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Present Perfect Negative

Francisco A. Baldarena


cuento


La profesora de inglés terminó de escribir, le puso el tapón al marcador, lo apoyó en el borde sobresaliente inferior del pizarrón, junto al borrador, y se dio vuelta. Su mirada se clavó en la figura encorvada de Ponce que, clavada su mirada también, la tenía puesta sobre el cuaderno de inglés cerrado, entre la cartuchera de hule azul marino, a su izquierda, y la goma de borrar mitad verde, mitad roja, el lápiz negro Faber Castel Eco Hb y el sacapuntas de aluminio, a su derecha. 
 «¿Será otro de sus chistes para hacer de bobo a los demás? Que se atreva nomás.» 
 La profesora de inglés carraspeó. Sin embargo, Ponce, como en otro mundo, nada advirtió, ni la segunda vez en que la profesora de inglés carraspeó (esta segunda vez más alto), ni en las miradas de los otros tres alumnos (una señora mayor que quería aprender inglés para acompañar el año próximo a sus amigas, también jubiladas como ella, en un crucero por el Caribe, y una pareja joven de novios que pretendían emigrar a los Estados Unidos). 
 —Ponce, do you want to pay attention to me? Please —dijo la profesora de inglés, ya de pie y parada al lado de Ponce. 
 Pero Ponce, todavía en el mundo de la luna, siguió como si nada. Totalmente enajenado. ¡Un alienado! 
 —Hey, Ponce —gritó ahora la profesora de inglés, junto al oído derecho de Ponce—. Here, planet Earth calling.
 Y ahora sí, Ponce, atendiendo a la transmisión de la profesora de inglés, retornó a la Tierra, a esta dimensión, al presente, para él imperfecto. 
 —Sí, profesora, diga… —dijo Ponce, con una voz diferente a la habitual. 
 La profesora de inglés fulminó a Ponce con una mirada a lo Boris Karloff.


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3 págs. / 5 minutos / 7 visitas.

Publicado el 3 de junio de 2023 por Francisco A. Baldarena .

Zaratustra y el Superhombre

Francisco A. Baldarena


cuento


Después de muchos años en soledad en las montañas, donde estuvo recluido, dedicando cada minuto a reflexionar sobre la vida y la naturaleza del hombre, Zaratustra bajó y se encaminó a la última ciudad donde había estado antes de iniciar su retiro voluntario. Llegando a la ciudad, se encaminó al mercado, donde encontró una gran muchedumbre que aguardaba ansiosa la exhibición de un volatinero recién llegado, pero Zaratustra no estaba interesado en el espectáculo, pues un asunto más serio lo había traído de vuelta, y de ello se encargaría ya mismo. 
 Y Zaratustra dijo así: 
 —La última vez que pasé por aquí, les dije que el hombre es algo que debe ser superado y les enseñé al superhombre. Les dije que el superhombre es aquel que ha superado sus limitaciones y se ha elevado por encima de sí mismo. Es aquel que ha encontrado su propósito y lo persigue con pasión y determinación. ¿Acaso no es eso lo que todos deberíamos aspirar a ser? Pues entonces, díganme: ¿qué han hecho para superarse a sí mismos? 
 Hombres y mujeres, la perplejidad en sus miradas, nada dijeron, pues nada habían hecho para superarse a sí mismos. Sin embargo, dos hombres levantaron tímidamente las manos. 
 —Ah, muy bien, veo que al menos algunos han hecho algo. Bien, digan sus nombres y qué han hecho para superarse —los animó a hablar el sabio. 
 Uno de ellos se abrió paso, haciendo delicadamente a un lado a un anciano que estaba delante de él y dijo: 
 —Yo me llamo Jerry, maestro, y mi amigo y socio se llama Joe. Bueno, a decir verdad, maestro, para superarnos no hemos hecho nada, pero hemos creado esta revista, maestro —dijo, mostrándole a Zaratustra, que empezaba a arrugar el ceño, un ejemplar de Superman.


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2 págs. / 3 minutos / 68 visitas.

Publicado el 17 de mayo de 2023 por Francisco A. Baldarena .

Las Aventuras del Barón de Münchhausen

Gottfried August Bürger


Novela


I. Viaje a Rusia y a San Petersburgo

Emprendí mi viaje a Rusia en medio del invierno, habiendo hecho el juicioso raciocinio de que los caminos del norte de Alemania, de Polonia, de Curlandia y de Livonia, que, según las descripciones de los viajeros, son más impracticables aún que el camino del templo de la virtud, se mejoran con el frío y la nieve, sin costar nada a la solicitud de los gobiernos.

