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Juan Palomo

Antonio de Trueba


Novela corta


I

Ha transcurrido un año desde que se escribieron los cuentos que anteceden.

Su autor, que vagaba en Madrid hacía veinte como pájaro sin nido, suspirando por un hogar que pudiera llamar suyo, tiene ya hogar y familia, gracias a ti, Dios mío, que le has dado una dulce compañera con quien compartir sus alegrías y sus tristezas en esta larga jornada de la vida, que sigue con el cansancio en el cuerpo y la resignación en el alma.

¡Señor! Al entrar en el seno de la familia, mis primeras palabras deben ser para bendecirla, y he aquí que una bendición a la familia es el cuento que empiezo a contar a aquella de quien, sentado bajo los nogales que sombrean la casa de mis padres, espero decir un día al pasajero, como el hijo de Teresa: « ¡He ahí la santa madre de mis hijos!»

II

Entre los recuerdos que traje, amor mío, de mi valle natal, y que por espacio de veinte años de trabajos y penas he conservado ungidos con el perfume de la inocencia con que salieron de aquellas queridas montañas, había muchos cuya custodia he confiado ya al Libro de los cantares y a los CUENTOS DE COLOR DE ROSA; pero son tantos los que guardo aún en mi corazón, que con decir a éste: «Corazón mío, devuélveme el tesoro que te confié cuando por última vez volví, desconsolado, los ojos al hogar de mis padres», tengo todo cuanto necesito para cautivar tu atención y conmover tu alma enamorada y buena.


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Dominio público
53 págs. / 1 hora, 33 minutos / 87 visitas.

Publicado el 26 de octubre de 2020 por Edu Robsy.

Juan Neira

Joaquín Díaz Garcés


Cuento


Neira era el capataz del fundo de Los Sauces, extensa propiedad del sur, con grandes pertenencias de cerro y no escasa dotación de cuadras planas. Cincuenta años de activísima existencia de trabajo, no habían podido marcar en él otra huella que una leve inclinación de las espaldas y algunas canas en el abundante pelo negro de su cabeza. Ni bigotes, ni patillas usaba ño Neira, como es costumbre en la gente de campo, mostrando su rostro despejado, un gesto de decisión y de franqueza, que le hacía especialmente simpático. Soldado del Valdivia en la revolución del 51, y sargento del Buin en la guerra del 79, el capataz Neira tenía un golpe de sable en la nuca y tres balazos en el cuerpo. Alto, desmedidamente alto, ancho de espaldas, a pesar de su inclinación y de las curvas de sus piernas amoldadas al caballo, podía pasar Neira por un hermoso y escultural modelo de fuerza y de vigor.

Enérgica la voz, decidido el gesto, franca la expresión, ¡qué encantadora figura de huaso valiente y leal tenía Neira! Su posesión estaba no lejos de las casas viejas de Los Sauces, donde he pasado muy agradables días de verano con mi amigo, el hijo de los propietarios. La recuerdo como si la viera: un maitén enorme tendía parte de sus ramas sobre la casita blanca con techo de totora; en el corredor, eternamente la Andrea, su mujer, lavando en la artesa una ropa más blanca que la nieve; una montura llena de pellones y amarras colgada sobre un caballete de palo; y dos gansos chillones y provocativos en la puerta, amagando eternamente nuestras medias rojas que parecían indignarles.


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Dominio público
8 págs. / 14 minutos / 161 visitas.

Publicado el 28 de octubre de 2020 por Edu Robsy.

Joseíto el Ecijano

Arturo Reyes


Cuento


I

—A esa potranquita de nácar la voy á poner yo más suave que un guante de cabritilla—dijo un día Joseíto el Ecijano al oir ponderar por centésima vez la índole altiva y desdeñosa de Lola la Pinturera, y

—Ya verá ese guachindanguito cómo, si se arrima á mí, se le va á mellar el filo y se le van á morir de repente toítas sus fantesías—exclamó Lola cuando le contaron lo que con relación á ella hubo de decir aquel famoso desbravador de potros cerriles y también famoso conquistador de mujeres de bandera.

No faltaron, como es de suponer, almas generosas que le fueran también con el cuento de lo dicho por la muchacha á Joseíto, el cual sintió, ponérsele de pie su vanidad de galanteador afortunado y desde aquel punto y hora dió principio á trabajar con las de Caín la interesante partida.

Y pasó un mes y pasó otro, y

—Camará, esa tórtola es de jierrecito colao—solía decir Joseíto cada vez que veía morir una de sus esperanzas y tenía que sufrir un sofión de la gentil capuchinera.

