Dedicatoria
Pétri de vanité, il avait encore plus cette espêce d’orgueil
qui fait avouer avec la même indifference les bonnes comme les mauvaises
actions, suite d’un sentiment de superiorité peut-être imaginaire.
(Tiré d’une lettre particulière).
A PEDRO ALEKSANDROVICH PLETNEV
No pensando divertir al orgulloso mundo, y en
aprecio a nuestra amistad, quisiera ofrecerte un testimonio digno de ti,
digno de un alma bella colmada de sueños sagrados, de poesía pura y
verdadera, de pensamientos elevados y de sencillez. Pero ¡qué se va a
hacer! Acepta, con mano benevolente, esta colección de capítulos tan
diversos, mitad cómicos, mitad tristes, populares, espirituales, fruto
descuidado de mis entretenimientos, insomnios, inspiraciones ligeras,
frías observaciones de mi cerebro y amargas decepciones del corazón;
fruto de mis años marchitos antes de florecer.
Capítulo I
Se apresura a vivir y a sentir
(Príncipe de Viasemski).
Mi tío, hombre de austeras normas de vida, al caer seriamente enfermo, se atrajo súbitamente el respeto de cuantos le rodeaban.
¡Que su ejemplo sirva a los demás de ciencia! Pero ¡Dios mío, qué
aburrimiento estar sentado día y noche con un enfermo, sin alejarse de
él ni un solo paso! ¡Qué fastidio tan enorme divertir a un moribundo,
arreglarle las almohadas, darle tristemente la medicina y suspirar y
pensar: «¿Cuándo te llevará el diablo?»!
Así pensaba el joven atolondrado y pícaro, único heredero de todos
sus parientes, corriendo en una diligencia, por la voluntad del
Todopoderoso, en medio de una nube de polvo.
Información texto 'Eugenio Oneguin'