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De la Memoria y el Recuerdo

Aristóteles


Filosofía, tratado


Capítulo I

Hemos de tratar ahora de la memoria y el recuerdo: qué es, por qué motivos tiene lugar y a qué parte del alma corresponde esta afección y la del recuerdo. Porque los hombres que tienen buena memoria no son idénticos a los que son prontos en recordar, sino que, hablando en general, los que son de penetración lenta tienen mejor memoria, mientras que los que son de penetración rápida y aprenden fácilmente son mejores en el recordar.

En primer lugar, pues, hemos de entender qué clase de cosas son objetos de la memoria; ya que con frecuencia se yerra en este punto. Es, en efecto, imposible recordar el futuro, que es objeto de la conjetura o de la espera —podría incluso haber una ciencia de la expectación; según algunos dicen que ella es la adivinación—; tampoco hay memoria del presente, sino tan sólo percepción de él; puesto que, por la percepción, no conocemos ni lo que es futuro ni lo que es pasado, sino solamente lo que es presente. Ahora bien, la memoria tiene por objeto el pasado; nadie podría pretender recordar el presente, mientras el es presente. Por ejemplo, no se puede recordar un objeto blanco particular mientras uno lo está mirando, como tampoco se puede recordar el tema de una especulación teórica, mientras actualmente se está especulando acerca de ella y se está pensando en ello. Solamente se dice que se percibe lo primero, y que se conoce lo último. Pero, cuando uno tiene conocimiento o sensación de algo sin la actualización de estas facultades, entonces se dice que recuerda: en el primer caso, se recuerda lo que él aprendió o pensó, y en el otro caso, lo que se oyó, se vio o se percibió de cualquier otra manera; pues, cuando un hombre ejercita su memoria, siempre dice en su mente que él ha oído, sentido o pensado aquello antes.


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Publicado el 3 de junio de 2016 por Edu Robsy.

La República de los Atenienses

Jenofonte


Tratado, Filosofía


Sobre la república de los atenienses, no alabo el hecho de elegir ese sistema, porque, al elegirlo, eligieron también el que las personas de baja condición estén en mejor situación que las personas importantes. Así, pues, no lo alabo por eso. Mas como ellos lo han decidido así, voy a mostrar lo bien que mantienen su régimen y llevan las demás cuestiones que al resto de los griegos les parecen un fracaso.


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Publicado el 20 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Discursos sobre la situación de Florencia tras la muerte del joven Lorenzo de Medicis

Nicolás Maquiavelo


Discurso, Tratado, Tratado político


DISCURSUS FLORENTINARUM RERUM POST MORTEM IUNORIS LAURENTII MEDICES

La causa de los frecuentes cambios de constitución en Florencia consiste en no haber sido nunca ni republicana ni monárquica con las cualidades genuinas de cada una de estas formas de gobierno; porque no se puede llamar monarquía estable donde las cosas se hacen según lo que quiere uno y se deliberan con la opinión de muchos, y no puede ser república duradera la que no satisface los humores que si insatisfechos, arruinan la república.

Esta verdad la demuestran los cambios operados en Florencia desde 1393 hasta ahora.

Empezando por la reforma que hizo entonces Maso de Albizzi, se verá que quisieron los florentinos organizar una república aristocrática; pero había en ella tantos defectos, que no vivió más de cuarenta años, y hubiese durado menos a no mantener la unión en Florencia el peligro de la guerra contra los Visconti.


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Publicado el 20 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

Los Ingresos Públicos

Jenofonte


Tratado


Yo siempre he pensado que, según sean los gobernantes, así acaban siendo también las formas de gobierno. Y ya que algunos gobernantes de Atenas solían decir que conocían la justicia no menos que los demás hombres, pero al mismo tiempo afirmaban que se veían obligados por la pobreza del pueblo a ser injustos en su trato con otras ciudades, por eso determiné investigar si de algún modo podrían mantenerse los ciudadanos con sus propios recursos, pensando-que, si así sucedía, se pondría remedio a la vez, de la forma más justa, a su pobreza y a las suspicacias de los griegos.

