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Tierras Solares

Rubén Darío


Viajes


Tierras solares

Barcelona

Después de algunos años vuelvo a Barcelona, tierra buena. En otra ocasión os he dicho mis impresiones de este país grato y amable, en donde la laboriosidad es virtud común y el orgullo innato y el sustento de las tradiciones defensa contra debilitamientos y decadencias. Salí de París el día de la primera nevada, que anunciaba la crudez del próximo invierno. Salí en busca de sol y salud, y aquí, desde que he llegado, he visto la luz alegre y sana del sol español, un cielo sin las tristezas parisienses; y una vez más me he asombrado de cómo Jean Moreas encuentra en París el mismo cielo de Grecia, el cual tan solamente da todo su gozo en las tierras solares. Bien es cierto que el poeta se refiere más al ambiente que a la luz, más al respirar que al mirar. Pero la bondad de este cielo entra principalmente por los ojos y los poros, abiertos al cálido cariño del inmenso y maravilloso diamante de vida que nos hace la merced de existir.


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Dominio público
113 págs. / 3 horas, 19 minutos / 176 visitas.

Publicado el 7 de octubre de 2018 por Edu Robsy.

El Canto Errante

Rubén Darío


Poesía


El don de arte es un don superior que permite entrar en lo desconocido de antes y en lo ignorado de después, en el ambiente del ensueño o de la meditación. Hay una música ideal, como hay una música verbal. No hay escuelas: hay poetas. El verdadero artista comprende todas las maneras y halla la belleza bajo todas las formas. Toda la gloria y toda la eternidad están en nuestra conciencia.


Rubén

Dedicatoria

A los nuevos poetas de las Españas

Rubén Darío

Dilucidaciones

I

El mayor elogio hecho recientemente a la Poesía y a los poetas ha sido expresado en lengua «anglosajona» por un nombre insospechable de extraordinarias complacencias con las nueve musas. Un yanqui. Se trata de Teodoro Roosevelt.

Ese Presidente de República juzga a los armoniosos portaliras con mucha mejor voluntad que el filósofo Platón. No solamente les corona de rosas; mas sostiene su utilidad para el Estado y pide para ellos la pública estimación y el reconocimiento nacional. Por esto comprenderéis que el terrible cazador es un varón sensato.


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Dominio público
42 págs. / 1 hora, 14 minutos / 802 visitas.

Publicado el 8 de octubre de 2018 por Edu Robsy.

Prosas Profanas

Rubén Darío


Poesía


A Carlos Vega Belgrano, afectuosamente,
este libro dedica
R. D.

Palabras liminares

Después de Azul... después de Los raros, voces insinuantes, buena y mala intención, entusiasmo sonoro y envidia subterránea —todo bella cosecha— solicitaron lo que, en conciencia, no he creído fructuoso ni oportuno: un manifiesto.

Ni fructuoso ni oportuno:

a) Por la absoluta falta de elevación mental de la mayoría pensante de nuestro continente, en la cual impera el universal personaje clasificado por Remy de Gourmont con el nombre de Celui-qui-ne-comprend-pas. Celui-qui-ne-comprend-pas es entre nosotros profesor, académico correspondiente de la Real Academia Española, periodista, abogado, poeta rastaquouer.

b) Porque la obra colectiva de los nuevos de América es aún vana, estando muchos de los mejores talentos en el limbo de un completo desconocimiento del mismo Arte a que se consagran.

c) Porque proclamando, como proclamo, una estética acrática, la imposición de un modelo o de un código, implicaría una contradicción.

Yo no tengo literatura «mía» —como lo ha manifestado una magistral autoridad—, para marcar el rumbo de los demás: mi literatura es mía en mí; quien siga servilmente mis huellas perderá su tesoro personal y, paje o esclavo, no podrá ocultar sello o librea. Wagner a Augusta Holmes, su discípula, le dijo un día: «lo primero, no imitar a nadie, y sobre todo, a mí». Gran decir.

*


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Dominio público
44 págs. / 1 hora, 17 minutos / 2.238 visitas.

Publicado el 10 de octubre de 2018 por Edu Robsy.

Voces de Occidente (Respuesta a 'Voces de la Perfieria', texto autoría de Jorge Iván Gaviria)

Miguel Ángel Loaiza Herrera


civilización, cultura, occidente, conservadurismo, tradicionalismo, reaccionismo, reaccionario, platonismo, idealismo, derecha, extrema, filosofía, antropología, política, teología, lógica, estética, psicología, nacionalismo, romanticismo, catolic


VOCES DE OCCIDENTE* 

 

MIGUEL ÁNGEL LOAIZA HERRERA** 

 

 

 

Resumen 


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Dominio público
12 págs. / 22 minutos / 176 visitas.

Publicado el 12 de octubre de 2018 por Miguel Loaiza.

Cantos de Vida y Esperanza

Rubén Darío


Poesía


A Nicaragua

A la República Argentina


R. D.

Prefacio

Podría repetir aquí más de un concepto de las palabras liminares de Prosas profanas. Mi respeto por la aristocracia del pensamiento, por la nobleza del Arte, siempre es el mismo. Mi antiguo aborrecimiento a la mediocridad, a la mulatez intelectual, a la chatura estética, apenas si se aminora hoy con una razonada indiferencia.

