cis, etc.

El Cis podría viajar a la luna tiene un gran alcance otros como los que hemos visto son de alcance limitado. El MQ—9 es el prototipo del Drom de combate. En mil novecientos ochenta y siete en la guerra con Irak; Irán desplegó un Drom armado con seis misiles denominado RPG—7 muy parecido a algunos de los que hemos visto lo cual me hace pensar que pueden transportar más misiles de los que tienen en la actualidad.

Respecto a Israel dispone de tres modelos que sepamos los Súper, Ágiles y Uau. Son modelos sin cola basados en la tecnología Stealth. Con empuje tridimensional vectorizado, aunque del que dispone en mayor numero es el Herbolá.

En su país España, tienen como armas de defensa el Searcher, el modelo Skel V—200, el Rq-ll, el Raven y el Siva. El Atlante de largo alcance con sistema integrado de vigilancia y por último presentado el pasado mes de diciembre; el Barracuda que diferirá del modelo “presentado” en que será invisible y podrá transportar varios misiles.

—Vaya no sabía que mi país dispusiera de tanto material ni de tal tecnología.

—Su país no es lo que parece, aunque debemos agradecerle que no fabrique ni disponga de bombas nucleares.

— No sabía que dispusieran ustedes de tanta información sobre los avances en general, sobre todo en el caso de las armas.

—Es nuestra necesidad y la del mundo que conocemos ¿cómo podemos defendernos de lo desconocido?

—Cronos tenía razón. Pero ¿por qué nunca querían intervenir y eran tan reacios a tomar medidas?, disponían de mucho poder pero no lo utilizaban. Teníamos a Egipto y Siria envueltos en una guerra civil y no intervenían y sin embargo habían hecho caso de unos correos de los que no sabían nada.

Zeneos interrumpió sus pensamientos.— creo que tiene usted razón pero dígame ¿Cómo podemos intervenir en una revolución que nace en un solo día? ¿a quién le damos la razón? Y si sabe cómo pararla sin herir a nadie díganoslo, ustedes también deben inmiscuirse en conseguir la paz entre los pueblos y créame mientras se mezcle política y religión, será imposible.

Como siempre Zeneos tenía razón. Pasaron dos días y todas las tardes se introducían en la nave durante varias horas escuchando lo que se hablaba en la gran tienda del campamento de Petra, al tercer día había llegado una caravana y era recibida con todos los honores, así supieron que el jefe del campamento se llamaba Al Rashid. Durante los dos días siguientes se completaron los asistentes y por la tarde Al Rashid les obsequió matando un cordero e invitándoles a comer.

Después de la cena aunque Al Rashid los conocía a todos, tomó la palabra.

—Hijos de Astoret, nuestra diosa madre nos ayudará, muy cercano está el día en que recuperaremos nuestro territorio y nos libraremos de los invasores llamados Judíos, ellos no son hijos de Judea, son proscritos venidos de todas partes a ocupar nuestro territorio. Dentro de un instante llegará nuestro benefactor el jeque Salám al Akim el cual ha invertido una gran suma en nuestro proyecto. Espero que sepáis corresponder como se merece. Por ahora seguid comiendo.

No tardó mucho en parar un helicóptero lo más cerca posible de la gran tienda dos gigantones armados hasta los dientes apartaron las pieles que formaban la puerta, y apareció Salám al Akim todo vestido de blanco con detalles en oro. Todos los presentes se levantaron agachando la cabeza y el entró ceremonioso Rashid le ofreció asiento a su lado después de probar el cordero hablo al oído de Rashid. Este se levantó.

— Ha llegado el momento de agradecerle a Salám su ayuda debéis decir a que pueblo representáis. Empezaron a levantarse por la derecha y uno tras otro se fueron presentando.

Ramman representante del pueblo Filisteo.

Magdaleon representante de los Amalequitas.

Corfo represento a los Fenicios.

Jordán del pueblo Edomita.

Jonás de los Amorreos.

Gasem representante de los Heveos.

Alfasen jefe de los Jebuseos.

Karin de los Moabs.

Dórelos de los Quenitas.

Salomón aunque tengo nombre israelí represento a los Hititas.

Urú de los Girgaseos.


Rashid tomó nuevamente la palabra.

— Debemos tener en cuenta que al igual que en el diluvio se salvó Noé y su familia también nosotros seremos misericordiosos con los Ashkenazis (la clase más baja del pueblo de Israel venidos de Europa) que nos han ayudado a conseguir nuestro propósito y nuestras armas. En dos meses estaremos preparados para atacar y borrar de la faz de la tierra a nuestros enemigos los invasores de nuestros respectivos países. Nosotros sabemos vivir en paz ellos solo saben esclavizarnos, ya ha llegado la hora de nuestra venganza. Nuestros núcleos cuarenta corresponden a 3300039876 el treinta y cinco al 3514930068 y el treinta al 3369029777. Recordad que debéis mantenerlos en secreto y manteneros alejados de ellos. Pronto me visitarán nuestros amigos americanos y fijaremos la fecha del Ataque mientras tanto que Ala os proteja. Ahora os mostraré la fuerza de la razón.

Rashid y Salám se levantaron y se dirigieron al fondo de la tienda. Rashid apartó la cortina y pasaron al interior.

—Esta tecnología destruirá Israel sin derramar nuestra sangre. Rashid estaba eufórico y seguía hablando.— El día de la venganza, diez mil Droms caerán sobre el enemigo ayudados por el fuego americano.

El jolgorio y la satisfacción eran palpables entre los asistentes, nunca habían visto tanto armamento moderno junto, eliminarían al enemigo sin disparar una sola bala, las felicitaciones se sucedían Ala y la diosa Astoret protegían a su pueblo.

Había que ver, cómo pueden convivir las religiones cuando tienen un mismo objetivo.

Mientras tanto el gel utilizado por Zeneos les informaba de todo lo que ocurría en la tienda. Poco a poco se fueron retirando a sus respectivas tiendas quedando Al Rashid y Salám.

—¿Cuando esperas a los americanos?

— En una semana.

—¿Es segura su ayuda?

— Sí. El general Clinton me ha confirmado que atacará desde el mar Rojo y desde el Mediterráneo, los barcos ya deben estar en camino, ellos pondrán la fecha según el calendario cristiano. También traerán las claves para programar los Droms. Sin ellas no podemos atacar.

— Bien mantenme informado de todo cuanto ocurra, ahora debo regresar.

Salám al Akim salió de la tienda y subió al helicóptero regresando al golfo pérsico.

—El trabajo por hoy ha terminado— dijo Benjamín con cara de sueño— mañana hablaremos sobre el tema, en realidad llevaban varios días durmiendo poco y necesitaban descanso. Todos estuvieron de acuerdo y se retiraron.

Al día siguiente se reunieron con el anciano y le informaron de todo cuanto habían escuchado la noche anterior.

El anciano quedó un momento pensativo— después dijo.

No podemos ni debemos tomar medidas sin consultar al gran consejo voy a convocarlo con urgencia para dentro de cuatro días.

Benjamín pensó ¿urgencia cuatro días? por un momento se olvidó que leían los pensamientos. Y sus pensamientos hicieron que el anciano le contestase.

— No todos están disponibles en todo momento, cuatro días no son nada, los jóvenes debéis tener paciencia. Dicho esto salió de la sala.

Zeneos ya tenía la experiencia del ataque de Corea del Norte y sabía que deberían intervenir para evitar males mayores; pues tanto si el ataque de los Droms tenía éxito y arrasaba Israel como si no lo tenía; la pérdida de vidas seria cuantiosa. Así las cosas les dijo.

—No podemos esperar a que se reúna el gran consejo, sin tener una solución a mano o alguna cosa que ofrecer debemos tener en cuenta que en dos meses estarán preparados para atacar. Y no creo que Israel pueda evitarlo.

— Yo pienso lo mismo— apuntó Cronos— aunque reconozco el gran potencial de Israel para defenderse.

— No tengo ni idea de que potencial dispone, comentó Benjamín . Puedes informarnos.

— Si aunque las cantidades pueden variar, pues no dejan de fabricar e investigar, se que disponen de un número indeterminado de misiles nucleares modelo Air – 2.

Unos quinientos caza bombarderos.

Doscientos helicópteros de Ataque.

Entre seiscientos o setecientos Droms. Además de los carros de combate y una cantidad indeterminada de cohetes Patriot.

En la actualidad están investigando con el radar de fotones basado en la física cuántica. En realidad están buscando un sistema infalible, para su protección.

—¿Qué sabe Suzuki de radares?— preguntó Benjamín .

—Posiblemente más que nosotros, su especialidad es investigar y colarse en los programas de todos los gobiernos del planeta, es de gran ayuda y la verdad es que disfruta con un ordenador entre sus manos.

Cronos mentalmente dio orden de buscar a Suzuki, el Nefilin más cercano a él capto la orden y se la comunicó. No tardó mucho en entrar a la sala.

—¿Qué desean?

— Por favor siéntate— dijo Benjamín — queremos que nos hables de los radares o medios de que dispone Israel para prevenir un ataque.

— Si lo que quieren saber es si Israel podría detectar un ataque proveniente del desierto con aviones volando a baja altura, la respuesta es No. Solo los detectarían cuando sobrevolasen las montañas. Para poder detectarlos tendrían que disponer de radares pasivos desplegados por el desierto a ras del suelo.

—¿Cómo sabes lo que queríamos preguntarte si tú no tienes poderes para leer la mente? Preguntó Benjamín .

—Es fácil, basta con saber que hacemos aquí y escuchar lo que he escuchado y leído en mi ordenador. ¿Qué creen que hace la antena que dejé en la cima del monte? Pues prácticamente lo mismo que el gel que puso Zeneos, además amplifica la señal del gel.

—Veo que estas al corriente de todo, dime ¿hay algún sistema que pueda anular los radares de Israel?

—¿A dónde quieres llegar? Preguntó Zeneos.

— Quiero percatarme de que Israel no contestará a un supuesto ataque. Así solo tendríamos que ocuparnos de los Droms. La solución se simplificaría.

— Hay una solución— dijo Suzuki— los Estados Unidos disponen del avión experimental X—39 experto en bloquear satélites e interferir en los ordenadores. Podría “si me dais tiempo” conseguir conectarme y usarlo en nuestro propio beneficio, cambiándole el programa un minuto antes de utilizarlo, eso nos podría dar entre dos o cuatro horas de tiempo antes de que pudieran restablecer su conexión y anulasen mi programa el tiempo dependería de los nuevos jakers que tengan contratados y el tiempo de respuesta.

—Quieres decir que los satélites interferirían a los ordenadores y estos a los radares.

—Exacto.

—Pues con permiso de Zeneos creo que puedes preparar tu plan, disponemos de dos meses.

—Me sobra tiempo, lo tendré todo preparado por si hace falta. Con su ordenador bajo el brazo abandonó la sala.


Mientras tanto Soraya había recorrido toda la base de los Nefilin acompañada por Alina y comprobando como reciclaban los desechos convirtiéndolos en estiércol y reutilizándolos para conseguir cosechas en el subsuelo, nunca se le había ocurrido que se pudieran conseguir tantos y tan variada cantidad de hongos y verduras, la luz ultravioleta hacia crecer las plantas alejadas del sol. Los Nefilin más bajitos, (aunque seguían siendo altos) eran los encargados de intercambiar los alimentos con el exterior, vestidos como bereberes conseguían trigo y queso.


Zeneos decidió que ya que disponían de cuatro días debían de presentar algún plan al gran consejo y que la pequeña maquina utilizada por Benjamín para ensanchar su cueva o sótano podría tener alguna aplicación. Decidió hablar con Benjamín .

—Benjamín , quería hablar contigo sobre la maquina, que tienes para ensanchar la cueva. ¿Dispones de los planos o de algún boceto?

— Si todo está en mi cuadrado (especie de ordenador personal utilizado por los Nefilin a base de células que reaccionan con las hondas psíquicas) puedes disponer de él.

— No, desearía que lo estudiasen en otro centro no muy lejos de aquí.

—Antes desearía mejorarlo, lo que visteis era un modelo muy “rústico.

— En cuanto lo tengas a punto lo llevaremos a nuestra base en Eritrea. Allí disponemos de laboratorios y nuevos materiales para mejorarla si fuera posible.

—Mañana después del desayuno os entregaré los planos y las formulas.

Como había prometido después de desayunar Benjamín entregó los planos y fórmulas a Zeneos, después añadió.

—Zeneos no has dicho nada de visitar el tercer almacén de Droms yo he comprobado las coordenadas está en el desierto del Sinaí, cerca de Nekhel.

— Si lo sé, no es mi mayor problema en este momento. Sabemos que el ataque constará de diez mil Droms, los que no están en las dos bases que hemos visitado se encuentran en el Sinaí y como las dos anteriores estarán fuera de las rutas de las caravanas y perfectamente camufladas por la arena del desierto.

—Me preocupa encontrar una solución al desastre que se avecina y esta vez no podremos neutralizar tanta muerte volando en forma de misiles; no nos sirve de nada el plan empleado en Corea.

—Entiendo no lo sabemos cierto, pero tenemos la posibilidad de frenar o confundir a Israel, pero como podemos neutralizar tanto Drom. Yo creo que se deberían destruir antes de que despegasen o se terminasen de construir.

—Si esa es también mi opinión, pero debemos escuchar al gran consejo y sus órdenes son imprevisibles, de todos modos ese va a ser el plan que les voy a presentar. Ahora pienso ir a Eritrea hace mucho tiempo que no he ido.

—¿Puedo acompañarte y que nos acompañe Soraya?

— Sí pero creo que Soraya cuando volvamos debería volver a tu casa.

—Sí tienes razón aquí no hace nada y se avecinan días difíciles; espérame en la nave en media hora.

Benjamín intentó comunicarse mentalmente con Alina, seguramente Soraya estaría junto a ella y así fue como las encontró y las puso en antecedentes.

—Vamos a realizar una visita a Eritrea, ¿queréis venir?— miró fijamente a Soraya— después de este viaje tendrás que volver a casa se avecinan malos tiempos y no podrás salir de aquí, es mejor que regreses.

—Como tú digas— contestó Soraya sonriendo — pero de momento tengo otro viaje a la vista.

