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Resurrección

León Tolstói


Novela


Entonces se le acercó Pedro y le preguntó: « Señor, ¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano si peca contra mí? ¿Hasta siete veces? »
Dícele Jesús: «No digo yo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.»

SAN MATEO, 18, 21—22.

¿Cómo ves la paja en el ojo de tu hermano y no ves la viga en el tuyo?

SAN MATEO, 7, 3.

El que de vosotros esté sin pecado, arrójele la piedra el primero.

SAN JUAN, 8, 7.

Ningún discípulo está sobre su maestro; para ser perfecto ha de ser como su maestro.

SAN LUCAS, 6, 40.


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568 págs. / 16 horas, 34 minutos / 219 visitas.

Publicado el 6 de junio de 2016 por Edu Robsy.

Redburn

Herman Melville


Novela


Este libro está dedicado
a mi hermano pequeño
Thomas Melville
marinero en ruta a la China.

I. De cómo el gusto por el mar nació y creció en Wellingborough Redburn

—Wellingborough, ya que tienes intención de embarcarte, ¿por qué no te llevas mi chaqueta de caza?; es justo lo que necesitas… Llévatela, te ahorrarás tener que comprar una. Ya lo verás, es muy caliente; tiene los faldones largos, duros botones de cuerno y muchos bolsillos.

Así, con toda la bondad y sencillez de su corazón, me habló mi hermano mayor la víspera de mi partida hacia el puerto.

Y, Wellingborough —añadió—, ya que ambos andamos cortos de dinero, y te hace falta un equipo, y no tengo nada que darte, puedes llevarte también mi carabina y venderla en Nueva York por lo que te den. No, llévatela, a mí ya no me sirve; no me queda pólvora para cargarla.

Por aquel entonces yo no era más que un muchacho. No mucho tiempo antes mi madre se había trasladado desde Nueva York a un agradable pueblo junto al río Hudson, donde vivíamos muy tranquilos en una casita. Varios amargos desengaños en ciertos planes que había proyectado y la necesidad de hacer algo para ganarme la vida, unidos a mi natural disposición aventurera, habían conspirado en mi interior para enviarme al mar como marinero.

Llevaba varios meses leyendo con detenimiento periódicos atrasados neoyorquinos y estudiando encandilado las largas columnas de noticias marítimas, que ejercían un extraño y romántico encanto sobre mí. Una y otra vez, devoraba anuncios como el siguiente:


DESTINO: BREMEN

El bergantín Leda, forrado y remachado con cobre, tras haber casi completado su estiba, zarpará rumbo al puerto arriba mencionado el martes 20 de mayo.
Para cuestiones de carga o pasaje preguntar a bordo en el muelle de Coenties.
 


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363 págs. / 10 horas, 36 minutos / 96 visitas.

Publicado el 22 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Raucho

Ricardo Güiraldes


Novela


Prólogo

En torno a la muerta: cirios, traperío negro y cadáveres de flores.

Descomposiciones lentas, trabajo silenciosamente progresivo, elaboraciones de química fétida en un cuerpo amado.

La vida se siente empequeñecida. Todo acalla y las respiraciones en sordina tienen vergüenza de sí mismas. Nada llega de los alrededores; el mundo ha cesado su pulsación de vida.

Don Leandro, positivamente viudo e incapaz de reaccionar contra el sopor que lo mantiene insensible, no da señales de dolor alguno. Una lágrima cae en su alma, una lágrima larga y punzante como hoja de acero.

Pasó el aturdimiento del golpe como una crisis de locura, con sus gritos, sus desvaríos, su consiguiente decrepitud física.

Los episodios inexplicables de las ceremonias inhumatorias fueron fantasmas en la noche espesa del embotamiento dolorido: la capilla ardiente, el féretro, la inmovilidad increíble de las facciones queridas, el descenso a la bóveda, toda esa gente que un fenómeno extraño enfunda en macabras vestiduras y que hablan con voces perdidas allá en un delirio persistente. ¿Sería posible?

Eso pasó y quedaba para los días venideros, una vida hecha de sobras.

Don Leandro orilló el suicidio durante dos meses. Sin amigos, él que había vivido trabajando para los suyos, no tuvo quién le hablara de consuelo.

