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Comedia Sin Título

Federico García Lorca


Teatro, comedia


(Telón gris)

AUTOR: Señoras y señores:

No voy a abrir el telón para alegrar al público con un juego de palabras, ni con un panorama donde se vea una casa en la que nada ocurre y a donde dirige el teatro sus luces para entretener y haceros creer que la vida es eso. No. El poeta, con todos sus cinco sentidos en perfecto estado de salud, va a tener, no el gusto, sino el sentimiento de enseñaros esta noche un pequeño rincón de realidad. Ángeles, sombras, voces, liras de nieve y sueños existen y vuelan entre vosotros, tan reales como la lujuria, las monedas que lleváis en el bolsillo, o el cáncer latente en el hermoso seno de la mujer, o el labio cansado del comerciante.

Venís al teatro con el afán único de divertiros y tenéis autores a los que pagáis, y es muy justo, pero hoy el poeta os hace una encerrona porque quiere y aspira a conmover vuestros corazones enseñando las cosas que no queréis ver, gritando las simplísimas verdades que no queréis oír.

¿Por qué? Si creéis en Dios, y yo creo, ¿por qué tenéis miedo a la muerte? Y si creéis en la muerte, ¿por qué esa crueldad, ese despego al terrible dolor de vuestros semejantes?¡Ja, ja, ja! Diréis que esto es un sermón. Y bien, ¿es que es feo un sermón? Casi todos los que me oyen han dado un portazo y han salido de casa dejando a su padre o a su madre en un momento en que por su bien les reñían, y en este instante darían todo lo que tienen, hasta los ojos, por volver a oír las dulces voces desaparecidas. Lo mismo ahora. Pero ver la realidad es difícil. Y enseñarla, mucho más. Es predicar en desierto. Pero no importa.


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15 págs. / 26 minutos / 469 visitas.

Publicado el 10 de enero de 2022 por Edu Robsy.

El Marido Pantasma

Francisco de Quevedo y Villegas


Teatro, Entremés, Comedia


Figuras que se introducen

MUÑOZ
DOÑA OROMASIA
MENDOZA
TRES MUERES
LOBÓN
LOS MÚSICOS

El Marido Pantasma

Salen MUÑOZ y MENDOZA; MUÑOZ de novio galán.

MENDOZA
Sea el señor Muñoz muy bien venido.

MUÑOZ
Sea el señor Mendoza bien hallado.

MENDOZA
¿Qué intento le ha traído
con tan bien guarnecido frontispicio?

MUÑOZ
Vengo a ponerme a oficio;
vengo, señor Mendoza,
a ponerme a marido en una moza.

MENDOZA
Señor Muñoz, poniéndolo por obra,
el mu le basta y todo el ñoz le sobra.
Tiene lindas facciones de casado.

MUÑOZ
La mujer de quien he de ser velado,
para quitar de todo enconvenientes,
no ha de tener linaje ni parientes;
quiero mujer sin madre y sin tías,
sin amigas ni espías,
sin viejas, sin vecinas,
sin visitas, sin coches y sin Prado,
y sin lugarteniente de casado;
que hay doncella que vende de su esposo,
a raíz de las propias bendiciones,
a pares las futuras sucesiones.

MENDOZA
Mujer sin madre, ¿dónde podrá hallarse?

MUÑOZ
Ella es invención nueva.

MENDOZA
Vusted perdió linda ocasión en Eva;
mas ya que no tenía
madre, suegra ni tía,
tuvo culebra.


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Dominio público
5 págs. / 10 minutos / 1.494 visitas.

Publicado el 18 de junio de 2018 por Edu Robsy.

