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autor: Pedro Antonio de Alarcón textos disponibles


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Viajes por España

Pedro Antonio de Alarcón


Viajes, Costumbres


AL SEÑOR D. MARIANO VÁZQUEZ,

MAESTRO DE MÚSICA, INDIVIDUO DE NÚMERO DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES, COMENDADOR DE LA REAL Y DISTINGUIDA ORDEN DE CARLOS III, Y DE NÚMERO DE LA DE ISABEL LA CATÓLICA.

Mi muy querido Mariano: Juntos hemos hecho, no sólo algunos de los viajes que menciono en la presente obra, como el de Madrid á Toledo y el de El Escorial á Ávila, sino también el muy más importante de la adolescencia hasta la vejez, pasando por los desiertos de la ambición...

Saliste tú de aquella metódica y bendita casa de la calle de Recogidas de Granada, en donde, puedo decir que sin maestro, aprendiste á interpretar las sublimes creaciones del Haydn español, ó sea del maestro Palacios, del colosal Beethoven, del profundo Weber, del apasionado Schubert y de otros grandes compositores casi desconocidos entonces en nuestra Península; y salí yo de mi seminario eclesiástico de Guadix (fundado sobre las ruinas de un palacio moro), llevando en pugna dentro de mi agitado cerebro á Santo Tomás y á Rousseau, á Job y á lord Byron, á Fr. Luis de León y á Balzac, á Savonarola y á Aben-Humeya...


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197 págs. / 5 horas, 45 minutos / 410 visitas.

Publicado el 26 de abril de 2016 por Edu Robsy.

El Sombrero de Tres Picos

Pedro Antonio de Alarcón


Novela


AL SEÑOR

D. JOSÉ SALVADOR DE SALVADOR

Dedico esta obra.

P. A. de Alarcón.

Julio de 1874.

PREFACIO DEL AUTOR

Pocos españoles, aun contando a los menos sabios y leídos, desconocerán la historieta vulgar que sirve de fundamento a la presente obrilla.

Un zafio pastor de cabras, que nunca había salido de la escondida Cortijada en que nació, fue el primero a quien nosotros se la oímos referir.—Era el tal uno de aquellos rústicos sin ningunas letras, pero naturalmente ladinos y bufones, que tanto papel hacen en nuestra literatura nacional con el dictado de pícaros. Siempre que en la Cortijada había fiesta, con motivo de boda o bautizo, o de solemne visita de los amos, tocábale a él poner los juegos de chasco y pantomima, hacer las payasadas y recitar los romances y relaciones;—y precisamente en una ocasión de éstas hace ya casi toda una vida..., es decir, (hace ya más de treinta y cinco años), tuvo a bien deslumbrar y embelesar cierta noche nuestra inocencia (relativa) con el cuento en verso de El Corregidor y la Molinera, o sea de El Molinero y la Corregidora, que hoy ofrecemos nosotros al público bajo el nombre más trascendental y filosófico (pues así lo requiere la gravedad de estos tiempos) de El Sombrero de tres picos.

Recordamos, por señas, que cuando el pastor nos dio tan buen rato, las muchachas casaderas allí reunidas se pusieron muy coloradas, de donde sus madres dedujeron que la historia era algo verde, por lo cual pusieron ellas al pastor de oro y azul; pero el pobre Repela (así se llamaba el pastor) no se mordió la lengua, y contestó diciendo: que no había por qué escandalizarse de aquel modo, pues nada resultaba de su relación que no supiesen hasta las monjas y hasta las niñas de cuatro años....


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85 págs. / 2 horas, 30 minutos / 1.194 visitas.

Publicado el 26 de abril de 2016 por Edu Robsy.

Narraciones Inverosímiles

Pedro Antonio de Alarcón


Cuentos, Colección


A Dióscoro Puebla

A ti, mi querido artista; al noble pintor de El descubrimiento de América; a mi bondadoso cicerone en Roma; a mi paciente compañero de viaje en Nápoles y Pompeya; al más asiduo y taciturno tertuliano de mi casa; a ti, digo, van dedicadas, al volver a salir a la luz, estas Narraciones inverosímiles, fantásticas unas, románticas otras, y humorísticas las demás; escritas casi todas en mi niñez o en mi primera juventud, pertenecientes varias de ellas a una moda o gusto literario hoy abolido, pero que entonces hacía relamerse a los admiradores de Alfonso Karr, y sólo una «El amigo de la muerte»digna de que más experimentado y sabio escritor hubiese desenvuelto el profundo y generoso pensamiento que, al decir de respetables críticos, le sirve de tema, y que yo no sé por qué rara casualidad buscó albergue en mi pobre cerebro…

De un modo o de otro, acepta la dedicatoria de estas obrillas, que en su mayor parte tienen casi tanta fecha como nuestra amistad, y sírvante para recordar algunas vez, si me sobrevives, el verdadero cariño que te profesa tu camarada.

