La Tarea del Negro

Silverio Lanza


Cuento


Lino Delgado, curial activo é inteligente, supo que en la calle de las Tres Cruces, tres triplicado, tercero, vivía D. Francisco de Borja Pérez, en compañía de su ama de gobierno doña María del Carmen Pérez y de una encantadora hija de la doña Carmen y de Paco Pérez, un cochero de punto que murió en Viernes Santo.

Lino dudo de las relaciones intimas entre D. Francisco y doña María, pero no siendo Pepita un pimpollo, era indudable que Don Francisco gratificaría bien á quien se casase con Pepita. Y se casaron.

Pero la muerte arrebato á Don Francisco en la flor de su vejez; y revolvió Lino el Negociado de Ultimas Voluntades y se convenció de que D. Francisco había muerto sin testar.

—No importa, se dijo.

Y al inscribirse en el Registro aquella defunción, apareció doña Carmen como viuda del D. Francisco, y Pepita como huérfana del finado. Y así Pepita Pérez heredo como hija (soltera) de D. Francisco y de doña Carmen, y siguió Pepita Pérez y Pérez (casada), siendo esposa de D. Lino Delgado é hija de doña María del Carmen y de Paco.

Desgraciadamente, no fué satisfecha la vindicta pública, pero el delincuente sufrió su pena, porque otro curial averiguo el delito, y pidió á la mamá—con anuencia de Pepita—la mano de doña Josefa Pérez y Pérez, soltera é hija de D. Francisco y de doña Carmen. Cuando Lino quiso revelarse le remitió su compañero la Ley de Enjuiciamiento criminal.

Lino sigue casado, y sin esposa ni dinero; y el otro marido de Pepita no debe estar tranquilo; porque, si muere Lino Delgado, se casa doña Josefa Pérez y Pérez, viuda, é hija de Paco y de doña María del Carmen, con el primer barbián que la corteje.

Y es que los pillos hacen, casi siempre, la tarea del negro.


Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.
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