A los pocos minutos estaban los tres esperando a Zeneos, el cual no se hizo de esperar acompañado por Tomás, los cinco subieron a la nave. Tomás dirigió la nave al desierto del Sinaí Zeneos quería pasar sobre la base de los Droms. Pero antes pasaron por los altos del Golán y el mar muerto recorriendo todo el macizo montañoso que separa Israel de Jordania, siguiendo la frontera en dirección a Acaba. Ya en el punto donde debería estar la base con los Droms y los misiles pasaron de largo sin discernir donde podía encontrarse, decidieron dar un rodeo y descender. Tomás puso las manos sobre un punto concreto de la nave y apareció en medio de la cabina una imagen parecida a la reflejada por el sonar, pero mucho más nítida y en tres dimensiones; así pudieron encontrar unas tiendas entre rocas completamente camufladas.

—Mirad a allí –indicó Tomás. Después como en una visión de rayos X; pudieron comprobar la gran cantidad de Droms y misiles allí almacenados.

—Si es el tercer punto, tan bien camuflado como los demás— comentó Zeneos— sigamos a Samara.

Siguiendo el mar Rojo llegaron a Eritrea, el paisaje y sus islas llenas de vegetación eran lo más parecido al paraíso. Después de sobrevolar Samara la capital, se dirigieron a los montes Amba Soira y allí encontraron entre unos arbustos la entrada al mundo subterráneo de los Nefilin. La nave se introdujo en una cueva natural con estalactitas y estalagmitas, durante unos minutos las fue sorteando de pronto se abrió una pared a su derecha y se introdujeron en ella aún tardaron varios minutos en llegar a una sala espaciosa donde habían aparcadas una gran cantidad de naves. Bajaron de la nave y se dirigieron a unas plataformas de aproximadamente un metro cuadrado, que flotaban a unos quince centímetros del suelo con una barandilla para poder sujetarse.

Alina invitó a Soraya y Benjamín a subir a la plataforma, los tres emprendieron un viaje a través de los túneles que desembocaban en una plaza de donde salían otros pasajes mucho más anchos, a un lado muchas plataformas permanecían aparcadas. A Soraya le sorprendía ver como los Nefilin caminaban flotando y sin embargo ella y Benjamín no lo hacían parecían enanos entre gigantes. Alina le interrumpió los pensamientos.

—Soraya, también Benjamín puede hacerlo, no lo hace por deferencia a ti. Benjamín tiene casi tanto poder como nosotros, aunque no lo sabía y tuvo que trabajar mucho para poder utilizarlo.

—Alina el anterior centro donde hemos estado no era muy grande, pero este parece mucho mayor y con mucha más gente.

—Sí aquí disponemos de minas de varios materiales y aprovechamos para fabricar vehículos y otros utensilios. También tenemos una sección de investigación de nuevos materiales. Nuestras investigaciones son muy diferentes a las de ustedes, pero no pensemos en ello te enseñaré el centro mientras Benjamín y Zeneos se ocupan de sus asuntos. Recuerda que mañana debes volver a Requena.

—Si no me lo recuerdes todo esto es como un sueño, nunca creí que me sucediera todo cuanto me ha sucedido en pocos meses.

Mientras tanto Benjamín y Zeneos presentaban los planos y las formulas para fabricar “el destructor de partículas” como lo había bautizado Zeneos. Benjamín había realizado algunos ajustes para aumentar su potencia y al mismo tiempo poder regularla, el mayor reto era encontrar un material que soportara a corta distancia las hondas sin destruirse y allí entendían mucho de nuevos minerales y materiales. Después de echar una hojeada y ponerse al corriente sobre los últimos avances científicos de los Nefilin, Benjamín se reunió con Soraya y Alina.

—Debe estar anocheciendo, Alina hay otra salida por donde no podamos ser vistos.

—Si, por el respiradero. Puedo llevaros pero tened en cuenta que este maravilloso país es muy peligroso. Le apodan “la segunda corea del norte” no podéis encender ninguna luz, el país está completamente cerrado al exterior. Aunque las naciones europeas dejaron maravillosos edificios y ciudades.

— No pensaba ir a ningún sitio solo quería mostrarle el paisaje a Soraya.

—Venid os llevaré a la cumbre.

Cogieron una plataforma y cruzaron la plaza, al fondo de un pasillo empezaron a ascender en diagonal llegando a un pequeño recodo donde descendieron de la plataforma el aire caliente salía entre las rocas creando una gran corriente.

—Por este lado podéis salir –dijo Alina— el aire se vuelve niebla al salir al exterior, id en contra del aire y podréis ver el paisaje.

Como había dicho Alina la niebla envolvía la salida, caminaron un poco entre la maleza y las rocas, pronto se encontraron con un paisaje lleno de variantes, al fondo se divisaba el mar Rojo, las luces de las ciudades ya estaban encendidas el sol rojo iluminaba a lo lejos el desierto, las sombras de los montes parecían ascender por la cordillera, mientras el sol desaparecía y la luna se adueñaba de la noche. Soraya se aferraba al brazo de Benjamín mientras le decía.

—No sé cómo podré pagarte estos días maravillosos que me has regalado, lástima que tenga que olvidarlo.

—No todo te será borrado solo lo referente a los Nefilin, comprende que no pueden correr riesgos va su vida y su civilización en ello, pero lo recordarás como en un sueño. Mañana regresarás y al día siguiente te levantaras como si nada hubiera sucedido, yo no estaré debo quedarme se acercan malos tiempos, si no conseguimos encontrar una solución al conflicto sin hacer daño a nadie y en realidad no sabemos el tiempo de que disponemos, espero que lo sepamos pronto y podamos solucionar el problema por el bien de mucha gente.

— Mis conversaciones con Alina me han hecho comprender muchas cosas, sobre todo que no se debe mezclar la política y la religión, he comprendido como los líderes religiosos han utilizado el miedo en el más allá en beneficio propio. Estaba equivocada en muchas de mis convicciones.

— No todo lo olvidaras como te he dicho, tendremos tiempo en el futuro para dialogar sobre muchas cosas ahora que te parece si volvemos al interior.

—Como tú quieras, pero recuerda me has dicho que en el futuro tendremos tiempo de dialogar. ¿Puedo entender que quieres que siga a tu lado?

— Por supuesto no quiero perderte, ahora volvamos al interior debemos salir temprano.

No era muy romántica, la forma que tenia Benjamín de decirle que quería disfrutar de su compañía, pero al menos quería estar con ella Soraya se introdujo satisfecha en el mundo de los Nefilin dispuesta a descansar, pues como decía Benjamín debían levantarse temprano.

Aun no había amanecido cuando la llamó Alina. No tardaron en subir a la nave y realizar el viaje de vuelta. En el Líbano tomaron un refrigerio y después de despedirse de todos sobre todo de Benjamín , junto con Tomás y Alina; Soraya subió a la pequeña nave con dirección a Requena.

El camino de vuelta fue por el Mediterráneo el paisaje era alucinante, pero Soraya mostraba un rostro compungido. Alina intervino.

—Creo que no debes estar triste, más tarde o más temprano Benjamín te dirá que te quiere, no podrá evitarlo puedo garantizarte que está enamorado de ti, tal vez tenga miedo y espera a que todo se solucione o tal vez siga la sombra de Ana sobre su subconsciente, de todas formas es cuestión de tiempo.

—Dime Alina ¿cómo lo solucionáis vosotras cuando estáis enamoradas?

— Nuestro sistema es muy diferente al vuestro, nuestras hembras solo tienen uno o dos hijos y ellas eligen el padre. Podemos tener un compañero o no y podemos elegir a quien nos apetezca para hacer el amor; te preguntarás que pintan los hombres en nuestra relación, ellos nos hacen saber que nos desean, pero la elección la tenemos nosotras, simplemente le hacemos saber a nuestro elegido que es aceptado como amante o como padre de nuestra descendencia.

—¿Tú has elegido?

Alina se sonrió. Sí antes de este verano estaré en situación de concebir y tengo un pretendiente al que le he de hacer saber que es el elegido para ser el padre de mi descendencia.

¿Lo conozco?

—Si es Zeneos, no podría encontrar mejor padre para mi descendencia y extraoficialmente, me gusta como a ti te gusta Benjamín .

Soraya sonrió y añadió.

—La diferencia está en que tú lo puedes decir y yo debo esperar.

—Soraya las mujeres tenemos armas que los varones no pueden evitar y solo tenemos que esperar al momento oportuno para utilizarlas.

—Tienes razón, deberé tener paciencia. Dijo Soraya sonriendo, seguramente Benjamín tendrá cosas más importantes en que pensar en estos momentos.

Tomás intervino.

—En una cosa somos iguales, los hombres buscamos el bienestar de nuestras familias y de nuestro mundo, intentamos superarnos continuamente y defender nuestro bienestar. Mientras que las mujeres tenéis un instinto maternal, que os hace pensar más en el amor y en los hijos; tal vez porque los lleváis en las entrañas y porque queréis elegir el mejor compañero o el mejor padre.

—Es posible que así sea— añadió Soraya— pero lo que si admiro de vosotros es que no disponéis de dinero, todos trabajan para todos, no hay avaricia entre los Nefilin.

—Eso es lo que parece —contestó Alina— debo aclararte que también entre nosotros tenemos “ovejas negras “cómo soléis decir en tu tierra.

— ¿Y cómo lo solucionáis?

—El consejo le hace un lavado de cerebro o simplemente se le imponen ideas diferentes. Debo aclararte que no todos los Nefilin tienen los mismos grados de poder. Sería como los estudios en ustedes, se puede tener más o menos facilidad para estudiar. Entre nosotros para llegar a formar parte del gran consejo hay que pasar una prueba ante el resto de los componentes del mismo y haber hecho méritos durante los primeros cien años.

—Posiblemente Zeneos forme parte de ellos en el futuro— contestó Tomás— es muy superior y tiene la virtud de la humildad; debo aclararte que entre nosotros valoramos más las virtudes y nos fijamos mucho en ellas.

— Entonces Benjamín tiene un gran amigo.

—Benjamín tiene muchos amigos y muchos admiradores, entre ellos ¡yo! me siento honrado de contar con su amistad y confianza — Dijo Tomás — pero ahora estamos sobre Mallorca en diez minutos estarás en tu casa, pasaremos sobre Valencia a baja altura no quiero interferir con el campo de aviación que está en la misma ruta.

—Mira el puerto y a continuación los nuevos edificios, creo que les llaman la ciudad de las ciencias.

— Son impresionantes— comentó Soraya.

Tomás ralentizó un poco la nave y prosiguió. Fíjate en las torres, seguiremos el río hasta sobrepasar Manises y el peligro de los aviones.

Sin darse cuenta Soraya se encontraba en casa tendida sobre el sofá. Su primer pensamiento fue como se encontraría Francisco.


Mientras tanto en el centro del Líbano Benjamín y Zeneos se preparaban para debatir al día siguiente con el gran consejo, para ello se reunieron con Cronos y después de confirmarle la localización de la tercera base, decidieron aplicarle un nombre a cada una de ellas para identificarlas, los nombres serian Jordán, Petra y Sinaí. Según las anotaciones de Cronos y teniendo en cuenta la diversidad de los Droms y la carga que podían llevar, en la base de Jordán, había tres tipos de Droms los más antiguos solo podían transportar dos misiles, de los cuales habían tres mil. Dos mil mas podían cargar seis misiles pero los últimos mil cargaban cuatro misiles (posiblemente perforadores). Lo que hacía un total de veintidós mil misiles suficiente para devastar Israel pero había que añadir los de Petra con dos mil Droms portadores de dos misiles y otros dos mil portadores de cuatro con un total de doce mil.

Benjamín interrumpió. — En Petra según lo que vi se siguen montando y creo que habrá que añadir unos cien Droms portadores de seis misiles; en cuanto al Sinaí creo que empezaron más tarde a montarlos y solo hay dos mil de cuatro y dos mil de seis misiles, suficiente para destruir todo el país.— Después preguntó— ¿Zeneos tienes algún plan?

—Mi plan seria destruirlos antes de que salgan de las bases.

—Si yo pienso lo mismo pero ¿de qué armas disponemos para su destrucción? Los Nefilin no disponéis de armamento y el sistema empleado en Corea no es válido en este caso son demasiados.

Cronos tenía su propia opinión. Por mi parte creo que lo mejor sería informar a Israel y que ellos los destruyeran, evitando así la muerte de todo un país, sería el mal menor y no tendríamos que intervenir; ellos disponen de armamento suficiente para borrar los hangares del mapa.

—Preparad todas las hipótesis que podáis, para presentarlas al consejo —dijo Zeneos— pero tened en cuenta que en tres días vendrán los Americanos y debemos estar al corriente de lo que hablen.

— Benjamín se quedó un momento pensando. Creo que deberíamos buscar si hay habitaciones en algún hotel reservadas para súbditos americanos y tomar medidas para saber lo que hablan. Eso lo puede buscar Suzuki por Internet. Después yo podría alojarme en el mismo hotel y depositar gel en los lugares donde ellos puedan hablar. Tal vez así podamos tomar alguna ventaja.

—Podría ser un buen plan— afirmó Zeneos – Habla con Suzuki y ponlo en práctica.

Benjamín no tardó en hablar con Suzuki y este se puso manos a la obra. A las dos horas tenia la respuesta.

En el hotel Envasador de Jaffa había una reserva para dentro de dos días destinadas a un matrimonio y un señor con pasaporte estadounidense. No había más reservas en ningún hotel. Estaba claro, Benjamín pidió a Suzuki que hiciera una reserva a su nombre para la misma fecha afortunadamente llevaba el pasaporte. Suzuki no tardo en hacerla.— el plan estaba trazado.

Al día siguiente se reunió el consejo y Zeneos explicó todo cuanto sabían sobre el plan de los hijos de Astoret. Detallándoles toda la información de que disponían.

El más viejo del consejo preguntó.

— ¿Han trazado ustedes algún plan?

—Sí y no –contestó Zeneos— nosotros creemos que debemos inutilizar los radares de Israel para evitar una respuesta en caso de ataque, pero con ello condenamos a todo un país a la destrucción. En lo que coincidimos es en que hay que eliminar los Droms antes de que salgan de los hangares. Pero no disponemos de armas para hacerlo; lo cual nos lleva a un plan secundario que consistiría en avisar a Israel y que ellos destruyeran los hangares.

El profesor Barnard miembro del consejo y perteneciente a Suiza, (el cual era muy conocido por Benjamín y con el que había hablado en muchas ocasiones) preguntó.

—¿Cuánta gente trabaja en los hangares?

—Durante el día unas cincuenta personas más los guardianes y por la noche no quedan más de una docena de guardia.

—Eso quiere decir que tanto si se destruyen de noche como de día habrán víctimas. No se pueden aceptar planes donde se produzcan víctimas.

—Más víctimas habrá si no intervenimos.