Y ya empeñado en juego tan peligroso, pronto empezó á llevar Joseíto casi constantemente en la imaginación el recuerdo de Lola la cual concluyó por metérsele en el alma de lo que quedó perfectamente enterado nuestro mocito al oir un día, de labios de Antoñuelo el Picapica, que un nuevo trovador empezaba á rondarle la reja á la niña de sus pensamientos, al oir lo cual sintió algo que le mordía en las entrañas y

—¿Quién es ese hijo de su madre que se ha empeñao en mojar la pluma en mi mejor aguaero?—preguntó á aquél con acento sombrío y reconcentrado.


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Dominio público
6 págs. / 11 minutos / 40 visitas.

Publicado el 24 de diciembre de 2021 por Edu Robsy.

Jesusa

Emilia Pardo Bazán


Cuento


El matrimonio vio, al fin, cumplidos sus deseos: la niña vino al mundo un 24 de diciembre, circunstancia que pareció señal del favor divino; pusiéronle en la pila el dulce nombre de Jesusa, y la rodearon de cuanto mimo pueden ofrecer a su único retoño dos esposos ya maduros, muy ricos, y que sólo pedían a la suerte una criatura a quien transmitir fortuna y nombre. La cuna fue mullida con pétalos de rosa, y hasta el ambiente se hizo tibio y perfumado para acariciar el tierno rostro de la recién nacida...

Todos hemos narrado alguna vez la triste historia de la niña pobre y desamparada que, harapienta y arrecida, con el vértigo del hambre y la angustia del abandono, vaga por las calles implorando caridad, hasta que cae rendida y la nieve la envuelve en blanco sudario. El grito de la miseria, el clamor del vientre vacío, es penetrante y humano..., pero también sufre el rico, y sus dolores, inaccesibles al fácil consuelo que se reparte con un puñado de monedas, no hallan alivio sino en la misericordia de Dios... El que compare a la chiquilla sin pan ni hogar con la chiquilla envuelta en algodones y harta de goces y juguetes, a la que jamás recibió un beso con la que agasaja en su seno de una madre idólatra, se indignará contra la injusticia social y apelará de ella a la justicia infalible.

Cruzad la calle, deslizad un socorro en la mano escuálida de la mendiga y penetrad después en la morada de la familia de Jesusa. El contraste, al pronto, os parecerá hasta sacrílego. Cualquier chirimbolo de los que decoran el gabinete, cualquier fruslería de rubia concha y cincelada plata, de las mil esparcidas sobre las mesillas del tocador, vale más de lo que costaría dar un año entero pan, luz y abrigo a la infeliz que tirita allá fuera, en el ángulo de la manzana, en pie contra una cancilla menos dura que algunos corazones.


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Dominio público
4 págs. / 8 minutos / 55 visitas.

Publicado el 27 de octubre de 2020 por Edu Robsy.

Jesus en la Tierra

Emilia Pardo Bazán


Cuento


Voy a contaros un cuento de la gran Noche, que me refirió un viejo peregrino, cansado ya de recorrer todos los caminos y senderos de este mundo y deseoso únicamente de recostar la cabeza en una piedra y morir olvidado. Si el cuento es algo sombrío, atribuidlo a la fatiga y a las muchas desventuras del que me narró esta especie de sueño.

La Noche de Navidad en uno de estos últimos años, habéis de saber que nuestro Señor Jesucristo en persona quiso bajar a la Tierra y recorrerla, porque como nadie ignora, si ha leído el texto santo, las delicias de Jesús son morar entre los hijos de los hombres.

Dejó, pues, su trono y su asiento a la diestra del Padre, y ocultando la majestad y belleza de su aspecto bajo forma que no deslumbrase a los ojos mortales y que a veces ni aun fuese visible para ellos, descendió al mundo, deseoso de encontrar piedad, amor y fraternal regocijo. La Naturaleza parece asociarse a la solemnidad del día: en el firmamento, claro como una bóveda de cristal, brillan los astros de oro y de esmeralda pálida, titilando cual una mirada cariñosa: ni corre un soplo de aire, ni una partícula de humedad condensada en figura de nubecilla empaña la magnificencia de la hora nocturna.

En el polo, cuando se apoya sobre la helada extensión el pie sagrado de Jesús, enciéndese súbitamente, como para festejarle, una espléndida aurora boreal: reflejos abrasadores, purpúreos y anaranjados, colorean la nieve y arrancan de los enormes témpanos centelleo diamantino. Mas ¿qué le importa a Jesús la magia del espectáculo? Lo que Él busca es luz de aurora en los corazones; le atraen los fenómenos del alma, no los juegos de un meteoro en las rocas insensibles y en las heladas estepas.