Cuando ya estaba investigando lo que me propuse, en seguida se me reveló que el país reúne las condiciones adecuadas y puede proporcionar la mayoría de sus ingresos. Para que se compruebe la verdad de lo que digo, voy a describir primero las condiciones naturales del Ática.

Que las estaciones son aquí muy suaves, lo demuestran sus mismos productos, pues aquí fructifica lo que en muchos lugares ni siquiera podría germinar. Ε igual que la tierra, también es muy productivo el mar que rodea el país. Realmente, cuantos bienes proporcionan los dioses en las estaciones, todos ellos comienzan aquí muy temprano y terminan muy tarde. No sólo es abundante en los bienes que florecen y mueren en el año, sino que también el país tiene bienes perennes; efectivamente, hay en él piedra abundante, con la que se hacen bellísimos templos, bellísimos altares y magníficas estatuas para los dioses, y además la necesitan muchos griegos y bárbaros.

También hay tierras que, aunque se siembren, no dan, sin embargo, cosechas; pero si se abren minas en ellas, alimentan a muchos más, por cierto, que si produjesen trigo. Evidentemente contienen plata por un azar divino; pese a que hay muchos estados vecinos por tierra y mar, y a ninguno de ellos llega ni un pequeño filón de mineral de plata.


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Publicado el 20 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

La República de los Lacedemonios

Jenofonte


Tratado, Política


Yo observé hace tiempo que Esparta fue muy poderosa y célebre en la Hélade, como es evidente, aunque era una de las ciudades con menos habitantes, y me sorprendió entonces cómo pudo ocurrir eso. Sin embargo, después que me fijé en la ocupaciones de los espartiatas, ya no me causó sorpresa.

A Licurgo, que les dio las leyes con cuya observancia consiguieron su prosperidad, lo admiro y lo considero el culmen de la sabiduría; pues él, sin imitar a las demás ciudades sino incluso tomando decisiones contrarias a la mayoría de ellas, demostró que su patria las superaba en prosperidad.

Por ejemplo, sobre la procreación, para empezar por el principio, los demás mantienen con una comida, lo más racionada que se pueda tolerar y con el menor condimento posible, a las jóvenes que van a dar a luz y que parecen estar bien educadas; y, por supuesto, las mantienen privadas de vino totalmente o se lo sirven aguado. Como la mayoría de los artesanos son sedentarios, los demás griegos estiman conveniente que las jóvenes trabajen la lana llevando una vida inactiva. Ahora bien, ¿cómo se va a esperar que jóvenes criadas de esta manera engendren algo grandioso? Licurgo, en cambio, pensó que las esclavas también bastaban para producir vestidos y, como consideraba que la procreación era la principal misión de las mujeres libres, en primer lugar, dispuso que el sexo femenino ejercitase sus cuerpos no menos que el masculino. Luego, organizó para las mujeres competiciones entre ellas de carreras y pruebas de fuerza, exactamente igual que lo hizo con los varones, convencido de que de parejas vigorosas también los hijos nacen más robustos.


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Publicado el 20 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

De la Equitación

Jenofonte


Tratado


Como nos consideramos expertos en equitación por haber sido jinetes durante mucho tiempo, deseamos también enseñar a los amigos más jóvenes el procedimiento que juzgamos más correcto en su trato con los caballos. También escribió, por cierto, sobre la equitación Simón, quien, además, ofrendó un caballo de bronce en Atenas, en el Eleusinio, y grabó en la base sus propias hazañas. En verdad, nosotros al menos no vamos a eliminar de nuestro tratado todo cuanto se reconozca que coincide con el suyo; al contrario, lo transmitiremos a los amigos con mucho más gusto, pues opinamos que merecen mucho más crédito las ideas suyas que coinciden con las nuestras, ya que era un buen jinete. Además, todo lo que a él se le pasó por alto trataremos de descubrirlo nosotros.

