Textos favoritos publicados por Edu Robsy | pág. 116

Mostrando 1151 a 1160 de 7.807 textos encontrados.


Buscador de títulos

editor: Edu Robsy


114115116117118

Noche de Ánimas

Arturo Robsy


Cuento


Este cuento debe ser leído a solas y de noche.


Es Noche de Ánimas. Hay humo en la taberna. Las conversaciones zumban de rincón a rincón, miden los oídos, exploran los recuerdos y ponen no sé qué vibración de oscuridad y cansancio en el aire.

El tabernero espabila una candil, se dirige al bocoy más negro con un pichel en la mano. Fuera, airecillo fresco de noviembre, humedad de relente y noche. Las más de las casas están cerradas a piedra y lodo. Ninguna luz brilla tras las contraventanas prietas. Nadie canta y, por una vez, los precavidos borrachos renuncian a sus correrías inseguras y vociferantes.

Juan (en Joan, si lo preferís) calienta el vino grueso entre sus manos y mira a la moza de la taberna: muchacha joven y rolliza que, se inclina sobre la pila para enjugar los vasos, le enseña bonitas redondeces por el escote abajo.

Bebe su vino y sonríe. La moza le devuelve el gesto y, muy segura de su cuerpo, dobla aún más el espinazo. Fuera, el airecillo fresco del noviembre que se estrena, y la humedad del relente y la noche toda, a oscuras, en silencio, amplía.

Apetece más mujer que vino. Mejor ansía plácidos suspiros y crujir de sábanas blancas y calientes; el olorcillo a cuerpo y a caricias que llena los dormitorios alegres... ¿Quién sabe si la moza...? Sueños son, en cualquier caso; aventuras del pensamiento que se terminan donde empieza el primer escalón que da a la calle.

—Noche de Ánimas hoy —dice alguien a su lado.

—No tengo yo muertos —regruñe.


Leer / Descargar texto

Licencia limitada
5 págs. / 10 minutos / 43 visitas.

Publicado el 26 de septiembre de 2020 por Edu Robsy.

Riquete el del Copete

Charles Perrault


Cuento infantil


Había una vez una reina que dio a luz un hijo tan feo y tan contrahecho que mucho se dudó si tendría forma humana. Un hada, que asistió a su nacimiento, aseguró que el niño no dejaría de tener gracia pues sería muy inteligente y; agregó que en virtud del don que acababa de concederle, él podría darle tanta inteligencia como la propia a la persona que más quisiera.

Todo esto consoló un poco a la pobre reina que estaba muy afligida por haber echado al mundo un bebé tan feo. Es cierto que este niño, no bien empezó a hablar, decía mil cosas lindas, y había en todos sus actos algo tan espiritual que irradiaba encanto. Olvidaba decir que vino al mundo con un copete de pelo en la cabeza, así es que lo llamaron Riquet-el-del-Copete, pues Riquet era el nombre de familia. Al cabo de siete u ocho años, la reina de un reino vecino dio a luz dos hijas. La primera que llegó al mundo era más bella que el día; la reina se sintió tan contenta que llegaron a temer que esta inmensa alegría le hiciera mal. Se hallaba presente la misma hada que había asistido al nacimiento del pequeño Riquet-el-del-Copete, y para moderar la alegría de la reina le declaró que esta princesita no tendría inteligencia, que sería tan estúpida como hermosa. Esto mortificó mucho a la reina; pero algunos momentos después tuvo una pena mucho mayor pues la segunda hija que dio a luz resultó extremadamente fea.

—No debéis afligiros, señora, le dijo el hada; vuestra hija, tendrá una compensación: estará dotada de tanta inteligencia que casi no se notará su falta de belleza.

—Dios lo quiera, contestó la reina; pero, ¿no había forma de darle un poco de inteligencia a la mayor que es tan hermosa?