Y pasa adelante.


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Dominio público
6 págs. / 11 minutos / 62 visitas.

Publicado el 27 de octubre de 2020 por Edu Robsy.

Invisibilidad

Francisco A. Baldarena


cuento


Exactamente el mismo día que le declaró su amor a Corina y ella le dijo que lo quería apenas como amigo, Tadeo decidió hacerse mago. ¡Y con tantas ilusiones que se había hecho!, pero la respuesta de Corina fue como una patada en el hígado y el inesperado hecho le dio a su vida un giro de ciento ochenta grados. Y aunque el rechazo de Corina tenía todo lo necesario para hacerlo caer en una profunda depresión, o cosa peor, como por ejemplo el suicidio, Tadeo se zambulló de cabeza en los oscuros meandros de la magia. La extraña decisión no tenía como principal intención distraer su mente y así mantener a Corina alejada de sus pensamientos, y mucho menos la de olvidarla totalmente, sino la de ser el medio por el cual conseguir invertir los sentimientos de la muchacha hacia él. 

 Por un buen tiempo en el barrio, poco o nada se supo de él; salía de casa muy temprano y regresaba al oscurecer, pasando todo el día recorriendo bibliotecas y librerías en busca de libros relacionados con el tema. “Pero de magia verdadera”, les aclaraba a los encargados de las bibliotecas o a quien lo atendiera en las librerías, “no de trucos de esos pseudos magos que embroman a los niños, o entretienen a los adultos que aún no han crecido mentalmente y se comen cualquiera. No sé si me entiende”. Y cuando regresaba a su casa, se encerraba en su habitación y, robándole horas al sueño, devoraba con avidez libro tras libro. Meses más tarde, se supo que había viajado al interior del país, y en el barrio enseguida se corrió la voz de que el motivo principal no era conocer otros lugares del país, sino olvidar a Corina. Nada más lejos de la verdad, porque Tadeo había estado viajando a distintas provincias para entrevistarse con curanderos y brujos. Se le había ocurrido que si la magia fallaba, un gualicho infalible no le vendría nada mal. 


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Creative Commons
5 págs. / 9 minutos / 249 visitas.

Publicado el 20 de octubre de 2021 por Francisco A. Baldarena .

Interrogante

Emilia Pardo Bazán


Cuento


Es la que voy a contar una historia en la cual no sé si soñé lo que me pareció ver, o si, al contrario, vi efectivamente algo semejante a una pesadilla. Esto, traducido a más claro lenguaje, significa que no estoy enteramente seguro de los hechos que voy a recordar.

Vivía yo en Madrid, en compañía de una de mis hermanas, casada con un negociante. Me preparaba a una lucida carrera, pero no ponía gran afán en mis estudios; teníamos con qué vivir, y yo era perezoso y paseante en corte.

Una mañana, en el mismo centro de la Puerta del Sol, lugar nada novelesco, vi a una mujer que me atrajo desde el primer instante. Era chiquita, pálida, muy esbelta y fina, y sus ojos, negrísimos, miraban de un modo especial, hondo, sugestivo. Se fijaron en mí un segundo, y al punto los veló con las tupidas pestañas, enigmáticamente. No sería yo español neto si no la hubiese seguido, y si no me creyese, de un modo fulminante, enamorado hasta las cachas.

Fui tras ella por algunas calles, céntricas todas, hasta llegar a la casa donde vivía.

Al pronto, se hizo la indiferente, como si no me viese, ni se enterase de mi persecución. Y en el portal —donde me atreví a entrar—, se volvió, me miró otra vez, de un modo trágico por lo intenso, y metiéndose en el ascensor, me hizo una seña que no supe interpretar, un poco de unto de plata desató la lengua de la portera, y me hizo saber que la dama se llamaba Julia, que vivía con su tío, señor muy rico y bastante viejo, y que ambos eran de fuera de Madrid; de Andalucía o Valencia.


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Dominio público
5 págs. / 9 minutos / 47 visitas.

Publicado el 27 de febrero de 2021 por Edu Robsy.

