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Textos Póstumos

Felisberto Hernández


Cuentos, colección, miscelánea


Úrsula

Úrsula era callada como una vaca. Ya había empezado el verano cuando yo la veía llevar su cuerpo grande por una calle estrecha; a cada paso sus pantorrillas se rozaban y las carnes le quedaban temblando.

A mí me gustaba que se pareciera a una vaca. Una noche que el cielo estaba bajo y se esperaba la lluvia, un auto descargó sus focos sobre el cuerpo de Úrsula. Ella dio vuelta la cabeza y en seguida corrió para un lado de la calle estrecha; parecía una vaca sacudiendo las ubres. El auto se detuvo y alguien, desde adentro, preguntó algo. Úrsula contestó moviendo la cabeza; estaba rodeada del polvo que había levantado y se veía brillar las córneas de sus grandes ojos. Después yo me quedé entre unos árboles bajos hasta que llegó la lluvia. Úrsula volvería a pasar al otro día. Yo oía el ruido de gotas gordas tragadas por el polvo y me había agachado como si los árboles fueran capuchones que me pesaran sobre los hombros. Pensé en mi casa; a cada instante yo elegía en ella lugares y libros que aún no conocía. Y cuando estaba desasosegado subía una escalera de caracol que en vez de baranda tenía colgada en el centro una cuerda gruesa. A veces me quedaba un rato agarrado a ella y me parecía que esperaba el momento de subir un telón. Después entraba a una de las habitaciones y me tiraba en la cama.

Aquella noche yo oía la lluvia desde un sillón acolchado y pensaba en Úrsula. La primera vez que la vi ella estaba sentada a la mesa en el mismo restorán donde comía yo. Su cuerpo parecía haberse desarrollado como los alrededores de un pueblo por los cuales ella no se interesaba.


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127 págs. / 3 horas, 43 minutos / 39 visitas.

Publicado el 21 de febrero de 2025 por Edu Robsy.

El Pecio

Guy de Maupassant


Cuento


Ayer estábamos á 31 de diciembre.

Y acababa de almorzar con mi antiguo amigo Jorge Guerín, cuando el criado le entregó una carta cuyo sobre estaba casi completamente cubierto de sellos extranjeros.

Jorge me dijo:

—¿Permites?

—Faltaría más.

Y leyó ocho páginas escritas con letra grande, letra inglesa, que las cruzaban en todos sentidos. Y las leía lentamente, con la formal atención y con el interés con que se hacen las cosas que nos llegan al alma.

Cuando hubo terminado, dejó la carta encima de la chimenea y dijo:

—Ésa es una historia rara, una historia sentimental que nunca te he contado y cuyo protagonista fuí yo. ¡Rarísimo día de año nuevo el del año aquél! Y hace ya veinte años... pues entonces tenía treinta, y ya tengo cincuenta.

Era inspector de la compañía de seguros marítimos que hoy dirijo, y me disponía á pasar el día primero de enero en París, pues es cosa convenida que ese día ha de ser de gran fiesta para todos, cuando recibí una carta del director en la que me ordenaba saliese sin pérdida de momento para la isla de Ré, donde había naufragado un buque de Saint-Nazaire, de tres palos, que nosotros habíamos asegurado. Eran las ocho de la mañana; llegué á las oficinas de la compañía á las diez, con objeto de recibir instrucciones, y la misma noche tomaba el expreso que al día siguiente, 31 de diciembre, tenía que dejarme en la Rochela.


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Dominio público
12 págs. / 21 minutos / 39 visitas.

Publicado el 5 de marzo de 2025 por Edu Robsy.

Los Zuecos

Guy de Maupassant


Cuento


El anciano cura lanzaba atropelladamente los últimos párrafos de su sermón por encima de los gorros blancos de las campesinas y de los cabellos de los campesinos, enmarañados unos, acicalados otros. Las granjeras, que habían acudido de muy lejos para oír misa, tenían junto a ellas, en el suelo, sus grandes canastos; el calor pegajoso de un día de julio desprendía de todos aquellos cuerpos olor a establo, husmillo de ganado. Llegaban por la gran puerta entreabierta el quiquiriquí de los gallos y los mugidos de las vacas tumbadas en un campo cercano.

De cuando en cuando se metía violentamente por el pórtico una oleada de aire impregnado de aromas silvestres, jugueteaba al paso con los cintajos de las cabezas y llegaba así hasta los cirios del altar, haciendo estremecer sus llamitas amarillentas.

—Como Dios manda... ¡Y que así sea! —dijo el sacerdote, y se calló.