En primer lugar, describiremos cómo a uno se le puede engañar en la compra de un caballo.

Es evidente que se debe comprobar, incluso, el buen estado físico del potro aún no domado, ya que todavía no presenta pruebas claras de su carácter el caballo que aún no ha sido montado.

A su vez, en lo que se refiere al cuerpo, afirmamos que es necesario examinar, ante todo, los pies. Efectivamente, como no tendría ninguna utilidad una casa si la parte superior fuese muy hermosa, pero no estuviesen los cimientos como es necesario, igualmente no sería de ninguna utilidad un caballo dedicado a la guerra si fuese de pies defectuosos aunque bueno en todo lo demás, pues lógicamente no podría sacar ningún provecho de ninguna de sus buenas cualidades.


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Publicado el 20 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Cómo Debe el Joven Escuchar la Poesía

Plutarco


Tratado, Filosofía


1

Querido Marco Sedacio, si como decía el poeta Filóxeno, de las carnes las más sabrosas son las que no son carnes, y de los peces los que no son peces, dejemos que lo demuestren aquellos de los que Catón decía que tenían el paladar más sensible que el corazón. Porque de las cosas que se dicen en la filosofía está claro para nosotros que, con las que no tienen aspecto filosófico, los jóvenes precisamente se complacen más y se ofrecen a sí mismos obedientes y sumisos. En efecto, ellos no sólo se entusiasman con placer cuando leen las fábulas de Esopo y las sentencias poéticas y el Ábaris de Heráclides y el Licón de Aristón, sino también cuando leen las doctrinas sobre las almas, si están mezcladas con mitología. Por ello, conviene vigilar cuidadosamente que ellos sean comedidos no sólo en los placeres de la comida y de la bebida, sino, aún más, que se acostumbren a serlo en las audiciones y lecturas, como usan con moderación de un companage que agrada, y tomen de ellas lo útil y saludable, pues ni las puertas cerradas guardan a una ciudad de su conquista, si por una de ellas se deja entrar a los enemigos, ni la continencia en los demás placeres salva al joven, si se entrega, sin darse cuenta, al que viene de la audición.

Pero cuanto más se apegue este placer al hombre que es dado por naturaleza a sentir y razonar, tanto más daña y destruye, si es descuidado, a aquel que lo acepta. Por tanto, ya que no es, quizá, posible ni provechoso apartar de la poesía a un joven de la edad que tienen ahora mi Soclaro y tu Cleandro, debemos vigilarlos muy bien, porque están más necesitados de dirección en las lecturas que en las calles.


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Publicado el 19 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Cómo Distinguir a un Adulador de un Amigo

Plutarco


Tratado, Filosofía


1

Platón dice, querido Antíoco Filópapo, que todos perdonan al que declara amarse mucho a sí mismo, pero que esto produce, junto con otros muchos males, el mayor mal de todos, por el cual no es posible ser juez justo e imparcial de sí mismo. «En efecto, el amor se ciega ante lo amado», a menos que uno se acostumbre por el estudio a amar las cosas hermosas más que las innatas y familiares. Esto proporciona al adulador un gran espacio abierto en medio de la amistad, al tener como una útil base de operaciones contra nosotros nuestro amor por nosotros mismos, por el que, siendo cada uno mismo, el principal y más grande adulador de sí mismo, admite sin dificultad al de fuera como testigo, juntamente con él, y como autoridad aliada garante de las cosas que piensa y desea. Pues el que es censurado como amante de aduladores es muy amante de sí mismo, ya que, a causa de su benevolencia, desea y cree tener él todas las cualidades, deseo éste que, en cierto modo, no es absurdo, pero cuya creencia es peligrosa y necesita mucha precaución. Pero si, en realidad, la verdad es algo divino y principio, según Platón, «de todos los bienes para los dioses y de todos los bienes para los hombres», el adulador corre el peligro de ser un enemigo para los dioses y, particularmente, del dios Pitio, por cuanto siempre contradice la máxima «conócete a ti mismo», creando en cada uno el engaño hacia sí mismo y la propia ignorancia y la de todos los bienes y males que le atañen en relación a sí mismo, al hacer a los unos incompletos e imperfectos y a los otros imposibles de corregir.