—Para ello disponemos de una inteligencia superior, piensen ustedes en otros planes, para eso los hemos elegido.

—Hay mas información— dijo Zeneos— dentro de dos días llegan unos Americanos para hablar con los nativos, según sabemos ellos llevaran órdenes concretas y los programas para los Droms y los misiles. Hemos cogido habitación en el mismo hotel donde se van a alojar y Benjamín intentará conseguir información. Sabemos que al día siguiente se entrevistaran en Petra con el jeque y el que parece el jefe de las tribus implicadas en el proyecto.

Los componentes del consejo callaron unos segundos, después Aytom director del centro del Himalaya, con el que había hablado muchas veces Benjamín — les dijo — los miembros del consejo permaneceremos aquí unos días hasta que consigamos saber lo que se proponen y podamos trazar un plan; en cuanto sepan alguna cosa más nos volveremos a reunir.

Dicho esto se levantaron y abandonaron la sala. Al día siguiente llevaron a Benjamín cerca del puerto de Jaffa y desde allí cogió un taxi que lo llevase al hotel Envasador donde tenía echa la reserva. Dos horas más tarde llegó un matrimonio con pasaporte norteamericano. El señor según rezaba en su pasaporte era oficial de la marina de Estados Unidos. Unos minutos más tarde llegó un señor que en apariencia viajaba solo.

El señor preguntó en recepción si podía alquilar un helicóptero para visitar Petra y Benjamín escuchó como el recepcionista le decía que un matrimonio había pedido uno para el día siguiente.

—Podría sentarme a la mesa de ese matrimonio, para preguntarles si serian tan amables de aceptarme en su compañía. Dicho eso acercó su mano cerrada al recepcionista y le dio una propina.

Será como usted quiera— dijo el recepcionista— pero si no lo llevan siempre podemos pedir otro, después le dio la llave de la habitación contigua a la del matrimonio. Benjamín había untado gel bajo las mesas del comedor y de la cafetería, para que Zeneos y Cronos pudieran escuchar lo que se hablaba en ellas.

En la cena se sentaron juntos, Benjamín procuró sentarse cerca de ellos y prestar atención en mitad de la cena el camarero les comunicó que un mensajero quería hablar con ellos, al momento entró un nativo y les entregó un sobre, el oficial de marina lo leyó y después lo pasó al otro ocupante de la mesa. La señora preguntó.

— ¿Qué dicen?

— Que está todo preparado en Petra para... mañana. A las diez debemos estar allí.

Después hablaron con el recepcionista para quedar de acuerdo con el piloto y fijar la hora de salida antes de retirarse.

Benjamín también se retiró y ya en su habitación por medio del cuadrado se puso en contacto con Zeneos y comentaron la conversación, en realidad habían hablado muy poco o nada sobre lo que les interesaba. Al día siguiente salieron temprano rumbo a Petra, mientras Benjamín con ayuda de un guía visitaba la ciudad.

Antes de las diez Zeneos y Cronos estaban en la base de Petra, pero el helicóptero no aparecía y decidieron recorrer el camino a Petra, por si los veían venir de todos modos si hablaban en la tienda podrían escucharles. Al llegar por las inmediaciones de las ruinas vieron dos Helicópteros aparcados y una tienda muy cerca de ellos. Estaba claro que la reunión se había celebrado en el emplazamiento de las ruinas y no en la tienda del hangar. Por lo tanto no podían escuchar lo que decían. Media hora más tarde salía el Jeque Salám al Akim y subiendo a su helicóptero se alejo, no tardaron mucho los americanos en salir de la tienda y acercarse al helicóptero donde les esperaban el piloto y la señora. Entonces comprendieron por que hablaban tan poco en presencia de la señora “ella no sabía nada de lo que llevaban entre manos los caballeros, creía que estaban en Israel para cerrar negocios en los que ella no debía inmiscuirse.

Cuando Benjamín llegó al hotel tenía un mensaje de Zeneos, cogió el cuadrado y se puso en contacto con él.

—Benjamín no hemos conseguido escuchar sus conversaciones, tendrás que entrar en su habitación esta noche y leer su mente antes de que se vayan y nos sea más difícil conseguir datos, te aconsejo que lo hagas entre las tres y las cuatro de la madrugada.

—De acuerdo lo aré mándame una nave para recogerme al mismo punto donde me dejasteis.

Como le dijo Zeneos a las tres de la madrugada Benjamín salía de su habitación completamente concentrado, paró ante la puerta del americano que estaba solo, se concentró en la cerradura y la puerta se abrió pasando al interior le ordenó fundirse en un profundo sueño y a continuación se introdujo en su mente informándose de todo cuanto le interesaba. No necesitó pasar a la otra habitación la información era cuantiosa, salió cerrando la puerta tras de sí amanecía cuando pidió la cuenta y un taxi, que lo dejó en el punto acordado para subir a la nave la cual no tardó en aparecer.

Apenas habían entrado cuando apareció Zeneos, Cronos y Liin, las primeras palabras de Benjamín fueron ¡hay que reunir al consejo con urgencia! Es más grave de lo que creíamos.

En una hora el consejo estaba reunido.

Esperamos sus informes— dijo Aytom.

Benjamín tomó la palabra.— como ustedes saben me instalé en el mismo hotel donde estaban los americanos, al no poder conseguir información de sus planes, tuve que introducirme en su habitación y leerles el pensamiento, lo que descubrí me estremeció. Sus planes son peor de lo que creíamos.

En primer lugar les entregaron tres llaves USB, una para cada base con las órdenes especificas a cada Drom y a cada misil. Más o menos era lo que esperábamos que sucediese; lo que no nos podíamos imaginar es que la flota americana del Mediterráneo se encontrará entre Israel y Egipto en la fecha señalada para el ataque. Por otro lado, el portaaviones Clinton se encontrará con su escolta cerca de Acaba. Esto no tendría más importancia, si no fuera porque los almirantes de cada flota son Judíos familiares de Ashkenazis; lo mismo que su más directo superior. Por lo tanto son quienes dirigen el complot y se han comprometido a disparar sus misiles contra Israel para que este país desaparezca.

—¡Eso es terrible! Exclamó Barnard.

—Pero eso no es todo, es lo que han hecho creer a los hijos de Astoret.

—Por favor prosiga — añadió Aytom – explíquese y no le interrumpamos.

Benjamín mentalmente fue explicando el plan.

—Las órdenes recibidas de los americanos son, que el ataque se realizara el cuatro de Abril a las cuatro de la tarde del año en curso 2014 como verán todo termina en cuatro. Siguiendo el plan de ataque, la base de Jordán será la primera en atacar los Altos del Golán volando a ras de suelo con dos mil Droms una vez eliminadas las defensas, otros dos mil entraran en Israel para eliminar las bases y las guarniciones cercanas al Líbano, mientras que el resto atacará las ciudades, los tres ataques se realizaran con media hora de intervalo. Según sus planes la aviación del sur de Israel acudirá al norte dejando desprotegido el sur momento en que atacarán las bases del sur de Israel dos mil Droms del Sinaí y a continuación el resto destruirá las ciudades. El tercer ataque se producirá cruzando el Mar Muerto, es fácil entender que será la base de Petra la mitad de los misiles llevarán un dispositivo aire— aire con búsqueda de aviones la otra mitad con objetivos concretos destruirán parte de Jerusalén y las ciudades limítrofes.

¿Y donde entran los americanos? Preguntó Barnard.

—Según el plan previsto los americanos con la excusa de ayudar a Israel atacaran las fuerzas que puedan quedar, eliminando todo resquicio de defensa.

— Pero precisamente ahí es donde cambian los planes de los americanos; en vez de eliminar las defensas que puedan quedar de Israel, su plan es lanzar sus misiles con cabezas perforadoras sobre Acaba y una línea trazada sobre el desierto en dirección al Mar Muerto, su plan es realizar un cauce que lleve las aguas del mar Rojo al mar Muerto.

Cronos Preguntó — ¿es posible que tengan éxito?

Barnard contestó — Si el mar Muerto es el punto más bajo del Planeta con una depresión de 417 metros bajo el nivel del mar. No son tantos kilómetros hasta que empieza la depresión y debemos contar con la fuerza del agua cuando encuentra un camino, casi un tercio de Israel quedaría inundado sin contar los efectos causados por el tsunami que esto provocaría.

—Falta saber si tienen suficiente poder explosivo.— dijo Barnard

Creo que si – contestó Benjamín — lo tienen bien calculado y como ha dicho usted cuentan con la fuerza del agua. Pero eso no es todo ustedes se preguntaran ¿para qué quieren inundar Israel? La respuesta es que si tienen éxito con esta operación; la siguiente será repetirla inundando el Sahara por Mauritania, para lo cual armaran a los saharauis para que ataquen a Marruecos y tener la excusa pertinente para soltar sus bombas sin importar las vidas que cueste.

Liin había estado callado, pues como le dijo su maestro Shon es mejor escuchar para aprender de los demás que enseñar lo que tú sabes. Y en este caso además no sabía nada. Exclamó.

— El plan es maléfico ¿qué les puede reportar de beneficio inundar él Sahara y cuanta gente debe morir para conseguirlo? No lo comprendo.

—Todo tiene un fin— contestó Benjamín — detrás de todo está el interés capitalista de empresarios que creen que con el deshielo de los polos, provocado por el calentamiento global, sus hoteles paradisíacos desaparecerán engullidos por las aguas y han calculado que repartiendo agua se podría evitar en parte la subida de los océanos, seguramente ya estarán buscando nuevos lugares para inundar en la Tierra y crear nuevos mares; aparte de eso dispondrían de más terreno donde edificar cerca del mar. Imagínate un vergel en pleno desierto además eso frenaría en parte el proceso de desertización.

El silencio se hizo patente durante unos segundos que parecían siglos todos pensaban para sus adentros, Barnard rompió el hielo.

— La idea no es tan mala como la forma de llevarla a cabo, típico de mentes egoístas y crueles. Posiblemente muchos de los que contribuyen en este proyecto no vivan para conocer su desarrollo ni disfruten de las ganancias.

— Si y de eso debemos encargarnos nosotros— contestó Aytom como jefe del consejo y prosiguió.— lo que ocurra después no tiene importancia si truncamos sus planes al principio, debemos centrarnos en el día cuatro del cuatro y en cómo frenar el ataque de los Droms y de los misiles americanos a ser posible sin que se entere Israel, piensen todos los de esta sala en una solución y sin faltar mañana quiero respuestas. Acto seguido se levantó y salió de la sala todos le siguieron a excepción de Cronos, Zeneos Liin y Benjamín .

Zeneos miró a Benjamín , exclamando parece ser que nos encargan la resolución del conflicto, como la vez anterior.

Si – contestó Benjamín — pero la otra vez era cuestión de pocos misiles aunque muy potentes, pero en esta ocasión no nos sirve la misma táctica.

—Porque no hablamos con Suzuki, de los vídeo juegos también se aprende dijo Liin.

—No se pierde nada con preguntarle, contestó Zeneos.— aunque no creo que nos sirva de mucha ayuda, ves a por él Liin, necesitamos saber si a resuelto y tiene preparado como bloquear a Israel, al menos tendríamos alguna cosa concreta que ofrecer al consejo.

No tardó en aparecer por la sala Suzuki acompañado por Liin.

— Para que soy bueno.

¿Queremos saber si tienes resuelto el sistema para interferir los radares y los ordenadores de Israel? Preguntó Zeneos.

— Tengo una orden oculta en el X—39 (avión experimental americano encargado de bloquear satélites) y por si falla he utilizado el mismo sistema que tiene Israel para bloquear a las naciones limítrofes en caso de ataque.

—¿Si usas el mismo sistema que Israel, no bloqueará sus radares y ordenadores? apuntó Liin.

— Todos los caminos sirven para ir y volver— contestó Suzuki – en este caso volver. No obstante si todo fallase puedo colocar una orden o virus que destruya o desconecte las centrales eléctricas y deje a Israel sin energía.

—“Por si acaso algo falla” no estaría de más que te prepararas— dijo Cronos.

—Por lo que veo la cosa va en serio —contestó Suzuki. Se puede saber que ocurre.

Zeneos explicó lo sucedido y le confirmó la fecha del ataque a Suzuki.

Suzuki estaba perplejo pero contestó, bien estaré preparado.

—Zeneos añadió. Dime hay algún videojuego en que se destruyan muchas naves.

Suzuki se rió y después añadió, es uno de los juegos más antiguos.

— ¿Y cómo los eliminan? Siguió preguntando Zeneos; en realidad él nunca había tenido en sus manos un ordenador ni había jugado con una play.

— Con un láser – contestó Suzuki— se derribaban con un láser, todo el mundo lo sabe.

— Por un momento Zeneos enrojeció, el era un experto en física cuántica y química pero no conocía nada de los juegos de los ordenadores, aunque en realidad no les hacía falta a los Nefilin, pues sus sistemas eran más perfectos y hasta cierto punto más efectivos, ellos no necesitaban satélites y sus cuadrados solo podían ser activados por la mente de su propietario. No obstante no creía que pudieran derribar tantos Droms con láser. Salieron de la sala con la convicción de que deberían buscar otra solución.

Liin y Benjamín abandonaron juntos la sala. Benjamín parecía ausente sus pensamientos estaban abarcando un extenso abanicos de posibilidades, pero siempre volvía a la solución más fácil, destruir los Droms en las bases era lo más sencillo y con una mínima cantidad de vidas, incluso podrían dormir a los guardias y evitarles la muerte, cada noche podrían eliminar una base con explosivos parecía la opción más asimilable y como quería el consejo sin pérdida de vidas.

Llamó a Zeneos y le comentó el plan. A Zeneos pareció gustarle era lo más parecido a lo que pedía el consejo. Que no hubiera víctimas. Ambos se retiraron pensando que habían dado con la piedra filosofal.

Al día siguiente se reunió de nuevo el consejo. Aytom como el más viejo del consejo tomó la palabra.

— ¿Han pensado ustedes alguna solución?

Zeneos expuso el plan de Benjamín para eliminar los Droms al terminar nadie respondía.

Benjamín se quedó perplejo no parecía gustarles su plan e intervino.

— ¿Qué ocurre? ¿No les gusta el plan?

—Señor Benjamín ya habíamos pensado en esa posibilidad. ¿Ha pensado usted qué no tenemos explosivos? Y en el caso de utilizar sus propios misiles para explosionarlos ¿Han pensado ustedes en el enorme ruido que provocarían? Hace dos años ustedes consiguieron parar una guerra sin hacer ruido, no podemos pedirles menos que la otra vez, ustedes son mentes privilegiadas y pueden encontrar una solución que no provoque tanto estruendo. Si no tienen más que ofrecer llámennos cuando tengan alguna solución.

