Textos más recientes etiquetados como Ensayo disponibles que contienen 'u' | pág. 6

Mostrando 51 a 60 de 73 textos encontrados.


Buscador de títulos

etiqueta: Ensayo textos disponibles contiene: 'u'


45678

La Gran Farsa

Arturo Robsy


Ensayo, política


Primera parte

1. La p... farsa

Un día de 1988 me sometí voluntariamente a la contemplación de varios informativos de televisión. Soporté pacientemente la sección de campañas internacionales que, en aquellas fechas, consistían en Gorbachof el Demócrata, Kurt Waldheim el Asesino Nazi, Israel Matamoros, Nicaragua la Víctima y un anuncio de la que sería Pobre Negro Mandela. Un tal Noriega acababa de dar un golpe de Estado en Panamá y, como hacía rotundas manifestaciones antiamericanas, TVE todavía no había decidido si ir a favor, por antiamericano, o en contra, por militar profesional.

Vinieron Luego las Campañas Nacionales. La economía era cada día más boyante. Se generaban mil puestos de trabajo diarios. La mujer era exactamente como el hombre, sobre todo a la hora de ser explotada. El terrorismo estaba vencido... Y todo el habitual discurso político, más dedicado a convencer de ciertos postulados que a informar objetivamente de lo que había sucedido en España y en el mundo.

Fue entonces cuando pronuncié lo que se ha convertido en el título de estos ensayos: Esto es una Gran. Farsa, aunque no lo expresé así. No es malo, en la intimidad del hogar, recurrir a ciertos desahogos verbales. Como la expresión quedaba realista, pero escasamente intelectual, no tuve más remedio que añadir:—La desgraciada historia del Siglo XX es el intento de someter la realidad a unas teorías. Estados, Instituciones e Ideologías, todos empapados en teorías, obstinándose en no aceptar las cosas como son.

Lo que, bien mirado, era una forma delicada de decir lo mismo: nuestro mundo es voluntariamente irreal.


Leer / Descargar texto

Licencia limitada
73 págs. / 2 horas, 8 minutos / 148 visitas.

Publicado el 2 de febrero de 2018 por Edu Robsy.

El Reo, el Pueblo y el Verdugo

Concepción Arenal


Ensayo


Dedicatoria

Al Excmo. E Ilmo. Señor Don Florencio Rodríguez Vaamonde

Recordará V. que siendo Ministro de la Gobernación, y queriendo tal vez reformar las prisiones de mujeres nombró V. para ellas una Visitadora, y el nombramiento recayó en mí. Al firmarle se apartó V. mucho de los caminos de la rutina española; si con razón o sin ella, no me toca decirlo; lo único que puedo afirmar es que me dispensó V. un alto honor, no solicitado por mí, ni por ninguno de mis amigos, y que no lo he olvidado. La plaza no tardó en suprimirse, y de aquella tentativa de reforma no ha quedado más que un libro que nadie lee, un manuscrito que nadie habrá leído y mi gratitud. Para manifestarla quisiera poner su nombre de V. al frente de un gran libro y no de un insignificante folleto; pero si hay quien, apreciándola con la vanidad, la mide por el volumen de la obra dedicada, yo creo que V. la juzgará con el corazón y por el sentimiento que dicta la dedicatoria.

Concepción Arenal

Madrid 15 de Junio de 1867.

Prólogo

Los argumentos que se hacen contra la pena de muerte son de dos clases: con unos se combate la necesidad, la utilidad, la justicia, el derecho, en fin, de imponerla; con otros se ponen de manifiesto los inconvenientes de su ejecución; estos últimos nos han parecido siempre de fácil remedio.


Leer / Descargar texto

Dominio público
23 págs. / 41 minutos / 426 visitas.

Publicado el 12 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Vida de Don Quijote y Sancho

Miguel de Unamuno


Ensayo, novela


Prólogo a esta segunda edición

Apareció en primera edición esta obra en el año 1905, coincidiendo por acaso, que no de propósito, con la celebración del tercer centenario de haberse por primera vez publicado el Quijote. No fue, pues, una obra de centenario.

Salió, por mi culpa, plagada, no ya sólo de erratas tipográficas, sino de errores y descuidos del original manuscrito, todo lo que he procurado corregir en esta segunda edición.

Pensé un momento si hacerla preceder del ensayo que «Sobre la lectura e interpretación del Quijote» publiqué el mismo año de 1905 en el número de Abril de La España Moderna, mas he desistido de ello en atención a que esta obra toda no es sino una ejecución del programa en aquel ensayo expuesto. Lo que se reduce asentar que dejando a eruditos, críticos e historiadores la meritoria y utilísima tarea de investigar lo que el Quijote pudo significar en su tiempo y en el ámbito en que se produjo y lo que Cervantes quiso en él expresar y expresó, debe quedamos a otros libre el tomar su obra inmortal como algo eterno, fuera de época y aun de país, y exponer lo que su lectura nos sugiere. Y sostuve que hoy ya es el Quijote de todos y de cada uno de sus lectores, y que puede y debe cada cual darle una interpretación, por así decirlo, mística, como las que a la Biblia suele darse.

