Textos más populares esta semana publicados por Edu Robsy etiquetados como Ensayo | pág. 7

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editor: Edu Robsy etiqueta: Ensayo


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Ideocracia

Miguel de Unamuno


Ensayo, filosofía, política


De la tiranías todas, la más odiosa me es, amigo Maeztu, la de las ideas; no hay cracia que aborrezca más que la ideocracia, que trae consigo, cual obligada secuela, la ideofobia, la persecución, en nombre de unas ideas, de otras tan ideas, es decir, tan respetables o tan irrespetables como aquéllas. Aborrezco toda etiqueta; pero si alguna me habría de ser más llevadera es la de ideoclasta, rompeideas. ¿Que cómo quiero romperlas? Como las botas, haciéndolas mías y usándolas.

El perseguir la emisión de esas ideas a que se llama subversivas o disolventes, prodúceme el mismo efecto que me produciría el que, en previsión del estallido de una caldera de vapor, se ordenase romper el manómetro en vez de abrir la válvula de escape. Al afirmar con profundo realismo Hegel que es todo idea, redujo a su verdadera proporción a las llamadas por antonomasia ideas, así como al comprender que es milagroso todo cuanto nos sucede, se nos muestran, a su más clara luz, los en especial llamados milagros.

Idea es forma, semejanza, species… ¿Pero forma de qué? He aquí el misterio: la realidad de que es forma, la materia de que es figura, su contenido vivo. Sobre este misterio giró todo el combate intelectual de la Edad Media; sobre él sigue girando hoy. La batalla entre individualistas y socialistas es, en el fondo lógico, la misma que entre nominalistas y realistas. Esto en el fondo lógico; pero ¿y en el vital? Porque es la forma especial de vida de cada uno lo que le lleva a la mente tales o cuales doctrinas.

¿Que las ideas rigen al mundo? Apenas creo en más idea propulsora del progreso que en la idea-hombre, porque también es idea, esto es, apariencia y forma cada hombre; pero idea viva, encarnada; apariencia que goza y vive y sufre, y que, por fin, se desvanece con la muerte.


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Dominio público
11 págs. / 20 minutos / 423 visitas.

Publicado el 10 de mayo de 2020 por Edu Robsy.

Cristianismo y Anarquismo

León Tolstói


Ensayo, Artículo


Sobre la revolución

No hay peor sordo que el que no quiere oír. Los revolucionarios dicen que su actividad tiene por objeto la destrucción del tiránico estado actual de las cosas que oprime y deprava a los hombres. Pero, para aniquilarle hay que contar de antemano con los medios; tener cuando menos una probabilidad de que ha de lograrse dicha destrucción, y no hay el menor riesgo de que esto pueda suceder. Los gobiernos existen; desde hace mucho tiempo conocen a sus enemigos y los peligros que les amenazan, y por esta razón toman las medidas que hacen imposible la destrucción del estado de cosas por medio del cual se mantienen. Y los motivos y los medios que para esto tienen los gobiernos son los más fuertes que pueden existir: el instinto de conservación y el ejército disciplinado.


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Protegido por copyright
56 págs. / 1 hora, 39 minutos / 406 visitas.

Publicado el 5 de junio de 2016 por Edu Robsy.

A Vuela Pluma

Juan Valera


Ensayo, Artículo, Crítica


PRÓLOGO

IMPRESO ya este libro y reunidos en él no pocos artículos, se me ofrecen dificultades que conviene allanar antes de que el libro salga á luz pública. Ponerle título es la menor de todas y ya la considero allanada. A vuela pluma es título tan significativo como propio. Ora excitado yo á dar mi parecer sobre flamantes producciones literarias, ora movido é inspirado por los tristes acontecimientos políticos de nuestros días, he escrito y esparcido, por revistas y periódicos diarios, lo que aquí va reunido. No porque soy escéptico, sino porque soy modesto, aunque me contradiga atribuyéndome tan buena cualidad, nada pretendí enseñar al escribirlos en cada uno de los siguientes artículos, ni nada pretendo ahora enseñar al reunirlos en un volumen. Y no porque yo crea que no haya verdades que enseñar, sino porque carezco de fe bastante en mi propio saber y en mi autoridad y competencia para empuñar la férula y revestirme de la toga y demás insignias del magisterio. No es, pues, para enseñanza de mis lectores, para lo que publico este libro.

