Textos más vistos publicados por Edu Robsy etiquetados como Cuento no disponibles publicados el 14 de febrero de 2017

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editor: Edu Robsy etiqueta: Cuento textos no disponibles fecha: 14-02-2017


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El Pueblo Más Cercano

Franz Kafka


Cuento


Mi abuelo solía decir:

La vida es asombrosamente corta. Ahora, al recordarla, se me aparece tan condensada, que por ejemplo casi no comprendo cómo un joven puede tomar la decisión de ir a caballo hasta el pueblo más cercano, sin temer —y descontando por supuesto la mala suerte— que aun el lapso de una vida normal y feliz no alcance ni para empezar semejante viaje.


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Publicado el 14 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

En la Galeria

Franz Kafka


Cuento


Si alguna débil y tísica écuyère del circo fuera obligada por un Director despiadado a girar sin interrupción durante meses en torno de la pista, a golpes de fusta, sobre un ondulante caballo, ante un público incansable; a pasar como un silbido, arrojando besos, saludando y doblando el talle, y si esa representación se prolongara hacia la gris perspectiva de un futuro cada vez más lejano, bajo el incesante estrépito de la orquesta y de los ventiladores, acompañada por decrecientes y luego crecientes olas de aplausos, que en realidad son martinetes a vapor… entonces, tal vez, algún joven visitante de la galería descendería apresuradamente las largas escalinatas, cruzaría todas las gradas, irrumpiría en la pista, y gritaría: «¡Basta!», a través de la charanga de la siempre oportuna orquesta.


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Publicado el 14 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

Una Visita a la Mina

Franz Kafka


Cuento


Hoy han bajado hasta aquí los ingenieros jefes. La Dirección ha dado seguramente alguna orden de cavar nuevas galerías, y por eso han venido los ingenieros, para hacer un replanteamiento provisional. ¡Qué jóvenes son, y sin embargo, qué diferentes ya entre sí! Se han formado en plena libertad, y ya desde jóvenes muestran con toda naturalidad caracteres claramente definidos.

Uno, de pelo negro, vivaz, lo recorre todo con la mirada.

Otro, con un cuaderno, hace croquis al pasar, mira en torno, compara, toma notas.

Un tercero, con las manos en los bolsillos de la chaqueta, lo que hace que todo en él sea tenso, avanza erguido; conserva su dignidad; sólo la costumbre de morderse continuamente los labios demuestra su impaciente e irreprimible juventud.

El cuarto ofrece al tercero explicaciones que éste no le solicita; más bajo que el otro, le persigue como un demonio familiar, y con el índice siempre levantado, parece entonar una letanía sobre todo lo que ven.

El quinto, tal vez el más importante, no admite que le acompañen; a veces va delante, a veces detrás; el grupo acomoda su paso al suyo; es pálido y débil; la responsabilidad ha socavado sus ojos; a menudo, meditativo, se oprime la frente con la mano.


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Publicado el 14 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

El Nuevo Abogado

Franz Kafka


Cuento


Tenemos un nuevo abogado, el doctor Bucéfalo. Poco hay en su aspecto que recuerde a la época en que era el caballo de batalla de Alejandro de Macedonia. Sin embargo, quien está al tanto de esa circunstancia, algo nota. Y hace poco pude ver en la entrada a un simple ujier que lo contemplaba admirativamente, con la mirada profesional del carrerista consuetudinario, mientras el doctor Bucéfalo, alzando gallardamente los muslos y haciendo resonar el mármol con sus pasos, ascendía escalón por escalón la escalinata.

En general, la Magistratura aprueba la admisión de Bucéfalo. Con asombrosa perspicacia, dicen que dada la organización actual de la sociedad, Bucéfalo se encuentra en una posición un poco difícil y que en consecuencia, y considerando además su importancia dentro de la historia universal, merece por lo menos ser admitido. Hoy —nadie podría negarlo— no hay ningún Alejandro Magno. Hay muchos que saben matar; tampoco escasea la habilidad necesaria para asesinar a un amigo de un lanzazo por encima de la mesa del festín; y para muchos Macedonia es demasiado reducida, y maldicen en consecuencia a Filipo, el padre; pero nadie, nadie puede abrirse paso hasta la India. Aun en sus días las puertas de la India estaban fuera de todo alcance, pero no obstante, la espada del rey señaló el camino. Hoy dichas puertas están en otra parte, más lejos, más arriba; nadie muestra el camino; muchos llevan espadas, pero sólo para blandirlas, y la mirada que las sigue sólo consigue marearse.