—Un momento que ocurrirá si no encontramos otra solución.

—Cabe la posibilidad de no inmiscuirnos en este conflicto.

—Pero ustedes pueden evitar muchas muertes.

— Me alegra que usted piense en las vidas de los semejantes, eso demuestra que encontrará una solución.

Dicho esto se levantaron y salieron de la sala, Barnard hizo saber a Benjamín que deseaba hablar con él. Benjamín salió tras él Barnard se esperó para que le alcanzara (en realidad el doctor Barnard era el director del centro de suiza con el que Benjamín solía hablar a menudo y el cual le había introducido en el CERN) Barnard le dijo.

—¿Qué te ocurre? Te has quedado sin ideas.

—Verdaderamente no sé lo que quieren.

—No debe preocuparte si no encuentras otra solución de una u otra forma se solucionará el problema. El consejo tendrá que decidir por sí mismo, no se van a quedar de brazos cruzados. (No todos los componentes del consejo eran Nefilin entre ellos habían personas que como Benjamín y el profesor Shon, habían demostrado estar a su altura, Barnard era uno de ellos y dirigía el centro en Suiza)

— Sí yo también pienso lo mismo pero me pone nervioso, su modo de actuar exigen sin dar explicaciones.

—¿Las necesitas? Piénsalo bien creo que no, comprendes las cosas fácilmente, tal vez lo que eches en falta es un pequeño reconocimiento a tu interés por colaborar.

—Como siempre tienes razón, tal vez sea un poco egoísta.

—¡No! es nuestra educación desde la infancia, debemos aprender de ellos, nunca es suficiente cuando se trata de proteger vidas humanas.


Barnard se alejó y Liin se acercó a Benjamín . El cual le hizo un comentario.

—¿Qué te parece Liin? El consejo nos pide milagros mientras Zeneos pregunta como destruir marcianitos.

— Estás un poco irónico. Contestó Liin

Dichas estar palabras Benjamín se quedó como paralizado o ensimismado caminó un poco y se sentó sobre una roca que sobresalía como un banco, Liin lo miró sin atreverse a hablarle.

—Eso es gritó de repente, levantándose hay cosas que no se solucionan con la ciencia aunque esta ayude, a veces la cosa más ambigua es la solución, busquemos a Zeneos.

Se concentraron y pronto dieron con él.

—¿Qué ocurre? Preguntó.

— El pequeño útil que utilicé para excavar la roca puede ser la solución.

— ¿Cómo? Preguntó Zeneos.

— Recuerda aumentamos su potencia añadiendo un regulador, no sabemos cuanta potencia le hemos dado ni a qué distancia puede ser efectivo, tampoco sabemos si puede destruir un Drom cargado de misiles, creo que es el momento de comprobarlo. Podríamos volver a Eritrea y comprobar que han hecho con la maquina.

—¿Realmente crees que puede destruir un misil? preguntó Zeneos.

— Si es más efectivo contra los metales que contra la roca y te seguro que contra esta es muy efectiva. Ya te explique cómo funciona.

Cogieron la nave y se dirigieron al centro de Eritrea. No perdieron el tiempo y al llegar se dirigieron directamente al laboratorio para comprobar los resultados. Allí comprobaron cómo Venaje (el jefe de investigación) había hecho otras dos membranas cambiando la aleación de cobre por otros elementos, según sus teorías así conseguirían más vibración que se traduciría en más potencia. El alojamiento de la membrana constaba en una circunferencia estaría activada por unas neuronas sintéticas conectadas a un semicírculo en su parte trasera y el envoltorio de la pequeña maquina estaba construido con plástico inerte. Pero la maquina no estaba montada. No obstante Venaje les dijo que al día siguiente montarían las tres maquinas y por la tarde podrían probarlas.

Benjamín se pasó toda la mañana ayudando y estudiando la tecnología Nefilin. Aproximadamente a las cinco de la tarde salieron en dos naves hacia un punto concreto del desierto donde se había librado una gran batalla en la segunda guerra mundial y había muchos tanques y vehículos convertidos en chatarra y abandonados. Colocaron las maquinas sobre trípodes a kilómetro y medio para ir acercándose poco a poco y ver a cuantos metros eran efectivas. Su sorpresa fue que una de las maquinas movió un vehículo sin destruirlo como si temblara. Se acercaron a mil doscientos metros y reservaron la que parecía más potente las otras dos maquinas no lograron ningún resultado; decidieron probar la que habían reservado y desaparecieron dos vehículos temblando los del alrededor y dejando como un poco de vapor.

Ya no había duda, era la más potente. Probaron las otras dos maquinas a mil metros y solo consiguieron hacer temblar los tanques. Estaba claro que las otras dos membranas tenían menos potencia y decidieron seguir con la más potente. A mil metros le ordenaron disparar sus ondas y el resultado fue impresionante. Desapareció toda la chatarra a mil doscientos metros de distancia y doscientos metros de ancho una nube de partículas se depositaba en el suelo era lo que en anterioridad les había parecido vapor.

—Creo que sé lo que pretendes— dijo Liin.— pero la nube puede taparte el resto, aunque se disuelve bastante rápida.

—No es una nube son las partículas descendiendo al suelo, pero no son un problema podemos incluir un detector y dispara a ciegas.

—O incluso — dijo Zeneos — que disparen automáticamente cuando los detecten.

Recogieron las maquinas y regresaron al centro. Allí acordaron con Venaje desarrollar la maquina como había dicho Zeneos para que funcionara automáticamente. Pero Benjamín quería saber cuántas maquinas podrían fabricar en dos meses a lo que contestó Venaje.

—Primero necesito el permiso del consejo, no es lo mismo una investigación que una fabricación.

— Sí, pero ¿cuántas podrías fabricar?

Venaje quedó un momento pensando, al fin contestó.

—Unas cien.

—Necesito quinientas antes de dos meses.

Venaje se quedó perplejo, contestando.

—Eso es impensable.

—No si recibes ayuda y el consejo te lo dará.

—Tendrían que ayudar otros centros y dais por sentado que lo aprobará el consejo.

—El consejo se encuentra reunido en el centro del Líbano y mañana hablaremos con ellos. No pierdas tiempo y piensa en que te pueden ayudar.

Esa misma noche salieron hacia el Líbano y al día siguiente estaba reunido el consejo, Benjamín cogió la palabra para explicar su plan. Que en realidad no era más que destruir naves como en el juego pero en vez de usar un láser usarían su pequeña maquina de eliminar electrones con ondas. Solo tenían que buscar el lugar idóneo en el desierto para destruir los Droms, allí no habría peligro de hacer daño a las personas y conseguirían su objetivo. Por otro lado unas naves interceptarían los misiles lanzados por las flotas y los depositarían en el desierto del Sinaí donde serian destruidos por las naves utilizadas para interceptar los Droms del Sinaí. Benjamín explicó detalladamente el plan.

—Los Droms de la base “Jordán” serán los primeros en salir, tardaran unas dos horas en llegar a As Suwaydä en territorio Sirio de aquí a los altos del Golán les queda otra hora. Lo cual quiere decir que a las tres horas cerca de los altos soltarán los misiles los cuales buscaran sus objetivos. El ataque se dividirá en tres oleadas cada una con objetivos diferentes y con intervalos de quince minutos. Según sus planes una vez eliminadas las defensas de los altos del Golán el resto de los Droms no encontraran resistencia. Mi plan es interceptar los Droms en cuanto crucen la frontera de Jordania con Siria en pleno desierto antes de llegar a As Suwaydä. Calculo que viajaran agrupados y a ras de suelo, con ciento cincuenta naves podríamos tener cubierto el perímetro aunque preferiría disponer de doscientas. Entre las tres oleadas hay tiempo para que desaparezca la neblina ocasionada por la desintegración de los Droms. Lo cual quiere decir que unas naves deben quedar en un nivel superior para vigilar y evitar que pueda escapar algún Drom de los últimos. El ataque se iniciará a las trece horas para llegar a sus objetivos puntualmente a las dieciséis horas. Con la última oleada de Jordán entraran en escena por el sur los Droms del Sinaí, según sus cálculos los aviones Israelíes del Sur acudirán a defender el Norte dejando el Sur desprotegido. Esto no ocurrirá pues Suzuki anulará los radares de Israel. Pero si debemos interceptar los Droms del Sinaí Estos debemos interceptarlos a unos cincuenta kilómetros de la base, antes de que lleguen a la frontera con Israel y se dispersen la hora será las dieciséis quince. La última oleada será la de Petra de allí saldrán a las diecisiete horas; se dirigirán a Karak a unos cuarenta kilómetros entre Karak y Madaba, cruzaran la cordillera y sobrevolaran el mar Muerto, entrando por el centro de Israel con suficiente autonomía para que los cien primeros se encarguen de buscar aviones con misiles aire— aire y lo mismo ocurrirá con los últimos cien, esperan qué sean suficientes y que los americanos se encarguen del resto de los aviones israelíes. El resto de los Droms destruirían sus objetivos. Aquí necesitaremos ayuda de los Droms de Jordán pues los Droms de Petra se separaran antes de cruzar la cordillera.

El plan es terrorífico y si todo sale como tienen previsto poco o nada podrá hacer Israel para no ser eliminada de la faz de la Tierra.

Hecha la explicación por Benjamín , Zeneos pidió ayuda al consejo para el centro de Eritrea. La cantidad de naves pequeñas debería ascender a quinientas para poder desarrollar el plan, mas unas cincuenta naves grandes para interceptar los misiles americanos.

El más profundo silencio se escuchó en la sala. Todo el consejo comprendía lo diabólico del plan y su cuidada planificación.

¿Qué plan piensan llevar a cabo con Israel? Preguntó un miembro del consejo.

—No queremos que intervenga, por tanto eliminaremos sus radares, ordenadores y aparatos de detección a las quince horas; durante cuatro horas será casi imposible que sepan lo que ocurre.

Barnard intervino. Señor Benjamín sinceramente creo que su plan es el mejor que podemos llevar a cabo y si no pasa nada, no abra víctimas.

El anciano Venaje tomó la palabra. Bien señores han cumplido su encargo, a partir de ahora nosotros nos encargamos de todo. La próxima reunión será el primer día de abril, les espero a todos. ¡A! Zeneos usted no puede irse tiene que hacerse cargo de que la fabricación se lleve a cabo. ¿Cómo se llama la máquina de hondas?

—No tiene nombre.

— Siendo así llamaremos a las hondas “de Ben”. Y a la maquina también “de Ben”.

El consejo abandonó la sala. Al salir Cronos preguntó a Benjamín .

¿Qué piensas hacer mientras tanto?

—Me iré a mi casa allí siempre tengo trabajo.

¿Qué tipo de trabajo?

—Como viste dirijo una bodega, pero en el sótano de mi casa es donde investigo. En la actualidad con lo que he aprendido de vosotros, estoy investigando como se producen las secuencias de información entre el axón encargado de enviar información a las Neuronas, por medio de los griales o mitocondrias, ya sé que vosotros los utilizáis sintéticos desde hace mucho tiempo. Pero yo quiera saber su funcionamiento exacto.

Liin que los acompañaba preguntó.

Benjamín ¿explícame cuando hablabais tu y Zeneos de nano partículas, Bossón de Higgs y Fotón a que os referíais. No entiendo nada tampoco tengo estudios para saberlo.

—A Liin, casi sería mejor que no lo supieras y no pensases en ello pero intentaré darte una explicación que comprendas.

—Hasta hace poco la parte más pequeña que se conocía era el átomo ¿conoces el átomo?

—Sí, con sus protones, electrones y neutrones. Hasta ahí llego.

—Bien, pues el fotón es la luz, no solo es la unidad también la partícula encargada de transmitirla. Mientras que el Bossón de Higgs es el responsable de la masa, diríamos que es el constructor de toda la masa del universo. Podemos decir que es el coagulante por el cual se crea la masa; sin el Bossón las partículas vagarían por el espacio a la velocidad de la luz. Por ese motivo le llaman la partícula de Dios. Hace un año se ha podido fotografiar en el CERN. Espero haber contestado a tu pregunta.

—Sí dicho así parece muy sencillo.

Los tres siguieron dialogando por el pasillo. Benjamín dedicó unos días a ayudar a Zeneos en el desarrollo y la fabricación de las máquinas y las naves. Visitaron el centro de Nueva York y el de China donde dejaron a Liin, de allí regresó a Requena mientras, Suzuki y Cronos seguían investigando en el Líbano.


El despertador de Benjamín sonó a las siete y media de la mañana, todavía con algo de sueño (pues había regresado a las dos de la madrugada) se dirigió al aseo antes de enfundarse el chándal, cuando se disponía a salir escuchó una voz que decía ¿Quién es? ¿Eres tu Francisco? Benjamín se volvió al oír la voz de Soraya.

—No, soy yo Benjamín .

Soraya al verlo se abalanzó sobre él abrazándolo y dándole un efusivo beso en la mejilla.

—¿Ya has regresado? ¿Cómo te ha ido el viaje?

—Muy bien Soraya, me disponía a correr por los viñedos, no tardaré mucho en poco tiempo, estará aquí Francisco y ya os contaré en el desayuno.

— Está bien no tardes mucho.

Benjamín salió de su casa y a la media hora volvía a entrar, después de una reconfortable ducha bajó a la cocina donde le esperaban Soraya y Francisco el cual lucía una escayola en el brazo.

—Buenos días, Soraya y Francisco ¿que hay para desayunar…? Francisco ¿Qué te ha ocurrido en el brazo?

—Estos días ha hecho mucho frío y amanecía con placas de hielo pisé una y resbalé, me caí y al apoyarme me rompí el hueso por encima de la muñeca.

—¿Hace muchos días?

—No fue anteayer. ¿Podríamos usar la bañera?

—Si después del desayuno, prepara un batín y ropa interior.

—¿Qué es eso de la bañera?

Francisco puso cara de haber dicho lo que no debía, mientras Benjamín miraba fijamente a Soraya mientras le decía.

—Soraya debes acostúmbrate a ver cosas raras en esta casa, como sabes soy investigador, estudio las cosas más insólitas.

—Sí, Francisco me dijo que eres un sabio.

