Descargar edición dislexia del libro «Wolfert Webber o los Sueños Dorados», de Washington Irving

Cuento


Descargar gratis el libro «Wolfert Webber o los Sueños Dorados» de Washington Irving en una edición especial que facilita la lectura a personas con dislexia.

Esta edición especial del ebook gratuito del libro de Washington Irving «Wolfert Webber o los Sueños Dorados» utiliza la fuente OpenDyslexic, que mejora la experiencia de lectura por parte de personas que padecen de dislexia. Esta edición se puede leer desde cualquier dispositivo: ordenadores, tablets y smartphones. También permite su impresión en papel para disponer de una edición física.

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  Cuento.
24 págs. / 43 minutos / 198 KB.
22 de agosto de 2016.


Fragmento de Wolfert Webber o los Sueños Dorados

—¡Qué disparate! —repitió el oficial a media paga.

—Si usted lo dice, será un disparate. Pero Cornelio Van Zandt le vio a medianoche, paseando por su huerto, con su pata de palo y la espada desnuda en la mano, que parecía echar rayos y centellas. ¿Por qué había de aparecer por allí, sino porque las gentes han estado hurgando por el lugar donde él enterró su dinero?

El tabernero fue interrumpido por varios sonidos guturales que procedían del lugar donde estaba sentado Ramm Rapelye y que demostraban que éste se encontraba en la situación completamente extraña para él de elaborar una idea. Como era un hombre demasiado importante para que le molestase un tabernero, éste respetuosamente prefirió dejar que aquel importante personaje la produjera él mismo. El obeso corpachón de aquel notable burger mostraba ahora todos los síntomas de un volcán, a punto de iniciar una erupción. Primero le tembló el abdomen, lo que pareció un terremoto; después salió del cráter, digo de la boca, una bocanada de humo; luego se produjo en su garganta una especie de silbido, como si la idea tratase de abrirse camino a través de la lava; aparecieron a poco varios dislocados miembros de una frase, que terminaron en un ataque de tos, y finalmente se impuso su voz, con el tono lento pero absoluto de un hombre que, si no siente el valor de sus ideas, comprende la magnitud de su bolsa. A cada dos o tres palabras expelía una bocanada de humo.


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