Descargar Kindle «El Empleado del Coche-cama», de Vicente Blasco Ibáñez

Cuento


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  Cuento.
8 págs. / 14 minutos / 301 KB.
22 de octubre de 2020.


Fragmento de El Empleado del Coche-cama

—¡Ah, señora duquesa!...

La voz suena respetuosa y tímida, pero sus manos y sus ojos son confianzudos y tiernos. Habla con ella lo mismo que si fuese una comadre llorosa de su barrio, abrumada por una noticia fatal. Decididamente la guerra ha trastornado todas las organizaciones. Los socialistas son ministros y los viejos obreros revolucionarios acarician las manos de las duquesas que lloran. Nos aproximamos á la frontera italiana. Veo el chamberguito con pluma de gallo y el ferreruelo gris de los cazadores alpinos. El tren refrena su marcha ante las primeras casas de la estación de Modàne. Vamos á cambiar de vagón. El empleado, con un esfuerzo doloroso, vuelve á la realidad y corre de un lado á otro para devolver sus billetes á los pasajeros. Yo le doy cinco francos. «Muchas gracias.» Y me abandona, sin bajar siquiera las maletas que están en la cornisa de red. Los oficiales británicos no le dan nada. El inglés supone que cada hombre recibe la recompensa de su trabajo, y no quiere ofenderle con una limosna llamada propina. Las condesas de las múltiples coronas le entregan con gesto teatral una pieza de dos liras, y él se la guarda sin mirarla. Toda su atención está concentrada en el servicio de la duquesa. Llama á los mozos de la estación, les va pasando los bultos del equipaje, desciende al muelle para vigilar cómo los apilan en una carretilla. La gran señora se aproxima para decirle adiós, y él le estrecha la mano, ante los ojos escandalizados de la acompañante.


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