Libro gratis: Carlitos
de Baldomero Lillo


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Cuento


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Carlitos

La historia de una nodriza encaprichada

Este relato cuenta la obsesión de una mujer por el niño huérfano al que amamanta.


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Fragmento de «Carlitos»

—¿Cómo, que no es su hijo? Pero si ella misma me aseguró que lo era cuando se lo pregunté.

—Así les dice a todos, pero la verdad es que lo sacó de la Casa de Huérfanos cuando sólo tenía dos meses.

Era tan evidente el deseo de mi interlocutora de charlar sobre aquel asunto, que decidí complacerla, y en tanto tomaba asiento en un banco situado junto a la puerta, le dije con fingido asombro:

—¿Entonces allá se regalan las criaturas? Me parece muy extraño que se hagan semejantes obsequios.

—No, señor; no los regalan, los entregan para criarlos, y como a la Jacinta se le había muerto su última guagua, una amiga le aconsejó que sacase un huerfanito para ganar los veinte pesos mensuales que se pagan a las nodrizas. Así lo hizo. Fue allá y trajo a Carlitos. No tenía más obligación que llevarlo una vez al mes para que el doctor lo examinase. Para una pobre como ella, los veinte pesos fueron un gran alivio; tenía para pagar la casa y aún le sobraba algo. Estaba por esto muy contenta y cuidaba mucho al niño que era muy bonito y se iba embelleciendo de día en día. Cuando cumplió los seis meses era una verdadera preciosidad, tanto que la Jacinta no podía salir con él a la calle sin que la gente no la atajase para celebrarlo y hacerle cariño. Ella se puso con esto muy oronda, y como había dado en decir que era hijo suyo, de tanto repetirlo creo que acabó por creerlo ella misma. Fue tanto el amor que le tomó, que ya no vivía sino para él. Carlitos era su vida, su mundo, su todo. Cuanto centavo caía en sus manos lo empleaba en comprarle vestidos, capas, gorritas, cintas, encajes. Y su mayor afán era vestirlo y arreglarlo para salir con él a lucirlo por todas partes. Cuando le decíamos que no se sacrificase tanto por una criatura que luego tenia que devolver, se le llenaban los ojos de lágrimas y se quedaba callada, sin contestarnos una palabra.


8 págs. / 14 minutos.
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Publicado el 30 de septiembre de 2023 por Edu Robsy.


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