—No tengo ningún poder, señora, en cuanto a la inteligencia, pero puedo todo por el lado de la belleza; y como nada dejaría yo de hacer por vuestra satisfacción, le otorgaré el don de volver hermosa a la persona que le guste.


Leer / Descargar texto

Dominio público
7 págs. / 12 minutos / 508 visitas.

Publicado el 28 de junio de 2020 por Edu Robsy.

La Gloria del Camino

Arturo Robsy


Novela corta, cuento


Mucho ojo:

La Gloria del Camino (Serie: Alarma: ¡Peligro Azul!), es un razonamiento múltiple de unos múltiples hombres que saben lo que quieren, a diferencia de sus gobernantes. Su gloria, hermosa y azul, está en la sonrina, en la resistencia tanto al desengaño como al engaño, en su esfuerzo continuado, en su dignidad y, en suma, en todas esas ideas grandes y sentidas que, dentro de unos años, se llamarán, con honor y respeto, Resistencia Española, cuando ya las profecias se hayan cumplido, estén a buen recaudo los ladrones, escarnecidos los perjuros y justamente castigados los que se ensucian las manos en este caos nihilista, inmoral y necio, a que nos somete la Clase Explotadora: La Clase Política.

Dedicatoria

A los Hombres. No a todos los hombres. Solamente a los que lo son.

La frase

Todo el mundo pone la protección de sus escritos en manos de un pensamiento con famosa firma. Cúmplase la norma: «Se heroico y serás eterno, vive a la fama y serás inmortal. No hagas caso, no, de esa material vida en que los brutos te exceden. Estima, sí, la de la honra y de la fama y entiende esta verdad, que los insignes hombres nunca mueren.»

Carta y prólogo

que escribe el Jefe de la Centuria del Amanecer al autor


Leer / Descargar texto

Licencia limitada
54 págs. / 1 hora, 34 minutos / 118 visitas.

Publicado el 15 de julio de 2020 por Edu Robsy.

Técnicas Avanzadas para Localizar el Cerebro

Arturo Robsy


Cuento


Dicen algunos optimistas que el cerebro es la sede de la vida, incluso en los que dan encefalograma plano y no tienen más remedio que dedicarse a la política. Muchas personas suponen, sin excesivas pruebas, que en él reside el pensamiento o, al menos, que con él se piensa.

Que esta opinión no está tan extendida como se cree lo saben los escritores: ninguno ha escapado a la señora o al amigo que, llenos de admiración, le preguntan: ¿De dónde te sacas esas tonterías que escribes? Ni se les ocurre suponer que del cerebro, órgano misterioso.

La ciencia, como saben los estudiantes cuando se introducen en las discotecas, no lo es todo. Si el pueblo llano opina que se puede pensar con otra parte distinta, tiene a su favor muchos siglos de observación de la realidad.

Bien demostrado está que hay quien piensa con el corazón y, aunque se gana el cielo a veces, hace el indio muchas más. Hay quien usa la cartera como órgano de la razón, aunque no siempre acabe depositado en consejos de administración. Otros, sencillamente piensan con los pies, habilidad extendida y de indudable predicamento entre amplios sectores de electores. Otros más piensan con los cojones, o su equivalente, pero no siempre en cuestiones sexuales: se les conoce por su extraordinaria capacidad para ejercer de tarugos. No pocos usan el estómago para construir bellos silogismos capaces de confraternizar con la fabada. Algunos, más virtuosos, lo hacen con el culo, sumiendo a amigos y conocidos en la confusión.

Por eso urgía hallar una técnica que permitiera localizar la situación exacta del órgano pensante para que el médico pudiera intervenir a tiempo y con éxito cuando la razón se extraviara. Un sedante, ¿qué pobre efecto puede ejercer sobre unos pies adaptados al razonamiento inductivo? Un ansiolítico, ¿qué le importa a un estómago con criterio propio?


