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El Cuento del Grial

Chrétien de Troyes


Novela, Novela de Caballerías


Dedicatoria a Felipe de Flandes

Quien poco siembra poco recoge, y el que quiera cosechar algo que eche su semilla en lugar donde Dios le conceda el céntuplo; pues en tierra que nada vale la buena semilla se seca y desmedra. Chrétien siembra y echa la semilla de una novela que empieza, y la siembra en lugar tan bueno que no puede quedar sin gran provecho, pues lo hace para el más prudente que existe en el imperio de Roma. Se trata del conde Felipe de Flandes, que vale más que Alejandro, de quien se dice que fue tan bueno. Pero yo demostraré que el conde vale mucho más, pues aquél reunió en sí todos los vicios y todos los defectos de los que el conde está limpio y exento.

El conde es de tal condición que no escucha ni viles chocarrerías ni palabras necias, y le pesa si oye hablar mal de otro, sea quien fuere. El conde ama la recta justicia, la lealtad y la santa Iglesia y abomina toda villanía. Es más dadivoso de lo que se supone, pues da sin hipocresía y sin engaño, según el Evangelio, que dice: «No sepa tu izquierda los beneficios que haga tu derecha». Que lo sepa quien los recibe y Dios, que ve todos los secretos y conoce lo más escondido que hay en los corazones y en las entrañas.


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165 págs. / 4 horas, 50 minutos / 871 visitas.

Publicado el 7 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

La Condesa de Charny

Alejandro Dumas


Novela


I. LA TABERNA DEL PUENTE DE SEVRES

Si el lector tiene a bien recordar un instante nuestra novela Ángel Pitou, y, abriendo el tomo segundo, fija un momento su mirada en el capítulo titulado La noche del 5 al 6 de octubre, verá descritos algunos hechos que no estará demás tenga presentes antes de dar principio a este libro, el cual comienza con la mañana del 6 del mismo mes.

Después de citar nosotros algunas líneas importantes de este capítulo, resumiremos los hechos que deben preceder en la continuación de nuestro relato, y esto se hará con el menor número posible de palabras.

Estas líneas son las siguientes:

«A las tres, como ya hemos dicho, todo estaba apaciguado en Versalles, y la misma Asamblea, tranquilizada por el informe de sus ujieres, se había retirado.

«Confiábase en que esta tranquilidad no se perturbaría,

«Pero se confiaba mal.

«En casi todos los movimientos populares que preparan las grandes revoluciones hay un tiempo de espera, durante el cual se cree que todo ha concluido y que se puede dormir sin cuidado; pero se incurre en un error.

«Detrás de los hombres que hacen los primeros movimientos, están los que esperan a que éstos terminen, y que, fatigados o satisfechos, pero no queriendo en ningún caso ir más lejos, dejan a los otros entregarse al descanso.

«Entonces es cuando a su vez, esos hombres desconocidos, misteriosos agentes de las pasiones fatales, se deslizan en las multitudes, continúan su obra allí donde la dejaron, y llevándola hasta sus últimos límites, espantan, al despertar, a los que les abrieron camino y se echaron después en medio de éste, creyendo que ya estaba todo arreglado y conseguido el fin».

Hemos nombrado tres de esos hombres en el libro de que tomamos las pocas líneas que preceden.


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1.573 págs. / 1 día, 21 horas, 53 minutos / 521 visitas.

Publicado el 10 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Agencia Thompson y Cía.

Julio Verne


Novela


I. AGUANTANDO EL CHAPARRÓN

Dejando vagar su mirada por los brumosos horizontes del ensueño, Roberto Morgand hacía más de cinco minutos que permanecía inmóvil frente a aquella larga pared completamente cubierta de anuncios y carteles, en una de las más tristes calles de Londres.

Llovía torrencialmente. El agua subía desde el arroyo e invadía la acera, minando la base del abstraído personaje cuya cabeza se hallaba asimismo gravemente amenazada.

La mano de éste, debido a su ensimismamiento, había dejado que el protector paraguas se deslizara con suavidad, y el agua de la lluvia caía directamente del sombrero al traje, convertido en esponja, antes de ir a confundirse con la que corría tumultuosamente por el arroyo.

No se daba cuenta Roberto Morgand de esta irregular disposición de las cosas, si tenía consciencia de la ducha helada que caía sobre sus hombros. En vano sus miradas se fijaban en las botas; tan grande era su preocupación, que no notaba cómo lentamente se transformaban en dos pequeños arrecifes, en los que rompían los húmedos embates del arroyo.

Toda su atención hallábase monopolizada por el misterioso trabajo a que entregábase su mano izquierda; sumergida en un bolsillo del pantalón, aquella mano agitada, sopesaba, dejaba y volvía a coger algunas monedas, que totalizaban un valor de 33 francos con 45 céntimos, tal como había podido asegurarse después de haberlas contado repetidas veces.


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405 págs. / 11 horas, 50 minutos / 621 visitas.

Publicado el 16 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

El Misterio del Cuarto Amarillo

Gastón Leroux


Novela


A Robert CHARVAY

En recuerdo agradecido de los
comienzos del joven Rouletabille.