Mas si renuncié a insertar al frente de esta segunda edición de mi obra aquel citado ensayo, no así con otro que con el título de «El sepulcro de Don Quijote» publiqué en el número de febrero de 1906 de la misma susomentada revista La España Moderna.


Leer / Descargar texto

Dominio público
308 págs. / 9 horas / 3.041 visitas.

Publicado el 5 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Sobre el Arte de Contar Historias

Horacio Quiroga


Ensayo


El manual del perfecto cuentista

Una larga frecuentación de las personas dedicadas entre nosotros a escribir cuentos, y alguna experiencia personal al respecto, me han sugerido más de una vez la sospecha de si no hay, en el arte de escribir cuentos, algunos trucs de oficio, algunas recetas de cómodo uso y efecto seguro, y si no podrían ellos ser formulados para pasatiempo de las muchas personas cuyas ocupaciones serias no les permiten perfeccionarse en una profesión mal retribuida por lo general, y no siempre bien vista.

Esta frecuentación de los cuentistas, los comentarios oídos, el haber sido confidente de sus luchas, inquietudes y desesperanzas, han traído a mi ánimo la convicción de que, salvo contadas excepciones en que un cuento sale bien sin recurso alguno, todos los restantes se realizan por medio de recetas o trucs de procedimiento al alcance de todos, siempre, claro está, que se conozcan su ubicación y su fin.

Varios amigos me han alentado a emprender este trabajo, que podríamos llamar de divulgación literaria, si lo de literario no fuera un término muy avanzado para una anagnosia elemental.

Un día, pues, emprenderé esta obra altruista, por cualquiera de sus lados, y piadosa, desde otro punto de vista.

Hoy apuntaré algunos de los trucs que me han parecido hallarse más a flor de ojo. Hubiera sido mi deseo citar los cuentos nacionales cuyos párrafos extracto más adelante. Otra vez será. Contentémonos por ahora con exponer tres o cuatro recetas de las más usuales y seguras, convencidos de que ellas facilitarán la práctica cómoda y casera de lo que se ha venido a llamar el más difícil de los géneros literarios.


Leer / Descargar texto

Dominio público
25 págs. / 44 minutos / 6.592 visitas.

Publicado el 20 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

Emilio o De la Educación

Jean-Jacques Rousseau


Tratado, Filosofía, Ensayo


Prefacio del autor

Esta colección de reflexiones sin orden y casi sin enlace, fue comenzada por complacer a una buena madre que sabe pensar. Primeramente sólo proyecté una memoria de pocas páginas; mas el asunto me arrastró, a pesar mío, y la memoria se fue haciendo poco a poco una especie de volumen, grande sin duda por lo que contiene, pequeño por la materia de que trata. Vacilé mucho tiempo entre publicarlo o no; trabajando en él he visto que no basta haber escrito algunos folletos para saber componer un libro. Después de algunos esfuerzos inútiles para hacerlo mejor, tengo que dejar mi obra como está, porque entiendo que es preciso atraer la atención pública hacia estos asuntos, y aunque mis ideas sean malas, con tal que inspiren otras mejores no habré perdido el tiempo. Un hombre que desde su retiro, sin encomiadores ni partidarios que los defiendan ofrece sus impresos al público, sin saber siquiera lo que de ellos se piensa o lo que de ellos se dice, no puede temer que puesto caso de equivocarse vayan a pasar sus errores sin examen.


Leer / Descargar texto

Dominio público
734 págs. / 21 horas, 25 minutos / 3.457 visitas.

Publicado el 18 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

Ensayo Sobre el Origen de las Lenguas

Jean-Jacques Rousseau


Ensayo


I. De los diversos medios de comunicar nuestros pensamientos

La palabra distingue al hombre entre los animales: el lenguaje distingue a las naciones entre sí; sólo se sabe de dónde es un hombre hasta que ha hablado. El uso y la necesidad hacen aprender a todos la lengua de su país; pero ¿qué hace que esa lengua sea la de su país y no la de otro? Para decirlo, es preciso remontarse a alguna razón concerniente a lo local, y que sea anterior a las costumbres mismas: por ser la primera institución social, la palabra sólo debe su forma a causas naturales.

Tan pronto como un hombre fue reconocido por otro como un ser sensible, pensante y similar a él, el deseo o la necesidad de comunicarle sus sentimientos y sus pensamientos lo llevó a buscar los medios apropiados para ello. Tales medios sólo pueden sacarse de los sentidos, únicos instrumentos por los que puede un hombre actuar sobre otro. De ahí, pues, la institución de los signos sensibles para expresar el pensamiento. Los inventores del lenguaje no se hicieron este razonamiento, pero el instinto les sugirió su consecuencia.