Inteligencia espiritual y su relación con la educación holista

Fundación Ramón Gallegos


Ramón Gallegos, educación holista, inteligencia espiritual


Reflexionando sobre los objetivos que tienen los seres humanos, el más importante es ser feliz, y cada uno concibe la felicidad de diferentes maneras, algunos obteniendo las cosas materiales que han deseado, algunos obteniendo placeres de los sentidos, otros alcanzando las metas que se han fijado, sin embargo, esta satisfacción o felicidad momentánea termina muy pronto, más rápido de lo que podemos pensar;  ¿a qué se deberá esta  felicidad fugaz que se consigue con las cosas materiales, con los placeres sensoriales o con el logro de la metas fijadas?; el Dr. Ramón Gallegos, en el Satsang de julio de este año, comentó esta problemática que se está viviendo en la actualidad, en la que hay un vacío existencial, una carencia de valores que lleven a una felicidad duradera; Ramón Gallegos, menciono que la verdadera felicidad, es la que vine de adentro, es nuestra verdadera esencia, estamos hechos de felicidad, solo falta descubrir esa verdad, una verdad que tiene que ver con la comprensión de nuestra verdadera naturaleza.

La felicidad solo se puede encontrar en el plano espiritual, comenta el Dr. Ramón Gallegos, en la mente no se puede porque en ella todo es impermanente, lo que en un momento dado proporciona “felicidad” mental o sensorial pronto termina, y solo queremos más de los mismo, ocasionando sufrimiento, por este motivo es necesario educar la mente para ser capaces de reconocer la verdadera felicidad, la que viene de adentro, la que no requiere objeto ni causa para manifestarse de manera permanente en nuestra vida.


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10 págs. / 17 minutos / 32 visitas.

Publicado el 16 de julio de 2019 por Fundación Ramón Gallegos.

Inteligencia espiritual y el paradigma de la educación holista

Fundación Ramón Gallegos


Ramón Gallegos, educación holista, inteligencia espiritual


Una de las características de la inteligencia espiritual es que nos lleva a interesarnos y a amar todo, jamás nos lleva al individualismo, en lo personal sugeriría que los niños que vienen al mundo no vienen porque quieren ser espirituales, son seres espirituales que  vienen al mundo porque quieren ser seres humanos físicos. La obra del Ramón Gallegos nos enseña el potencial de la educación holista y la inteligencia espiritual, dos cosas que no deben separarse, realizaremos un comentario general de su obra en este ensayo.

Nuestro problema no es enseñar espiritualidad, sino enseñar humildad, enseñamos al espíritu a ser un ser humano, a través del encuentro, a través de derribar barreras que se pusieron ahí como retos para que nos desarrolláramos, yo creo que lo más importante de la educación holista es aceptar al niño con amor, al mundo, eso da un equilibrio, creo que necesitamos ligar la educación holista con la construcción de una sociedad compatible.

También las obras escritas por el Dr. Ramón Gallegos Nava hablan sobre la educación transpersonal que es más humana que  la educación tradicional, e intelectualmente más rigurosa que muchas alternativas del pasado.

Su objetivo no es simplemente preparar al individuo para valerse por sí mismo en la vida, sino orientarles hacia la trascendencia. Es el correlato educativo de la medicina holística: pretende la educación de la persona entera.

Esta educación transpersonal está definida por varia fuentes de forma diferente, cuyo escepticismo es muy comprensible, igual que la salud holística, la educación transpersonal puede tener lugar en cualquier parte. No tiene necesidad de escuelas, pero sus partidarios piensan que las escuelas si tienen necesidad de ella.


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5 págs. / 8 minutos / 30 visitas.

Publicado el 16 de julio de 2019 por Fundación Ramón Gallegos.

Inteligencia espiritual, meditando con Ramón Gallegos

Fundación Ramón Gallegos


Ramón Gallegos, educación holista, inteligencia espiritual


“Quien busca la consciencia es la consciencia misma “

Ramón Gallegos

 

La Trilogía de Inteligencia Espiritual, se compone de tres libros excelentes que su autor el Dr. Ramón Gallegos ha escrito, su lectura nos abre una nueva visión para que todos tengamos a nuestro alcance una nueva forma de alcanzar y desarrollarla esta inteligencia espiritual, la mejor de todas, la que nos capacita para escuchar la llama del Ser, para escuchar la voz de la verdad sin palabras para escuchar la llama del amor universal.

Ramon Gallegos nos enseña que espiritualidad es todo lo que trae más conciencia, más paz interior, reconciliación, compasión, dialogo, nos sirve para todo, con ella vivimos responsablemente somos creativos, abiertos, accesibles, comprensivos, nos permite estar en presencia plena, en una no complicidad, entendiéndola como una acción inteligente.


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4 págs. / 8 minutos / 23 visitas.

Publicado el 10 de diciembre de 2020 por Fundación Ramón Gallegos.

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