—No no soy un sabio, más bien una persona que colabora con otras en temas de Física, química, astrología. etc. Y sin embargo tengo mucho que aprender. El sótano lo uso para mis investigaciones y por eso te pido que no bajes sin mí, pues podrías ponerte en peligro. No obstante tengo secretos que no puedo difundir, entre ellos una bañera con un liquido capaz de curar. Comprende lo que ocurriría si fuera de dominio público; debo respetar los avances de la ciencia hasta que esta decida hacerlos públicos.

—Sí lo entiendo, no diré nada; puedes hablarnos de tu viaje.

— O los viajes de estudios son muy aburridos, investigadores explicando lo que parece inexplicable, en ocasiones pienso que todos están un poco chiflados. De todas formas me han dado la oportunidad de volver a Nueva York y visitar algunos viejos conocidos.

—¿Alguna mujer? Preguntó Soraya. Benjamín quiso saber hasta qué extremo le habían borrado la mente y contestó.

—Sí Alina

—¡Alina! Que nombre más bonito ¿la conociste de estudiante?

— Sí, era la profesora y es muy fea.

—Soraya sonrió mientras recogía la mesa, Benjamín se levantó y cogió el resto poniéndose a fregar los platos mientras Soraya limpiaba la mesa. Francisco se levantó y dirigiéndose a Benjamín le dijo.

—Ahora vuelvo.

Se fue a la bodega y al poco tiempo estaba de vuelta con la ropa y dispuesto a introducirse en la bañera. Benjamín se dirigió a Soraya.

—Esto es cosa de hombres.

—No te preocupes yo tengo trabajo en la bodega, hay pedidos que preparar.

Dicho esto se quitó el delantal y salió de la casa. Mientras tanto Benjamín y Francisco bajaban al sótano. Francisco observó una pequeña modificación entre las dos bañeras estaba la camilla y sobre esta una especie de red sujetada por una grúa.

—¿Qué es esto? Preguntó.

— He creído conveniente la instalación de la grúa con mando a distancia, pues no siempre podemos estar acompañados y al salir de la bañera no tenemos fuerzas. Me dio la idea la freidora de patatas. Ahora desnúdate y ponte sobre la camilla.

Francisco obedeció, nunca había visto Benjamín a Francisco desnudo aunque si sabía de la grabe cogida que había tenido en una novillada, cuando intentó ser Torero; la cual según palabras del propio Francisco lo había dejado incapacitado para hacer el amor y mucho más para tener hijos. El cuerpo de Francisco presentaba una fea cicatriz formando un mal semicírculo, desde el ombligo a la ingle que desembocaba en el pene el cual conservaba no así los testículos que habían desaparecido, entre el hombro izquierdo y el pecho otra cicatriz de unos doce centímetros confirmaba la grabe cogida que había sufrido. Benjamín le puso una careta con unos tubos por los que respirar, cogió el mando y le dijo.—Quince minutos— Francisco movió la cabeza en plan afirmativo y Benjamín lo sumergió en el liquido pastoso y verdoso.

Pasados los quince minutos lo sacó y lo introdujo en otra bañera con agua limpia para posteriormente dejarlo sobre la camilla y taparlo con una gran toalla. Poco a poco Francisco fue recobrando las fuerzas, mientras Benjamín le quitaba la escayola. Francisco se incorporó moviendo la mano y comprobando que el brazo estaba completamente curado, instintivamente se tocó el hombro izquierdo y cual fue su sorpresa al no tocar la cicatriz, con rapidez se libró de la toalla, las cicatrices habían desaparecido casi en su totalidad aunque quedó un poco frustrado al ver que seguía sin testículos. Benjamín intentó consolarlo.

—El líquido cura no restituye lo que no existe, pero las cicatrices tanto por fuera como por dentro desaparecerán.

—Perdona Benjamín pero al ver que desaparecían las cicatrices me había hecho falsas esperanzas.

—Lo entiendo de todas maneras te sentirás más ágil y ligero ahora vístete e iremos a la bodega; quiero que me expliques como va todo.

El resto del día lo pasaron revisando los caldos y analizándolos, mientras cenaban seguían hablando de los vinos hasta que Soraya dijo.

—Señores en mi país decimos que “hay un tiempo para cada cosa y una cosa para cada tiempo” ¿no creen ustedes que el trabajo ya ha terminado?

Los dos hombres se quedaron fijos en Soraya. No volvieron a nombrar el trabajo en toda la cena. Después de cenar y charlar un rato Francisco se iba a la bodega quedando solos Benjamín y Soraya.

Soraya aprovechaba para sentarse en el sofá junto a Benjamín y charlar con él mientras se cogía a su brazo. Benjamín cada vez se acordaba menos de Ana y deseaba más a Soraya, sabía que Soraya lo amaba y solo el recuerdo de Ana le impedía declararle su amor lo cual ya parecía inevitable. Dos semanas más tarde, Benjamín necesitaba realizar unas compras y mientras cenaban le dijo a Francisco.

—El coche está a punto mañana pensaba ir a Valencia tengo que hacer unas compras.

—Si las llaves están donde siempre colgadas en la bodega, ¿quieres que te lleve?

—No quiero conducir, pero si Soraya quiere puede acompañarme.

—Si si, no conozco Valencia y dicen que es muy bella.

—Pues Francisco no nos esperes en todo el día, iremos de compras.

Al día siguiente Soraya estaba nerviosa casi no les dejó terminar el desayuno, Benjamín se dio cuenta y subió a su habitación cogió dinero y la tarjeta y cuando salió, Soraya ya estaba en la puerta, ambos caminaron hasta la bodega y cogieron el automóvil dirigiéndose a la capital. Después de realizar las compras que necesitaba, Benjamín le dijo.

—Bien ahora donde quieres que te lleve.

—No sé tú eres quien conoce Valencia.

—Bien entonces yo elijo vamos de compras al mercado central.

—Benjamín aparcó su coche en la plaza de la Virgen y a continuación cruzaron la plaza redonda en dirección al mercado central. Soraya se quedaba mirando los encajes en los puestos de la plaza redonda, mientras Benjamín tiraba de ella, ante el mercado le hizo levantar la vista para que viera la hermosa arquitectura del mercado, después le hizo asomarse a la Lonja de la Seda, por fin entraron en el mercado todos los productos eran de primera calidad; Soraya preguntó a Benjamín .

—¿vamos a comprar algo?

— Lo que tú quieras, tú pides y yo pago.

El resultado fue que salieron con cuatro bolsas de víveres y se dirigieron a la plaza de la Reina. Soraya preguntó a Benjamín .

—¿qué edificio es ese parece una iglesia?

— Es la catedral, pero ahora no nos da tiempo de visitarla o se hará muy tarde para comer, donde quiero llevarte, volveremos otro día. Pero ahora daremos un rodeo y veras las torres de Cuart y de Serranos.

Benjamín salió a la calle Játiva y giró a la derecha en busca del río, Soraya quedó perpleja al ver las monumentales Torres de Cuart, pero aún se sorprendió más al ver la belleza de las torres de Serranos. Sus sorpresas no iban a terminar, todo le parecía maravilloso, cuando de pronto observo algo que la dejó sin habla, la ciudad de las Artes y las Ciencias. Benjamín pasaba de largo y Soraya le dijo.

¿Qué no paras?

—Después de comer volveremos. –respondió Benjamín mientras se dirigía al Palmar. Solo ver el pueblo le vino a la mente las veces que venía a saborear el famoso Allipebre de anguilas, el pueblo había cambiado pero no tardó en identificar el restaurante al que solía ir con su padre. Antes de entrar se acercaron a la orilla de la albufera y divisaron el paisaje, unos patos alegraban el día. Después disfrutaron de la comida en la que no faltó un plato de las típicas anguilas y un arroz a banda. Al ir a pagar Benjamín pidió hablar con el propietario y después de presentarse y tener una agradable conversación le entregó una tarjeta de su bodega, con la promesa de buenos precios y mejores vinos.

Abandonaron El Palmar y se dirigieron a Valencia, aparcaron en el centro comercial El Saler. Las tiendas llamaban la atención de Soraya como un imán, Benjamín la invitó a entrar en las que quisiera al cabo de una hora tuvieron que bajar al coche y descargar las bolsas. Benjamín se dirigió a Soraya.

—¿Crees que hemos terminado? O hay que comprar alguna cosa más.

— No ya es suficiente, el día te ha salido muy caro.

— Por ahora no es problema, vamos a pasear.

Salieron a la calle y divisaron la ciudad de las ciencias en todo su esplendor el sol había salido de entre las nubes y destellaban sus azulejos. Cogidos de la mano deambularon, intentando retener toda su belleza en la retina, casi anochecía cuando volvieron al coche y emprendieron el viaje de regreso, en menos de una hora estaban en casa, Benjamín llevó el coche hasta el porche y se dispusieron a descargarlo mientras vieron acercarse a Francisco que les había visto llegar. Entró en la casa cuando Soraya destapaba los paquetes y sacaba la ropa de las bolsas.

Mira Francisco lo que he comprado.

Soraya no se cansaba de mirar la ropa y ponérsela sobre el cuerpo, la alegría que reflejaba su rostro era contagiosa. Francisco y Benjamín reían con ella hasta que Francisco dijo.

—Habrá que hacer la cena.

—Soraya dejó los vestidos y cogiendo de la mano a Francisco lo condujo a la cocina.

—Mira, mira lo que hemos comprado en el mercado, “ese tan bonito”

—¿El mercado Central?

— Si ese.

— La misma alegría que mostraba con la ropa mostraba ahora con la comida, poco a poco hicieron la cena y la degustaron. Francisco se llevó el coche y Benjamín se sentó en su sofá y puso la CNN. No tardo Soraya en sentarse a su lado cogiéndolo del brazo como solía hacer todas las noches. Benjamín se decidió a preguntarle.

—¿Eres feliz Soraya?

—Si soy muy feliz.— Mientras en su interior pensaba— seria más feliz si me besases.

Benjamín no pudo aguantar más, rodeándola con los brazos y mirándola fijamente a los ojos junto sus labios a los de Soraya. Una explosión de amor oculto se desencadenó entre los dos jóvenes, ninguno de los dos podía ocultar su deseo, esa noche fueron las personas más felices de la Tierra, Soraya al fin había sido correspondida.

Mientras Soraya preparaba el desayuno con Francisco le decía.

—Me quiere Francisco, Benjamín me quiere.

—¿Te lo ha dicho él? ¿Se te ha declarado?

Soraya se quedó un momento parada y seria, después respondió con una sonrisa.

—No no me lo ha dicho, pero me lo ha demostrado “me quiere” y soy muy feliz.

Francisco sonrió y decidió callar, alguna cosa había pasado esa noche, sus sospechas se confirmaron cuando regresó Benjamín y sin mediar palabra dio un largo beso a Soraya sujetándola por la cintura. Francisco sonreía durante todo el desayuno. Al fin Benjamín dijo.

—¿Qué te pasa estas muy contento?

—Dímelo tu ¿Qué ha pasado aquí? Para que entres besando a Soraya.

—No es un secreto que Soraya y yo nos amamos.

—No, pero te has hecho de rogar.

Los tres rieron, pero la más feliz era Soraya no podía ocultar su amor por Benjamín y al fin era correspondida.


Los días pasaban felizmente se acercaban las Fallas en Valencia y Benjamín recordó la promesa hecha a Soraya de visitar el casco antiguo de la ciudad.

Mientras comían Benjamín preguntó a Francisco.

—¿Sabes en Valencia donde se puede reservar un restaurante en fallas? Quería llevar a Soraya y aprovechar el día.

—Si quieres puedo decirle a un amigo que reserve mesa en el bar al que solemos ir cuando hay corrida de Toros. Este año estoy invitado el día diecisiete, torea un amigo y no me quisiera perder la corrida por nada del mundo.

—¿El diecisiete no abra mucho jaleo?

—Jaleo hay todos los días, el diecisiete y el dieciocho es la ofrenda y eso le puede gustar a Soraya.

—¿Qué es la ofrenda? Preguntó Soraya.

— Es como una procesión en que hombres y mujeres van vestidos con el traje típico y llevan flores a la virgen. En medio de la plaza se instala una gran imagen con el cuerpo de maderas cruzadas donde se van depositando las flores, construyendo así el vestido.

—Debe de ser muy bonito; quiero verlo.

—Entonces no hay más que hablar, reserva la mesa para después de la dispara.

—De acuerdo yo estaré en el bar, no suelo ver la dispara, me divierto más hablando de toros. Otros años he ido en coche a Burjasot y allí he cogido el metro, después he vuelto a recoger el coche.

—Me parece bien así lo aremos.

El día diecisiete como había dicho Francisco salieron a las nueve con dirección a Burjasot allí dejaron el vehículo y cogieron el metro, que les dejó en la estación central. Desde allí visitaron varias fallas del entorno y Francisco les mostró el bar en que tenían reservada la mesa para comer, no estaba muy alejado de la estación central. Se separaron quedando en acudir al coche, cuando terminara la corrida. —Soraya dijo.

—¿No podemos quedar a una hora concreta?

—Las corridas se pueden alargar.— contestó Benjamín — nosotros procuraremos estar a las ocho y media en el coche.

La pareja se dirigió a la catedral y después a la basílica posteriormente a la plaza del Ayuntamiento, les dio tiempo de ver la falla y la maleta. Al terminar esta se fueron a comer; Francisco estaba en su ambiente entre gente conocida, charlando alegremente. Al verlos entrar llamó rápidamente al camarero, el cual les acomodó en una mesa.

Por la tarde después ver varias fallas, se acercaron por detrás del Palau de la Generalitat para ver la ofrenda. La gente lo abarrotaba todo, como pudieron accedieron a una parte más elevada junto a la basílica allí estuvieron a lo largo de media hora en que Benjamín le dijo a Soraya.

—Vámonos mañana la veremos en la televisión, aquí hay mucha gente. ¿Dime Soraya te quedan ganas de andar?

—Sí, no estoy cansada.

—Bien pues vamos a ver la falla Na Jordana.

Salieron al río y siguiéndolo llegaron a la falla, allí compraron buñuelos y paseándose se marcharon por las calles del casco antiguo en dirección de la estación donde debían coger el metro cuando llegaron al coche Francisco les estaba esperando. Soraya estaba agotada y con los pies hinchados pero feliz, lo que no le cabía en su cabeza era que los monumentos tuvieran que ser devorados por el fuego, por más que Benjamín intentaba explicárselo, ella decía que era de bárbaros destruir tanta belleza. Después de una reconfortante ducha y comer se sentaron frente el televisor, no tardó Soraya en trabar conversación.

—Benjamín ¿Cuándo volveremos a Valencia?