Leer / Descargar texto

Licencia limitada
1 pág. / 3 minutos / 81 visitas.

Publicado el 10 de julio de 2020 por Edu Robsy.

¿Existe una Lengua de los Españoles?

Arturo Robsy


Cuento


Una de las mayores sorpresas que se lleva un inglés que haya estudiado idiomas o, lo que es lo mismo, que haya ojeado el famoso ¿Quiere Vd, hablar español en 10 días?, es descubrir que el idioma español no existe. No importa que lleve en el bolsillo un diccionario Inglés-Español o Español-Inglés. Sufre una ilusión, un espejismo, porque no hay idioma español.

Don Jorge Puig, pequeño empresario catalán, me lo explicó así:

—Hay muchas lenguas españolas. El catalán es, en puridad, español. Tan español como el castellano.

Sin arriesgarme a hacer ningún comentario personal, le mostré mi diccionario Inglés-Español.

—Una barbaridad. —exclamó Don Jorge, que, a veces, se llama Dony Jordi.— Hasta eso ha querido arrebatarnos Castilla.

—¿Y este idioma en el que hablamos, qué es?

—Castellano. Otra lengua española, como el catalán, el gallego, el vascuence, el bable, el patúo, el panocho...

¿No es como para meditar? Don Jorge opinaba que Cataluña es una nación oprimida por España, pero insiste en que el catalán es una lengua tan española como el castellano.

—Además, —insistió, buscando en su librería un ejemplar de la Constitución de 1978— bien claro lo dice aquí: El castellano es la lengua oficial del Estado. ¿Lo ve usted?

Era verdad, claro. Lei más abajo, por encima de su hombro:

—Todos los españoles tienen el deber de conocerla.

Don Jorge Puig, alias Dony Jordi, se revolvió, herido en lo profundo. No esperaba semejante grosería de mí.

—¿Ve cómo estamos oprimidos por España? Se nos obliga a conocer el castellano.

—Entonces, ¿qué hago yo con mis diccionarios? —pregunté, buscando un punto de vista práctico.

—No dejarse engañar. No existe La lengua española. Existen lenguas españolas.

Y, por lo visto, se las sacan los unos a los otros.


Leer / Descargar texto

Licencia limitada
1 pág. / 2 minutos / 62 visitas.

Publicado el 10 de julio de 2020 por Edu Robsy.

Piel de Asno

Charles Perrault


Cuento infantil


Érase una vez un rey tan famoso, tan amado por su pueblo, tan respetado por todos sus vecinos, que de él podía decirse que era el más feliz de los monarcas. Su dicha se confirmaba aún más por la elección que hiciera de una princesa tan bella como virtuosa; y estos felices esposos vivían en la más perfecta unión. De su casto himeneo había nacido una hija dotada de encantos y virtudes tales que no se lamentaban de tan corta descendencia.

La magnificencia, el buen gusto y la abundancia reinaban en su palacio. Los ministros eran hábiles y prudentes; los cortesanos virtuosos y leales, los servidores fieles y laboriosos. Sus caballerizas eran grandes y llenas de los más hermosos caballos del mundo, ricamente enjaezados. Pero lo que asombraba a los visitantes que acudían a admirar estas hermosas cuadras, era que en el sitio más destacado un señor asno exhibía sus grandes y largas orejas. Y no era por capricho sino con razón que el rey le había reservado un lugar especial y destacado. Las virtudes de este extraño animal merecían semejante distinción, pues la naturaleza lo había formado de modo tan extraordinario que su pesebre, en vez de suciedades, se cubría cada mañana con hermosos escudos y luises de todos tamaños, que eran recogidos a su despertar.

Pues bien, como las vicisitudes de la vida alcanzan tanto a los reyes como a los súbditos, y como siempre los bienes están mezclados con algunos males el cielo permitió que la reina fuese aquejada repentinamente de una penosa enfermedad para la cual, pese a la ciencia y a la habilidad de los médicos, no se pudo encontrar remedio.