La muchacha de la ventana

Ainhoa Escarti


relato, drama, comedia,


La muchacha de la ventana

 

Una tarde como otra cualquiera en la que mi mente paseaba por la soledad de mi memoria, salí a pasear. Iba meditabundo, paseando más en mí mismo que por la calle. Por un momento miré el sol como brillaba intensamente aunque ya andábamos en noviembre, los rayos recorrían mis manos. Por un segundo miré hacia arriba por ver la intensidad del círculo solar. Y la vi, estaba en la ventana asomada. Su mirada no estaba dirigida hacia ningún sitio concreto, aunque era tan triste que ablandaría hasta al corazón más frío. En este caso el mío. Los rayos me daban en los ojos y aportaban al rostro de la joven una especie de luz celestial. Fue un momento inmortal en cualquier memoria, entonces una lágrima recorrió su rostro y cayó lentamente, vi su viaje a través de la intensa caída. Y su final fue caer en mi boca, la saboreé un momento, nunca probé algo tan exquisito. Se fundió en mi boca en una décima de segundo, y su sabor penetró en todo mi ser. Deje de vagabundear por mí mismo, y seguí mirándola. Era ya de noche y me había sentado para poder contemplarla mejor. Ella estaba tan ensimismada en su tristeza que no se percataba de mi presencia. No quería irme de allí, y dejarla abandonada, pero era de noche y allí en mitad de la nada de un parque muerto no podía dormir. Así que me fui muy de madrugada.


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22 págs. / 39 minutos / 814 visitas.

Publicado el 14 de marzo de 2019 por Ainhoa Escarti.

Pluto

Aristófanes


Teatro, Comedia


Personajes

CARIÓN, esclavo de Cremilo.
CREMILO.
EL Dios PLUTO.
CORO DE CAMPESINOS.
BLEPSIDEMO, amigo de Cremilo.
LA POBREZA.
LA MUJER DE CREMILO.
UN HOMBRE DE BIEN.
UN SICOFANTE.
UNA VIEJA.
UN JOVEN.
EL Dios HERMES.
UN SACERDOTE DE ZEUS.

Pluto

La escena representa una plaza pública, al fondo de la cual se alza la casa de Cremilo. Éste entra seguido de Carión y ambos siguen a Pluto, ciego.

CARIÓN:
¡Ah, qué penoso es, oh Zeus y grandes dioses, ser esclavo de un amo que anda mal de la cabeza! Si el esclavo da los mejores consejos y al amo se le antoja no seguirlos, no por eso deja de participar de su desgracia. Porque la fortuna no nos permite disponer de este cuerpo, que es nuestro y muy nuestro, y se lo da al que lo ha comprado. ¡Así anda el mundo! Tengo que dirigir a Apolo, al dios cuya pitonisa profetiza desde el áureo trípode, una justa acusación: que siendo médico y hábil adivino, según se asegura, haya dejado salir de su templo a mi amo atacado de locura, obstinado en seguir a un ciego y empeñado en oponerse al buen sentido, según el cual quien tiene buenos ojos debe guiar al que carece de ellos; pero a mi amo no hay modo de hacérselo comprender; y se va detrás del ciego, y por añadidura me obliga a ir a mí también, sin responder a mis preguntas. No, mi amo, yo no puedo callar si no me dices por qué seguimos a ese hombre; te atormentaré, ya que gracias a mi corona no puedes castigarme.

CREMILO:
Pero si continúas fastidiándome. te quitaré la corona y aún te escocerá más.

CARIÓN:
¡Tonterías! No pienso dejarte en paz hasta que me digas quién es ese hombre. Ten presente que te lo pregunto por tu propio interés.


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Dominio público
34 págs. / 1 hora / 490 visitas.

Publicado el 2 de julio de 2018 por Edu Robsy.

La Venta

Francisco de Quevedo y Villegas


Teatro, Entremés, Comedia


Personas

GRAJAL, moza de la venta
UN MOZO DE MULAS
CORNEJA
VENTERO
UNA MUJER
UN ESTUDIANTE
GUEVARA Y SU COMPAÑÍA
MÚSICOS QUE CANTAN

La Venta

Sale CORNEJA, vejete, con un rosario, y canta dentro GRAJAL.

