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autor: Silverio Lanza


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Hemodinámica

Silverio Lanza


Cuento


Un hermoso día del mes de Febrero; las diez de la mañana. En la naturaleza que rodea á la capital hay orgías de los órganos emborrachándose de luz y de calor.

Madrid no forma parte de la naturaleza; es á la vida lo que el tísico al atleta. Madrid trabaja quejándose. Las córneas denuncian un estado patológico del hígado. La vaguedad de la mirada y la indolencia de la marcha denuncian un estado patológico del estómago. Gabanes y capas para resguardarse del sol que abrasa; los madrileños tienen frío: un estado patológico de la circulación. Ya encuentro la definición: Madrid es un órgano enfermo de mi patria.

Por la puerta del ministerio de la Gobernación van entrando los empleados y los pretendientes. En la acera se pasean algunos individuos de la ronda secreta. Veo un hombre ciego y viejo sentado en una silla de tijera y tocando la flauta. Me parece que se esmera, procura afinar y siente aquel ritmo que nadie escucha. Anoto en mi cuaderno lo siguiente: "Recorred la Historia y veréis que la prosperidad del arte denuncia la grandeza de los pueblos. Después de malgastar su actividad tantas generaciones empleándola en convencionalismos estúpidos, llega la decadencia y el arte sirve solamente para suplicar con lágrimas en los ojos una moneda con que defender la vida.»

Más allá otro viejo que vende bustos, aunque nadie los compre, porque estas futesas sirven entre personas cultas para recordar el cariño ó satisfacer un placer de estética; la canalla que nos rodea ha resuelto manifestar sus afectos de este modo: el odio con la calumnia y la amistad con la adulación.

En la esquina un puesto de corbatas: el símbolo del siglo XIX, el sabio jactancioso que ha pasado cien años matando los hombres por el cuello como se matan las bestias que sirven para alimentarnos.

¿Dónde voy? Donde haya mucho sol y mucha alegría. Desde luego, extramuros de Madrid.


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Publicado el 28 de diciembre de 2021 por Edu Robsy.

El Idioma Comercial

Silverio Lanza


Cuento


Fui el sábado á Bolsa para aprovecharme de la baja. Apenas entre, vino hacia mi Fernández.

—¡Amigo D. Silverio! Si llega usted antes de la media ve usted á D. Gaspar. Se nos ha hecho bajista. Me ha dado ordenes de vender á todo trance!trescientas mil pesetas! ¿Se las hago á usted?

Aquella noche recibí en casa la honrosa comunicación de los congresistas de Greatlie, pidiendo mi parecer acerca del idioma comercial. Este asunto es de importancia, aunque los españoles tengamos extraordinaria facilidad para expresarnos en todas las lenguas.

El domingo me hallaba en la Plaza de Toros, en mi delantera de grada, y Veneno comenzó á gritarme desde la contrabarrera:

—Ayer le fui á usted siguiendo en el Banco y no pude alcanzarle. Me dijo Paco, que había usted retirado el deposito de las treinta mil del ala, después llegue al ventanillo cuando usted acababa de presentar al descuento siete mil pesetillas en cupones; y luego estuve en cuentas corrientes esperándole á usted porque tenía usted allí un talón.

Termino la corrida de toros, y al regresar á mi casa, me detuvo en la calle de Sevilla mi cuñado Luis.

—Hola, Silverio. Acabo de separarme de Gutiérrez: dice que le has sacado por cuarenta y dos duros un broche que vale mil quinientos reales.

Afortunadamente, el broche era para mi esposa.

Y, cuando iba á acostarme, dije á mi mujer:

—Voy á contestar á Greatlie.

—Te pasarás la noche estudiando.

No tardo tres minutos.

Y escribí:

Señores Congresistas: á los comerciantes españoles lo mismo nos importa usar la lengua inglesa que la lengua china: lo imprescindible para nosotros es tener la lengua larga.

De ustedes aftmo. s. s. q. b. ss. mm.,


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

Documento del Siglo XX

Silverio Lanza


Cuento


Ministro á gobernador.

Solucione huelga. Antes convocar Junta de Autoridades y resignar mando exija usted á panaderos mantenimiento del orden.


* * *


Gobernador al ministro.

Solucionada huelga. Recibo plácemes fuerzas vivas. Vuelve vida ordinaria. Trenes llegan con retraso. Robos sin importancia. Asesinatos con carácter ordinario. Tres incendios sin otras complicaciones. Restablecida normalidad.