En su escritorio, enredado de humo a fuerza de fumar con tic de maniático, veía la vida simbolizada por su traje de luto, comprado en momentos de desvarío, ridículo en su solemnidad y demasiado grande; algo superfluo, mísero, extraño a él.

Caía en la noche, como en una incoherencia. Aplastado en un sillón jugaba con un pequeño revólver, cuya empuñadura nacarada refrescaba sus manos; era una habitud desde que sacó por primera vez aquella arma, con decisión hecha.


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Dominio público
95 págs. / 2 horas, 47 minutos / 313 visitas.

Publicado el 29 de septiembre de 2019 por Edu Robsy.

Quintín Durward

Walter Scott


Novela


Prólogo

La guerre est ma patrie;
Mon harmois, ma maison;
Et en toute saison.
Combattre, c’est ma vie

El escenario de esta novela se remonta al siglo XV, cuando el sistema feudal, que había sido la base de la defensa nacional y del espíritu caballeresco, por el cual, como por alma vivificadora, estaba animado ese sistema, comenzaba a modificarse y a ser reemplazado por esos grandes personajes que cifraban toda su felicidad en procurarse los objetos personales en los que habían puesto su apego exclusivo. El mismo egoísmo se había manifestado en tiempos aun más primitivos; pero era ahora por primera vez confesado sin tapujos, como un principio de acción a seguir. El espíritu caballeresco presentaba en sí la excelente cualidad de que, por muy exageradas y fantásticas que podamos juzgar sus doctrinas, estaban todas fundadas en generosidad y abnegación, las cuales, si desapareciesen de la faz de la tierra, harían difícil concebir la existencia de la virtud en la especie humana.

Entre aquéllos que fueron los primeros en ridiculizar y abandonar los principios de abnegación en que se instruyeron de jóvenes con todo esmero, figura en primer término Luis XI de Francia. Este soberano era de un carácter tan exclusivamente egoísta, tan incapaz de alimentar ningún propósito desligado de su ambición, codicia y deseo de goce egoísta, que casi parece una encarnación del propio demonio, al que le reconocemos la cualidad de hacer todo lo posible para corromper de raíz nuestras ideas sobre el honor. No hay que olvidar que Luis poseía gran dosis de ese ingenio mordaz que es capaz de poner en ridículo todo lo que un hombre hace en provecho de otro, y estaba, por consiguiente, muy calificado para representar el papel de amigo burlón e insensible.


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585 págs. / 17 horas, 3 minutos / 111 visitas.

Publicado el 14 de diciembre de 2016 por Edu Robsy.

Quijote de Avellaneda

Alonso Fernández de Avellaneda


Novela, Apócrifo


SEGUNDO TOMO DEL INGENIOSO HIDALGO DON QUIXOTE DE LA MANCHA

que contiene su tercera salida: y es la quinta parte de sus auenturas.

Compuesto por el Licenciado Alonso Fernandez de Avellaneda, natural de la Villa de Tordesillas.

Al Alcalde, Regidores, y hidalgos, de la noble villa del Argamesilla, patria feliz del hidalgo Cavallero Don Quixote de la Mancha.

Con Licencia, En Tarragona en casa de Felipe Roberto, Año 1614.

VIDA, Y HECHOS DEL INGENIOSO HIDALGO DON QUIXOTE DE LA MANCHA.
QUE CONTIENE SU QUARTA SALIDA, Y ES LA QUINTA PARTE DE SUS AVENTURAS.

COMPUESTO POR EL LICENCIADO ALONSO FERNANDEZ de Avellaneda, natural de la Villa de Tordesillas.

PARTE II. TOMO III.

NUEVAMENTE AÑADIDO, Y CORREGIDO EN ESTA Impression, por el Licenciado Don Isidro Perales y Torres.

DEDICADA, AL ALCALDE, REGIDORES, HIDALGOS
de la Noble Villa de Argamesilla, Patria feliz del Hidalgo Cavallero Don Quixote de la Mancha.

Año 1732.

CON PRIVILEGIO:
EN MADRID. Acosta de Juan Oliveras, Mercader de Libros, Heredero de Francisco Lasso. Se hallará en su casa enfrente de San Phelipe el Real.