CORNEJA
Mas líbranos del mal, amén, Jesús.

Canta GRAJAL.

GRAJAL
Es ventero Corneja.
Todos se guarden,
que hasta el nombre le tiene
de malas aves.
¿Qué harán las ollas,
donde las lechuzas
pasan por pollas?

CORNEJA
Linda letra me canta mi criada.
No sé cómo la sufro, ¡vive Cristo!
Ella se baila toda cada día,
y siempre está cantando estos motetes,
y sisa, y es traviesa y habladora.
Moza de venta no ha de ser canora.
¡Grajal!

GRAJAL
Dentro. Señor.

CORNEJA
¡El tono con que chilla!

Sale GRAJAL, cantando.
Quien temiere ratones,
venga a esta casa,
donde el huésped los guisa
como los caza.
Zape aquí, zape allí, zape allá,
que en la venta está,
que en la venta está.

CORNEJA
¡Válgante los demonios por cantora!
Ya que cantas de chanza,
¿es bueno el villancico en mi alabanza?

GRAJAL
Capítulo segundo, en que se trata
en cómo se responde en esta venta.

CORNEJA
¿Coronista te haces?

GRAJAL
Tenga cuenta.
Canta.
Dicen «señor huésped»,
responde el gato;
y en diciéndole «¡zape!»,
se va mi amo.

CORNEJA
¡Jesús, Jesús! ¡Qué cosa tan extraña,
que no es para mi punto lo que dice!
¿Has compuesto las camas?
¿Has echado en la olla lo que sabes?


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Dominio público
4 págs. / 7 minutos / 2.489 visitas.

Publicado el 18 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Las Tesmoforiantes

Aristófanes


Teatro, Comedia


Personajes

MNESÍLOCO, suegro de Eurípides.
EURÍPIDES.
UN CRIADO DE AGATÓN.
AGATÓN.
CORO DE AGATÓN.
UN HERALDO, (interpretado por una mujer.)
CORO DE MUJERES, que celebran las Tesmoforias.
Dos MUJERES.
CLISTENES.
UN PRITÁNEO.
UN ARQUERO.

Las tesmoforiantes

(La acción transcurre, primero, frente a la casa de Agatón y después junto al templo de Deméter.)

MNESÍLOCO:
(Siguiendo penosamente a Eurípides.) ¡Oh, Zeus! ¿Cuándo veré aparecer una golondrina? Este hombre va a acabar conmigo haciéndome correr desde el amanecer. ¿Podré antes de que me estalle el bazo, saber donde me conduces, Eurípides?

EURÍPIDES:
No debes oír lo que pronto has de ver.

MNESÍLOCO:
¿Cómo dices? Repítelo ¿No debo oír..

EURÍPIDES:
Lo que pronto vas a ver...

MNESÍLOCO:
¿Y tampoco será menester que vea?

EURÍPIDES:
No, al menos lo que debes oír.

MNESÍLOCO:
¿Qué es lo que me aconsejas? Confieso, sin embargo que hablas hábilmente. ¿Dices que no debo oír ni ver?

EURÍPIDES:
Sí; puesto que son dos funciones distintas por naturaleza.

MNESÍLOCO:
¿La de oír y la de no ver?

EURÍPIDES:
Sí; tenlo entendido.

MNESÍLOCO:
¿Cómo distintas?

EURÍPIDES:
Escucha cómo esa distinción se hizo desde los orígenes. Cuando el Eter se separó del Caos y engendró los anímales que en su seno se agitaban, con objeto de que viesen, les hizo primero los ojos redondos como el disco del sol, y después les abrió los oídos en forma de embudo.


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33 págs. / 57 minutos / 532 visitas.