Afectusosamente,

Gaston LEROUX

1. DONDE SE EMPIEZA A NO ENTENDER NADA

No sin cierta emoción, comienzo a relatar aquí las extraordinarias aventuras de Joseph Rouletabille. Hasta hoy, este se había negado tan firmemente a ello que yo había perdido toda esperanza de publicar alguna vez la historia policial más curiosa de los últimos quince años. Supongo que el público nunca habría conocido "toda la verdad" sobre el prodigioso caso llamado del "cuarto amarillo" -que generó tantos dramas misteriosos, crueles y sensacionales, y en el que mi amigo estuvo tan íntimamente comprometido- si, con motivo de la reciente nominación del ilustre Stangerson para el grado de la Gran Cruz de la Legión de Honor, un periódico vespertino, en un artículo lamentable por su ignorancia o por su audaz perfidia, no hubiera resucitado una terrible aventura que Joseph Rouletabille, según me decía, hubiera deseado que se olvidara para siempre.


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262 págs. / 7 horas, 39 minutos / 1.314 visitas.

Publicado el 21 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Nuestra Señora de París

Victor Hugo


Novela


Prefacio I

Cuando hace algunos años el autor de este libro visitaba o, mejor aún, cuando rebuscaba por la catedral de Nuestra Señora, encontró en un rincón oscuro de una de sus torres, y grabada a mano en la pared, esta palabra:

'AN'AΓKH.

Aquellas mayúsculas griegas, ennegrecidas por el tiempo y profundamente marcadas en la piedra, atrajeron vivamente su atención. La clara influencia gótica de su caligrafía y de sus formas, como queriendo expresar que habían sido escritas por una mano de la Edad Media, y sobre todo el sentido lúgubre y fatal que encierran, sedujeron, repito, vivamente al autor.

Se interrogó, trató de adivinar cuál podía haber sido el alma atormentada que no había querido abandonar este mundo sin antes dejar allí marcado (en la frente de la vetusta iglesia) aquel estigma de crimen o de condenación. Más tarde los muros fueron encalados o raspados (ignoro cuál de estas dos cosas) y la inscripción desapareció. Así se tratan desde hace ya doscientos años estas maravillosas iglesias medievales; las mutilaciones les vienen de todas partes tanto desde dentro, como de fuera. Los párrocos las blanquean, los arquitectos pican sus piedras y luego viene el populacho y las destruye.

Así pues, fuera del frágil recuerdo dedicado por el autor de este libro, hoy no queda ya ningún rastro de aquella palabra misteriosa grabada en la torre sombría de la catedral de Nuestra Señora; ningún rastro del destino desconocido que ella resumía tan melancólicamente.

El hombre que grabó aquella palabra en aquella pared hace siglos que se ha desvanecido, así como la palabra ha sido borrada del muro de la iglesia y como quizás la iglesia misma desaparezca pronto de la faz de la tierra.

Basándose en esa palabra, se ha escrito este libro.

París, marzo de 1831.


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580 págs. / 16 horas, 55 minutos / 1.303 visitas.

Publicado el 23 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Último Día de un Condenado a Muerte

Victor Hugo


Novela, Teatro



The iron tongue of midnight hath told twelve:
Lovers, to bed; ‘tis almost fairy time.
I fear we shall out-sleep the coming morn
As much as we this night have overwatch’d.

WILLIAM SHAKESPEARE
 

Introducción

Pocas obras son tan atemporales y a la vez están tan intrínsecamente ligadas a la época en que se crearon como Último día de un condenado a muerte. Las motivaciones que impelieron a Victor Hugo a escribir este libro en 1829 se derivan de forma directa de las convulsiones políticas que azotaban a Francia en aquel momento. La Revolución de 1793 había puesto fin al llamado Despotismo Ilustrado, un periodo de absolutismo y de exaltación de la razón en favor del progreso de la humanidad y en detrimento del pueblo, y había establecido las bases de los actuales sistemas democráticos de representación parlamentaria. En nombre de los principios que la inspiraron —libertad, igualdad, fraternidad—, las autoridades de la Revolución habían ido aniquilando a aquellos personajes de la realeza y de la aristocracia que consideraban culpables de las injusticias del pasado y cuya sola vida ponía en peligro el nuevo orden político. Nació la guillotina y la decapitación se convirtió en un espectáculo público. La Revolución era incontestable; sus métodos, también. Mientras la pena de muerte se consolidaba como garante del nuevo sistema, los excesos de su aplicación, que se extendió a todo el ámbito de la delincuencia, suscitaron el alzamiento de algunas voces críticas.


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109 págs. / 3 horas, 11 minutos / 1.193 visitas.

Publicado el 23 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Villette

Charlotte Brontë


Novela


Libro primero

Capítulo I. Bretton

Mi madrina vivía en una hermosa casa en el antiguo y cuidado pueblo de Bretton. La familia de su marido residía allí desde hacía generaciones y llevaba, de hecho, el nombre de su lugar natal: los Bretton de Bretton; desconozco si por coincidencia o porque algún remoto antepasado había sido un personaje lo bastante destacado para legar el apellido a su comunidad.