Abrió después un libro y empezó el capítulo de los pequeños asuntos íntimos de la comunidad, sobre los cuales solía aconsejar a sus ovejas. Era un anciano de cabellos blancos, que llevaba cuarenta años administrando la parroquia y que se servía de la plática dominical para comunicarse con llaneza con todos sus feligreses.

Dijo, entre otras cosas:

—Recomiendo a sus oraciones a Desiderio Vallin, que está muy enfermo, y también a la Paumelle, que siempre tarda mucho en reponerse de sus partos.

Quería acordarse de más cosas; repasaba trozos de papel que tenía entre las hojas de su breviario. Halló al fin los dos que buscaba, y prosiguió:

—Hay que impedir que los mozos y las mozas se cuelen de noche en el cementerio. De lo contrario, daré aviso al guardia rural. El señor César Omont desea una chica formal para criada.

Se quedó todavía pensativo unos momentos y agregó:


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6 págs. / 10 minutos / 38 visitas.

Publicado el 17 de junio de 2016 por Edu Robsy.

Riki-Baka

Lafcadio Hearn


Cuento


Se llamaba Riki, que significa “fuerza”, pero la gente lo llamaba Riki el Simple, o Riki el Tonto, “Riki—Baka”, porque su vida transcurría en una infancia perpetua. Por esa misma razón lo trataban con amabilidad, aun cuando hubiera incendiado una casa acercando un fósforo encendido a un mosquitero, aplaudiendo de alegría al ver el resplandor de las llamas. A los dieciséis años era un mozo alto y fornido, pero su mente siempre conservó la feliz edad de dos años, y por tanto Riki seguía jugando con los pequeños. Los niños más grandes de la vecindad, de cuatro a seis años, no jugaban con él, porque Riki no podía aprender sus juegos ni sus canciones. Su juguete favorito era una escoba, a la que montaba como un caballito; y se pasaba las horas con su escoba, subiendo y bajando la cuesta que hay frente a mi casa, con asombrosas carcajadas. Pero al fin el ruido que causaba comenzó a molestarme, y tuve que decirle que fuera a jugar a otro sitio. Se inclinó con docilidad y se alejó, arrastrando la escoba con pesadumbre. Era muy amable y absolutamente inofensivo (siempre que no le dieran la oportunidad de jugar con fuego), y rara vez daba motivo de queja. Se relacionaba con la vida de nuestra calle en forma tan anónima como un pollo o un perro; cuando desapareció, no llegué a extrañarlo. Pasaron meses antes de que llegara a acordarme de Riki.

—¿Qué le ocurrió a Riki ? —le pregunté entonces a un viejo leñador que provee de combustible a nuestra vecindad, pues recordé que Riki solía ayudarlo a llevar los haces de leña.

—¿Riki—Baka? —respondió el viejo—. Ah, Riki murió, pobrecito… Sí, murió hace cosa de un año, inesperadamente; los médicos dijeron que tenía una enfermedad en el cerebro. Y hay una extraña historia respecto a Riki.


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2 págs. / 3 minutos / 38 visitas.

Publicado el 20 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

La Más Bella Cena del Mundo

Villiers de L'Isle Adam


Cuento


¡Un golpe del Comendador!
¡Una puñalada trapera!

—Antiguo refrán

Xanthus, el maestro de Esopo, declaró, por sugerencia del fabulista, que, si él había apostado que se bebería el mar, no había apostado beber también los ríos que «entran en su interior», para utilizar el gracioso francés de nuestros traductores universitarios.

Ciertamente, tal escapatoria era muy sagaz; pero, con la ayuda del Espíritu del progreso, ¿no sabríamos encontrar, hoy en día, otras semejantes? Por ejemplo:

«Retiren de antemano los peces, ya que no están comprendidos en la apuesta; ¡filtren! Una vez hecha esta reducción, la cosa es fácil.»

O mejor aún:

«Yo he apostado que me beberé el mar, de acuerdo; ¡pero no de un solo trago! El sabio no debe nunca precipitarse en sus acciones: bebo lentamente. Por lo tanto, será una gota cada año, ¿no es verdad?»

Resumiendo, pocos compromisos hay que no puedan ser mantenidos de alguna manera… y esta manera podría calificarse de filosófica.

—«¡La más bella cena del mundo!»

Tales expresiones utilizó, formalmente, el letrado Percenoix, el ángel de la Enfiteusis, para definir, de un modo conciso, la comida que se proponía ofrecer a los notables de la pequeña ciudad de D…, en la que tenía su despacho desde hacía treinta años o más.