* * *


Ministro á gobernador.

Felicito también á vuecencia.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

Cuento Inverosímil

Silverio Lanza


Cuento


Confúndete, pues, cuando te honran sin merecerlo, y procura hacer verdad lo que de ti creen los otros; y cuando lo merecieses, da la gloria á Dios que te dió aquéllo, porque te honran.

Fr. Luis de Granada.


Antón Perulero,
Cada cual atienda a su juego,
Y aquél que no atienda
Pagará una prenda.


En una población... aquí, donde yo señalo en el mapa, está el Gran Casino de Cherry-Cheeks.

Muy hermoso, con muchos dorados, muchas losas de mármol, muebles forrados de terciopelo, espejos altísimos, tocadores muy bien provistos de perfumes, un comedor ¡qué comedor! cuadras anchas y limpias, cocheras que parecen palacios, nada de escultura ni de pintura, en la biblioteca los tomos de la Gaceta, un diccionario geográfico, dos docenas de novelas estúpidas, cinco de novelas pornográficas y algunos periódicos.


Son las tres de la madrugada y Eduardo Lara, marqués de Valfermoso, se levanta de la mesa de baccarrat, le rodean sus amigos, y todos se sientan en el saloncito inmediato.

Se recuerdan y se comentan las jugadas raras. Hizo muy bien en pedir, porque ganó en el segundo teniendo el primero completamente perdido... Además les quitó un nueve para la jugada siguiente. Desde entonces quedó la suerte cambiada. El pobre Guerrero se había empeñado en abatir y no lo había conseguido, y Olot quería pedir con seis. Nada, que se habían vuelto locos...

Un dependiente del casino trajo en una bandeja de plata la cantidad ganada por el marqués; más de once mil pesetas.

A las diez de la mañana el marqués concluía de bañarse en casa de una de sus queridas, y ésta salió á la calle, incomodada, al parecer, con su amante, porque no le daba cuatro mil reales.


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Publicado el 28 de diciembre de 2021 por Edu Robsy.

Astronomía Legal

Silverio Lanza


Cuento


El alcalde de Villaruín está satisfechísimo con su nueva casa, que es la única mejora del pueblo.

Llega el mes de Noviembre, y la señora alcaldesa traslada el lecho conyugal al dormitorio de invierno.

A la mañana siguiente se levanta Don Máximo, y se dispone á contemplar desde la ventana el pueblo que gobierna.

Se asoma, y...

—Es estraño; desde que vivo en esta casa siempre ha salido el sol por mi derecha, y ahora sale por mi izquierda. Ordenemos un bando de buen gobierno.


* * *


El maestro de escuela queda encargado de explicar el fenómeno científicamente y gratis.

—Una de dos: ó el sol ha empezado á caminar rápidamente y en la dirección que rota la tierra, lo cual no es posible, ó ésta ha girado en el sentido de un meridiano, lo cual tampoco es posible.

—Lo que no creo posible es que haya un maestro más bruto que usted. ¡A la carcel!


* * *


Así se creo en Villaruín la costumbre de celebrar dos fiestas anuales: cuando Don Máximo cambiaba de dormitorio.


* * *


Murió el maestro extenuado por el ayuno y por la prisión; y antes de morir, dispuso que le enterrasen con la cabeza hacia levante; pero, como no es fácil mover cada seis meses el cadáver, continua sin sepultar.


* * *


Yo, temeroso de estar sepultado en vida é insepulto en muerte, como el maestro de Villaruín, me reduzco á consignar que, mientras los hombres no se acostumbren á vivir sin amo, les saldrá el sol á los pueblos por donde le salga al alcalde.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

Un Rey Destronado

Silverio Lanza


Cuento


(En el manicomio)

Su majestad el Rey ha tenido visita por la mañana. A la hora de la comida asegura á sus compañeros que le han visitado la familia real y el presidente del Consejo.

—Volveré pronto á palacio.

—¿Por qué no? se dice uno.

—Cosas de este pobre hombre, opinan los restantes.

Su majestad llega á la huerta y enciende un cigarro puro. Los locos le rodean.

—¡Qué aire tan distinguido tiene usted!

El rey no contesta.

—¡Qué buen tabaco fuma vuecencia!

El rey sigue impasible.

—Señor: Si V. M. se fatiga, yo chuparé.

—Después: cuando me queme los dedos.

