Textos más vistos publicados el 3 de diciembre de 2020 | pág. 2

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fecha: 03-12-2020


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Lo que se Oye Desde una Silla del Prado

Pedro Antonio de Alarcón


Cuento


(VERANO DE 1874)

* * *

¡Qué noche tan hermosa!

—¡Hermosísima!

—Y ¡qué calor ha hecho hoy!… Figúrese usted que esta mañana…

* * *

—Agur…

—Adiós…

—Muy buenas noches…

* * *

—Pues, sí, señor; como le iba diciendo a usted…

* * *

—¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!

—¿Has conocido a ése? Es aquel que el año pasado…

* * *

—¡Agua, aguardiente y azucarillos! ¡Agua!

* * *

—¡Niñas! ¡Niñas! ¡Más despacio!

—Tenga usted cuidado, Arturo; ¡que nos llama mamá!

* * *

—¡Barquillero!

* * *

—¡Matilde, eres un ángel!… ¡Eres una diosa!… ¡Eres una!…

* * *

—¡Pero, ¡hombre! ¡Esa mujer es una arpía! Gustavo debía divorciarse…

* * *

—¡Ramitos y camelias! ¡La vara de nardo a dos reales! ¡Señorito, cómpreme usted una!…

* * *

—¡Allá van! ¡Ella es! ¡Aprieta el paso!… ¡Bendita sea la gracia!

—¡Aquí vienen! ¡Ellos son!… ¡Qué tontos!

* * *

—¡Caballero! ¡Que no tengo padre! ¡Una limosnita por el amor de Dios!

* * *

—¡La Correspondencia!

* * *

—Pues bien: ¡desde entonces estoy cesante!… ¡Esto no es país!

* * *

—¡Chico! ¡Chico! ¡Buen turrón! ¿Y cómo te las has compuesto?

* * *

—Es un cuadro muy bonito. Pero a mí me gusta más aquel en que Pepita Jiménez y el teólogo…

* * *

—Lo que usted oye. Murió ab intestato y me correspondió la mitad de la herencia. Yo no le había hablado nunca…

* * *

—Lo mismo creo yo. La crisis es infalible. ¡Así no podemos seguir! Cristino será ministro antes de un mes.

* * *

—Y ¿qué hiciste tú? ¿Le devolviste su carta con una bala?


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Publicado el 3 de diciembre de 2020 por Edu Robsy.

Una Conversación en la Alhambra

Pedro Antonio de Alarcón


Cuento


La procesión del Corpus

Entre los innumerables forasteros que han concurrido este año a Granada a disfrutar de las famosas fiestas del Santísimo Corpus Christi, con que se celebra y conmemora en aquella ciudad, no sólo el misterio de la Eucaristía, sino también la expulsión de los moros por don Fernando y doña Isabel, hemos tenido la fortuna de contarnos cierto personaje todavía joven, y yo..., que lo soy absolutamente. De mí ya tienen los lectores algunas noticias... Digamos, pues, quién era, o más bien, cómo era el otro joven.

Había éste llegado conmigo en diligencia a la gran ciudad morisca; pero no procedente, como yo, de la corte de las Españas, ni muchísimo menos, sino de la humilde Venta del Zegrí, donde la diligencia muda tiro y distante de Granada unas seis leguas. Durante el corto tiempo que tardamos en andarlas al galope de diez alborotados caballos apenas cambiamos algunos cumplimientos, siguiendo la moda extranjera de no dirigir la palabra a los compañeros de viaje a quienes no se conoce; pero en cambio, me solacé en estudiar detenidamente el porte y fisonomía del tal viajero, y en inventarle, según acostumbro en situaciones análogas, toda una historia o biografía al tenor de mis intuiciones psicológicas.


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Publicado el 3 de diciembre de 2020 por Edu Robsy.