Pedro

Madrid, 1882.

1. El amigo de la muerte: cuento fantástico

I. Méritos y servicios

Éste era un pobre muchacho, alto, flaco, amarillo, con buenos ojos negros, la frente despejada y las manos más hermosas del mundo, muy mal vestido, de altanero porte y humor inaguantable… Tenía diecinueve años, y llamábase Gil Gil.

Gil Gil era hijo, nieto, biznieto, chozno, y Dios sabe qué más, de los mejores zapateros de viejo de la corte, y al salir al mundo causó la muerte a su madre, Crispina López, cuyos padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos honraron también la misma profesión.


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Dominio público
184 págs. / 5 horas, 22 minutos / 437 visitas.

Publicado el 20 de junio de 2018 por Edu Robsy.

La Belleza Ideal

Pedro Antonio de Alarcón


Cuento


A mi amigo el señor don Carlos Navarro, redactor del periódico «LA ÉPOCA»

I. Sueños de la inocencia

Ya vi mi cielo yo claro algún día.
Mostrábaseme amiga la fortuna,
pareciendo en mi bien estarse queda.

(FR. LUIS DE LEÓN.)

Volvamos a las aventuras de viaje… (dijo Enrique). —A mí me sucedió…

—¡Hola! ¡También V. ha tenido aventuras amorosas!…

—Sí, señor; pero nada más que una, allá en los tiempos en que por primera vez vine a la Corte…

—¡A ver! ¡A ver! —Oigamos a este poeta humorista…

—Oigámosle ¡Pero que hable con formalidad!

—Tomaré la cosa desde el principio, y procuraré ser lo más formal que pueda. —El caso fue el siguiente:

Hace ya muchos años que se publicaba en Madrid un periodiquito liberal, divinamente redactado, que tenía por título El Observador.

Estaba suscrito a él el boticario de mi pueblo, así como yo estaba abonado a la tertulia de su trasbotica, por lo que di en la mala costumbre de leer diariamente El Observador desde la cruz a la fecha, cosa que llegó a trastornarme el sentido, ni más ni menos que al ilustre Quijada la lectura de los libros de caballerías.

Como los periódicos se mezclan en todo y lo toman tan a pechos, que no parece sino que a ellos les importa algo el que el diablo se lleve la cantarera, aconteció que, al cabo de algunos años, cuando apenas contaba yo diez y ocho, se me había pegado la fatal manía de meterme en los cuidados ajenos, haciendo míos los asuntos de todos los españoles, inclusos los ministros y los diputados, quienes maldito el caso que hacían de mis negocios. —Sin conocer a Cortina, me peleaba por si había hablado bien o mal, u obrado tuerto o derecho: sin ser, no digo soldado, pero ni siquiera quinto, deseaba la prosperidad del Ejército; y, aunque no pertenecía a la Familia Real, recé alguna vez por que la Reina pariese varón…


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Dominio público
15 págs. / 27 minutos / 177 visitas.

Publicado el 31 de octubre de 2020 por Edu Robsy.

La Alpujarra

Pedro Antonio de Alarcón


Viajes


Dedicatoria

A
LOS SEÑORES
D. JOSÉ DE ESPEJO Y GODOY (DE MURTAS)
Y
D. CECILIO DE RODA Y PÉREZ (DE ALBUÑOL)
Y A LOS DEMÁS HIJOS DE LA ALPUJARRA
QUE LO AGASAJARON EN AQUELLA NOBLE TIERRA
DEDICA ESTE LIBRO
EN SEÑAL DE AGRADECIMIENTO
A SU GENEROSA HOSPITALIDAD

EL AUTOR

Prolegómenos

Principiemos por el principio.

Muy poco después de haberme encontrado yo a mí mismo (como la cosa más natural del mundo) formando parte de la chiquillería de aquella buena ciudad de Guadix, donde rodó mi cuna (y donde, dicho sea de paso, está enterrado ABEN-HUMEYA), reparé en que me andaba buscando las vueltas el desinteresado erudito, Académico… correspondiente de la Historia, que nunca falta en las poblaciones que van a menos.

Recuerdo que donde al fin me abordó fue en las solitarias ruinas de la Alcazaba.

