Textos más populares esta semana publicados el 30 de enero de 2018

3 textos encontrados.


Buscador de títulos

fecha: 30-01-2018


El Espejo del Mar

Joseph Conrad


Novela


Dedicatoria

A
Mrs. Katherine Sanderson que hizo extensivas su cálida bienvenida
y su amable hospitalidad al amigo de su hijo, animando aquellos primeros y oscuros días tras mi despedida del mar,
quedan estas páginas afectuosamente dedicadas.

Nota del autor

Tal vez menos que ningún otro libro escrito por mí, o por cualquier otra persona, precisa este volumen de prefacio. Sin embargo, y puesto que todos los demás —incluida la Memoria personal, que no es sino un fragmento de biografía— van a llevar su correspondiente Nota del Autor, no puedo en modo alguno dejar a éste sin la suya, no fuera a crearse por ello una falsa impresión de indiferencia o hastío. Veo con toda nitidez que no va a ser tarea fácil. Siendo la necesidad —madre de la invención— enteramente inconcebible en este caso, no sé que inventar a manera de exposición; y al ser, asimismo, la necesidad el mayor incentivo posible para el esfuerzo, ni siquiera sé por dónde empezar a esforzarme. Aquí cuenta también la natural inclinación. Toda mi vida he tenido aversión al esfuerzo.

Bajo estas descorazonadoras circunstancias, me veo, sin embargo, forzado a proseguir por un sentido del deber. Esta Nota es algo prometido. En menos de lo que dura un minuto me impuse, con unas cuantas palabras poco cautas, una obligación que desde entonces no ha cesado de oprimirme el corazón.


Información texto

Protegido por copyright
193 págs. / 5 horas, 38 minutos / 336 visitas.

Publicado el 30 de enero de 2018 por Edu Robsy.

El Cascanueces y el Rey de los Ratones

E.T.A. Hoffmann


Cuento infantil


Nochebuena

Durante todo el día 24 de diciembre, los hijos del consejero médico Stahlbaum no pudieron entrar en ningún momento en la sala, y menos aún en el salón de gala contiguo. Fritz y Marie estaban juntos, encogidos, en un rincón de la habitación del fondo. Era ya de noche, pero aún no habían traído ninguna luz, como solían hacer siempre en ese día señalado; así que sentían miedo. Fritz, susurrando en secreto, reveló a su hermana menor (acababa de cumplir siete años) que desde las primeras horas de la mañana había estado oyendo ruidos, murmullos y suaves golpes en las habitaciones cerradas. Le contó también que poco antes había pasado por el pasillo, a hurtadillas, un hombrecillo oscuro con una gran caja bajo el brazo, pero él sabía bien que no era otro que el padrino Drosselmeier. Marie comenzó a dar palmas de alegría y exclamó:

—¡Ay! ¿Qué nos habrá hecho el padrino Drosselmeier? ¡Seguro que es algo muy bonito!


Información texto

Protegido por copyright
70 págs. / 2 horas, 2 minutos / 608 visitas.

Publicado el 30 de enero de 2018 por Edu Robsy.

Sor Monika

E.T.A. Hoffmann


Novela corta


Primera parte


Concedo voluntatem!

Esta es una de las naves de Cupido… ¡desplegad más velas! ¡Más! Al ataque… ¡los cañones ante los agujeros! ¡Fuego!

Pistol en Las alegres comadres de Windsor de Shakespeare
 

La hermana Monika cuenta la vida de su madre y de su padre a las amigas reunidas, pero especialmente a la hermana Annunciata Veronika, excondesa de R.

Pocas de vosotras, queridas hermanas, conocéis a mi familia; mi padre, en cambio, era muy bien conocido por sus camaradas, que con él y Laudon habían participado en la Guerra de los Siete Años y habían infligido más de una derrota a Federico el Grande.

En una noble residencia para viudas cerca de Troppau, en uno de los paisajes más agradables del Oppa, pasó mi madre los primeros años de su primavera; y la pasó con aquellos cálidos sentimientos de la existencia que no siempre comienza con el ¡coeur palpite!, pero que acostumbra terminar con el ¡haussez les mains!

Su madre había conocido el mundo y lo había gozado, había dejado en él su temperamento, llevándose su amor a la soledad para la formación de su Louise.

Esta Louise es mi madre. Fue educada sin prejuicios, y sin prejuicios vivió y actuó.

A los más seductores atractivos del cuerpo unía una gracia sin igual, un savoir faire sin reservas ni hipocresía.

El capellán Wohlgemuth, llamado hermano Gerhard, a quien mi madre apreciaba mucho, se encargó, como preceptor, de la formación de la virginal flor. Era un hombre joven y apuesto, de treinta años, y su encantadora discípula necesitaba grandes esfuerzos, por la noche, en su solitaria cama, para que sus dedos calmaran el fuego que la encantadora locuacidad del mentor había encendido en su pecho todavía inmaduro.


Información texto

Protegido por copyright
105 págs. / 3 horas, 4 minutos / 155 visitas.

Publicado el 30 de enero de 2018 por Edu Robsy.