—Cuando terminen las fallas por ahora estoy saciado mañana y pasado mañana no se podrá transitar ya has visto hoy la gente que había. ¿Qué es lo que quieres ver?

—Mañana hay ofrenda y pasado mañana por la noche las queman.

—Sí, mañana podrás ver la ofrenda por la televisión y la Cremà también. Créeme las veras mejor que entre toda la gente y cómodamente sentada en el sofá. Si quieres al año próximo elegiremos otro día para ir por este año ya estoy satisfecho.

— Si tienes razón yo también estoy agotada, la veremos en la tele.

—Si quieres puedes ver una corrida de toros, Francisco las ve todas.

—No no creo que me gusten, según tengo entendido maltratan al animal y lo matan.

—Son opiniones, según Francisco “qué fue torero” si no se lidiasen toros estos animales solo existirían en los zoológicos. Con la lidia los machos viven cuatro años a cuerpo de rey y después demuestran su bravura frente una persona que lo mata con una espada, te recuerdo que el Toro tiene dos espadas.

—¿Tu lo apruebas?

— No es cuestión de aprobarlo o no, es tradición y para mucha gente arte. Tampoco soy religioso y tolero que los demás lo sean, ¿Qué te parece si yo quisiera eliminar las fiestas católicas. Por ejemplo las fallas, mucha gente no las ve como una fiesta religiosa pero en realidad es la festividad de San José. Y volviendo a los toros te has preguntado cuanto vive una ternera criada para la carne, o un pollo, un cerdo etc. No es mi incumbencia ni me creo capacitado para emitir juicios, solo puedo decir lo que me gusta y lo que no, respetando la opinión de los demás.

—Puede que tengas razón, pero a mí no me gusta ver morir a un animal.

Estas fueron las últimas palabras de Soraya antes de dormirse sobre el hombro de Benjamín . Mientras este miraba un reportaje sobre china le vino a la mente el último encuentro con el maestro Shon, en que le preguntó sobre el significado de la túnica azafrán y el manto marrón rojizo que llevaba encima y que había visto en muchos lugares y monasterios.

—Benjamín –contestó Shon— no todos los monjes son poseedores de la suficiente sabiduría para llevarla, hay quien la tiene como distintivo del monasterio. En realidad solo la pueden llevar los iniciados.

—¿Y como se sabe que son iniciados?

—Los iniciados encuentran por ellos mismos el camino a los verdaderos monasterios. Antes había tres, uno en china otro en el Tíbet y este perdido entre las montañas cerca de Mongolia los chinos destruyeron los otros dos; solo queda este que compartimos con los Nefilin.

—¿Encontró el camino Liin?

—Sí y pasó la prueba, al igual que tu estuvo siete días sentado frente la caverna es muy inteligente, pero debe vencer su juventud con meditación. Está llamado a sucederme pero no debe saberlo.


El sueño vencía a Benjamín y decidió acostarse. Pasaron las fallas y al día siguiente por la tarde al bajar al sótano halló un mensaje en el cuadrado, reclamándolo con urgencia en el centro del Líbano. Con rapidez subió en busca de Soraya.

—Soraya una vez te dije que en ocasiones tengo que salir de viaje de improviso y que no debes hacerme preguntas.

—Sí, así es.

—Pues ha llegado el momento he recibido un mensaje y debo partir cuanto antes.

—¿Quieres algo para cenar?

—No no hace falta.

—¿Y ropa?

— Tampoco la tengo en el sótano.

Benjamín dio un profundo beso a Soraya y se dirigió al sótano, mientras Soraya subía a la habitación y le ponía en una bolsa de mano ropa interior. Al menos que pueda cambiarse. Pensaba Soraya, cuando bajó llamando a Benjamín este no contestaba, Benjamín le había hecho prometer que no bajaría al sótano sin él. Pero como él ya estaba en el sótano se decidió a bajar; lo llamó una y otra vez después inspeccionó el sótano; allí no había nadie, no cabía duda Benjamín se había ido. A Soraya le pudo más la curiosidad y aunque sin tocar nada observó cada rincón del sótano, sobre una gran mesa, una cantidad de probetas y alambiques dos cuadernos con apuntes y formulas que sobre ser profesora no entendía, observó que no había lámparas, la luz parecía salir de las paredes. Otra mesa con cajas de diferentes tamaños y otra libreta, aquí pudo leer algunas palabras sueltas como mitocondrias y griales algunas palabras eran ilegibles. Una pizarra estaba llena de formulas y en la parte baja ponía ¡SI! Daba la sensación que había tenido éxito, en otro rincón un banco con herramientas comunes de las que se pueden encontrar en cualquier Taller, dos pares de zapatillas le llamaron la atención, nunca las había visto en los pies de Benjamín eran muy rústicas. Siguió observando, una estantería con muchos frascos con líquido, en un rincón varios desperdicios de metales y posiblemente algún tipo de plástico. Un banco con un ordenador una pantalla y muchos otros aparatos desconocidos un cuadrado de madera parecido a una table, con una pantalla que parecía de piedra pulida no media más de quince centímetros de lado y un centímetro de grosor.

Una gran nevera, un horno, un soplete con sus respectivas botellas y un equipo de soldadura eléctrica. Pero lo que más le llamó la atención fue las tres bañeras la camilla y la grúa. Una tenía un líquido verdoso y pastoso la que estaba junto a la camilla agua limpia y la del otro lado un líquido rosa. Pensó estos deben ser los líquidos que curaron a Francisco. Al otro lado dos columnas llenas de cables parecían dos electroimanes y entre las dos flotando una espiral, parecida a la concha de un caracol partida por la mitad; en medio de las dos mitades unos destellos llamaron la curiosidad de Soraya, al mirar en medio vio que estaban separadas por aproximadamente un centímetro, era como si ya lo hubiera visto en alguna parte, su primer impulso fue tocarlas pero recordó las palabras de Benjamín no debes tocar nada, hay líquidos que te podrían hacer mucho daño. Un escalofrío recorrió su espalda. Había prometido a Benjamín que no bajaría sola al sótano y ahora estaba sola, subió los pocos peldaños que le separaban de la casa y vio como la luz desaparecía tras ella antes de cerrar la puerta. Se sentó en el sofá no sabía si había hecho bien o mal. No había tocado nada por lo tanto esperaba que no se enterase Benjamín .

Mientras tanto Benjamín llegaba al Centro del Líbano, en su pequeña nave, se puso su túnica de Nefilin y se dirigió al comedor, era la hora apropiada para la cena, allí encontró a Suzuki y se sentó junto a él.

—Hola Suzuki.

—Bien venido Benjamín .

—¿Sabes qué ocurre?

—No esta gente habla en silencio y yo no me entero de nada, les he pedido que me construyan unas antenas y no sé si las están construyendo o no. No obstante Cronos anda de cabeza no para un momento, me ha pedido que rastree en torno de Tel— Aviv, pero no sé lo que busca.

—Tratare de hablar con él.

No hizo falta, apenas salía del comedor cuando Cronos venia en su busca con seriedad en el semblante.

—Benjamín , Benjamín bien venido, tenemos que hablar.

—¿Qué ocurre? ¿Dónde está Zeneos?

—Zeneos está pendiente de la fabricación de las máquinas y los transportes, ahora está en el centro de Nueva York.

—Bien cuéntame que ocurre para que me llamaras con urgencia.

— Sabemos positivamente que están colocando una bomba nuclear en un subterráneo de Tel— Aviv, no sabemos dónde ni cómo han conseguido la cabeza nuclear, aunque tenemos fundadas sospechas de que salió de Ucrania.

—¿Alguna secta conocida?

—No creemos que es cosa de la resistencia Palestina ayudada por el gobierno Sirio o Iraquí; posiblemente deseando que los periódicos y los gobiernos se fijen más en Israel y menos en ellos y sus problemas. De todas formas creemos que son los palestinos quienes llevan a cabo el atentado.

¿Por qué en Tel – Aviv y no en Jerusalén?

—Por qué Jerusalén es sagrada para las tres religiones dominantes, no así Tel-Aviv, la cual se identifica más con el pueblo de Israel.

—Bien ¿Qué tenemos?

—Nada no tenemos nada. Empezamos de cero, solo sabemos que la bomba está en Tel –Aviv y nos imaginamos que la depositaran en un sótano o refugio de los muchos que hay allí. Crearían un fuerte terremoto capaz de destruir toda la ciudad.

Benjamín se quedó un momento pensativo, al momento preguntó.

—¿Con cuántos Nefilin podemos contar para mezclarse entre la gente?

—Pocos nuestra altura nos limita, tal vez cinco o seis aunque podemos contar con dos personas que son quienes nos informado; ellos son descendientes de Nefilin que viven junto a sus madres por su escasa estatura y porque no soportan vivir en una cueva, suelen tener claustrofobia. ¿Qué pretendes hacer?

—Conseguir un plano de los refugios, que no debe ser muy difícil y mezclarnos entre la gente para descubrir en qué lugar está la bomba. Dime ¿estos dos son de fiar y tienen poderes?

—Si tantos como tú o yo. En cuanto al plano de los refugios, ya dispongo de uno.

—Creo que deberíamos reunirnos con ellos y discutir sobre el plano. ¿Saben algo sobre el ataque de los Droms?

—Si los mantenemos informados para que huyan con su familia. Mañana nos reuniremos con ellos en Tel-Aviv.

—Cronos ¿escuchaste las noticias de los misiles interceptados por Israel en un barco Panameño?

—Si los misiles eran procedentes de Irán aunque los habían vendido y creían que su destino era sud América. En realidad eran para los palestinos y no tienen nada que ver con los Droms del Sinaí. Israel tiene demasiados enemigos, podríamos decir sin miedo a equivocarnos que está rodeado de ellos.

—¿Y no se lo habrán ganado a pulso?

—Es posible. Pero... también Ucrania tiene problemas con Rusia y no pone bombas.

—¿Qué crees que ocurrirá con Ucrania?

—El consejo cree que todo quedará con la escisión de una parte de ucrania o la división de la misma, no creen en una gran cantidad de bajas y mucho menos que pueda desembocar en una guerra nuclear, en cuyo caso nos veríamos obligados a intervenir. Sabemos que la armada estado anídense del Mediterráneo salió hacia el Bósforo pero ya inició el viaje de regreso y está a punto de llegar.

—Bien centrémonos en nuestro trabajo y cuanto antes solucionemos nuestro problema mejor.


Al día siguiente Cronos y Benjamín se reunieron con los dos confidentes en Tel-Aviv. Extendieron el plano y los confidentes fueron informando de la ubicación de los refugios y subterráneos de la ciudad. La tarea para encontrar la bomba parecía agotadora y tal vez no tendrían suficiente tiempo. Decidieron dividirse en grupos de dos y visitar las diferentes ubicaciones de los túneles. Mientras Benjamín interrogaba al que había dado la voz de alarma que formaba pareja con él.

—¿Dónde te informaste de la colocación de la bomba?

— En el café Safin, escuché como lo comentaban en voz baja dos individuos con turbante. No pude leerles el pensamiento Ni perseguirles pues tenían un coche en la puerta.

—¿Podemos ir allí?

— Si no hay problema.

Los dos se dirigieron al Café y se sentaron en una mesa, más de dos horas esperaron sin que apareciera ninguno de los dos hombres, decidieron abandonar el café y volver más tarde, cerca tenían dos refugios y decidieron visitarlos. No encontrando nada que hiciera prever algún tipo de actividad en ninguno de ellos.

Por la tarde volvieron al Café con el mismo resultado, los hombres que buscaban no aparecieron. Por lo tanto decidieron volver a la casa donde se habían reunido y comprobar si alguien había tenido éxito en la búsqueda.

La respuesta de cronos fue nula ¿y si todo fuera falso y no existiera la bomba? Era una respuesta a tener en cuenta. A Benjamín se le ocurrió una pregunta.

—¿Dónde se reúnen los islamistas?

—Hay un fumadero cerca del mercado, puede ser…

—Mañana iremos allí.

Todos estaban de acuerdo, que si encontraban a los islamistas podrían leerle el pensamiento e informarse de todo, con lo cual tenían el problema resuelto y podían intervenir, decidieron comer y descansar. Al día siguiente cribaron la zona del mercado sin éxito sobre las siete de la tarde uno de los islamistas entró en el fumadero. Avisado Benjamín acudió a la reunión.

—¿Qué ocurrirá? ¿Sabes si tardara en salir?

— Saldrá tarde y en malas condiciones.

—Tenemos que entrar.

—Yo no puedo entrar sin llamar la atención— dijo Cronos.

—Entraremos nosotros— respondió Benjamín , después se dirigió a su acompañante— solo tienes que decirme quien es.

Penetraron en el local y rápidamente salió un señor bajito con turbante preguntando. De momento calló y se apartó Benjamín lo había dejado en estado de espera completamente confuso; fueron penetrando y en uno de los reservados el compañero de Benjamín reconoció al hombre que acababa de entrar. Benjamín le dijo al compañero por telepatía.

—Sueño para todos, tal vez tengamos suerte.

Se concentraron y mientras los cuatro desconocidos se dormían se sentaron a su lado y analizaron sus memorias. Todos habían contribuido a colocar la bomba y pertenecían a la misma organización Ala-Cran de origen Iraquí como creían estaban colaborando con otra formada por palestinos que se llamaban a sí mismos hijos del profeta.

Benjamín consiguió toda la información que necesitaban. Antes de abandonar el local los hipnotizó para que al día siguiente se presentaran a las autoridades y les comunicaran el emplazamiento de la bomba. Solo les quedaba desactivarla. Armados con linternas unos alicates y una palanca Cronos y Benjamín se dirigieron en busca del pasadizo que habían memorizado en el cual ya había estado en la puerta Benjamín y no habían encontrado nada anormal. Debido a que las llaves a los terroristas las había facilitado un funcionario. Llegaron a la puerta y Benjamín puso en marcha las enseñanzas de doctor Shon. Se concentró en la cerradura y esta después de unos largos segundos se abrió, pasaron al interior y cerraron la puerta ya podían utilizar las linternas unas largas escaleras les llevaron a un ancho refugio al fondo una nueva puerta que abrieron contemplando un estrecho pasadizo de no más de un metro de anchura y uno sesenta de alto, al enfocar al suelo comprobaron que no hacía mucho que lo habían utilizado, tanto Cronos como Benjamín tuvieron que encorvarse para penetrar en el. Unos cien metros más adelante se ensanchaba y la luz en las paredes reflejaba signos religiosos y una inscripción que tradujo Cronos decía, aquí empieza el fin de los infieles; una parte de la sala parecía tapada recientemente con tierra. Un nuevo túnel de no más de cinco metros de largo excavado recientemente daba de lleno sobre una pared de cemento y pegada a ella una gran caja de madera (debería haber pasado muy justa por el pasadizo). Benjamín y Cronos no dudaron que era la caja que andaban buscando pusieron las manos sobre ella e inmediatamente Cronos dijo.