Por comision del señor dotor Francisco de Torme y de Liori, Canonigo de la santa Iglesia de Tarragona, Oficial y Vicario general, por el ilustrísimo y reverendisimo señor don Juan de Moncada, Arçobispo de Tarragona y del Consejo de su Magestad: he leydo yo Raphael Orthoneda, dotor en santa Theologia, el libro intitulado Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quixote de la Mancha, compuesto por el Licenciado Alonso Fernandez de Avellaneda, y me parece que no contiene cosa deshonesta ni prohibida, por lo cual no se deba imprimir, y que es libro curioso y de entretenimiento; y por tanto lo firmo de mi mano, hoy á 18 de Abril del año de 1614.


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Dominio público
411 págs. / 12 horas / 767 visitas.

Publicado el 30 de diciembre de 2019 por Edu Robsy.

Quiero Vivir mi Vida

Carmen de Burgos


Novela


Dedicatoria

Ofrenda al ilustre doctor Marañón, que de modo tan competente, sereno y noble, ha estudiado la intersexualidad, iluminando este problema con luces de ciencia y de piedad.

Carmen de Burgos.

Prólogo

Breve ensayo sobre el sentido de los celos,
Por Gregorio Marañón

Carmen de Burgos, atenta siempre a los progresos del pensamiento, ha escrito una novela en la que desarrolla un conflicto de la psicología y del instinto de la mayor modernidad, de un interés actual apasionante, En la literatura clásica, los hombres y las mujeres representaban, cada cual, un tipo de pasión sostenida y única: Otelo, era los celos; Hamlet, la duda; Don Quijote, la generosidad suprahumana a fuerza de ser radicalmente humana (obsérvese la coincidencia final de Don Quijote con los místicos, y sin embargo, la divergencia total de sus raíces respectivas); Werther, esa pasión sexual, sin escape hacia el sensualismo pagano, que caracterizó al romanticismo; y así sucesivamente.


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Dominio público
196 págs. / 5 horas, 44 minutos / 878 visitas.

Publicado el 26 de diciembre de 2018 por Edu Robsy.

Primer Amor

Iván Turguéniev


Novela


Los invitados se habían despedido hacía ya largo rato. El reloj acababa de dar las once y media. Sólo nuestro anfitrión, Sergio Nicolaievich y Vladimiro Petrovich permanecían aún en el salón.

Nuestro amigo llamó e hizo retirar los restos de la cena.

—Así que estamos de acuerdo, ¿verdad, señores? —dijo, arrellanándose en un sillón y encendiendo un cigarro—. Cada uno de nosotros ha prometido relatar la historia de su primer amor. Usted empezará, Sergio Nicolaievich.

El interpelado, un hombre bajo, rubio, de rostro abotargado, miró a su anfitrión y después levantó los ojos al techo.

—Yo no he tenido primer amor —declaró, al fin—. Yo empecé directamente por el segundo.

—¿Cómo es eso?

—Simplemente. Tendría a la sazón unos dieciocho años cuando me dio la fantasía de hacerle un poco la corte a una joven, por cierto muy bonita, pero me comporté como si aquello no fuese nuevo para mí; exactamente como lo he hecho posteriormente con otras. Para ser sincero, mi primero —y último— amor, se remonta a la época en que tenía seis años. El objeto de mi pasión era la niñera que cuidaba de mí. Esto queda muy lejos, como pueden ver, y los detalles de nuestras relaciones se han borrado de mi memoria. Por otra parte, aunque los recordara, ¿a quién podrían interesar?

—¿Qué vamos a hacer, entonces? —se lamentó nuestro anfitrión—. Tampoco mi primer amor tiene nada de apasionante. Jamás había amado a nadie antes de conocer a Ana Ivanovna, mi esposa. Todo ocurrió en la forma más natural del mundo: nuestros padres nos prometieron, no tardamos en experimentar una inclinación mutua, y pronto nos casamos. Toda mi historia se compendia en dos palabras. A decir verdad, señores, al poner la cuestión sobre el tapete, yo confiaba en ustedes, jóvenes y solteros...


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Protegido por copyright
74 págs. / 2 horas, 9 minutos / 380 visitas.