Publicado el 28 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Noche de Reyes

William Shakespeare


Teatro, Comedia


Dramatis personae

ORSINO, Duque de Iliria

VALENTÍN
CURIO, caballeros al servicio de Orsino

OLIVIA, condesa
MARÍA, doncella de Olivia
DON TOBÍAS REGÜELDO, tío de Olivia
DON ANDRÉS DE CARAPÁLIDA, amigo de don Tobías
MALVOLIO, mayordomo de Olivia
FESTE, bufón de Olivia
FABIÁN, caballero al servicio de Olivia

VIOLA, joven dama
SEBASTIÁN, hermano gemelo de Viola
ANTONIO, amigo de Sebastián

CAPITÁN
SACERDOTE

Señores, marineros, músicos, criados y acompañamiento.

Acto I

Escena I

[Música.] Entran ORSINO, Duque de Iliria, CURIO y otros caballeros.

ORSINO
Si el amor se alimenta de música,
seguid tocando; dádmela en exceso,
que, saciándome, repugne al apetito y muera.
¡Repetid la melodía! Tenía una cadencia…
Acarició mis oídos como el dulce son
que, alentando sobre un lecho de violetas,
roba y regala perfume. ¡Ya es bastante!
Ahora no es tan grata como lo era antes.
¡Espíritu de amor! ¡Qué vivo y qué voraz!
Tienes la capacidad de los océanos
y, sin embargo, en ti no entra nada,
por excelso que sea su valor,
sin que pierda su precio y estima
en un momento. Tan fantasioso es el amor
que todo él es una fantasía.

CURIO
¿Vais a cazar, señor?

ORSINO
¿Qué, Curio?

CURIO
La corza.

ORSINO
Ya lo hago: la más noble que hay.
Cuando la vi por vez primera, Olivia
purificaba el aire pestilente.
Me convertí al instante en una corza
y, desde entonces, mis deseos me persiguen
como perros crueles y feroces.

Entra VALENTÍN.

¿Qué, hay noticias de ella?


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Protegido por copyright
61 págs. / 1 hora, 46 minutos / 2.693 visitas.

Publicado el 11 de junio de 2018 por Edu Robsy.

La Paz

Aristófanes


Teatro, Comedia


Personajes

PRIMER SERVIDOR.
SEGUNDO SERVIDOR.
TRIGEO, viñador.
LAS HIJAS DE TRIGEO.
HERMES.
POLEMO, personificación de la Guerra.
EL TUMULTO, servidor de Polemo.
LA PAZ.
OPORA Y TEORÍA, personajes mudos, la primera diosa de las cosechas y la otra diosa de las fiestas.
HIEROLES, adivino.
UN ARMERO.
NIÑO PRIMERO.
NIÑO SEGUNDO.
VARIOS PERSONAJES MUDOS.
LAS CIUDADES GRIEGAS, que componen el Coro.

La paz

(La acción transcurre, parte en el Olimpo y parte en Atenas.)

PRIMER SERVIDOR.—Tráeme pronto una bolita para el escarabajo.

SEGUNDO SERVIDOR.—Toma, dásela a esa cochina bestia. ¡Ojalá no coma jamás otra mejor!

PRIMER SERVIDOR.—Otra hecha con boñiga de asno.

SEGUNDO SERVIDOR.—Ahí la tienes también. Pero ¿dónde está la que trajiste hace un momento? ¿Se la ha comido ya?

PRIMER SERVIDOR.—¡Pues ya lo creo! Me la arrebató de las manos, le dio una vueltecilla entre las patas y se la tragó enterita. Hazle, hazle otras más grandes y espesas.

SEGUNDO SERVIDOR.—¡Oh, limpia-letrinas, socorredme en nombre de los dioses, si no queréis que me asfixie!

PRIMER SERVIDOR.—Otra, otra, confeccionada con excrementos de joven invertido; ya sabes que le gusta la masa muy molida.

SEGUNDO SERVIDOR.—Creo, señores, que hay algo de que nadie podrá acusarme: de que me coma la pasta al amasarla.

PRIMER SERVIDOR.—¡Puf!, venga otra, otra y otra, bolita; no ceses de amasar.

