Textos más cortos publicados por Juan Carlos Vinent Mercadal | pág. 6

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editor: Juan Carlos Vinent Mercadal


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Platofilia

Joan Carlos Vinent


cartas de amor platónico


Platofilia :  Eso Llamado Amor  en  Plural Gracias,  Fernando  Pessoa, in memoriam nihil  memento  mori:  Eros  y  Filos
 A Julia  Ester  Ramos  Andrade Para  una  preciosa  salmantina  afincada  en  Plasencia 9-IV-1998 J  úpite  R  no  lo  sabía, U  rsul    A  lo  desconocía, L aquede  M lo anhelaba, I  car  O  lo  ignoraba, A  rgo  S  aguardaba, E lectr  A  callaba. S  atá  N maldecía, T empesta  D  ignorada. H  écto  R,  ¿yo? E smerald  A,  ¿dónde  estás? R osalin  DE  te  apodas. GRACIAS.  No  te  preocupes,  Julia,  esto  va  a  ser  lo último  que  recibas  de  mí.  No  te  voy  a  molestar  más.  Ya tuve  la  respuesta  a  la  pregunta  que  no  recibí  de  forma escrita  o  hablada.  No  me  lo  merecía  ¿quién  soy  yo  para exigir  a  nadie  nada  y  menos  una  respuesta  después  de entregarte  una  carta  que  nunca  debió  llegar  a  tus manos?   Esta  ha  sido  la  mejor  forma  de  alejarte definitivamente  de  mí.  Ya  no  puedo  esperar  amistad siquiera  por  tu  parte.  No  me  atrevo  a  mirarte  a  los ojos,  se  me  cae  la  cara  de  vergüenza.  Lo  siento...No  hay palabras  que  puedan  expresar  mi  metedura  de  pata.


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17 págs. / 31 minutos / 88 visitas.

Publicado el 17 de octubre de 2019 por Juan Carlos Vinent Mercadal.

La Herencia de Keireddin

Joan Carlos Vinent


novela ejemplar


LA HERENCIA DE KEIREDDINJuan Carlos Vinent Mercadal___________________________________
         Todos los dragones de nuestra vida son quizás princesas que esperan de nosotros vernos bellos y animosos. Todas las cosas aterradoras no son quizá más que cosas sin socorro que esperan que nosotros las socorramos.         R. M. Rilke, Cartas a un joven poeta
NOTA PRELIMINAR                                                                Para situar cronológica y, por tanto, históricamente los hechos que aquí se van a narrar, recomiendo -a aquellos que quieran conocer con cierta rigurosidad el ámbito y clima político y social en el que, reitero, va a transcurrir la acción- la lectura de la segunda parte "Siglo XVI: Los piratas" de una obra tan importante como Conquistas y reconquistas de Menorca de Micaela Mata. Asimismo, para aquellos más perezosos, les recomendaría que, por lo menos leyesen la introducción (Apreciación histórica) y los dos epílogos -breves- existentes en esa segunda parte. Para aquellos que se nieguen rotundamente a seguir la recomendación, lo único que puedo hacer es sacar un par de acotaciones o extractos que puedan ayudarles mínimamante a entender el contexto en el que sucede una historia que, por otra parte, podría haber ocurrido o acaecido en otro momento, en otro lugar y en otras circunstancias.


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28 págs. / 49 minutos / 74 visitas.

Publicado el 31 de mayo de 2020 por Juan Carlos Vinent Mercadal.

Elogio de la locura

Erasmo de Rotterdam


Filosofía, Religión


Capítulo I

Diga lo que quiera de mí el común de los mortales, pues no ignoro cuán mal hablan de la Estulticia incluso los más estultos, soy, empero, aquélla, y precisamente la única que tiene poder para divertir a los dioses y a los hombres. Y de ello es prueba poderosa, y lo representa bien, el que apenas he comparecido ante esta copiosa reunión para dirigiros la palabra, todos los semblantes han reflejado de súbito nueva e insólita alegría, los entrecejos se han desarrugado y habéis aplaudido con carcajadas alegres y cordiales, por modo que, en verdad, todos los presentes me parecéis ebrios de néctar no exento de nepente, como los dioses homéricos, mientras antes estabais sentados con cara triste y apurada, como recién salidos del antro de Trofonio.