Descubrimiento y Paso del Cabo de Buena Esperanza

Pedro Antonio de Alarcón


Cuento


I

Si grandes y extraordinarias empresas registra la Historia en que dé algún pueblo repetidos testimonios de valor y constancia, preferente lugar ocupa entre ellas la que sirve de título y asunto a la presente relación

Cabe a Portugal, y exclusivamente a Portugal, la indisputable gloria de haber acometido y llevado a cabo tan colosal proyecto. Solo, y sin auxilio alguno extraño, ese pueblo hermano de España luchó con los elementos, con la escasez de recursos, con la ignorancia y las preocupaciones de la época, con mil otros peligros y contratiempos que le suscitaron las razas salvajes, con cuanto la naturaleza y la perversión humana pueden oponer de temible o amargo a la tenaz voluntad del genio, hasta que al fin, después de setenta y ocho años de afanes y sufrimientos indecibles, vio coronada su obra con el éxito más venturoso.

Enarrar sumariamente esa larga y penosa cruzada; recorrer esos setenta y ocho años de un trabajo porfiado y lento, cuanto heroico y sembrado de peregrinas aventuras; seguir el gran descubrimiento paso a paso y enaltecer a sus héroes uno por uno: he aquí la tarea que nos proponemos llenar.

La Historia, que no puede menos de ver estos sucesos al por mayor (y permítasenos la frase), se contenta casi siempre con citar a Bartolomé Díaz y Vasco de Gama como a los únicos protagonistas de ese poema de un siglo; y la Poesía, la musa del Tajo, la lira de Camoens, ha acumulado sobre el último y el más feliz de aquel millar de ilustres aventureros toda la prez del resultado.

Hacer justicia a los humildes; redimir del olvido a algunos héroes oscuros; rebajar la importancia monopolizadora de ciertos nombres, o levantar hasta ellos el nivel de toda una generación que no les cedía en fe, tenacidad y denuedo: tal es el espíritu que nos anima.


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Publicado el 3 de diciembre de 2020 por Edu Robsy.

Dos Retratos

Pedro Antonio de Alarcón


Cuento


«Yo fui, señor —dijo Borja—, gran pecador desde mi niñez,

y di muy mal ejemplo al mundo con mi vida.»

(FR. PRUDENCIO DE SANDOVAL.)

I

Distante pocas horas de Plasencia alzábase entre feraces campos y frondosísimo huerto, allá por los años de Cristo de 1557, un magnífico monasterio de solitarios de San Jerónimo.

Era una de esas benditas mañanas en que la transparencia del cielo descubre infinitos horizontes a la limitada vista de los mortales, mientras que la elasticidad del aire embalsamado y tibio permite oír mejor los augustos rumores de la soledad: una de esas mañanas, tranquilas como sosegada laguna, en que el ayer se ve claro al través de las brumas de lo presente, y profundiza la memoria en el cenagoso fondo de la conciencia, teatro, ya desierto, de las alegrías pasadas; una de esas mañanas en que lloran los viejos, no sé si de tristeza porque recuerdan la mañana de su vida, o de júbilo y amor a Dios al ver que aún viven en mundo tan hermoso; mañanas en que sienten más los pechos enamorados, y creen más los corazones fieles al Altísimo, y lloran insensiblemente los tristes y desamados, y se encuentran más solos los huérfanos y los peregrinos; mañanas en que el corazón del hombre se dilata al par del Cielo y de la Tierra, y vienen al alma más vivos y melancólicos que nunca los recuerdos de los seres queridos que nos arrebató la muerte...

Tal fue aquella mañana, pasada hace ya tres siglos.

A eso de las once brillaba el sol tan alegremente sobre los muros del convento, piaban los gorriones con tan completa tranquilidad, era tan dulce el susurro del agua, parecía, en fin, tan dichoso todo lo criado, que nadie hubiera podido ver aquellos lugares sin envidiar la existencia pacífica de los padres jerónimos, y sentir vagos deseos de abandonar para siempre las cosas del mundo, tan agitadas y revueltas en aquel entonces...


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Publicado el 3 de diciembre de 2020 por Edu Robsy.

El Año Campesino

Pedro Antonio de Alarcón


Cuento


I

El Tiempo es la primera materia de la vida: y así como el cáñamo (verbigracia) les sirve a unos industriales para hacer alforjas, a otros para velas de barco, a éstos para alpargatas y a aquéllos para ahorcarse, el Tiempo toma también diversas formas y se aplica a diferentes usos, según el oficio, las necesidades o las aficiones de los humanos.

Vayan algunos ejemplos.

