Daisuke

Natsume Sōseki


Novela



Capítulo 1

Cuando el sonido de los apresurados pasos le llegó desde el otro lado de la puerta, sobre la cabeza de Daisuke colgaban un par de grandes geta. Al alejarse los pasos, las geta se escabulleron lentamente y terminaron por desaparecer. Daisuke se despertó.

Se giró hacia la cabecera del futón y vio una flor de camelia en el suelo. Estaba seguro de haber escuchado como caía durante la noche; el golpe resonó en sus oídos con un ruido seco, como si una pelota de goma rebotara en el techo. Aunque en ese momento pensó que se debía al silencio de la noche, por si acaso había querido asegurarse de que no le pasaba nada y se había puesto la mano derecha sobre el corazón. Había sentido su pulso con toda claridad golpeando contra el borde de las costillas, y entonces se había vuelto a dormir.

Observó la flor durante un rato con mirada ausente. Era casi tan grande como la cabeza de un bebé. Después, como si lo hubiera estado planeando, se puso de nuevo la mano en el corazón y comenzó a estudiar su latido. Últimamente, tenía el hábito de escuchar las pulsaciones de su corazón mientras estaba tumbado en la cama. Como de costumbre, el latido era pausado y firme. Con la mano todavía en el pecho, trató de imaginarse la cálida y roja sangre fluyendo tranquilamente al ritmo de su corazón. Eso era la vida, pensó. En ese preciso instante tenía a su alcance el flujo mismo de la corriente vital. Al tacto parecía como el tictac de un reloj. Pero también era algo más: una especie de alarma que le emplazaba a una cita ineludible con la muerte. Si fuera posible vivir sin escuchar esa campanita, si tan solo su corazón no descontara tiempo con cada latido, entonces, qué despreocupado y tranquilo viviría, cuán profundamente saborearía la vida. Pero… en ese momento Daisuke se estremeció involuntariamente; era un hombre tan apegado a la vida que apenas soportaba imaginar como su corazón latía r

Fin del extracto del texto

Publicado el 28 de abril de 2017 por Edu Robsy.
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