Y todos los locos piensan en lo que harán para conseguir la colilla.

El rey está en un banco elevado á trono, y sus vasallos le rodean. Hay algo extraordinariamente majestuoso en la apostura de aquel fumador y en el humo que rodea su cabeza.

Y después, cuando ya se quema los dedos, apaga el puro restregándolo contra el trono, enseña la colilla á sus cortesanos, y dice:

—Para picarla mañana.

Y se la guarda en un bolsillo.

Los locos se esparcen por la huerta.

—¿Y el rey?—pregunta un demente que acaba de llegar.

—Ya no lo es.

—¿Por qué?

—Porque apura la colilla.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

Tres Casos

Silverio Lanza


Cuento


Aunque los curanderos están perseguidos por las leyes, declaro que lo soy, y no extrañara á ustedes lo que voy á referir.

Primer caso

El Sr. D. José Zúñiga é Iriarte, individuo del Cuerpo diplomático, observa, á los dos meses de casado, que su esposa presenta síntomas de demencia. Los doctores P. y Q. recomiendan que la enferma se distraiga, y el Sr. Zúñiga viaja con su esposa.

Convencido de que su mujer se agrava, y teniendo noticia de mis prodigiosas curas, me dispensa el honor de su visita, y, de común acuerdo, voy el siguiente día á almorzar con el diplomático y con su esposa.

La señora está muy delgada, es rubia, tiene los ojos azules, la boca grande y el cutis finísimo. Se fatiga fácilmente y se distrae á menudo.

El Sr. Zúñiga me presenta como poeta y hombre de ciencia. Yo me hago el chiquitín, y la señora no me invita á recitar versos. Observo que hay un piano en el gabinete, suplico á la enferma que nos recuerde alguna obra de las aplaudidas en la última temporada de conciertos, y la señora de Zúñiga contesta con alguna acritud, que el piano está desafinado y que ella toca muy mal. Entablo conversación sobre las bellezas de Nápoles y de Colonia; pido á la esposa su opinión acerca de las orillas del Rhin y de los lagos de Suiza, y me contesta con monosílabos.

Empieza el almuerzo, y la señora reprende al criado porque los huevos están partidos á lo ancho y no á lo largo, y encarga que otra vez sirvan la Bechamel aparte. Las conversaciones se suspenden, y mi copa de vino se tambalea porque la señora de Zúñiga tira del mantel para acercarse el plato.

El sirviente presenta el pescado, y la señora lo rechaza de tal modo, que un lenguado cae sobre la alfombra, y el criado se excusa de no haber traído antes las pechugas á la Financiere.

La señora se serena un poco y me refiere que aquel Burdeos les cuesta á cincuenta reales la botella.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

¡Peste de Huesos!

Silverio Lanza


Cuento


Cuando los reyes eran encarnaciones del alma de sus pueblos, ocurrió lo que voy á referir.

Alejandro II, último príncipe de una dinastía que aún no ha reinado en España, vió morir á su padre en un cadalso (es inútil decir que murió por ser liberal), y soporto resignadamente la crueldad con que se le obligo á presenciar la muerte de su padre.

Cumplió el verdugo con encantadora destreza el inapelable fallo de los caballeros que por aquel entonces se ganaban la vida condenando al prójimo con arreglo á la ley de moda, sin perjuicio de cometer ellos los delitos que se castigaban en las leyes antiguas y los que se castigaron en las leyes posteriores.

Cuando el reo concluyo de pagar todos los tributos que impone el Estado, el príncipe examino la cuerda que suspendía el cadáver del rey, y dijo tranquilamente:

—Con esto no contaba Dios.

Por eso Alejandro II, cuando fué monarca, no quiso serlo por derecho divino; tenía miedo á las herejías del cáñamo.

Como es naiural, los revolucionarios gobernaron pésimamente, y se pensó en la restauración.

La mudanza es el placer de la vida; y la Humanidad sería feliz si las variaciones estuvieran regularizadas legalmente. Yo he obedecido á cuatro reyes, dos regentes, dos repúblicas y un gobierno provisional, y todos me han dado un día de esperanza al llegar, un día de dolor al gobernarme y un día de placer cuando se fueron. Lo mismo me ha ocurrido con mis conocidos y con mis amadas. Pero!cuantos sustos en cada mudanza! Dios, en su infinita sabiduría, regularizo los cambios en la Naturaleza; el invierno se marcha alegre porque sabe que ha de volver, y nosotros le recibimos á gusto porque sabemos que se marchara oportunamente. Por eso dije á ustedes que la mudanza es el placer de la vida, y por eso ustedes y yo nos damos el placer de cambiar de asunto.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

P. P. y W.

Silverio Lanza


Cuento


Durante mi vida no se ha cesado de criticar mi boda con Matea. Es de advertir que ésta fué mi sirvienta antes de ser mi esposa. Creo llegado el momento de dar algunas explicaciones acerca de este asunto.