Sí. Fue en el círculo —la espalda al fuego, los faldones de su levita bajo los brazos, las manos en los bolsillos, los hombros estirados y sin relieve, los ojos en el cielo, las cejas levantadas, los lentes de oro en las arrugas de su frente, el birrete hacia atrás, la pierna derecha plegada sobre la izquierda y la punta de su zapato embetunado que apenas tocaba tierra—, donde pronunció esas palabras.


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Publicado el 22 de octubre de 2016 por Edu Robsy.

Nidau

Marcel Schwob


Artículo


Cerca de Biel, justo encima del oscuro lago de aguas verdes y agitadas y de los juncos que se hunden tristemente en el mismo, apareció a mi vista una torre cuadrada tocada con tejas y luciendo un enorme blasón rojo, cortado oblicuamente por una banda amarilla junto a un furioso oso negro rampante con las fauces abiertas.

La lluvia rayaba los arbustos y crepitaba en las rodadas; una niebla penetrante cubría las montañas del Jura, protuberantes, amenazadoras, erizadas de pinos negros y de finas hayas rojas, como si fueran pinceladas de tinieblas estriadas de sangre. Un siniestro tajo surcaba la arcilla remontando una garganta, entre sombríos bosquecillos y manchas de nieve, con una estrecha cremallera oxidada en cuyos rincones lloraban tripudas vagonetas abandonadas. Las ráfagas silbaban sobre los remolinos verdosos del lago, combando las cañas y estremeciendo los turbios charcos de barro.

Había ahí una vieja casita, recogida bajo su tejado, y detrás de sus ventanucos convexos dormitaban, en polvorientas estanterías, finos libretos de papel amarillento decorados con grabados sobre madera, sencillos y antiguos. Así pude releer los cuentos de Caperucita roja, de Los dos hermanitos, del Pobre Enrique y la triste historia de Blancanieves, en la que hay un espejo que habla. Y también leí la aventura de los tres que llegaron de Ultra-Rin.

BALADA

Llegaron tres desde la otra orilla
Y bajaron hasta la posada.
¡Posadera, cerveza de cebada!
¿Dónde está su blanca chiquilla?

Tengo cerveza fresca y buen vino
Y mi hija descansa ahí tumbada.
Entraron a echar una mirada
Y ahí la vieron, sobre tablas de pino.

El primero el sudario bajó
Y la miró con gran tristeza.
Hermosa niña, si aún vivieras
Conocerías a quien te amó.


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Publicado el 28 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Brogue

Hector Hugh Munro "Saki"


Cuento


La estación de caza había llegado a su fin sin que los Mullet hubieran conseguido vender a Brogue. Había sido una especie de tradición en la familia durante los últimos tres o cuatro años, un tipo de esperanza fatalista, que Brogue encontraría comprador antes de que terminara la temporada de caza, pero las estaciones iban y venían sin que sucediera nada que justificara ese optimismo mal fundado. El animal había recibido el nombre de Berserker en anteriores fases de su carrera, pero había sido rebautizado como Brogue posteriormente, como reconocimiento al hecho de que, una vez adquirido, era extremadamente difícil librarse de él.


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Publicado el 13 de mayo de 2018 por Edu Robsy.

Educación holista de México para el mundo

Fundación Ramón Galleg os


ramón gallegos, educación holista, inteligencia espiritual


El objetivo de este trabajo es dar a conocer el surgimiento de la Educación Holista, que fue creada por el Dr. Ramon Gallegos, quien tambien es el autor que mas ha escrito y publicado sobre el tema, 25 libros. La educacion holista es un un nuevo paradigma; los principios que la rigen, su enfoque, el perfil y el rol del educador holista, porque es considerada como la mejor opción para tener la educación que la humanidad necesita.

 

La educación que la humanidad necesita es la educación holista, con rostro humano, regido con principios de responsabilidad, sustentabilidad, compasión, sabiduría, cultura de paz. Que se desarrolle en un marco con sentido espiritual de la vida. Que integre todas las dimensiones que conforman al ser humano.

 

CODIGO DE ETICA DEL EDUCADOR HOLISTA

Puesto que la educación holista depende del estadio de conciencia del educador, el Dr. Ramon Gallegos, escribió un código de ética como guía para orientar el comportamiento de los educadores. Este código nos permite superar efectivamente el hedonismo y el nihilismo y sus consecuencias en la degradación de la humanidad.

Estos 15 principios éticos, establecen el marco ideal para el desarrollo de la inteligencia espiritual de los educadores holistas, la cual es el pilar fundamental de la educación holista.