Yo había ido allí a ayudarle a los siglos a derribar las almenas de un torreón árabe, y él a consolarse entre las sombras de los muertos de la ignorancia de los vivos.

Tendría él sesenta años, y yo nueve.

Al verlo, di de mano a mi tarea y traté de marcharme pero el hombre de lo pasado me atajó en mi camino; congratulose muy formalmente de aquella afición que advertía en mí hacia los monumentos históricos; tratome como a compañero nato suyo, diome un cigarro, mitad de tabaco y mitad de matalahúva, y acabó por referirme (con el más melancólico acento y profunda emoción, a pesar de ser muy buen cristiano y Cofrade de la Hermandad del Santo Sepulcro) todas las tradiciones accitanas del tiempo de los moros y todas las tradiciones alpujarreñas del tiempo de los moriscos, poniendo particular empeño en sublimar a mis ojos la romántica figura de ABEN-HUMEYA.


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Dominio público
406 págs. / 11 horas, 51 minutos / 396 visitas.

Publicado el 23 de diciembre de 2018 por Edu Robsy.

Historietas Nacionales

Pedro Antonio de Alarcón


Cuentos, coleccion


El carbonero-alcalde

I

Otro día narraré los trágicos sucesos que precedieron a la entrada de los franceses en la morisca ciudad de Guadix, para que se vea de qué modo sus irritados habitantes arrastraron y dieron muerte al corregidor don Francisco Trujillo, acusado de no haberse atrevido a salir a hacer frente al ejército napoleónico con los trescientos paisanos armados de escopetas, sables, navajas y hondas de que habría podido disponer para ello...

Hoy, sin otro fin que indicar el estado en que se hallaban las cosas cuando ocurrió el sublime episodio que voy a referir, diré que ya era capitán general de Granada el excelentísimo señor conde don Horacio Sebastiani, como le llamaban los afrancesados, y gobernador del Corregimiento de Guadix el general Godinot, sucesor del coronel de dragones de caballería, número 20, M. Corvineau, a quien había cabido la gloria de ocupar la ciudad el 16 de febrero de 1810.


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Dominio público
185 págs. / 5 horas, 24 minutos / 263 visitas.

Publicado el 22 de diciembre de 2018 por Edu Robsy.

El Niño de la Bola

Pedro Antonio de Alarcón


Novela


Libro primero. En lo alto de la sierra

I. Sinfonía

Entre la vetusta ciudad, cabeza de Obispado, en que ocurrieron los famosos lances de El sombrero de tres picos, y la insigne capital de aquella estacionaria provincia, donde hay todavía muchos moros vestidos de cristianos, álzase, como muralla divisionaria de sus respectivos horizontes, un formidable contrafuerte de la Sierra más erguida y elegante de toda España.

Cerca de diez leguas de espesor (las mismas que la capital y la ciudad distan entre sí) tiene por la base aquel enorme estribo de la gran cordillera, mientras que su altura, graduada por término medio, será de seis o siete mil pies sobre el nivel del mar. Subir a tal elevación por retorcidas cuestas, y descender de allí luego por otras cuestas no menos retorcidas, es la tarea común de cuantos van o vienen de una a otra comarca; cosa que sólo podía hacerse, a la fecha en que principia nuestra relación, por un mal camino de herradura, convertido poco después en un mucho peor camino carretero.

Ahora bien, amigos lectores: el primer cuadro del drama romántico de chaqueta y rigurosamente histórico, aunque no político, que voy a contaros (tal y como aconteció, y yo lo presencié, entre la extinción de los frailes y la creación de la Guardia civil, entre el suicidio de Larra y la muerte de Espronceda, entre el abrazo de Vergara y el pronunciamiento del general Espartero, en 1840, para decirlo de una vez), tuvo por escenario la cumbre de esa montaña, el promedio de ese camino, el tránsito del uno al otro horizonte; punto crítico y neutro, que dista cinco leguas de la ciudad y otras cinco de la capital, y en que, por ende, suelen encontrarse al mediodía y decirse: ¡A la paz de Dios, caballeros!, los viandantes que salieron al amanecer de cada una de ambas poblaciones.


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Dominio público
242 págs. / 7 horas, 5 minutos / 634 visitas.

Publicado el 22 de diciembre de 2018 por Edu Robsy.