Por eso, quizá, lo mejor sea hacer lo que Bucéfalo ha hecho, sumergirse en la lectura de los libros de derecho. Libre, sin que los muslos del jinete opriman sus flancos, a la tranquila luz de la lámpara, lejos del estruendo de las batallas de Alejandro, lee y vuelve las páginas de nuestros antiguos textos.


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Publicado el 14 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

Un Fratricidio

Franz Kafka


Cuento


Se ha comprobado que el asesinato tuvo lugar de la siguiente manera:

Schmar, el asesino, se apostó alrededor de las nueve de la noche —una noche de luna— en la intersección de la calle donde se encuentra el escritorio de Wese, la víctima, y la calle donde ésta vivía.

El aire de la noche era frío y penetrante. Pero Schmar sólo vestía un delgado traje azul; además, tenía la chaqueta desabotonada. No sentía frío; por otra parte, estaba todo el tiempo en movimiento. Su mano no soltaba el arma del crimen, mitad bayoneta y mitad cuchillo de cocina, completamente desnuda. Miraba el cuchillo a la luz de la luna; la hoja resplandecía; pero no bastante para Schmar; la golpeó contra las piedras del pavimento, hasta sacar chispas; quizá se arrepintió de ese impulso, y para reparar el daño, la pasó como el arco de un violín contra la suela de su zapato, sosteniéndose sobre una sola pierna, inclinado hacia adelante, escuchando al mismo tiempo el sonido del cuchillo contra el zapato, y el silencio de la fatídica callejuela.

¿Por qué permitió todo esto el particular Pallas, que a poca distancia de allí lo contemplaba todo desde su ventana del segundo piso?

Misterios de la naturaleza humana. Con el cuello alzado, el vasto cuerpo envuelto en la bata, meneando la cabeza, miraba hacia abajo.

Y a cinco casas de distancia, del otro lado de la calle, la señora Wese, con el abrigo de piel de zorros sobre el camisón, miraba también por la ventana, esperando a su marido, que hoy tardaba más que de costumbre.

Finalmente sonó la campanilla de la puerta del escritorio de Wese, demasiado fuerte para la campanilla de una puerta; sonó por toda la ciudad, hacia el cielo, y Wese, el laborioso trabajador nocturno, salió de la casa, todavía invisible, sólo anunciado por el sonido de la campanilla; inmediatamente, el pavimento registra sus tranquilos pasos.


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Publicado el 14 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

Once Hijos

Franz Kafka


Cuento


Tengo once hijos.

El primero es exteriormente bastante insignificante, pero serio y perspicaz; aunque le quiero, como quiero a todos mis demás hijos, no sobreestimo su valor. Sus razonamientos me parecen demasiado simples. No ve ni a izquierda ni a derecha ni hacia el futuro; en el reducido círculo de sus pensamientos, gira y gira corriendo sin cesar, o más bien pasea.


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Publicado el 14 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

El Gabinete de Figuras de Cera

Gustav Meyrink


Cuento


—¡Tuviste una buena idea al telegrafiar a Melichior Kreuzer! ¿Crees que nos hará el favor que le hemos pedido, Sinclair? Si ha cogido el primer tren —y Sebaldus miró su reloj—, estará aquí en cualquier momento.

Sinclair se había levantado y señaló por la ventana en vez de dar una respuesta.

Se vio a un hombre alto y delgado que se aproximaba por la calle a toda prisa.

—Hay veces que los segundos se deslizan por nuestra consciencia y hacen que asuntos cotidianos nos parezcan espantosamente nuevos, ¿lo has sentido alguna vez tú también, Sinclair?

»Es como si de repente nos despertásemos y nos volviéramos a dormir enseguida y, durante ese instante de un latido, hubiésemos mirado largo tiempo en un acontecimiento enigmático.

Sinclair miró a su amigo con atención.

—¿A qué te refieres?