SEGUNDO SERVIDOR.—No, por Apolo; ¡se acabó! No puedo resistir ya el olor de este lebrillo.

PRIMER SERVIDOR.—Entonces, voy a llevármelo yo mismo de aquí.


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Dominio público
37 págs. / 1 hora, 6 minutos / 522 visitas.

Publicado el 30 de mayo de 2018 por Edu Robsy.

El Médico a Palos

Molière


Teatro, Comedia


Advertencia

Escribió Moratín la traducción libre de la comedia de Molière, titulada Le Médecin malgré lui, para que la representase en un día destinado a su beneficio el gracioso de la compañía cómica de Barcelona, Felipe Blanco, a quien debía particulares atenciones de amistad. Siguió en la versión de esta pieza los mismos principios que le había dirigido en las precedente. Simplificó la acción, despojándola de cuanto le pareció inútil en ella. Suprimió tres personajes, MM. Robert, Thibaut y Perrin, y por consiguiente dejo perder la graciosa escena segunda del primer acto y la segunda del tercero, para no interrumpir la fábula con distracciones meramente episódicas, sujetándola a la estrecha economía que pide el arte, sin la cual, a fuerza de ornatos viciosos, se entorpece la progresión dramática y se debilita el interés. Redujo a tres las cinco palizas que hallo en la pieza original. Paso en silencio la existencia inútil de un amante que no aparece en la escena, y esta omisión le facilito el medio de dar a la resistencia obstinada de Don Jerónimo un motivo más cómico, y más naturalidad al desenlace.

Omitió igualmente las lozanías y expresiones demasiado alegres del supuesto medico, que no se hubieran tolerado en ningún teatro de España, y se hallan en la escena primera del primer acto, en las cuarta, quinta y séptima del segundo y en la tercera del tercero de la obra francesa; y persuadido de que las imágenes asquerosas, ni son donaires cómicos, ni deben presentarse jamás a un auditorio decente, omitió lo que hay de este genero en la escena sexta, acto segundo, y en la quinta, acto tercero, del original. Si Moliere viviese, haría en ésta y en otras piezas suyas las mismas correcciones con más severidad y mayor acierto.


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Dominio público
31 págs. / 55 minutos / 1.384 visitas.

Publicado el 8 de abril de 2018 por Edu Robsy.

Los Acarnienses

Aristófanes


Teatro, comedia


Personajes

DICEÓPOLIS, ciudadano de Atenas.
UN UJIER.
ANFITEO, semidiós.
UN EMBAJADOR.
PSEUDOTARBAS, enviado del Gran Rey.
TEORO, diputado en la Corte del Rey de Tracia.
LA HIJA de Diceópolis.
EL ESCLAVO de Eurípides.
EURÍPIDES.
LÁMACO, general.
UN MEGARENSE.
Dos MUCHACHAS, hijas del megarense.
UN SICOFANTE (o delator).
UN TEBANO.
NICARCOS.
UN ESCLAVO de Lámaco.
UN LABRADOR.
UN PARANINFO.
DOS MENSAJEROS.
PERSONAJES MUDOS.
Los CARBONEROS ACARNIENSES, que forman el Coro.

Acto Único

Plaza pública de Atenas.

DICEÓPOLIS.—¡Cuántas veces me he requemado la sangre! Raras, rarísimas han sido, en cambio, mis alegrías; no más de cuatro. Mis amarguras fueron innumerables, como las arenas de las playas. Porque, en verdad, ¿que placer ex­perimente que fuese lo que se llama un regocijo? ¡Ah, si! Ahora recuerdo una cosa que me llenó el alma de júbilo. Fue en el teatro, cuando Cleón no tuvo más remedio que vomitar sus cinco talentos. ¡Qué gusto! Adoro a los Caballeros por tan bonita operación.


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Dominio público
36 págs. / 1 hora, 4 minutos / 593 visitas.

Publicado el 5 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

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