En el día tal, del año tantos, me hallaba en la Exposición de Bellas Artes examinando con enojo una figura en mármol que había obtenido el primer premio sin tener cualidad alguna que mereciera tan gran distinción.

Hallábase á mi lado un venerable anciano de barba blanca. Comprendimos ambos, por nuestros respectivos gestos, que pensábamos de igual manera. Entonces empezamos á cruzar algunas palabras.

—Esto es atroz.

—De muy mal gusto.

—Esa cabeza no está en su sitio.

—Pero, además, repare V. que si empezase á andar esta estátua resultaría un Jacob cojo.

—¡Ah! ¿Representa á Jacob?

—Sí, señor.

—Entonces será Jacob después de encogérsele el endón.

—Buena ocurrencia.

—¿Usted es aficionado?

—Sí, señor.

—¿Acaso será esta su carrera?

—También es cierto.

—¿Es indiscreción preguntar á V. su nombre?

—No, señor. Me llamo Fulano de Tal.

—¡Hola! ¿Es V. el autor de la magnífica estátua que guarda el duque de Cuál?

—¿Lágrimas amargas?

—Esa.

—Sí, señor.

—Me felicito de este encuentro.

—Usted no debe ser del arte. Yo le conocería á usted.

—Soy un aficionado.

Seguimos hablando de esta manera, y salimos juntos de la Exposición. Él me invitó á subir á su coche, pero yo me negué resueltamente. Recordé lo mezquino de mi traje, y por no parecer su criado no quise figurarme su amigo. Entonces el caballero me dió su tarjeta y me suplicó le visitase. Se lo prometí así y nos despedimos.

El cartoncito decía: «Primitivo Dios.—Ventas del Espíritu-Santo.»


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Publicado el 30 de diciembre de 2021 por Edu Robsy.

Otelo Fin de Siècle

Silverio Lanza


Cuento


(ó venganza catalana)


El mérito consiste en arreglarlo todo á gusto de todos.


Sus padres de ella tenían en San Gervasio una quinta de recreo que llamamos torre.

¡Qué recuerdos, Dios mío, qué recuerdos!

Ella era menudita, menudita... Gloria mía, girón de mi alma; me vuelvo loco pensando en tí.

Jugábamos como perro y gato cuando son amigos. Yo era el perro fiel, fornido, vigoroso; la hubiera matado fácilmente. Ella era el gatillo, me llamaba bruto en cuanto la tocaba, y la tocaba siempre con mucho mimo.

Yo dibujaba entonces muy bien; sin inmodestia; hoy tengo fama europea y siempre he trabajado pensando en Narcisa; quizá por eso me han aplaudido. Y ella se casó con un badulaque, un mequetrefe con sangre que no es roja. Y el gatillo ha crecido, se ha ensanchado: es la matrona que veo en sueños, la que debía alegrar mi estudio y ser mi inspiración, mi modelo, mi público y mi critico.

Ayer la vi en la calle de Fernando; iba con su hermano; miré á otra parte y no saludé. Entonces dijo, volviéndose á Antonio: «¡Qué grosero!»

¿Yo grosero? ¿Grosero porque no saludo? Pero, ¿con qué cortesía se saluda al insulto? ¿Cómo se despide el ahorcado de la soga que le estrangula?

Allá, en San Gervasio, yo era un pintamonas, y ella me llamaba bruto y me quería. Hoy tengo laureles y fortuna, y Narcisa me llama grosero, y me lo llama porque me quiere. ¡Cuántas veces habrá deseado las caricias de aquel perro fiel que la estrujaba hasta producirla miedo, pero nunca hasta producirla lágrimas!

Para que la gatita siguiera siendo el adorno del brasero y la distracción del hogar la han casado con un cascabel. Estará muy bonita con ese adorno, pero...

Juro que he de tomar venganza cumplidísima.


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Publicado el 28 de diciembre de 2021 por Edu Robsy.

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