Libro gratis: El Señor de Samarcanda
de Robert E. Howard


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Cuento


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El Señor de Samarcanda

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Edición física


Fragmento de «El Señor de Samarcanda»

El franco estaba cada vez más maravillado; las ciudades del oeste eran cobertizos comparadas con esto. Pasó escuelas, bibliotecas y pabellones del placer, y Ak Boga giro por una ancha puerta, guardada por leones de plata. Allí dejaron sus monturas en manos de unos mozos con fajines de seda, y caminaron a lo largo de una sinuosa avenida pavimentada de mármol, con delgados y verdes árboles a los lados. El escocés, mirando entre los esbeltos troncos, vio brillantes extensiones de rosales, cerezos y ondulantes frutales exóticos desconocidos para él, entre los que las fuentes surgían en brillantes chorros plateados. Así llegaron al palacio, de reluciente azul y dorado bajo la luz del sol, pasaron entre altas columnas de mármol y entraron en una cámara con sus marcos trabajados en oro y paredes decoradas con delicadas pinturas de artistas cathianos y persas, y estambres de oro y plata trabajados por artistas indios.

Ak Boga no se paró en el enorme recibidor con sus esbeltas columnas de piedra y frisos trabajados en oro y turquesas, sino que continuó hasta llegar al inquietante arco de una puerta que se abría a una pequeña cámara con una cúpula azulada, desde la que se veían tras unas ventanas de barrotes dorados una serie de extensas y sombrías galerías pavimentadas en mármol. Allí, cortesanos vestidos de seda tomaron sus armas, y llevándoles de los brazos les dejaron dentro de la cámara, entre las filas de unos mudos gigantes negros con fajas de seda, que sostenían cimitarras de dos manos sobre sus hombros, donde los cortesanos les soltaron los brazos y se volvieron, despidiéndose con voz profunda. Ak Boga se arrodilló ante la figura que estaba en el diván de seda, pero el escocés permaneció sombríamente erguido; ningún homenaje le había sido pedido. Algunas de las simplezas de la corte de Genghis Khan todavía perduraban en la corte de estos descendientes de los nómadas.


47 págs. / 1 hora, 22 minutos.
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Publicado el 26 de julio de 2018 por Edu Robsy.


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