Si he de confesar la verdad tampoco han acudido mis amigos, admiradores y parciales, aconsejándome y casi impulsándome con la violencia de sus ruegos para que le publique, según ocurre con frecuencia á otros autores más que yo dichosos. Este libro, inútil para la enseñanza, para la cual candorosamente le desautorizo, se publica sin que nadie me lo pida ni se empeñe en ello, por mi espontánea y libérrima voluntad y por mi iniciativa. ¿Qué fin me llevo al publicarle? Alguna explicación acerca de esto me considero obligado á dar á los lectores.


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257 págs. / 7 horas, 30 minutos / 328 visitas.

Publicado el 30 de abril de 2016 por Edu Robsy.

Ciudad y Campo

Miguel de Unamuno


Ensayo


Cada una de mis estancias —nunca largas— en Madrid, restaura y como que alimenta mis reservas de tristeza y melancolía. Me evoca la impresión que me causó mi primera entrada en la corte, el año 80, teniendo yo dieciséis; una impresión deprimente y tristísima, bien lo recuerdo. Al subir, en las primeras horas de la mañana, por la cuesta de San Vicente, parecíame trascender todo a despojos y barreduras; fue la impresión penosa que produce un salón en que ha habido baile público, cuando por la mañana siguiente se abren las ventanas para que se oree, y se empieza a barrerlo. A primeras horas de la mañana apenas se topa en Madrid más que con rostros macilentos, espejos de miseria, ojos de cansancio y esclavos de espórtula. Parece aquello un enorme búho que se prepara a dormir; aquellas auroras parecen crepúsculos vespertinos. Fui a parar a la casa de Astrarena, donde viví el primer curso, allá, en sus alturas, y recuerdo el desánimo que me invadió al asomarme a uno de los menguados balconcillos, contiguos al tejado, que dan a la calle de Hortaleza y contemplar desde allí arriba el hormigueo de los transeúntes por la Red de San Luis, calle de la Montera y de Hortaleza. Estas emociones reviven en mí cada vez que entro en Madrid.


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Dominio público
16 págs. / 29 minutos / 319 visitas.

Publicado el 30 de septiembre de 2019 por Edu Robsy.

Con Don Quijote en Sigüenza

Miguel de Unamuno


Artículo, ensayo


Ahí, a mil metros sobre el nivel azul del mar latino, en la adusta meseta que enlaza Aragón a la Mancha —¡dos tierras tan tierras!— sentí invadir mi alma ansiosa un cacho de tradición empedernida. Tradición y no historia, y tradición hecha piedra. Piedra y ladrillos y adobe.
 La tradición es la escurraja, el sedimento, a menudo las heces no más de la historia. La historia vive y pasa, la tradición queda y dura. Pero vuelve a hacerse con la tradición historia cuando se la vivifica y se la vive.
 Y así fuí a la vieja ciudad de Sigüenza a alimentar de piedras y de barro cocido o reseco mi alma, a hacer alma esas piedras animándolas en el espíritu. Y a resecar y renacer a la vez un poco el alma que empezaba a derretírseme.
 Venía de la ciudad de Monzón de Río Cinca, el pueblo natal de Joaquín Costa, el último gran ibero, el que por trágica contradicción predicó el europeísmo, el de corazón fervoroso de gran cacique espiritual. Predicó el europeísmo por haberse sentido tan arraigadamente ibérico y combatió el caciquismo porque allá, en su fuero interno, se conocía grandísimo cacique.
 Desde el castillo de Monzón había restregado mi vista en el verdor de las huertas que se ufanan lozanas a su pie y la había enjuagado luego de esa verdura de visión oteando las lontananzas ceñudas que se pierden en el regazo del Pirineo. El Maladeta se alzaba en el confín como una barrera entre Iberia y Europa. Más allá de él los campos grasos y muelles de los pueblos que guerreando o jugando —todo es guerra y todo es juego, y juego y guerra lo mismo— se dejan llevar sin resistir, vida abajo, por el vasto río de la historia hacia el mar del infinito olvido.
 C'est un paysage planetaire! ¡Es un paisaje planetario! Así me había dicho una vez uno de los conservadores del Museo del Louvre que desde París fue a caer en tren sobre Medinaceli en busca de Grecos.


