Textos mejor valorados etiquetados como Comedia | pág. 4

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etiqueta: Comedia


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El Ricachón en la Corte

Molière


Teatro, Comedia


PERSONAJES

JOURDAIN
MADAME JOURDAIN
LUCILA
CLEONTE
DORIMENA
DORANTE
NICOLASA
MAESTRO DE ARMAS
FILÓSOFO
COVIELLE
MAESTRO DE MÚSICA
MAESTRO DE BAILE
EL DISCÍPULO
EL SASTRE
EL OFICIAL DE SASTRE
DOS CRIADOS

La acción, en París, en casa de M. Jourdain.

ACTO PRIMERO

Una sala con muchos instrumentos de música. El discípulo del maestro de música, sentado ante una mesa, está componiendo una serenata que monsieur Jourdain ha encargado.

ESCENA PRIMERA

EL MAESTRO DE MÚSICA, el MAESTRO DE BAILE, el DISCÍPULO, MÚSICOS y BAILARINES

MAESTRO DE MÚSICA (A los músicos). —Venid..., entrad en esta sala y aguardad sentados a que llegue.

MAESTRO DE BAILE (A los bailarines). —Y vosotros también, pero a este otro extremo.

MAESTRO DE MÚSICA (Al discípulo). —¿Está ya eso?

DISCIPULO. —Sí.

MAESTRO DE MÚSICA. —Veamos.

MAESTRO DE BAILE. —¿Algo nuevo?

MAESTRO DE MÚSICA. —Sí. Una serenata que le ha mandado hacer aquí mismo, en tanto que nuestro hombre se sacude las sábanas.

MAESTRO DE BAILE. —¿Se puede ver?

MAESTRO DE MÚSICA. —Ahora, cuando él salga, podréis oírla, con sus recitativos y todo. Poco puede tardar ya.

MAESTRO DE BAILE. —Nuestras ocupaciones actuales, tanto las vuestras como las mías, no son grano de anís.

MAESTRO DE MÚSICA. —Ciertamente. Ambos hemos hallado al hombre que necesitábamos. Monsieur Jourdain, con sus ínfulas de cortesano, que se le han subido a la cabeza, es para nosotros una finca. ¡Lástima que no le imitaran los demás, para bien de vuestras danzas y de mi música!

MAESTRO DE BAILE. —Según y conforme... Yo estimo que no le estarían de más algunos conocimientos que le permitieran darse cuenta de nuestros trabajos.


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Dominio público
61 págs. / 1 hora, 48 minutos / 478 visitas.

Publicado el 6 de octubre de 2016 por Edu Robsy.

Las Preciosas Ridículas

Molière


Teatro, Comedia


Comedia en un acto estrenada en París en 1659

Personajes

LA GRANGE.
DU CROISY.
GORGIBUS, probo burgués.
MADELÓN, hija de Gorgibus.
CATHOS, sobrina de Gorgibus.
MAROTTE, sirvienta de la preciosas ridículas.
EL MARQUÉS DE MASCARILLA, criado de La Grange.
EL VIZCONDE DE JODELET, criado de Du Croisy.
PORTADORES DE LITERA.

La escena, en París, en casa de GORGIBUS.

Acto único

Escena I

LA GRANGE y DU CROISY.

DU CROISY.— ¿Señor La Grange?

LA GRANGE.— ¿Qué?

DU CROISY.— Miradme un poco, sin reíros.

LA GRANGE.— ¿Y bien?

DU CROISY.— ¿Qué decís de nuestra visita? ¿Estáis muy satisfecho de ella?

LA GRANGE.— A vuestro juicio, ¿tenemos motivo para estarlo los dos?

DU CROISY.— No del todo, en verdad.

LA GRANGE.— En cuanto a mí, os confieso que me tiene completamente escandalizado. ¿Se ha visto nunca a dos bachilleras provincianas hacerse más desdeñosas que éstas y a dos hombres tratados con más desprecio que nosotros? Apenas si han podido decidirse a ordenar que nos dieran unas sillas. No he visto jamás hablarse tanto al oído como hacen ellas, bostezar tanto, restregarse tanto los ojos y preguntar tantas veces: «¿Qué hora es?» No han contestado más que sí o no a todo cuanto hemos podido decirles. ¿Y no confesaréis, en fin, que aun cuando hubiéramos sido las últimas personas del mundo, no podía tratársenos peor de lo que lo han hecho?.