Publicado el 26 de enero de 2017 por Edu Robsy.

Pot-pourri

Eugenio Cambaceres


Novela


Dos palabras del autor

Cuando un pobre diablo transita pacíficamente por las encrucijadas de la vida con una cantinela en los labios y porque su música suena mal en ciertas orejas enfermas, se ve asaltado de golpe por una turba rabiosa que se le va encima, lo avanza, lo acosa y puja por arrebatarle la bolsa, por robarle esos billetes de banco que se ganan sudando y que se llaman nombre, fama, reputación, ¿qué hace

Para que no le sacudan a traición, se arrincona por lo pronto, aunque sea en algún ángulo de pared, de los que la indecencia pública suele convertir en meaderos, revolea un garrote justiciero, o, si lo pescan descuidado, a falta de refugio más seguro, arma el paraguas, a guisa de escudo y se acurruca tras de él para cubrirse del manoteo de los grandes y de las uñas de los chicos que, como cuzcos en riña de mastines, pretenden alzar la pata y mojar ellos también

Ese es el caso

Una mañana me desperté con humor aventurero y, teniendo hasta los tuétanos del sempiterno programa de mi vida: levantarme a las doce, almorzar a la una, errar como bola sin manija por la calle Florida, comer donde me agarrara la hora, echar un bésigue en el Club, largarme al teatro, etc., pensé que muy bien podía antojárseme cambiar de rumbos, inventar algo nuevo, lo primero que me cayera a la mano, con tal que sirviera de diversión a este prospecto embestiador, ocurriéndoseme entonces una barbaridad como otra cualquiera: contribuir, por mi parte, a enriquecer la literatura nacional

Para que uno contribuya, por su parte, a enriquecer la literatura nacional, me dije, basta tener pluma, tinta, papel y no saber escribir el español; yo reúno discretamente todos estos requisitos, por consiguiente, nada se opone a que contribuya, por mi parte, a enriquecer la literatura nacional


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Dominio público
114 págs. / 3 horas, 20 minutos / 194 visitas.

Publicado el 12 de enero de 2019 por Edu Robsy.

Por el Mundo

Máximo Gorki


Novela


I

Ya estoy por el mundo, ganándome el pan; trabajo de «chico» en una tienda de «calzado de moda», en la calle principal de la ciudad.

Mi amo es pequeño y regordete; tiene una cara pardusca de borrosas facciones, dientes verdes y ojos del color del agua sucia. Me da la impresión de que es ciego y, en mi deseo de cerciorarme de ello, le hago muecas.

—No tuerzas el morro —me dice en voz baja, pero con severidad.

Es desagradable que estos ojos turbios me vean; no puedo creer que tengan vista, tal vez mi amo haya adivinado simplemente que hago muecas.

—Te digo que no tuerzas el morro —me alecciona en voz más baja aún, casi sin mover sus abultados labios.

—No te rasques las manos —llega hasta mí su seco murmullo—. Trabajas en una tienda de primera categoría, en la calle principal de la ciudad, ¡esto no hay que olvidarlo! El chico de la tienda debe estar plantado ante la puerta como una estatua…

Yo no sé lo que es una estatua, y no puedo dejar de rascarme las manos, pues las tengo —así como los brazos, hasta los codos— cubiertas de ronchas rojas y llagas, el ácaro de la sarna me pica de un modo insoportable.

—¿Qué hacías en tu casa? —pregunta el amo, mirándome las manos.

Se lo digo; él mueve la redonda cabeza, toda cubierta de espesa pelambre gris, y responde, ofendiendo:

—Ser trapero es peor que ser mendigo, peor que robar.

No sin cierto orgullo, le contesto:

—Yo también robaba.

Entonces, después de poner las manos sobre el pupitre, como un gato sus zarpas, clava asustado en mi cara sus ojos inexpresivos y dice con voz:

—¿Qué-e? ¿Cómo que robabas?

Yo le explico cómo y qué.

—Bueno, consideremos eso como nimiedades. Pero si me robas unos zapatos o dinero, te meto en la cárcel hasta que llegues a tu mayoría de edad…


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388 págs. / 11 horas, 20 minutos / 127 visitas.

Publicado el 4 de julio de 2018 por Edu Robsy.

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