—Hay una trampa, debemos abrir por un lado y cortar el cable que va unido a la tapa.

Así lo hicieron y pudieron acceder al interior de la caja donde apareció el artefacto cubierto de cables y con un reloj parado al cual tenía que poner en marcha una llamada de móvil. Cronos puso nuevamente las manos sobre el artefacto y fue dando instrucciones a Benjamín para saltarse las trampas que habían colocado para el remoto caso de que alguien quisiera desactivar la bomba. La bomba no solo fue desactivada; la desmontaron en piezas dejando algunas de ellas inservibles para no poder ser utilizadas. El cuerpo sabía que no lo podían tocar, pero al menos se habían asegurado de que no podría ser usada en algún tiempo. Volvieron a la base dejando en manos de los dos compañeros comprobar si al día siguiente los cuatro terroristas iban a presentarse a las autoridades y confesar lo cual les comunicaron satisfactoriamente.

Marzo se estaba terminando y el cuatro de Abril se acercaba. Un día en que Benjamín hablaba con Suzuki se percató en que habían cometido un error de cálculo.

Habían planificado cortar todas las comunicaciones y bloquear a Israel. Pero no habían pensado en Siria, Jordania, Líbano, Egipto, en fin todos los países que pudieran interferir en el ataque de los Droms y crear algún problema, Suzuki lo tenía todo preparado con Israel pero ¿le daría tiempo de prepararlo con los países por donde debían circular los Droms? Después de comunicárselo a Suzuki (el cual compartió sus temores) decidió hablar con Cronos y comunicárselo al consejo.

Junto a Cronos fueron en busca del anciano director del centro y se lo comunicaron. El anciano sonrió y miró fijamente a Benjamín .

—Señor Benjamín “nadie es perfecto” muchos se dan cuenta de los fallos de pocos, he ahí la necesidad de saber escuchar y no sentirse infalibles. Tengo entendido que usted elabora vino. Las ideas y los planes como el buen vino deben madurar y elaborarse. Todo está elaborado; a excepción de Israel de la que se encargará Suzuki, habrá un apagón general en los radares y equipos informáticos de todos los países limítrofes incluyendo los barcos portadores de los misiles eso nos dará un tiempo añadido; sabemos que los Droms no serán afectados porque van guiados por láser según un sistema informático independiente que a estas horas ya deben tener grabado. Debo informarles que el trabajo en los tres centros de Droms a concluido y solo falta dispararlos. En Israel se ha observado una gran salida o emigración de personas son muchas más las que salen que las que entran y grandes caravanas han huido o están camino del desierto En cuanto a nosotros dado el poco sitio disponible solo unas pocas naves vendrán al centro. Serán independientes llevaran las ordenes programadas solo cuatro naves irán tripuladas que se mantendrán al margen y observaran que todo se desarrolle como hemos planificado. En cuanto a ustedes el consejo ha decidido que Cronos vigile la primera oleada procedente de Libia y cuando esta termine se trasladará a Petra. Zeneos se hará cargo del Sinaí y después se unirá a las naves encargadas de parar los misiles del mar Rojo, usaremos el mismo sistema que en Corea pero esta vez los destruiremos. Por su parte Benjamín usted vigilara Petra y en cuanto Cronos se pueda hacer cargo de Petra usted abandonará la zona para interceptar los misiles del Mediterráneo. Hemos decidido que todos los misiles de las flotas sean trasladados al desierto del Sinaí, para que posteriormente las naves puedan destruirlos y enterrar el uranio; el cual no puede ser destruido en su totalidad por su máquina, aunque pierde gran parte de su radiactividad quedando tan inerte como el plomo.

Dos días después empezaron a llegar naves del modelo pequeño equipadas con la pequeña maquina de Benjamín ostensiblemente mejorada. La capacidad del centro era muy limitada y decidieron no albergar más de veinte el resto de las naves serian las que iban a ser tripuladas, mientras en el centro de Eritrea habían más de doscientas naves armadas con la máquina de Benjamín el resto llegarían de América el mismo día. Todo estaba preparado. El centro del Líbano hervía de Nefilin, hacia miles de años que no albergaba tanta gente, todos los días unas naves llagaban cargadas de víveres. Otras naves observaban las veinticuatro horas las bases de los Droms. Y sin embargo entre los Nefilin Benjamín observaba una enorme tranquilidad que contrastaba con sus sensaciones conforme se aproximaba el día. Informó a Cronos y los días siguientes visito el centro de Nueva York donde estaba Zeneos dando los últimos toques y organizando la partida parecía que los Nefilin lo tenían todo controlado y regresó al centro del Líbano solo quedaba un día y decidió descansar tomar el aire.


Salió al exterior del centro, empezaba a anochecer una brillante luna creciente aparecía por el horizonte, mientras el sol se ocultaba tiñendo el cielo de rojo, se tumbó bajo un árbol e intentó evadirse. A su mente acudieron recuerdos no tan lejanos, su antiguo profesor en Nueva York el cual había sido como un padre para él. El doctor Shon del que tanto había aprendido en poco tiempo y como admiraba su paciente sabiduría. Siempre sabía en cada momento como actuar, como si tuviera la vida programada y programase la de los demás. Recordaba cada una de sus conversaciones.

Poco a poco Soraya acudió a su mente, la amaba y deseaba compartir su vida con ella. Ana había pasado a un segundo plano aunque nunca podría olvidar su alegre rostro.

Tal vez algún día lleve a Soraya a la Paz y visitemos a María y sus padres. Por un momento volvió a recorrer mentalmente el camino que le llevó hasta los Nefilin, afortunadamente hoy no necesitaba recorrer esa ruta…

Poco a poco la noche le envolvió y decidió pasar al interior, el día siguiente debería ser intenso y era mejor dormir, echó un último vistazo y se introdujo en el centro.

Suzuki esperaba a Benjamín se le notaba un nerviosismo poco usual en el, Benjamín le dijo.

¿Qué te ocurre? ¿Te han fabricado las antenas?

—Si ya están colocadas lo que ocurre es que nunca he colaborado con los Nefilin en algo parecido y no sé si estaré a la altura, por primera vez tengo miedo de fracasar. Es mucho lo que les debo y soy feliz entre ellos aunque sé que no me dejarán salir sin borrarme la memoria.

—Quieres irte no debes tener miedo a que te borren la memoria no pierdes nada solo te borran lo referente a ellos y no duele.

— Si lo sé me lo explicó Shon, no quiero irme solo que…

— Lo entiendo a mi me ocurre lo mismo.

— ¿A ti también te pone nervioso? Si tengo entendido que tú lo sabes todo, los Nefilin te admiran y confían en ti.

Benjamín sonrió antes de contestar.

—Nadie lo sabe todo y mucho menos yo, cuanto más sabes más te das cuenta que no sabes nada. Admiro la serenidad de los Nefilin aunque a veces me desquicia. Creo que mejor será descansar mañana tenemos trabajo.

—Si tienes razón.

Ambos se retiraron a descansar, la conversación con Benjamín había tranquilizado a Suzuki.


Al día siguiente las naves procedentes de Eritrea llegaban al Líbano, junto con los Nefilin que las tenían que controlar en sus propias naves; a las trece horas la nave espía de los Nefilin anunció la salida de la primera avalancha los Droms Cronos dio la orden de partir al punto de intercepción, no quería sorpresas de última hora en media hora llegaría y afortunadamente los Droms tardarían dos, tendrían tiempo de estudiar el terreno y afortunadamente fue precavido pues en el lugar elegido para destruirlos una caravana de Sirios huía de la guerra lo cual le obligaba a adelantarse diez kilómetros. Cuando observó dos cazas que se dirigían a la caravana, rápidamente ordenó a cuatro Nefilin que dieran vueltas alrededor de los cazas.

Los pilotos empezaron a notar que los mandos no obedecían era imposible mantener la dirección del avión, al mismo tiempo los marcadores se volvían locos la inercia les llevaba a dar la vuelta y decidieron volver a la base, en cuanto cambiaron el rumbo los controles y los marcadores volvieron a funcionar normalmente.

Las naves se unieron a las otras diez kilómetros más cerca de su objetivo a las catorce y cuarenta y cinco aparecieron en el horizonte los Droms volando a baja altura. Cronos informó al centro de que el ataque era inminente.

Suzuki puso en marcha el plan para anular a Israel, mientras los Droms se ponían a tiro de las naves Nefilin. Estas se colocaron a tres metros del suelo con una distancia de cien metros entre ellas, detrás diez Nefilin se repartían las naves para poder controlarlas la distancia aconsejable a la que deberían disparar era inferior a mil metros. Los Droms se acercaron como un enjambre de abejas les quedaba una hora de combustible después deberían soltar los misiles. Cronos ordenó disparar cinco veces con intervalos de cuatro segundos cuando los primeros Droms estaban a ochocientos metros. La neblina creada impedía ver pero las hondas penetraban a trabes de ella desintegrando los Droms que iban llegando. Cronos elevó su nave no se veía un solo Drom en el aire la primera avalancha había sido aniquilada a lo lejos se podía vislumbrar la segunda escuadrilla, en esta ocasión se mantuvo en el aire hasta que estuvieron a la distancia correcta, entonces dio la orden de disparar. Repitió la operación con la tercera y definitiva avalancha, con el mismo resultado los Droms se convertían en una nube de polvo.

Estaba a punto de retirarse cuando observó dos puntos en el horizonte que se acercaban a gran velocidad; pronto se dio cuenta que eran dos misiles, seguramente algún Drom averiado los habría soltado. Después de destruirlos ordenó a dos Nefilin que siguieran el rastro de los Droms hasta el campamento en Jordania y destruyeran todo cuanto encontrasen en el camino, mientras el partía en ayuda de Benjamín.

Los dos Nefilin recorrieron el camino en dirección al campamento de Jordania, por el camino destruyeron más de treinta Droms averiados con sus misiles. En llegar al campamento, varios mecánicos en el exterior del hangar intentaban poner en marcha cuatro Droms. Los Nefilin tenían orden de no causar bajas y optaron por crear un pequeño tornado dando vueltas rápidas, después lo fueron conduciendo sobre los mecánicos los cuales se refugiaron en el hangar, momento que aprovecharon para hacer desaparecer los Droms. Después aumentaron la potencia del tornado y lo dirigieron al hangar, las personas que quedaban huyeron hacia los camiones y todo terreno al salir y no ver los Droms creyeron que era el castigo de los dioses y huyeron en los vehículos. Los Nefilin aprovecharon para destruir la base.

Mientras tanto Zeneos se encargaba de los Droms del Sinaí con las naves procedentes del centro que los Nefilin poseían en el sub suelo de Nueva York. Y cuya entrada estaba en el lago Ontario cerca de Niágara.

Mientras tanto en Israel imperaba el caos nadie sabía lo que ocurría los ordenadores no funcionaban la energía eléctrica se cortaba y volvía cada X tiempo la confusión era general y a nadie le daba tiempo a buscar una solución. El primer ministro fue informado de la imposibilidad de comunicarse o de utilizar los ordenadores. Decidieron sacar los viejos aparatos de radio y mandar emisarios a las tropas para que estuvieran alerta. ¿Pero cómo? Los radares no funcionaban los ordenadores no podían disparar misiles de defensa solo podrían utilizar armas clásicas con tecnología anticuada. Los aparatos de los aviones no funcionaban y sin embargo los aviones procedentes del exterior aterrizaban sin problemas aparentes. Lo que no sabían es que eran dirigidos por las naves Nefilin comandadas por Tomás el cual tenía la misión de salvaguardar el espacio aéreo de Israel y evitar accidentes.

A la hora oportuna los Droms de Petra iniciaron el despegue, Benjamín estaba en posición esperándolos. Antes había inspeccionado el entorno no encontrando nada anormal que le impidiese interceptarlos en el lugar acordado. Los Droms de Petra eran los más antiguos y los había modernos que doblaban en velocidad a los más viejos por lo tanto pese a salir todos juntos llegaban en oleadas con la orden de cruzar la cordillera en cierto punto y soltar los misiles al cruzar el mar Muerto. Aunque eso poco interesaba si eran interceptados con anterioridad.

Solo habían destruido la primera y más peligrosa avanzadilla cuando llegó Cronos y tomó posesión de la defensa; entonces Benjamín pudo marcharse con las naves interceptoras en busca de los misiles del mar Mediterráneo.

Por su parte Zeneos había dado buena cuenta de la base del Sinaí y se colocaba en posición para recibir los misiles de la flota del mar Rojo. En cuanto estuvieron ambos en posición, volvieron las comunicaciones a todos los países limítrofes con Israel. Los barcos recuperaban todo su potencial, hablaron entre ellos los dos almirantes y comprobando que no recibían comunicación con Israel decidieron que este debería estar arrasado y por lo tanto podían lanzar los misiles, achacando las interferencias al gran ataque que habría soportado Israel, el cual podría haber creado un campo magnético que produjera las interferencias.

Los misiles salían de los barcos con intervalos de treinta segundos uno tras otro eran interceptados por los Nefilin y utilizando el mismo sistema que dos años antes habían utilizado con Corea, los depositaban en el desierto del Sinaí, cómo siempre alejados de los núcleos habitados.

Treinta misiles con cabezas perforadoras, capaces de provocar un terremoto fueron lanzados por cada flota y dispuestos por los Nefilin para su destrucción.

Mientras tanto Zeneos y Benjamín dejaron una pequeña flotilla de naves Nefilin vigilando las flotas americanas, por si había más lanzamientos. Se reunieron junto a los misiles y procedieron a su destrucción. Las comunicaciones se restablecieron en todo Israel y los efectos que parecían paranormales desaparecieron una sensación de normalidad invadió Israel y sin embargo los mensajes y correos electrónicos proliferaban a sus alrededores, los hijos de Astoret ya no ocultaban sus comunicaciones, preguntándose unos a otros lo que había podido ocurrir y donde estaban los Droms que no habían llegado a su destino. Algunos achacaban a la ira de la diosa que mandara tornados a destruir sus bases y el abandono de los aliados americanos, los cuales creían que no habían disparado sus misiles. Y mientras tanto los jefes de las flotas se preguntaban cómo podrían explicar la desaparición de los misiles si no había ocurrido nada en Israel. Ya que la excusa para lanzarlos era la defensa del estado israelí y ¿qué había pasado con los que se habían disparado?