La desolación fue general. El rey, sensible y enamorado, a pesar del famoso proverbio que dice que el matrimonio es la tumba del amor, sufría sin alivio, hacia encendidos votos a todos los templos de su reino, ofrecía su vida a cambio de la de su esposa tan querida; pero dioses y hadas eran invocados en vano.


Leer / Descargar texto

Dominio público
14 págs. / 25 minutos / 682 visitas.

Publicado el 28 de junio de 2020 por Edu Robsy.

El Enfermo del Chacho

Edmundo de Amicis


Cuento infantil


En la mañana de cierto día lluvioso de marzo, un muchacho vestido de campesino, calado de agua y lleno de fango, con un envoltorio de ropa bajo el brazo, se presentaba al portero del hospital mayor de Nápoles a preguntar por su padre, con una carta en la mano. Tenía hermosa cara ovalada de color moreno pálido, ojos apesadumbrados y gruesos labios entreabiertos, que dejaban ver sus blanquísimos dientes. Venía de un pueblo de los alrededores de la ciudad. Su padre, que había salido de la casa el año anterior para ir en busca de trabajo a Francia, había vuelto a Italia y desembarcado hacia pocos días en Nápoles, donde enfermó tan repentinamente que apenas si tuvo tiempo de escribir cuatro palabras a su familia, para anunciarle su llegada, y decirle que entraba en el hospital. Su mujer, desolada al recibir la noticia, no pudiendo moverse de casa porque tenía una niña enferma y otra de pecho, había mandado al hijo mayor con algunos cuartos para asistir a su padre, a su chacho, como solía llamarle.

El muchacho había andado diez millas de camino.

El portero, leyendo la carta, llamó a un enfermero para que le llevase al muchacho, donde estaba su padre. “¿Qué padre?”, preguntó el enfermero.

El muchacho, temblando por temor de una triste noticia, dijo el nombre.

El enfermero no recordaba tal nombre: “¿Un viejo trabajador que ha llegado de fuera?”, preguntó.


Leer / Descargar texto

Dominio público
8 págs. / 15 minutos / 77 visitas.

Publicado el 7 de mayo de 2024 por Edu Robsy.

Las Ovejas y las Rosas del Padre Serafín

Manuel Díaz Rodríguez


Cuento


—¡Ya lo traen! ¡Ya lo traen!

—¿Por dónde?

—Por el cementerio. Dicen que lo alcanzaron en el cementerio.

La multitud, fatigada, nerviosa de tanto esperar, se arremolinó y empezó a deshacerse. La mayor parte, sin darse cuenta de lo que hacían, caminaban de arriba abajo por el camino real, pero sin salir de él, o daban vueltas, como buscando una moneda que se les hubiese extraviado, alrededor del mismo punto. Otros corrieron por las calles que del camino real suben a la plaza de la iglesia.

Algunos fueron a reunirse a los que, en coro, y con la más loca agitación, discutían frente a la fachada de la iglesia, en un altozano. Entretanto los pulperos, a la voz de "ya lo traen" cerraban y atrancaban por dentro sus pulperías. Y después de cerrar, ninguno se quedaba dentro: salían a sumarse a la muchedumbre armados, el uno de revólver, el otro de un varal de araguaney, los más con el filoso cola-de-gallo. Don José, el más respetable por la edad, la hacienda y la virtud, se paseaba en mangas de camisa por el corredor de su establecimiento. Provisto de un corto y fuerte cuchillo de caza, decía:

—Es necesario hacer un ejemplar. Es necesario un castigo. No se debe dejar sin castigo una cosa tan fea. En este pueblo no había pasado nunca.

—¡Nunca! Es verdad... Es necesario un castigo —coreaban los otros.