El movimiento de libertad que me tocó iniciar en América, se propagó hasta España y tanto aquí como allá el triunfo está logrado. Aunque respecto a técnica tuviese demasiado que decir en el país en donde la expresión poética está anquilosada a punto de que la momificación del ritmo ha llegado a ser un artículo de fe, no haré sino una corta advertencia. En todos los países cultos de Europa se ha usado del hexámetro absolutamente clásico sin que la mayoría letrada y sobre todo la minoría se asustasen de semejante manera de cantar. En Italia ha mucho tiempo, sin citar antiguos, que Carducci ha autorizado los hexámetros; en inglés, no me atrevería casi a indicar, por respeto a la cultura de mis lectores, que la Evangelina de Longfellow, está en los mismos versos en que Horacio dijo sus mejores pensares. En cuanto al verso libre moderno..., ¿no es verdaderamente singular que en esta tierra de Quevedos y de Góngoras los únicos innovadores del instrumento lírico, los únicos libertadores del ritmo, hayan sido los poetas del Madrid Cómico y los libretistas del género chico?

Hago esta advertencia porque la forma es lo que primeramente toca a las muchedumbres. Yo no soy un poeta para muchedumbre. Pero sé que indefectiblemente tengo que ir a ellas.

Cuando dije que mi poesía era mía, en mí sostuve la primera condición de mi existir, sin pretensión ninguna de causar sectarismo en mente o voluntad ajena, y en un intenso amor a lo absoluto de la belleza.


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Dominio público
37 págs. / 1 hora, 5 minutos / 1.393 visitas.

Publicado el 12 de octubre de 2018 por Edu Robsy.

Una en Otra

Fernán Caballero


Novela corta


A la Excma. señora doña Josefa Marín de Pérez Seoane, condesa de Velle, etc.

En testimonio de gratitud por haber acogido con tanta benevolencia mi primer ensayo, favoreciéndolo con sus elogios, y revelándome en su alma todas las simpatías que deseaba encontrar en las rectas y puras

Fernán Caballero

Prólogo

Lectora amable, benigno lector: Sírvanse ustedes prestarme atención por unos instantes. Aunque traigo con ustedes tres pretensiones, de las dos primeras pronto salimos.

¿Van ustedes a leer las dos novelitas de FERNÁN CABALLERO, comprendidas en este volumen? Pues háganme el obsequio de omitir por ahora la lectura del prólogo; después hablaremos.

Pongamos aquí unas cuantas líneas de puntos en primer lugar para gastar papel, y en segundo para indicar el tiempo que se ha de invertir en leer una y otra novela.

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Enterados ya de ambas, ¿quieren ustedes concederme la segunda súplica? Es ésta: Ya que no leyeron antes el prólogo, no lo lean después.

La lectora amable se conviene sin dificultad, confesando paladinamente que jamás había leído prólogo de novela ninguna.

—Porque, mire usted: las novelas me gustan; pero como los prólogos no forman parte de la novela...

Si fueran como unos cuentecillos breves, que sirviesen de introducción a la novela principal, entonces no digo que no pasaría la vista por ellos.

Y también me enteraría de un prólogo donde se me diesen noticias del autor, de las cuales apareciese que era joven, soltero, buen mozo, y héroe de varias aventuras, parecidas a las que iba a leer.


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Dominio público
196 págs. / 5 horas, 43 minutos / 223 visitas.

Publicado el 14 de octubre de 2018 por Edu Robsy.

Relaciones

Fernán Caballero


Cuentos, Colección


Primera parte

Prólogo

Cuando llegue a estas páginas el lector, probablemente será habiendo pasado por las que contienen La familia de Alvareda.

¿Deberemos decirle algo que prepare su ánimo para las que van a seguir? ¿O bien será mejor respetar la profunda impresión, las hondas meditaciones, y —¿por qué no hemos de decirlo?— acaso las sentidas lágrimas que en él habrán promovido la simpatía, arrancado el infortunio y santificado la religión?

A saber nosotros que íbamos a estorbar, este santo fruto a que puede aspirar, pero que no consuma nunca por sí sola ninguna humana literatura, cierto es que, sobrecogidos ante el secreto de las conciencias, retrocediéramos con religioso respeto, y diciendo «por aquí ha pasado Dios!», nos contentáramos con adorar.

Pero creyendo que muchos de los lectores participarán del efecto que en nosotros produjo aquella lectura, juzgamos, sin embargo, que no nos toca sobreponernos a la intención ni a las miras del autor, a quien es dado herir estas cuerdas, y producir tales efectos. Como el sembrador que esparce la semilla sobre la tierra, así él sin darse cuenta de lo que hace, pasa presentando a la imaginación sus cuadros, abriendo al corazón el tesoro de sus sentimientos, evocando la fe de las generaciones pasadas, despertando el amor en la presente, y avivando la esperanza en las que están por venir.


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Dominio público
201 págs. / 5 horas, 52 minutos / 258 visitas.