Los historiadores dividen el Tiempo por edades, por civilizaciones (palabra muy de moda), por pontificados, por dinastías, por reinados, por guerras y por otras habilidades de la llamada sociedad.

Los astrónomos y los gobernantes lo han dividido, ora en siglos, ora en décadas, ora en olimpíadas, ora en lustros, ora en años, ora en nonas, ora en meses, ora en idus, ora en semanas; y las semanas en días, y los días en horas, y las horas en minutos, y los minutos en segundos...; todo ello sin contar los quinquenios, los trienios, los bienios, las cuarentenas de los buques y de las personas, y otra porción de grandes cosas, como los años embolísmicos y los bisiestos.

Los médicos no se han quedado atrás, y computan el Tiempo por edades fisiológicas, formando cuatro grupos: 1.º Infancia y puericia. 2.º Adolescencia y juventud. 3.º Edad viril, edad consistente y edad madura. 4º. Vejez, decrepitud... y cuerpo presente. Esta última fórmula es de mi cosecha.

Los políticos cuentan por elecciones, por legislaturas, por ministerios. Para ellos empieza el año cuando se abren las Cortes y se acaba el mundo cuando caen del Poder.

«—En tiempos de Bravo Murillo —dice uno— me dejé toda la barba.

—¡Hombre! ¡Mire usted qué casualidad! —exclama otro—. Entonces me casé yo.

—¿Cómo? ¿Era usted ministerial?

—¡Ya lo creo! Por eso me casé.

—Pues yo me dejé la barba porque era de oposición.

—¡Ah! Ya..., ¡como republicano!


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Publicado el 3 de diciembre de 2020 por Edu Robsy.

El Carbonero-Alcalde

Pedro Antonio de Alarcón


Cuento


I

Otro día narraré los trágicos sucesos que precedieron a la entrada de los franceses en la morisca ciudad de Guadix, para que se vea de qué modo sus irritados habitantes arrastraron y dieron muerte al corregidor don Francisco Trujillo, acusado de no haberse atrevido a salir a hacer frente al ejército napoleónico con los trescientos paisanos armados de escopetas, sables, navajas y hondas de que habría podido disponer para ello...

Hoy, sin otro fin que indicar el estado en que se hallaban las cosas cuando ocurrió el sublime episodio que voy a referir, diré que ya era capitán general de Granada el excelentísimo señor conde don Horacio Sebastiani, como le llamaban los afrancesados, y gobernador del Corregimiento de Guadix el general Godinot, sucesor del coronel de dragones de caballería, número 20, M. Corvineau, a quien había cabido la gloria de ocupar la ciudad el 16 de febrero de 1810.


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Publicado el 3 de diciembre de 2020 por Edu Robsy.

El Libro Talonario

Pedro Antonio de Alarcón


Cuento


HISTORIETA RURAL

I

La acción comienza en Rota.—Rota es la menor de aquellas encantadoras poblaciones hermanas que forman el amplio semicírculo de la bahia de Cádiz; no ha faltado quien ponga los ojos en ella.—El Duque de Osuna, a título de Duque de Arcos, la ostenta entre las perlas de su corona hace muchísimo tiempo, y tiene allí su correspondiente castillo señorial, que yo pudiera describir piedra por piedra....

Mas no se trata aquí de castillos, ni de duques, sino de los célebres campos que rodean a Rota y de un humildísimo hortelano, a quien llamaremos el tío Buscabeatas, aunque no era éste su verdadero nombre, según parece.

Los campos de Rota (particularmente las huertas) son tan productivos que, además de tributarle al Duque de Osuna muchos miles de fanegas de grano y de abastecer de vino a toda la población (poco amante del agua potable y malísimamente dotada de ella), surten de frutas y legumbres a Cádiz, y muchas veces a Huelva, sobre todo en los ramos de tomates y calabazas, cuya excelente calidad, suma abundancia y consiguiente baratura exceden a toda ponderación;—por lo que se da a los roteños el dictado de calabaceros y de tomateros, que ellos aceptan con noble orgullo.