De repente, sobre el coro, se alzó rasgando la sutil seda del aire estival una voz airada y plañidera. A la puerta de una casita, hacia el fin de una de las calles que van a la plaza del pueblo, una vieja mulata canosa, con desgreñada cabeza de Medusa, vociferaba:

—¡Saturno! ¡Saturno! ¡La sangre de mi hijo! ¡Cobren la sangre de mi hijo!

—¿Quién es?

—¡Hombre! ¿Quién va a ser? ¿Quién va a ser sino Higinia? ¡La pobre vieja!


Leer / Descargar texto

Dominio público
15 págs. / 27 minutos / 160 visitas.

Publicado el 3 de octubre de 2020 por Edu Robsy.

Mirando Atrás Desde 2000 a 1887

Edward Bellamy


Novela


Prefacio del autor

Sección Histórica del Shawmut College, Boston, 26 de diciembre de 2000


Viviendo como vivimos en el año que cierra el siglo veinte, disfrutando de las bendiciones de un orden social a la vez tan sencillo y lógico que no parece sino el triunfo del sentido común, no hay duda de que es difícil comprender, para aquellos cuyos estudios no han sido en gran parte históricos, que la presente organización de la sociedad tiene, en su plenitud, menos de un siglo de edad. No hay hecho histórico, sin embargo, mejor establecido, que hasta casi el final del siglo diecinueve era creencia general que el antiguo sistema industrial, con todas sus espantosas consecuencias sociales, estaba destinado a perdurar, posiblemente con algún pequeño remiendo, hasta el fin de los tiempos. ¡Qué extraño y casi increíble parece que una tan prodigiosa transformación moral y material como la que ha tenido lugar desde entonces haya podido ser llevada a cabo en un intervalo tan breve! La presteza con la cual los hombres se acostumbran, como a algo natural, a las mejoras en su condición, que, cuando fueron anticipadas, parecían no dejar lugar a desear nada más, no podría ser ilustrada de forma más notable. ¡Qué reflexión podría ser mejor calculada para presidir el entusiasmo de los reformadores que cuentan para su recompensa con la entusiasta gratitud de las edades futuras!


Leer / Descargar texto

Dominio público
249 págs. / 7 horas, 15 minutos / 519 visitas.

Publicado el 15 de enero de 2023 por Edu Robsy.

El Secreto de Don Juan

Leopoldo Lugones


Cuento


A Tito Arata


Uno de esos últimos compromisos de la tarde, cuya tiránica futilidad asume carácter de obligación en el atolondramiento de las ciudades populosas, más atareado por el trabajo y más mudable que la inquietud, habíamos acarreado, con el retraso fatal de las citas porteñas... sin carácter íntimo —pues quiero creer que las de esta clase formarán la excepción, aun aquí— el contratiempo de no encontrar comedor reservado en aquel restaurante, un tanto bullicioso, si se quiere, pero que nuestro anfitrión, Julio D., consideraba el único de Buenos Aires donde pudieran sentarse confiados en la seguridad de una buena mesa, cuatro amigos dispuestos a celebrar sin crónica el regreso de un ausente. Debimos, pues, resignarnos a la promiscuidad, por cierto brillante, del salón común, con sus damas muy rubias, sus caballeros muy afeitados, su orquesta muy frecuente y su iluminación de joyería, que valorizaba con limpidez ojos seguidores y diamantes audaces; pero Julio D. consiguió, a título de cliente privilegiado, la promesa de una eventual desocupación para tomar el café a solas.

Todos ustedes conocen a Julio D. lo suficiente para dispensarme la inicial de su apellido que han completado sin vacilar, pero tras la cual disimulo, la semitransparencia de la buena educación, no exenta, para el caso, de justa ironía, la característica falta de puntualidad con que nos había retrasado, siendo, no obstante, el anfitrión.


Leer / Descargar texto

Dominio público
15 págs. / 27 minutos / 105 visitas.

Publicado el 6 de septiembre de 2023 por Edu Robsy.

114115116117118