Los medios generales por los que podemos actuar sobre los sentidos de otros se limitan a dos, a saber: el movimiento y la voz. La acción del movimiento es inmediata por el tacto o mediata por el gesto: la primera, cuyo límite es la longitud del brazo, no puede transmitirse a distancia, pero en cambio la otra alcanza tan lejos como el radio visual. Por ello solamente quedan la vista y el oído como órganos pasivos del lenguaje entre los hombres dispersados.


Leer / Descargar texto

Dominio público
56 págs. / 1 hora, 39 minutos / 1.289 visitas.

Publicado el 18 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

Ariel

José Enrique Rodó


Ensayo


Aquella tarde, el viejo y venerado maestro, a quien solían llamar Próspero, por alusión al sabio mago de La Tempestad shakespiriana, se despedía de sus jóvenes discípulos, pasado un año de tareas, congregándolos una vez más a su alrededor.

Ya habían llegado ellos a la amplia sala de estudios, en la que un gusto delicado y severo esmerábase por todas partes en honrar la noble presencia de los libros, fieles compañeros de Próspero. Dominaba en la sala—como numen de su ambiente sereno—un bronce primoroso que figuraba al Ariel de La Tempestad. Junto a este bronce se sentaba habitualmente el maestro, y por ello le llamaban con el nombre del mago a quien sirve y favorece en el drama el fantástico personaje que había interpretado el escultor. Quizá en su enseñanza y su carácter había, para el nombre, una razón y un sentido más profundos.

Ariel, genio del aire, representa, en el simbolismo de la obra de Shakespeare, la parte noble y alada del espíritu. Ariel es el imperio de la razón y el sentimiento sobre los bajos estímulos de la irracionalidad; es el entusiasmo generoso, el móvil alto y desinteresado en la acción, la espiritualidad de la cultura, la vivacidad y la gracia de la inteligencia, el término ideal a que asciende la selección humana, rectificando en el hombre superior los tenaces vestigios de Calibán, símbolo de sensualidad y de torpeza, con el cincel perseverante de la vida.


Leer / Descargar texto


80 págs. / 2 horas, 20 minutos / 616 visitas.

Publicado el 28 de diciembre de 2016 por Edu Robsy.

Soñemos, Alma, Soñemos

Benito Pérez Galdós


Ensayo, artículo


Alma Española, 8 noviembre 1903

Aprendamos, con lento estudio, a conocer lo que está muerto y lo que está vivo en el alma nuestra, en el alma española. Aprendámoslo aplicando el oído al palpitar de estos enojos que reclaman justicia, equidad, orden, medios de existencia. Apliquemos todos los sentidos a la observación de los estímulos que apenas nacen se convierten en fuerzas, de los desconsuelos que derivan lentamente hacia la esperanza, de la gestación que actúa en los senos del arte, de la industria, de la ciencia... Observemos cómo el pensamiento trata de buscar los resortes rudimentarios de la acción, y cómo la acción tantea su primer gesto, su primer paso.


Leer / Descargar texto


6 págs. / 10 minutos / 613 visitas.

Publicado el 1 de diciembre de 2016 por Edu Robsy.

La Sociedad Presente como Materia Novelable

Benito Pérez Galdós


Discurso, ensayo


Discurso ante la Real Academia Española, con motivo de su recepción.

Señores académicos:

Cumplido el deber que me imponía la memoria del ilustre Académico a quien sucedo, afronto de nuevo las dificultades de esta solemnidad; y no pudiendo esperar cosa de provecho de la erudición ni del estudio crítico, me atengo a vuestra probada indulgencia, suplicándoos que me permitáis por excepción, que mi inexperiencia justificará, cumplir este trámite sin ningún alarde ni esfuerzo de ciencia literaria, encerrándome dentro de límites modestísimos, sin más objeto que dar a este acto la extensión conveniente, atendiendo a que la excesiva brevedad pudiera ser tomada por descortesía. A mi buena estrella debo que haya sido designado para contestar a estas indoctas páginas un insigne ingenio, crítico y filósofo literario, a quien dotó Naturaleza de prodigiosas facultades para definir y desentrañar toda la ciencia estética del mundo, y además de un arte soberano para expresar sus opiniones. Pues bien: la mayor prueba de respeto que puedo dar al ilustre Académico que se digna contestarme en vuestro nombre, es no poner mis manos profanas en el sagrado tesoro de la erudición y del saber crítico y bibliográfico.


Leer / Descargar texto


8 págs. / 14 minutos / 380 visitas.

Publicado el 1 de diciembre de 2016 por Edu Robsy.

45678