Al día siguiente y una vez comprobado que no habrían más misiles. Las naves de los Nefilin abandonaron la zona. Zeneos, Cronos, Tomás, Suzuki y Benjamín fueron llamados al centro de China, allí les esperaba el gran consejo. Benjamín preguntó a Tomas (especialista en conducir naves).

—¿Qué ruta piensas tomar?

Tomas contestó con una sonrisa.— La más bonita y directa aunque nos desviemos un poco, así podrá ver con sus propios ojos lo que la guerra ha hecho en algunas ciudades.

La nave despegó y en poco tiempo volaban sobre Irak, Tomas se dirigió directamente a Bagdad. La capital presentaba signos de su anterior belleza y cicatrices de la guerra soportada, era el vivo ejemplo de la intolerancia humana. La guerra terminó pero las bombas seguían estallando. Al ver la cara de Benjamín Zeneos interrumpió sus pensamientos.

—Entiendes por qué somos contrarios a las guerras. Benjamín se contestó a sí mismo. Nunca había utilizado la fuerza en beneficio propio, solo para defenderse en casos extremos y aborrecía la arrogancia con que se manifestaban algunas personas.

La ruta seguía por Teherán, Tomas dio un rodeo a la ciudad, las mezquitas y minaretes destacaban sobre ella, siguieron sobrepasando Mashhad, mas tarde sobrevolaron Kabul y terminaron la visita a las principales ciudades de la ruta en Islamabad, al salir de la ciudad se dispusieron a cruzar la cordillera en dirección al centro de China donde les estaban esperando.

Al bajar de la nave Liin les estaba esperando, recibiéndoles con una oriental sonrisa y añadiendo.

—Bienvenidos, todos están informados del éxito de la misión, tenéis tiempo libre hasta las cuatro, hora de la reunión con el gran consejo.

Los Nefilin se fueron a reunirse con sus familias, dejando a Benjamín dialogando con Liin y Suzuki.

Suzuki estaba triste por lo que preguntó Benjamín .

—¿Qué te ocurre? Deberías estar contento de haber colaborado en el éxito de la misión.

—Y lo estoy, también de haber salido y ver otros países. Sabes hasta hoy no me había dado cuenta lo crueles y destructivas que son las guerras. Mi vida se reducía al ordenador y como burlar las barreras y en todo caso huir de la policía, claro antes de conocer a los Nefilin.

—¿Y ahora? Preguntó Liin.

—Ahora quisiera saber que hablan los Nefilin al menos escuchar como ellos. Para mi impera el reino del silencio pocas veces hablo con alguien.

—Eso tiene solución— dijo Liin – me llamas cuando quieras hablar y yo dialogaré contigo.

—Benjamín comprendió la soledad de Suzuki.

—Suzuki no tienes poderes y por tanto no puedes comunicarte por telepatía, pero si pueden los Nefilin hablarte a ti telepáticamente, solo que tu tendrás que hablar como siempre. Esta tarde se lo podemos pedir aprovechando el éxito de la misión. Si lo conseguimos no te será fácil, te advierto que lleva un aprendizaje.

— Bueno tu se lo pides, a ti te harán más caso yo ya me encargaré de aprender.

A las cuatro en punto estaban todos frente la sala del gran consejo. Tras ellos todos los Nefilin que habían intervenido en la destrucción de los Droms. Pasaron a la sala, Zeneos, Benjamín , Cronos, Tomas y Suzuki se quedaron de pie en la zona que quedaba libre en la gran mesa donde estaba sentado el consejo con un nuevo consejero que no era otro que el doctor Shon. El resto de los Nefilin se sentaron alrededor. De los conocidos por Benjamín estaban Yosafer, Aytom, Yusi Li, Barnard, Zarco y Shon, también reconoció al viejo Acad al cual le temblaba ostensiblemente la mano. El resto los había visto aunque no conocía sus nombres.

Alguien les invitó a sentarse y poner las manos abiertas sobre la mesa como era costumbre.

El viejo Acad, habló a Benjamín — si señor Benjamín como usted piensa no tenemos remedio para todo. Tengo Alzheimer, aunque hace más de cincuenta años que retraso sus efectos. A mí me cuesta concentrarme, hablara Aytom.

Aytom les comunicó el agradecimiento del consejo a todos los que habían participado en el proyecto, en especial a los cinco que habían dirigido la operación y les pidió que siguieran investigando y colaborando con el único motivo de conseguir la paz mundial y así poder seguir viviendo en este planeta irreemplazable. Una vez hubo terminado. Benjamín hizo saber que tenía una petición.

—Expóngala usted— dijo Acad.

Todos sabemos lo que aquí se ha dicho. Excepto Suzuki, ya que él no dispone del poder de comunicarse, al menos se le podría dar el poder de escuchar, ese si se le puede dar, en mi mundo equivaldría a ser sordo y mudo. Y más, es merecedor de tal privilegio si tenemos en cuenta su inestimable colaboración.

—Tiene usted razón a partir de mañana se le instruirá para entendernos.

Los miembros del consejo no malgastaban el tiempo, se levantaron y fueron saliendo. Dos miembros del consejo lo esperaban a la salida Shon y Barnard.

Los cinco se despidieron en el interior de la sala con una innegable satisfacción en el rostro. Zeneos preguntó a Benjamín .

¿Qué piensas hacer a partir de ahora?

—Regresar a mi casa; me espera una mujer a la que amo y con la que quiero compartir mi vida. Seguiré estudiando e investigando tengo algunas investigaciones entre manos.

¿Puedo preguntarte de que se trata?

—Si busco una energía limpia y barata y la forma de dar de comer a los necesitados.

Liin interrumpió.— se puede quitar a los ricos y darlo a los pobres.

—No es ese el camino, yo vendo vino a los que pueden pagarlo y utilizo parte de sus beneficios en obras sociales. Es una forma de beneficiar al que menos tiene con el dinero de los que más tienen, “sin robar”. Pero hay que saber elegir a quien se beneficia no todos son merecedores de la ayuda.

—Como siempre tienes las cosas claras— añadió Zeneos.

Se despidieron y salieron de la sala. Al exterior se le acercaron Shon y Barnard. Benjamín se sintió muy complacido al volver a ver al viejo maestro; con Barnard se reunía a menudo en el centro de Suiza. Hablaron largo y tendido, mucho había que contar en los dos años que no había visto a Shon. Ya finalizando la conversación con Shon Barnard le preguntó.

¿Vuelves a casa?

—Si inmediatamente.

—¿Puedes llevarme al centro de Suiza?

— Si por descontado.

Benjamín y Shon se despidieron y con una nave pequeña emprendieron el viaje de regreso. Benjamín dejó a Barnard en Suiza y emprendió el viaje de regreso a su querida Requena con el pensamiento fijo en Soraya.

Aparcó la nave y subió a la casa; Francisco y Soraya estaban en la cocina preparando la cena.

—¿Hay cena para uno más? Dijo Benjamín sonriendo.

No le dio tiempo de decir nada más Soraya se echó en sus brazos, recibiéndolo con un cálido beso. Francisco después de darle la bienvenida le comunicó que cenarían tortilla mixta de patata y cebolla con un tomate como ensalada.

—Humm, riquísimo— contestó Benjamín — ya echaba en falta la tortilla.

Durante la cena no pararon tanto Francisco como Soraya de hacerle preguntas sobre los países que había visitado y con quien había estado. Como siempre Benjamín contaba aquello intrascendente y terminaba diciendo que las reuniones con los científicos eran muy aburridas.

—En la sala he dejado unas postales de los sitios que he visitado y ahora contadme como van las cosas por aquí.

Estuvieron hablando largo tiempo hasta que Francisco decidió que era hora de retirarse y dando las buenas noches cerró la puerta tras de sí, emprendiendo el camino de la bodega. Benjamín y Soraya pasaron a la sala donde estaba el televisor y ojearon las postales. Soraya las miraba con mucha atención.

—Es como si conociera estos lugares del Líbano.

—Es posible— contestó Benjamín — no hace mucho que hicieron un reportaje en la televisión.

— Eso debe ser— dijo acurrucándose bajo el brazo de Benjamín .

—Dame la mano— dijo Benjamín mientras se quitaba el anillo que llevaba en el dedo meñique de la mano izquierda, y colocándole el anillo a Soraya le dijo.

—Este anillo perteneció a la única mujer que he querido, la mataron el día que lo compre; solo podía entregarlo a la persona con la que quiero compartir el resto de mi vida, te ruego que lo aceptes si estas dispuesta a ello.

Soraya no contestó, las lágrimas surgían de sus ojos como una cascada de alegría, se abrazó a Benjamín apretándolo contra su cuerpo y después de un largo y profundo beso lo miró y pudo articular unas palabras.

—No te arrepentirás; yo te quiero con todo mí ser— susurró mientras se abrazaba de nuevo a Benjamín . Soraya se sentía la mujer más feliz del mundo y valoraba en su justa medida el paso que había dado Benjamín . ¿Qué más podía pedir? Si en pocos meses había pasado de ser la mujer más desdichada del mundo a encontrar la felicidad junto a un hombre al que amaba y admiraba con todo su ser.


Los días pasaban felizmente para la pareja, las cepas habían brotado y se preveía una buena cosecha. Una tarde cuando ya estaban en la casa paró un coche del que bajaron tres hombres. Benjamín como todas las tardes se encontraba en su despacho tomando nota en el ordenador de sus ideas.

Soraya abrió la puerta.

—¿Qué desean? Preguntó mientras observaba a los tres visitantes; a uno de ellos lo conocía era un guardia municipal del pueblo, el cual había servido de guía a los otros dos. El guardia preguntó.

—¿Está el señor Benjamín ? Estos señores quieren hablar con él.

— Si está en el despacho, pasen ustedes. Los condujo al despacho mientras decía.

—Benjamín estos señores quieren hablar contigo.

—Pasen ya les atiendo, cerró el ordenador mientras decía ¡siéntense por favor!

Los visitantes fijaron su vista en los múltiples diplomas que colgaban de las paredes del despacho, lo cual les daba la justa imagen de los conocimientos adquiridos por Benjamín . Las tres personas se quedaron de pié frente a Benjamín este salió de detrás de la mesa y les dio la mano uno por uno, después les volvió a invitar a sentarse y se sentó frente a ellos.

Bien ustedes dirán.

Señor Benjamín — dijo el más viejo— nos han recomendado hablar con usted sobre un tema que creemos de suma importancia. Yo soy periodista y ufólogo y el señor Montoro es meteorólogo, seré breve e iré directamente al caso. Han llegado a nuestras manos unas fotos hechas con un móvil por una persona del pueblo y quisiéramos su opinión.

Alargó la mano y entregó unas fotos a Benjamín , después de observarlas concienzudamente vio que alguien había fotografiado la sombra de la nave. Y dirigiéndose a los visitantes les dijo.

Este efecto lo he observado en varias ocasiones no es más que el reflejo de la sombra de los automóviles al cruzarse con otros, los cristales de los edificios lo reflejan como sombras, según el ángulo de reflexión y la claridad de la noche proyectan sombras o no. El fenómeno se ve en contadas ocasiones.

El ufólogo preguntó.

¿Cree usted en los extraterrestres?

—Siento decirle que mientras he trabajado para la NASA, ese ha sido uno de los estudios principales. Hoy tengo la respuesta; no hay lugar en nuestro sistema solar donde se pueda desarrollar vida, al menos como la conocemos y mucho menos una civilización que pueda visitarnos. Respecto a visitantes de otros sistemas solares , la estrella más cercana es Alfa Centauro la cual está a una distancia de 4,39 años luz, equivalentes a 42 billones de kilómetros. A partir de aquí pueden ustedes calcular a qué velocidad debería circular una nave para trasladarse a otra galaxia y cuantas generaciones se necesitarían y más teniendo en cuenta que la máxima velocidad es la de la luz y es imposible alcanzarla sin desintegrarse.

Como ustedes comprenderán ni nos han visitado ni nos pueden visitar, nadie puede estar seguro de que se encuentre vida en otros planetas, pero si estoy seguro de que no los visitaremos ni nos visitaran.

Los visitantes atendían sin atreverse a interrumpir, se hizo el silencio por unos minutos, el ufólogo preguntó.

¿Entonces todos los datos de que disponemos sin explicación científica?

—No todo puede explicarlo la ciencia hay muchos casos en nuestras vidas a los que no encontramos lógica. Los antiguos inventaron o crearon los dioses para dar una explicación a sus preguntas y actualmente parece que ustedes quieren achacar a extraterrestres todo aquello que no pueden explicar. Sinceramente llevo toda mi corta vida descubriendo enigmas y buscando soluciones y les puedo asegurar que muchas de las cosas que hoy nos parecen extrañas tendrán explicaciones sencillas en el futuro. No quiero con esto que dejen sus investigaciones pero si les aconsejaría que las observen desde otro ángulo muy distinto, les puedo asegurar que no hay nada en este mundo que no pertenezca a él. Usted como periodista tiene la ocasión de hacer algo por evitar la destrucción de este planeta, esa es la auténtica realidad y el peligro más cercano, créame cuando le digo que es el único que tenemos; haga pensar a sus lectores sobre el planeta que heredaran sus hijos y nietos.

El periodista y ufólogo se levantó y puesto en pie miró concienzudamente los diplomas y menciones de Benjamín sin articular palabra, mientras el meteorólogo se dirigía al periodista.

Ya te puse al corriente de que las fotos deberían tener una explicación lógica.

El periodista se dirigía a Benjamín .

—Solo puedo decir que es usted directo y que su fama y estudios le avalan, también quiero decirle que llevo muchos años acumulando datos sobre fenómenos extraños y no voy a abandonar ahora. Pero le prometo que los veré desde otro punto de vista.

Dicho esto se despidió dándole las gracias por recibirles.

Al día siguiente Benjamín , al salir de su casa con el chándal dispuesto a correr, encontró las fotos hechas añicos y esparcidas por el suelo. Respiró profundamente había entendido el mensaje y en el futuro seria más cauto a la hora de utilizar la nave, pero ahora se le presentaba un futuro feliz junto a Soraya, habría más tiempo para correr aventuras e intentar salvar el mundo. Pensaba que demomento escribiría sobre los peligros a que se enfrenta la raza humana, con intención de prevenirla sobre posibles desastres. A continuación se perdió corriendo entre los viñedos.


Publicado el 3 de agosto de 2022 por Edu Robsy.
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