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Dominio público
5 págs. / 8 minutos / 311 visitas.

Publicado el 7 de octubre de 2019 por Edu Robsy.

Más Sobre la Crisis del Patriotismo

Miguel de Unamuno


Ensayo


«Oigo la voz de Dios; ¡ay de los que quieran resistirla! ¡Para ellos no se ha escrito la Historia!».

(JOSÉ RIZAL: Noli me tangere, cap. L)


«Escolta, Espanya — la veu d'un fill
que t'parla en llengua no castellana:
parlo en la llengua — que m'ha donat
la terra aspra:
en questa llengua — pocs t'han parlat:
en l'altra, massa.
[...]
On est, Espanya? — No t'veig en lloc.
No sents aquesta llengua — que t'parla entre perills?
Has desaprès d'entendre an els teus fills?
Adéu, Espanya!».

(JOAN MARAGALL: Oda a Espanya)
 

El ensayo que sobre «La crisis actual del patriotismo español» publiqué en estas mismas páginas, refugio de sinceridad, fue reproducido y comentado, y me forjo la ilusión de que ha contribuido a levantar a no pocos espíritus, sobre todo en Cataluña y en mi País Vasco, y a traerlos más aún al patriotismo español. Y al único patriotismo verdaderamente fecundo, al que consiste en esforzarse por hacer a la Patria grande, rica, variada, compleja.

Y la complejidad de la Patria, condición ineludible de su desarrollo armónico, supone la variedad íntima, la diferenciación de sus partes componentes y la mutua acción de estas partes, las unas sobre las otras, dentro de la integridad total. Cada región, cada casta de las que componen a España, debe procurar acusar, corroborar y fijar su propia personalidad, y el mejor modo de acusarla, corroborarla y fijarla, el único eficaz, consiste —no me cansaré de repetirlo— en tratar de imponérsela a las demás regiones o castas. Nadie se hace una personalidad por acción interna, sino por acción hacia fuera.


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Dominio público
15 págs. / 26 minutos / 213 visitas.

Publicado el 13 de septiembre de 2018 por Edu Robsy.

Hablar de España

Arturo Robsy


Ensayo, Política


DELANTAL QUE SE PONE AL LIBRO.

Panorama

El hombre es un ser sometido a instintos, como el de conservación o el gregario, y a reflejos como el de la búsqueda (qué difícil es dejar de buscar algo extraviado). Sometido. No hay libertad frente a ellos ni frente al tiempo que toca vivir. Llegar a percibir que hoy no es ayer, que se han modificado los principios activos de nuestro mundo, es difícil. Más si se trata con demagogia.

Hay que contar siempre con que la metafísica no pesa en los postulados que rigen el rumbo de la sociedad. Hay que atenerse, críticamente, a lo que hay, sabiendo que no se busca lo permanente y que se silencia la trascendencia de lo que realmente trasciende.

El mundo del hombre, el único verdaderamente accesible, es la sociedad y, en específico, la propia, en la que se ha formado y cuyo paso debe seguir, a gusto o a disgusto, o aceptar el riesgo de quedarse fuera. La sociedad es un sino, algo a lo que estamos condenados, un principio automático de sometimiento que, si falla, es restaurado por la coacción o la coerción: Policías y jueces cuidan de ello. Y quienes legislan.


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Licencia limitada
55 págs. / 1 hora, 37 minutos / 153 visitas.

Publicado el 14 de julio de 2016 por Edu Robsy.