Publicado el 14 de octubre de 2018 por Edu Robsy.

Nubes de Estío

José María de Pereda


Novela


I. De Nino Casa-Gutiérrez a un su amigo

Madrid, julio 30 de 188...

Si por una, para mí, desdichada casualidad, no hubiera estado yo ausente el día en que tú pasaste por aquí como un relámpago, te hubiera enterado de palabra de estas graves cosas que voy a referirte ahora por escrito y de mala manera, porque tras de no tener el tiempo de sobra, jamás despunté por hábil en el manejo de la pluma. Yo te aseguro que no la tuviera en este instante entre los dedos sin el honrado temor de que adquieras por el rumor público las noticias que debo darte yo antes que nadie y que a nadie. O somos o no somos amigos «de la infancia:» Pílades y Orestes, los gemelos de Siam, como alguien nos ha llamado al vernos tan unidos en las prosperidades y en las tormentas de nuestra no larga, pero bien azarosa vida; o hemos o no corrido juntos los temporales de nuestro mundo tan calumniado por los que no le conocen, y bien poco entretenido para los que le conocemos a fondo, cuando las arrastradas circunstancias (vulgo, dinero) no concuerdan en género, número y caso con la omnímoda libertad, que nunca falta, de explorarle en todas direcciones. En fin, hombre, y por no enredarme en estos líos retóricos que me apestan: que me considero en la obligación de contarte esto gordo que me pasa, y que te lo voy a contar del mejor modo que pueda.


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Dominio público
387 págs. / 11 horas, 17 minutos / 201 visitas.

Publicado el 22 de octubre de 2018 por Edu Robsy.

La Mujer del César

José María de Pereda


Novela corta


I

No se necesitaba ser un gran fisonomista para comprender, por la cara de un hombre que recorría a cortos pasos la calle de Carretas de Madrid, en una mañana de enero, que aquel hombre se aburría soberanamente; y bastaba reparar un instante en el corte atrasadillo de su vestido, chillón y desentonado, para conocer que el tal sujeto no solamente no era madrileño, pero ni siquiera provinciano de ciudad. Sin embargo, ni de su aire ni de su rostro podía deducirse que fuera un palurdo. Era alto, bien proporcionado y garboso, y se fijaba en personas y en objetos, no con el afán del aldeano que de todo se asombra, sino con la curiosidad del que encuentra lo que, en su concepto, es natural que se encuentre en el sitio que recorre, por más que le sea desconocido.

Praderas de terciopelo, bosques frondosos, arroyos y cascadas, rocas y flores, eran las galas de su país. Nada más natural que fuesen las grandes vidrieras y los caprichos de las artes suntuarias el especial ornamento de la capital de España, centro del lujo, de la galantería y de los grandes vicios de toda la nación.

Este personaje, que debía llevar ya largas horas vagando por las aceras que comenzaban a poblarse de gente, miraba con impaciencia su reloj de plata, bostezaba, requería los anchos extremos de la bufanda con que se abrigaba el cuello, y tan pronto retrocedía indeciso como avanzaba resuelto.


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Dominio público
81 págs. / 2 horas, 22 minutos / 194 visitas.

Publicado el 22 de octubre de 2018 por Edu Robsy.

Oros Son Triunfos

José María de Pereda


Novela corta


I

Imagínese el pío lector que la vulgarísima historia que voy a referirle se remonta a los tiempos de Maricastaña, y elija para teatro de los sucesos la capital que más le agrade de las nuestras de segundo orden, con tal de que sea de las más empingorotadas en la estadística de los subsidios industriales y no forme con las últimas en el catálogo de las que más nutren y alimentan el caudaloso mar de las rentas de aduanas; señal infalible de que el vértigo de la ganancia es su vida, y el alma del negocio el negocio de su alma; de que por letras se entiende allí las de cambio; por artes los de cocina; por ciencias la aritmética mercantil, y por «trabajo honroso» pura y exclusivamente el que se emplea, de sol a sol, en sacar el jugo a la matrícula, esa ejecutoria de los pueblos ricos, ora en el sucio Borrador de almacén, ora en el pulcro, terso y espacioso libro Diarios, ora en remover obstáculos de arancel con el santo fin de que pasen, como una seda, torres y montones, por donde el rigor de las leyes no deja libre entrada a un mal garbanzo.

Andaba allí el lujo como Pedro por su casa; y teniendo en todas ellas un culto el lujo de los trapos, era un vicio de los más abominables el lujo del entendimiento.

Disculpábase la pobreza en el negociante desgraciado y hasta en aquéllos que del último concurso de acreedores no habían podido sacar la conciencia tan limpia como el fondo de sus cajas; pero era punto menos que infamante en los que por natural aversión a la ciencia del toma y daca sudaban gotas de sangre por hacer un mendrugo miserable del meollo de su inteligencia consagrada a fútiles asuntos que jamás daban un cañamón de riqueza para basar sobre ella la proporción de un impuesto, ni la de un concierto de arbitrios, o de derecho módico.


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Dominio público
87 págs. / 2 horas, 33 minutos / 124 visitas.

Publicado el 22 de octubre de 2018 por Edu Robsy.

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