DU CROISY.— Paréceme que tomáis la cosa muy a pecho.


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Dominio público
20 págs. / 36 minutos / 1.256 visitas.

Publicado el 6 de octubre de 2016 por Edu Robsy.

¡Un Millón!

Pedro Muñoz Seca


Teatro, Comedia


A Don Elías Ahuja y Andría

ACTO PRIMERO

Una botica. Al foro, el reverso de la anaquelería de la farmacia con sus característicos botes; en el centro de la misma, un arco que da paso a la tienda y a la calle, y sobre él, una fotografía ampliada de un simpático y barbudo señor. A la derecha, una mesa camilla, algunos sillones lebrijanos, etc. Y a la izquierda, un mostradorcito laboratorio con anaquelería en la pared del lateral. Una puerta en el lateral derecha y otra en la izquierda. Es de día. La acción, en un pueblo andaluz. Es primavera.

(Al levantarse el telón están jugando al tresillo, sentados a la mesa camilla, EL PADRE PÉREZ, sacerdote de gorro y balandrán; DON WAMBA, maestro de escuela; CABRERA, médico cincuentón algo fachendoso, y FARFÁN, que tiene aspecto de bruto, y lo es. En el mostrador manipula DON RAMONCITO, hombre de edad indefinida y de indumento brilloso y anticuado.)

WAMBA:

¡Juego!

CABRERA:

Más.

PÉREZ:

Sólo a espadas.

FARFÁN:

¡Y van ocho, padre Pérez!

PÉREZ:

Con la ayuda del Señor…

CABRERA:

Con la ayuda del Señor, nos está usté asando.

WAMBA:

Como que hase trampas.

PÉREZ:

¡Señor maestro! (A Cabrera.) ¡Doctor! ¿Oye usté?… ¿Yo trampas?

WAMBA:

¡Trampas! Usté juega encomendándose al Todopoderoso…, y lo del cuento: ¡aquí milagritos, no, que nos jugamos el dinero! ¿Quién va?

CABRERA:

Por la mano. (Juegan.)

FARFÁN:


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Dominio público
67 págs. / 1 hora, 57 minutos / 523 visitas.

Publicado el 3 de enero de 2017 por Edu Robsy.

La Mandrágora

Nicolás Maquiavelo


Teatro, Comedia


PERSONAJES

CALLIMACO
SIRO
MICER NICIAS
LIGURIO
SOSTRATA
FRAY TIMOTEO
UNA MUJER
LUCRECIA

CANCIÓN

Para que la canten antes de la representación, Musas y Ninfas

Porque la vida es breve, y muchas son las penas que viviendo y luchando todos soportamos, tras nuestros anhelos vamos pasando y consumiendo los años; y aquel que al placer renuncia para vivir con angustias y afanes no conoce del mundo los engaños. O de qué males y de qué extraños casos son casi todos los mortales oprimidos.

Para huir de este tedio hemos elegido apartada vida y siempre en fiesta y júbilo, donosos jóvenes y alegres Ninfas, estamos reunidos. Ahora, aquí hemos venido con nuestra armonía sólo para honrar esta tan alegre fiesta y dulce compañía.

Además, aquí nos ha traído el nombre de aquél que os gobierna, en quien se ven reunidos todos los dones de la imagen eterna. Por tal gracia suprema, por tal feliz estado, podéis estar alegres, gozar y dar las gracias a quien os lo ha concedido.

PRÓLOGO

Dios os salve, benignos oyentes, si como parece tal benignidad depende del complaceros. Si continuáis permaneciendo silenciosos os haremos partícipes de un nuevo caso acaecido en esta ciudad.


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Protegido por copyright
40 págs. / 1 hora, 11 minutos / 648 visitas.

Publicado el 21 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

Lisístrata

Aristófanes


Teatro, comedia


Noticia preliminar

Lisístrata, como quien dice Pacífica, pues la etimología de esta palabra hace pensar en el licenciamiento de las tropas, es un nombre muy adecuado a la protagonista de una comedia cuyo objeto, como el de Los Acarnienses, Las Aves y La Paz, es apartar a los atenienses de una guerra interminable y desastrosa.