Opresión del Entendimiento en España

José María Blanco White


Ensayo


[…] El que quisiese saber los nombres de los escritores y hombres de méritor que han, no diré florecido, porque bajo tal sistema es imposible, sino despuntado en España, búsquelos en los libros de la Inquisición o, lo que es lo mismo, en la lista que de ellos hit sacado Llorente. Allí hallará a Azara, Ricardos, Bails, Cañuelo, Clavijo-Fajardo, Iriarte, Samaniego, Vicente, Salas, Tabira, Calzada, Jovellanos, Urquijo; en una palabra: a cuantos se han atrevido a saber más o con mejor gusto que los inquisidores. Y no se crea que esto ha sucedido sólo desde que se introdujo el gusto a la filosofía francesa. La misma lista presenta los nombres de cuantos teólogos se apartaron de la senda escolástica en los reinados de Carlos V y su hijo Felipe.


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Dominio público
9 págs. / 16 minutos / 125 visitas.

Publicado el 27 de enero de 2021 por Edu Robsy.

Escritos Políticos

Jack London


Ensayo, Política


Cómo me hice socialista

Es bastante justo decir que me hice socialista de un modo similar a como los teutones paganos se hicieron cristianos: a golpes de martillo. En el momento de mi conversión, yo no sólo no estaba buscando el socialismo sino que lo estaba combatiendo. Era muy joven e inexperto, no sabía casi nada, y aunque nunca había oído hablar siquiera de una escuela llamada “individualismo”, cantaba el himno de los fuertes con todo el corazón.

Esto era así porque yo mismo era fuerte. Por fuerte quiero decir que tenía buena salud y músculos firmes, ambas cualidades fácilmente explicables. Había pasado mi niñez en los ranchos de California, mi adolescencia repartiendo periódicos en las calles de una lozana ciudad del Oeste, y mi juventud en las aguas cargadas de ozono de la Bahía de San Francisco y del Océano Pacífico. Me encantaba la vida al aire libre, y al aire libre me afanaba en los trabajos más duros. Sin aprender ningún oficio, yendo de empleo en empleo, contemplaba el mundo y lo encontraba bueno hasta en el último detalle. Permítanme que lo repita: este optimismo se debía a que era sano y fuerte, no estaba preocupado por dolencias ni debilidades, nunca me había rechazado ningún patrón por no parecer apto, y siempre era capaz de conseguir un trabajo paleando carbón, como marinero, o haciendo algún tipo de trabajo manual.


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Protegido por copyright
58 págs. / 1 hora, 42 minutos / 107 visitas.

Publicado el 6 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

La Lámpara Maravillosa

Ramón María del Valle-Inclán


Ensayo, Biografía


Ejercicios espirituales

GNOSIS

HAY dos maneras de conocer, que los místicos llaman Meditación y Contemplación. La Meditación es aquel enlace de razonamientos por donde se llega a una verdad, y la Contemplación es la misma verdad deducida cuando se hace sustancia nuestra, olvidado el camino que enlaza razones a razones, y pensamientos con pensamientos. La Contemplación es una manera absoluta de conocer, una intuición amable, deleitosa y quieta, por donde el alma goza la belleza del mundo, privada del discurso y en divina tiniebla: Es así como una exégesis mística de todo conocimiento, y la suprema manera de llegar a la comunión con el Todo. Pero, cuando nuestra voluntad se reparte para amar a cada criatura separadamente y en sí, jamás asciende de las veredas meditativas a la cima donde la visión es una suma. Puede una inclinación filosófica ser disciplina para alcanzar el íntimo consorcio con la suprema esencia bella —divina razón que nos mueve al amor de todas las cosas—, pero cuando una vez se llega a este final, el alma queda tan acostumbrada al divino deleite de comprender intuitivamente, que para volver a gustarle ya no quiere cansarse con el entendimiento, persuadida de que mejor se logra con el ahínco de la voluntad. A esta manera llamaron los quietistas tránsito contemplativo, porque al ser logrado el fin, cesan los medios, como cuando la nave llega al puerto acaba el oficio de la vela y del remo: Es manera más imperfecta que la intuición mística, atendiendo que la una nos llega por enlaces de la razón que medita, y la otra es infusa: Una vista sincera y dulce, sin reflexión ni razonamiento, como escribe Miguel de Molinos.


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Dominio público
77 págs. / 2 horas, 16 minutos / 1.126 visitas.

Publicado el 30 de abril de 2017 por Edu Robsy.

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