La práctica de estos principios debe complementarse con la práctica de la atención plena y el desarrollo del discernimiento; sin duda, esto nos conduce al desarrollo de la ecuanimidad, lo que nos permite el desempeño equilibrado en nuestra práctica como educadores.

 

CULTURA DE PAZ

CERO NEGATIVISMO

RESPONSABILIDAD UNIVERSAL

DIALOGO HOLISTA

SUSTENTABILIDAD GLOBAL

ACTITUD DE SERVICIO

AMOR UNIVERSAL

ESPIRITU DE COMUNIDAD

HONESTIDAD TOTAL

COMPASION INCONDICIONAL

JUSTICIA SOCIAL


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Publicado el 15 de mayo de 2018 por Fundación Ramón Gallegos.

No Me Des Sepultura

Robert E. Howard


Cuento


El estruendo de la anticuada aldaba reverberó de forma sobrenatural por la casa, despertándome de un sueño intranquilo y poblado de pesadillas. Miré por la ventana. A la postrera luz de la brillante luna, el blanco rostro de mi amigo John Conrad me observaba.

—¿Puedo entrar, Kirowan? —su voz era vacilante y forzada.

—¡Desde luego! —me levanté de la cama y me puse una bata cuando le vi entrar por la puerta principal y subir las escaleras.

Un momento después estaba ante mí, y a la luz que yo había encendido le vi la mano temblando, percibiendo una antinatural palidez en el rostro.

—El viejo John Grimlan ha muerto hace una hora —dijo abruptamente.

—¿De veras? No sabía que estuviera enfermo.

—Fue un súbito y virulento ataque de peculiar naturaleza, un ataque de alguna clase de epilepsia. Era propenso a tales males, ya sabes.

Asentí. Sabía algo acerca del viejo, una especie de ermitaño que había vivido en su oscuro caserón de la colina; en realidad, una vez fui testigo de uno de sus extraños ataques, y quedé aterrado por los espasmos, aullidos y gemidos del desdichado, que se arrastraba por la tierra como una serpiente herida, que farfullaba terribles maldiciones y negras blasfemias, hasta que su voz rota en un griterío sin palabras salpicó sus labios de espuma. Viendo esto, entendí por qué la gente en los tiempos antiguos veía a tales víctimas como hombres poseídos por demonios.


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16 págs. / 28 minutos / 38 visitas.

Publicado el 4 de agosto de 2018 por Edu Robsy.

La inteligencia espiritual en el contexto de la educación holista

Fundación Ramón Gallegos


Ramón Gallegos, educación holista, inteligencia espiritual


El desarrollo de este ensayo resaltara la importancia de la aportación de la inteligencia espiritual y la práctica del satsang realizado en chápala Jalisco el 9,10 y 11 de julio del 2010. Organizado por la fundación internacional de educación holista. Practica integral de la educación holista  por el Dr. Ramón Gallegos Nava.

En este sentido de lo más profundo de la conciencia humana comienza a surgir un clamor que nos dice que debemos aprender a vivir en armonía con nuestro entorno, con nuestro planeta. Nadie puede rechazar la ayuda de otra cosa que necesita.  La naturaleza es un hogar donde todos somos necesarios para todos, y nadie deja de tener un lugar, un trabajo o un sentido que cumplir en el universo...”

La educación que queremos reformar ha creado la crisis planetaria,  por lo tanto, no necesitamos reformarla; lo que  debemos  hacer es contribuir a obtener lo mejor y compartir con ella y crear una nueva educación.

En este ensayo daremos más importancia al tema de inteligencia espiritual y  el espíritu de la educación ya que en estas obras, del Dr. Ramón Gallegos Nava, deja en claro su sensibilidad como educador holista y sustenta el desarrollo del currículo holista fundamentado en la pedagogía del amor universal. Además en cada uno de estos temas incrustaremos la filosofía perenne.

De modo que: el problema central que se nos plantea es: ¿cómo liberar a la educación actual de los supuestos teórico-epistemológicos impuestos por el paradigma mecanicista que tienen una vigencia de 300 años? ¿Cómo liberar a la educación actual del férreo condicionamiento impuesto por el estado-nación moderno, para que le forme buenos productores: obreros, técnicos, profesionales, empresarios, dueños del capital  y buenos ciudadanos respetuosos de los poderes del estado-nación, disciplinados contribuyentes?


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12 págs. / 21 minutos / 38 visitas.

Publicado el 16 de julio de 2019 por Fundación Ramón Gallegos.

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