—Será la influencia más sombría que me ha asaltado en el gabinete de figuras de cera —continuó Sebaldus—, hoy estoy indeciblemente sensible; al ver venir a Melchior desde lejos y al contemplar cómo su figura crecía y crecía cada vez más conforme se acercaba, había algo que me atormentaba, algo —¿cómo podría expresarlo?— no siniestro en el sentido de que la lejanía podía engullir todas las cosas, ya sean cuerpos o sonidos, pensamientos, fantasías o acontecimientos. O al revés, las vemos al principio diminutas desde lejos, y poco a poco se tornan más grandes, todas, todas, también las que son inmateriales y no pueden recorrer ningún trecho. Pero no encuentro las palabras adecuadas, ¿no has sentido alguna vez a lo que me refiero? ¡Así parecen estar todas bajo la misma ley!

El otro asintió pensativo.


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Publicado el 14 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

El Seso Esfumado

Gustav Meyrink


Cuento


(Al zapatero Voifft-, con veneración.)

Hiram Witt era un gigante del espíritu, y como pensador superaba al propio Parménides, en fuerza y profundidad. Aparentemente, pues ni un solo europeo hablaba siquiera de sus obras.

La noticia de que había logrado, hace ya veinte años, hacer crecer de células animales sometidas, sobre discos de vidrio, a la influencia de un campo magnético, junto a la rotación mecánica, cerebros completamente desarrollados —cerebros que, a juzgar por lo que se sabía, eran capaces incluso de pensar por sí mismos—, apareció ciertamente acá y acullá en los diarios, pero sin haber despertado un interés científico más profundo.

Tales cosas no encajan en absoluto en nuestros tiempos. Y, además, en los países de habla alemana, ¡qué iba a hacerse con cerebros que pensaban por su cuenta!

Cuando Hiram Witt era todavía joven y ambicioso, no transcurría una semana sin que mandara uno o dos de les cerebros trabajosamente producidos por él a los grandes institutos científicos. ¡Podían examinarlos, opinar acerca de ellos!

En honor a la verdad, así se hizo concienzudamente.

Los cerebros fueron colocados en recipientes de cristal, de temperatura apropiada. El famoso profesor de liceo Aureliano Chupatinto les estuvo leyendo, incluso, por intervención de un alto personaje, conferencias a fondo sobre el enigma del universo de Häckel. Pero los resultados fueron hasta tal punto desalentadores, que todos se vieron literalmente forzados a prescindir de toda enseñanza ulterior. Porque, piénsese: ya en la introducción a la primera conferencia, la mayor parte de los cerebros estallaron entre sonoros estampidos, mientras que los demás sufrieron unas cuantas contracciones violentas, para reventar en seguida, sin llamar la atención y apestar más tarde atrozmente.


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Publicado el 14 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

Estampas de Parejitas

Charles Dickens


Cuento


CON UNA
URGENTE APELACIÓN A LOS CABALLEROS DE INGLATERRA
(VIUDOS O SOLTEROS),
A PROPÓSITO DE LA ALARMANTE CRISIS ACTUAL

Por el autor de Estampas de caballeretes

Urgente apelación etc.
A LOS CABALLEROS DE INGLATERRA,
(VIUDOS O SOLTEROS),
LLAMADA DE SU LEAL CONCIUDADANO

ADORADOS:

Dado que su Muy Graciosa Majestad, Victoria, Defensora de la Fe, y Reina, por la gracia de Dios, del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda declaró, el pasado 23 de noviembre, ante su Muy Honorable Consejo Privado, la Muy Graciosa Intención de su Majestad de adoptar el vínculo del matrimonio.

Puesto que su Muy Graciosa Majestad, al dar a conocer su Muy Graciosa Intención a su Muy Honorable Consejo Privado, como antes se ha dicho, utilizó las palabras: «Es mi intención unirme en matrimonio con el príncipe Alberto de Sajonia Coburgo y Gotha».

Teniendo en cuenta que éste es año bisiesto, por lo que se considera legítimo que una dama se ofrezca en matrimonio a un caballero y le insista y obligue a aceptarla bajo pena del pago de una multa o castigo; a saber: un vestido de seda o satén de la mejor calidad, escogido por la dama y pagado (o adeudado) por el caballero.

Ya que éstos y otros horrores y peligros con los que el susodicho año bisiesto amenaza a los caballeros de Inglaterra con ocasión de su reiterado retorno se han visto agravados y aumentados por las palabras de la citada Muy Graciosa comunicación de su Majestad, que ha llenado la cabeza de muchas señoritas del reino de ciertas ideas destructivas para la paz de la humanidad que nunca antes se les habían pasado por la imaginación.


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Publicado el 14 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

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