Cuando era pequeña, iba a Bretton un par de veces al año, y disfrutaba mucho con aquellas visitas. La casa y sus moradores me agradaban especialmente. Las habitaciones amplias y tranquilas, los muebles bien conservados, los grandes ventanales, el balcón que daba a una vieja calle, muy bonita, donde siempre parecía ser domingo o día festivo, tan apacible era su atmósfera, tan limpio su pavimento; todas esas cosas me encantaban.

Una niña en una casa llena de adultos suele ser objeto de mimos y atenciones, y yo los recibía, de una manera reposada, de la señora Bretton, que se había quedado viuda antes de que yo la conociera y tenía un hijo; su marido, médico, había muerto cuando era todavía una mujer joven y hermosa.


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622 págs. / 18 horas, 9 minutos / 199 visitas.

Publicado el 14 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

El Profesor

Charlotte Brontë


Novela


Prefacio

Este pequeño libro se escribió antes que Jane Eyre y Shirley y, sin embargo, no puede pedirse indulgencia para él so pretexto de ser un primer intento. No lo fue, desde luego, pues la pluma que lo escribió había sufrido un desgaste considerable en una práctica de varios años. Cierto es que no había publicado nada antes de empezar El profesor, pero en más de una tosca tentativa, destruida prácticamente al ser terminada, había perdido todo gusto por la narrativa recargada y redundante en favor de una hogareña sencillez. Al mismo tiempo, había adoptado un conjunto de principios sobre la cuestión de los episodios y demás que, en teoría, merecerían la aprobación general, pero cuyos resultados, al ser llevados a la práctica, son a menudo para un autor motivo más de sorpresa que de placer. Me decía que mi héroe debía abrirse camino en la vida tal como había visto que hacían hombres reales, que no debía recibir jamás un solo chelín que no hubiera ganado, que ningún vuelco súbito debía elevarlo de la noche a la mañana en riqueza y posición social, que cualquier pequeño bien que pudiera adquirir debía obtenerlo con el sudor de su frente, que antes de hallar siquiera un cenador en el que sentarse debía ascender al menos hasta la mitad de la Colina de la Dificultad, que jamás habría de casarse con una mujer rica, ni hermosa, ni con una dama de alcurnia. Como hijo de Adán, habría de compartir su destino: trabajo durante toda la vida combinado con una moderada dosis de placer.


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282 págs. / 8 horas, 13 minutos / 443 visitas.

Publicado el 14 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

La Inquilina de Wildfell Hall

Anne Brontë


Novela


PREFACIO

Si bien reconozco que el éxito de la presente obra ha sido mayor que el que yo esperaba y que las alabanzas que ha arrancado a unos pocos críticos benevolentes han sido superiores a sus méritos, también debo admitir que desde otros ámbitos ha sido criticada con una aspereza para la que tampoco estaba preparada y que tanto mi juicio como mis sentimientos me aseguran que es más amarga que justa. Apenas está en las manos de un autor el refutar los argumentos de sus censores y justificar sus propias producciones, pero espero que se me permita aquí hacer algunas observaciones con las que habría prolongado la primera edición si hubiera previsto la necesidad de semejantes precauciones frente a los malentendidos creados por aquellos que habrían de leerla con una mente llena de prejuicios o de contentarse con juzgarla después de una rápida ojeada.


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548 págs. / 16 horas / 783 visitas.

Publicado el 14 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

La Prima Phillis

Elizabeth Gaskell


Novela


Capítulo I

Es maravilloso para un joven disponer por primera vez de un alojamiento para él solo. Creo que nunca me he sentido tan satisfecho y orgulloso como el día en que, a los diecisiete años, me senté en un pequeño cuarto triangular encima de una pastelería de Eltham, la capital del condado. Mi padre se había despedido de mí aquella tarde después de dictarme unas cuantas normas elementales de conducta que me sirvieran de guía en mi nueva vida. Yo iba a trabajar con el ingeniero del ferrocarril encargado de la construcción del pequeño ramal de Eltham a Hornby. Mi padre me había conseguido ese empleo, que estaba un poco por encima de su categoría; aunque tal vez debería decir, por encima de la posición en que había nacido y crecido, pues la gente le trataba cada vez con mayor consideración y respeto. Era mecánico de oficio, pero tenía cierto talento para la invención, además de mucha perseverancia, y había ideado importantes mejoras para la maquinaria del ferrocarril. No lo hacía por dinero, aunque, como es lógico, aceptase el que le llegaba merced al curso natural de las cosas. Desarrollaba sus ideas porque, como él decía, «hasta que no les daba forma, le obsesionaban día y noche». Pero no hablaré más de mi querido padre; un país es afortunado cuando tiene muchos hombres como él. Era un espíritu independiente por ascendencia y por convicción; y eso fue, creo, lo que le empujó a alquilarme una habitación encima de la pastelería. La tienda era de dos hermanas del pastor de nuestra comunidad, lo cual se consideró una especie de salvaguarda de mi moralidad cuando me acosaran las tentaciones de una capital de condado, con un salario de treinta libras anuales.


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123 págs. / 3 horas, 35 minutos / 167 visitas.

Publicado el 17 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

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