Viajaba a caballo, lo que seguramente es el mejor modo de transporte, siempre que el caballo y el caballero sean buenos: de este modo no se expone uno a tener cuestiones de honor con algún digno maestro de postas alemán, ni está obligado a detenerse en cada venta a voluntad de un postillón sediento. Iba ligeramente vestido, lo que sentía más y más a medida que adelantaba hacia el nordeste.

Figuraos ahora en medio de un tiempo crudo y bajo un duro clima, a un pobre anciano que yacía en la desolada orilla de un camino de Polonia, expuesto a un viento glacial y teniendo apenas con qué cubrir su desnudez.

El aspecto de aquel pobre hombre me afligió profundamente, y aunque hacía un frío para helarme el corazón en el pecho, le arrojé mi capa. Al mismo instante resonó en el cielo una voz, y alabando mi misericordia, me gritó: «Lléveme el diablo, hijo mío, si esta buena acción queda sin recompensa.»

Continué mi viaje hasta que la noche y las tinieblas me sorprendieron. Ninguna señal ni ruido me indicaban la presencia de un pueblo: todo el país estaba sepultado bajo la nieve, y yo no sabía el camino.


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80 págs. / 2 horas, 20 minutos / 49 visitas.

Publicado el 14 de mayo de 2023 por Edu Robsy.

AMOR

María Carreño


Amor


AMOR

La idea principal de este ensayo es observar los comportamientos que tiene el ser humano y el cómo maneja esta fuerte emoción a los demás.

¿Qué es el amor?

El amor es el vínculo de afecto que nace de la valoración del otro e inspira el deseo de su bien. Puede verse como un valor o como una propiedad de las relaciones humanas. Pero el amor no es solo el afecto a una pareja, también puede ser el amor a un objeto o animal, pero en este mentó nos vamos a centrar a cuando la persona comparte esa emoción a alguien más, como un amigo.

Porque los seres humanos confunden lo que sienten o porque no son sinceros a lo que quieren, porque los jóvenes de esta época juegan tanto con esta palabra o bueno, porque dicen amar a alguien cuando en realidad lo hace, acaso es para su propio veneficio, el solo querer sexo tal vez los confunde o solo es una excusa, o porque la infidelidad en el matrimonio, se supone que cuando uno se casa con alguien es porque la ama y quiere un futuro con ella y no viviría sin ella.


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1 pág. / 2 minutos / 24 visitas.

Publicado el 14 de mayo de 2023 por María Carreño.

Capítulos que se le Olvidaron a Cervantes

Juan Montalvo


Novela


Prólogo. El buscapié

Capítulo I

Dame del atrevido; dame, lector, del sandio; del mal intencionado no, porque ni lo he menester, ni lo merezco. Dame también del loco, y cuando me hayas puesto como nuevo, recíbeme a perdón y escucha. ¿Quién eres, infusorio —exclamas—, que con ese mundo encima vienes a echármelo a la puerta? Cepos quedos: no soy yo contrabandista ni pirata: mía es la carga: si es sobradamente grande para uno tan pequeño, no te vayas de todas por este único motivo; antes repara en la hormiga que con firme paso echa a andar hacia su alcázar, perdida bajo el enorme bulto que lleva sobre su endeble cuerpecillo. Si no hubiera quien las acometa, no hubiera empresas grandes; el toque está en el éxito: siendo él bueno, el acometedor es un héroe; siendo malo, un necio: aun muy dichoso si no le calificamos de malandrín y bellaco. Este como libro está compuesto: sepa yo de fijo que es obrita ruin, y no la doy a la estampa; téngala por un acierto, y me ahorro las enojosas diligencias con que suelen los autores enquillotrar al público, ese personaje temible que con cara de justo juez lo está pesando todo. Él decidirá: como el delito es máximo, la pena será grande: al que intenta invadir el reino de los dioses, Júpiter le derriba. Pero el rayo consagra: ese clemente es un escombro respetable.


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Dominio público
453 págs. / 13 horas, 12 minutos / 28 visitas.

Publicado el 8 de mayo de 2023 por Edu Robsy.