Al modo que, cuando el bello sol naciente muestra a las tierras su áureo rostro, o después de un áspero invierno el céfiro blando trae nueva primavera, parece que todas las cosas adquieran diversa faz, color distinto y les retorne la juventud, así apenas he aparecido yo, habéis mudado el gesto. Mi sola presencia ha podido conseguir, pues, lo que apenas logran los grandes oradores con un discurso lato y meditado que, a pesar de ello, no logra disipar el malhumor de los ánimos.

Capítulo II

En cuanto al motivo de que me presente hoy con tan raro atavío, vais a escucharlo si no os molesta prestarme oídos, pero no los oídos con que atendéis a los predicadores, sino los que acostumbráis a dar en el mercado a los charlatanes, juglares y bufones, o aquellas orejas que levantaba antaño nuestro insigne Midas para escuchar a Pan.


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Dominio público
107 págs. / 3 horas, 8 minutos / 965 visitas.

Publicado el 13 de octubre de 2016 por Juan Carlos Vinent Mercadal.

El Pecado y la Noche

Antonio de Hoyos y Vinent


Novela


LAS CIUDADES SUMERGIDAS

Agua, fuego, lodo. Quiméricas nubes de maravilla que dormís sepultadas por una venganza de la Naturaleza; ciudades en que florecieron los siete pecados, en que las manos bíblicas trazaron sus misteriosos conjuros y las voces de los Profetas fulminaron anatemas; ciudades de pecado y de abominación en que las cortesanas bailaron desnudas en los templos y las reinas se prostituyeron a los mercenarios; ciudades de leyenda en que reinó la Lujuria, en que los apóstoles fueron lapidados y la hija del Rey de Is evocó al Demonio. Los hombres os han hecho salir a la superficie, han arrancado la lava que el cielo escupió sobre vosotras, y cínicas, desnudas en vuestra liviandad, vais surgiendo en los lúbricos frescos de vuestros lupanares y en los libertinos mosaicos de vuestros baños patricios. Algunas veces, en las estancias recatadas de una habitación, surge una momia en un espasmo de lubricidad grotesca.

Y su gesto es el mismo gesto de siempre.

Y el Demonio ha vuelto a reinar sobre la Tierra.

LA NOCHE DEL WALPURGIS

I

—¿Will we go in?

—As you like.

Se miraron burlones y echáronse a reír. En los ojos de ambos brillaba el mismo deseo, la misma perversa curiosidad de seguir la aventura equívoca hasta el fin. Pese a los disfraces innobles que les sirvieran para, en las propicias promiscuidades del Carnaval, embarcarse con rumbo a aquella Citerea canalla, los dos tenían una elegancia frívola, alada y aristocrática de personajes de la Comedia Italiana.


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164 págs. / 4 horas, 47 minutos / 393 visitas.

Publicado el 31 de octubre de 2016 por Juan Carlos Vinent Mercadal.

Silas Marner

George Eliot


Novela


I

En los tiempos en que las ruecas zumbaban activamente en las granjas, en que las mismas grandes damas, vestidas de sedas y encajes, tenían sus pequeñas ruecas de encina lustrada, a veces se veía, ya sea en los caminos de los distritos apartados, ya sea en el seno profundo de las colinas, a ciertos hombres pálidos y enclenques que, comparados con las gentes vigorosas de los campos, parecían ser los últimos vestigios de una raza desheredada.

El perro del pastor ladraba furioso cuando uno de esos hombres de fisonomía extraña aparecía en las alturas, y su fisonomía extraña se destacaba negra sobre el cielo, en el ocaso breve del sol de invierno; porque, ¿a qué perro no incomoda una persona encorvada bajo el peso de un fardo? Y aquellos hombres pálidos rara vez salían de su aldea sin aquella carga misteriosa.

El propio pastor, bien que tuviera buenas razones para creer que la bolsa sólo contenía hilo de lino, si no largas piezas de lienzo tejidas con ese hilo, no estaba muy seguro de que aquel oficio de tejedor, por indispensable que fuera, pudiera ejercerse sin el auxilio del espíritu maligno.

En aquella época remota, la superstición acompañaba a todo individuo o a todo hecho un tanto extraño. Y para que una cosa pareciera tal, bastaba que se repitiera periódica o accidentalmente, como las visitas del buhonero o del afilador.

Nadie sabía dónde vivían aquellos hombres errantes, ni de quién descendían; y, ¿cómo podría decirse quiénes eran, a menos de conocer a alguien que supiera quiénes eran su padre y su madre?


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Protegido por copyright
243 págs. / 7 horas, 6 minutos / 134 visitas.

Publicado el 31 de octubre de 2016 por Juan Carlos Vinent Mercadal.

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