Y, a la verdad, motivo tienen para enorgullecerse de semejantes motes; pues es el caso que aquella tierra de Rota que que da para el consumo y para la exportación; aquella tierra que rinde tres o cuatro cosechas al año, ni es tal tierra, ni Cristo que lo fundó, sino arena pura y limpia, expelida sin cesar por el turbulento Océano, arrebatada por los furiosos vientos del Oeste y esparcida sobre toda la comarca roteña, como las lluvias de ceniza que caen en las inmediaciones del Vesubio.


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Publicado el 3 de diciembre de 2020 por Edu Robsy.

El Rey se Divierte

Pedro Antonio de Alarcón


Cuento


(Extracto de un documento histórico)
 

El año 1680 deseó Carlos II de Austria, rey de España, presenciar un Auto general de fe. Tenía entonces diecinueve años.

Don Diego Sarmiento de Valladares, obispo de Oviedo y Plasencia, consejero real y de la Junta de gobierno durante la minoría del príncipe e inquisidor general del reino, aplaudió aquella idea del joven rey, y quedó en avisarle tan luego como se reuniese una buena colección de reos que castigar.

No se hizo esperar esta coyuntura.

Diéronse prisa todos los tribunales, y a fines de abril había ya gran número de causas sentenciadas, y otro no menos cuantioso de herejes, presos en las cárceles de la Inquisición de la corte, de Toledo y de otros puntos de la Monarquía.

Enterado el rey, y perseverando en presenciar el Auto general, dispuso que se verificase en Madrid y a su vista, señalando el día 30 de junio como el más a propósito, por ser la Conmemoración de San Pablo.

Desde aquel momento empezaron a llegar a Madrid, a la caída de la tarde, unos grandes coches de luto, escoltados por soldados y clérigos.

El pueblo adivinaba lo que contenían, y se regocijaba anticipadamente con la esperanza del 30 de junio.

Aquellos carruajes transportaban reos desde los tribunales más remotos del reino a la gran hoguera que se preparaba al pie del trono de Carlos.

Entretanto, el duque de Medinaceli, primer ministro, era invitado y se prestaba a llevar la cruz verde; disponíase el teatro en la Plaza Mayor; se verificaba una procesión solemne para pregonar la proximidad del Auto, y concedíanse indulgencias a los que asistiesen a él...

El teatro, preparado en pocos días por don Fernando Villegas, era soberbio.

Constituíanlo:

Un tablado de 13 pies de alto, 190 de largo y 100 de ancho.

Dos altísimas escalinatas que bajaban a él.

Doseles para las corporaciones.


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Publicado el 3 de diciembre de 2020 por Edu Robsy.

Los deudos somos egoístas

Javier Carlucci


vida, obra, muerte


Los deudos somos egoístas. Estamos muy ocupados por encausar nuestro dolor que no nos queda tiempo para recordar en tiempo real a quien estamos llorando todo el día.Mi abuelo ni siquiera se hubiera detenido a escribir. Hubiera a su propio funeral. Hubiera llamado por teléfono a algún amigo para contarle que el mismo se murió y luego hubiera terminado la charla con algún chiste sin olvidarse de quedar en comer un asado el fin de semana en el club. Asado al que no va a poder asistir pero no importa, la intención estuvo. Estar no siempre estaba, por eso necesitaba un abono de teléfono que le permitiera llamar por teléfono a Juan Jose Paso y la vía, a Balcarce y Catamarca, a Totoras o a Usuahia. Esa ordinaria necesidad de tener la última tecnología para que después disfrutemos de ella, todos excepto el. Ya sea un auto Volkswagen, una computadora de Airoldi, una agenda traída del exterior o un celular último modelo. Todas son en definitiva máquinas de impedir para aquellas personas que tienen todo en su cabeza y que no necesitan mas que un lápiz y papel para hacer alguna cuenta con decimales. Contar historias solo pasaba rara vez con el. Generalmente arriba del auto, o simplemente para explicar cual es el próximo paso para dar. Pero en vez de dar pasos será el tiempo de dar las hurras para todo aquel que ose pasar un día tratando de seguirle el ritmo.Silencio. A contramano del mundo, silencio. A las seis de la tarde, cuando todo el mundo está en la calle es cuando se ve la verdad. Pero cuando viviste tanta verdad a lo largo de todo el día sin poder parar un segundo, lo único que querés es desaparecer.


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Creative Commons
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Publicado el 3 de diciembre de 2020 por Javier Carlucci.

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