Los Piratas en Cartagena

Soledad Acosta de Samper


Novela


Introducción

La envidia, la emulación y el odio que el gran poderío de España en el nuevo mundo despertó entre las demás naciones europeas, se había traducido por medio de ataques y vías de hecho: cosa natural en un tiempo recién emancipado de la barbarie y que acababa de salir de la época de transición llamada de la Edad Media. Aquellos ataques injustos contra España se pusieron en planta por ciertas asociaciones y compañías de piratas, corsarios, filibusteros, bucaneros y aventureros de diferentes naciones, y particularmente ingleses y franceses, los cuales, con el pretexto de auxiliar a sus gobiernos y reyes —casi continuamente en guerra contra España—, se dieron a robar los tesoros que llevaban de las colonias a la madre patria, cometiendo al mismo tiempo innumerables desafueros y cruelísimas acciones en los puertos hispanoamericanos, como podía temerse de malandrines sin Dios ni ley.

Establecidas aquellas asociaciones de piratas en varias islas de las Antillas, que habían logrado tomar por su cuenta, muy en breve se hicieron poderosos y temibles, y las expediciones que sus jefes enviaban contra la tierra firme causaban el espanto y el terror de los colonos, que jamás podían vivir tranquilos y seguros.

Señalaremos aquí muy de paso los nombres de las expediciones más importantes que atacaron las costas de los territorios que hoy forman la República de Colombia.


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Dominio público
152 págs. / 4 horas, 26 minutos / 41 visitas.

Publicado el 8 de mayo de 2023 por Edu Robsy.

Los Árboles Malditos

Francisco A. Baldarena


cuento


Jan El Explorador vivía en una aldea en las montañas junto a un puñado de personas, pocas y supersticiosas, donde él era el más valiente y temerario entre todos ellos; de lo cual se jactaba, diciendo no había nada en este mundo que le metiera miedo. Por lo tanto, era el único en aventurarse por los traicioneros caminos entre las montañas y los umbríos bosques donde vivían proscritos de toda laya, para llegar a los pueblos más distantes. 
 Con el tiempo, de tanto que le pedían que les trajera esto o aquello, cada vez que iba a algunos de esos pueblos, no tuvo más tiempo para sus propias cosas; con lo que se dedicó exclusivamente a llevar y traer cosas para los pobladores, los que le pagaban por sus servicios con pieles de animales, o con animales vivos, o con lo que sembraban. 
 Pero el trabajo de Jan no era tan fácil como él pensó al principio; cargaba muchas cosas en la espalda, que debía vender en los pueblos, y más carga sobre la espalda cuando regresaba, con las cosas que le pedían que trajera. Asimismo, le resultaba placentero su trabajo; pues paseaba, conocía a mucha gente nueva y lo mejor de todo: no tenía que cumplir ningún horario. Además, esos viajes le permitían tener siempre alguna cosa interesante para contar a la vuelta, no sin algún agregado medianamente exagerado, porque sucedía que a veces no le sucedía nada. 
 Jan tenía tres amigos, Pavel Cara de Camote, Jiri El Hachero y Michal El Pastor, los cuales le insinuaron un día que les gustaría acompañarlo en algunos de sus viajes. Jan dijo que lo iba a pensar, pero lo que en verdad quería era sopesar detenidamente los pros y los contras del asunto.


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3 págs. / 5 minutos / 93 visitas.

Publicado el 7 de mayo de 2023 por Francisco A. Baldarena .

El Ser y la Nada y Otros Cien Microcuentos

Francisco A. Baldarena


selección de microcuentos





El ser y la Nada 


Un día en que estaba por demás aburrido, un hombre se puso a pensar en cuál sería la imagen reflejada por dos espejos contrapuestos. De manera que tomó dos espejos del mismo tamaño y los colocó frente a frente, cosa que solo reflejaran sus vacías superficies. En uno de ellos, raspándole por detrás, hizo un orificio casi imperceptible por el cual miró y entonces conoció la nada. 