Lisístrata, esposa de uno de los ciudadanos más influyentes de Atenas, harta de los males de la guerra que afligen a su patria, y viendo el ningún interés que el pueblo manifiesta por terminarlos, decídese a hacerlo por sí misma, reuniendo al efecto a las mujeres de su país y de los demás pueblos beligerantes, y comprometiéndolas solemnemente a abstenerse de todo trato con sus maridos mientras estos no estipulen la deseada paz. Al mismo tiempo que se pacta esta resistencia pasiva, otras mujeres se apoderan de la ciudadela y se hacen cargo del tesoro en ella custodiado, persuadidas de que la falta de recursos contribuirá no menos que los estímulos del amor, a la pacificación de Grecia. En efecto, el miedo de perder su salario de jueces trae pronto a las puertas de la ciudadela una turba de viejos animados de proyectos incendiarios, que son rechazados mediante un diluvio de agua y otro de desvergüenzas, que las sitiadas y el refuerzo de otra legión mujeril arrojan sin consideración sobre todos ellos.

Un magistrado que acude después es también víctima del descoco femenino, y ve arrollados y sopapeados por la nata y flor de las verduleras atenienses a todos los arqueros de su guardia.

No obstante este triunfo, la situación va haciéndose insostenible dentro y fuera de la ciudadela. A Lisístrata le cuesta un trabajo infinito evitar la deserción de sus soldados, que inventan mil pretextos especiosos para volver a sus casas; mientras los hombres no aciertan a vivir más tiempo separados de sus mujeres.


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Dominio público
35 págs. / 1 hora, 1 minuto / 1.139 visitas.

Publicado el 4 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Los Dos Caballeros de Verona

William Shakespeare


Teatro, comedia


Acto Dramatis personae

EL DUQUE [de Milán], padre de Silvia
VALENTÍN
PROTEO, los dos caballeros [de Verona]
ANTONIO, padre de Proteo
TURIO, necio [pretendiente de Silvia]
EGLAMOR, cortesano milanés que ayuda a [Silvia en su fuga]
RAUDO, [paje] de Valentín
LANZA, [criado] de Proteo
PANTINO, criado de Antonio
EL POSADERO [de la hostería de Milán] donde se hospeda Julia
LOS BANDIDOS [capitaneados por] Valentín
JULIA, [dama de Verona] amada de Proteo
SILVIA, [hija del duque] amada de Valentín
LUCETA, doncella de Julia
Criados, músicos.

Acto I

Escena I

Entran VALENTÍN y PROTEO.

VALENTÍN.
No intentes persuadirme, amable Proteo.
Los jóvenes caseros tienen mentes caseras.
Si tu amor juvenil no te encadenase
al dulce mirar de tu adorada,
te rogaría que vinieses conmigo
a ver las maravillas del gran mundo
y no quedarte aquí, emperezado,
consumiendo tu ociosa juventud.
Pero, ya que amas, ten suerte en tu amor,
como yo quisiera, si a amar fuese yo.

PROTEO.
¿Te vas? Adiós, querido Valentín.
Recuerda a tu Proteo si en tus viajes
vieras algo notable y singular.
Deséame que comparta tu ventura
cuando seas venturoso, y en el peligro
—si alguna vez el peligro te rodea—
encomienda tu azar a mis plegarias,
pues seré tu intercesor, mi Valentín.

VALENTÍN. ¿Y rezarás por mí en un libro de amor?

PROTEO. Rezaré por ti en un libro que amo.

VALENTÍN.
En la historia trivial de un amor profundo:
cómo Leandro cruzó a nado el Helesponto.

PROTEO.
Profunda historia de un amor profundo,
pues su amor le llegaba hasta el pecho.

VALENTÍN.
Cierto, y tu amor te llega hasta la cejas
sin haber cruzado nunca el Helesponto.


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Protegido por copyright
52 págs. / 1 hora, 31 minutos / 347 visitas.