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Publicado el 19 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

El Camino del Samurai

Yamamoto Tsunetomo


Tratado


HAGAKURE (HOJAS OCULTAS)

Hagakure, que significa «oculto bajo las hojas», es un antiguo breviario de caballería inspirado en el célebre código Bushido. Nos expone la Vía del guerrero, cuyos preceptos filosóficos y ética trascendental presentan al Bushi.

Bushido es la aceptación total de la vida, vivir incluso cuando ya no tenemos deseos de vivir. Esto se logra sabiendo morir en cada instante de nuestra vida, viviendo el instante, el aquí y ahora, sumido en el eterno presente, en vez de abandonar el campo de batalla cotidiano. Para el Samurái, la vida es un desafío, y la muerte es preferible a una vida indigna o impura. Esta es la noble y espectacular lección del «HAGAKURE».

Mantenido en secreto durante siglos, el Hagakure fue el libro de cabecera de Yukio Mishima.

He descubierto que la Vía del Samurái reside en la muerte. Durante una crisis, cuando existen tantas posibilidades de vida como de muerte, debemos escoger la muerte. No hay en ello nada difícil; sólo hay que armarse de valentía y actuar. Algunos dicen que morir sin haber acabado su misión es morir en vano. Este razonamiento es el que sostienen los mercaderes hinchados de orgullo que merodean por Osaka; no es más que un razonamiento sofisticado a la vez que una imitación caricaturesca de la ética de los Samurái.

Hacer una elección juiciosa en una situación donde las posibilidades de vivir o de morir se equilibran, es casi imposible. Todos preferimos vivir y es muy natural que el ser humano encuentre siempre buenas razones para continuar viviendo.

El que escoge vivir habiendo fracasado en su empeño, será despreciado y será a la vez un cobarde y un fracasado. El que muere después de haber fracasado, muere de una muerte fanática, que puede parecer inútil. Pero en cambio, no será deshonrado. Tal es la Vía del Samurái.


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Publicado el 25 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Instrucciones a los Sirvientes

Jonathan Swift


Tratado, Sátira


Instrucciones a todos los sirvientes en general

Cuando tu amo o tu señora llamen a un sirviente por su nombre, si ese sirviente no se halla presente, ninguno de vosotros ha de responder, pues entonces vuestras cargas no tendrán fin, y los propios amos reconocen que es suficiente con que cada sirviente acuda cuando es llamado.

Cuando hayas cometido una falta, muéstrate siempre insolente y descarado, y compórtate como si fueras la persona agraviada; eso minará de inmediato la moral de tu amo o señora.

Si ves que otro sirviente causa un mal a tu amo, no dejes de ocultarlo, no vaya a ser que te acusen de chivato. No obstante, existe una excepción en el caso de un sirviente favorito, que es merecidamente odiado por toda la familia, a la que la prudencia obliga, por tanto, a atribuir todas las faltas que pueda al favorito.

La cocinera, el mayordomo, el mozo de cuadra, el criado que va al mercado y todos los demás sirvientes que participan en los gastos de la familia deben actuar como si todo el patrimonio de su amo tuviera que dedicarse al ámbito particular de ese sirviente. Por ejemplo, si la cocinera calcula que el patrimonio de su amo asciende a mil libras al año, llega a la razonable conclusión de que con mil libras al año se puede comprar carne suficiente y que, por tanto, no tiene por qué ahorrar; el mayordomo realiza la misma estimación, y también el mozo de cuadra y el cochero, y así lo gastaréis todo mientras honráis a vuestro amo.


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Publicado el 18 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

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