Tom Sawyer Detective

Mark Twain


Novela



Capítulo 1

Bueno, estábamos en la primavera siguiente a la época en que Tom y yo liberamos a nuestro viejo negro Jim, que, como esclavo desertor, se hallaba encadenado en la granja que tenía Silas, el tío de Tom, en Arkansaw. La escarcha se estaba despejando del suelo y del ambiente también, y el tiempo de andar con los pies descalzos todo el día estaba cada vez más próximo; luego llegaría la época de jugar a las canicas, más tarde la del Mumbletypeg, en seguida la de las peonzas y los aros, luego seguiría la de las cometas, y en seguida llegaría el verano y podríamos ir a nadar. El hecho de mirar hacia adelante de ese modo y darse cuenta de lo lejos que todavía está el verano, hace que a un niño le entre la morriña. Sí, le hace suspirar y andar triste por ahí, algo le pasa y no sabe qué es. Pero, de cualquier manera, sale, taciturno y pensativo, y busca un lugar un poco solitario, allá arriba en la colina, a la orilla de un bosque, y allí se queda, mirando hacia el gran Misisipi que corre por debajo, alcanzando parajes donde los árboles parecen nebulosos y oscuros, de tan lejanos y sosegados; todo parece tan solemne, como si todos los que hemos amado se hubiesen ido, y tu mayor deseo fuera estar muerto, y desaparecido también, y así acabar con todo.

¿Es que no sabéis lo que es eso? Es la fiebre de primavera. Así es como se llama. Y, cuando la tienes, quieres…, ¡oh, no sabéis bien lo que quieres!, pero te ocasiona un gran dolor del corazón. ¡Lo deseas tanto! Diríase que lo que principalmente deseas es escapar; huir de las mismas viejas y tediosas cosas a las que estás acostumbrado y estás cansado de mirar, y ver algo nuevo. Ésa es la idea; quieres irte y convertirte en trotamundos; quieres marcharte a países extraños, donde todo es misterioso, maravilloso y romántico. Y, si no puedes hacer eso, te conformarás con muchísimo menos; con tal de irte, irás donde puedas, y tamb

Fin del extracto del texto

Publicado el 11 de marzo de 2018 por Edu Robsy.
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