La Pródiga

Pedro Antonio de Alarcón


Novela


Dedicatoria

Al Excmo. Señor Don José Fernández Jiménez

Al dar á mis libros esta forma definitiva y algo testamentaria, de COLECCIÓN DE OBRAS COMPLETAS, me he propuesto escribir al frente de cada tomo, en señal de cariño y de gratitud, el nombre de alguno de los buenos amigos que me han acompañado y alentado con su afecto en esta peregrinación de la vida, á cuyo término voy ya tocando.

Correspóndete á ti, mi querido Ivón—y perdona que te designe con el que fué tu nombre de guerra en nuestras juventudes—figurar como padrino de LA PRÓDIGA, novela que hoy he acabado de escribir, y que tal vez sea la última que escriba. Por consiguiente, vengo á dedicarte, como si dijéramos, el Benjamín de mis libros, orgullo y regocijo de mis canas, dado que no sea debilidad de mi chochez.


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Dominio público
203 págs. / 5 horas, 55 minutos / 182 visitas.

Publicado el 6 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

El Escándalo

Pedro Antonio de Alarcón


Novela


A la memoria

Del insigne poeta, filósofo, orador y estadista D. NICOMEDES PASTOR DÍAZ, ministro que fue de Fomento, de Estado y de Gracia y Justicia, individuo de número de la Real Academia Española, rector de la Universidad de Madrid, etc., etc.

Dedica este libro en testimonio de inextinguible cariño filial, admiración y agradecimiento, Su inconsolable amigo,

P. A. DE ALARCÓN.

ESCORIAL, JUNIO DE 1875.

Libro I — Fabián Conde

Parte I. La opinión pública

El lunes de Carnestolendas de 1861 —precisamente a la hora en que Madrid era un infierno de más o menos jocosas y decentes mascaradas, de alegres estudiantinas, de pedigüeñas murgas, de comparsas de danzarines, de alegorías empingorotadas en vistosos carretones, de soberbios carruajes particulares con los cocheros vestidos de dominó, de mujerzuelas disfrazadas de hombre y de mancebos de la alta sociedad disfrazados de mujer; es decir, a cosa de las tres y media de la tarde—, un elegante y gallardo joven, que guiaba por sí propio un cochecillo de los llamados cestos, atravesaba la Puerta del Sol, procedente de la calle de Espoz y Mina y con rumbo a la de Preciados, haciendo grandes esfuerzos por no atropellar a nadie en su marcha contra la corriente de aquella apretada muchedumbre, que se encaminaba por su parte hacia la calle de Alcalá o la Carrera de San Jerónimo en demanda del Paseo del Prado, foco de la animación y la alegría en tal momento…


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319 págs. / 9 horas, 18 minutos / 600 visitas.

Publicado el 17 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

El Año en Spitzberg

Pedro Antonio de Alarcón


Cuento


I

Estoy viendo desaparecer hacia el Mediodía el buque ballenero que me deja abandonado en esta isla desierta, sobre la arena de una playa sin nombre.

¡Heme aquí solo; solo en un ámbito de mil leguas!

Yo amaba a una mujer… El demonio de los celos me mordió el corazón, y he matado a mi rival en desafío… ¡Era un príncipe!

Y el Gobierno ruso me ha condenado a pasar aquí un año… ; es decir, me ha condenado a muerte.

¡Ah! ¿Por qué no me entregó al hacha del verdugo? ¿Por qué hacerme expirar de frío, de hambre, de tristeza, de desesperación, o disputando mi cuerpo al terrible oso blanco, si mi delito no era más que uno?

… … … … … … … … . .

¡Spitzberg!… ¡Estoy en el terrible archipiélago que ninguna raza ha podido habitar!¡Me hallo a los 77 grados latitud Norte, a doscientas sesenta leguas del Polo!

Creo haber oído decir a mis asesinos que esta isla es la del Nordeste, la más meridional del horroroso grupo, la más templada de todas… ¡Cruel compasión… que prolongará algunas horas mi agonía!

Ignoro en cuál de estos témpanos de hielo eterno tiene la Rusia una colonia para la peletería y la pesca de la ballena; pero lo que sí sé es que los colonos emigrarían a la Laponia a fines de Agosto, hace dos meses, y no volverán hasta la primavera… ¡dentro de doscientos cuarenta días!

¡Estoy, pues, solo, sin hogar, sin amparo, sin víveres, sin consuelos!

¡Morir! He aquí mi inevitable y próxima suerte.

Hoy es 17 de Octubre… El frío avanza por el Norte… Dentro de pocos días me helaré, sin remedio.


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Dominio público
14 págs. / 25 minutos / 55 visitas.

Publicado el 31 de octubre de 2020 por Edu Robsy.

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