Lobisón Mordiendo a un Lobo 


Alguien en la taberna preguntó qué pasaría si un lobisón mordiera a un lobo, y eso quedó dando vueltas en la cabeza de Prosper. 
 En la siguiente luna llena, transformado en lobisón, Prosper subió a la montaña, donde vivían las manadas de lobos, y nomás, al cruzarse con uno lo acorraló contra unas rocas y le dio un mordisco. El lobo se tambaleó por un momento y luego desfalleció. Prosper creyó que el lobo había muerto, pero casi de inmediato, el animal reaccionó y empezó a convulsionar y a retorcerse violentamente hasta que, poco a poco, fue transformándose en hombre. Incluso aterrado como solo puede estarlo un lobisón en su misma situación, Prosper se animó a preguntarle (entre gruñidos para que el otro no advirtiera su amedrentamiento) quién era. El recién transformado en hombre, totalmente turbado, demoró en hablar. 
 —Me llamo Denis… ¿No has visto a mi padre?  
 La pregunta del hombre tomó a Prosper de sorpresa… 
 —¿A tu padre…? ¿Y quién es? 
 —Boris Vian —respondió el otro. 
 —¿El escritor…? 
 —Él mismo.


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32 págs. / 56 minutos / 111 visitas.

Publicado el 30 de abril de 2023 por Francisco A. Baldarena .

Pequeños Propietarios

Roberto Arlt


Cuento


Cierta noche, Eufrasia, poco después de cenar, le dijo a Joaquín, su esposo:

—¿Sabes?, tengo el presentimiento de que el de al lado le roba materiales al infeliz a quien le está construyendo la casa.

Joaquín la soslayó hosco, con su ojo de vidrio.

—¿De dónde sacas eso?

—Porque hoy al oscurecer vino con el carrito cargado de polvo de ladrillo y tapado con bolsas, para disimular.

—No puede ser.

—Sí, porque ayer traía unos mosaicos debajo del brazo, también envueltos en una bolsa rota. Y se les veía el canto.

—Entonces... ¡quién sabe!...

—Sí... también me fijé cuando tenía la otra obra. Al principio llegaba temprano con el carrito, después, cuando estaba por terminar, mucho más anochecido, y siempre el carrito tapado. Con ese material deben haber construido la marquesina.

Taciturno, replicó Joaquín:

—Claro, así es fácil construir obras para darle envidia a los otros.

Luego no hablaron más. Cenaron en silencio y el ojo de Joaquín, el corredor y pequeño propietario, estaba tan inmóvil como su otro de vidrio.

Solo al acostarse, cuando Eufrasia iba a apagar la lámpara, dijo sin mirar a su esposo, con la voz ligeramente desnaturalizada por el deseo de que fuera natural;

—Si el dueño de la casa lo supiera...

—Lo hace meter preso —fue el único comentario del tuerto. Luego se acostaron y ya no hablaron más.


* * *


Los dos propietarios se odiaban con rencor tramposo.


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8 págs. / 14 minutos / 32 visitas.

Publicado el 28 de abril de 2023 por Edu Robsy.

Ester Primavera

Roberto Arlt


Cuento


Me domina una emoción invencible al pensar en Ester Primavera.

Es como si de pronto una ráfaga de viento caliente me golpeara el rostro. Y sin embargo, la cresta de las sierras está nevada. Carámbanos blancos aterciopelan las horquetas de un nogal que está al pie de la buhardilla que ocupo en el tercer piso del Pabellón Pasteur en el Sanatorio de Tuberculosos de Santa Mónica.

¡Ester Primavera!


Su nombre amontona pasado en mis ojos. Mis sobresaltos rojos palidecen en sucesivas bellezas de recuerdo. Nombrarla es recibir de pronto el golpe de una ráfaga de viento caliente en mis mejillas frías.

Estirado en la reposera, cubierto hasta el mentón con una manta oscura, pienso de continuo en ella. Hace setecientos días que pienso a toda hora en Ester Primavera, la única criatura que he ofendido atrozmente. No, ésa no es la palabra. No la he ofendido, hice algo peor aún, arranqué de cuajo en ella toda esperanza de la bondad terrestre. No podrá tener nunca más una ilusión, tan groseramente le he retorcido el alma. Y esa infamia dilata en mi carne una tristeza deliciosa. Ahora sé que podré morir. Nunca creí que el remordimiento adquiriera profundidades tan sabrosas. Y que un pecado se convirtiera en una almohada espantosamente muelle, donde para siempre reposaremos con la angustia que fermentamos.

Y sé que ella nunca me podrá olvidar, y la mirada fija de la alta criatura, que camina moviendo ligeramente los hombros, es la única belleza que me atornilla al mundo de los vivos que dejé por este infierno.


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17 págs. / 31 minutos / 17 visitas.

Publicado el 28 de abril de 2023 por Edu Robsy.

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