Publicado el 7 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

La Fierecilla Domada

William Shakespeare


Teatro, comedia


Dramatis personae

Christopher SLY, calderero
Un SEÑOR
Una POSADERA
Un PAJE, llamado Bartolomé
COMEDIANTES
CAZADORES
CRIADOS
BATTISTA MINOLA, un caballero de Padua
CATALINA, su hija mayor, la fierecilla
BIANCA, su hija menor
PETRUCCIO, caballero de Verona, pretendiente de Catalina
LUCENZIO, enamorado de Bianca
VINCENZO, padre de Lucenzio, caballero de Pisa
GREMIO, un viejo pretendiente de Bianca
HORTENSIO, amigo de Petruccio y pretendiente de Bianca
TRANIO, criado de Lucenzio
BIONDELLO, muchacho al servicio de Lucenzio
GRUMIO, criado de Petruccio
CURZIO, criado de Petruccio
UN PROFESOR
UNA VIUDA
UN MERCERO
CRIADOS de Petruccio y Battista

Prólogo

Escena i

Entran Christopher SLY y la POSADERA.

SLY. ¡Ya te ajustaré las cuentas!

POSADERA. ¡Un par de cepos, desgraciado!

SLY. Eres una cualquiera. Los Sly no somos gentecilla. Consulta las crónicas. Llegamos aquí con Ricardo el Conquistador, así que, paucas palabris, deja que ruede el mundo y cállate.

POSADERA. ¿No vas a pagar los vasos que rompiste?

SLY. No, ni un centavo. Vete, por San Jerónimo; vete a tu fría cama y caliéntate

POSADERA. Ya conozco el remedio: iré a buscar al guardia.

[Sale.]

SLY. El guardia más vale que se guarde. Le responderé con la ley en la mano. No voy a ceder ni una pulgada, muchacho. Que venga, por todos los santos.

Se duerme. Cuernos de caza. Entra un SEÑOR que viene de cazar, con su séquito.


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Protegido por copyright
65 págs. / 1 hora, 54 minutos / 1.332 visitas.

Publicado el 8 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

El Perro del Hortelano

Lope de Vega Carpio


Teatro, Comedia


Dramatis personae

Comedia Famosa El Perro del Hortelano.

Hablan en ella las personas siguientes.

DIANA, condesa de Belflor.
LEONIDO, criado.
EL CONDE FEDERICO.
ANTONELO, lacayo.
TEODORO, su secretario.
MARCELA, de su cámara.
DOROTEA, de su cámara.
ANARDA, de su cámara.
OTAVIO, su mayordomo.
FABIO, su gentilhombre.
EL CONDE LUDOVICO.
FURIO.
LIRANO.
TRISTÁN, lacayo.
RICARDO, marqués.
CELIO, criado.
CAMILO.

Acto I

Salen TEODORO, con una capa guarnecida de noche, y TRISTÁN, criado. Vienen huyendo.

TEODORO

Huye, Tristán, por aquí.

TRISTÁN

Notable desdicha ha sido.

TEODORO

¿Si nos habrá conocido?

TRISTÁN

No sé; presumo que sí.

(Váyanse y entre tras ellos DIANA, condesa de Belflor.)

DIANA

¡Ah, gentilhombre! ¡Esperad!
¡Teneos! ¡Oíd! ¿Qué digo?
¿Esto se ha de usar conmigo?
Volved, mirad, escuchad.
¡Hola! ¿No hay aquí un crïado?
¡Hola! ¿No hay un hombre aquí?
Pues no es sombra lo que vi,
ni sueño que me ha burlado.
¡Hola! ¿Todos duermen ya?

(Sale FABIO, criado.)

FABIO

¿Llama vuestra señoría?

DIANA

Para la cólera mía
gusto esa flema me da.
Corred, necio, enhoramala,
pues merecéis este nombre,
y mirad quién es un hombre
que salió de aquesta sala.

FABIO

¿Desta sala?

DIANA

Caminad,
y responded con los pies.

FABIO

Voy tras él.

DIANA

Sabed quién es.
¿Hay tal traición, tal maldad?

(Sale OTAVIO.)

OTAVIO


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Dominio público
59 págs. / 1 hora, 44 minutos / 2.218 visitas.

Publicado el 17 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

El Refugio

Pedro Muñoz Seca


Teatro, Comedia


Al gran periodista y admirable escritor Adolfo Febles Mora, director de la «Gaceta de Tenerife», que con tanto cariño me he defendido siempre.

