Libro gratis: La Bestia Humana
de Vicente Riva Palacio


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Cuento


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La Bestia Humana

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Este texto forma parte del libro «Los Cuentos del General».

Los Cuentos del General


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Fragmento de «La Bestia Humana»

Como el restaurante estaba cerca del teatro, y la calle era de tránsito para el espectáculo, y todo el mundo sabía cuál era el restaurante de papá Ramón, y a qué hora indefectiblemente estaba allí, muchas veces asomaban por la puerta, y como espiando, ya un rostro varonil, ya un grupo de cabecitas de mujer, envueltas en sus abrigos, que decían:

—Buenas noches, papá Ramón.

—Buena salud, papá Ramón.

—Que aproveche.

Y desaparecían en seguida.

Papá Ramón bajaba el periódico y volvía la cabeza; sus ojitos verdes brillaban con una luz de satisfacción, y en todo su rostro se pintaba la alegría; porque aquello era la felicidad para él. Tenía mucho cariño para todos, y sentía un verdadero placer con cualquier muestra de buena correspondencia. Papá Ramón realmente era bueno, y nada de aquello por su parte era forzado ni singular.

Una noche, en una de las mesas cercanas a la que ocupaba papá Ramón, comían tres personas: tres jóvenes; de ellos, el que parecía el principal, representaba unos treinta años: alto, membrudo, el pecho levantado, ancha la espalda, la cabellera negra y rizada, levantándose sobre las sienes para atrás; un bigote negro y unos labios gruesos le daban todo el aspecto, aun cuando iba cuidadosamente vestido de etiqueta, de ser uno de esos hombres que se llaman artistas y en los teatros de tercer orden o en las ferias de los pueblos, se exhiben haciendo ejercicios de fuerza, rompiendo cadenas, doblándose barras de hierro sobre el brazo o jugando con balas de cañón; además se le conocía una educación poco esmerada; reía brutalmente, hablaba alto, decía palabras inconvenientes, reñía por todo a los criados y encontraba malo todo cuanto le presentaban, lo mismo el vino que la comida. Sus compañeros, que eran una especie de parásitos o aduladores, le llamaban familiarmente Armando. Escuchaban con atención todas sus tonterías, y celebraban todos sus chistes de mal gusto.


4 págs. / 8 minutos.
362 visitas.
Publicado el 29 de octubre de 2020 por Edu Robsy.


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