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La Asamblea de Mujeres

Aristófanes


Teatro, comedia


PERSONAJES:

PRAXÁGORA.
UN HERALDO.
VARIAS MUJERES.
TRES VIEJAS.
CORO DE MUJERES.
UNA JOVEN.
BLEPIRO, marido de Praxágora.
UN JOVEN.
UN HOMBRE.
LA CRIADA DE PRAXÁGORA.
CREMES.

La escena representa una plaza, en Atenas, donde están la casa de Praxágoras y otras dos casas. Praxágoras sale de la suya disfrazada de hombre con una lámpara en la mano.

PRAXÁGORA.—(Parodiando ciertos prólogos trágicos.) ¡Oh lámpara preciosa de reluciente ojo que tan bien iluminas los objetos visibles! Vamos a decir tu nacimiento y tu oficio; labrada sobre el ágil torno del alfarero tus brillantes narices rebrillan como soles. Lanza con tus llamas las señales convenidas... Tú eres la única confidente de nuestros secretos, y lo eres con motivo, pues cuando en nuestros dormitorios ensayamos las diferentes posturas del amor, tú sola nos asistes y nadie te rechaza como testigo de sus voluptuosos movimientos. Tú sola, al abrasar su vegetación feraz, iluminas nuestros recónditos encantos. Tú sola nos acompañas cuando furtivamente penetramos en las despensas llenas de báquicos néctares y sazonadas frutas; y, aunque cómplice de nuestros deleites, jamás se los revelas a la vecindad. Justo es, por tanto, que conozcas también los actuales proyectos aprobados por las mujeres, mis amigas, en las fiestas de los Esciros. Pero ninguna de las que deben acudir se presenta; ya empieza a clarear el día y de un momento a otro dará principio la Asamblea. Es necesario apoderarnos de nuestros puestos, que, como ya recordaréis, dijo el otro día Firómaco, deben ser los otros, y una vez sentadas, mantenernos ocultas. ¿Qué les ocurrirá? ¿Quizá no habrán podido ponerse las barbas postizas, como quedó acordado? ¿Les será difícil apoderarse de los trajes de sus maridos?—¡Ah! Allí veo una luz que se aproxima. Voy a retirarme un poco, no sea un hombre.


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35 págs. / 1 hora, 2 minutos / 1.287 visitas.

Publicado el 31 de agosto de 2016 por Edu Robsy.

Las Nubes

Aristófanes


Teatro, comedia


Personajes

ESTREPSÍADES, agricultor ateniense.
FIDÍPIDES, su hijo.
UN ESCLAVO DE ESTREPSÍADES.
UN DISCIPULO DE SOCRATES.
SÓCRATES, el filósofo.
EL CORO DE NUBES, en figura de mujeres.
EL ARGUMENTO MEJOR, representado como un hombre mayor de porte antiguo.
EL ARGUMENTO PEOR, un joven con atuendo moderno.
EL ACREEDOR 1
EL ACREEDOR 2
QUEROFONTE, discípulo de Sócrates.
PERSONAJES MUDOS: Discípulos de Sócrates; Testigos del Acreedor 1º; Jantias, esclavo de ESTREPSÍADES; otros esclavos.

Primer Acto

Hay dos casas, una grande, que pertenece a ESTREPSÍADES y otra pequeña, en la que viven SÓCRATES y sus discípulos. Ante la casa deESTREPSÍADES, en primer plano, se simula un interior. Es todavía de noche. Ocupan sendas camas ESTREPSÍADES y su hijo FIDÍPIDES. El padre da vueltas en la cama y acaba por levantarse.

ESTREPSÍADES. ¡Ay, ay, Zeus soberano!, ¡qué larga es la noche! Es interminable. ¿Nunca se hará de día? La verdad es que he oído hace un rato cantar al gallo, pero los esclavos aún están roncando. Antes no hubiera pasado esto. ¡Maldita seas, guerra, maldita por tantas y tantas cosas, cuando ya ni siquiera puedo castigar a los esclavos!


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51 págs. / 1 hora, 29 minutos / 1.447 visitas.

Publicado el 3 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

Pluto

Aristófanes


Teatro, Comedia


Personajes

CARIÓN, esclavo de Cremilo.
CREMILO.
EL Dios PLUTO.
CORO DE CAMPESINOS.
BLEPSIDEMO, amigo de Cremilo.
LA POBREZA.
LA MUJER DE CREMILO.
UN HOMBRE DE BIEN.
UN SICOFANTE.
UNA VIEJA.
UN JOVEN.
EL Dios HERMES.
UN SACERDOTE DE ZEUS.

Pluto

La escena representa una plaza pública, al fondo de la cual se alza la casa de Cremilo. Éste entra seguido de Carión y ambos siguen a Pluto, ciego.

CARIÓN:
¡Ah, qué penoso es, oh Zeus y grandes dioses, ser esclavo de un amo que anda mal de la cabeza! Si el esclavo da los mejores consejos y al amo se le antoja no seguirlos, no por eso deja de participar de su desgracia. Porque la fortuna no nos permite disponer de este cuerpo, que es nuestro y muy nuestro, y se lo da al que lo ha comprado. ¡Así anda el mundo! Tengo que dirigir a Apolo, al dios cuya pitonisa profetiza desde el áureo trípode, una justa acusación: que siendo médico y hábil adivino, según se asegura, haya dejado salir de su templo a mi amo atacado de locura, obstinado en seguir a un ciego y empeñado en oponerse al buen sentido, según el cual quien tiene buenos ojos debe guiar al que carece de ellos; pero a mi amo no hay modo de hacérselo comprender; y se va detrás del ciego, y por añadidura me obliga a ir a mí también, sin responder a mis preguntas. No, mi amo, yo no puedo callar si no me dices por qué seguimos a ese hombre; te atormentaré, ya que gracias a mi corona no puedes castigarme.

CREMILO:
Pero si continúas fastidiándome. te quitaré la corona y aún te escocerá más.

CARIÓN:
¡Tonterías! No pienso dejarte en paz hasta que me digas quién es ese hombre. Ten presente que te lo pregunto por tu propio interés.


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Dominio público
34 págs. / 1 hora / 613 visitas.

Publicado el 2 de julio de 2018 por Edu Robsy.