Personajes

Africa
Horacio
Maruja
Ramón
Consuelo
Timoteo
Nieves
Luis
Benita
Paco
Condesa
Victoriano
Timoteo
Wistremundo
Eulogio
Jorge

La acción, en un parador. Época actual (1933)

Acto primero

Pieza central de uno de los paradores, albergues o «refugios» construidos al borde de las carreteras por el Patronato Nacional de Turismo. En el foro, chimenea de piedra, con librerías y sendos butacones. En el primer término de cada lateral, un tresillo con su mesita correspondiente. En las paredes, aparatos de luz, un teléfono y trazos de colores indicando carreteras, pueblos, fuentes de gasolina, etc., etc. Una puerta en cada lateral: la de la derecha (actor), que da acceso al comedor, y la de la izquierda, que conduce al recibimiento. Son las cinco de la tarde de un día de invierno. La chimenea, encendida. Época actual.

(Al levantarse el telón, AFRICA, administradora del «parador», señora como de cincuenta años, que viste con sencillez y buen gusto, está poniendo nuevos leños en la chimenea, al mismo tiempo que entra en escena, por la derecha, TIMOTEO, su hermano, sesentón simpaticote y corriente, que ha sido cochero de casa grande, y se le nota).

TIMOTEO.—¿Qué, se largó ya la marquesa esa de Sangüesa?

AFRICA.—Hace un momento. ¡Lo que se ha alegrado de verme aquí, al frente de «parador»! Y no me reconoció al pronto. Ya ves: ella, que hace treinta años me llamaba a mí la doncella de oro… Lo que yo le dije: «¡Ay, señora marquesa!… ¡De aquel oro no queda más que esta escoria!».

TIMOTEO.—Vamos, vamos; no hay que tirarse por los suelos, hermana.


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Dominio público
81 págs. / 2 horas, 23 minutos / 490 visitas.

Publicado el 22 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Mucho Ruido por Nada

William Shakespeare


Teatro, Comedia


Dramatis personae

DON PEDRO, Príncipe de Aragón
DON JUAN, hermano bastardo de don Pedro
CLAUDIO, joven noble de Florencia
BENEDICTO, joven noble de Padua
LEONATO, gobernador de Mesina
ANTONIO, su hermano
BALTASAR, cantor al servicio de don Pedro

CONRADO
BORRAQUIO, criados de don Juan

Un PAJE al servicio de Benedicto
FRAY FRANCISCO
HERO, hija de Leonato
BEATRIZ, sobrina de Leonato

MARGARITA
ÚRSULA, criadas de Hero

CORNEJO, alguacil
AGRETE, compañero del alguacil
Un ESCRIBIENTE
Mensajeros, guardias, acompañamiento.

Acto I

Escena I

Entran LEONATO, gobernador de Mesina, HERO, su hija, BEATRIZ, su sobrina, y un MENSAJERO.

LEONATO
Veo por esta carta que don Pedro de Aragón llega esta noche a Mesina.

MENSAJERO
Ya estará muy cerca; cuando lo dejé no estaba ni a tres leguas.

LEONATO
¿Cuántos caballeros habéis perdido en la batalla?

MENSAJERO
Pocos de algún rango y ninguno de renombre.

LEONATO
Una victoria vale por dos cuando el vencedor vuelve sin bajas. Aquí dice que don Pedro le ha prodigado honores a un joven florentino llamado Claudio.

MENSAJERO
Muy merecidos por su parte y bien reconocidos por don Pedro. Ha actuado mejor de lo que prometían sus años: con aspecto de oveja ha hecho hazañas de león. Ha rebasado esperanzas mucho más de lo que vos podéis esperar que yo os relate.

LEONATO
Aquí, en Mesina, tiene un tío que se alegrará mucho de oírlo.

MENSAJERO
Ya le he entregado una carta, y le ha dado mucha alegría; tanto que su gozo no era capaz de moderarse sin un signo de dolor.


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Protegido por copyright
62 págs. / 1 hora, 50 minutos / 323 visitas.

Publicado el 10 de junio de 2018 por Edu Robsy.

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